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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Cambio climático

El cambio climático impactará con severidad en las aves para 2080

Una nueva investigación predice que las comunidades de aves cambiarán en todo el mundo en 2080 debido a la crisis climática, en gran parte como resultado del cambio de sus áreas de distribución.

Para las proyecciones de las comunidades de aves hasta el año 2080, el equipo de científicos de la Universidad de Durham, Reino Unido, y del Centro de Investigación de Biodiversidad y Clima de Senckenberg, Alemania, relacionó las distribuciones pasadas de aves con los datos climáticos y luego aplicó estas relaciones a dos escenarios climáticos futuros, basados en emisiones bajas y medias de gases de efecto invernadero, para predecir cambios en las distribuciones de especies.

 

El equipo analizó no solo los cambios en el número de especies en las áreas, sino también los tipos de especies que ocurrirían. Para resumir los cambios en los tipos de especies, calcularon algo llamado diversidad filogenética que resume cuántos tipos diferentes de aves se producirían, informa la Universidad de Durham en un comunicado.

Por ejemplo, una comunidad que tuviera muchas especies estrechamente relacionadas, como los pájaros cantores que se alimentan de insectos, tendría una puntuación de diversidad filogenética mucho más baja que una comunidad que incluyera una mezcla de especies más distantes, por ejemplo, pájaros cantores y otras especies. como aves rapaces, perdices o gaviotas.

Investigaron cómo las comunidades de aves de todo el mundo podrían cambiar en el futuro y descubrieron que el cambio climático no solo afectará el número de especies, sino que también tendrá efectos profundos en la diversidad filogenética y la composición de la comunidad.

Ejemplos de especies de aves que actualmente están aumentando la diversidad filogenética en el Reino Unido, probablemente impulsadas en gran medida por el cambio climático, incluyen abejarucos europeos, un tipo de ave que come insectos, cigüeñuelas y espátulas, todos los cuales normalmente se reproducen más al sur en Europa, pero ahora se reproducen ocasionalmente en el Reino Unido. Los abejarucos solo están lejanamente relacionados con otras especies de aves que se reproducen actualmente en el Reino Unido.

Del mismo modo, las especies recién reproducidas, como las espátulas y las cigüeñuelas de alas negras, se han sumado a la diversidad filogenética de las aves en el Reino Unido en los últimos años.

Los investigadores evaluaron los datos de un total de 8.768 especies de aves en todo el mundo para predecir cuántos linajes diferentes podrían perderse o agregarse regionalmente a medida que las especies respondan al cambio climático cambiando sus distribuciones.

Aunque los investigadores proyectan que las pérdidas de especies son más comunes en áreas tropicales y subtropicales, se espera que ocurra una reestructuración filogenética de las comunidades de especies en todo el mundo.

Su estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B., enfatiza que la preservación de la diversidad filogenética local puede ser clave para la resiliencia de la diversidad biológica a los cambios ambientales

El cambio climático «el mayor problema de seguridad» a nivel mundial

La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha descrito este lunes el cambio climático como el «mayor problema de seguridad» a nivel mundial y ha defendido que las respuestas deben ser también internacionales.

«La crisis climática es ahora el mayor problema de seguridad para todos los habitantes de la Tierra», ha dicho durante la jornada de apertura del llamado Diálogo Climático de Petersberg, en Berlín. «La crisis climática no se detiene en ninguna frontera, por eso las respuestas tampoco deben detenerse en ninguna frontera», ha argumentado.

 

«Todos estamos en el mismo barco, lo que significa que solo podemos cambiar la situación juntos», ha señalado Baerbock, antes de agregar que la invasión rusa a Ucrania supuso un retroceso en la lucha contra el cambio climático, tal y como ha recogido la agencia alemana de noticias DPA.

Así, ha asegurado que Alemania «pondrá en marcha más centrales de carbón en los próximos meses, pero solo temporalmente», ante el impacto del conflicto sobre los precios de la energía.

En el Diálogo Climático de Petersberg participan representantes de unos 40 países y el objetivo de la reunión es preparar la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, que se celebrará en noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.

Alemania instauró el Diálogo Climático de Petersberg en 2010. La cita lleva el nombre de un hotel cerca de Bonn en el que se celebró por primera vez. En la presente edición, que concluye mañana, tienen previsto participar el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi.

Las temperaturas en el Ártico suben 4 veces más que la media global

Un nuevo análisis de las temperaturas observadas muestra que el Ártico se está calentando más de cuatro veces más rápido que la tasa de calentamiento global.

La tendencia ha aumentado abruptamente dos veces en los últimos 50 años, un hallazgo pasado por alto por todos menos cuatro de los 39 modelos climáticos.

 

«Treinta años se considera el mínimo para representar el cambio climático», dijo Petr Chylek, físico e investigador del clima en el Laboratorio Nacional de Los Álamos de EEUU y autor principal del estudio en Geophysical Research Letters. «Disminuimos el intervalo de tiempo a 21 años. En esa escala de tiempo más pequeña, y contrariamente a investigaciones anteriores que encontraron que el índice de amplificación del Ártico aumenta sin problemas, observamos dos pasos distintos, uno en 1986 y otro en 1999».

Debido a que la tendencia episódica década por década identificada por Chylek y sus colaboradores afecta el clima global y los niveles del mar, es esencial proyectar con precisión el cambio climático futuro en plazos más pequeños para planificar cualquier mitigación de sus impactos y desarrollar estrategias de adaptación. El Ártico influye en el clima y el clima del mundo, y el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia provoca un aumento del nivel del mar que amenaza a muchas comunidades costeras.

El índice de amplificación en el estudio es la relación entre una tendencia de temperatura de 21 años en el Ártico y una tendencia de temperatura global general de 21 años.

El estudio calculó que el índice de amplificación del Ártico era superior a 4 en las primeras décadas del siglo XXI, cuatro veces más rápido que la media mundial y considerablemente más rápido que lo que habían determinado investigaciones publicadas anteriormente utilizando intervalos de tiempo de 30 a 40 años. Estos estudios anteriores fijaron el índice entre 2 y 3.

De 39 modelos de cambio climático en la colección CMIP6 ampliamente utilizada del Proyecto de intercomparación de modelos acoplados, el equipo de investigación internacional encontró cuatro que reprodujeron el primer paso razonablemente bien alrededor de 1986, pero ninguno que reprodujo el segundo paso en 1999. CMIP es una colaboración internacional de modelos climáticos utilizando un conjunto compartido de parámetros. CMIP6 se ha utilizado para crear el reciente Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

«Atribuimos el primer paso al aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y otros contaminantes en la atmósfera, porque varios modelos lo hacen correctamente», dijo Chylek, «pero el segundo paso creemos que se debe a la variabilidad climática porque ninguno de los modelos puede reproducir el segundo paso.»

La variabilidad climática a corto plazo generalmente no es detectada por los modelos climáticos con sus escalas de tiempo de más de 30 años.

