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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Agro

Exportaciones agropecuarias crecieron 42,3 %

Las cifras suministradas por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), indican que las exportaciones de productos agropecuarios y agroindustriales de Colombia crecieron 42,3 % en enero de 2025 en comparación con el mismo mes de 2024 alcanzando un valor total de USD 1.144 millones.

El crecimiento en las exportaciones fue impulsado principalmente por el aumento en las exportaciones de café, que incrementaron en USD 242,6 millones (105,4 %), las flores con un aumento de USD 25,3 millones (15,4 %) y el cacao, con un incremento de USD 17,9 millones (161,1 %). Estos productos lideraron el crecimiento del sector, que continúa consolidándose como uno de los pilares de las exportaciones colombianas.

 

Dora Inés Rey, directora (e) de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), comentó: “El crecimiento de nuestras exportaciones refleja el esfuerzo y la calidad de nuestros productores. Productos como el café, las flores y el cacao continúan destacándose en los mercados internacionales, demostrando que el campo colombiano sigue siendo una fuente clave de desarrollo económico. Desde la UPRA, seguimos apoyando políticas que fortalezcan la competitividad del sector agropecuario y su capacidad para aportar al crecimiento sostenible del país”.

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En términos de volumen, Colombia exportó 498.654 toneladas de productos agropecuarios y agroindustriales en enero de 2025; lo que representó un aumento del 9,5 % con respecto al mismo mes de 2024. Este aumento fue explicado, principalmente, por las exportaciones de azúcar, que subieron en 23.940 toneladas (55 %); el café, que creció en 20.630 toneladas (40,7 %); y el aceite de soya, que aumentó en 6.467 toneladas (521,2 %).

Consejo Gremial protesta por resolución que limita la libre asociación en el agro

El Consejo Gremial expresó su preocupación en un comunicado, al considerar que la resolución 00052 de 2025 del Ministerio de Agricultura limita el derecho a la libre asociación del sector agro.

El gremio económico hace un llamado al respeto por la autonomía que tienen un agente económico para asociarse y recuerda que esta es una garantía constitucional que no puede ser vulnerada por decisiones del Gobierno.

 

«Esto abre la puerta a intervenciones arbitrarias sobre entidades privadas, otorgando al Gobierno la facultad de controlar y solicitar información financiera de gremios independientes, remover administraciones y representantes legales de las asociaciones, interpretar los estatutos gremiales según su conveniencia e intervenir en las asambleas sin justificación alguna», dice el comunicado.

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La agremiación económica pide al Gobierno reconsiderar estas medidas y que se garantice el respeto a la libre asociación.

Bancolombia reafirma su compromiso con el agro

Cerca de 1 billón de pesos fue desembolsado por Bancolombia entre el inicio de septiembre y el último día de noviembre de 2024 al agro colombiano, en el periodo entendido como el inicio del Pacto por el Crédito, en el cual la entidad se comprometió a participar activamente.

Esta cifra permitió entregar recursos a negocios y empresas del agro en 830 municipios: los beneficiarios están ubicados en regiones como el Eje Cafetero y Antioquia, con más de $316.000 millones desembolsados; región Centro Oriente, con más de $215.000 millones; Caribe, con más de $174.000 millones; Pacífico, con más de $170.000 millones; y las regiones Centro Sur y Llanos, con más de $117.000 millones, de acuerdo con la Superintendencia Financiera de Colombia.

 

“El campo colombiano necesita recursos para seguir siendo la gran despensa del país. Por eso damos un paso adelante con iniciativas que nos permiten llegar a todas las empresas que hacen parte de la cadena productiva del agro, y especialmente a los pequeños productores en el marco del Pacto por el Crédito. Así, generamos oportunidades y bienestar a las personas, comunidades y negocios de este sector”, expresa Mauricio Rosillo, vicepresidente de Negocios de Bancolombia.

Estas iniciativas son esquemas colaborativos con los que la entidad impulsa la financiación de los pequeños y medianos productores. Estos comprenden desde recursos provenientes de Finagro dirigidos a los actores de la cadena que se abastecen de la producción de pequeños y medianos productores, que hoy gozan de asistencia técnica y mecanismos de inclusión financiera, hasta propuestas integrales para asociaciones del sector agro en las que se aprovechan los beneficios de las líneas de fomento y se brinda apoyo técnico especializado.

En lo que va del Pacto por el Crédito, y producto de estos esquemas colaborativos, cerca de 4.600 pequeños y medianos productores de alimentos como arroz, cacao, algodón, caña de azúcar y café han recibido desembolsos de Bancolombia por más $88.000 millones. Por otro lado, entre enero y noviembre, la cifra total de desembolsos asciende a alrededor de $187.500 millones, lo que benefició a más de 6.427 pequeños y medianos productores de los sectores agro y manufactura.

“De esta manera, reafirmamos nuestro compromiso con toda la cadena productiva, especialmente con el agro y la manufactura colombiana, como un territorio clave para la generación de oportunidades relacionadas con la diversificación productiva y el empleo en el país”, añade Rosillo.

