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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Andrés Barrios

Bogotá tendrá protocolo de Atención Integral de Víctimas de Hurto

El Concejo de Bogotá aprobó en último debate el proyecto de acuerdo que busca fijar unos lineamientos para que se construya unos protocolos de atención a las víctimas del hurto en la capital del país.

. La iniciativa del concejal del Centro Democrático, Andrés Barrios Bernal, se aprobó en sesión Plenaria, tras haber surtido su primer debate en la Comisión de Gobierno.

 

“Lo que buscamos con este protocolo es que el Distrito cree una ruta y haga esfuerzos suficientes para acompañar a las víctimas, en muchos casos desprotegidas, mediante apoyo jurídico, psicosocial y mayor acceso a la oferta institucional”, dijo Barrios.

El concejal agregó que la desconfianza en las instituciones es otro factor que se consideró al momento de plantear el Protocolo.

“Actualmente, tenemos un problema muy grave y es la cultura del silencio y la no denuncia por desconfianza institucional. El 39 % de las víctimas de algún delito en la ciudad considera que denunciar no generará ninguna solución y un 23% ha experimentado la frustración de denunciar sin obtener respuesta alguna. El miedo también juega un papel importante, con un 8% de los ciudadanos que temen posibles represalias”, informó.

Líneas de acción del Proyecto de Acuerdo:

En primer lugar se hará la debida caracterización de la víctima atendida. Paso siguiente, la articulación con redes de apoyo y grupos de vigilancia comunitaria por localidad para el fortalecimiento de la denuncia. También se dará la articulación de las acciones definidas en los lineamientos con los planes, programas y proyectos consignados en el Plan Distrital de Desarrollo y en el Plan integral de seguridad, convivencia ciudadana y justicia, garantizando una respuesta integral.

Además de lo anterior se dará también la incorporación de los criterios y periodicidad de evaluación en la implementación de los lineamientos para complementar información sobre los contextos, identificar los patrones, lugares donde los delitos ocurren con frecuencia para ser divulgados, como medida preventiva.

Por último se incluirá un proceso de divulgación preventiva en diversos canales y medios de comunicación, tales como en instancias representativas y consultivas, instituciones particulares e instituciones publicas o privadas y colegios tanto públicos y privados.

A reiniciar la ETB

Esta semana el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció la llegada del exministro Diego Molano Vega como nuevo presidente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ETB. Se trata de una compañía que, lejos de causar admiración, debe retomar el rumbo y literalmente: reiniciarse; sobre todo, en su servicio de conectividad que, indirectamente, ha puesto en riesgo el derecho a la seguridad de la ciudadanía.

Bogotá tiene 5.824 cámaras en sus calles, de las cuales 739 no sirven y todo por culpa de la ETB. Resulta que la empresa tiene fallas de conectividad, algo que increíblemente no se ha podido sortear y que al parecer no se resolverá en el corto plazo, pues estamos a un mes de terminar el 2024.

 

Sin embargo, y pese al mal servicio que la ETB ha prestado al Distrito en los últimos años, la Secretaría de Seguridad la premió. La entidad le adjudicó a la compañía un nuevo y millonario contrato, esta vez para el mantenimiento de las cámaras de videovigilancia, esas mismas que no han estado conectadas en lo que va del periodo Galán.

Aunque la ETB brinda un perverso servicio, el contrato que le dieron el pasado 31 de octubre es por valor de $16,450,000,000 y tiene un plazo de ejecución de 12 meses. El objeto es mantenimiento preventivo, correctivo y soporte al sistema de videovigilancia de la ciudad.

Y no es cuestionar por cuestionar, desde mi llegada al Concejo de Bogotá me he dedicado a hacer un seguimiento exhaustivo sobre el sistema de videovigilancia y, lamentablemente, debo decir que en vez de mejorar ha ido en deterioro progresivo.

Además, entes de control como la Contraloría de Bogotá han confirmado en sus informes que las principales causas de daños en el sistema de videovigilancia corresponden a fallas y caídas masivas en la conectividad, responsabilidad de la ETB. Incluso, se ha advertido sobre su falta de capacidad operativa, administrativa y financiera.

Según la Contraloría, el 65.5% de las cámaras están fuera de servicio por causas atribuibles a la ETB, mientras que las fallas por mantenimiento representan el 26.5% de la indisponibilidad. Es decir, la ETB tendrá que resolver su problema y se le sumará el que antes tenía un tercero, corriendo el riesgo de que el sistema siga siendo ineficaz.

Para nadie es un secreto que la seguridad en la capital del país atraviesa un muy pero muy mal momento. Pese a esto, herramientas claves para mejorar esta problemática no están dando los resultados que se esperan y el Distrito pareciera ignorarlo.
En este sentido, advierto lo siguiente: el Distrito le dio a la ETB una nueva responsabilidad que ni siquiera sabemos si serán capaces de cumplir. La Secretaría de Seguridad, en lugar de buscar soluciones efectivas, ha optado por profundizar la crisis dándole otro contrato a una empresa que ha demostrado que no puede.

