Keep it calm. It’s bullerengue
El taxi de Rafa, un monteriano de salsa y vallenato en la sangre, ya nos tenía a dos kilómetros de Puerto Escondido, Córdoba y el mar no se veía por ninguna parte. “Por eso es que se llama así, Puerto Escondido, porque no lo ves sino hasta que estás ahí encima, compai”… Este lugar nació como un palenque, como un refugio de esclavos huidos por entre el monte y el mar, del yugo de quienes los compraron como mercancía. “Era perfecto: cuando venían los amos a buscar a los que huían, no distinguían mayor cosa y se devolvían sin saber que ahí atrás estaban.”