El estudio no identifica una causa para estos aumentos relativamente repentinos, pero los autores especulan que las causas contribuyentes probablemente sean la retroalimentación del hielo marino y el vapor de agua combinados con cambios en la forma en que el calor atmosférico y oceánico se mueve hacia el Ártico. Es probable que los futuros aumentos en el índice de amplificación del Ártico sean menores a medida que disminuya la diferencia de temperatura entre el Ártico y los trópicos.

Chylek dijo que el equipo de investigación estudiará a continuación las futuras proyecciones climáticas del Ártico utilizando los cuatro modelos que más se acercaron a la tendencia de calentamiento observada, con los picos.

«Debido a que los cuatro modelos reproducen correctamente al menos el primer paso, asumimos que son un poco mejores para la proyección del clima futuro», dijo Chylek. «La gente generalmente promedia todos los modelos y asume que el conjunto es más confiable que cualquier modelo individual. Mostramos que el promedio no funciona en este caso».

El equipo de investigación descargó datos de temperatura disponibles públicamente para el Ártico de Internet y utilizó simulaciones de modelos climáticos en la colección CMIP6.

«La gente no solo está interesada en el cambio climático a largo plazo, sino que también está interesada en los próximos 10, 20, 30 años. Para la predicción decenal, nuestra observación de que el índice de amplificación cambió en el pasado en pasos es bastante importante», dijo Chylek.

Bogotá sigue pasada por agua

Dadas las precipitaciones del lunes 6 de junio, el Sistema Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático SDGR-CC atendió a la población afectada por eventos relacionados por fuertes precipitaciones así: encharcamientos (4), remociones en masa (8), arbolado (33), granizadas (2), situaciones que dejaron a algunas viviendas afectadas, especialmente en las localidades de Rafael Uribe Uribe y Usme.

Las acciones de respuesta se concentraron en los barrios Danubio y La Paz, en la localidad de Rafael Uribe Uribe, y la Fiscala, en la localidad de Usme, donde se atendieron cerca de 85 predios con afectación, principalmente, en cubiertas y tejados.

 

En lo corrido del 15 de marzo al 7 de junio, es decir en esta Primera Temporada de Lluvias, se han atendido 1. 515 eventos. En detalle por localidad corresponde a: Suba (240), Usaquén (220), Chapinero (170), Engativá (138), San Cristóbal (91), Ciudad Bolívar (83), Teusaquillo (75), Fontibón (73), Kennedy (66), Santa Fe (61), Puente Aranda (60), Usme (54), Bosa (44), Barrios Unidos (43), Rafael Uribe Uribe (36), Antonio Nariño (15), Tunjuelito (14), Mártires (11), Candelaria (11) y Sumapaz (3).

Por otro lado, en la carrera 60 con calle 3, en el barrio Trinidad Galán, de la localidad de Puente Aranda, se presentó afectación con pérdida de la banca de la calle 3, sentido occidente – oriente, donde actualmente actúan las entidades del orden distrital, entre ellas el IDU, Acueducto e Idiger.

Las labores de rehabilitación de este tramo vial, así como de las redes correspondientes, están a cargo del IDU y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado.

La Alcaldía Local de Puente Aranda, el Consejo Local de Gestión de Riesgos y Cambio Climático CLGR-CC e Idiger coordinarán las acciones interinstitucionales para garantizar efectivamente la seguridad de la población en la atención de esta emergencia.

Acción climática, en agenda de Colombia para Cumbre de las Américas

Al intervenir en la clausura de los Premios Mario Hernández 2022, evento que se realizó este domingo en Bogotá, el Presidente Iván Duque afirmó que Colombia llegará a la Cumbre de las Américas, que se realizará la próxima semana en Los Ángeles, Estados Unidos, con una política migratoria exitosa y con una estrategia de acción climática en la que tiene mucho que mostrar.

“Colombia llega con una de las políticas migratorias más exitosas de América Latina”, precisó el Mandatario y explicó que cuando se lanzó el Estatuto Temporal de Protección muchos pensaron que lo que iba a generarse era un crecimiento de la informalidad laboral o un crecimiento de la pobreza multidimensional, lo cual no sucedió.

 

“Yo creo que el mostrar que una política fraterna logra, de la mano con la política social, que hayamos registrado la menor informalidad laboral, medida trimestralmente, que alcanza Colombia, y la menor pobreza multidimensional desde que llevamos ese indicador, pues eso muestra que hemos dado los pasos correctos”, sostuvo.

Recordó que “ya entregamos un millón de tarjetas del Estatuto de Protección Temporal en las manos de los migrantes, y tenemos los otros 800 mil ya con reconocimiento biométrico, un tema muy importante”.

De otra parte, el Jefe de Estado consideró que en materia de acción climática, “Colombia también tiene mucho que mostrar, no solamente en la transición energética, en movilidad limpia, en economía circular, sino también en áreas protegidas”.

“Así que son dos temas que para el Presidente Biden son importantes, como anfitrión, pero son dos temas en los cuales Colombia, con los Estados Unidos, viene trabajando muy de la mano, al igual que con otros países de la región”, puntualizó el Presidente Duque.

Bogotá es galardonada por sus planes y acciones para enfrentar el cambio climático

Bogotá fue seleccionada como una de las dos ganadoras el 31 a nivel mundial de la competencia One Planet City Challenge (OPCC) 2021-2022 liderada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés). El desafío, en el que participaron 280 ciudades de 50 países, tiene como objetivo movilizar a las urbes para que desarrollen estrategias que permitan prosperar en equilibrio con la naturaleza y cumplir con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.

Un panel de 21 expertos en sostenibilidad urbana fue el encargado de otorgarle a Bogotá este reconocimiento, luego de revisar diferentes retos. En este sentido, el jurado exaltó, principalmente, el compromiso político para abordar la crisis climática, la evaluación de riesgo y vulnerabilidad al cambio climático y sus ambiciosos objetivos de adaptación a largo plazo (2050).

 

Al respecto, Marco Lambertini, director de WWF Internacional dijo: “Bogotá y Lund (Suecia) son dos ejemplos inspiradores de cómo los gobiernos locales, de contextos muy diferentes, pueden planear e impulsar la transición hacia ciudades más sostenibles. Para todo el mundo, ¡ambas ciudades están mostrando a los demás lo que se puede lograr!”.

Desde la llegada de la alcaldesa Claudia López, el cambio climático ha sido una prioridad. Uno de los grandes pasos que ha dado esta Administración es el diseño y la presentación del Plan de Acción Climática (PAC), una hoja de ruta con visión a 30 años para reducir en un 15 % las emisiones a 2024 y en un 50 % a 2030, y lograr la neutralidad en carbono en 2050.

El PAC fue construido sobre el conocimiento científico y está basado en 30 grandes acciones de mitigación y adaptación, enfocadas en aumentar las áreas verdes, implementar soluciones basadas en la naturaleza y promover la producción y consumo responsable con el ambiente, la movilidad sostenible y el cambio de hábitos.

