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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Ángela María Robledo

«Somos más que petróleo y violencia»: habitantes de Arauca

Como personas constructoras de paz y defensoras de derechos humanos, ocho integrantes del movimiento Defendamos La Paz el cual se originó a raíz de las tentativas de Iván Duque de destruir dentro del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y condiciones de no repetición, la Justicia Especial para la Paz -JEP-   viajamos a Arauca e iniciamos una travesía desde su capital que nos llevó a distintos lugares de este extenso   departamento.

Nuestro recorrido   nos permitió atravesar múltiples veredas y pueblos   y detenernos en algunos lugares, para realizar distintas reuniones con líderes y lideresas de la región. En Arauca la   capital, visitamos el llamado Centro de los Mártires, un lugar abandonado y presa del olvido. Nos desplazamos luego a Filipinas, donde encontramos el ETCR, territorio en el cual habitan hoy cerca de 350 personas, 180 reincorporados y decenas de niñas y niños. En Tame tuvimos reuniones con lideres políticos, lideresas víctimas de la violencia, empresarios y comerciantes del pie de monte araucano. Visitamos Corocito una vereda donde se desarrolla un proyecto agro-industrial para el procesamiento del   plátano que cuenta   con el apoyo del gobierno local y de cerca de 600 familias campesinas, quienes lo cultivan.   En Arauquita uno de los municipios golpeados por la nueva ola de violencia, nos reunimos con el alcalde, líderes y lideresas de defensores de derechos humanos y con jóvenes del municipio. En todos los testimonios que escuchamos está presente la esperanza por la paz total y también mucho dolor.

 

La exacerbación de las violencias que lleva décadas en la región, pero que se ha recrudecido en el último año, inicia con un hecho macabro: el asesinato de 22 personas, cuyos cadáveres fueron arrojados en las carreteras el 2 de enero. Poco después a manera de retaliación se puso un carro bomba en Saravena que destruyó un edificio en el cual operaban varias organizaciones sociales de la región. Hoy el enfrentamiento entre el ELN y las disidencias de las Farc-ep – frente 10 y frente 28 –   ha dejado más de 350 personas muertas, convirtiendo a Arauca en el departamento con la tasa más alta de homicidios, según el Informe del Observatorio de derechos humanos, violencia y conflictividades.

Habitantes  de Arauca exigen :  parar la guerra ya ;retomar el espíritu del acuerdo que se pactó en  el l 2010  entre estas  guerrillas  , denominado “ No más confrontación entre  revolucionarios “ el cual fue propiciado por  la iglesia, la sociedad civil y la Comisión de Conciliación y paz; apoyo psicosocial a las víctimas del conflicto armado ;  adelantar un  acuerdo humanitario que frene el asedio sobre la población civil, el  reclutamiento de menores de edad, el  desplazamiento y confinamiento  en  cual se sobrevive en   algunas veredas  ;  anhelan  el cese al fuego no sólo para estos días de navidad y año nuevo,  sino como una  decisión radical de” silenciar los fusiles” .

Encontramos  una población que apoya de manera decidida la paz total y el   proceso de negociación del gobierno de Gustavo Petro con  el ELN ; la apertura de la frontera con el pueblo hermano de Venezuela ; comparten la esperanza de vivir en un país en paz  con justicia social y demandan  la presencia integral  de un Estado que hasta hoy  les ha mantenido en el olvido y la guerra; consideran que el petróleo sólo les ha traído más violencia y que las grandes petroleras que han explotado su territorio,  poco les ha dejado. Consideran que esta llamada “riqueza “que les han extraído, sólo ha dejado   pobreza y dolor por doquier. Expresan también una enorme preocupación por la gobernabilidad en el departamento. Dos de sus gobernadores están en la cárcel y la actual mandataria, tiene un proceso en la Procuraduría, el cual podría terminar muy mal.

Ofrecen convertirse en despensa agrícola    para Colombia y para la región latinoamericana y cuentan con las condiciones para hacerlo. A nuestro paso, pudimos observar amplios cultivos de plátano, arroz y cacao. Saben de   su fortaleza para ofrecer carne y leche, pero no cuentan con infraestructura que les permita disminuir los costos de transacción que implica el transporte. Tampoco cuentan con condiciones para el procesamiento de sus cultivos y de estos insumos. Los cítricos y el maíz también son hoy oportunidad para    aportar a la política de seguridad y soberanía alimentaria que ha planteado el gobierno de Gustavo Petro.

Quieren quedarse en su tierra porque ha sido el lugar de sus ancestros.  Allí está su vida, allí   crecieron, allí está su cultura, su presente, sus sueños colectivos y su fuerza como pueblo araucano.

Hoy cuando escribo este texto, resuenan las voces de las personas de quienes nos acompañaron en nuestras reuniones. Recuerdo especialmente los rostros de las mujeres, la fuerza de sus testimonios, sus biografías enraizadas en el dolor, pero también en la dignidad.  En sus reclamos hay rabia, pero siempre hay propuestas. Exigen parar la guerra y enfrentan la adversidad cotidiana, acechante y en ocasiones letal frente al cuidado de la vida. En el último encuentro en Arauquita una lideresa campesina, defensora de derechos humanos nos pidió contarle   a este país tan roto por la guerra que, desde este territorio hermoso, pero también bañado en sangre, ellas, las mujeres   son fuerza de vida y de paz.

¡Los queremos libres!

Cuando escucho con el corazón en la mano y con esperanza   que los jóvenes de la primera línea podrán salir de las cárceles colombianas, para convertirse en gestores de paz, siempre recuerdo fragmentos de la hermosa canción que Mercedes Sosa interpretó a su regreso del exilio, la cual dedicó a las madres y sus hijos, quienes habían sido asesinados o estaban encarcelados por la dictadura en   Argentina:

Como un pájaro libre, de libre vuelo,

 

Cómo un pájaro libre, así te quiero.

Nueve meses te tuve creciendo dentro,

Y aún sigues creciendo y descubriendo

Descubriendo, aprendiendo a ser un hombre

No hay nada de la vida que no te asombre…

Durante el estallido social en el año 2021   quienes salimos a acompañar la indignación que existía en Colombia por las medidas tomadas durante la pandemia por el gobierno de Iván Duque, cuyos antecedentes de protesta social durante los últimos años, especialmente entre los jóvenes, los podemos encontrar en las movilizaciones estudiantiles durante el gobierno de Juan Manuel Santos.  Este gobierno presentó ante el Congreso de la República un proyecto de ley para reformar la ley 30 de 1992 que buscaba literalmente privatizar las universidades públicas. Fue desde la Mesa Amplia Nacional por la Educación conocida como Mane, el apoyo de congresistas del Polo y del Partido Verde que contó con la solidaridad de las familias y de sectores de la sociedad colombiana, que logramos mediante audiencias, foros, plantones y grandes marchas, que la ministra de la época María Fernando Campo retirara el proyecto.

Luego vendrán las protestas estudiantiles del 2019 para exigir mayor financiación para   las universidades públicas y el estallido social, en cual la presencia de los jóvenes fue el motor para mantener viva la indignación y la presión sobre el gobierno. Con estas movilizaciones se lograron hundir dos proyectos de ley corte neoliberal, en tiempos de pandemia e incertidumbre: la reforma tributaria y la reforma a la salud. Allí el protagonismo de la llamada Primera Línea jóvenes quienes salían a las calles, en ocasiones encapuchados y provistos de escudos de lata y palos quienes enfrentaban la barbarie policial, fue una expresión de un grito de desesperanza y al mismo tiempo de resistencia.

