Claudia Sheinbaum ha asumido este martes formalmente como presidenta de México, la primera de la historia del país, poniendo en valor los logros del anterior sexenio de Andrés Manuel López Obrador y prometiendo seguir ese camino: “Vamos a continuar con el humanismo mexicano”, ha dicho tras recibir la banda presidencial.
“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución de México y las leyes que de ella emanan”, ha prometido desde el Palacio Legislativo de San Lázaro, después de que los portavoces de los grupos parlamentarios se dirigieran a la cámara durante la primera parte de una sesión que comenzó bajo gritos de “presidenta”.
Sheinbaum ha recibido la banda presidencial de manos de la presidenta de la Cámara de Diputados, una convaleciente Ifigenia Martínez, después de que le cediera tal honor un Andrés Manuel López Obrador a quien la nueva mandataria se ha referido como “el dirigente político y luchador social más importante de la historia”.
“El presidente más querido, sólo comparable con Lázaro Cárdenas. El que inició y termina su mandato con más amor de su pueblo y para mí, aunque a él no le guste que se lo digan, el mejor presidente de México”, ha ensalzado.
“Usted estará siempre donde residen los que luchan toda la vida, los que no se rinden, los que devuelven la esperanza y la alegría, usted estará siempre en el corazón del pueblo de México”, ha destacado la nueva presidenta.
Sheinbaum ha comenzado su discurso agradeciendo con nombres y apellidos la presencia de varios líderes extranjeros, en especial los de la región. Asimismo, se ha referido a otros invitados que han acudido a título personal como el laborista británico Jeremy Corbyn o diputados españoles, como Gerardo Pisarello de Sumar.
Sheinbaum ha destacado que durante la anterior administración, se logró sacar a 9,5 millones de mexicanos de la pobreza, se redujo las desigualdades, al mismo tiempo que mejoraron las inversiones extranjeras y los salarios
“La respuesta es que cambió el modelo de desarrollo del país, del modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad, lo llamamos el humanismo mexicano”, ha dicho Sheinbaum entre aplausos y vítores de la cámara.
Entre las varias promesas lanzadas destaca la garantía de salvaguardar todas las libertades, ya sea la de expresión, de prensa, de reunión, o de movilización. “Es un principio democrático y somos demócratas. Se respetarán los Derechos Humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo”, se ha comprometido.
En el plano internacional, ha remarcado, que tal y como marca la Constitución, México seguirá con su política de no intervención, solución pacífica de los conflictos y el derecho de los pueblos a la autodeterminación.
Sheinbaum se dirigirá posteriormente a sus electores desde el Zócalo.