Y la cereza del pastel, la justificación ofrecida por la Secretaría de Seguridad para esta contratación directa resulta insuficiente y preocupante. La entidad señala un supuesto «conocimiento técnico especializado» de la ETB, basándose únicamente en su experiencia en telecomunicaciones. Más grave aún, se presenta como beneficio el ahorrar solo $9,933,978 en comparación con otras propuestas económicas.

No se puede tratar la seguridad de los bogotanos como un gasto a minimizar, ésta debe ser pensada como una inversión fundamental para el bienestar de la ciudad.

Hablando sobre cámaras, se tienen que acabar las excusas. Actualmente, el Distrito tiene 1.843 cámaras que no sirven por diversas causas como obras, vandalización, energización, entre otras. Esto es vergonzoso y demuestra una profunda incapacidad.

Bogotá no puede seguir desconectada y esperemos que la ETB, con su nuevo presidente, reinicie y de una vez por todas encienda el router.

Andrés Barrios Bernal

Las dudas del concejal Andrés Barrios por un contrato de la Secretaría de Educación de Bogotá

El concejal de Bogotá por el Centro Democrático, Andrés Barrios Bernal, expuso en sus redes sociales su preocupación y dudas con el contrato suscrito por la Secretaría de Educación de la capital del país y la Unión Temporal Inclusión y Equidad por medio del proceso de contratación SED-LP-DIIP-005-2024 para atender a la población en condición de discapacidad en instituciones educativas.

“Llama la atención que el presupuesto asignado para la Dirección de Inclusión en 2023 fuera de $8.166.952.000 para la contratación de cerca de 410 personas para el sistema de apoyo (intérpretes de señas, modelos lingüísticos, mediadores pedagógicos y auxiliares de enfermería). En 2024 el monto destinado fue de $8.155.359.000 y se contrataron 396 personas; sin embargo, para 2025 el contrato es por $8.550.614.960 y únicamente será para la contratación de 200 auxiliares de enfermería”, dijo Barrios.

 

Dijo además que en el objeto del contrato no se tiene en cuenta a todo el personal que integra el sistema de apoyo para personas en condición de discapacidad en instituciones educativas, pues únicamente se incluyen a los auxiliares de enfermería.

“Es deber de la Secretaría de Educación explicar las razones de este cambio e informar si hay una tercerización para la contratación. Además, uno no se explica cómo en 2024 se pagó por el servicio de 213 auxiliares de enfermería $3.888.558.000 y en este nuevo contrato el valor es de $8.550.614.960 únicamente para 200 personas”, dijo.

Barrios también solicitó que la Secretaría de Educación aclare qué pasará con el personal restante por contratar y cuál será el presupuesto asignado.

“Le pido a la secretaria Isabel Segovia que aclare las razones por las cuales el año entrante el valor será muy superior y solo para 200 contratistas, evidenciando costos muchísimo más altos y una presunta tercerización. Sumado a esto, qué pasará con los demás contratistas del sistema de apoyo y cuál será el costo adicional que se asumirá”, señaló.

Por último, dijo que el Distrito ha anunciado una política de austeridad que no se estaría cumpliendo al tercerizar la contratación. “Espero que con tal de evidenciar reducciones en las OPS, no se esté tercerizando y en vez de ahorrar, lo que se tenga son sobrecostos sin tener claridad de que el servicio sea mejor”, puntualizó.

Confidencial Colombia preguntó a la Secretaría de Educación, quien respondió a través de un comunicado de prensa que se hizo un estudio de costos realizado a partir de cotizaciones recibidas mediante la plataforma SECOP II, y se determinó el valor de la licitación por $8.596.151.949 IVA incluido.

«Este valor corresponde a un proceso integral que además de la contratación de los auxiliares de enfermería por 12 meses, lo que garantiza el cubrimiento pertinente de todo el año escolar, incluye procesos de capacitación y cualificación para el personal contratado, así como todas las actividades técnicas, administrativas, jurídicas, financieras y operativas para la prestación correcta e ininterrumpida del servicio, agregando asesoría y recomendaciones para el mejoramiento del mencionado servicio», afirmó la entidad.

Acueducto de Bogotá suma unas buenas horas de racionamiento de agua al barrio Timiza en la localidad de Kennedy

A las constantes quejas de la población que habita en algunos barrios de la localidad de Ciudad Bolívar por los racionamientos los siete días a la semana a los que se han visto obligados por cuenta de que la empresa de Acueducto de Bogotá disminuye el flujo del servicio de agua al punto en que esta no sube a los pisos superiores, se suma ahora la de los habitantes del barrio Timiza y sectores aledaños en la localidad de Kennedy.

Los ciudadanos que habitan en este sector de Kennedy se sorprendieron cuando el suministro de agua les fue suspendido desde el domingo 10 de noviembre cuando el reloj marcó las 3 de la tarde. Su sorpresa fue mayor cuando llegaron las 10 de la noche y el servicio no les fue reestablecido.

 

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A lo anterior, se sumó el hecho de que hoy lunes 11 de noviembre se programó el racionamiento en toda la localidad con lo que sumarían más de 24 horas sin el servicio de agua en esta zona. A esto hay que agregar el tardío restablecimiento que normalmente se debe dar sobre las 8 de la mañana del día siguiente, sin embargo, estos ciudadanos se quejan de que el líquido llega después del mediodía y que incluso hay días en que es puesto después de las 6 de la tarde.