Algunas de sus consignas le recordaban a este país el olvido y la exclusión, condiciones en las cuales habían transcurrido sus vidas, las de sus madres y padres e incluso las condiciones de violencia y pobreza en las que habían vivido sus abuelas y abuelos. Aún recuerdo sus gritos en las calles: Nos han quitado todo, hasta el miedo; sino hay quienes nos defiendan a quienes protestan, luego no va a haber quién proteste; por el derecho a la capucha; esta guerra no es nuestra. La movilización fue enfrentada por Iván Duque con crudeza y represión, sin límites. Informes de organizaciones como Indepaz, Temblores y la visita de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH confirmaron la violencia ejercida por el Estado en especial sobre los jóvenes l. Hoy muchos de ellos están detenidos mediante operativos que se desplegaron, como si se tratara de terroristas.

En una conmovedora columna  publicada en el diario del Espectador el rector de la Universidad Pedagógica Alejandro Álvarez nos cuenta la historia de un joven estudiante de biología de esta Universidad , Santiago Márquez Charris , quien tiene 17 años y  se encuentra preso en una cárcel  de alta seguridad en Palogordo , en  Girón investigado por concierto para delinquir , lanzamiento de objetos peligrosos y perturbación de medios de transporte , detenido en noviembre de 2021.Comenta  el rector que la  abogada de Santiago  señala que la denuncia contra el joven  es “ una fuente humana no formal, quien se convirtió  en un agente infiltrado “  Santiago era reconocido por sus compañeros  como un estudiante aplicado, líder, vocero y altruista .  Como Santiago hoy tenemos decenas de jóvenes quienes su delito ha sido soñar y buscar un mejor país y exigirle al Estado y la sociedad poder realizar sus sueños en el marco del reconocimiento de sus derechos humanos.

Cito un fragmento de la carta que Santiago le entregó a Alejandro cuando fue a visitarle “… le contaba al padre de un amigo, que cuando me graduara, iría a dictar clase a una cárcel, era un sueño, decía que la pedagogía debía estar, dónde se necesitaba …sigo convencido de lo mismo…ahora soy monitor, una especie de profesor… “

Con la propuesta del presidente Gustavo Petro la cual está amparada en la ley de Paz Total, de liberar a los jóvenes de la Primera Línea para ser gestores de Paz, Santiago y muchos jóvenes más, podrán acompañar la canción de Mercedes Sosa:

¡Cómo un pájaro libre le libre vuelo, como un pájaro libre así te quiero!

Nota:  Va mi especial saludo y mi mayor deseo para quienes habitamos este país en el cual no muere nunca la esperanza y nuestro anhelo de paz.

 

La desigualdad sí mata

El Señor Polo Polo en su grotesca sustentación, en el Congreso de la República, de la ponencia que pretendía hundir el proyecto que crea el Ministerio de la Igualdad lanzó sin ninguna vergüenza, la siguiente afirmación: la desigualdad no ha matado a nadie. Con esa gran mentira, dicha a “boca de jarro “pretendía ocultar la cruel desigualdad en la que hoy en día viven millones de personas en el mundo y en Colombia, uno de los países más desiguales del mundo.  También buscaba negar las afectaciones letales que produce la desigualdad.

Vale la pena recordar que la desigualdad no es sólo una violación a los derechos humanos y a la dignidad humana, sino que reduce la capacidad que tenemos los seres humanos de ser, existir, resistir.

 

En enero del 2020 Oxfam Internacional publicó un estudio que tituló:  La desigualdad mata. Algunas de las cifras más impactantes de la investigación son la siguientes: los 10 hombres más ricos del mundo, han duplicado su patrimonio en los últimos años, mientras que en   el 99 % de la población mundial, se habrían deteriorado sus condiciones de vida, a causa de la pandemia. Las afectaciones del Covid-19 han golpeado en mayor medida a comunidades raciales, mujeres y jóvenes. De igual manera las desigualdades entre países se han ´profundizado. Se documenta cómo se está fracturando el mundo entero.  Nos cuentan cómo “las desigualdades contribuyen a la muerte de cómo mínimo, una persona cada cuatro segundos “. Esta cifra:  21.300 personas mueren al día a causa de la desigualdad, produce escalofrío.  En el mundo: 5.600.000 de personas mueren por razones de salud; 2.100.000 mueren por hambre; 232 .000 por razones del cambio climático. También nos recuerdan en el texto que las grandes empresas fueron las que monopolizaron las vacunas para el covid-19 y los tratamientos que resultaban imprescindibles, para proteger la vida de millones de seres humanos fueron manejados como un gran negocio.

En otro estudio realizado por Oxfam   por La Dra María Eugenia Villamizar quien fuera asesora de la Cepal para asuntos de género y exfuncionaria del Dane llamado:  El impacto del Covid 19 y la ampliación de brechas de desigualdad en Colombia se evidencia   a través de múltiples análisis conceptuales, cifras, cuadros que no sólo vivimos en una enorme desigualdad, sino que enfrentamos una “crisis civilizatoria “que exige cambios radicales y democráticos. Con su trabajo   María Eugenia aporta   a la afirmación de Joseph Stiglitz en términos de que “el grado de desigualdad que existe en el mundo, no es inevitable, no es consecuencia de leyes inexorables de la economía. Es cuestión de políticas y estrategias

Al leer la investigación recordé también apartes de dos textos que he leído recientemente:    la ciudad de las diosas de Nancy Fraser y una breve historia de la igualdad de Thomas Piketty  en los cuales se ratifica el carácter  de construcción social, histórica y política de la desigualdad .  Su presencia a través de las relaciones propias del capitalismo salvaje como lo llama Fraser ha producido una crisis económica, una crisis de la reproducción social, ambiental y política, las cuales muestran el fracaso de las políticas neoliberales.  Un capitalismo que invade todos los ámbitos de la vida y destruye las condiciones de supervivencia humana y de las otras especies.  En la introducción de su trabajo la autora nos alerta sobre los impactos del l cambio climático; la fragilidad de las democracias en el mundo; las guerras y las migraciones. El peligro de la Casa grande.

En esta investigación también se documenta   la obscena desigualdad en Colombia   como resultado de las políticas públicas que han contribuido a profundizarla. Políticas que se tramitan bajo un manto de aparente legalidad.  Desigualdad exacerbada por la guerra, la pobreza   y la fragilidad del Estado social. Un Estado débil, paquidérmico que en nuestro país acogió el mandamiento del Consenso de Washington, cuyos efectos quedaron al desnudo con la pandemia.

¡Estas investigaciones serían suficientes para desvirtuar las mentiras del Señor Polo Polo y la Sra Cabal. Oponerse a un proyecto cuando hace trámite en el Congreso de la República   es un derecho de los congresistas, lo que resulta inadmisible es incurrir en un sartal de mentiras como lo hicieron estas personas, queriendo tapar el sol con un dedo!

La desigualdad en Colombia existe y además mata .

¿Universidades colombianas libres de violencias?

Esta pregunta cobra cada vez más relevancia de cara a lo que ocurre en los campus universitarios en Colombia. Denuncias de cientos de estudiantes    que reportan cómo han sido acosadas de múltiples formas por sus profesores, directivas y también por sus compañeros. Aulas, bibliotecas, plazas y rumbas, se han convertido en espacios inseguros, peligrosos. Relaciones con profesores donde   evaluaciones, resultados de trabajos, acreditación de prácticas pasan, por someter a las alumnas, en especial a las mujeres, al mandato patriarcal de ser dominadas, tocadas, abusadas, violadas y callar, callar siempre. Cátedras en las que las   jóvenes son enviadas a la casa “a cocinar y a lavar “porque según dicen los profesores no están a la altura de las exigencias académicas de un régimen patriarcal de producción de conocimientos.

