¡Suena la campaña! ¡Listos para el primer asalto!
¡Canalla es poca cosa! Se queda corta su eminencia Álvaro Uribe cuando califica al prostibulario del Juancho Santos con un término que a pesar de lo rudo, confiere cierta dignidad. El Tahúr de Anapoima ni siquiera se merece ser un adversario o enemigo de su alteza imperial. No le da ni al galápago, mucho menos puede ascender a los territorios encefálicos donde mora la más grande inteligencia superior que ha parido el orbe.