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Desde su cuenta de X, el concejal, Andrés Barrios Bernal, llamó la atención a la empresa de Acueducto de Bogotá porque la población de este sector no podría recoger agua para utilizar durante las horas en que el servicio estará suspendido, a lo que la entidad respondió que había un daño en esto lugar, sin suministrar ninguna solución para este sector de la capital del país, que al igual que la localidad de Ciudad Bolívar, también vive racionamientos diarios entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde, con la particularidad de que algunos edificios del barrio Timiza no cuentan con tanques de reserva.

Andrés Barrios asegura que en Bogotá las cámaras de seguridad dañadas aumentaron en un 31%

El concejal del Centro Democrático, Andrés Barrios, cuestionó la efectividad que están teniendo las cámaras de videovigilancia instaladas en la ciudad. De las 5.824 que son propiedad de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia hay 1.812 fuera de servicio.

Barrios denunció que, sumado a esto, la ciudadanía está desprotegida a la hora de solicitar las grabaciones. “Entre enero y agosto de este año, particulares y autoridades hicieron 2.483 solicitudes a la Secretaría de Seguridad, sin embargo, únicamente 683 grabaciones fueron entregadas por parte de la Policía Metropolitana, encargada de monitorear, realizar la recopilación de imágenes a través del Centro Automático de Despacho, CAD, y garantes de la cadena de custodia de información”, dijo el concejal.

 

De acuerdo con el concejal, «se evidencia que las cámaras de la Secretaría de Seguridad siguen presentado diferentes problemas. “Persisten las fallas de conectividad de la ETB, los problemas de energización, hay otras cámaras que no están operando por obras civiles del IDU. Otra de las razones para no entregar el material requerido por parte de la ciudadanía es que la capacidad de grabación oscila entre los 80 y 90 días. Sin duda, esto pone en riesgo el derecho a la seguridad que tiene la gente, pues no hay un monitoreo riguroso y a la hora de resultar víctimas de algún delito no es posible contar con material probatorio”.

El cabildante señaló que mientras en febrero de este año no servía el 25% de las cámaras, en septiembre el porcentaje llegó al 31%. “Esto se traduce en que los esfuerzos por repararlas han sido insuficientes, pese a que supuestamente se han realizado 343 mantenimientos”, dijo Barrios.

El concejal también habló de las localidades donde se presenta un alto número de cámaras dañadas pese a las advertencias. “Ciudad Bolívar tiene 491 cámaras y 190 están dañadas, Kennedy tiene 502 y no sirven 185 y Bosa tiene 473 cámaras y 120 están sin funcionamiento, por lo tanto, lo que exijo por parte de la Administración Distrital es voluntad”, señaló Barrios.

Exijamos justicia por Sofía

Los niños, niñas y adolescentes en Colombia son sujetos de especial protección, sin embargo, al enfrentarnos a casos atroces como el de Sofía Delgado, de apenas 12 años, evidenciamos que, ciertamente, esto no se cumple en nuestro país.

En una sociedad convulsionada por la falta de oportunidades, con una historia de violencia enquistada y con tantas desigualdades, la vulnerabilidad a la que se enfrentan los menores pareciera pasar a un segundo plano por parte del Estado, algo de no justificar jamás. El caso de la pequeña Sofía es reflejo de lo anterior.

 

Lo ocurrido en el departamento del Valle del Cauca, que nos toca las fibras, el corazón, y tal vez el alma, nos muestra que hemos fracasado como sociedad. Este hecho fue un acto bárbaro y merece ser condenado desde todos los rincones de Colombia.

El presunto responsable del crimen, Brayan Campo, ya tenía antecedentes por abuso. Sin embargo, había quedado en libertad por vencimiento de términos, algo que en este país sucede con bastante frecuencia. Esto evidencia que el sistema de justicia está mal, es perverso y en muchos casos termina por privilegiar a los victimarios.

Ahora bien, ¿cuál es el camino a seguir? En Candelaria, donde vivía la niña con su familia, la gente está impotente, llena de rabia y de mucho dolor. Incluso, una turba enfurecida quemó la casa y el local comercial de quien sería el homicida. Pero el principal reclamo también es al Estado, pues la niña estuvo 18 días desaparecida, mientras el municipio entero clamaba por ayuda.  

Mientras esto sucede y en el país se reabre el debate sobre la cadena perpetua contra violadores de niños, el gobierno de Gustavo Petro, con su Reforma a la Justicia, sigue enviando mensajes errados, pues en ésta se pretende modificar el artículo sobre beneficios y mecanismos sustitutivos.

Lo anterior, traería como consecuencia que homicidas, violadores y secuestradores de niños puedan tener rebajas de penas hasta la mitad. Pero en su doble moral, Petro salió a condenar el crimen de Sofía, diciendo que representa la degradación de la sociedad.

Para nadie es un secreto que, desde el inicio de su perverso gobierno, el del “cambio”, se han dado mensajes de impunidad. Por eso están libres criminales que ahora fungen como gestores de paz, lo cual representa una burla para millones de víctimas. Aquí hay una evidente falta de voluntad política del gobierno para atacar con contundencia a quienes van en contra de la ley. Petro se ha caracterizado por negociar con terroristas y criminales, abriéndoles constantemente caminos de impunidad.