Y hay que recordar que el patriarcado siempre ha estado í presente en la cotidianidad de la vida académica: filósofas invisibilizadas por sus colegas, literatas que son desconocidas en convocatorias    para adelantar proyectos o participar en concursos., carreras que parecerían estar vetadas a las mujeres. Estas son sólo tres situaciones de muchas que viven las mujeres en las universidades.  Quizá   la diferencia hoy en día  es que las prácticas de sometimiento y  ley del silencio se rompieron y ello ha ocurrido  tanto por el activismo  que han adelantado las  colectivas feministas y los movimientos LGBTIQ+  en el campus universitario, como por el trabajo  de  grupos de académicos y e investigado@s quienes han entendido que hay una guerra contra quienes se atreven a desafiar los mandatos moralizadores de los   agresores y se han puesto en la tarea  de deconstruir cultural, social y académicamente  ese régimen, el patriarcado,   que en ocasiones ha resultado letal.

 

Poco a poco en las universidades colombianas se empiezan a abrir espacios para la discusión sobre un asunto que resulta tan espinoso. Hay una interesante emergencia de grupos de investigación, grupos de estudio de profesoras y estudiantes, semilleros, foros y mucho activismo dentro y fuera de las universidades para exigir espacios seguros e iniciar también reflexiones en torno a epistemologías feministas que sean reconocidas como otras formas de acercarse a la producción de conocimiento y al encuentro de saberes.  Podría decir que todo ello ha contribuido   a feminizar las universidades para que la ética del cuidado sea el principio que impregne las relaciones sociales y académicas que allí se despliegan.   La recomendación de algunas de las investigaciones adelantadas en las universidades y las realizadas por ONG´s defensoras de derechos humanos es que el abordaje para enfrentar las violencias de género, debe ser estructural y dejar de considerar que es un asunto marginal en el cual sólo están involucradas las mujeres.

Los protocolos que hoy rigen en algunas de las para prevenir y atender las violencias de género son un primer asomo que vale la pena destacar, pero la alerta que se he puesto, especialmente desde las colectivas, es que se cumplan y las instituciones cuentes con la información, los mecanismos, las instancias y los recursos para cumplir su propósito: erradicar las violencias de género y contribuir al cambio cultural.

Tuve la oportunidad de participar la semana pasada en la presentación del  Protocolo   para la prevención , atención, atención y sanción de las violencias basadas en género en la Universidad Pedagógica Nacional   un trabajo sólido y rigurosos desarrollado por un grupo de profesoras de la Universidad, cuyo propósito es : generar herramientas de  sensibilización, apropiación y actuación de las  acciones pedagógicas y disciplinarias para avanzar en la construcción de una cultura de los derechos humanos y el buen vivir. Allí estuvo presente el Rector Alejandro Álvarez, Vicerrectoras, profesores y profesoras, colectivas feministas y muchos estudiantes quienes fueron invitados a leer el protocolo, a enviar sus aportes   y a apropiarse de él como un medio para aportar a la justicia de género en su Universidad. Fue una bonita experiencia que debería repetirse en muchas universidades colombianas.

Termino este texto con una frase que la Profesora Alanis Bello dijo en el panel, al cual fuimos invitadas por la Universidad, para conversar sobre política de género y violencias: necesitamos una universidad donde todos los cuerpos sean posibles, donde cada vida cuente para ser vivida, una universidad donde se enseñe y se aprenda el cuidado.

Maestras y maestros: trabajadores de la cultura

Por estos días la Federación Colombiana de Educadores – Fecode – y la comunidad educativa celebran 40 años del Movimiento Pedagógico. Movimiento cuyo propósito fue, en palabras del profesor Oscar Saldarriaga “poner en el centro del debate educativo, la PEDAGOGÏA   e identificar el oficio del maestro desde el saber y la práctica pedagógica” conceptos que a manera de “caja de herramientas “permitieran reconocer el trabajo de las maestras y maestros en las escuelas colombianas. El movimiento buscaba también   enfrentar las condiciones globales que pretendían convertirlos en instrumentos de reproducción de la cultura o en subalternos de las llamadas Ciencias de la Educación como la psicología, la antropología, la sociología, con la pretensión de despojarles de su saber y de la especificidad de su trabajo como pedagogas y pedagogos.  El Movimiento fue presentado por Abel Rodríguez maestro y presidente de Fecode en el marco del Congreso Pedagógico Nacional en la ciudad de Bucaramanga.  Abel Rodríguez es considerado uno de los inspiradores   de ésta monumental tarea.

El Movimiento Pedagógico propició de manera inédita en nuestro país, un encuentro diverso y rico en prácticas y saberes entre   maestros y maestras, sindicalistas, investigadores sobre la escuela y la pedagogía, universidades, integrantes de ONG quienes trabajaban en procesos de educación popular y alternativa.  Se gestó así todo un movimiento de resistencia de cara a las corrientes funcionalistas y tecnocráticas y a los mandatos de la banca internacional que pretendían convertir a los maestros en técnicos del proceso educativo. Estas pretensiones tecnocráticas querían maestras y maestros inmersos en su trabajo de día a día en medio de una tarea totalmente planificada a través de diseños de procesos de aprendizaje, formatos, guías interminables. La dupla enseñanza-aprendizaje sinónimo del vínculo pedagógico entre maestras y alumnas, desaparecía. Los procesos de aprendizaje se centraban   en el alumno, las guías pretenden sustituir a los maestros, la tecnología educativa se paseaba por el Ministerio de Educación y se tomaba los procesos de formación de maestras y maestros.

 

El Movimiento Pedagógico fisura esa ola hegemónica de la tecnología educativa.  De nuevo cito las palabras del profesor Saldarriaga:   la escuela se convierte así en un escenario de batalla entre la tecno-ciencia y las culturas, en plural. El Movimiento orienta toda su fuerza investigativa y creadora hacia el reconocimiento   de   la condición de las maestras y maestros como trabajadores de la cultura. Esas culturas ancestrales, diversas, ricas en historia y experiencia.  Dos grupos de investigación enriquecen en esos primeros años   esta orientación, para inclinar la contienda hacia lo pedagógico y cultural. El grupo del Maestro Carlo Federici conformado por profesores de la Universidad Nacional y el grupo de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia coordinado por Olga Lucía Zuluaga y   Alberto Echeverri profesores de la Universidad de Antioquia e integrado por profesores de la Universidad Pedagógica la Universidad del Valle y la Javeriana, .  Con este trabajo conjunto, contribuyeron a poner a tambalear la tecnología educativa, la cual todavía se juega sus restos.

Uno de los procesos que alentó  el Movimiento Pedagógico y aún continúa haciéndolo,   es la Expedición Pedagógica   la cual a manera de otras expediciones realizadas en Colombia como la Expedición Botánica que exploró nuestra  diversidad biológica o la Expedición Corográfica   que auscultó nuestra diversidad geográfica , la Expedición Pedagógica  ha buscado a través de los viajes de maestras y maestros por cientos de pueblos, ciudades , escuelas, .colegios, instituciones formadoras de maestros explorar la riqueza y la diversidad de las experiencias y saberes pedagógicos en nuestro país.. Se busca con este proceso “la afirmación cultural en el reconocimiento de la multiplicidad y pluralidad de la producción pedagógica y educativa del país para recrearla y recomponerla en un mapa completo que muestre su diversidad “

En los primeros años de puesta en marcha se vincularon cerca de 400 maestras y maestros, 200 instituciones, visitaron cerca de 200 lugares y documentaron más de 3000 experiencias. Los viajeros de esta expedición han estado dispuestos a la escucha, a la observación aguda, a la conversación, a dejar sorprenderse con cada experiencia que han encontrado y documentado a lo largo de su viaje.