Bienestar en cadena

Otra de las apuestas de la entidad es la transformación y desarrollo de las cadenas productivas de las empresas del agro a través del modelo de Encadenamientos Productivos , que hoy cuenta con más de 500 empresas aliadas, a través de las cuales el banco ha podido acercarse a cerca de 400.000 pequeños y medianos productores, transformadores y comerciantes, conocer su situación financiera y abrir posibilidades para el acceso a crédito. Gracias a esto, Bancolombia ha originado cupos de crédito por más de $5 billones en lo corrido de 2024, con cerca de 45.000 operaciones para unos 30.000 clientes y no clientes, contribuyendo con la inclusión y bancarización de un número significativo de personas y pymes.

Esta iniciativa ha contribuido con la financiación de cerca de 800 productores del agro y del sector manufacturero en pequeñas y medianas empresas desde el comienzo del Pacto por el Crédito, en septiembre de 2024. Se trata de segmentos que Gobierno Nacional considera estratégicos por su actividad. En total, se han alcanzado 1.500 operaciones, y un monto aproximado de financiación de $105.000 millones.

Otros hitos del año para el sector

ifras totales de 2024 en financiación al agro: empresas de todos los tamaños —desde pequeños productores hasta grandes transformadoras de los productos agropecuarios, que a su vez se surten de pequeños productores— recibieron desembolsos de Bancolombia por $10,6 billones entre enero y noviembre de 2024. Esto representa un incremento de 71% respecto al mismo periodo del año anterior. Los recursos fueron claves para que los beneficiarios cubrieran necesidades de capital de trabajo e inversión, entre otros rubros.

Apoyo a entes territoriales: Bancolombia continúa apoyando la Línea Agro Territorial de Finagro, dirigida a impulsar proyectos de construcción de vías rurales, pavimentación, construcción de acueductos rurales, mejoramiento de mercados públicos y compra de maquinaria amarilla que ejecutan departamentos, distritos y municipios para facilitar la comercialización de productos agropecuarios que provienen del campo. En el último trimestre, el banco ha logrado apoyar a 12 municipios con desembolsos por $27.266 millones, distribuidos en localidades de Antioquia, el Caribe, Centro y Sur del país.

Atención a zonas fronterizas: de la mano de su equipo de Puntos de Atención Móviles (PAM), integrado por talentos de Bancolombia que recorren los municipios más alejados del territorio colombiano, este 2024 se lograron 1.500 desembolsos para el agro en zonas de frontera. Las regiones más beneficiadas fueron Nariño, Norte de Santander, Cesar y La Guajira, donde la financiación permitió mantener y fortalecer la gestión de cultivos de papa y arroz, entre otros productos, así como iniciativas de ganadería doble propósito.

Reconocimientos: Finagro, entidad que promueve el desarrollo rural colombiano, reconoció a Bancolombia como el banco líder en la colocación de nuevos clientes, así como un actor clave en el acompañamiento a municipios PDET y en la promoción de la inclusión financiera rural. Aquí también se destaca la labor del equipo PAM, hoy considerado un actor de cambio en los territorios.

“También nos enorgullece la participación de Bancolombia en materia de líneas verdes de financiación, que contribuyen a la sostenibilidad ambiental para el impulso del desarrollo rural y el bienestar de las comunidades”, agrega Rosillo. “Estamos comprometidos con ser el mejor aliado para la transformación sostenible del agro colombiano en toda la cadena productiva, desde las personas hasta las empresas. Esto nos pone el reto permanente de seguir evolucionando nuestra propuesta y la forma como llegamos a nuestros clientes”, finaliza.

Con el artículo 55 comienza la reforma agraria

Uno de los grandes pilares de transformación de este gobierno es la reforma agraria que busca modificar la producción y propiedad de la tierra en nuestro país para que las y los campesinos puedan tener un porcentaje de tierra para ejercer sus labores. Este principio busca solucionar años de inequidad e injusticia que ha habido en Colombia con respecto al tema de tierras, que incluso pasa por desplazamientos y despojos.

El artículo 55 que la oposición calificó de expropiación exprés en una lectura simplista y un poco alejada de la realidad es simplemente un espaldarazo que desde el legislativo le dimos a la tan anhelada reforma agraria y a la paz. En la práctica real lo que se busca es facilitar los procesos de avalúo y saneamiento de bienes pues debido a la falta de información o a la desactualización se presentan inconvenientes o retrasos sobre las ofertas de tierras que llegan.

 

Este gobierno desde el día uno ha hablado de forma diferente en temas de tierras y comprende la necesidad de avanzar en el tema y superar años de ineficiencia administrativa, de falta de voluntad política, de centralismo y de un exceso de institucionalidad que se queda en el “eso no se puede” para avanzar en un “cómo podemos hacerlo” con garantías para todos y todas.

El propósito de este gobierno es dignificar a las y los campesinos, cumplirle al país con la paz y hacer de los territorios lugares para la vida y las oportunidades y uno de los principios para materializar este propósito es la reforma agraria, una deuda histórica que como país tenemos y que no podemos permitirnos seguir incumpliendo.

Una Colombia Potencia Mundial de la Vida, deberá entonces iniciar por resolver los conflictos de las tierras y llegar a acuerdos incluso con los sectores más conservadores y tradicionales que no han permitido un avance significativo, ello implica consensos con las orillas diferentes e implica informar mejor a la comunidad para que no se generen ruidos innecesarios como el de la expropiación exprés.

Desde mi lugar en la Cámara de Representantes me comprometo a ser un garante y abanderado de la reforma agraria y a hacer las gestiones necesarias para que por fin superemos años de inequidad en temas agrarios. En buena hora, por la aprobación del artículo 55 en el PND, el primer paso para que se materialice.