En cuanto al caso de Sofía, debo decir que en Colombia tenemos que alzar la voz, exigir acciones, pues lo que pasó no puede convertirse en un caso más. Somos padres, hermanos, hijos y, como mínimo, tenemos que exigir justicia incansablemente en honor a su adolorida madre y demás familiares. Con los niños NO.

Andrés Barrios Bernal

Concejal Andrés Barrios denuncia que un usuario de TransMilenio fue lesionado al interior del sistema sin recibir atención

El concejal del Centro Democrático, Andrés Barrios, denunció el caso de Jhon Jairo Vargas Castro, un hombre que resultó gravemente lesionado el pasado 27 de agosto a las 4:30 de la mañana al interior del Sistema TransMilenio cuando se dirigía a su trabajo, sin que se activaran los protocolos de atención.

Según narra la víctima los hechos ocurrieron en el Portal de Las Américas en medio de una aglomeración de personas: “Me encontraba dispuesto a ingresar al bus y cuando lo hice me empujaron, perdí el equilibrio. Me fui de frente contra una de las sillas del TransMilenio y me pegué en el costado izquierdo del tórax, lo cual me produjo tres fracturas en las costillas 5, 6 y 7 y un golpe muy fuerte en el pulmón. En ese momento me quedé casi sin aire, con muy poca respiración y con la indolencia de muchos usuarios, quedé ahí tirado. El conductor hizo caso omiso a lo sucedido, tuve que esperar casi 15 minutos hasta llegar a la próxima estación”.

 

El concejal Barrios hizo un llamado tanto a TransMilenio como a la Secretaría de Movilidad para que expliquen por qué no se atendió el caso de manera inmediata.

“No puede ser que una persona se suba al transporte público para ir a trabajar y resulte afectada en su salud, con tres costillas fracturadas, ante la evidente negligencia y la falta de control por parte de TransMilenio en cuanto al cupo de personas que se suben en los articulados. También es importante mencionar que estas aglomeraciones se presentan a diario como consecuencia de las demoras en los trayectos y la falta de frecuencias, un tema que hemos venido denunciando desde hace tiempo atrás”, dijo el concejal.

Al respecto, TransMilenio respondió que el Ente Gestor adelanta acciones en estaciones, paraderos y portales para que el ingreso a los buses se haga en filas ordenadas con el fin de agilizar el abordaje, garantizar la seguridad y la integridad, de todos nuestros usuarios.

En un comunicado el Sistema TransMilenio dijo que en adelante trabajará para que las acciones necesarias para que este tipo de situaciones no se vuelvan a presentar.

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Una postal para la historia

Según la Organización de las Naciones Unidas todos tenemos derecho a la ciudad, que no es otra cosa distinta al “derecho de habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”, según se cita directamente en la página web de este organismo multilateral.

Hago referencia a lo anterior para explicar que en Bogotá todos cabemos y así se debe garantizar. La ciudad acoge anualmente todo tipo de espectáculos que van dirigidos a diversos públicos y, sin duda, mueven la economía local. Es por esta razón que decidí impulsar, de la mano con el Distrito, específicamente con el Instituto Distrital de Turismo y su director Andrés Santamaría, un Desfile de Autos Clásicos y Antiguos.

 

En un principio sonó como algo extraño para algunos o tal vez innecesario, pero lo cierto es que ciudades como Bogotá, a las que queremos posicionar en el plano internacional, merecen y deben tener actividades de este tipo por el impacto positivo que generan tanto para su imagen como para su economía. Ya suficiente tenemos con ser la “capital de la polisombra”, por eso considero que es nuestro deber empezar a buscar estrategias que permitan generar identidad y llenarnos de orgullo al mostrar lo que tenemos.

El Desfile de Autos Clásicos y Antiguos será el próximo 31 de agosto y engalanará las calles capitalinas, pues más de 250 reliquias recorrerán Bogotá. Se trata de vehículos que van desde 1920 hasta 1980 y que están afiliados a CAVA (Club de aficionados a los vehículos antiguos). Será un verdadero recorrido por lo que alguna vez fuimos, lo que permitirá a familias enteras evocar una parte de esa historia que nos pertenece y que por momentos olvidamos. El punto de partida será el parqueadero El Salitre, tomará la calle 63 para posteriormente avanzar por la carrera Séptima hasta la calle 134 y bajar hasta el Centro Comercial Paseo San Rafael.

No se trata de un capricho. Las más importantes capitales del mundo como Roma, Madrid, Nueva York, Londres, Ciudad de México, Buenos Aires, Berlín, entre otras, tienen un espacio exclusivo para la celebración de estos desfiles que son esperados año tras año por un público cada vez mayor dada la diversidad del espectáculo. Además, se trata de un evento gratuitito que permitirá a la ciudadanía poder contar con otro tipo de actividades culturales dentro de la oferta ya existente.