Sus producciones recogidas en videos, cuentos, sistematizaciones nos han permitido asomarnos a cientos de escuelas en Colombia, a la riqueza de su trabajo el cual realizan, en condiciones de precariedad absoluta, olvidados del Estado y en medio de balas. Porque ellas y ellos día a día son expresión de quienes educan y cuidan. Allí están los maestros con sus trabajos enseñando a través de las huertas caseras, el cuidado de bosques y ríos, los talleres de lectura y escritura, la enseñanza de matemáticas, la recreación de las culturas en las escuelas.    Expresiones de vida y resistencia .

Hoy la Expedición Pedagógica toma un nuevo aliento. El viaje a píe de maestras y maestros continúa ¡El Movimiento Pedagógico en Colombia sigue vivo!

Feminismo y tributación

Feministas en muchos lugares del mundo y también en Colombia nos hemos convertido en caja de resonancia de muchas propuestas que circulan en las universidades, grupos de estudio, mesas de incidencia política para exigir a los gobiernos propuestas   que hagan realidad la justicia tributaría con perspectiva de género. Estamos convencidas que pensar la economía desde el feminismo, es poner en cuestión el modelo capitalista de acumulación de bienes y la financiarización de derechos como el agua, la salud, la educación.  y en un país como el nuestro, la tierra.

Hace algunos años las economistas feministas han empezado a interpelar las relaciones económicas que han beneficiado de manera general al modelo patriarcal y generado condiciones de enormes desigualdades de género, étnicas, generación y territorios.  Trabajos como los de Carmenza Saldías, Ana Isabel Arenas, Carmen Castro y Lucía Pérez, entre otras, todas ellas economistas feministas han planteado que las mujeres, todas las mujeres, aportan al mundo de los ingresos del Estado, y que no sólo lo hacen aquellas que tributan en razón a su patrimonio, renta y otros bienes. Contribuyen los millones de mujeres que pagan el Impuesto de Valor Agregado – IVA– independientemente de su clase social. Contribuyen quienes cotidianamente sostienen la economía, las mujeres compran, venden, permutan. Contribuyen a la economía con su trabajo de cuidado no remunerado, base de nuestro bien más preciado:  el cuidado de la vida.

 

Estas mujeres nos recuerdan una y otra vez que desarrollar tributación con perspectiva feminista, es un asunto ético y político.  El feminismo de la segunda ola, como lo caracterizan Gibson-Graham ofrece esquemas globales de una política práctica de transformación económica, para enfrentar la globalización, revitalizando con su presencia y movilizaciones, los lugares que habitan con sus respuestas desde la vida cotidiana. “Si las mujeres están en todos los lugares, la mujer siempre está en algún lugar y aquellos lugares de las mujeres se transforman cuando ellas se transforman así mismas. “Esa capacidad de transformación hoy en día la reconocemos en la crítica a la división sexual del trabajo y en los asomos en política pública que buscan valorar el ámbito de la reproducción de la vida y sus relaciones con el llamado mundo de la producción.

Las reflexiones y propuestas sobre economía, feminismo y tributación poco a poco llegan a los espacios donde se toman las decisiones sobre macro y   microeconomía, trascendiendo los espacios académicos y de activismo político.  Algunas de las premisas puestas en escena son : Para promover la autonomía económica de las mujeres es necesario que el régimen fiscal de un país no sólo apueste por un mayor recaudo, sino por un gasto e inversión social, con carácter distributivo ; la política fiscal , como cualquier otra política, tiene efectos diferenciales en hombres y mujeres y también impactos étnico-raciales  que es urgente  tenerlos  en cuenta; dadas las condiciones de desigualdad entre hombres y mujeres la tributación debería contemplar tasas diferenciales; la evasión, la elusión y los flujos financieros ilícitos afectan el recaudo y golpean las políticas redistributivas del Estado; el IVA es un impuesto regresivo que afecta en mayor medida a las personas en condición de pobreza y en especial,  a los hogares con jefatura femenina.

En el reciente trámite de la reforma tributaría presentada por el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez   la Mesa de Economía Feminista presentó, en la Comisión Legal de la Mujer del Congreso, la CLEM, algunas propuestas de articulado, con el propósito de acercarnos a los impuestos desde una perspectiva de género. En el documento enviado a varias de las y los congresistas se señala de manera textual “Este esfuerzo de país no puede ser ciego al género, ni al análisis del impacto étnico-racial y territorial. Debe reconocer los aportes de las mujeres (monetarios y no monetarios) a la economía productiva, sin dejar de lado las economías propias, especialmente cuando se habla de mujeres afrodescendientes e indígenas “.

Esta será otra lucha de largo aliento, como lo ha sido el reconocimiento de la “riqueza invisible “fruto de la economía del cuidado no remunerado. Son luchas feministas afincadas en el estudio, la investigación, el activismo y la voluntad política.

¡No parimos hijos para la guerra, parimos hijos para la paz!

Esta fue la exigencia   que escuché  , de parte de   las mujeres,  a lo largo y ancho de la Colombia profunda cuando en mi condición de Co-presidenta de la Comisión  de paz de la Cámara de Representantes con el apoyo del Programa de Naciones Unidas en Colombia  , universidades y organizaciones sociales recorrimos muchos lugares de nuestro país , con el propósito de escuchar  las propuestas que desde las regiones , diferentes actores sociales tenían sobre el Acuerdo de paz que se negociaba en la Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc-EP, hoy partido de los Comunes.

Estas propuestas fueron discutidas, sistematizadas y enviadas a la Habana en lo que llamamos “Una enciclopedia para la paz “. Se pretendía promover un proceso participativo en un país roto por la guerra, y que este proceso participativo y propuestas presentaran permitieran tejer vínculos entre estas distintas “Colombias” que hemos habitado por décadas. También se buscaba enriquecer el contenido de 4 de los seis puntos del Acuerdo de paz: Reforma rural integral, participación política, programa de sustitución de cultivos lícitos y atención a las víctimas. Realizamos 9 mesas regionales, incluyendo a Bogotá las cuales contaron con la presencia de 2990 personas. Destaco de manera especial la amplia y activa participación de las mujeres.

 

Las mesas las realizamos durante el año 2012. Una de las propuestas que se presentaron en algunas de las mesas, hacía referencia   a la desmilitarización de la sociedad, el respeto a los derechos humanos y a la protesta social. Dicha propuesta incluía “reemplazar el servicio militar obligatorio por un servicio social para la paz en las zonas afectadas por la guerra”.  Se buscaba que la juventud colombiana pudiera convertirse en una juventud para la construcción de la paz y de esta manera se lograría que la relación de estos jóvenes mayores de 18 años para contribuir al avance del país   , no tuviera que pasar por portar obligatoriamente  un fusil .

Con el senador Iván Cepeda, iniciamos desde el 2011 en la Cámara de Representantes   un retador trabajo con los movimientos de jóvenes objetores de conciencia quienes sentían que el servicio militar obligatorio, violentaba su propósito de ciudadanía plena y de querer aportar a la paz.  A través de las   audiencias realizadas en el Congreso de la República y en algunas universidades, recogimos aportes para presentar el proyecto que hiciera realidad tanto la aspiración de estos jóvenes, como las propuestas que habíamos escuchado en las mesas regionales por la paz.