En línea con este avance, la Administración distrital presentó a la ciudadanía la Evaluación de Riesgos Climáticos que, por primera vez, se realizó a escala de unidades de planeamiento para la zona rural y urbana, para conocer cómo el cambio climático afecta la ciudad y cuáles son las posibles amenazas que podrían afectar a Bogotá en el futuro.

De acuerdo con este diagnóstico, en 2040 los eventos por inundaciones, movimientos en masa, incendios forestales, avenidas torrenciales e islas de calor urbanas podrían ser más intensos y frecuentes. Asimismo, se prevé que la temperatura aumente 0,25 °C en las áreas rurales y 0,65 °C en las urbanas, y las lluvias sean 35 % mayores en el occidente y 15 % menores en los Cerros Orientales y Sumapaz.

Estos esfuerzos, sumados a las acciones de adaptación y mitigación, y los reportes de emisiones, fueron la motivación que encontró el jurado del OPCC para elegir a Bogotá como un ejemplo de ciudad inspiradora para abordar los desafíos de la sostenibilidad ante el mundo.

“Los objetivos de mitigación de Bogotá están alineados con los objetivos basados en la ciencia, es decir, son proporcionales a la necesidad que plantean los expertos en cambio climático de limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 °C para finales de siglo. Además, sus planes y las metas de estos están alineados con los sectores de emisiones más significativos e incluyen áreas difíciles de abordar, como las emisiones del sector transporte”, destacó Paula Rodríguez, especialista en ciudades sostenibles de WWF Colombia.

Una ciudad que apuesta por la movilidad sostenible y la protección de sus áreas verdes

Este reconocimiento se convierte en una oportunidad para seguir avanzando y tomando decisiones contundentes como las que ha venido desarrollando la Administración de la alcaldesa Claudia López para tener una ciudad más verde, equitativa y resiliente.

En este aspecto, se destaca el Plan de Ordenamiento Territorial “Bogotá Reverdece”, que prioriza las bicicletas, los peatones, la proximidad y el transporte masivo limpio con cinco líneas de metro, dos trenes regionales, siete cables y un sistema de buses cero emisiones para reducir la huella de carbono y aportar al cumplimiento de las metas de mitigación. Además, protege y amplía la Estructura Ecológica Principal en un 30 %, eleva el nivel de protección de los humedales y aumenta su área en un 20 %.

Los programas “Mujeres que reverdecen”, “Aprender haciendo” y “Sembradoras por la ReactivAcción”, la resolución 5X1 (mínimo cinco árboles plantados por cada árbol que se deba talar por obras), el Plan Aire 2030 y la renovación de la flota de transporte público con más de 1.480 buses eléctricos que estarán rodando por las calles a finales de 2022, también se suman a las grandes apuestas de esta Administración para enfrentar el cambio climático.

“Esta es una manera de reconocer el liderazgo y compromiso político de la alcaldesa Claudia López, que desde el primer día se la jugó por el cambio climático, con el apoyo del Concejo y la ciudadanía. Queremos agradecer a WWF por este reconocimiento, por esta forma de exaltar que Bogotá está haciendo la tarea, que estamos en la acción climática, y esto lo vamos a lograr de la mano de la ciudadanía, que también está en el proceso de transformar sus hábitos”, concluyó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.

Candidatos presidenciales no tienen interés en el tema ambiental colombiano

Las propuestas de los candidatos no responden a los desafíos inmediatos del país en materia ambiental, pero aún más grave, no contemplan la emergencia inmediata de hambre, inflación, falta de agua y deforestación que no son hechos de una sola cartera, y plantean ser manejados de manera individual, pero son acciones ambientales que afectan la gobernabilidad de manera transversal.

Colombia no se autoabastece con la producción local como trigo, soja o el aumento en los precios de los insumos agropecuarios, sumado a esto la crisis climática y la guerra en Ucrania crea unas condiciones como en la pandemia, únicas para el próximo mandatario.

 

El nuevo presidente se va a posesionar ante una posible crisis de hambre mundial debido a la inflación que según el Banco Mundial está pronosticada hasta 2024, ¿Por qué este tema no es prioridad para ningún candidato? pero si lo es, hacer promesas ambientales a largo plazo sin especificar de donde van a venir los recursos.,

Los ciudadanos necesitamos que los candidatos expliquen cómo van a sufragar los gastos para enfrentar la crisis ambiental y la transición hacia un país más sostenible y el gobernante que llegue debe explicar cómo será la atención inmediata de la crisis alimentaria que vive nuestro país, es un problema que debe ser atendido con transversalidad.

Rusia y Bielorrusia son los principales exportadores de fertilizantes. La guerra Ucrania y Rusia está activando una crisis mundial de alimentos y Colombia no se está preparando para afrontarla. De los 7 cereales solo producimos uno, el maíz y no conseguimos ser autosuficientes en este alimento. Sumado a la crisis de agua potable que tenemos y falta de alcantarillado en los municipios más apartados del país.

El aumento de los precios de las calorías alimentarias va a lanzar a millones de personas al hambre, particularmente en países de bajos y medianos ingresos como Colombia. Ninguno de los candidatos está presentando propuestas que respondan a esta potencial emergencia

Las problemáticas de esta crisis agudizan los desafíos ambientales que ya tiene Colombia.

No se trata de prometer que se va a hacer por el país a 2030 o generar metas hasta 2050 esta no es una urgencia, es una emergencia y la diferencia con las emergencias es que comprometen la supervivencia, son riesgos vitales, ninguna campaña del próximo presidente de Colombia tiene en el radar la crisis mundial de alimentos o climática.

Concretamente no hay menciones sobre la financiación para la lucha contra la deforestación, ni tampoco es claro cómo van a conseguir descarbonizar la matriz energética del país sin que esto dispare el costo del kilovatio hora generado.

Los mercados internacionales muestran que, a mayo de 2022, el índice de precios agrícolas es un 41 % más elevado que el nivel de enero de 2021. Los precios del maíz y el trigo son un 54 % y un 60 % más altos, respectivamente, que los de enero de 2021. Los precios de los fertilizantes se dispararon en marzo, subiendo casi un 20% desde enero de 2022 y casi tres veces más que hace un año. El índice de precios de alimentos y productos agrícolas de la ONU alcanzó un máximo histórico de casi 160 puntos en marzo antes de caer 1,2 o 0,8% en abril. Los índices de precios de los cereales y la carne también alcanzaron máximos históricos en marzo.

Los acuerdos sobre el clima y la realpolitik

En noviembre del año 2021 se llevó a cabo en Glasgow la reunión número 26 de la Conferencia de las Partes de la Conversión de Cambio Climático (COP 26). En esa ocasión los gobiernos afirmaron sus metas voluntarias de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero para los años 2030 y 2050 (“Nationally Determined Contributions –NDC). Unos países fueron más conservadores que otros en la fijación de esas metas, algunos –como Colombia- muy ambiciosos. Y si bien es cierto que esas metas no son jurídicamente vinculantes, en todo caso sí comprometen políticamente a los países frente a la comunidad internacional. Se trata de compromisos que, en por el bien global, se espera que sean honrados pues su cumplimiento presumiblemente evitaría aumentos en la temperatura media del planeta superiores a 1.5 grados centígrados.

