Antes de distinguir tipos de pieles y cuidados necesarios, es necesario que quede claro que el cuidado facial con productos se realiza desde que nacemos. Esto es muy importante porque los bebés tienen una piel especialmente delicada. La dermis y epidermis de su piel son altamente sensibles y necesitan cuidados especiales principalmente. La piel es el abrigo del cuerpo, pero es también un órgano. De todos los órganos del cuerpo la piel es, sin duda, el más versátil de todos al ser el único órgano que está directa y constantemente abierto al exterior.
Por eso, al principio, son los padres los encargados de cuidarnos. Si hay bebés en el hogar, los adultos deberán tener especial cuidado en su piel.
Ahora bien, para adolescentes, jóvenes y adultos, también hay productos de belleza que deberían conocerse.
A grandes rasgos, el cuidado personal necesita concebir tres etapas: Limpieza facial, hidratación de la piel con un producto adecuado para cada cuerpo y la protección solar.
Cada una de ellas requerirá diferentes productos de cuidado facial.
Cómo identificar tipo de piel
Para reconocer qué productos colaboran con el correcto cuidado facial, hace falta saber clasificar los tipos de pieles. Aun así, siempre es recomendable que un dermatólogo sea consultado antes de un nuevo tratamiento.
Piel normal
Es una piel sana que no tiene mayor problema. Sus poros son notables, pero no están más marcados que lo normal. La textura es suave y lisa. Está turgente y se ve bien hidratada. La gente joven sin enfermedades suele tener la piel así. Casi todas las personas tienen un período de piel normal.
Piel grasa
La piel grasa se ve muy brillosa y se distingue porque se arruga poco. Los poros de la cara pueden estar un poco dilatados.
Se requerirá controlar la cantidad de grasa para que no aparezca acné. Quienes tienen piel grasosa, pueden tener dermatitis seborreica, o sea, caspa, porque la tendencia a producir más grasa de lo habitual se manifiesta en todo el cuerpo.
Quienes tienen este tipo de piel deben evitar tapar los poros. Necesitan una rutina equilibrada: algún producto enriquecido por sustancias seborreguladoras como ácido glicólico.
Consejos:
Los geles o las lociones hidratantes deben tener texturas fluidas.
El protector solar es muy importante. Es recomendable usar geles o lociones muy fluidas.
Piel seca
Quienes tengan piel seca, pueden sentirlo al tacto. Incluso se pueden sentir pequeñas escamas porque variados estímulos pueden dejar pequeñas heridas con facilidad.
Pueden encontrar áreas de resequedad y, a la vista, pueden parecer más pálidas. Además, la piel se enrojece con facilidad.
En su caso, los poros suelen verse pequeños, aunque no quedan exentos de dilatarse.
Hay dos hábitos que deben evitar quienes tienen piel seca: la utilización de agua caliente en la ducha y la utilización de estropajos.
En cambio, deberían usar productos de cuidado facial cremosos y muy hidratantes, y aplicarlos tantas veces como sea necesario para mantener la piel hidratada. Deben tener cuidado de que los jabones sean suaves y respeten el pH ácido de la piel.
Limpieza
La frecuencia de limpieza recomendable es de entre una y dos veces por día. Una debe realizarse a primera hora de la mañana para que la cara esté limpia y se remueve la grasa acumulada durante la noche. Otra, por la noche, porque hay que quitarse la contaminación.
Sin embargo, esta recomendación es genérica. Puede variar de acuerdo con el tipo de piel de cada cual o de acuerdo con el ambiente, el estrés y las actividades que realicemos.
Cómo limpiar
La limpieza tiene que ser amable, cuidadosa. Puede realizarse con las manos, con movimientos circulares. Se puede hacer más énfasis en la nariz o en la zona T: la frente, nariz y barbilla.
Los exfoliantes no deben ser usados diariamente o de manera indiscriminada, sobre todo para pieles secas, sensibles o con rosácea. El exfoliante mecánico (que tiene gránulos) puede usarse una o dos veces por semana, en pieles grasas. Quienes tengan pieles secas deberían consultar con su dermatólogo.
¿Con qué lavarse la cara?
La limpieza puede realizarse con productos faciales como jabón en barra o con gel. Existen algunos que son syndets, o sea sin detergente, que tienen pH fisiológico, y otros syndets astringentes, para pieles grasas.
Para personas jóvenes, que todavía no tienen problemas en la piel, puede usarse un jabón neutro.
Es que la piel está conformada por una barrera protectora. Tiene un manto ácido y una barrera lipídica que nos protege. Cuando usamos jabones no apropiados, nos llevamos esa barrera, y dejamos a la piel desprotegida frente a infecciones. La piel tiene que estar limpia, pero tiene que alcanzarse con texturas adecuadas.
La piel tiene un pH ácido para proteger la barrera cutánea. Los jabones comunes suelen ser alcalinos. No son recomendables para ningún tipo de piel. Los syndets tienen pH ácido. Los neutros
Hidratación
Todas las pieles requieren hidratación. Las pieles secas precisan cremas, como leches hidratantes. A las pieles mixtas o grasas les van bien los geles hidratantes o lociones muy fluidas.
La textura es algo muy importante y personal, pero insistimos en que todas las personas requieren hidratación.
Normalmente, se hidrata la piel a la mañana y a la noche, pero personas con pieles muy secas o dermatitis atópica requieren usarla 5 o 6 veces al día.
La piel debe sentirse suave y con apariencia turgente. Cuando la piel se encuentra con esas características es que está bien hidratada.
Protección
El primer punto de la protección tiene que ver con la fotoprotección: cuidarse del sol. Se puede buscar la sombra, utilizar un sombrero, evitar las horas pico (entre las 11 y las 16, o cuando no vemos nuestra sombra). En ese momento, la radiación incide directamente sobre nosotros.
El protector solar es sumamente importante. Antes de los seis meses de edad, es mejor que solamente se recurra a medidas físicas de protección y que los bebés no se expongan al sol directo.
Entre los seis meses y los dos años, pueden utilizarse filtros solares minerales, compuestos por óxido de zinc o dióxido de titanio, entre otras cosas.
Desde los dos años, debe usarse los protectores solares pediátricos. Son gentiles y pueden, incluso, ser resistentes al agua. Pueden proteger entre 40 y 80 minutos con inmersión.
A partir de los once años, cuando la piel comienza a estar un poco grasa, hará falta cambiar a filtros solares con características especiales.
Una buena protección solar
Las personas que tienen algún problema con la piel como manchas o antecedentes de cáncer de piel tienen que ser muy estrictas con la aplicación de protector solar y medidas de fotoprotección. Aún en lugares cerrados hará falta: si hay luz natural, está entrando la radiación.
En general, puede elegirse un buen protector solar según:
buen laboratorio
amplio espectro
textura adecuada para tipo de piel
correcta utilización
protección UVA
protección UVB
protección contra luz azul