Entre los beneficiados, sin duda, estarán la hotelería y el turismo, pero también la actividad automotriz debido a la afluencia que esto genera para talleres de electricidad, mecánica, pintura, tapicería, entre otros, por la demanda en alistamiento y restauración de nuevos clásicos motivados por el desfile. Esto sin contar con el impacto positivo para otros eslabones de la economía. Si año tras año logramos institucionalizar esta actividad, atraeremos turistas colombianos y por supuesto extranjeros.

Un Desfile de Autos Clásicos y Antiguos representa historia, cultura, tradición, nostalgia, remembranza, romanticismo y mucho más para el público que ve pasar a su lado recuerdos vivientes en cada vehículo que hace parte de la multicolor caravana que nos transportará a diversas épocas. Dicen que por donde pasa un clásico siempre habrá una sonrisa y quedará una postal para la historia.

Andrés Barrios Bernal

¿Cuál Potencia Mundial de la Vida?

En la supuesta Potencia Mundial de la Vida que el gobierno de Gustavo Petro se ufana en proclamar a diestra y siniestra, lo que verdaderamente sucede es que se siembra muerte. De no ser así, el gobierno no hubiera emitido esta semana una reglamentación que garantiza el aborto hasta la semana 24.

Lo anterior, se hizo a través de una circular emitida por la Superintendencia de Salud con directrices para las EPS, IPS y entidades territoriales, argumentando su sustento en sentencias de la Corte Constitucional. 

 

Ahora bien, la realidad es que según Stanford Medicine, un feto de 24 semanas de gestación ya es capaz de sobrevivir fuera del útero de la madre. No estamos hablando de células, sino de vidas humanas ya formadas. Esta regulación desconoce por completo el mandato de proteger el derecho fundamental a la vida desde la concepción. 

Pero la situación es aún más preocupante. Esta circular de la Supersalud prohíbe a las entidades prestadoras del servicio oponerse a la práctica del aborto por razones de conciencia. En este sentido, ¿dónde queda esa misma libertad de conciencia que nuestra Constitución Política protege?

Ya en Argentina tuvimos el caso del médico Leandro Rodríguez Lastra, quien en 2019 fue sentenciado por negarse a practicar un aborto dos años antes. Tuvo que pagar una condena en prisión y este año recobró su libertad señalando que trabajará en el sector privado, pero de tener un caso similar actuaría de la misma manera.  

El hecho de obligar a los centros de salud, y por ende, a los médicos y demás personal de la institución, no solo viola su derecho a la libertad de conciencia, sino que también los obliga a faltar a su juramento hipocrático de respetar siempre la vida humana.

Este es un vivo ejemplo de que esta decisión del gobierno de Gustavo Petro, el de la supuesta vida, pisotea la autonomía de las instituciones y obliga a los médicos y enfermeras a participar en prácticas que van en contra de sus principios y valores.

Y como si esto fuera poco, la regulación excluye al padre de la decisión. En este sentido, ¿dónde está el derecho del papá a participar de estas determinaciones que también le competen? En el año 2020 en Colombia tuvimos el caso de un padre de 25 años que acudió a la justicia para impedir que su novia de 22 años con siete meses de embarazo abortara. En ese momento se hizo popular el clamor “Salvemos a Juan Se”, pues el niño iba a ser nombrado Juan Sebastián. Pese a todos los esfuerzos del padre, la mujer decidió abortar.

Esta determinación del gobierno es promovida por el exconcejal de Bogotá y actual superintendente, Luis Carlos Leal, quien no es padre de familia y por lo tanto desconoce a qué se puede ver sometido un padre al que le violan sus derechos.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos, un instrumento jurídico vinculante para Colombia, establece en su artículo 4.1 que «toda persona tiene derecho a que se respete su vida» y que este derecho «estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción».

Pero además, las cosas como son. Se llama aborto. En los últimos años se ha desatado una batalla cultural por el lenguaje, en la que con eufemismos se pretende dibujar lo malo como bueno y viceversa.

Qué quede claro: interrupción no es igual a terminación. Explico esto diciendo que la interrupción deja latente la posibilidad de reanudación. Pero la vida si termina no tiene posibilidad de reanudación, es decir: aborto, que se traduce en terminación violenta inducida provocando la muerte del neonato.

Concluyo diciendo que, en el caso de Bogotá, entre 2017 y 2022 se realizaron 53.987 abortos en las diferentes instituciones prestadoras de servicios tanto públicas como privadas. Y ahora, con esta circular el panorama seguramente será peor. Un bebé inocente no puede pagar las consecuencias de las decisiones de sus padres. Es nuestro deber proteger a los más vulnerables y alzar nuestra voz como promotores de la vida y de la familia.

Andrés Barrios Bernal

Concejal Andrés Barrios asegura que el 63% de las cámaras en TransMilenio no sirven

El concejal del Centro Democrático reveló los resultados de un seguimiento que viene haciendo a la vigilancia a través de cámaras de seguridad en Bogotá en donde encontró en esta ocasión que en el sistema TransMilenio, 63% de las cámaras de la Secretaría de Seguridad en las estaciones presentan problemas.