Hacia finales de este año se reunirá en Egipto nuevamente la conferencia del Partes (COP 27). En esta ocasión la discusión se centrará principalmente en los mecanismos y estrategias para alcanzar las metas afirmadas por los países en la COP 26 y, muy en particular, en lo relacionado con la transferencia de los recursos financieros y tecnólogos que los países más vulnerables necesitan para adaptarse a los ampliamente imperdibles efectos del cambio climático. Estos países, además, son, generalmente, los que, por sus relativamente bajas emisiones y menores niveles de desarrollo, han hecho los menores aportes a la consolidación de la crisis climática global.

 

Ahora bien, cuando los países signatarios de la Comisión de Cambio Climático hicieron sus compromisos de reducción de emisiones (NDC) en la COP 26 era claro que existía una amplia incertidumbre sobre los posibles escenarios climáticos del futuro, y sobre sus posibles consecuencias. Lo que tal vez no se tuvo plenamente presente fue la volatilidad de las realidades geopolíticas globales, y sus potenciales repercusiones sobre los mercados energéticos; en particular en lo relacionado con los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas).

La sorpresiva y violenta invasión a Ucrania por parte de Rusia se atravesó entre la COP 26 y la COP 27. Este suceso, que tiende a prolongarse en el tiempo, puede alterar de manera significativa el rumbo de las negociaciones climáticas en el marco de la Convención de Cambio Climático. Pero, más aún, puede alterar la senda misma de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero en los distintos países. Como en el caso de las consecuencias de los distintos escenarios climáticos, los efectos de las nuevas realidades geopolíticas sobre la viabilidad económica y social de las estrategias de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero son difíciles de predecir. De hecho, lo más probable es que esos efectos sean distintos en los distintos continentes y países.

Veamos: un escenario posible es que la crueldad de los ataques a Ucrania efectivamente lleve a que la Unión Europea suspenda o disminuya drásticamente las compras de petróleo y gas a Rusia (USD 1 billón por día), y que opte por remover las restricciones que había impuesto al uso del carbón para la generación de electricidad y calor. Esto con el fin de mantener controlados los precios de la energía que han resultado ser asuntos social y políticamente muy sensibles en Europa.  En ese caso, las metas de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero de varios de los países de la Unión Europea se verían afectadas, y su cumplimiento sería aún más difícil lo que ya es.

De otra parte, la menor oferta de petróleo y gas en el mercado global podría llevar, como de hecho ya se siente, a un aumento en los precios globales del petróleo y del gas. Ese aumento en los precios, generaría incentivos para acelerar exploración y la producción de petróleo y gas en los países productores. De hecho, eso ya está ocurriendo. El ritmo en el aumento de esos precios y su eventual retorno a niveles similares a los de antes de la invasión a Ucrania dependerá de la celeridad con la cual la oferta de petróleo y gas reaccione a la escasez creada por las restricciones a las exportaciones rusas. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que las decisiones de China y de India en cuanto a sus relaciones comerciales con Rusia serán determinantes en la formación y en la dinámica de los precios de petróleo y del gas.

Otro escenario plausible, distinto al anterior, pero que no lo excluye, es que la subida en los precios del gas y del petróleo incentive y acelere, como ocurrió en los años 70, el desarrollo de proyectos de energía nuclear (cero emisiones), la generación con de fuentes alternas de energía, la eficiencia energética, la movilidad eléctrica etc. En ese caso, se habrían creado condiciones favorables para el logro de las metas de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero en varios países; y las metas propuestas en la COP 26 estarían menos lejanas para muchos.

Los dos escenarios antes plantados, como indique antes, no son excluyentes, y entre ellos existirían números escenarios intermedios que se expresarían de distinta manera en los distintos continentes y países. Lo cierto es que, como en el caso de los escenarios climáticos, la incertidumbre sobre las dinámicas geopolíticas es enrome y la volatilidad es alta. También parece cierto que, en todo caso, las sendas de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero que recorran lo países estará fuertemente afectadas, por los precios relativos del gas, el petróleo y el carbón, y que estos, a su vez, estarán determinados por la evolución de las realidades geopolíticas globales.

Pareciera, de hecho, que el ritmo en la reducción de las emisiones de gases con efecto de invernadero y el cumplimiento de las metas propuestas, no depende tanto de lo que se acuerde en las conferencias y discusiones políticas sobre de cambio climático como de las realidades de los mercados de los combustibles fósiles creadas por los -difíciles de predecir cambios y realidades geopolíticas que se vallan presentando.

Entonces, ante las incertidumbres y volatilidad de las condiciones climáticas y de las dinámicas geopolíticas globales a que estamos abocados, y ante la imposibilidad de predecir con niveles aceptables de certeza los escenarios climáticos y económicos que están siendo determinados por la compleja interacción de numerosas variables de distinto tipo, solo nos queda estar listos para cualquier cosa: adaptarnos a la incertidumbre.

“Objetivos climáticos globales están muy por debajo de lo que se requiere”: Min. Ambiente

En Conferencia de Copenhague, Colombia destacó la importancia de implementar acciones con impactos inmediatos en las rutas de desarrollo, como la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y la reducción progresiva de su uso.

“Los objetivos climáticos globales están muy por debajo de lo que se requiere, con enormes brechas tanto en ambición como en implementación, por lo que hago un llamado urgente a los países a revisar los compromisos climáticos enviados a la Convención con miras a mantener viva la ambición de París y los 1.5 °C.”. Esto dijo Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en la Conferencia Ministerial sobre Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca), llevada a cabo recientemente y en la que participó de manera virtual.

 

La invitación a esta Conferencia, hecha por el Gobierno de Dinamarca, se da como un reconocimiento al liderazgo de Colombia en la acción climática y a las estrategias que se vienen desarrollando desde el Gobierno Nacional para frenar la crisis climática del planeta. Allí, ante 27 ministros de Ambiente del mundo, Correa hizo este llamado y expuso las metas del país a 2030 y a 2050, la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en 51 % y lograr la carbononeutralidad, respectivamente.

El encuentro centró sus esfuerzos en la aplicación práctica de los compromisos asumidos por los países en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el Acuerdo de París, y el más reciente Pacto de Glasgow adoptado en la Vigesimosexta Conferencia de las Partes (COP26).

Los diálogos también abordaron cuatro ejes principales: adaptación a los impactos del cambio climático, evitar, minimizar y abordar las pérdidas y daños; reducir las emisiones y mantener los 1.5 grados centígrados, y movilización de recursos.

En el segmento de ambición, el ministro expresó la urgente necesidad de hacer un cambio eficiente y realmente participativo en toda la respuesta climática que se viene dando a escala global, en línea con los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Adicionalmente, destacó la importancia de implementar acciones concretas con impactos inmediatos en las rutas de desarrollo, como la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y la reducción progresiva de su uso.

