El proceso de hacerse un tatuaje no termina con la sesión en el estudio. Un apropiado cuidado de la piel posterior a la realización de un tatuaje resulta esencial para garantizar una curación ideal y prevenir complicaciones. Para ello, Bayer comparte recomendaciones para quienes desean mantener la salud de la piel y el aspecto vibrante de su nuevo tatuaje.
Según la Dra. Melissa Kallmann, gerente médico del área de Cuidado de Salud del Consumidor de Bayer para la Región Andina, “El cuidado adecuado de un nuevo tatuaje es fundamental para asegurar una curación óptima y evitar problemas de salud como infecciones, o bien para propiciar que el tatuaje no pierda color”. Para esto, la Dra. Kallmann recomienda seguir estos pasos simples pero efectivos para cuidar un nuevo tatuaje:
Realizar limpieza suave: lavar el tatuaje con agua tibia y un limpiador suave que ojalá no contenga jabón para eliminar cualquier exceso de tinta, sangre o líquido linfático. Evitar frotar o usar esponjas ásperas, ya que esto puede irritar la piel.
Usar crema hidratante: aplicar una capa delgada de crema especializada sobre el área tatuada cuatro veces al día. Se aconsejan fórmulas suaves con ingredientes que contribuyan en la regeneración de la epidermis (provitamina B5) y emolientes (vaselina, aceite de almendras) que ayuden a mantener la hidratación y contribuyan a la restauración de la barrera cutánea.
Aplicar protección solar: evitar exponer el tatuaje al sol directo durante las primeras semanas. Es importante usar ropa que cubra el área tatuada y aplicar un protector solar de amplio espectro FPS 50+.
Evitar rascar o frotar: resistir la tentación de rascar o frotar el tatuaje, ya que esto puede interferir con el proceso de curación y causar daño a la piel. Este síntoma es frecuente durante el proceso de regeneración de la piel, y para ello se debe utilizar las cremas hidratantes que reducen esa sensación de rascado.
La alteración de la barrera cutánea que se genera con el tatuaje provoca un aumento de la pérdida de agua transepidérmica, una pérdida de los factores humectantes naturales de la piel, además que permite la entrada de material extraño y potencialmente dañino.
“Después de hacerse un tatuaje, lo esencial es mantener la piel hidratada para facilitar su proceso de curación, que puede tardar de 14 a 28 días, mientras se restaura la barrera cutánea. Las complicaciones más comunes durante el proceso de cuidado son la sequedad y el enrojecimiento, lo que hace necesario mantener una hidratación adecuada con productos que contribuyan a la regeneración de la piel, además de que es necesario proteger la piel de los rayos del sol” asegura la Dra. Kallmann.
Panorama en Colombia
De acuerdo con estadísticas, hasta 1 de cada 3 personas en países occidentales lleva tatuajes[1], una tendencia en aumento también en América Latina, donde la tasa de crecimiento de los tatuajes es del 10%[2].
En Colombia, según el Cifras y Conceptos (2020), el 19 % de la población entre 18 y 65 años cuenta con al menos un tatuaje, siendo Bogotá, Medellín, Cali y Pereira las ciudades donde los números son más altos.