Nunca pudimos lograr que el proyecto avanzara durante los dos períodos de gobierno de Juan Manuel Santos. El compromiso del presidente de no tocar la fuerza pública, como parte del Acuerdo, pasaba por dejar intacta la obligatoriedad del servicio militar. Esta era una de las grandes frustraciones   de los jóvenes en Colombia, que en un gobierno que buscó hacer la paz como el de Santos mantuvo esa dolorosa obligación. Obligación que como lo muestran muchos estudios, cumplen en especial los jóvenes pobres de Colombia.

Por todas estas razones, cuando hace algunos días literalmente se salvó el artículo 10 del proyecto de ley sobre la paz total, sentí una enorme alegría. Dicho artículo invoca como fundamento el artículo 11 de la Constitución que establece el derecho y el deber de vivir en paz. De igual manera presenta el servicio social para la paz como complementario al servicio militar.  Establece 12 meses de duración y 11 modalidades para ser asumido por los jóvenes. Entre algunas de las   modalidades están: promover la alfabetización en zonas rurales y urbanas, promover la política pública de paz, convivencia y no estigmatización, trabajar por protección de la naturaleza y la biodiversidad, trabajar en la reforma rural integral, ser vigía del patrimonio cultural, ser cuidador de personas en condición de vulnerabilidad. Este servicio social será reconocido como experiencia para el primer empleo y se pretende sea remunerado.

Increíble este sueño hecho realidad. Millones de mujeres de la Colombia profunda, estarán celebrando una lucha que por décadas han librado ellas y sus hijos: parar esta guerra atroz y crear oportunidades para que estos hijos de la guerra , sean por fin las y  los gestores de la paz.

Como siempre habrá quienes nos quieran “aguar “esta celebración. Las aves de mal agüero, los guerreros de siempre.  No lograrán hacerlo.   No pasarán.

La paz total, también pasa por el cuerpo de las mujeres

En el reciente Informe para el Esclarecimiento de la Verdad en su volumen “Mi cuerpo es la verdad “se recoge el testimonio de miles de mujeres quienes fueron víctimas de actos intolerables, en los cuales el primer territorio de la guerra fue su cuerpo.

En muchos de los espacios de escucha promovidos por la Comisión “las mujeres comprendieron que la guerra no era más que un refuerzo del patriarcado, una contribución al gigantesco negocio de las armas; y, sobre todo comprendieron que, por el camino de la guerra, no se encontraría en Colombia una salida hacia la recuperación de la dignidad “. El Informe señala que en la lucha de las mujeres porque     se conozca su verdad y pare la guerra, su puntana como práctica ancestral, su insistencia desde organizaciones de mujeres víctimas y la fuerza de los movimientos feministas    han sido decisivos para demostrar contra viento y marea, que sin las mujeres la paz no va y que la paz pasa por sus cuerpos. Esos cuerpos que ya no podrán ser sometidos, torturados, explotados, violados, en razón a sus luchas, resistencias y rebeldías. Esos cuerpos ya no serán matables, en un país donde la vida no cuenta.

 

En la encuesta adelantada por la Casa de la Mujer con el apoyo de Oxfam sobre   Prevalencia de violencia sexual en contra de las mujeres, en el contexto del conflicto armado colombiano entre los años 2010- 2015, se encontró que, en    145 municipios con presencia de fuerza pública, guerrilla y paramilitares, la violencia sexual era del 18.36 %, lo que significa que durante esos seis años 875.437 mujeres habrían sido víctimas de violencia sexual. En el estudio se establece que ésta era una práctica frecuente y hacía parte del repertorio de violencias presentes en estos territorios de guerra. Los resultados también mostraban que el 56 % de las mujeres que habitaban en estos municipios, consideraban que la presencia de actores armados legales e ilegales, incrementaban la violencia en el ámbito público.  Ese macabro repertorio incluía prácticas como: regulación de su vida social, acoso sexual, violación, servicios domésticos forzados, aborto forzado, prostitución forzada, embarazo forzado esterilización forzada. La encuesta hace parte del proyecto: “saquen mi cuerpo de la guerra “liderado por 12 organizaciones de mujeres en Colombia.

Tanto en este estudio, como en el texto   citado de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad   se establece   cómo las violencias perpetradas contra mujeres, jóvenes y niñas en el ámbito público son un continum de las violencias que empiezan en la cama, en la casa, en los espacios más cotidianos en los cuales transcurren sus vidas.  Es decir, las vidas de muchas mujeres en Colombia están amenazadas y éste anhelo de paz debe contribuir a erradicar ese patriarcado reforzado, que implica la guerra.

La paz total planteada por el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez tiene el propósito de parar la destrucción y la muerte en nuestro país.  Este complejo proceso tendrá que tramitarse en los caminos de las negociaciones con los movimientos guerrilleros y el acogimiento de los grupos neoparamilitares y las organizaciones multicrimen.  Se trata de una propuesta   audaz y urgente para un país de guerra de guerras, pero también se trata de parar las guerras cotidianas y devastadoras que afectan y destruyen las vidas de las mujeres.

! ¡Sólo habrá paz total, si erradicamos todas las formas de violencia contra las mujeres!

 

El feminismo es para todo el mundo

Este es el nombre de un pequeño y potente libro escrito en el 2000 y publicado en el 2017 por la editorial Traficantes de sueños, escrito por la académica y feminista negra bell looks. Su nombre era Gloria Jean Watkins el cual   cambió por bell hooks acudiendo a   la combinación de    los nombres de su abuela y su madre, y así hacer   un reconocimiento a sus raíces ancestrales, y a la reafirmación de su linaje. Su escritura en letras minúsculas es también una acción de   resistencia al canon gramatical hegemónico. Todo en ella podríamos decir es una acción política afincada en la resistencia y en su poder colectivo de cara a la exclusión y discriminación que tuvo que enfrentar en su país natal los Estados Unidos.

Su afirmación de que el feminismo es para todo el mundo, tiene relación con la potencia transformadora del mismo. Feminismo que no sólo busca afectar    la vida de las mujeres, sino la vida de todas las personas que desde una perspectiva crítica toman conciencia de lo que significa el patriarcado, el sexismo, el racismo en sociedades donde cotidianamente sufrimos sus consecuencias.  Un feminismo para todo el mundo en el que la fuerza de la sororidad tan cercana a la solidaridad y a la empatía y tan lejana de las relaciones de competencia que promueve el patriarcado, es hoy reconocida como fundamental para preservar nuestra vida y la vida del planeta.

 

La invitación de bell hooks es también para que los hombres renuncien a sus privilegios masculinos y se conviertan en compañeros de lucha para desanclar las desigualdades en las que vivimos y compartir un mundo en condiciones de dignidad y libertad.

En el texto hace también un llamado a aquellas mujeres que por su educación y privilegios reproducen los patrones de dominio, explotación y violencia de los hombres patriarcas. Con estos planteamientos bell hooks   desesencializa la relación mujer =feminista, hombre = enemigo, pues sostiene que los hombres que han renunciado a sus privilegios podrán acompañarnos en nuestras luchas de género, raza y clase.  Reitera así que no se es feminista por ser mujer, sino como resultado de una posición política a la que se llega vía la acción, la elección, el conocimiento, la teoría enraízada y cotidiana. La difusión boca a boca de nuestros anhelos y sueños es tarea fundamental de este feminismo “Antes de que las mujeres pudiéramos cambiar el patriarcado, teníamos que cambiarnos a nosotras mismas “, nos dice. Su invitación es a seguir estudiando, a escrudiñar en las grandes teorías sus sesgos sexistas, racistas y a persistir en nuestra tarea a través de la escritura, el trabajo colectivo, la perspectiva crítica. Todo ello, sin duda, nos hará mejores como seres humanos.