El campo y la mujer en Colombia, a debate en Confidencial Colombia

Historias que Inspiran, Experiencias que Transforman

La Mujer y el Campo: La importancia del papel que desempeña la mujer en la economía rural y en la seguridad alimentaria de Colombia

 

Un proyecto de Confidencial Colombia con el apoyo del Grupo Energía Bogotá

artes 22 de noviembre a partir de las 9:00 am

Conéctese en vivo por www.confidencialcolombia.com

 

En Confidencial Colombia le apostamos a abrir espacios transformadores, ejercicios de construcción y generación de consciencia colectiva, conversación, reflexión y debate que traten temas de interés, coyuntura e importancia nacional y aborden temáticas ambientales, sociales, culturales, de salud pública, empresariales y económicas, relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, determinantes en la construcción de valores y de una sociedad consciente, diversa, equitativa, justa, incluyente y responsable que propenda por el bienestar, el respeto y la vida digna de todos los colombianos y la imagen, progreso y desarrollo del país.

En el país se presentan cifras relevantes en materia de desnutrición, hambre y pobreza, especialmente en el sector rural. Este sector tiene las siguientes particularidades: la tierra en posesión de pequeños propietarios y donde se explotan los predios a través del trabajo familiar; en las familias se presenta una división del trabajo donde el hombre ejerce funciones productivas y la mujer funciones reproductivas, del cuidado y productivas.

Por un lado, la situación de las mujeres rurales en Colombia, que según las cifras más recientes del DANE son 5.8 millones y representan el 48.2% de la población total que habita en el campo, sigue siendo preocupante y desesperanzadora lo cual nos plantea a todos los actores un reto país.

Desde otra perspectiva, las mujeres que viven en el campo y la periferia participan en la producción de alimentos, generan ingresos monetarios y en especie para sus hogares, lo cual mejora de alguna forma la calidad de vida de estas y sus familias.

Familia y campo

En el ámbito familiar contribuyen con el cuidado de los hijos, los adultos mayores, los familiares en condición de vulnerabilidad y otros miembros del hogar y en lo comunitario, su liderazgo, participación y voz son importantes en la solución de problemas del entorno y en la consecución de recursos para diferentes proyectos de apoyo a la comunidad.

Por lo tanto, se puede interpretar que las mujeres tienen una participación activa en la economía rural, en la seguridad alimentaria y nutricional de sus familias y por ende son un gran apoyo en las comunidades donde tienen influencia, pues desde lo productivo hasta lo comunitario es evidente el aporte que estas hacen y el apoyo que son para la construcción de ambientes que generen bienestar.

Seguimos viviendo la crisis de pobreza y seguridad alimentaria que se presentó durante la pandemia y los efectos adversos y negativos de la alta inflación, la ola invernal y la guerra entre Rusia y Ucrania representan la continuidad de los altos precios de los alimentos, poniendo el problema del hambre y la seguridad alimentaria como crítico y de crucial importancia en la agenda del país. Se trata de un problema urgente que demanda la presencia de todos los actores y una acción multisectorial.

Por lo anterior y siendo conscientes, coherentes y consecuentes con nuestra motivación y propósito y con el apoyo del Grupo Energía Bogotá, Confidencial Colombia ha organizado para el 22 de noviembre de 9:00 a 11:00 am un conversatorio en donde durante 2 horas trataremos estos temas en un espacio donde intervendrán varios actores, expertos y referentes, estableciendo un debate de alta calidad y relevancia proporcionando a la audiencia información de importancia e interés, actual, vigente y de primera mano.

En esta oportunidad contaremos con la participación de importantes y reconocidas mujeres expertas la Mujer Rural y la importancia del papel que desempeña en la economía y en la seguridad alimentaria de Colombia:

Panelistas

Adriana Senior Mojica: Mujer líder del sector agroalimentario y solidario de Colombia. Experta en agronegocios, comercio exterior y emprendimiento. Actualmente es la CEO la Corporación Colombia Internacional – CCI, en donde impulsa el programa 500 mil agroempresarias CCI, meta al año 2030.

Gina Pérez Soto: Fue la directora de la Dirección de Mujer Rural del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural hasta agosto del año en curso. Se ha desempeñado en diversos cargos en el sector público, con más de 10 años de experiencia en temas de desarrollo económico, sector agropecuario y pesca, medio ambiente, turismo, emprendimiento, trabajo con comunidades, cooperación y relaciones internacionales.

Carol Varela: 24 años de experiencia como docente, consultora/asesora en planeación, ejecución y coordinación de proyectos sociales relacionados con la ejecución de políticas públicas, población diversa, participación ciudadana, relacionamiento intercultural, obras de infraestructura, educación, generación de ingresos, empleabilidad y gestión empresarial. Actualmente es la Gerente Social Transmisión del Grupo Energía Bogotá.

Vanesa Giraldo: Ha trabajado con mujeres campesinas, ex-combatientes y migrantes en temas de justicia reproductiva, paz ambiental y saberes locales en salud. Sus principales proyectos de investigación se han desarrollado en el Eje Cafetero, Bogotá y el Piedemonte Amazónico. Actualmente es investigadora y colaboradora científica del Instituto Colombo Alemán para la Paz – CAPAZ – Centro de Excelencia en Investigación y Docencia, con quienes participa en la Red Salud Paz y en el Colectivo Caquetá Cuenta.

