¿Cómo perder el miedo al rechazo?

Cuando salimos de una relación, necesitamos un tiempo de duelo, procesar que nuestra vida ha cambiado y acostumbrarnos a nuestra nueva condición sentimental.

El cambio – créase o no – puede resultarnos agradable con el tiempo y podemos, inclusive, aquerenciarnos con nuestra soledad. Hasta que en algún momento nos den ganas de formar pareja una vez más, de apostar al amor. Es probable que, si fuimos dejados, hayamos quedado algo sensibles y tengamos miedo al rechazo. Es natural, pero tampoco es algo a lo que no hayamos sobrevivido antes.

Así que a no bajar los brazos si estás buscando recomenzar en el amor:

*Mírate al espejo y valora el hermoso ser que tienes frente a ti: tú. Eres especial, como cada uno de nosotros lo es en su individualidad. Ya llegará esa persona que se enamore de ti tal como eres, aceptándote y amándote en tu totalidad, sin intentar cambiarte.

* Sé tú mismo: ¿crees que tu relación anterior se terminó por culpa tuya? No hay culpas en esto del amor; en todo caso cuestiones internas que cada uno de nosotros ha de trabajar para evolucionar. Capitaliza lo vivido para no repetir situaciones negativas en tu próxima relación de pareja.

* Deja de lado tus expectativas. Sólo nos frustramos cuando esperamos que las cosas sucedan de una manera predeterminada. Ilusiónate, sí, pero sé flexible y disponte a estar abierto a las diversas posibilidades que la vida te presente. Recuerda que las expectativas sólo conducen a la frustración.

* Trabaja tus miedos: los miedos son enemigos del amor. No puedes comenzar una relación temiendo que te rechacen, que te abandonen o que te traten mal, porque lograrás atraer a tu vida todo aquello que no quieres para ella. Disponte a iniciar un camino de crecimiento interior en el que puedes ayudarte con terapia, meditaciones, visualizaciones, ejercicios, etc. para desbloquear esas energías que están obstaculizando la llegada de lo que quieres.

* No tomes nada como personal: es uno de los cuatro acuerdos de la sabiduría tolteca. El punto de vista de cada persona es suyo, personal. Es bueno que recuerdes esto para no profundizar una y otra vez en viejas heridas emocionales que te hacen tener miedo a una nueva relación. Lo que te dijeron que eras puede no ser cierto; es la mirada de otro, no la tuya. Cultiva tu interior para sentirte bien y poder construir desde la alegría con quien llegue a tu vida.

* Amígate con tu pasado, vive el presente y sonríe al futuro: aquí y ahora. ¿Te lastimaron? Suelta el resentimiento, perdona y perdónate y piensa que lo mejor es lo que está por llegar. Vive como si fuera hoy el último día. Ama y déjate querer.

Y recuerda: el amor de tu vida puede estar a un clic de distancia.