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Etiqueta: Alexandra Parra

Paternidad Ausente

La paternidad es una de las experiencias más significativas y transformadoras en la vida de una persona que decide aceptar ser la figura paterna de un niño o niña. La presencia de un padre amoroso y comprometido puede tener un impacto profundo en el desarrollo emocional y conductual de los hijos e hijas. Sin embargo, cuando un padre está ausente física o emocionalmente, se presentan una serie de desafíos que afectan la vida de los niños y niñas de manera significativa.

Es necesario que hablemos de las paternidades pasivas que están enfocadas en proveer el hogar y que delegan sobre la madre el cuidado, protección y educación con la excusa del cansancio y el exceso de trabajo.

 

«Papá siempre está ocupado, mamá dice que no lo moleste»

La paternidad ausente puede darse por diferentes razones. Algunos padres están físicamente ausentes debido a compromisos laborales, separaciones o divorcios, mientras que otros pueden estar emocionalmente desconectados debido a la ruptura amorosa con la madre, falta de conexión con los hijos(as), inmadurez social, falta de habilidades parentales y la más recurrente, abandono por irresponsabilidad. Independientemente de las circunstancias, la ausencia de un padre es uno de los factores emocionales más comunes que inciden en el desarrollo de los niños y niñas.

La sensación de abandono y rechazo. Los niños y niñas pueden experimentar una profunda tristeza y confusión al no tener a su padre presente en su vida cotidiana. Pueden sentirse incompletos y desarrollar baja autoestima, ya que pueden interpretar la ausencia paterna como una señal de que no son lo suficientemente valiosos o amados. Esta falta de afecto y conexión puede generar dificultades en el establecimiento de relaciones saludables en el futuro.

«Mi mamá ha sido mi papá y mamá»

Además, los hijos(as) de padres ausentes a menudo enfrentan desafíos en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. La figura paterna desempeña un papel fundamental en el modelado de comportamientos y en la enseñanza de habilidades de interacción social. Sin un padre presente, los niños y niñas pueden aceptar que merecen un trato inferior, continuamente están en modo de supervivencia y eligen resolver los conflictos por sí mismos para evitar que mamá tenga mayores preocupaciones.

La falta de una figura paterna también puede influir en el rendimiento académico de los niños y niñas. Los estudios han demostrado que los hijos(as) de padres ausentes tienen mayores probabilidades de tener dificultades de atención y bajo rendimiento escolar. La falta de apoyo emocional y el escaso involucramiento en la educación pueden afectar negativamente la motivación y el interés por aprender. Además, la ausencia de un padre puede limitar las oportunidades de desarrollo personal y académico, hablamos de padres que se fueron para siempre, pero también, de aquellos padres que están en casa y su rol se limita a ser proveedores y visitantes sociales del hogar.

«Lo veía en casa pero jamás hablamos ni compartimos, es como si no estuviera»

En términos de conducta, los hijos(as) de padres ausentes también pueden presentar una mayor propensión a involucrarse en comportamientos de riesgo. La falta de supervisión y orientación paterna por el trabajo, los viajes, el cansancio o simplemente el desinterés en los hijos(as), puede dejar a los niños y niñas más expuestos a influencias negativas o a buscar la atención que les falta de manera inapropiada y riesgosa. Estos comportamientos pueden incluir el consumo de televisión en exceso, videojuegos para interacción con extraños peligrosos, consumo de sustancias como el alcohol o el vaper y la participación en relaciones tóxicas, todo esto, como una forma de llenar el vacío emocional que sienten.

Sin embargo, es importante destacar que no todos los hijos(as) de padres ausentes experimentan los mismos desafíos. Cada persona es única y puede desarrollar diferentes estrategias de afrontamiento para lidiar con esta situación. Algunos pueden encontrar apoyo en figuras cercanas, como otros familiares, profesores o figuras públicas, que desempeñan un papel importante en su desarrollo emocional y les brindan el apoyo que necesitan.

«Me gustaría tener un papá como el de la película»

A pesar de los desafíos emocionales y conductuales asociados con la paternidad ausente, es fundamental reconocer que estos efectos no son inevitables pero sí compensables. Existen contenciones de apoyo que pueden ayudar a los niños y niñas a superar estos obstáculos y desarrollar resiliencia. En ejemplo: Una madre interesada en las emociones de sus hijos(as), compartir de forma frecuente con otros integrantes de la familia, la presencia plena de los maestros y maestras, participar de actividades en las que se fomente la autoestima y el desarrollo de habilidades sociales.

Además, es esencial promover la importancia de la paternidad activa y comprometida en casa. Los padres deben ser alentados a involucrarse en la vida de sus hijos e hijas, tanto física como emocionalmente, proporcionando un entorno seguro y amoroso en el que puedan aportar a su día a día.