Familia Murillo Barajas:

Campesinos del Altiplano Cundiboyacense ubicados en Guasca, Cundinamarca, quienes con su empresa familiar son todo un ejemplo a seguir y replicar para los campesinos de Colombia.

Clementina Barajas: Doña Tina como le dicen sus amigos, es una mujer emprendedora de 68 años. Dedicó su vida a la agricultura orgánica y lleva alrededor de 40 años investigando, estudiando y cuidando su entorno. Su amor por  la tierra ha dado fruto con una gran empresa familiar denominada Clementina Orgánicos, que se dedica a la producción y comercialización de productos orgánicos certificados.

Luis Antonio Murillo: Agricultor guasqueño de 70 años, dueño de la Finca San Luis donde se desarrolló el proyecto Clementina Orgánicos. Su rol allí es el de cuidar y preservar nuestras áreas de conservación con sus grandes aliadas «angelitas»,  las cuales se dedican a polinizar nuestra flora para obtener los mejores frutos y brindarle productos deliciosos y nutritivos a los clientes.

Andrea Murillo Barajas: Hija de Don Luis Antonio y Doña Tina, ingeniería agroecológica de profesión que le permite continuar con el amor por la tierra que le inculcaron sus padres. Esto ha permitido doblar la producción y continuar con sus productos orgánicos. Actualmente tiene 29 años y trabaja para Clementina Orgánicos compartiendo sus conocimientos y formalizando algunos procesos.

Clementina Orgánicos 

Clementina Orgánicos es una empresa familiar que inició en el año 2003. Nace por iniciativa de la Señora Clementina Barajas con el apoyo incondicional de su esposo e hijos. Esta familia de origen cundiboyacense trabajaban en Bogotá y múltiples circunstancias los llevaron a tomar la decisión de retornar al campo teniendo una idea clara: Empezar a SEMBRAR SU PROPIA COMIDA y así lo hicieron.

Iniciaron con su huerta casera para autoconsumo, ventas a la familia más cercana y otros vecinos, luego vieron la oportunidad de comercializar los productos a nivel local en el municipio de Guasca. Con el pasar del tiempo y con la ayuda de sus hijos y nietos, empezaron a ofrecer el producto en la capital y fue así que se empezaron a llevar domicilios a la ciudad de Bogotá con una oferta y variedad reducida de alimentos.

Con el paso de los años, el proyecto ya tenía forma y tomó fuerza, aumentando la producción y diversificando el portafolio de productos desarrollados en la finca provenientes de la agricultura y la crianza de animales para seguridad alimentaria, su comercialización y aprovechamiento económico. Una vez organizado todo esto, se logró tener un grupo de clientes fijos, lo cual también permitió generar empleos a la familia y a personas de la región. Este crecimiento también tomo fuerza porque se empezó a conocer la Terapia Gerson; la cual se basa en una alimentación de zumos, batidos y sopas de origen orgánico que ayuda a contrarrestar enfermedades terminales como el cáncer y la diabetes, y otras  enfermedades.

La Señora Clementina cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector del Agro, ha realizado diferentes cursos agrícolas con el Sena en temas de siembra amigable, producción sostenible, agricultura orgánica y negocios verdes, entre otros.

En el año 2017, se presentó la oportunidad de participar en una convocatoria de la Gobernación de Cundinamarca, en alianza con FONADE y el SENA para el proyecto FONDO EMPRENDER, del cual la familia salió favorecida. Este proyecto le dio mucha más fuerza y reconocimiento a CLEMENTINA ORGANICOS SAS. El proyecto se empezó a desarrollar en el año siguiente y su ejecución tardo 1 año, todo salió muy bien y afortunadamente Clementina y su familia pudieron cumplir con todas las expectativas, llevando a cabo todas las exigencias y requerimientos que el FONDO EMPRENDER solicitaba.

El proyecto trajo muchos beneficios para la empresa, tales como:

  • Invernadero nuevo, sistema de riego, moto-cultivador, molino de compostaje y ayuda para pago de nóminas, entre otros.
  • Adicionalmente la empresa se formalizó en muchos aspectos: se lleva una contabilidad, los empleados están con contrato formal, cuentan con SG-SST (Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo) y estamos en proceso de recertificación orgánica.

Actualmente la empresa tiene un comportamiento estable, que le permite todos sus procesos sean sostenibles y generar empleos a una gran parte de la familia y también a unos colaboradores externos.

Clementina Orgánicos tiene su sede en la finca agroecológica San Luis en el municipio de Guasca en el departamento de Cundinamarca, tiene una extensión de 8 fanegadas, y se dedican a la producción agrícola, a la crianza de animales y al cuidado y protección de áreas de conservación de bosque, en estas áreas de conservación se pueden encontrar fuentes hídricas, fauna y flora silvestre, que pueden ser caminadas en las jornadas de visitas programadas a empresas o grupos.

Actualmente el proyecto Clementina Orgánicos también funciona como escuela de producción orgánica que le ha permitido a la ingeniera Andrea, a Don Luis y a la Señora Clementina, compartir sus conocimientos con universidades, fundaciones, empresas, grupos de interés y con la comunidad en general.