Por todas estas razones cuando escucho que hombres como Andrés López Obrador presidente de México declara a las feministas como enemigas de la nación me pregunto ¿qué paso con el hombre que durante su campaña se afincó en la fuerza y el voto de las mujeres? ¿por qué las califica de falsas cuando protestan por la negligencia e incapacidad que ha su gobierno ha mostrado ante   la violencia patriarcal que se ejerce sobre ellas? ¿les tacha de peligrosas porque sus generales así lo piensan?  Se dice que desconfía de la capacidad de movilización de las mujeres en su país, tratándolas como menores de edad y neoliberales. Defiende a funcionarios quienes han sido acusados de abuso sexual.   Esto ocurre no sólo con López Obrador por estos lares también muchas feministas quienes hemos mantenido una actitud crítica frente al machismo en los partidos de izquierda, somos vistas como peligrosas.

Hoy pienso en cómo les convendría a estos personajes leer este pequeño texto de bell hooks y atender su llamado: reconocer el valor del feminismo como fuerza transformadora para la humanidad.

 

Cante, aunque no cante

Hace algunos días circuló de manera masiva en las redes sociales un video de la Doctora Concha Baracaldo que podría llamarse así: cante, aunque no cante. Allí la nueva directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar aparece cantando de manera desapacible, por decir lo menos, un fragmento del Himno a la alegría del poeta Shiller que Beethoven incorporó en una de sus composiciones más hermosas, la Novena Sinfonía.

Además de entonar de manera destemplada el fragmento del himno, no se sabía la letra, pero sin problema invitó a los funcionarios que le acompañaban a cantar con ella. Frente a la Sra Baracaldo en otro video, se ven servidoras y servidores públicos, tomados de las manos entre la estupefacción y una cierta sonrisa socarrona. Creo que se trataba de la primera reunión que tenían con la flamante directora a quien en distintos medios de comunicación   hemos cuestionado por las denuncias de presunta corrupción cuando trabajó en la Alcaldía Chía durante el período del también acusado Fernando   Rojas. También le hemos cuestionado por ser una persona que desconoce totalmente   las responsabilidades para uno de los cargos más importantes en este gobierno del Cambio: dirigir el sistema que busca proteger la vida de niñas, niños y adolescentes y al mismo tiempo promover de manera oportuna y pronta, condiciones materiales de vida digna para sus   familias.

 

Después de la desafortunada presentación de la señora Baracaldo la cual la lleva del anonimato al desprestigio, no hemos vuelto a verle cantando, ni tampoco pronunciándose de manera clara y vehemente sobre las medidas que desde el ICBF van a tomar de cara al horror de lo que está ocurriendo con las niñas y los niños en Colombia.

Además de los abusos que día a día se denuncian a través los defensores de la niñez, los medios de comunicación, las redes sociales, a las niñas y niños en Colombia los están matando. Este año tenemos la dolorosa cifra de 425 muertes. Matanza en las cuales hay responsabilidades de las familias, del Estado, de los guerreros de siempre que les convierten en blanco de sus actuaciones violentas.  En otro país esta situación habría ameritado tomar decisiones urgentes y estructurales, pero nada ha pasado.

Por el contrario, vemos con dolor cómo se hubiera podido evitar el asesinato por parte de su padre, del niño Gabriel Esteban González, si la Comisaría de familia en Bogotá, hubiera decretado medidas de protección, por violencia intrafamiliar por parte del Señor González, no sólo a la madre sino también a los dos hijos, como lo establece la normatividad vigente. En cambio, esta comisaría, con sus precarias medidas, dejó desprotegido al niño en manos de un hombre que había demostrado ser violento.  No hay que olvidar que son las comisarías la primera puerta que tocan quienes son víctimas de violencia intrafamiliar. Allí llegan mujeres en condición de enorme vulnerabilidad, viejos y en ocasiones niñas y niños para buscar justicia.

En múltiples investigaciones se ha documentado que el área de protección especial en el ICBF siempre ha sido la más compleja porque implica de acuerdo al Código de Infancia, artículo 50, restablecer los derechos de niñas, niños y adolescentes, restablecer su dignidad e integridad como sujetos y su capacidad para hacer un despliegue efectivo de sus derechos, los cuales le han sido vulnerados. Cuidar y proteger sin limitarles su condición de ciudadanas y ciudadanos en formación es una delicada misión.

La dolorosa historia de Gabriel Esteba es otra de las historias de cientos de niñas y niños a quienes se les violan sus derechos porque de manera desafortunada por acción u omisión jueces de familia, defensores y comisarios no cumplen de manera diligente esta fundamental tarea.

Y para colmo de males la Señora Baracaldo   acaba de nombrar en la Dirección de Protección de la niñez del ICBF a un amigote suyo, con quien trabajó en la Alcaldía de Chía y es experto en vivienda ¡No hay derecho¡!

 

¡No Matarás!

El pasado domingo 2 de octubre conmemoramos el llamado a la No-violencia que lanzó al mundo Mahatma Gandhi para reiterar el valor de la resistencia civil sin armas y la lucha persistente para lograr los propósitos de transformación de las sociedades.  En su maravilloso ensayo   La fuerza de la no violencia, la filósofa Judith Butler propone vincular las luchas actuales por la igualdad y la paz en el mundo, con la ética de la no violencia, porque al reconocernos vinculados, dependientes de otras y otros, humanos, animales, naturaleza, ese vínculo   debería implicar poner el cuidado de las vidas, de todas las vidas en el corazón de las sociedades.  Aspiración que parecería ingenua de cara a las amenazas   de una nueva conflagración a nivel mundial y en nuestro país, donde a pesar del Acuerdo de Paz, la muerte continúa asolando, en especial, los territorios de la Colombia profunda, Pero a pesar de estas circunstancias y de vislumbrar un oscuro panorama para el mandato ético de la no violencia, seguimos insistiendo en que cada vida debe ser vivida y cada muerte debe ser llorada. En un país como el nuestro dónde parecería que la vida no vale nada, resulta osado, por decir lo menos, abrazar la no violencia, ingenuo quizá, pero parafraseando a la profesora Butler “apelo a mi valentía, para exponer mi ingenuidad, mi fantasía “y para soñar con la paz total.

Desde el movimiento Defendamos la Paz en Colombia y a nivel internacional quisimos abrazar este mandato y el de octubre nos movilizamos a través de las redes, plantones y rituales con nuestro mensaje: No matarás. De esta manera además de sumarnos a este  manado ético , quisimos ser caja de resonancia   al llamado  que  desde la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad- CEV–  a través de su  presidente el Padre Francisco de Roux y  de los Comisionados que le acompañaron en su ardua tarea  ,  nos envía a  un toda Colombia para que, cómo se dice en el tomo que lleva este nombre, No matarás  este país que por siglos   se ha debatido en una relación compleja entre la guerra , la paz y la reconciliación , cese la guerra, pare la  matanza .

