En los últimos años, los profesionales de la industria audiovisual han buscado recrear los momentos más crudos de la guerra entre el Gobierno de Colombia y las FARC. Según la plataforma cinematográfica LATENIGHTSTREAMING, esta búsqueda ha dado lugar a películas y documentales que intentan hacer memoria del conflicto. “El primer documental sobre las negociaciones de paz entre la guerrilla y el gobierno colombiano fue “El Silencio de los Fusiles”. Aclamado en diversos festivales, esta producción de Natalia Orozco narra el horror de la guerra, además del valor que implica la construcción de la paz. Otra de las películas sobre el conflicto es “Operación E”, producción franco-española que cuenta la historia de un campesino que se hizo cargo de una abogada colombiana secuestrada por las FARC”, indican.
El pasado 2 de octubre, 5 años después de la victoria del NO en el plebiscito de los acuerdos de paz, se estrenó una producción cinematográfica que narra las hazañas, temores y conflictos de los sobrevivientes de la guerra. Se trata de “Memorias Guerrilleras”, largometraje dirigido por el reconocido cineasta nariñense Ricardo Coral.
El documental fue creado por un grupo de 50 guerrilleros de la Zona Veredal de Transición y Normalización Carlos Patiño, ubicado en La Elvira (Cauca). Según el sitio web del filme, los combatientes de las FARC escribieron, actuaron y contaron sus historias durante su proceso de transición hacia una vida sin armas.
En la opinión de Coral, la finalidad de la película fue utilizar el cine como una herramienta de transformación de la sociedad. Su inspiración surgió cuando hizo una visita a la Zona Veredal del Cauca, donde un grupo de los entonces guerrilleros se concentraron para dejar las armas y dar un salto hacia el desarrollo de proyectos productivos y de reinserción.
De esta forma, surgió un documental que, en palabras del director, busca contar la verdad de los excombatientes, así como las causas que los llevaron a integrar las FARC. “Es una alternativa a la versión oficial, a la del establecimiento, a la del Estado, que señala a los guerrilleros de terroristas y de ser personas malvadas”, comenta.
Presupuesto
Coral dispuso de 4.000 dólares para la producción. Los actores, locaciones, equipo de producción y alimentación ya estaban disponibles en el entonces Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de La Elvira (ETCR).
Según cuenta, el desafío principal fue conseguir los recursos para la postproducción, que tuvo un coste más elevado que el presupuesto invertido. Sin embargo, en el año 2019 lograron ganar el Premio a Postproducción del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico. El dinero de este concurso les sirvió para pagar la postproducción y concluir con éxito los detalles.