 

Datos de contacto Clementina Orgánicos:

Redes: Facebook @clementinaorganicos

Instagram @cementinaorganicos

Ventas y pedidos:

Email: [email protected]

Celular y Whatsapp: 320 4646918

 

 

Fallo histórico

En los más de treinta años de la nueva jurisdicción constitucional, muchas sentencias han marcado impacto en Colombia, no solo en el aspecto jurídico, sino en el aspecto social, político, ecológico y de vida de todos los colombianos.

Recordemos unas cuantas sentencias de la Corte Constitucional, ya sea en resolución de tutelas o en control de constitucionalidad; despenalización del aborto en circunstancias especiales, la caída de la segunda reelección de Álvaro Uribe, determinación de situaciones de inconstitucionalidad para obligar al Estado a cumplir su misión y sus responsabilidades, aplicación del principio de precaución en asuntos ambientales, protección y amparo de derechos fundamentales, etc.

 

Pero en alcance,  contenido e incidencia en la vida nacional muy pocas sentencias de la Corte Constitucional, tendrán, como la tomada este 18 de agosto de 2022, cuando conmociona prácticamente el régimen de aplicación y los derechos de los campesinos sobre los terrenos baldíos y acceso a tierras, al determinar graves incumplimientos de disposiciones y deberes por parte del Estado y otras autoridades, incluso judiciales sobre estos territorios de régimen especial, para garantizar el acceso progresivo a la propiedad de las tierras por parte de los campesinos.

Lea: Corte Constitucional le ordena al Congreso fortalecer la Agencia Nacional de Tierras

No vamos a agotar en este artículo todo el contenido, incidencia y alcance de la mencionada sentencia. Solo tenemos espacio para unos cuantos puntos que, consideramos los más relevantes.

Considerando que sobre el tema se ha marcado un antes y un después de este fallo. Se aclara y se da seguridad jurídica sobre lo anterior decidiendo unificación de jurisprudencia y se ordena por parte de la Corte que en el futuro habrá seguridad jurídica, ordenando al Gobierno, a las autoridades de tierras, de registro, notarias, Superintendencia de Notariado y Registro, Catastro,  al Congreso, etc, que deben tomar las decisiones, asumir las acciones y funciones de control y vigilancia para que los baldíos en Colombia tengan efectivamente el régimen especial para garantizar el acceso progresivo a la propiedad rural de los campesinos de Colombia.

Quiere decir que el camino será una “Jurisdicción Especial Agraria” como vía ordinaria y no excepcional. Los procesos civiles de prescripción adquisitiva de dominio o procesos de pertenencia no serán la vía general, sino excepcional cuando solo garantice derecho a los campesinos sin tierra en los procesos de pertenencia anteriores al fallo, solo se mantendrán las sentencias que garanticen esos derechos.

Ni antes ni después tendrán validez las sentencias que versen sobre baldíos, y solo si, cuando versen sobre propiedad de terrenos privados plenamente demostrada esa propiedad, con posesión, con trazabilidad titular, notarial y registral que en el futuro tendrán la carga de la prueba. En resumen, no habrá privatización de baldíos mediante prescripción adquisitiva. Que los procesos de pertenencia anteriores no es la vía ni para conformar latifundios, ni extensión superior a Unidades Agrícolas Familiares UAF. Nadie que tenga otra propiedad rural pudo o puede tener acceso a baldíos

 

 

Reestructuración productiva para Colombia

Foto: Pixabay

Desde el gobierno de César Gaviria, 1991, Colombia apresuró un proceso de destrucción no creativa en la industria y la agricultura. En treinta años ambos sectores perdieron cincuenta por ciento de participación en el PIB. Pocos nuevos productos se sumaron a las exportaciones. Pocos bienes de alta tecnología se producen. En consecuencia, poca innovación se hace y por eso los recursos para investigación y desarrollo son escasos puesto que nunca ha sido prioridad integrar la producción y la investigación para la innovación, el emprendimiento y aumentar las exportaciones distintas a las minero energéticas.

 

Hace más o menos un siglo Schumpeter llamó destrucción creativa a las nuevas innovaciones a partir de innovaciones anteriores. Esta idea es la base de la economía de la innovación la cual no se entiende y aplica en Colombia. Antes de Gaviria hubo industrialización con protección sin que el objetivo hubiera sido volcarse a las exportaciones, razón por la cual no hubo suficiente transformación productiva ni desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Sin embargo, antes de la apertura neoliberal había más industria, más agricultura y se crearon importantes centros e institutos de investigación, algunos de los cuales se cerraron en los cuatro años de Gaviria, Hommes y Montenegro. Bajo un modelo de desarrollo económico que hubiera dado dos pasos adelante, y no dos atrás, hubieran llegado más industrias, incluidas las relacionadas con los recursos minero-energéticos, más productos de la agricultura, y hubiera emergido una ola de nuevos servicios innovadores soportados en industrias y tecnologías desarrolladas o producidas en el país. Hoy Colombia haría parte de las conversaciones globales sobre el futuro de la agricultura, de las nuevas industrias y servicios, y de los territorios innovadores, creativos y sostenibles.

El neoliberalismo fue una imperdonable equivocación, razón por la cual las políticas de competitividad y de desarrollo productivo han sido una falacia. El núcleo central de la mentira fue haber aplicado – por culpa de los TLC y lo firmado en los acuerdos de la OMC y de la OMPI -, un concepto de políticas horizontales en las políticas productivas y de ciencia y tecnología. Es decir, enfoque que supuestamente beneficia a todas las empresas por igual, sin diferenciar sectores según su grado de madurez, modernidad, localización, novedad, complejidad y productividad. Me explico con un ejemplo.

