¿Necesitas buenas excusas para escaparte estos días? Te damos cinco con las que rebatir todos los argumentos en contra
Estás dudando. Por un parte, tienes ganas de irte de vacaciones. Te apetece hacer un break y disfrutar de unos días de descanso. Por otra, aparecen los remordimientos: no te quieres gastar dinero, tienes trabajo pendiente… Un demonio y un ángel te están comiendo las orejas. Bien, si quieres escuchar al lado bueno, no sigas leyendo, porque ahora te vamos a dar algunas razones para que hagas las maletas y salgas pitando.
Es barato
Está claro que a cualquiera le gustaría tumbarse en una playa con un daiquiri en la mano, pero uno de los principales frenos es el dinero. Lo típico es pensar: bueno, ya haré vacaciones después. Craso error. Según una encuesta de Skyscanner.es, los vuelos son hasta un 23% más baratos para Semana Santa. Según este estudio, el conseguir una promoción también tiene repercusiones psicológicas, ya que el comprador se siente más inteligente, hábil y satisfecho, lo que refuerza su autoestima.
Hay menos gente
En mitad de año, se produce una auténtica estampida y los lugares de playa se masifican hasta extremos en los que resulta difícil disfrutar de algo de tranquilidad. Lo mismo ocurre con las ciudades más turísticas. El panorama cambia en Semana Santa. Desde luego hay gente, pero nada que ver con la masificación que encontrarás después. Es más fácil conocer los lugares y también a sus moradores.
Mejora tu vida sexual
Si te escapas con tu pareja, aún mejor. El 51% de los encuestados asegura que sus encuentros sexuales son más placenteros cuando se van de viaje. La experta en relaciones Tracey Cox opina que “nos sentimos más libres y se aprovecha el viaje para añadir un poco de chispa a la vida sexual. En un sitio diferente, con más intimidad y menos distracción, nos desinhibimos y sacamos nuestro lado más atrevido”. Acuérdate de poner las esposas en la maleta.
Lo necesitas
Todo el mundo necesita unas vacaciones en cualquier época, pero está estudiado que el primer trimestre del año es el más estresante y deprimente. Los días cortos y el frío alteran los biorritmos y el equilibrio hormonal. A todo ello, se le suma que también acostumbra a ser el que está más cargado de trabajo. Según un estudio que ha realizado la psicóloga Rebecca Spelman para Skyscanner.es, “cuando trabajamos demasiado, estamos más expuestos al estrés y eso puede interferir en nuestra vida cotidiana. Cuanto más tiempo se alargue esta situación más afectará a nuestro cuerpo y a nuestra mente”. Nada mejor que poner tierra por medio para darle esquinazo al estrés.
Relajan más
Puede parecer una obviedad: las vacaciones siempre relajan a no ser que tengas muy mala suerte. Pero muchas personas creen que para que sean realmente efectivas en este sentido es necesario que sean largas. Pues de eso nada. Un estudio realizado por la Universidad de Duke (Carolina del Norte) demostró que lo ideal sería hacer cuatro escapadas al año. El director del estudio, Dan Ariely, asegura que “durante vacaciones largas, el séptimo día no es tan bueno como el primero porque es menos excitante”.