Si los padres tuvieron una separación, está fue de la pareja no para los hijos(as), es necesario que las visitas y el tiempo compartido entre los hijos(as) con su padre continúe sin interrupciones. Los hijos(as) no son trofeos, botines de guerra o armas de presión para ajustar cuentas con la pareja.

«Los hijos(as) no se separan, lo hace la pareja»

Es fundamental que los padres, aquellos que viven en el hogar, reconozcan la importancia de su papel y se comprometan activamente en la crianza y el cuidado de sus hijos(as). Las madres deben dejar de excusar a los esposos, los padres deben dejar de evadir y participar en la construcción de la crianza conjunta, esto implica estar disponible para hacer actividades, mostrar interés genuino en las vidas de sus hijos(as), brindar apoyo emocional y ser accesibles para solucionar las dudas, orientar los errores y acudir a las entregas de notas en la escuela.

Si un padre no muestra interés o compromiso hacia sus hijos(as), es fundamental volver a revisar los acuerdos del hogar, buscar apoyo externo para conciliar los roles y trabajar en el fortalecimiento de la relación padre-hijo(a) sin la intervención de la madre.

«La crianza de los hijos(as) es una responsabilidad compartida, va mucho más allá de brindar comida, techo y ropa»

Alexandra Parra
Neuropsicóloga

Aprender a decir NO

 Educación Socioemocional

 

 

En algunas ocasiones nos encontramos en situaciones donde debemos establecer límites definitivos y para ello, las nuevas generaciones de madres y padres acudimos a los vídeos realizados por psicólogas de crianza positiva y consciente. Ellas han invertido horas de su contenido en explicar cómo reemplazar el «no» a través de establecer límites desde el respeto, involucrar la comunicación para obtener a largo plazo los beneficios de enunciar la situación completa en forma descriptiva, dejar en el cerebro una huella de la instrucción en positivo, garantizar que se guarde la información sin dolor.

La enseñanza está dirigida a alejar el miedo de la crianza y traer al día a día la posibilidad de incluir la voz de los niños y niñas en su propia crianza. Sin embargo, el «no» como límite, es necesario en la crianza y la formación escolar.

El uso del NO se ha invertido, se sugiere desde la crianza respetuosa que se use en situaciones de riesgo o emergencia, ante una caída inesperada o estar al borde una ventana. En las demás oportunidades, nos han recomendado emplear otras formas para marcar los límites. El objetivo es propiciar que los hijos e hijas obedezcan y sigan una instrucción con indicaciones en positivo, esperando sean conscientes de lo que hacen.

Primer aprendizaje: Cómo decir NO a los niños sin decirlo

Ofrecer alternativas: En lugar de decir «no puedes jugar con eso», puedes decir «puedes jugar con esto».

Redirigir la atención: En lugar de decir «no toques eso», puedes decir «mira esto que puedes explorar».

Establecer expectativas claras: En lugar de decir «no hagas eso», puedes decir «en nuestra casa, esperamos que…».

Dar opciones: En lugar de decir «no puedes comer eso», puedes decir «puedes elegir entre estas opciones más saludables».

Explicar las consecuencias: En lugar de decir «no puedes salir ahora», puedes decir «si sales ahora, perderás tiempo para hacer o lograr…».

Fomentar la autorregulación: En lugar de decir «no grites», puedes decir «puedes usar un tono de voz suave como el mío».

Utilizar lenguaje afirmativo: En lugar de decir «no corras», puedes decir «camina despacio y cuidadosamente».

Establecer límites se ha convertido en una habilidad, no es fácil ni simple, lo sé. Encontrando un balance entre establecer límites asertivos y aprender a usar el no, surge la duda de cómo hacerlo. En el contexto social decir «no» con firmeza se reclama e identifica como un acto de afirmación de uno mismo. Una postura que nos permite proteger nuestra integridad y autonomía, y nos ayuda a construir relaciones equilibradas y respetuosas. Al decir «no» cuando es necesario, nos posicionamos como personas autónomas, conscientes de nuestras necesidades y deseos, establecemos un límite. Al dejar de usar el NO en la crianza, ese límite no se aprende.

Hablemos del reciente término: Madres y Padres de Algodón

Segundo aprendizaje: Errores que se comenten al decir NO

Decir «no» sin explicación: Simplemente decir «no» sin brindar una explicación clara puede llevar a que los niños y niñas se sientan frustrados o confundidos.

No es no y punto.

Decir «no» constantemente: Utilizar la palabra «no» de manera excesiva puede llevar a que los niños y niñas se acostumbren a escucharla y la ignoren.

Qué no hagas eso; Cuántas veces tengo que decirte que no…

Ser inconsistente: Si no se aplica el «no» de manera consistente, los niños y niñas pueden confundirse y desafiar los límites establecidos.