Colombia es uno de los pocos países que ha enviado a la Convención compromisos ambiciosos en la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), alineada con el objetivo de alcanzar la carboneutralidad al 2050. Su ambición fue elevada a rango legal a través de la reciente Ley de Acción Climática, sancionada por el presidente de la República, Iván Duque Márquez, que garantizará la implementación y continuidad de sus compromisos climáticos.

¿Los verdes son los nuevos rojos?

Hay un 50 % de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales, el límite inferior del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).  Y esas probabilidades se incrementan con el paso del tiempo.

Las probabilidades de que el calentamiento global superara esa marca eran casi nulas en 2015, pero desde entonces no han dejado de aumentar. Para el período comprendido entre 2017 y 2021 se calcularon en un 10 %, mientras que para el período de 2022 a 2026 ese porcentaje llega hasta casi el 50 %. (UN News, Mayo 2022)

 

Mientras que, en Colombia, el resto de América Latina y del mundo, nos centramos en las próximas elecciones, la estigmatización de izquierdas y derechas, los escándalos de corrupción, la invasión de Rusia a Ucrania, la inflación, y la crisis económica, el Antropoceno se ha acelerado, y estamos ad-portas de comenzar la fase final de nuestra extinción.  Es así de trágico, escandaloso, doloroso y real.

En 5 años pasamos de tener el punto de no retorno en el 2030 (incluso algunos creyeron que era en 2050), a un incremento al 50% de la probabilidad de tenerlo en los próximos 1825 días (5 años). La cuenta ya nos da para hacerlo en días, y no en años.

Los titulares pasan, los informes se producen, pero quienes toman las decisiones, las empresas y gobiernos (especialmente en los países desarrollados), siguen preocupados por sus problemas inmediatos, y dejando la lucha contra el cambio climático para los lideres que vienen.

Los políticos no quieren tocar intereses de empresas, que en algunos casos son sus financiadores, al formular políticas demasiado frontales para frenar el calentamiento global. Los industriales y empresarios no quieren realizar cambios acelerados en sus cadenas de valor o modelos de negocio, porque no se arriesgan a afectar los intereses de sus inversionistas o el patrimonio propio.

Estos cambios implican una transformación total en el modelo de producción, una modificación estructural en las materias primas que se necesitan, un redireccionamiento de la inversión a tecnologías limpias, un viraje absoluto en las políticas nacionales e internacionales, una reorganización de los modelos de financiación, crédito y riesgos, y un rol radicalmente distinto de las cadenas de valor en todos los sectores industriales. Básicamente, esto significa un cambio total en el modelo capitalista que se tiene actualmente.

Obviamente nadie esta dispuesto a jugarse un cambio tan radical de este modelo porque las grandes potencias, los grandes conglomerados industriales, los políticos, y quienes tienen algún poder adquisitivo se han visto beneficiados por este. Es el modelo que se impuso después de la guerra fría, y guste o no, es el modelo que ha sacado al mayor número de personas de la pobreza.

Estamos viviendo el periodo histórico donde tenemos la mayor producción de riqueza, donde estamos cubriendo las necesidades básicas del mayor número de personas en toda nuestra historia como homo sapiens, pero para hacer esto, hemos construido nuestro destino hacia el exterminio como especie (aunque algunos lograrán ir a Marte antes de que esto pase). Esto es un oxímoron.

Según Benjamin Y. Fong del NTY, “El verdadero culpable de la crisis climática no es ninguna forma particular de consumo, producción o regulación, sino más bien la manera en que producimos globalmente, que es por ganancias en vez de sustentabilidad. Mientras esa norma esté vigente, la crisis seguirá y, dada su naturaleza progresiva, empeorará. Ese es un hecho difícil de confrontar.”

Entonces, ¿si queremos luchar contra el cambio climático, tenemos que luchar contra el capitalismo? ¿Tenemos que luchar contra el sistema que ha puesto todas estas comodidades, ingresos, medios de comunicación, etc.? ¿El luchar contra el cambio climático, el ser “verde”, me hace un “rojo”? (al mejor estilo comunismo vs. capitalismo)

Honestamente, no se hasta que punto estoy dispuesto a luchar individualmente contra el sistema en que me manejo a diario. Supongo que la supervivencia me llevará a nuevos límites.

Pero de algo si estoy seguro, y es que como decía Marco Aurelio en su obra Meditaciones: “La mejor manera de defenderte es no asimilarte a ellos”, esto significa si quiero luchar por mi supervivencia tengo que alejarme lo mas posible de practicas que promuevan el calentamiento global. Comenzando por mi voto y mis apoyos.

Pero esto no me hace estúpido y creer que lo puedo cambiar todo. Meditaciones también afirma: “Todas y cada una de las cosas llegan a su termino de acuerdo con la naturaleza del conjunto, y no según otra naturaleza que abarque el mundo exteriormente, o esté incluida en su interior, o esté desvinculada en el exterior”.  Es decir, no sirve de nada que la lucha contra el cambio climático se haga individualmente.

Y como la historia ha demostrado, se necesita de un poder que reúna a todos los individuos para trabajar por el colectivo (Gracias Thomas Hobbes, autor de Leviatán). Por eso se hace necesario que ciudadanos, inversionistas y grupos de interés escojan y presionen a aquellos que dirigen esas supra organizaciones, con capacidad de organizar las sociedades, y empujen a esa lucha contra el cambio climático.

Las campañas publicitarias, los activismos, y el Twitter se quedan cortos respecto a alcanzar las metas de reducción de gases de efecto invernadero. Se necesitan líderes y movimientos (no hablo solamente de políticos, esto es con ustedes empresarios), que estén conscientes, que si la humanidad continua en esta espiral de suicidio, sus negocios, sus ingresos y sus patrimonios, entrarán en una curva descendente, imposible de recuperar, pues no quedaran compradores para esos productos o servicios.

PD 1: Y si soy rojo, también está bien.

PD 2:

Deforestación depende directamente de las temperaturas

Deforestación. Además de contribuir a la acumulación de dióxido de carbono atmosférico, la deforestación tropical altera las propiedades biofísicas de la superficie. La influencia de estos cambios ha sido apreciada durante largo tiempo por las comunidades de modelado climático regional y global. Se sabe que la deforestación contribuye al calentamiento y secado en esa zona, cambios en la circulación de la humedad y en las teleconexiones de mayor alcance.

Los estudios que utilizan modelos climáticos coinciden en que la deforestación amazónica tiene los impactos climáticos más fuertes, provocando el calentamiento regional y la disminución de las precipitaciones. Por su parte, la respuesta climática a la deforestación en África tropical y el Sudeste Asiático es más débil en magnitud, escenario que se relaciona a las diferentes formas de cambio de la cubierta terrestre, los estados climáticos de referencia, patrones espaciales de deforestación, diferencias geográficas en la topografía y la proximidad de los bosques a regiones oceánicas cercanas.

 

deforestación: impacto en bosques tropicales

Para aclarar más lo que está ocurriendo, una investigación publicada en la revista Nature Communications comparó la magnitud relativa del costo biofísico del carbono con la pérdida directa de biomasa aérea por la deforestación tropical. El estudio se llevó a cabo en tres regiones continentales distintas: Amazonas, Congo y el continente marítimo de Asia tropical.

