¿Te gusta el sexo pero te aburre hacer ejercicio? Tenemos la tabla de posturas que no podrás hacer en el gimnasio, pero sí entre sábanas. Fortalece tus músculos con estas nueve posturas FitnesSex
Kylie Minogue ha sido la encargada de popularizar el término sexercise, una disciplina que en realidad existe y que trata al sexo como una actividad sexual más. Sexercise Interval Aerobic Workout es un entrenamiento de 32 minutos que combina tres rondas de ejercicios cardiovasculares de 45 segundos. Entre ellos, encontraremos sentadillas y estocadas destinados a fortalecer glúteos y gemelos para aguantar toda la noche en la cama.
Antes de que canceles tu suscripción del gimnasio, tenemos que advertirte de algo: una sesión sexual no equivale a otra fitness. Un estudio publicado enNew England Journal of Medicine demuestra que el sexo no quema, ni de lejos, tantas calorías como hacer deporte. Un equipo de investigación de la Universidad de Alabama acabó con el mito de que el sexo quema entre 100 y 300 calorías. Un hombre quema 3,5 calorías en la cama por minuto.
Seleccionamos las nueve posturas que no equivalen a una sesión CrossFit, pero que son perfectas para tonificar y moldear la silueta y que dan más placer que una sentadilla al uso.
Esta postura de yoga, también conocida como Halasana, exige que la mujer se tumbe sobre la espalda con las piernas juntas y las palmas de las manos hacia abajo. Al levantar las piernas, ha de formar un ángulo de 90 grados y elevar las piernas hacia atrás levantando la espalda del suelo. Con las piernas juntas, exhalar y doblar las rodillas sobre la frente. No solo fortalece el core y trabaja el equilibrio, sino que esta postura obliga al hombre a hacer sentadillas al penetrar a su pareja. Trabajará especialmente glúteos y gemelos, puesto que no podrá apoyar todo su peso sobre ella en una postura de inversión.
El hombre ha de apoyar los glúteos sobre los talones, de rodillas y con las caderas bajadas. La mujer se sienta sobre él con los pies hacia atrás y se balancea de adelante hacia atrás. Esta postura esculpe glúteos, abdominales y trabaja el flexor de la cadera.
Si él no puede aguantar el peso de ella, la mujer ha de apoyar una pierna en el suelo y rodear el cuerpo de su pareja con la otra. No solo trabajará los músculos de la pierna de apoyo, sino que el core se fortalecerá para mantener el equilibrio. Si él aguanta el peso de ella por completo al rodearle la mujer con sus piernas, ambos harán un importante ejercicio bascular centrado en los brazos.
Ideal para trabajar lumbares y tríceps. El hombre ha de partir de la posición anterior, es decir: ha de estar de pie junto a la pareja y elevar a su compañera hasta que posicione las rodillas, enlazadas a los lados del cuerpo de él, en la pared. Ella ha de inclinarse hacia atrás hasta poner las manos en el suelo.
Esta postura exige un trabajo de hombros importante. Al inclinarse, la mujer hará un ejercicio similar a las flexiones, por lo que trabajará brazos y pecho. Él trabajará glúteos y brazos.
¿Odias trabajar los fondos de tríceps con banco? La postura de la araña te dará resultados similares (esperamos que más placenteros, eso sí). Tumbaos frente a frente con las piernas estiradas hacia el otro. Ella ha de apoyarse hacia atrás con los antebrazos. Él, con las palmas de la mano. La mujer ha de acercar su cadera hacia la ingle de él con las rodillas flexionadas y la cadera elevada, para luego balancearse. Si buscas un entrenamiento interválico, la mujer se ha de apoyar en sus hombros para coger fuerza y pasar de la postura inicial a una posición de sentadilla mientras el hombre se tumba. Alterna esta postura con la de la araña.
Postura para expertas en fitness, pues el puente exige flexibilidad, estabilidad y fuerza. Ella ha de hacer el puente mientras él la penetra apoyado en sus rodillas. La mujer trabajará glúteos, la cara interna de los muslos, bíceps, gemelos, tríceps y abdominales.
Si solo aguanta unos minutos (o segundos), recurramos a la opción b: el arco. En esta postura, ella se apoya con los antebrazos y los hombros cercanos al suelo. Mientras que en la postura anterior apoyaba los pies en el suelo, ahora lo hará con los dedos de los pies, por lo que ahora las piernas trabajarán más. Glúteos, abdominales y muslos serán las partes más involucradas.
Después de este ‘circo del sol’ sexual, esta postura puede parecer ligera, pero trabaja core y glúteos.
Esta postura exige una superficie de altura media, como una cómoda o la encimera, sobre la que ella ha de apoyarse. Sentada sobre la superficie, la mujer ha de elevar las piernas y situarlas en los hombros de él -de pie, de cara a ella-, sujetándose en sus hombros también con los brazos para no perder el equilibrio. Los abdominales y los glúteos se fortalecerán especialmente en esta postura.