Cambia tu cabeza y verás cómo en muy poco tiempo estarás en el camino que tanto deseas. En esta nota te proponemos algunos trabajos internos que te ayudarán a focalizar en que lo que quieres se concrete.
• Antes que nada, pregúntate si de veras deseas tener un compañero y de qué manera lo quieres. Muchas personas enuncian que quieren conocer a alguien especial pero luego son incapaces de sostener un vínculo en el tiempo por falta de dedicación, temor al compromiso, etc.
• Si tus heridas del pasado aún no han sanado, decídete a trabajar en su cicatrización para poder empezar un vínculo sano. Los resentimientos obstaculizan cualquier construcción porque amplifican viejos dolores y los proyectan hacia el presente.
• Visualiza qué tipo de relación quieres. Cuando no sabemos lo que queremos nos encontramos – y provocamos – situaciones poco amables. Como en cualquier orden de la vida, es importante tener en claro qué se desea para minimizar la posibilidad de errores. Uno de los ejercicios más sencillos es hacer un listado con dos columnas: de un lado las características ideales en ese hombre o mujer y del otro lado, lo que no se desea.
• Trabaja con tus miedos: el miedo es el principal enemigo del buen amor. Por más que quieras protegerte del dolor, nadie tiene garantía de no salir herido de una relación. ¿Acaso vas a dejar que los temores tomen el control de tu vida? Perder la posibilidad de amar por miedo suena triste.
• Afianza tu autoestima: los buenos amores se arman entre personas que tienen un buen aprecio de sí mismas y de los otros. Cuando no nos valoramos, no establecemos relaciones de paridad sino de apego, de dependencia. Mírate al espejo, sonríe a tu imagen, dedícale tiempo a tu vida interior y verás cómo eso se refleja en las nuevas relaciones que establezcas.
• Cambia tu discurso: si vives enunciando que “no hay hombres”, que “todas las mujeres son iguales”, que “el amor no es para mí”, sólo estás afirmando un sentimiento de carencia que cerrará las puertas a tus posibilidades sentimentales. Tú eres merecedor de lo mejor, créetelo. Y enúncialo: “este año encontraré a mi compañero de vida”. Practica afirmaciones positivas; deja la negatividad de lado.
• Atrévete a explorar otras posibilidades: apúntate a un portal de citas como Match.com y comprobarás que no hay edad para el amor. Una de cada cinco personas dice haber encontrado a su gran amor. El próximo o la próxima puedes ser tú.