“Resulta alarmante que la Secretaría de Seguridad responda que tienen 164 cámaras de su propiedad en estaciones de Transmilenio, de las cuales hay 104 fuera de servicio. Es decir, que el 63% están de decoración, pues presentan fallas en conectividad o fueron afectadas por vandalismo”, dijo el concejal Barrios.

 

Alertó que tres estaciones de TransMilenio tienen instaladas cámaras de la Secretaría de Seguridad y ninguna funciona.

“Las estaciones Av. Jiménez y Portal Américas tienen todas las cámaras dañadas, mientras que la estación Ricaurte tiene el 76 por ciento sin funcionar. Lo más preocupante es que entre enero de 2020 y febrero de este año en la estación Jiménez se presentaron 1247 hurtos, en las Américas 314 y en Ricaurte 638”, añadió Barrios.

El cabildante hizo un nuevo llamado al Distrito para que se tomen cartas en el asunto y sean reparadas en su totalidad las cámaras dañadas, tal y como se estableció en el Plan Distrital de Desarrollo.

Y las cámaras, ¿para cuándo?

Bogotá, una capital con ocho millones de habitantes según el DANE, solo tiene en sus calles 5.828 cámaras de videovigilancia que pertenecen a la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia. Desde el Concejo ya se ha denunciado que solo el 20 por ciento de la ciudad está vigilada con cámaras, es decir, únicamente 152 kilómetros cuadrados.

Sumado a este déficit, en la era Galán, aumentó el número de cámaras de videovigilancia que están dañadas. Explico lo anterior diciendo que pasamos de tener un 25% a un 32% de cámaras de videovigilancia que no funcionan. Mientras que en abril eran 1.464 cámaras de videovigilancia sin servicio por fallas de energización, conectividad, obras civiles, mantenimiento o vandalismo, hoy son 1.855.

 

Lo anterior, implica que el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo – C4, no esté monitoreando en tiempo real lo que sucede en las calles de la ciudad, en donde los actos delictivos y la criminales son pan de cada día. El jueves pasado, por citar un ejemplo, la casa de un líder social en Ciudad Bolívar fue atacada con cuatro impactos de bala. Y hace 15 días, en esa misma localidad, la reconocida lideresa social Alba Rocío Riaño perdió la vida tras haber sido víctima de un atentado.

Pero, al consultar al Distrito sobre lo que está sucediendo con las cámaras de videovigilancia dañadas, lo que responden es que esto se debe a múltiples factores, que incluso varían, razón por la que no hay una fecha exacta de reparación. Y la cereza del pastel, únicamente estiman tener el 75 por ciento del sistema en óptimas condiciones aproximadamente en diciembre.

En localidades como San Cristóbal y Santafe solo funciona el 40 por ciento de las cámaras de videovigilancia, situación de la que seguramente se aprovechan los delincuentes para acechar a la población. San Cristóbal tiene 348 cámaras de las cuales 208 no sirven. En el caso de Santafe, son 304 y no están en funcionamiento 182.

Pero esta historia se repite en todas las localidades de Bogotá. Los Mártires tiene 238 cámaras de videovigilancia y 120 dañadas; Rafael Uribe cuenta con 315, pero 108 sin funcionamiento; Kennedy, 506 y 184 sin reparar, solo por mencionar algunos casos.

Recién inició la administración de Carlos Fernando Galán se anunció que una de las estrategias de seguridad consistiría en fortalecer el uso de cámaras y seguimiento con dispositivos, pues la tecnología debía estar al servicio de los desafíos de ciudad; sin embargo, vemos cómo claramente la promesa dista de la realidad.

El uso de cámaras no solo es una herramienta para los procesos judiciales, para identificar zonas de delincuencia o modus operandi de bandas dedicadas al crimen, sirve también como mecanismo para ir hacia una sociedad disciplinada.

En Bogotá también vale la pena preguntarse qué ha sucedido con la incorporación de cámaras de reconocimiento de placas – LPR y multisensor, con visual de 360 grados, que se anunciaron finalizando la administración anterior y que prometían ser una gran solución hacia los problemas de inseguridad. 

Y, la pregunta del millón, ¿Cómo es que una alcaldía que se elige con la premisa de que Bogotá caminará segura tiene más cámaras dañadas de las que recibieron en ese estado? sinceramente, es de no entender.

Otrora, en el Plan Distrital de Desarrollo incluimos desde el Concejo de Bogotá una proposición para que se haga mantenimiento periódico de cámaras de videovigilancia, razón por la que exigimos el cumplimiento de lo acordado de forma inmediata.

Andrés Barrios Bernal

Seis meses de la era Galán, ¿Bogotá camina segura?

Homicidios, hurtos, extorsiones, intentos de secuestro, entre otros delitos, hacen parte del alarmante panorama que padecemos a diario en Bogotá. Combatir la criminalidad y la delincuencia en las calles es el “caballito de batalla” del alcalde Carlos Fernando Galán y de su equipo de gobierno.

Según la más reciente encuesta de Invamer el principal problema que dice tener la ciudadanía es la inseguridad, con un 56,5 por ciento. Como era de esperarse, ante esta realidad, la aprobación de Galán, que ya completa seis meses en el cargo, tuvo una fuerte caída al 47 por ciento; perdió 12 puntos de aceptación entre abril y junio. Sin duda, las acciones en seguridad no son suficientes para un amplio sector de la población y para algunos carecen de carácter.