Cuando se asume que las mejores políticas de desarrollo productivo y de innovación son las horizontales, es como decir que todos los médicos deben ser médicos generales y los cirujanos también, porque no se requiere que hayan especializaciones. Sería igual  si en educación superior todos hacen una carrera que se llama “profesionales”: profesionales en ciencias sociales, profesionales en ciencias básicas, profesionales en ingenierías, profesionales en derecho. Es decir, tampoco habría áreas del conocimiento específicas, entonces las maestrías y doctorados serían igualmente generales, lo cual es un absurdo en tiempos donde la ciencia se ha especializado tanto siendo el trabajo inter y transdisciplinario lo que los une. Entonces, adoptar el enfoque único de las políticas y estrategias horizontales es un esperpento teórico.

Es lo que hizo el neoliberalismo con la economía colombiana: una economía mediana, atrasada, sin sectores relevantes, sin sectores en la vanguardia del cambio tecnológico y del comercio mundial. Entonces, el camino fue crear una economía de vitrina para consumidores compulsivos, ilegales y corruptos, una economía extractivista para destruir el medio ambiente y empobrecer las comunidades donde están los yacimientos, las minas, los pequeños cultivos, los informales, los más pobres y los desempleados.

Por eso las políticas y estrategias horizontales, que son uno de los dos pilares de las políticas de desarrollo productivo, aluden a infraestructura, comunicaciones digitales, educación y salud de calidad, entre otras, sirven cuando se complementan con el otro pilar: las políticas o estrategias verticales que son los sectores donde se tienen las mejores capacidades para ser más fuertes en el comercio internacional y ante la competencia global.

Lo coherente es que existan especializaciones en el sistema productivo, especializaciones en educación, especializaciones en ciencia y tecnología, de esa manera los tres sistemas convergen, construyen capacidades y definen objetivos para adelantar acciones conjuntas y complementarias derivando en poderosos sistemas de producción, innovación y conocimiento a nivel nacional y en las regiones. De esa manera, la innovación, el emprendimiento, la colaboración y el aprendizaje se convierten en factores culturales que aumentan la productividad y la competitividad.

Las políticas que combinan acertadamente acciones horizontales y verticales determinan el avance de unos países respecto a otros. Colombia es un país productiva y científicamente mediano tirando hacia abajo en la medida en que más economías similares están haciendo mucho mejor las cosas en Europa y en Asia.

En Colombia existen empresas excepcionales que no alcanzan a irrigar suficiente desarrollo en todo el sistema productivo y de investigación. También existen grupos o centros de investigación con algunos investigadores excepcionales que logran hacer alguna pesquisa excepcional con el pucho de empresas excepcionales.

El informe de empalme del Ministerio de Comercio Industria y Turismo (MCIT) responsable de la política de desarrollo productivo, muestra programas escasamente financiados y dirigidos a acciones generales que supuestamente sirven por igual al fabricante de vacunas que al productor de flores, lácteos, confecciones, barcos, autopartes, para citar algunos sectores con características y complejidades distintas. Sin embargo, quienes han diseñado las políticas dicen que sirven para todos, lo cual refleja una descomunal incapacidad técnica e intelectual, y una irresponsabilidad con el país.

El resultado es el siguiente: diversificación exportadora: cero. Industrias innovadoras de alta tecnología: cero. Servicios de alta complejidad originados o relacionados con los sectores industriales avanzados: cero. Aumento de la productividad: cero. Aumento de los índices de innovación avanzada: cero. Diseño de unas correctas políticas de desarrollo productivo, de innovación, y emprendimiento: cero.

En lo único que se logran resultados cuantitativos es en aquellos programas en los cuales una cantidad de consultores hacen capacitaciones para mejoras en la gestión de las empresas, en los procesos de producción, y en innovaciones incrementales, como las fábricas de productividad. Para eso solo se requiere sumar consultores con el fin de lograr una amplia cobertura. Lo mismo ocurre con las tantas veces que se han hecho programas de clusterización o acuerdos empresariales, que al no apuntar a transformaciones de fondo para el cambio estructural y tecnológico, incentivar el aprendizaje y las complementariedades al interior de las cadenas productivas y entre ellas, se quedan en mejoras menores. Estas ayudan, pero poco se logra en aumentar la productividad, la competitividad, la generación de mejores oportunidades y mayor  bienestar y equidad para más población.

Para entender la combinación de estrategias horizontales y verticales, en la figura se muestra los sectores productivos como agenda vertical de la PRP y las políticas horizontales como soporte. Los sectores nuevos y de mayor complejidad tienen programas e incentivos propios. Los sectores que ya existen deben tener programas de apoyo y de incentivos igualmente propios porque no es igual el desarrollo y fabricación de medicamentos que una producción de banano o café.

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Por eso, el presidente Petro y los ministros hasta ahora nombrados tienen razón en impulsar cambios estructurales y tecnológicos en sus respectivos sectores y en el conjunto de la economía. Ojalá el presidente también acierte con los nombramientos en los ministerios de Comercio Industria Turismo, de Ciencia Tecnología Innovación, y en Minas y Energía.

Guerra, muerte, corrupción, uribismo y neoliberalismo están relacionados, por eso los programas de apoyo productivo para los PDET desde la acción del MCIT, y otras agencias, fueron un fracaso, así como los orientados a las comunidades periféricas, porque los recursos se los robaron para hacer trizas la paz y la vida en las periferias.