No vas a comer helado hoy; Te compraré un helado si te portas bien…

No considerar la edad y el desarrollo del niño: Las habilidades y la comprensión de los niños y niñas varían según su edad y etapa de desarrollo. Es esencial adaptar el lenguaje y la forma de decir «no» de acuerdo con su nivel de comprensión.

No es para eso, es para otra cosa.

Ignorar las emociones del niño: Al decir «no», es importante tener en cuenta las emociones del niño o niña y validar sus sentimientos.

No me llores más.

No enfocarse en el comportamiento: En lugar de decir «eres malo» o «no eres buena», es más efectivo enfocarse en el comportamiento específico que se desea corregir. De esta manera, se evita etiquetar y devaluar al niño o niña.

«Eres un puerco» versus «Noté que dejaste tus juguetes por toda la habitación, es necesario que los dejes en el lugar que estaban»

Establecer límites asertivos puede ser un desafío, especialmente si hemos sido educados en la infancia para complacer a los demás o tememos la desaprobación.

El nacimiento de las madres y padres de algodón es cada vez más recurrente debido a la parálisis por análisis, los cuidadores principales dejan de actuar en situaciones en que tienen que fijar un límite por un exceso de pensamientos. ¿Qué debo hacer?, ¿cuál será la emoción correcta?, ¿soy lo suficientemente respetuosa?, ¿qué haría la psicóloga en este caso? Dije NO, no puede ser… Es lo primero que no debía hacer. Las madres y padres de algodón parecen negligentes y permisivos a la vez, viven en el caos y la desesperación porque en realidad no saben qué hacer, lo piensan demasiado y caen en la culpa con facilidad al establecer un límite.

Tercer aprendizaje: Cómo establecer límites asertivos y usar el maravilloso NO

Identificar el tipo de familia: Antes de fijar límites asertivos, es crucial conocer qué valores, necesidades y límites personales tendrán en casa. Qué es importante para ti, para tu pareja; definir claramente los límites de la familia ayuda a fijar los de tus hijos e hijas.

Establecer acuerdos: Entre los cuidadores principales se deben buscar los límites, qué es permitido, negociable e inamovible. Evitar discutir cuando se está fijando un límite frente a los hijos e hijas. Los cuidadores son un equipo, si no están de acuerdo con el límite, lo discuten posteriormente en privado sin restarle autoridad al otro cuidador. Es importante mencionar que el cuidador no debe disminuir su autoridad al establecer límites, decirles a los niños y niñas que le darán «quejas» al papá o la mamá cuando llegué; si existe un cuidador a cargo de la situación, es esa persona la que debe asignar el límite en el momento que ocurre.

Comunícate con claridad: Utiliza un lenguaje firme pero respetuoso al decir "no" a situaciones que no beneficien al niño o niña, acciones que no sean acordes a los
valores que han fijado como familia. El no es parte de los límites y se debe escuchar con naturalidad dentro de la crianza, sin miedo pero con la comprensión de por qué les decimos que NO.

Mantén una postura firme: Evita que la presión social o la culpa materna o paterna te hagan ceder en tus límites. Mantén tu postura y recuerda que tienes el derecho y la capacidad de establecer límites coherentes, que atiendan a mantener o evitar una conducta en tus hijos.

No sobrecastigues: Aplica consecuencias naturales y lógicas a las situaciones que vives en tu crianza. Si hay una conducta que quieres evitar que se repita e inmediatamente asignas cinco castigos, es posible que obtengas el resultado indeseado. Considera las responsabilidades, la edad y la magnitud de la acción o comportamiento para asignar una consecuencia, considera que estás educando
para orientar no para rehabilitar.

Antes no era así, es verdad. Ahora sabemos más y podemos aprender cómo acompañar la crianza sin pasar al golpe o la amenaza para conseguir un buen comportamiento. Los límites son necesarios, son fundamentales para alcanzar el objetivo de una crianza basada en el respeto.

BONO
Te dejo esta situación para tu análisis:
Llegan a una casa, tu hijo(a) es saludado y no devuelve el saludo. Tú sabes porque lo has escuchado e incluso leído, que no se debe forzar a un niño o niña a saludar con besos o abrazos, sin embargo, allí fijas el límite. Tu hijo SI debe saludar, no es necesario que use el contacto físico pero lo que sí debemos enseñar es el comportamiento social, tu hijo puede decir: Hola, buen día o cómo estás. En tu crianza le enseñarás desde un saludo casual a uno formal.

¿Qué opinas?

Alexandra Parra
Neuropsicóloga
https://alexandraparra.com/

 

Pantallas en la infancia: Límites y Control Parental

Hoy quiero hablarles sobre un tema esencial en la crianza: Apagar las pantallas. Un límite necesario para el desarrollo emocional y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.