La investigación sostiene que la retroalimentación climática biofísica positiva de la deforestación tropical, también llamado calentamiento y reducción de las precipitaciones, tiene implicaciones importantes para evaluar los riesgos climáticos futuros de la humedad tropical. A partir del análisis realizado con simulaciones LUMIP – CMIP6, la deforestación idealizada en un 45% contribuye a una disminución de las precipitaciones amazónicas de hasta 150 mm/año. Si se asume que estos efectos pueden combinarse linealmente, se traduce en una reducción de la precipitación de 325 mm/año para una climatología de 2.240 mm/año.

Investigaciones en el Congo

Por el contrario, la disminución de las precipitaciones provocada por la deforestación en el oeste del Congo y en algunas zonas de Asia tropical, puede verse parcialmente compensada por el efectos radiativos y fisiológicos del aumento de dióxido de carbono. Como consecuencia, se podría registrar un aumento de las precipitaciones en estas regiones debido a las interacciones entre los cambios biofísicos en la superficie y la circulación atmosférica en esas latitudes.

Sin embargo, el cambio del clima por la deforestación aún implica la posibilidad creciente de una estación seca más prolongada, una amplitud creciente de eventos de sequía extrema y una mayor probabilidad de incendios forestales en los trópicos, si la deforestación continúa en el futuro. Esta investigación proporciona un medio para estimar las pérdidas de carbono adicionales asociadas a los efectos biofísicos de la deforestación a escala regional y continental. Además, de su impacto en el clima regional y las reservas de carbono de los bosques cercanos no perturbados.

En el Amazonas

Para la Amazonía, evitar la deforestación proporciona un beneficio adicional de 5,7±3,7% para el almacenamiento de carbono de la vegetación. Para el Congo, esta adicionalidad es de 3,8±2,5%. Se encontró que estos costos biofísicos de carbono de la deforestación, surgen de las disminuciones regionales en la precipitación. Es más, se amplifican por los aumentos en la temperatura del aire.

Esto, en combinación con la fuerte retroalimentación de carbono de la vegetación y el clima, enfatiza la amenaza adicional del estrés hídrico. Todo ello, generado por la deforestación y la efectividad potencial de las estrategias de mitigación climática que mantiene o expande ecosistemas de bosques tropicales robustos.

Finalmente, el calentamiento global tiene el potencial de contribuir a una retroalimentación positiva, provocando que los bosques tropicales pierdan carbono. De esa manera, se vuelve cuesta arriba la estabilización del clima de nuestro planeta. Durante los últimos siglos, la expansión de la agricultura en las regiones tropicales ha contribuido a la pérdida generalizada de este tipo de bosques en varios continentes. Y, a esto, hay que sumar la sobrepoblación que se proyecta para unas décadas más.

Lagos de deshielo apuntan la amenaza climática en la Antártida

Los veranos más cálidos y los lagos de agua de deshielo amenazan los bordes de la capa de hielo más grande del mundo, según ha demostrado una nueva investigación. El estudio, el primero de su tipo, analizó los lagos superficiales de agua de deshielo alrededor de la capa de hielo de la Antártida Oriental durante un período de siete años, descubrió que el área y el volumen de estos lagos varían mucho de un año a otro y ofrece nuevos conocimientos sobre el impacto potencial del cambio climático reciente en el ‘Continente Helado’.

La investigación, dirigida por la Universidad de Durham y codirigida por la Universidad de Newcastle, utilizó más de 2.000 imágenes satelitales de todo el borde de la capa de hielo de la Antártida Oriental para determinar el tamaño y el volumen de los lagos en la superficie del hielo, también conocidos como lagos supraglaciales durante siete años consecutivos entre 2014 y 2020.

 

El estudio, en el que también participaron la Universidad de Lancaster y el Instituto de Tecnología de Georgia, mostró que el volumen del lago variaba de un año a otro hasta en un 200 % en plataformas de hielo individuales (extensiones flotantes de la capa de hielo principal de la Antártida), y en alrededor de un 72 % en general. También se descubrió que los lagos eran más profundos y más grandes en las estaciones de deshielo más cálidas y se formaron en algunas plataformas de hielo potencialmente vulnerables.

Consecuencias del derretimiento

Esta investigación, publicada en Nature Communications, es la primera en que se estudian los lagos de agua de deshielo durante temporadas de deshielo consecutivas en toda la capa de hielo, lo que permite explorar los controles sobre su desarrollo. Por lo tanto, el estudio proporciona información vital sobre por qué y dónde crecen los lagos, y ayudará a los expertos a comprender qué plataformas de hielo pueden tener más riesgo de romperse como consecuencia del derretimiento de la superficie.

La investigadora principal, la estudiante de doctorado Jennifer Arthur, del Departamento de Geografía de la Universidad de Durham, dijo; «Sabíamos que los lagos supraglaciales eran más extensos de lo que se pensaba anteriormente alrededor de la capa de hielo de la Antártida Oriental, pero hasta ahora solo teníamos instantáneas de estos en algunos años.

«Nuestro estudio revela que estos lagos cambian de escala mucho más de lo que originalmente sospechábamos. Nos sorprendió cuánto pueden cambiar los lagos de un año a otro entre las plataformas de hielo.

«Exploramos las posibles razones de esto y descubrimos que las temperaturas más cálidas del aire de verano en la Antártida se correlacionaban con lagos más extensos. Debido al cambio climático, la temperatura del aire en la Antártida seguirá aumentando y nuestro estudio sugiere que esto conducirá a un aumento en la cantidad y el volumen de los lagos supraglaciales, lo que a su vez pondrá algunas plataformas de hielo de la Antártida oriental en riesgo de deshielo. colapso.»

52 metros

La capa de hielo de la Antártida Oriental es la masa de hielo más grande del mundo y contiene suficiente hielo para elevar el nivel global del mar en unos 52 metros. La pérdida de las plataformas de hielo que bordean una capa de hielo permite que el hielo que se encuentra tierra adentro fluya más rápido hacia el océano, lo que contribuye al aumento global del nivel del mar.

Hasta ahora, las observaciones de los lagos supraglaciales en la capa de hielo de la Antártida Oriental eran relativamente escasas y la variabilidad de un año a otro era en gran medida desconocida, lo que dificultaba evaluar si algunas plataformas de hielo están cerca de romperse debido al agua de deshielo debido al cambio climático.

Este estudio, que utilizó imágenes del satélite Landsat 8, ayudará a los expertos a comprender la formación de lagos supraglaciales, los impactos climáticos en esto y predecir qué plataformas de hielo pueden estar en mayor riesgo de colapso.

El sorprendente efecto del cambio climático sobre los océanos

El cambio climático alterará significativamente la forma en que el sonido viaja bajo el agua, lo que podría afectar los paisajes sonoros naturales y acentuar el ruido generado por el hombre. Según un nuevo estudio global que identificó futuros «puntos críticos acústicos» en los océanos, estos cambios en los paisajes sonoros del océano podrían afectar las actividades esenciales de la vida marina.