 

En ese sentido, también soy de los que considero que las decisiones deben ser contundentes y sin titubeos, pues Galán prometió que Bogotá caminaría segura y eso no está ocurriendo. Además, no se entiende cómo el alcalde pretende obtener resultados diferentes a los del último cuatrienio si sigue gobernando con la gente de la exalcaldesa Claudia López. A ella le quedó grande la ciudad y la seguridad ni se diga. Una de las consecuencias es que durante su periodo tuvimos la aterradora cifra de más de 620.000 víctimas de hurto en diferentes modalidades.

Es evidente que Galán recibió una “papa caliente”. En lo que va de este 2024 los casos de extorsión incrementaron en comparación con el año anterior, así como los delitos sexuales y las lesiones personales. Sin embargo, aunque ocho delitos de alto impacto sí han tenido reducciones, en medio del caos que afrontamos es poco notorio y la ciudadanía lo que espera es poder transitar en paz de una vez por todas.

Además de los temas de seguridad, el alcalde debe actuar con mayor contundencia en problemáticas que van de la mano, como por ejemplo el consumo de sustancias psicoactivas en el espacio público. Seguimos teniendo, ante la mirada apacible del Distrito, bandas delincuenciales que se nutren de este negocio. Y aún más preocupante, se han apoderado de parques y entornos escolares. Prácticamente, los jíbaros desplazaron de estos lugares a las familias, que ya ni se asoman por miedo a la inseguridad o por el peligro que representa que niños, niñas y adolescentes puedan caer en el abismo de las drogas.

En este aspecto hay que reconocer que la Administración de Galán falló al decir que emitiría un decreto para establecer lugares libres de drogas, esto nunca pasó y las intenciones por hacerlo al parecer son cada vez menores. Así las cosas, se debe recordar que está vigente el decreto 825 de 2019 y éste tiene que cumplirse con mayor determinación.

Galán y su gabinete le deben cumplir a la ciudad. Es imperativo incorporar con eficacia las metas trazadas en el Plan Distrital de Desarrollo, que también corresponden a las voces ciudadanas que participaron de su construcción por medio de las mesas de trabajo que se realizaron durante varias semanas.

La tecnología tiene que ser aliada. El mantenimiento de cámaras y la interconexión entre los sistemas de videovigilancia del sistema de transporte con el C4 son aspectos clave a incorporar, pues contribuirían a la desarticulación de bandas dedicadas al hurto.

En Bogotá no puede seguir pasando que, sumado a que escasean cámaras de videovigilancia, nos damos “el lujo” de tener más de 1.400 fuera de servicio, como se evidenciaba en el primer trimestre de este año.

Ya van seis meses de la era Galán y su gobernabilidad debe mantenerse, para ello, el factor seguridad será la vara con la que será medido.

Andrés Barrios Bernal

Envenenados por las drogas

¿Qué tan fácil es que nuestros niños tengan acceso a las drogas? La realidad es alarmante. En el 2023, la Secretaría de Educación, por medio del Sistema de Alertas, registró 6.431 casos de consumo de sustancias psicoactivas por parte de niños, niñas y adolescentes en Bogotá. En el primer trimestre de este año, la cifra fue de 1.034 casos.

Causa gran preocupación que sea en los entornos escolares donde los menores resulten más expuestos a estar cerca del veneno de las drogas. Esta semana revelé el dramático testimonio de un padre de familia quien saca a la luz que profesores de tres colegios distritales de Ciudad Bolívar, han sido amenazados o se han visto obligados a pedir traslados por temor a represalias tras denunciar la situación al interior de las instituciones. Los jíbaros los tienen azotados y, en algunos casos, se valen de los estudiantes para la venta de estupefacientes al interior de las aulas. Esta es una problemática que está presente en todos los sectores y localidades de la ciudad.

 

Pero, ¿cómo actuar ante esta realidad? En los casi seis meses que ya completa esta administración, no se ha expedido el decreto para reglamentar el consumo en parques y entornos escolares, pese a que se le había prometido a la opinión pública. Es por esta razón que, como padres, ciudadanos y desde nuestras dignidades políticas, debemos exigir el cumplimiento del decreto 825 de 2019 que se mantiene vigente.

Sumado a eso, la Corte Constitucional, en una de sus más recientes sentencias, la T-004 de 2024, hace un llamado a padres de familia y autoridades escolares para evitar el consumo de sustancias psicoactivas en los colegios. Agrega la Corte que se requieren estrategias coordinadas con el fin de abordar esta problemática y sus causas. Este llamado fue hecho al resolver el caso de Camila, una estudiante quien había sido sancionada con educación extramural por la supuesta fabricación, promoción y venta de brownies con marihuana. Sobre este hecho, la Corte advirtió que “prima el interés superior de la adolescente y que es deber del Estado, la familia y la sociedad evitar riesgos prohibidos, como es la disponibilidad y el consumo de sustancias psicoactivas”.

