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Etiqueta: carceles

Las cárceles: una renta más de los grupos criminales

Por: Hugo Acero Velásquez

En América Latina las cárceles son una renta más para los delincuentes y corruptos. No son parte de la solución para enfrentar los problemas de violencia, delincuencia e impunidad, hacen parte de los problemas que hay que enfrentar y solucionar.

 

La amenaza de la cárcel no disuade la acción de los delincuentes, estos la convirtieron en el sitio más seguro desde donde pueden seguir delinquiendo, las controlan y las convirtieron en otra fuente de recursos que comparten con algunos servidores públicos corruptos, en medio del “todo vale”. En Colombia lo mínimo que un interno o interna debe pagar a los crimínales y corruptos para poder vivir “más o menos” en las cárceles son cinco millones de pesos mensuales. Igual sucede en las demás cárceles de la región.

Colombia, según el informe “El triste panorama de las cárceles latinoamericanas”, publicado por El Tiempo https://www.eltiempo.com/amp/mundo/latinoamerica/carceles-latinoamericanas-triste-panorama-793515, Colombia tiene uno de los niveles más bajos de hacinamiento, pero no reportó la situación más inhumana y violatoria de los DDHH de la región, cerca de 23.000 personas viven todos los días en un hacinamiento que supera el 250% y en algunos casos el 500%

En estaciones de policías y Unidades de Reacción Inmediata -URI- de la Fiscalía de Colombia estas 23 mil personas están “viviendo” todos los días, las 24 horas del día, en menos de un metro cuadrado, algunos llevan meses y años en esa condición infrahumana, sin que hasta el momento se haya hecho algo para solucionar este grave problema, salvo las acciones que han emprendido las ciudades de Medellín (2018) y Bogotá (2020).

El Gobierno Nacional dirá que este es un problema que deben resolver las alcaldías y departamentos. Este es un problema de Estado donde debe participar activamente el Gobierno Nacional, los gobiernos locales y el Congreso de la República porque hacen falta recursos para reconstruir el sistema carcelario y penitenciario que es obsoleto, más del 80% de las cárceles tienen más de 50 años de construcción y su gobernabilidad siempre ha estado en entredicho por el control delincuencial y la corrupción que han tenido algunos servidores públicos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario -INPEC- y de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios -USPEC-.

Aquí se requiere un Plan Maestro de Equipamientos Carcelarios y Penitenciarios que involucre a los alcaldes y gobernadores, un Plan que contemple cuatro áreas estratégicas:

  • Una, nueva infraestructura carcelaria que actualice las cárceles viejas y obsoletas.
  • Dos, profesionalización y mejoramiento laboral del personal administrativo y de guardia que mejore su gestión y disminuya la corrupción.
  • Tres, fortalecimiento de los sistemas de seguridad, disciplina y control, que el Estado recupere el control de las cárceles y
  • Cuatro, un modelo pedagógico de resocialización y desarrollo de los internos e internas.

Sin recursos y decisión política, el sistema carcelario y penitenciario de Colombia y de la región, seguirá siendo otro problema de violencia, delincuencia e impunidad.

Vigilancia privada insiste en ingresar a la cárcel

Las empresas de seguridad y vigilancia privada en el país, consideran que a través de la reforma penitenciaria se podría mejorar el sistema de seguridad y a su vez promover la resocialización en los centros penitenciarios. Para esto, brindarían el acompañamiento y conocimiento pertinente en el desarrollo del proyecto, como también brindar su servicio de vigilancia en las cárceles de Colombia, con el propósito de mejorar la condición de vida de las personas privadas de la libertad.

Guillermo García Realpe, vocero de la agremiación E.C.O.S.,  mencionó:  “las empresas de vigilancia y seguridad privada, así como prestan su labor en la seguridad ciudadana, en las empresas, en las calles, en los colegios, en los centros nacionales de producción y refinerías, también están especializadas para promover acompañamiento al Estado y al Gobierno Nacional, para prestar vigilancia en las cárceles”.

 

De acuerdo con E.C.O.S, si se llega a concretar un proyecto en este sentido, verían  beneficiadas  más de 195.000 personas que actualmente están privadas de la libertad en Colombia, generando nuevos espacios habitables y agradables visualmente para la población reclusa en el país, permitiendo la creación de escenarios dignos y a su vez la trascendencia en sus vidas, lo que les permitirá generar una transformación en su manera de pensar y actuar dentro de la sociedad al momento de volver a la libertad, haciendo que el proyecto se un éxito, como explicó Martha Saavedra CEO de EPICA, “Que sean cárceles humanas, que den respeto y dignidad”, indicó.

