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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Constitución

Un acuerdo nacional para acabar con la exclusión

En el actual contexto político y social de Colombia, es crucial reconocer la importancia de construir un acuerdo nacional que respalde las iniciativas de cambio estructural y avanzar en el objetivo de alcanzar una sociedad más justa y equitativa. Un acuerdo nacional no solo es vital para consolidar la gobernabilidad, sino también para abordar de manera efectiva las deudas históricas que el país ha acumulado desde antes de la promulgación de la Constitución de 1991 y luego de que esta entrara en vigor. A buena hora, el presidente Gustavo Petro designó al nuevo ministro del interior, Juan Fernando Cristo, como responsable de esta tarea.

Todas las expresiones sociales, políticas y económicas deben participar en espacios de diálogo, que hagan posible un nuevo acuerdo nacional con el fin de superar aspectos que ha socavado el progreso del país y que están relacionados, entre otros, con cuatro temas: la reforma política que reconozca la importancia del constituyente primario y su soberanía; la financiación de la educación pública, la investigación científica y tecnológica; la reforma agraria integral; y la garantía de derechos universales. Un acuerdo que debe cursar por diversas vías y a diferentes niveles, tanto territoriales como políticos y sociales, y que debe ser consolidado y refrendado haciendo uso de los mecanismos constitucionales, lo cual puede contemplar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.

La Constitución Nacional, fruto del poder constituyente especialmente estudiantil y de los procesos de paz de finales de la década de los años 80 del siglo XX, nos prometió el desarrollo de la democracia participativa (democracia directa + democracia representativa); sin embargo, la democracia directa, el poder del constituyente y la soberanía que reside exclusivamente en el pueblo, en lugar de promoverse o garantizarse, han sido sobre reglamentados, debilitados y fraccionados, perdiendo su sentido como pilares esenciales para la construcción de una sociedad más democrática, inclusiva y justa.

La democracia directa empodera a los ciudadanos, aumenta su participación y asegura que las decisiones reflejen sus intereses y necesidades. Por su parte, el poder constituyente confiere una legitimidad democrática fundamental a las estructuras políticas y jurídicas, permitiendo la renovación y adaptación a nuevas realidades. A pesar de los desafíos que ambos conceptos pueden presentar, su correcta implementación y desarrollo pueden transformar positivamente la vida política y social de un país como el nuestro, inmerso en fenómenos como la corrupción, el narcotráfico, y en un conflicto armado interno que anualmente cobra cientos de vidas.

Otro de los pilares fundamentales de la Constitución fue la promesa de desarrollar progresivamente un sistema educativo público robusto, con un fuerte componente investigativo y accesible para todos los colombianos. No obstante, las sucesivas contrarreformas han despojado a la educación pública de más de 300 billones de pesos, erosionando significativamente su calidad y accesibilidad. Este desfinanciamiento no solo atenta contra el mejoramiento de la calidad de los docentes y el derecho a la educación en general, sino que también perpetúa la desigualdad social y limita las oportunidades de desarrollo personal y profesional de millones de colombianos y colombianas, lo cual es bastante lamentable en momentos históricos de la globalización, el desarrollo de tecnologías para la informática y las comunicaciones y la llamada sociedad del conocimiento.

La reforma agraria, situada en el centro de la conflictividad social y política, es otro aspecto crucial que la Constitución de 1991 pretendió abordar de manera decidida. Sin embargo, las contrarreformas han anulado los mecanismos necesarios para su implementación efectiva. La distribución equitativa de la tierra sigue siendo una promesa incumplida, perpetuando la desigualdad y la violencia en las zonas rurales.

La concentración de tierras en manos de unos pocos terratenientes y su escaso desarrollo productivo, han sido barreras persistentes para la justicia social y el desarrollo económico en el campo colombiano. Según la Comisión de la Verdad, la concentración de la tierra es uno de los factores estructurales del conflicto colombiano. Un acuerdo nacional que apoye la implementación de una verdadera reforma agraria es esencial para lograr una paz duradera y el desarrollo sostenible en las zonas rurales.

La mercantilización de derechos fundamentales como la salud, la vivienda y la seguridad social ha creado barreras significativas para su acceso, especialmente para los sectores más vulnerables de la sociedad. La Constitución también buscaba garantizar derechos universales para todos los colombianos. No obstante, estos derechos se han transformado en mercancías que generan grandes negocios, alejándose de su propósito original de garantizar el bienestar humano. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, miles de colombianos han muerto por falta de atención médica oportuna debido a las barreras impuestas por el sistema.