 

Y es que las cifras de la ignominia de esta máquina de victimización que presentan el Centro Nacional de Memoria Histórica y la CEV, son una ratificación de la crueldad de este conflicto armado que hemos padecido y del dolor con el cual han tenido que lidiar los millones de personas víctimas cuyas vidas personales, familiares y comunitarias han sido tocadas por este conflicto que parecería perpetuo. En este informe se afirma que el 80 % de las personas afectadas por este conflicto, hacen parte de la sociedad civil y sólo el 2% de las muertes se dieron en el marco de la confrontación armada. Si se suma el número de personas desaparecidas121.768 los civiles serán el   90 % civiles y 10 % los combatientes.  Los muertes ascienden a 450.664 ; masacres 4237 ; ejecuciones extrajudiciales, conocidos como “ falsos positivos 6402 durante el período  de 2002 -2008 y 8208 entre el período de 1978 al 2016; asesinatos selectivos de líderes, lideresas, campesinos , políticos 179.076, según Indepaz después del Acuerdo de paz han sido asesinados 1.327;50770 secuestros;   18.238 niñas y niños reclutados de manera forzada ;  8 millones de personas desplazadas y miles de actos  violencia sexual, donde el primer territorio de guerra para las mujeres  fue su cuerpo. .    Una guerra que se ha librado sin límites, en la Colombia olvidada, un conflicto a cuenta gotas, devastador. Donde todos los combatientes: guerrillas, paramilitares, funcionarios, integrantes de la fuerza pública han sido victimarios. Por todo esto hay que parar la violencia en este país cuyos ríos, escuelas, iglesias también han sido tocadas por la tortura ,la esclavitud,  por la  muerte .  Basta ya a este derrame de sangre y de muerte.

La proclama que leímos ese domingo, frente a Los Columbarios en Bogotá en medio de cánticos de duelo y al mismo tiempo de esperanza fue la siguiente:

No matarás

La vida es la esencia de la paz.

Nadie debe morir por lo que hace o por lo que piensa.

Es un mandamiento para los creyentes y un mandato de la sociedad a quienes ordenan o ejecutan la muerte.

No matarás a las mujeres ni a los hombres que defienden los derechos humanos o ejercen liderazgos sociales o ambientales.

No matarás niñas, niños, ni jóvenes que sólo quieren y merecen vivir.

No matarás a los civiles en las zonas de conflicto, ni militares, ni policías, ni guerrilleros, ni excombatientes.

Paren la violencia y la muerte. Colombia merece la paz.

Hoy día internacional de la no violencia convocamos a toda la sociedad.

Reconociendo la diversidad y respetando las diferencias

A defender la vida como condición inmediata para construir la Paz.

¡No matarás!

La proclama recoge nuestro anhelo por la vida y por la paz.

Nota relacionada: Campaña No Matarás

Cali ciudad de la resistencia. Cali ciudad del cuidado

Durante el estallido del año 2021 que nos llevó a las calles a millones de colombianas y colombianos hastiados de los abusos del gobierno de Iván Duque y de su ataque constante al Acuerdo de Paz la ciudad de Cali se caracterizó por ser la ciudad de la resistencia y la esperanza.  Las movilizaciones   de miles de personas, en especial de jóvenes y mujeres, fueron un referente para el país. En medio de la hostilidad de los gobernantes del departamento y de la ciudad, de las élites caleñas y de la barbarie policial, acompañada de civiles armados, los jóvenes llamados de la primera línea y muchas mujeres quienes se convirtieron en sus escudos humanos para protegerlos de la muerte, encarnaron las prácticas cotidianas de la resistencia.   En lugares como: Siloé, la Loma de la Cruz, hoy resignificada como la Loma de la Dignidad, el Puente de los mil días, hoy Puente de las Mil luchas, Puerto Rellena   , punto de comunicación con barrios del sector popular de Cali  se  resistió , se  persistió desde una acción colectiva que nos  permitió recordar  las movilizaciones estudiantiles de tiempo atrás y  la fuerza de las prácticas ancestrales de comunidades negras y de sus vecinos los pueblos  indígenas del Cauca.

Esa ciudad de la resistencia, qué despertó con una arrasadora fuerza política y de esperanza, hace algunos días, nos acogió en el Primer Encuentro Nacional de Economía del Cuidado para hablar sobre trabajo de cuidado no remunerado, sobre economías diversas y sistemas de cuidado

 

Fuimos convocadas por la Mesa de Economía feminista que opera hace 10 años en Colombia , la cual está  compuesta por un grupo de economistas quienes a través de sus experiencias e investigaciones tienen como objetivo   reconocer el valor de la reproducción de la vida como base y fundamento de los proyectos de sociedad ;  el  debate de las relaciones  entre    reproducción social  y producción económica   y la deconstrucción de la división sexual del trabajo, origen de una de las desigualdades más contundentes en nuestros países.  Desigualdad que se vive en millones de hogares en Colombia. Porque de cara al mandato ético y político de ser cuidadas y cuidar que es universal, la organización social del cuidado ha sido responsabilidad de mujeres, jóvenes y   niñas.  Un trabajo sin reconocimiento, sin redistribución y sin tiempo libre para vivir con dignidad y libertad. Un trabajo sin horarios, sin vacaciones. Un trabajo que en ocasiones se realiza en condiciones cercanas a la esclavitud.  Un trabajo que produce una riqueza que resulta “invisible” para nuestra sociedad.

Fuimos convocadas a este Encuentro feminista por el grupo liderado por Ana Isabel Arenas, Andrea Paola García, Diana Ávila y Diana Durango. Con el apoyo de Angélica Morán, Soledad Granada, y Ana María Granda.  Llegamos 280 mujeres. Se programaron   20 paneles, con la participación de más de 85 ponentes. Asistimos a presentaciones rigurosas, ricas en experiencias y conceptualizaciones en torno a la   economía feminista. Fue un encuentro cálido, estimulante, esperanzador.

Durante los cuatro días que duró el Encuentro, me acompañó la frase de la profesora Silvia Federici, feminista, historiadora y marxista: la primera revolución de las mujeres es en casa.  El mundo de lo doméstico   se convierte para las mujeres en el punto cero de nuestra práctica revolucionaria, cotidiana, potente.

Se trata en términos coloquiales de” poner la casa patas arriba “Lograr que la cuestión de la reproducción social   entendida como múltiples actividades y relaciones gracias a las cuales nuestra vida y nuestra capacidad laboral se reconstruyen día a día, sea reconocida, valorada, redistribuida. Se trata de poner el cuidado en el corazón de la sociedad.

Hacer nuestra revolución en casa, implica que el trabajo de cuidado no remunerado, que según la encuesta de Uso del tiempo – ENUT- aplicada por el DANE entre el período 2021-2022 equivale al 20% del Producto Interno Bruto, sea considerado riqueza y que el Estado Social en nuestro país, se transforme en garante del cuidado como derecho.

El evento en Cali lo viví como una experiencia de sincronicidad vital y mágica, la ciudad de la resistencia y el poder popular, fue   la ciudad que durante cuatro días nos abrió sus espacios   para hablar del cuidado, del cuidado de la vida, de todas las vidas.

 

El Ministerio de la igualdad está “embolatado”

Hace algunos días un grupo de más de 900 mujeres suscribimos un comunicado cuyo destinatario era el presidente Gustavo Petro. En éste además de rechazar la designación de Cielo Rusinque como Directora del Departamento de Prosperidad Social, le recordábamos al Presidente  que durante la campaña del Pacto Histórico él se había comprometido con la hoy Vicepresidenta Francia Márquez y con el país , crear el    Ministerio de la igualdad  una arquitectura institucional que  buscaría trabajar para  cerrar las enormes brechas  económicas, sociales y culturales en las cuales han vivido especialmente  mujeres,  pueblos indígenas , comunidades  negras  y contribuir también  a erradicar la discriminación y  el asedio sobre las comunidades diversas LGBTI Q+ en Colombia .