El agro en Colombia necesita de una institución como lo fue el IDEMA: César Pachón

El representante a la cámara y senador electo, César Pachón, en entrevista para Confidencial Colombia habla de las propuestas que pondrá a consideración del legislativo en el próximo cuatrienio y explica porque considera necesario crear una entidad como lo fue el IDEMA.

¿Con que apuestas para el agro llega a un nuevo período como congresista, esta vez en el Senado de la República?

 

César Pachón: Hemos observado las condiciones de vida del campesinado que muchas veces no se miden solamente en si pueden producir cultivos, industrializarlos y venderlos sino también en sus derechos que es una de las apuestas más fuertes que tenemos porque se les debe dar el reconocimiento que tiene como sujetos de derechos, incluso especiales.

¿Qué visión tiene usted sobre el agro colombiano?

César Pachón: La cantidad de empleo que generaba el campo, la seguridad alimentaria de Colombia la hemos perdido en cultivos que eran estratégicos como el trigo, la cebada, incluso el maíz. Dependemos de los alimentos importados, ese es un riesgo inmenso que no podemos darnos el lujo de pasar así la página por el tema de pandemias y guerras mundiales.

Nuestro país actualmente trabaja con alrededor de 6 millones y medio de hectáreas para producir alimentos, con un gran potencial, según estudios de instituciones como la FAO. La meta debe estar enfocada en crecer en producción, en agroindustria, asociaciones y cooperativas, en empresas pequeñas y medianas del campesinado colombiano e integrar las tecnologías, que es un asunto que poco o nada se utiliza en el campo.

¿Es sano para nuestro país seguir hablando de latifundios y minifundios?

César Pachón: No podemos desconocer que es una realidad de Colombia, hay que reconocer que sí hay latifundios y minifundios. Lo importante es que se trabaje con todos porque los pequeños productores no tienen asistencia técnica, no tienen subsidios, tampoco tienen garantía de una compra de cosecha, ni de agroindustralización, en cambio los latifundistas están casi todos en la SAC o tienen proyectos macros con asociaciones internacionales, esa es una realidad que debemos reconocer.

Hace unos años el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, dijo que no debemos seguir hablando de minifundios y latifundios, sino de organizarnos en clúster económicos para salir entre todos adelante, ¿está de acuerdo con este planteamiento?

César Pachón: No comparto muchas cosas de Fedegan pero si estoy de acuerdo con que trabajemos unidos los grandes, medianos y pequeños empresarios del campo y, todo lo que sume porque no podemos desconocer a ninguno de los actores en un momento en que necesitamos implementar con seriedad los Acuerdos de Paz para que el agro genere desarrollo, divisas, empleo y ganancias.

¿Se puede apostar a que nuestro país sea potencia agroindustrial sin destruir el medio ambiente?

César Pachón: Nuestros proyectos de ley siempre han tenido ese énfasis lo mismo  nuestros debates de control político porque hay que cuidar el agua y, que esta sea distribuida de modo que les llegue a quienes más la necesiten. Los debates a la exploración de oro en el Páramo de Santurbán los dimos nosotros. En el Senado vamos a trabajar por el cuidado del agua pero también para que se aproveche la ubicación geográfica de Colombia a favor de la producción de alimentos.

¿Dónde han quedado los comerciantes de las centrales de abastos que hoy deben competir con los fruver que descentralizaron la comercialización de productos del agro en las ciudades?

César Pachón: Colombia tiene una falencia con la pérdida de la institucionalidad y la apertura económica. En el pasado tuvimos al IDEMA, primero para apoyar y acompañar toda la parte de la cadena tanto al productor como al transportador y al comercializador, incluso al consumidor. Las instituciones como Corabastos es un aliado al que siempre llamaremos y tendremos en cuenta para este rector del mercado agropecuario que debe estar en las regiones, recogiendo información de costos de producción real. Se puede organizar al campesinado para programar siembras porque esta entidad, también deberá analizar la demanda de Colombia y, permita tener la información que se necesita para tomar decisiones que ha sido el problema con el Gobierno actual, que no planifica ni toma decisiones porque no conoce la realidad del país.

La exministra Cecilia López quien conoce y ha estudiado los temas del agro considera que no es necesario revivir el IDEMA, ¿usted que piensa al respecto?

César Pachón: Yo que soy un campesino que conoce lo que significa dejar una papa tirada en una plaza de mercado porque no me la compraron y, subirla a un camión me significaba un flete más y, que estuve en la época del IDEMA, puedo decir que es una institución que se necesita porque el mercado hay que organizarlo y,  además controlar el costo de la canasta familiar porque no se puede seguir a la deriva. Los proyectos los estamos preparando con conocimiento de causa, no como aquellos hijos de… que llegan de estudiar del exterior a decirnos como sembrar una papa, cuando no conocen ni han visto nunca un azadón y una pala.

¿En qué estado se encuentra el mercado de la papa en Colombia?

César Pachón: Tuvimos una sobreoferta de papa porque no teníamos cultivos alternativos como el trigo y la cebada. Esto fue terminando el 2020 y, esa crisis hizo que muchos se quedaran sin cómo sembrar semillas y fertilizantes y, adicionalmente llegó la subida de costos en los insumos agropecuarios. Para uno sembrar papa no le fían el abono,  muchos no pudieron hacerlo y quienes lo lograron han tenido que hacer un esfuerzo grande vendiendo algunos de sus bienes porque este producto volvió a subir de precio.