Por el momento, continúan las investigaciones, análisis y valoraciones  de este nuevo modelo basado en la humanización y premisa de máxima seguridad, con el cual se prevé crear un impacto social y ambiental en los centros penitenciarios de Colombia.

De lo inviable a lo viable

Para Michel Foucault: “La prisión es el único lugar en el que el poder puede manifestarse de forma desnuda, en sus dimensiones más excesivas, y justificarse como poder moral”. En Colombia, los centros de reclusión han sido caracterizados como lugares donde se vulnera los derechos humanos, al punto que la Corte Constitucional, en distintas sentencias de Tutela, ha declarado la existencia de un Estado de cosas inconstitucionales. Esta situación obliga a aumentar el nivel de exigibilidad de los derechos, tanto fuera como dentro de las cárceles. Es decir, el sistema penitenciario actual es inviable a las luz de la constitución del 1991.

En este marco, “cuando se ha previsto por el legislador que una conducta debe ser sancionada con una pena, ésta debe obedecer a unos fines constitucionales. Tanto la definición de la pena como su ejecución deben ser fieles a los objetivos esenciales de un Estado Social y Democrático de Derecho, pues “(…) el contenido y la función de la pena no se pueden configurar (…) con independencia de la existencia del orden en el que se pune, ni de la comprensión de su sentido”.]Como lo manifestó la Corte en la sentencia T-388 de 2013, la sociedad tiende a deshumanizar a las personas que han cometido “graves actos delictuosos”, al tratarlos de “bestias”, “salvajes”, entre otros calificativos que pretenden marginarlos de la humanidad para justificar sanciones desproporcionadas y degradantes. Sin embargo, como lo sostiene esta Corporación, «el compromiso de una sociedad con la dignidad humana se reconoce, en gran medida, por la manera como se respetan los derechos de las personas privadas de la libertad». En efecto, en el marco de una sociedad democrática, fundada en el principio de la dignidad humana, se debe evitar a toda costa deshumanizar al delincuente, imponiéndole penas que configuren tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Se puede cumplir una condena en condiciones de dignidad.

 

En este orden las leyes dicen que la pena de prisión busca la rehabilitación y la resocialización de quienes se encuentran privados de la libertad, después de conocer el monstruo viviendo en sus entrañas te das cuentas con certeza que estas no resocializan a nadie, por el contrario, son una universidad del crimen.  La prisión contraria el fin de resocialización de los penados, y de hecho acentúa su desocialización.

Es claro que las prisiones en Colombia no resocializan, son escuelas del crimen ello agudiza el problema social a largo plazo, dado el actual tránsito de gobierno sería bueno intentar cambiar lo inviable es sistema penitenciario actual a lo viable es decir las cárceles privadas. A propósito de ello, ante el fenómeno agravado de hacinamiento de las cárceles colombianas y del mundo y establecimientos penitenciarios que demostraban los casos bajo revisión en la Sentencia T-762 de 2015, la Corte reiteró el estado de cosas inconstitucional del sistema penitenciario que había sido previamente declarado en las sentencias T-153 de 1998 y T-388 de 2013. Concluyó que la situación era de tal gravedad que el sistema no estaba cumpliendo con la función de prevención especial de la pena sobre la reincorporación efectiva y sana de la persona a la sociedad. En relación con la resocialización como objetivo primordial de la ejecución de la pena privativa de la libertad, la Corte afirmó que «es imperioso recordar que el esfuerzo por la resocialización del delincuente y por su incorporación a la vida en sociedad después de su castigo, se traduce en beneficios para la comunidad. Por el contrario, abandonar tal enfoque hace que el sistema penitenciario y carcelario se convierta en un sistema multiplicador de conflictos que genera más y “mejores” delincuentes (la cárcel como universidad del delito), lo que finalmente termina siendo más costoso para el conglomerado social

Las cárceles privadas sin duda son un negocio para un tercero y se deben administrar por particulares con la puesta de mejorar las condiciones de resocialización ha funcionado aparentemente en los EEUU, y pareciera que llego el momento de intentarlo en nuestro país, las cárceles privadas deben ser una realidad tangible y el Estado está obligado a dar el paso, el llamado es a las empresas de seguridad privada, a inversionistas nacionales y extranjeros para que de inmediato presenten proyectos que permitan que los privados de la libertad paguen sus penas en condiciones humanas en donde se diferencien los delitos no como acontece en el presente en donde temerarios asesinos compartes patio con privados por delitos menores como accidentes de transito en igualdad de condiciones, en las centros de reclusión carcelarios privados incluso pueden existir centros de computo y vídeo llamadas y verdaderos programas de resocialización que el país, los privados de la libertad  y sus familiares están esperando hace décadas.