En aguas más cálidas, las ondas de sonido se propagan más rápido y duran más antes de desaparecer. «Calculamos los efectos de la temperatura, la profundidad y la salinidad en función de los datos públicos para modelar el paisaje sonoro del futuro», dijo en un comunicado Alice Affatati, investigadora de bioacústica en la Universidad Memorial de Terranova y Labrador en St. John’s, Canadá, y autora principal de el nuevo estudio, publicado en Earth’s Future. Es la primera estimación a escala mundial de la velocidad del sonido del océano vinculada al clima futuro.

 

Dos puntos críticos, en el Mar de Groenlandia y un parche del Océano Atlántico noroccidental al este de Terranova, pueden esperar el mayor cambio a profundidades de 50 y 500 metros, proyecta el nuevo estudio. Es probable que la velocidad promedio del sonido aumente en más del 1,5 %, o aproximadamente 25 metros por segundo estas aguas desde la superficie hasta profundidades de 500 metros, para fines de siglo, dadas las continuas altas emisiones de gases de efecto invernadero.

Las ciudades más contaminadas del mundo

«El mayor impacto se espera en el Ártico, donde ya sabemos que ahora hay una amplificación de los efectos del cambio climático. No todo el Ártico, sino una parte específica donde todos los factores juegan juntos para dar una señal que, según las predicciones del modelo, supera la incertidumbre del propio modelo», dijo el autor Stefano Salon, investigador del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Aplicada en Trieste, Italia.

El paisaje sonoro del océano es una cacofonía de vibraciones producidas por organismos vivos, fenómenos naturales como olas y hielo que se rompe, tráfico de barcos y extracción de recursos. La velocidad del sonido a 50 metros de profundidad varía de 1.450 metros por segundo en las regiones polares a 1.520 metros por segundo en aguas ecuatoriales.

Muchos animales marinos utilizan el sonido para comunicarse entre sí y navegar por su mundo submarino. Cambiar la velocidad del sonido puede afectar su capacidad para alimentarse, luchar, encontrar pareja, evitar a los depredadores y migrar, dijeron los autores.

Paisajes sonoros en transformación

Además de los puntos críticos notables alrededor de Groenlandia y en el océano Atlántico noroccidental, el nuevo estudio encontró un aumento del 1 % en la velocidad del sonido, más de 15 metros por segundo, a 50 metros en el mar de Barents, el noroeste del Pacífico y el océano Austral (entre 0 y 70 grados Este), y a 500 metros en el Océano Ártico, Golfo de México y el sur del Mar Caribe.

La temperatura, la presión con el aumento de la profundidad y la salinidad afectan la rapidez y la distancia que viaja el sonido en el agua. En el nuevo estudio, los investigadores se centraron en los puntos críticos donde la señal climática se destacaba claramente de la incertidumbre del modelo y era mayor que la variabilidad estacional.

El nuevo estudio también modeló las vocalizaciones comunes, bajo las condiciones futuras proyectadas, de la ballena franca del Atlántico norte, una especie en peligro crítico de extinción que habita en ambos puntos críticos acústicos del Atlántico norte. Es probable que la «llamada ascendente» típica de las ballenas a 50 hertzios se propague más lejos en un futuro océano más cálido, encontraron los investigadores.

«Elegimos hablar sobre una especie de megafauna, pero muchos niveles tróficos en el océano se ven afectados por el paisaje sonoro o usan el sonido», dijo Affatati. «Todos estos puntos calientes son lugares de gran biodiversidad».

El trabajo futuro combinará el paisaje sonoro global con otros mapas de impactos antropogénicos en los océanos para identificar áreas de factores estresantes combinados o dirigir la investigación observacional necesaria.

«Con problemas complicados como el cambio climático, combinar diferentes enfoques es el camino a seguir», dijo la autora Chiara Scaini, ingeniera ambiental del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Aplicada.

Cambio climático y pobreza: debidamente compartimentado

“El cambio climático tendrá consecuencias devastadoras para las personas en situación de pobreza. Incluso en el mejor de los casos, cientos de millones se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada, las enfermedades y la muerte. El cambio climático amenaza el futuro de los derechos humanos y corre el riesgo de deshacer los últimos cincuenta años de progreso en materia de desarrollo, salud mundial y reducción de la pobreza”.

Con estas palabras empieza su informe sobre Cambio climático y pobreza el relator especial de la ONU sobre la pobreza extrema. Para Philip Alston, el cambio climático no sólo tendrá el mayor impacto sobre quienes viven en la pobreza, sino que también amenaza hasta la propia democracia y los derechos humanos. (UN News, 2019)

 

En el actual debate electoral se están tomando la pobreza, desigualdad y cambio climático como temas separados, lo cual es un error. Los candidatos deben estar conscientes que estos tres temas están interrelacionados, y deben tener programas que le hagan frente a las conexiones que tienen entre sí.

Para empezar, el BID afirma que en los próximos 10 años el cambio climático podría sumir en la pobreza a 100 millones de personas en todo el mundo. En este mismo informe se muestran las 3 razones por las cuales el cambio climático y las catástrofes naturales (que están directamente relacionadas) agudizan la desigualdad:

  1. los países, regiones y personas más pobres tienden a estar más expuestos a los impactos del cambio climático y las catástrofes naturales que sus homólogos más ricos.
  2. son ellos quienes pierden una mayor parte de su riqueza cuando los shocks climáticos golpean.
  3. dichas poblaciones disponen de menos recursos para hacer frente a los impactos negativos de los shocks climáticos.

En el mismo informe, se muestra que América Latina y el Caribe, las regiones con pobreza extrema del oeste de Bolivia y del centro y el sur de Perú son las más vulnerables a las fuertes lluvias e inundaciones. Además, en todos los países de América Latina, la temperatura está correlacionada negativamente con el PIB per cápita, de modo que los países más pobres están más expuestos a las altas temperaturas.

Según Amnistía Internacional, el derecho a la alimentación se ha visto perjudicado por la ralentización del crecimiento de la productividad agrícola en todo el mundo causada por el cambio climático. El derecho al agua está gravemente comprometido, ya que la mitad de la población mundial sufre en la actualidad de una grave carestía de agua durante al menos una parte del año, debido a factores climáticos y no climáticos.  Igualmente, los derechos a la vida y la salud resultan afectados: por ejemplo, cada vez más personas mueren o padecen debido a olas de calor extremas o por enfermedades que se propagan por los alimentos o por el agua debido a los cambios en el clima.

En el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de 2014 (IPCC), muestra que, con un calentamiento de 1,5°C, entre el 9% y el 18% de la población mundial se vería periódicamente expuesta a episodios de calor extremo al menos una vez cada cinco años y, con un calentamiento de 2°C, el índice de exposición llegaría a triplicarse. Si el aumento de la temperatura alcanzara unos 2°C, el número de días-persona de exposición al calor extremo se multiplicaría de manera exponencial, pasando de 15 a 170 millones. India y África Subsahariana estarían entre las regiones más afectadas.

