Yorgos Lanthimos ya había implantado un arriesgado estilo en la filmografía para La Favorita, que ahora con Pobres Criaturas desarrolla con una ejecución más sobria y llena de más detalles para lograr que este filme sea uno de los candidatos a barrer en los Premios Óscars de este año.
Pobres Criaturas sigue la vida de Bella Baxter (Emma Stone), una mujer que regresa a la vida gracias a un experimento poco convencional del cirujano Godwin Baxter (Willem Dafoe). Ella comienza a descubrir el mundo de nuevo y cuando parece estar lista para ello huye con el abogado Duncan Wedderbun (Mark Ruffalo), encargado del papeleo dirigido a mantenerla en cautiverio, mientras el científico y su prometido Max McCandles (Ramy Youssef) -alumno de Godwin- anotaban los desarrollos del avance motriz y cognitivo de Bella.
De entrada, el filme parece una especie de remake de Frankenstein, pero este imaginario se disipa cuando Bella comienza a tener conciencia de sí misma. De hecho, la filmografía ayuda al espectador a identificar este cambio. Cuando ella logra tener su primer orgasmo, halla la felicidad y con ella la liberación; su mundo (y la película) deja de estar en blanco y negro para darle paso a una explosión de colores.
Esta explosión de colores viene acompañada de una apuesta visual con fantasía y llena de planos generales que dan la sensación de una realidad onírica. Con el despertar sexual de Bella, el espectador es testigo de la adquisición de conocimiento humano en casi todas las facetas. Libre albedrío es el concepto clave, referenciado en el guion del filme y también en sus acciones.
Bella, que comenzó siendo un experimento, nos enseña sobre cómo la sociedad vive atada a un sinnúmero de imposiciones. Sobre todo, el relato trasciende y deja en evidencia gran parte del machismo que la mujer ha sufrido a lo largo de la historia. Se ve reflejado en los micromachismos ejercidos por el personaje de McCandles, la manipulación psicológica de Wedderbun y la deshumanización de Godwin, además de las dinámicas que conlleva el trabajo sexual y las repercusiones con las que lidia una mujer en este mundo.
Pobres Criaturas es una película atrevida, pero la puesta en escena desde el vestuario hasta el diseño de producción y de arte es otro de los puntos que la enriquecen. Lanthimos no renunció a su característico plano de ojo de pez como recurso narrativo y dejó que la construcción de las locaciones fuera más allá de lo convencional, haciendo más compleja la ubicación temporal en la que transcurre esta historia.
En cuanto a la interpretación, a pesar de tener un elenco de lujo, las flores terminan siendo para Emma Stone. Su carisma y soltura la elevan siendo quizá el mejor papel que ha tenido. Además, logró dar a la perfección con cada fase que hay en el desarrollo de su personaje.
La potencia de la historia, la sátira que la lleva a ser una comedia sobria y la propuesta escenográfica hacen que 2 horas y 30 minutos no terminen siendo un ladrillo por su extensión. Casi nada sobra en la construcción del filme; pero más allá de lo entretenida, por tramos se torna polémica y seguramente dará de qué hablar una vez se estrene en Colombia el próximo 25 de enero.
El filme ya pasó por los Globo de Oro y logró llevarse los galardones a Mejor Película de Comedia o Musical y Mejor Actriz de Comedia o Música. Además de la dirección de Lanthimos, el guion de Pobres Criaturas está escrito por Tony MacNamara (Cruella y La Favorita) y se basa en el libro homónimo de Alasdair Gray.
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*Foto: Cortesía