El Congreso colombiano ha fallado en desarrollar órdenes expresas de la Constitución en estos 33 años. La ley orgánica de ordenamiento territorial sigue siendo la de 1886, lo que demuestra una falta de actualización y adaptación a las necesidades contemporáneas del país. La reforma a la justicia, la reforma política y electoral ordenada por el Acuerdo de Paz de 2016, por ejemplo, aún no se han materializado, lo que evidencia una grave negligencia legislativa.

La igualdad de género también sigue siendo una deuda pendiente. A pesar de los avances legislativos, las mujeres continúan enfrentando discriminación en diversos ámbitos de la sociedad y el estado. Las minorías étnicas, sexuales y culturales siguen siendo marginadas y discriminadas. El Acuerdo de Paz con las FARC-EP no ha sido implementado de manera adecuada en aspectos cruciales como el progreso económico y social de los territorios excluidos. La implementación incompleta de este pacto ha limitado que Colombia avance hacia una paz definitiva y sostenible.

La crisis climática es otro desafío de gran envergadura que demanda un ordenamiento territorial alrededor del agua y la liberación de sus espacios. Colombia, siendo uno de los países más biodiversos del mundo, enfrenta graves amenazas debido al cambio climático, que afectan especialmente a las comunidades rurales y a los ecosistemas estratégicos. Un acuerdo nacional en la implementación de políticas ambientales sostenibles es esencial para mitigar los efectos del cambio climático, proteger los recursos naturales del país y aprovecharlos adecuadamente.

Finalmente, el camino de la paz definitiva es fundamental para sanar las heridas del conflicto armado y construir una sociedad más justa y equitativa. La reconciliación nacional requiere un compromiso genuino con la verdad, la justicia y la reparación para todas las víctimas del conflicto. Un acuerdo nacional que respalde estos esfuerzos es crucial para avanzar hacia una sociedad más justa, equitativa y en paz, abordando de manera integral los desafíos históricos y contemporáneos que enfrenta la nación.

Luis Emil Sanabria Durán

Chile elige este próximo domingo el organismo que redactará la constitución

Los chilenos están llamados este domingo a las urnas para elegir a los 50 consejeros que deberán redactar un nuevo borrador de Constitución, tras el fracaso del primer intento para derogar la Carta Magna aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet. El Gobierno de Gabriel Boric llega debilitado a la cita, en la que las posiciones conservadoras aspiran en cambio a recuperar el terreno perdido durante estos últimos años.

La redacción de una nueva Constitución fue la gran promesa con la que en 2021 el entonces presidente, Sebastián Piñera, logró aplacar una ola de protestas bautizada como ‘estallido social’. Una convención constituyente con mayoría de independientes, aunque inclinaciones de izquierda, acometió un primer intento que terminó siendo rechazado en septiembre de 2022, ya con Boric en el poder.

Una amplia mayoría de los votantes dijeron ‘no’, al término de un proceso marcadamente politizado y en el que se ponían negro sobre blanco cuestiones como la plurinacionalidad o el derecho al aborto. Pese a que ocho de cada diez chilenos habían dicho en un referéndum previo que querían una nueva Constitución, casi el 62 por ciento de los votantes terminaron prefiriendo quedarse con el texto de 1989.

Boric, promotor del ‘sí’, asumió la derrota pero evitó tirar la toalla, dando inicio a un nuevo proceso que vivirá este domingo un nuevo hito. La composición del Consejo Constitucional será clave para determinar la redacción del segundo proyecto constitucional, que no tiene por qué asumir las líneas fijadas por el borrador previo, y para relanzar de nuevo el interés de los ciudadanos en el proceso.

No en vano, los sondeos muestran un creciente desinterés. Un 47 por ciento de los chilenos tiene «nada o muy poco» interés en los comicios de este domingo, según una encuesta publicada este viernes por la firma Criteria y en la que el 62 por ciento reconoce que tiene «nada o muy poca» información sobre estos comicios.

LA LECTURA POLÍTICA

Más de 350 candidatos se presentan a estas elecciones, repartidos básicamente en cinco grupos que representan en mayor o menor medida las posiciones de los grandes partidos de la política chilena. En el caso del Gobierno, sus principales partidarios están incluidos en Unidad para Chile, si bien también hay una segunda facción de centro-izquierda, Todo por Chile, heredera de la desaparecida Concertación.