Actualmente bajó pero el costo de los insumos está superando los 90 o 100 mil pesos que hace que se pierda. Si no hay un subsidio de insumos ni una política de insumos seria, es muy difícil. Vamos a proponer medidas en este sentido y alianzas con otros países para producirles alimentos a cambio de fertilizantes, con eso si el dólar sube o baja no nos va a afectar.

 

 

Capacitaciones productivas han beneficiado a 8 mil campesinos

El Programa de Fortalecimiento de Capacidades Productivas y Generación de Ingresos, del Ministerio de Agricultura, apoyo a 8.644 personas con 7.027 unidades productivas en 13 departamentos, en el marco de la política Colombia Siembra.

Esto permitió el fortalecimiento de 131 asociaciones de pequeños productores y sus proyectos agropecuarios y piscícolas, en tilapia roja, plátano, cachama, cítricos, orellanas (hongos), yuca, maíz, bovinos, cacao, pastos, arveja, mora, café, silvopastoril, ají, avena, bocachico y banco de semillas.

 

Amazonas apoyó a 150 unidades productivas con cultivo de cacao, Atlántico: 230 unidades en cultivos de cítricos, Bolívar con una unidad productiva de 77 participantes para cultivo de cachama y 240 unidades más para cultivo de plátano.

Casanare 14 unidades para el cultivo de plátano, Cauca 170 unidades productivas para cultivo de arveja, mora y café, 1.467 unidades para café; 100 unidades para cítricos y 180 unidades productivas para cultivo de orellanas.

Córdoba 205 unidades productivas para cultivo de pasto, 1.710 para silvopastoril, 875 para cultivo de ají, 500 para maíz; cuatro para acuicultura y 30 unidades productivas para bovinos.

Cundinamarca y Boyacá siete unidades productivas, que actuaron en asociatividad para diferentes fines agropecuarios, La Guajira 50 unidades productivas para actividades silvopastoriles.

Magdalena una unidad productiva, para el cultivo de tilapia roja y 200 unidades para yuca y maíz, Nariño: 202 unidades productivas para cultivo de pastos, Putumayo una unidad productiva de 500 personas para cultivo de pastos y 64 pequeños productores para el cultivo de plátano.

Sucre 96 unidades productivas de 150 personas, para el cultivo de bocachico y a 530 productores de yuca. Este programa beneficio a 3.012 mujeres y 5.632 hombres, de este grupo 2.247 con edades entre los 60 y 97 años y 778 jóvenes rurales, entre los 18 y los 28 años.

Con una inversión de $80.000 millones, culminó el Programa de Fortalecimiento de Capacidades Productivas y Generación de Ingresos para Pequeños Productores Rurales, liderado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural e implementado por FUPAD Colombia.


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Transformación digital fortalece los procesos bancarios del agro

El Banco agrario se une al grupo de entidades financieras que implementan la transformación digital dentro de su arquitectura TI, para atender a los productores agrarios que están en los lugares más apartados.

Con esta innovación la entidad quiere mejorar la economía del sector rural a través del apoyo de procesos bancarios con los 700 asesores móviles con los que cuenta el banco, para atender a los campesinos del país.

 

Para esto, la entidad implementó soluciones provistas por Citrix, como XenApp, XenDesktop y XenServer que posibilitan la virtualización de aplicaciones, escritorios y data centers. Así como la implementación de NetScaler para controlar la entrega de aplicaciones y balancear cargas.

Luego del proceso de implementación se evidenciaron grandes beneficios en la cultura organizacional, ya que un 72 % de los asesores prefieren un trabajo móvil que uno fijo. Además, se experimentó una reducción del ausentismo del 63 % y la productividad se incrementó en 23%.

Por otro lado, el banco mejoró el tiempo de respuesta a sus usuarios. En un 35% evitando desplazamientos de la fuerza de venta, porque varios trámites se hacen desde la casa del cliente

Citrix se ha sumado a los esfuerzos, en la misión que tiene el Banco Agrario, entregando los aplicativos con los que cuenta un asesor bancario en su oficina, movilizándolo para que en frente del cliente pueda tomar una decisión real, con esto; existen mayores eficiencias en los procesos y se satisfacen las necesidades de los clientes”, explica Juan Pablo Villegas director de Citrix para la región Norte de América Latina & Caribe.





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El agro se está devorando el Páramo de Sumapaz y a nadie parece importarle

Confidencial Colombia recibió una grave denuncia en un área de reserva forestal en jurisdicción de Usme que está siendo agredida por la mano del hombre. Una superficie de hectárea y media de bosque de frailejón ha sido talada en la vereda Arrayanes en un predio denominado “El Candado” para el cultivo ilegal de papa. Periodistas de este portal nos trasladamos al terreno y fuimos testigos de la creciente problemática que aqueja uno de los reservorios de agua más importantes del país en el páramo más grande del mundo.

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Lunes de movilizaciones campesinas

Este 22 de junio amaneció con la inminencia de una multitudinaria marcha de los diferentes sectores del agro conocidos como ¨dignidades¨. La movilización pretende expresar inconformidades con las políticas públicas en materia agraria del presidente Juan Manuel Santos. El Gobierno Nacional insiste en que hay soluciones para todos.

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