 Yebrail plazas

Doctorado en gestión de proyectos; Master en Marketing Digital; especialista en Comunicación Estratégica, y Especialista en Marketing

Ecuador iniciará el lunes su primer censo de presos en cárceles

Las autoridades de Ecuador iniciarán el lunes el primer censo de presos en las cárceles del país, en cumplimiento de una de las promesas del Gobierno de Guillermo Lasso para tratar de contener la violencia que periódicamente deja decenas de muertos.

Dos equipos del Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de la Libertad (SNAI) recorrerán los 36 centros penitenciarios para recabar datos de todos los reclusos. Prevén concluir los trabajos en un plazo de tres mees, según un comunicado de la institución.

 

El censo tiene por objetivo «mejorar las condiciones de habitabilidad» de los presos y lograr «una mejor administración» de las prisiones ecuatorianas. Para el Gobierno, «es fundamental contar con información estadística confiable y precisa sobre las personas privadas de libertad, con el objetivo de impulsar la creación de políticas públicas y la ejecución de estrategias que generen mejores y mayores oportunidades para la rehabilitación y la reinserción social en Ecuador».

El Ejecutivo presentó en febrero su plan para mejorar el sistema penitenciario, después de varias matanzas. Las autoridades estiman que más de 400 presos han fallecido en incidentes violentos desde el año 2020, lo que también ha derivado en críticas de organizaciones como la ONU.

Aumenta a 43 el número de muertos tras motín en cárcel de Ecuador

Al menos 43 personas han muerto por un motín registrado este lunes de madrugada en una cárcel de la ciudad ecuatoriana de Santo Domingo, según un nuevo balance publicado por la Fiscalía. El Gobierno ha destacado que 80 presos han podido ser capturados tras la fuga.

«Tras amotinamiento en el CRS Bellavista de Santo Domingo, la Fiscalía de Ecuador y la Policía de Ecuador levantan indicios y receptan versiones en el lugar. Hasta el momento se cuentan 43 internos fallecidos (en desarrollo)», ha publicado la Fiscalía en Twitter.

 

El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, ha trasladado su pésame a los familiares. «Mi más sentido pésame a los familiares y seres queridos de los fallecidos en el amotinamiento en la cárcel de Santo Domingo. Este es un lamentable resultado de la violencia entre bandas», ha publicado en Twitter.

«El ministro del Interior, Patricio Carrillo, está a cargo de los operativos para recuperar la paz», ha apuntado el mandatario ecuatoriano.

 

Decenas de familiares de los presos se han desplazado hasta los exteriores de la prisión para poder conocer más información, acuciados tras conocer la difusión en redes sociales de internos asesinados en pasillos, informa el diario ecuatoriano ‘El Universo’.

La masacre ha ocurrido el día en que Fausto Salinas ha asumido como el nuevo comandante de la Policía Nacional. El propio Salinas ha explicado que unos 40 presos que intentaron escapar fueron apresados tras el amotinamiento, aunque más tarde se ha informado de que han sido 80 los detenidos.

El nuevo comandante de la Policía ha explicado que la riña estaría ligada al traslado de un reo de la cárcel de La Roca de Guayaquil a la de Santo Domingo. «La presencia de esa persona genera una pugna», ha indicado.

Esta es la segunda masacre que ocurre en los últimos dos meses. En abril 20 reclusos fueron asesinados en la cárcel de Turi en una pelea vinculada por la Policía a una disputa entre bandas.

El Gobierno de Guillermo Lasso ha prometido reformar el sistema penitenciario, marcado de forma recurrente por incidentes que llegan incluso a cobrarse decenas de vidas. Sólo el año pasado habrían muerto unos 300 reclusos, por lo que el Ejecutivo ha planteado una serie de iniciativas, entre ellas un censo penitenciario.