Ya no es un indicio, sino una realidad -llamada tendencia por muchos-, que el formato de cortometrajes está ganando atractivo en las nuevas audiencias. La edición número 21 del Festival de Cine Coto de BOGOSHORTS es la prueba.
No hay mejor manera de iniciar diciembre para un cinéfilo en Bogotá que con la oferta de 430 cortometrajes en 15 franjas diferentes con más de 5 en competencia oficial, que fue lo que tuvo el festival. Y sí, la gente se acercaba a las taquillas a pagar por una o varias funciones de cortometrajes, además de los más aficionados que ya tenían su respectiva acreditación, quienes no fueron pocos.
Durante el fin de semana largo que comprendió desde el 7 al 10 de diciembre era complejo conseguir entradas en las salas de la Cinemateca de Bogotá. Sobre todo, las proyecciones de competencia nacional tuvieron su aforo completo.
Desde la inauguración el 5 de diciembre y hasta el cierre este 12 de diciembre hubo una concurrencia notoria que tuvo oferta para todo tipo de población imaginable.
Entre los eventos destacados estuvo la Noche Frankenstein con cinco cortometrajes de terror que conmemoraban los 50 años del lanzamiento de El Exorcista. Aunque la lluvia amenazó con caer, no se atrevió y decenas de personas tuvieron una de las funciones más memorables de BOGOSHORTS en la Media Torta.
También ha venido teniendo un crecimiento el interés del público familiar con producciones dedicadas a la infancia con la función de ChiquiSHORTS y no se puede dejar pasar la competencia de realidad virtual que nos adentra a un nuevo campo creativo en el que se pueden contar historias en formato audiovisual y corto con -incluso- interacción del espectador haciendo la experiencia más íntima para quien ve.
La logística estuvo a la altura con un ejército de voluntarios que hicieron posible el festival de manera muy organizada para brindarle la mejor experiencia a los asistentes. Cada uno estuvo con la información precisa para cada requerimiento. Además se destaca un aspecto que, a veces es poco común en una ajetreada Bogotá, como lo es la puntualidad en cada función.
En torno a BOGOSHORTS también hay la conversación con otras artes como la música con las presentaciones que hubo con Piel Camaleón en la apertura y Southern Roots en la Noche Frankenstein.
El festival que inició como una utopía continúa su posicionamiento a pasos agigantados como un regalo prenavideño para una Bogotá ávida de historias por conocer y también por contar.
Ganadores
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*Foto: Cortesía