El nivel de apoyo a Boric ronda el 38 por ciento y, si se cumplen los pronósticos, la derecha recuperará impulso en estas elecciones. El presidente tiene previsto seguir desde la sede del Gobierno y junto a sus ministros el cierre de la jornada, aunque no está previsto que se pronuncie públicamente hasta el día siguiente, según el diario ‘El Mercurio’.

En las filas oficialistas se da por hecho que sufrirán una derrota, pero intentan establecer una barrera de contención para evitar un efecto contagio. Algunos ministros han llamado a no establecer paralelismos entre lo que pueda ocurrir este domingo y la situación política general del país, habida cuenta de que el mandato de Boric no expira hasta marzo de 2026.

El presidente ha dicho que sus «expectativas» pasan por «fortalecer la democracia» en una jornada que confía en que sea «ejemplar». «Confío profundamente en la sabiduría democrática del pueblo de Chile», ha declarado esta misma semana, en el tramo final de una campaña que, pase lo que pase, dará pie de nuevo a meses de debate y a un segundo referéndum sobre el futuro proyecto constitucional, aún por discutir y definir.

Un proyecto de ismos

Se llevó a cabo el plebiscito de salida en Chile, en sentido estricto un referéndum, por medio del cual el pueblo chileno debía pronunciarse sobre la aprobación o rechazo del proyecto de nueva constitución elaborado por la Convención Constitucional de ese País. Los resultados fueron contundentes, el 61,86% de los partícipes rechazaron la aprobación del proyecto constitucional frente al 38,14% que lo aprobó, otrosí de un 0,59% de papeletas en blanco y 1,54% de papeletas nulas. Hubo algarabía entre un amplio sector de la población chilena por el rechazo a la propuesta de constitución que, además de ser una constitución carente de una depurada técnica jurídica, era más una sumatoria de deseos y buenos anhelos. Una especie de derecho a la utopía, con 388 artículos y 57 disposiciones transitorias que le hacen un documento inmanejable, antitécnico, repetitivo e irrealizable.  Asemejándose más a un arbolito de navidad en el que además de bolitas y luces cada miembro de la familia le coloca algo propio, desde una media de la abuelita hasta el juguete del nené, y finalmente, el gato inquieto, se trepa y lo tira al piso.

El proyecto de constitución que acaba de rechazar el pueblo chileno es un amplio catálogo de derechos fundamentales, más de cien artículos corresponden a esta materia, donde todo es derecho fundamental a cargo del Estado y brillan por su ausencia, y en desproporción, los deberes. Esencialmente se trató de un proyecto de ismos. Un ismo es una tendencia propia de un tiempo, algunos dirían una moda.  Los ismos iniciaron en el arte, verbo y gracia, el cubismo, el figurativismo, el abstraccionismo y el vanguardismo, entre otras tantas, tendencias artísticas.

Entre los más de veinte ismos detectados en el proyecto, se encuentran: El laicismo referido en el artículo 9, el plurinacionalismo y el indigenismo, presentes ambos en el preámbulo, artículos 2, 5, 11, 34 y 65. El paritarismo de mujeres, hombres, divergencias y disidencias sexuales participen en igualdad sustantiva, con una marcada tendencia promujer, en el sentido del artículo 6 ordinal 2º del proyecto exige que en órganos colegiados, en los cuerpos directivos de empresas públicas y semipúblicas del Estado, al menos el cincuenta por ciento de sus miembros deben ser mujeres, queda la sensación que si el 99% son mujeres y el 1% son hombres, aún habría paritarismo, pero no al contrario.

Otro ismo que es el interculturalismo artículos 2, 11 y 13. El ecologismo artículos 8, 39 y 103, el regionalismo artículos 1 y 7, también el feminismo e ideologismo de género artículo 6, el multilateralismo y latinoamericanismo artículo 14, el neoconstitucionalismo con herramientas como el bloque de constitucionalidad para permitir que los tratados internacionales sobre derechos humanos formen parte de la constitución artículos 15 y 16. En general, un amplio espectro de derechos humanos, donde todo lo que tiene que ver con los humanos termina siendo derecho humano.

