Los ricos tienen más sexo

Que el dinero no da la felicidad es algo que se ha dicho desde hace siglos y cuya veracidad se ha puesto pocas veces en duda. Un reciente estudio sugiere que hay una relación directa entre la frecuencia con la que mantenemos relaciones sexuales y la cantidad de números de nuestra cuenta bancaria.

Que el dinero no da la felicidad es algo que se ha dicho desde hace siglos y cuya veracidad se ha puesto pocas veces en duda. Al fin y al cabo, los ricos también lloran. Woody Allen, no obstante, matizaba el asunto, y aclaraba que “el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia”. Tal vez esa sensación tan parecida sea la que experimentamos al tener un orgasmo, pues un reciente estudio sugiere que hay una relación directa entre la frecuencia con la que mantenemos relaciones sexuales y la cantidad de números de nuestra cuenta bancaria.

La investigación la ha realizado Nick Drydakis, un profesor de la Anglia Ruskin University de Cambridge (Inglaterra), y se ha publicado en julio gracias al Institute for the Study of Labor, una institución de investigación económica en Alemania. Drydakis hizo una encuesta con 7.500 personas de entre 26 y 50 años, y concluyó que aquellos que practicaban sexo cuatro veces a la semana o más tenían un sueldo un cinco por ciento mayor que los que no eran tan activos en la cama. Además, observó que los que no tenían relación sexual alguna ganaban un 3,2 por ciento menos que aquellos que sí la tenían, aunque fuera infrecuente. Los resultados del estudio se basan tanto en parejas homosexuales como heterosexuales (aunque sólo hay un 5,5 por ciento de LGBT), e incluían gente con todo tipo de formación y ocupación.

La vida sexual y la cuenta bancaria

Las conclusiones de Drydakis parecen evidentes pero, ¿por qué esa conexión entre el sexo y el dinero que ganamos? ¿No están ya las bondades de la vida suficientemente mal repartidas?

“Los análisis sociales contemporáneos sugieren que la salud, las capacidades cognitivas y emocionales y la personalidad son factores importantes que afectan al nivel del salario”, dice el estudio. “La vida sexual puede ser de interés para los sociólogos, ya que está considerada un barómetro de la salud y la calidad de vida, del bienestar y de la felicidad”. La idea que subyace es que el sexo aumentará tu autoestima, tu salud y, sobre todo, tu felicidad, y que todas esas cualidades te ayudarán, sin lugar a dudas, a encontrar un mejor trabajo o a beneficiarte de aumentos.

Sin embargo, las conclusiones pueden también analizarse desde la perspectiva contraria: la gente con una cuenta bancaria concurrida liga más. Y, además, según el autor del estudio, las personas que tienen dinero pueden permitirse hacer regalos e invitar a cenar a otras con más asiduidad.

En cualquier caso, e intentando no simplificar el asunto, Drydakis ha insistido en que “la gente necesita amar y ser amada (sexual y emocionalmente). En ausencia de esos elementos, mucha gente se vuelve más susceptible a la soledad, la ansiedad social y la depresión, factores que pueden afectar a su vida laboral”.

El autor del estudio ha confesado que si se interesó por el tema fue porque muchos estudios previos habían relacionado la actividad sexual con la extroversión, la sociabilidad, la energía y la buena salud. Y, además, la buena salud se ha ligado a los sueldos cuantiosos. Ya en 2009 un estudio brasileño había mostrado la conexión entre los altos sueldos y una vida sexual activa, y por ello Drydakis se propuso ahondar detalladamente en el asunto.

Recuerda la famosa teoría psicológica denominada como la ‘pirámide de Maslow’, según la cual los humanos deben ver satisfechas sus necesidades básicas (comida, agua, actividad sexual) para poder aspirar a otra serie de cosas. Esto confluiría, pues, con lo que revela el estudio: si nuestra necesidad de actividad sexual está satisfecha y de manera positiva, podremos dedicarnos sin problemas y con más energía a todo lo demás como, en este caso, trabajar mejor y ganar más dinero.

Además, Drydakis dice que lo más destacable es el hecho de que aquellos que presentan una mayor frecuencia en sus relaciones sexuales tienen, asimismo, menos probabilidades de tener altos niveles de diabetes, enfermedades coronarias o artritis. “Parece que tenemos que considerar en su conjunto las relaciones entre felicidad, actividad sexual, productividad y salarios”, afirma el investigador.

Las conclusiones del estudio no varían cuando otros factores como la mejor o peor educación, la orientación sexual o el tipo de trabajo se tienen también en cuenta.

Tomado de Vanitatis