El éxito dance-pop ‘Shake it off‘ interpretado por Taylor Swift, escrito por ella misma junto con los compositores Max Martin y Shellback, y lanzado en el año 2014, ha sido motivo de controversia desde 2015 cuando el cantante de Rhythm and Blues, Jesse Braham la demandara por supuesto plagio a su canción ‘Haters Gonna Hate’ publicada en 2013. En la demanda, Braham solicitó se le pagase 42 millones de dólares.
Sin embargo, tal demanda no prosperó ya que las pruebas que presentó Braham no fueron suficientes y se archivó el caso. Desde entonces Jessie continuó demandando hasta llegar a la cuarta demanda que de nuevo fue archivada.
Braham no ha sido el único artista en demandar a Taylor Swift por esta misma canción, en diciembre del 2021 los compositores Sean ‘Sep’ Hall y Nate Butler también demandaron a Swift por las similitudes con su canción ‘Playas Gon’ Play‘ lanzada en el 2001 e interpretada por la agrupación femenina 3LW. Los compositores reclaman derechos sobre las similitudes en sus letras. Finalmente, esta demanda también fue desestimada por los jueces.
Aunque por ahora Taylor no ha perdido ninguna batalla legal, tanto Braham como Hall y Butler podrían a apelar y realizar nuevas demandas.