El justicialismo artículo 24, el neurodiversimo o derecho a la diversidad neurológica artículo 29, el sindicalismo que pueden participar de la dirección de las empresas artículo 48, el alimentarismo y ancestralismo artículo 55, el socialismo artículo 138 que asigna la función social de la tierra, el cooperativismo artículo 73, el colectivismo artículo 178 que limita la propiedad privada y no se permite sobre bienes comunes por naturaleza y los bienes inapropiables por la constitución política y la ley. Igualmente, destaca como un ismo el derecho al ocio previsto en el artículo 91, que no es lo mismo que el derecho a la recreación y al tiempo libre, que también son derechos fundamentales, según el proyecto. Hasta una disciplina de frontera como la bioética terminó convertida en ismo, destacando como favorable la creación del Consejo Nacional de Bioética, artículo 99.

El proyecto de constitución política de chile parece un listado de buenos deseos, de aspiraciones más que de realidades; reflejo de la tendencia actual del neoconstitucionalismo progresista donde todo es derecho sin deberes. En el marco de un estado paternal y asistencialista, los ciudadanos se convierten en incapaces. Es tan desproporcionado el proyecto, que los grupos indígenas gozan de un estatus especial y privilegiado, aún por encima de los demás ciudadanos. Justa razón tuvo la mayoría del pueblo chileno para rechazar el antitécnico proyecto. Ojalá ese ismo de cambismo: Cambiar leyes por cambiar leyes según el ismo del momento no llegue por estos lares. No es cuestión de leyes, es cuestión de la conducta de los ciudadanos; no se trata del arbolito de navidad se trata de quiénes lo decoran.

 

 

 

 

 

 

 

La nueva ruta que deberá tomar Gabriel Boric en su gobierno

Chile le dijo NO a la nueva constitución que propuso el presidente chileno Gabriel Boric, con un 62% el rechazo salió victorioso en esta oportunidad.

El mandatario chileno dijo este domingo que después de los resultados lo primero que va hacer es iniciar una conversación con todas las fuerzas política para que de esta manera se pueda lograr un avance con un nuevo proceso constituyente, y también empiecen con diferentes negociaciones en donde esta vez si tenga obtenga una respuesta de aceptación por la mayoría de los ciudadanos.

Ahora el presidente chileno deberá tomar una nueva ruta para su gobierno, lo primero es que como había indicado semana atrás se empezará con un nuevo proceso constituyente que quedará en manos del Congreso, sin embargo, aún quedan muchas dudas sobre la mesa de cuál es realmente el paso que deberá seguir.

Sin duda alguna tiene que restructurar la manera en la que va a generar esa nueva constitución, además  ya confirmó Boric que realizará reformas en su gabinete, por ahora se dice que dos de estos cambios serían;  Izkia Siches, Ministra de Interior, y Giorgio Jackson, Ministro de la Secretaría General, sin embargo, Boric no ha confirmado quiénes serán las personas que cambiará en el congreso.

 

Gabriel Boric pide al Congreso negociar una nueva constitución con los partidos

El presidente chileno, Gabriel Boric, se ha reunido este lunes con los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de Chile tras el rechazo este domingo del proyecto de constitución elaborado por la Convención Constituyente y les pidió  abrir negociaciones para lograr un «camino institucional» para el proceso constituyente.

Boric va a «convocar a los distintos partidos con representación parlamentaria, también a actores de la sociedad civil, para escuchar sus puntos de vista», explicó el presidente del Senado, Álvaro Elizalde.

«Nos ha pedido que en el Congreso Nacional se desarrolle un diálogo que permita establecer un camino institucional para avanzar en el proceso constituyente», agregó.

Así, Elizande indicó que él y el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, convocarán durante esta semana a todos los partidos con representación parlamentaria «y también escucharemos a otros movimientos sociales y representantes de la sociedad civil, con el objeto de promover un diálogo que nos permita a la brevedad posible transmitir una certeza a Chile».

El objetivo es un diálogo incluyente que incorpore distintas miradas «para canalizar el proceso constituyente«. «Esperamos arribar a un acuerdo a la brevedad posible para transmitirle una certeza a la ciudadanía, respecto de cuál va a ser el camino y el itinerario institucional para seguir avanzando en el proceso constituyente», manifestó.

Elizalde ha realizado estas declaraciones después de algo menos de una hora de reunión con Boric y Soto en el Palacio de La Moneda, sede de la Presidencia chilena.

El encuentro con Soto y Elizalde lo anunció el propio Boric en su intervención del domingo por la noche, cuando se hizo evidente el resultado que pronosticaban las encuestas y el texto propuesto por la Convención Constituyente fue rechazado por el 61,86 por ciento de votantes, según datos oficiales del Servicio Electoral chileno (Servel).