El control parental se asocia a los límites digitales que las madres, padres o cuidadores establecen para el uso de dispositivos electrónicos.

 

LO PRIMERO: Los adultos debemos apagar PRIMERO las pantallas. Sí, la presencia plena requiere contacto visual, hablar de nuestro día y separarnos de las redes sociales para establecer vínculo con nuestros hijos e hijas.

Es fundamental que cada familia establezca acuerdos y límites acerca del uso de los dispositivos.

? La edad ?

– Los niños y niñas entre 0 y 2 años no deben tener dispositivos propios ni usar los de los adultos. Los confunden con nativos digitales por la agilidad con la que usan la tablet o el celular pero en realidad, esa exposición afecta el desarrollo neuronal.

– El celular es un regalo soñado, los padres y madres hacen un gran esfuerzo económico y lo dan en una fecha especial. La edad para tener celular es los 13 años. El celular NO debería tener acceso a Internet.

– A los 16 años el celular puede tener acceso a Internet, esto significa que tendrá redes sociales.

Si bien es cierto, en la adolescencia se espera que exista un equilibrio entre el control parental y la autonomía, en la crianza el trabajo de un cuidador es acompañar el aprendizaje digital. Por tanto, debemos recordar que el avance de la tecnología, el marketing digital y los riesgos en línea demandan presencia constante y límites.

Encontrarás que existen diferentes enfoques de control parental, te dejo los que más usan las familias para que identifiques el tuyo.

1. Control restrictivo:

Este enfoque se basa en limitar el acceso de los niños y niñas a ciertos contenidos y restringir su uso de dispositivos de manera estricta sin explicaciones. Si bien puede ofrecer una sensación de seguridad inmediata, puede generar frustración y dificultar el desarrollo de habilidades de autorregulación.

2. Control permisivo:

En este enfoque, se permite a los niños y niñas un acceso más libre a los dispositivos y se les da mayor autonomía para decidir cómo y cuándo los utilizan. Si bien puede fomentar la independencia, puede llevar a una sobreexposición, toma equivocada de decisiones y a la falta de sueño.

3. Control orientado:

Este enfoque implica una combinación de límites claros y guía activa por parte de los padres y madres. Se establecen reglas y restricciones, pero también se brinda apoyo y orientación a los niños y niñas para que aprendan a utilizar los dispositivos de manera responsable y consciente. Este enfoque puede ayudar a desarrollar habilidades de autorregulación y promover una relación saludable con la tecnología, disminuir la carga mental y proteger su autoestima.

La manera más efectiva de estimular el lenguaje, la mejora en el vocabulario y las habilidades sociales es hablar y para hacerlo se necesita que papá y mamá apaguen las pantallas.

Recuerden, el control parental no debe ser una herramienta para ejercer un poder autoritario sobre nuestros hijos e hijas, sino una forma de guiarlos y protegerlos a medida que navegan en el mundo digital. Promovamos una comunicación abierta y empática con nuestros hijos e hijas, escuchando sus inquietudes y enseñándoles sobre los riesgos y las responsabilidades asociadas con el uso de la tecnología.

? Aplicaciones útiles para el Control de las Pantallas ?

Qustodio es una aplicación gratuita de control parental versátil que te permite establecer límites de tiempo de pantalla, bloquear contenido inapropiado y rastrear la ubicación de tus hijos e hijas. También ofrece informes detallados sobre el uso de dispositivos.

Norton Family es una aplicación de control parental gratuita que brinda protección en línea y supervisión de dispositivos. Permite bloquear sitios web no deseados, establecer límites de tiempo y monitorear las actividades en línea de tus hijos e hijas, incluyendo redes sociales.

Google Family Link es una herramienta de control parental diseñada específicamente para dispositivos Android. Permite establecer límites de tiempo de pantalla, supervisar las aplicaciones instaladas y bloquear contenido inapropiado. También puedes rastrear la ubicación de tus hijos e hijas y gestionar sus cuentas de Google.

Apple Screen Time es una función incorporada en los dispositivos iOS que te permite establecer límites de tiempo de pantalla, bloquear contenido inapropiado y rastrear el uso de aplicaciones. También proporciona informes detallados sobre el tiempo de uso y las actividades en línea.

En la película Intensamente producida por Pixar, nos muestran a Alegría, una emoción amarilla que intenta desesperadamente que Tristeza, una emoción azul no genere recuerdos, así pasa con Los Límites, son la parte más olvidada de la crianza con amor, la amabilidad amarilla intenta opacar a los límites azules, y son tan importantes como sentir tristeza para crear aprendizajes con sentido.

Alexandra Parra
Neuropsicóloga

http://alexandraparra.com
https://www.instagram.com/alexandraparrah/
https://www.linkedin.com/in/alexandraparrahernandez/

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