Se había dicho que en el primer borrador del proyecto de ley que crearía el Ministerio – el secreto mejor guardado hoy en día – se partiría de la institucionalidad del DPS y se proyectaría con base en la misión que tanto el presidente como la vicepresidenta propondrían para poder cumplir lo prometido en campaña. Pero el presidente Petro precisó hace algunos días que el DPS no podría ser su base, por ser una entidad de origen neoliberal, que lo que hacía era literalmente, entregar limosnas. De esta manera se cayó la primera versión de la propuesta de creación del Ministerio.

 

Pues bien, en reciente entrevista de la Vicepresidenta con los periodistas  Daniel Coronell y Federico Lara de la Revista Cambio  sus  respuestas  fueron  poco claras sobre su   creación .  Invoco algunas de sus respuestas:  la vicepresidenta considera que las funciones asignadas a ella por el presidente Petro se convierten en una oportunidad para sentar las bases de la igualdad en nuestro país, aún cuando las   funciones asignadas no tengan una fuente presupuestal clara. Considera la Vicepresidenta  que la monumental misión que debe cumplir , podrá lograrla  al propiciar la articulación entre  las distintas instituciones del gobierno nacional , cuyas metas también están orientadas a combatir la desigualdad .Nos recordó  que en campaña había señalado que no estaba allí por un cambio, sino por profundas   transformaciones y que las funciones asignadas le permitirán coordinar acciones, para hacer realidad la igualdad entre las mujeres , la igualdad entre los pueblos étnicos y la igualdad para las comunidades Lgbtiq+, e impulsar temas de justicia racial, justicia de género  .

Sobre el proyecto para la creación del Ministerio de la Igualdad comentó que existe un borrador que le ha sido presentado al Presidente  para su discusión , pero la realidad es que el proyecto no ha sido radicado y cada día que pasa, dilata más la esperanza de quienes consideramos que esta arquitectura institucional será uno de los medios por excelencia para que Francia Márquez pueda desplegar ese  enorme liderazgo que durante toda su vida y de manera especial , en campaña ,nos llenaron de alegría y esperanza.

En este momento se discute en el Congreso el Presupuesto de la Nación, es urgente que quedan destinados significativos recursos para la nueva entidad. Quienes hemos trabajado de tiempo atrás sobre la urgencia de desarrollar sistemas de cuidado para reconocer, redistribuir y reducir el trabajo de cuidado no remunerado, trabajo que millones de amas de casa desarrollan día a día   para sostener la economía del país, esperamos en este presupuesto queden recursos para hacer realidad esta meta que también hace parte del programa del Pacto Histórico y de las funciones asignadas a la vicepresidenta.

Estoy segura que tendremos Francia Márquez Mina para rato y qué bien que así sea. El valor de su vida enraizada en el dolor, la resistencia, la lucha, el compromiso con su pueblo negro y con las nadies y los nadies serán el potente motivo para mantenerse firme en su trabajo. Por ello es urgente  que cuente con un  lugar más claro y definido para desplegar sus alas y volar aún  más alto .

 

Pese a las críticas, Concepción Baracaldo será la nueva directora del ICBF

Gustavo Petro dará posesión a Concepción Baracaldo como nueva directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Pese a las fuertes críticas de un sector del Pacto Histórico, liderado por la excongresista, Ángela María Robledo.

El decreto con su nombramiento y la posesión será el próximo martes 13 de septiembre en la Casa de Nariño, según fuentes de Confidencial Colombia.

 

La designación le costó fuertes críticas al primer mandatario por la falta de experiencia de Baracaldo en temas de niñez y familia.

Concepción Baracaldo fue secretaria de Planeación en Chía, durante el mandato del exalcalde Fernando Sánchez, quien estuvo al frente del municipio entre 2004 y 2007.

La administración de Sánchez en el municipio Cundinamarqués fue cuestionada por un proceso de urbanización en zonas que antes eran de uso rural, lo que (según los habitantes de la zona), generó graves consecuencias a este municipio de Cundinamarca.

 

 

El machismo y la izquierda en Colombia

En una reciente entrevista a Sofía Petro Alcocer   sobre su condición de mujer política y de izquierda , Sofia responde en los siguientes términos ,  a la pregunta de su entrevistadora, María Jimena Duzán,  sobre el machismo  que impera en el Pacto Histórico :    “ soy de izquierda , pero la izquierda sigue siendo machista “  y a renglón seguido reconoce que la izquierda en términos políticos debería ser  el espacio  más propicio para muchas de las luchas de las feministas ,  dado que su propósito   de trabajar por la búsqueda de la igualdad, de reconocer las diversidades , de cerrar las brechas sociales, económicas, culturales entre quienes habitamos el planeta  y el  buscar una paz transformadora , son también las luchas de la izquierda en nuestro país.

Coincido con Sofía en que, para desplegar un feminismo   transformador, la convergencia entre las luchas por la igualdad y las luchas por el reconocimiento deben librase desde la “y” incluyente y no la “o “que excluye y desconoce el valor de estas contiendas por el reconocimiento. Luchar contra la desigualdad y contra el patriarcado deberían ser propósitos comunes, porque tanto la desigualdad, como el patriarcado matan.

 

En uno de sus recientes artículos de Nancy Fraser “La ciudad de las diosas “, la profesora Fraser   nos recuerda las crisis que afronta la humanidad:  la económica, la ambiental, la política y la de la reproducción social, cuya condición de fondo se afinca en el capitalismo salvaje que invade todas las esferas de la vida y destruye las condiciones de supervivencia.  Por ello reivindica el valor de las luchas por la igualdad y al mismo tiempo hace visible el impacto de estas relaciones económicas en las relaciones de parentesco, de cuidado, en los procesos de socialización entre las nuevas generaciones, en la educación. Señala de igual manera   el impacto que han tenido estas relaciones capitalistas, que todo lo cosifican y convierte en mercancías, sobre nuestra cotidianidad    y de esto si que sabemos muchos las mujeres. Somos en especial las mujeres quienes, con nuestro trabajo desde casa, sostenemos el mundo día a día.

La tarea en esta “ciudad de las diosas “es monumental porque pasa por grandes cambios en los ámbitos más cercanos de la micropolítica y atraviesa las grandes reformas que se requieren para superar   esta crisis civilizatoria.  Las luchas de frontera que se avizoran    entre economía y sociedad y producción y de reproducción, ponen de nuevo de presente las tareas pendientes por enfrentar la inmensa desigualdad que ronda en el mundo y las afectaciones diferenciales de estos impactos entre las mujeres, las familias empobrecidas, los pueblos indígenas, las comunidades afro y los jóvenes.

Estos planteamientos y reflexiones, nos ponen de cara a los que ha ocurrido en Colombia donde el triunfo de Gustavo Petro y Francia Márquez nos llenan de esperanza porque este Cambio propuesto no sólo nos permitirá vivir en un país en paz, con dignidad, sino en un país que asume una radical transformación cultural que pasa por nuestras subjetividades, por nuestros cuerpos. La anhelada lucha de clases de los marxistas de antaño tienen que acompañarse del respeto a la vida, a todas las vidas y de los gestos y actitudes que ratifiquen que cada vida cuenta. Deconstruir el patriarcado resulta tan importante, como cerrar las brechas de desigualdad.

La lista de hombres en el Pacto Histórico que deberían reflexionar sobre esta exigencia que viene en especial de las mujeres feministas, es larga. La tolerancia frente a la violencia patriarcal en los partidos y los movimientos de izquierda   debe ser CERO. Se puede cambiar, no estamos condenadas, ni condenados a la violencia, a ninguna forma de violencia.