«Ha revivido Pinochet» dijo Petro tras el rechazo a la Constitución chilena

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reaccionó en la noche del domingo al rechazo de la nueva Constitución de Chile y estimó que el resultado supone una vuelta del exdictador del país, Augusto Pinochet.

«Revivió Pinochet», publicó Petro en su cuenta de Twitter, en un mensaje en el que citaba que se imponía el rechazo a la nueva Constitución.

«Sólo si las fuerzas democráticas y sociales se unen será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas», expresó posteriormente.

A diferencia de Petro, su predecesor, el expresidente colombiano Iván Duque, celebró el resultado. «Habló el pueblo chileno en una bella jornada democrática», afirmó en su cuenta de la misma red social.

«Triunfó la sensatez sobre las imposiciones ideologizadas que fracturarían para siempre una sociedad que ha alcanzado importantes logros sociales y económicos», agregó Duque.

La votación que se realzaron este domingo 4 de septiembre en Chile tenía como objetivo aprobar una nueva Constitución que reemplazase la elaborada por Pinochet, texto que se encuentra actualmente en vigor. Sin embargo, con el 99.95 de las mesas escrutadas, el ‘rechazo’ ha obtenido el 61.86 por ciento de los votos –casi 7.9 millones–, mientras que el ‘apruebo’ ha conseguido el 38.14 por ciento de las papeletas –poco más de 4.8 millones–.

En 2020, los chilenos se mostraron a favor de desarrollar una nueva constitución, pero los resultados de este plebiscito muestran que no están conformes con la diseñada.

Entre los partidos políticos de Chile, ya sean de izquierdas o derechas, existe un consenso político de que hay que llevar a cabo una nueva Carta Magna, que sea aprobada por la ciudadanía.

Rechazo mayoritario en Chile al borrador de la nueva Constitución

Foto: Europa Press

Una mayoría de chilenos se opone a los cambios reflejados en el borrador de la nueva Constitución del país antes del referéndum del próximo mes.

Según el sondeo de Pulso Ciudadano, publicado a última hora del viernes, alrededor del 45,8% de los encuestados planea votar el 4 de septiembre en contra de la Carta. Solo un 32,9% ha asegurado que respaldará la Constitución, mientras que el 15,7% está indeciso.

La nueva Constitución se redactó en respuesta a las protestas masivas de 2019-2020 contra la desigualdad y los servicios públicos deficientes.

Sin embargo, el documento no logró obtener el apoyo que muchos esperaban, lo que llevó a los aliados del Gobierno a proponer una serie de cambios en sus puntos más controvertidos en un intento por influir en la votación del próximo mes.

Mientras que los partidarios de la nueva Carta dicen que fortalecería los derechos sociales y protegería el medio ambiente, los detractores advierten que desalentará las inversiones y frenará el crecimiento económico.

Los inversionistas observan de cerca las encuestas en el período previo a la votación. La política chilena, incluida cualquier noticia sobre el plebiscito, será el principal impulsor de los movimientos de los bonos domésticos este mes, según una encuesta de Bloomberg News hecha a operadores y analistas.

Cada vez hay más señales de que la incertidumbre sobre la Carta magna de Chile podría persistir mucho más allá del referéndum, en tanto que el presidente Gabriel Boric ha prometido buscar una nueva reescritura constitucional si la propuesta actual es rechazada.

Mientras tanto, el Congreso aprobó recientemente un proyecto de ley que reduce las mayorías legislativas necesarias para modificar la carta orgánica actual. Los legisladores también están impulsando una propuesta para darle al presidente más libertad de acción para sentar las bases de una nueva Constitución.

La Administración de Boric, que ha reiterado que tanto la opción de aprobar como la de rechazar la Carta constitucional son legítimas, se enfrenta a una acusación de la Contraloría General de Chile de haber utilizado fondos públicos para instar a la gente a votar a favor.

La encuesta Pulso Ciudadano se aplicó a 2.089 personas del 16 al 19 de agosto. Tiene un margen de error de más o menos 2,1 puntos porcentuales.

La oportunidad perdida del Congreso

El debate sobre el proyecto de ley que permitiría el matrimonio igualitario finalmente fue aplazado ayer en el Senado. La decisión se dio porque la corporación no estaba transmitiendo por señal abierta pública de televisión, esta sesión que generó importantes expectativas en el país. Confidencial Colombia habló con el exmagistrado Carlos Gaviria Díaz sobre este proyecto. Entrevista.

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