Ante este pronunciamiento, cuyo mensaje es claro, debemos seguir insistiendo en acciones que eviten que los niños, niñas y adolescentes caigan en el abismo a las drogas.  Actualmente, la marihuana es la sustancia que los estudiantes manifiestan que pueden conseguir con mayor facilidad (20,5%), seguida del Popper (12,0%), la cocaína (7,5%), el basuco (7,3%), el éxtasis (5,1%) y Dick, Ladys y Fragancia (4,9%). Esto lo que nos demuestra es que el acceso a drogas en espacios donde los menores permanecen es amplio y no está siendo controlado de forma eficiente el consumo, porte y distribución de estas. Para hacer frente se requiere el trabajo articulado entre las secretarías de Seguridad, Educación y Salud, sobre todo, en los 92 entornos escolares que indicaron que priorizarán.    

Asimismo, es necesario que las acciones estén encaminadas a concientizar mediante la pedagogía, pues desde la entrada en vigencia del Decreto 825 de 2019, se han impuesto un total de 167.510 comparendos; sin embargo, cabe preguntarse si esta medida ha sido efectiva o por el contrario es un saludo a la bandera, pues solo han sido pagados 2.597, eso equivale únicamente al 1,5% del total.

Concluyo diciendo que es realmente preocupante el aumento de consumo en menores entre los 6 y los 11 años, que llega a un 37%. Pero lo más grave es que la pasividad frente a este tema le está generando a la ciudad, la prevalencia de unos derechos sobre otros, y lastimosamente, no son los de los menores de edad. 

Andrés Barrios Bernal

De racionamiento en racionamiento

Nos encontramos en el octavo ciclo de racionamiento de agua en Bogotá, dos meses ya han pasado desde que el alcalde Carlos Fernando Galán anunció la restricción y, vale la pena preguntarse, ¿qué tanto ha servido esta medida? y ¿cuál es el impacto?

El agua no es eterna, y muchos lo sabemos. Por eso, desde que se anunció que los niveles de los embalses estaban en puntos críticos y nunca antes vistos, incorporamos en nuestros hogares estrategias como tener baldes en la ducha, bañarnos en menor tiempo (hasta con temporizador), lavar la ropa cada quince días, entre otras medidas. En definitiva, no nos quedamos de brazos cruzados.

 

En su balance de los primeros 45 días de racionamiento, el alcalde indicó que se habían ahorrado más de 7 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a 2.913 piscinas olímpicas (miden 50 metros de largo por 25 metros de ancho y tienen una profundidad de 2,7 metros).Galán, agregó que, sumado a las lluvias,la estrategia ha resultado en un aumento de 15 puntos porcentuales en el nivel de los embalses de Chuza y San Rafael, que componen el Sistema Chingaza, los cuales nos proveen el 70% del líquido que consumimos en Bogotá.

Sin embargo, expertos han señalado que el aumento en los embalses responde a la llegada de las lluvias y no necesariamente a las medidas de racionamiento adelantadas.

Un dato no menor, en este primer corte del racionamiento, en solo una ocasión la ciudad alcanzó la meta del consumo que se planteó. En ese sentido, se hace necesario repensar si las decisiones tomadas hasta la fecha han sido eficaces.

Bogotá y Colombia entera deben optar por incorporar campañas de cultura ciudadana. Y digo el país porque hoy la crisis la afrontamos en la capital, pero mañana podría llegarle el turno a otro.

Vale la pena preguntarse si estas medidas restrictivas que hasta el momento se han determinado generan una cultura del ahorro o si por el contrario lo que logran es el efecto contrario, pues motivan a la gente a la acumulación de agua. Un ejemplo claro frente a lo anterior se observa en las propiedades horizontales con los tanques de reserva. Estos son llenados el día antes de la restricción para su uso en el racionamiento y posteriormente vuelven a ser llenados, causando un gasto adicional.

También, es momento de empezar a incorporar estrategias como las incluidas en el Plan de Desarrollo. Una de ellas consiste en brindar incentivos no económicos a quienes ahorren. También, implementar mecanismos y programas de educación ambiental en los colegios, además de llevar a que la ciudad tenga un consumo diario que alcance los 15 metros cúbicos por segundo.

Según la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Aquae gastamos en promedio 100 litros de agua en una ducha de cinco minutos; Comparativamente, es lo mismo que se puede tomar una persona en 50 días.

Y este dato no es menor, la OCDE estableció que Colombia es el país que más extrae y consume agua cada año. De forma aún más preocupante, según un informe del Centro de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de la Sabana, desperdiciamos cerca del 43% del agua potable. Es decir, ya va siendo hora de pensar una Política de Estado, para el ahorro de agua en el territorio nacional.


Por último, cuando las alarmas se prenden hay que escucharlas y atenderlas. Hace diez años, estando Gustavo Petro de alcalde, el estudio “Metabolismo hídrico de Bogotá, D.C.” de la Universidad Central advertía que en treinta años la pérdida del líquido había aumentado en un 60 por ciento y que para el 2025 llegaría a un 70 por ciento. ¿Qué se hizo? la respuesta está en la realidad actual. Con discursos y carreta no es cómo se soluciona ni se hace frente a las problemáticas medioambientales. En ese entonces, el alcalde y hoy presidente de Colombia, tenía  que actuar.

Andrés Barrios Bernal