En este mismo informe se subraya que la población marginada, discriminada y excluida de la toma de decisiones, es la que más está sufriendo y la que sufrirá los graves efectos que aún están por venir. Las consecuencias del cambio climático no se sienten de igual modo en todo el mundo: los “focos de gran vulnerabilidad humana” se encuentran concretamente en África Occidental, Central y Oriental, en Asia Meridional, en América Central y América del Sur, en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y en el Ártico. Los trastornos causados por las olas de calor en áreas urbanas se concentran en la población económica y socialmente marginada, como quienes viven en asentamientos informales.

La previsión a mediano plazo es que alrededor de mil millones de personas residentes en ciudades y asentamientos a baja altitud, incluidos los pequeños Estados insulares, correrán riesgos climáticos específicos de las zonas costeras. La subida del nivel del mar representa una amenaza para la existencia de algunos pequeños Estados insulares y costas bajas.  ¿Cartagena, Buenaventura, Barranquilla?

Hasta el momento no se ha pasado de propuestas vacías y aisladas que tratan de articular un programa. Tal es el caso de la flota de vehículos eléctricos de Gustavo Petro, o lo ambiental desde la perspectiva de seguridad por Federico Gutiérrez, que cierra el tema al narcotráfico.

Hasta el momento, el único candidato que trata de articular sus ideas en cuanto a lo ambiental no por su programa, sino por la calidad de su vicepresidente, es Sergio Fajardo. Quien postula a Luis Gilberto Murillo (su vice), como la persona que liderará estos temas en un eventual gobierno de centro.

Sin embargo, a pesar de los grandes nombramientos, los debates muestran la pobreza, el cambio climático y la desigualdad como propuestas en silos, muy bien compartimentadas, y sin ninguna conexión. Lo que llevaría al país a un absoluto desastre ambiental y social, y sumaria a los innumerables atrasos que ya tenemos.

Le hago un urgente llamado a los candidatos para que evidencien la conexión entre estos 3 temas, que son vitales para la población más vulnerable del país. Los subsidios, programas como familias en acción, y demás apoyos financieros, pueden ser reducidos si se toman medidas serias y rápidas para disminuir el impacto del cambio climático.

Incluso puede significar un alivio para las finanzas en el largo plazo.

PD 1: Esta semana hubo temperaturas de 40 °C (70 °F) encima de lo normal en el este de la Antártida, y 30°C por encima de lo normal en el Ártico. Desde ambos polos el mundo está ardiendo (no solo se calienta en Ucrania o en las elecciones de Colombia). ¿Cuántos titulares ‘históricos’ más, antes de cambiar?

PD 2: Lo que está pasando en los polos en este momento es aterrador. Estos eventos extremos superan las proyecciones, e indican que hemos entrado en una nueva fase extrema del cambio climático mucho antes de lo que esperábamos. El 2050 se nos adelantó, no son nuestros hijos, somos nosotros.

PD 3: ¿Las acciones contra la deforestación en La Macarena para cuándo? No es suficiente destruir el cambuche, es necesario buscar una actividad distinta para la población.

Superficie de cultivo aumentó en el mundo un 9% en 20 años

El área total de tierra cubierta por cultivos ha aumentado desde 2003 en un 9 por ciento, o 1 millón de kilómetros cuadrados. Esa es un área del tamaño de Egipto.

La mitad de las nuevas tierras de cultivo reemplazó otra vegetación natural como pastizales o bosques. La otra mitad provino de la reforestación de tierras de cultivo abandonadas o la conversión de pastos. En el mismo periodo, la población mundial ha crecido de 6.400 a 7.700 millones de personas.

 

Nuevos mapas detallados del cambio global en las tierras de cultivo, que muestran la evolución entre 2003 y 2019, se basan en imágenes recopiladas por satélites Landsat y se publicaron en la revista Nature Food. Al agregar datos de la NASA sobre la productividad primaria neta de las tierras de cultivo, los investigadores también estimaron si las áreas cultivadas crecieron más o menos productivas con el tiempo. La productividad primaria neta es una medida de cuánta energía almacenan las plantas a través de la fotosíntesis.

En manos de agricultores, economistas, grupos conservacionistas y formuladores de políticas, dicha información podría facilitar el equilibrio entre las necesidades de producción de alimentos y la preservación de los ecosistemas, la protección de la biodiversidad y los esfuerzos para secuestrar carbono y frenar el cambio climático.

Imágenes satelitales

«La gente ha usado satélites para mapear la extensión de las tierras de cultivo antes. Lo que distingue a este esfuerzo es que estamos mostrando cambios durante un largo período de tiempo», dijo en un comunicado Peter Potapov, codirector de GLAD (Global Land Analysis & Discovery Lab) de la Universidad de Maryland y autor principal del estudio.

«También lo hacemos de manera consistente a través de las fronteras internacionales para que podamos comparar lo que está sucediendo en diferentes regiones o países de manera significativa». La mayoría de los intentos anteriores de mapear y comparar tierras agrícolas se basaron en la compilación de datos locales o regionales a través de métodos y definiciones que variaban significativamente.

Con 530.000 kilómetros cuadrados de nuevas tierras de cultivo, África agregó la mayor cantidad entre continentes. América del Sur siguió con 370.000 kilómetros cuadrados de nuevas tierras de cultivo. El suroeste de Asia y Australia experimentaron aumentos, aunque mucho más modestos.

En América del Norte, Europa y el Sudeste Asiático, el total de tierras de cultivo se mantuvo prácticamente igual. Sin embargo, algunas de estas áreas experimentaron cambios significativos en la ubicación de las tierras de cultivo.

Efecto de la Unión Soviética

Los investigadores notaron que Rusia comenzó a abandonar grandes cantidades de tierras de cultivo luego de la disolución de la Unión Soviética en la década de 1990, cuando el gobierno eliminó los subsidios que habían hecho posible cultivar en tierras deficientes. Los estados bálticos de Lituania, Letonia y Estonia tuvieron la experiencia opuesta. La desintegración de la Unión Soviética condujo a un gran aumento de las tierras de cultivo a medida que estos estados se integraban más a los mercados globales. El efecto dominó de esa ruptura también afectó al sector agrícola en Cuba, lo que provocó la pérdida del acceso subsidiado a combustibles y fertilizantes y una transición a un estilo de agricultura menos mecanizado que contribuyó a la reducción de tierras de cultivo con el tiempo.

Arabia Saudita vio un abandono generalizado de las tierras de cultivo por diferentes razones: la escasez de agua subterránea llevó a las autoridades a levantar los subsidios para los productores de trigo y limitar las exportaciones de trigo.

La expansión de las tierras de cultivo se ve algo diferente cuando se tienen en cuenta los cambios de población. Dado que la población mundial aumentó en más de mil millones de personas, la cantidad de tierras de cultivo por persona disminuyó levemente de 0,18 hectáreas en 2003 a 0,16 hectáreas en 2019. Asimismo, la productividad primaria neta (PPN) aumentó en un 3,5 % debido a prácticas agrícolas más intensivas.