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Etiqueta: Corredor Verde

Ni cabe ni se necesita el Transmilenio por la Séptima

Como ocurre con todos los medios de transporte, los BRT (Bus Rapid Transit) –en Colombia llamados Transmilenio– pueden ser adecuados para transporte masivo. Pero también pueden no serlo, si, por ejemplo, sus carriles exclusivos no caben por las vías o hay muy pocos pasajeros, como ocurre en este caso.

Porque causaba daños ambientales intolerables, Claudia López ganó la alcaldía oponiéndose al Transmilenio de Peñalosa por la Carrera Séptima. Y también por eso mismo el Concejo de Bogotá le condicionó lo que se haría: “En ningún caso, el corredor verde incluirá una troncal de transporte masivo como la que se planteó en el proyecto diseñado por el IDU durante 2017 y 2018”, una forma de prohibir la resurrección del Transmilenio de Peñalosa.

 

Pero al conocerse los diseños del Corredor Verde de Claudia, se descubrió que detrás de los arbolitos –a los que nadie se opone– estaba el Transmilenio de Peñalosa contra el que los bogotanos la eligieron, porque no cabía en la Séptima, salvo que, como él lo intentó, se redujera a casi nada el ancho de los andenes.

De sur a norte, el Transmilenio propuesto ocupará un carril exclusivo y reducirá de tres a dos los carriles de uso mixto (automóviles, motos y otros), desmejorando el flujo existente. Hacia el sur, desde la calle 92, se pretende un absurdo: un carril para Transmilenio y uno no continuo para vehículos de distintos usos, diseñado para que sea lento e incapaz de mover el tránsito que hoy circula en ese sentido.

Destruir el muy importante flujo vehicular norte-sur por la Séptima, exige dos falsas soluciones. Un enorme puente desde la 92 hacia la Circunvalar, con lo que esa vía se congestionará en exceso, otro puente en la 85 y no servirá bien para llegar a San Diego y al Centro. Y será más difícil cruzar la Séptima, a pie o en carro, en los dos sentidos. Otra parte del flujo se tirará por la Calle 100 a la Carrera 11, hermosa vía a la que le talarán sus árboles y le reducirán al mínimo sus andenes, con un agravante: tendrá un mal empalme con la Carrera 13, por giros a noventa grados en dos esquinas.

Y la ciclovía por la Séptima será de 2,20 metros, 80 centímetros más angosta que la existente (!).

Tantos daños a las vías, y a un costo de tres billones de pesos (!), para un Transmilenio con dos carriles exclusivos que no se necesitan, porque son técnicamente innecesarios, pues, según el director del IDU y la Secretaría de Movilidad, este Transmilenio puede transportar 18 mil personas-hora- sentido y habrá solo siete mil, menos de la mitad (ver enlace). Dado que los pasajeros por la Séptima disminuirán por los dos nuevos sistemas de transporte en esa zona: el metro por la Caracas y el Regiotram del Norte, por la vía del ferrocarril desde Zipaquirá, pasando por Usaquén hasta la Calle 26.

Cuando un adecuado sistema de buses por la Séptima sin carriles exclusivos, como los que hay en el mundo entero, atiende bien la demanda, no exige eliminar el flujo vehicular norte-sur, no impone construir unos puentes carísimos, no atiborra la Circunvalar, no hace muy difícil cruzar la Séptima, no daña la Once y permite ponerle a ese corredor vial todo el verde que se quiera, ahorrándole a Bogotá una suma enorme.

Tienen razón además la Personería y Manuel Sarmiento y los demás concejales que rechazan por ilegal abrir esta licitación sin los estudios completos. Ojo, funcionarios.

Bogotá, 31 de marzo de 2023.

*Jorge Enrique Robledo.

Arquitecto Universidad de los Andes. Exprofesor Universidad Nacional de Colombia.

Las grandes mentiras de claudia sobre el Corredor Verde

El pasado 12 de marzo de 2023, la alcaldesa Claudia López nos explicó a los bogotanos durante casi media hora en todos los medios de comunicación en qué consistiría la obra del Transmilenio por la Séptima; acción que a todas luces parece loable porque hay muchos lugares sobre el gran proyecto que a la fecha, generan mucha incertidumbre. Sin embargo, a pesar de la esperanza que me generó este momento al inicio, la perplejidad fue el sentimiento que se apoderó de mí luego de terminar la extensa intervención, pues pude constatar que a la mandataria, como ya es costumbre, no le importa mentirle a la ciudadanía mirándola a los ojos.

Claudia López apela a la emoción y esperanzas de los bogotanos, cuando dice que el Corredor Verde es un sueño de ciudad. Sin embargo, debemos estar atentos, sus palabras no están alineadas con la verdad y debemos abrir bien los ojos porque a pesar de que estemos cansados y pidamos a gritos un cambio, no necesariamente tiene que ser el que propone y quiere que suceda a toda costa la mandataria.

 

En primer lugar, la mandataria advirtió que con el Corredor Verde, los usuarios del transporte público se van a demorar la mitad del tiempo que se demoran en la actualidad, en sus palabras “La Usaquén popular va a pasar de gastar una hora y media a Chapinero y al centro, a gastar 40 minutos”.  Las personas no se van a transportar más rápido, esto no es lo que argumenta el director del IDU[1], el argumento es muy diferente y es que el modelo de movilidad indica que el número de pasajeros se reduce, al pasar de 14.000 a 12.000 por hora sentido entre las calle 26 y 100, y que de la 100 hacia el norte son 18.000 pasajeros por hora sentido. Si se reduce el número de pasajeros, todas las personas que hoy se transportaban, no van a poder hacerlo con el nuevo corredor, se nos quedan por fuera 2000. Por lo cual no es cierto afirmar que todas las personas que hoy se transportan, se transportarán en menos tiempo.

En segundo lugar, López afirmó que van a darle un carril exclusivo (uno de ida y otro de vuelta) a los buses eléctricos y que habrá carriles exclusivos para los carros particulares. Esto es falso parcialmente porque de la 92 a la 26 (hacia sur) se elimina el carril para carro particular, es decir, los tres carriles no se mantienen en toda la séptima de la 200 a la calle 26. Por favor alcaldesa, no haga afirmaciones generales, explíquele bien a la ciudadanía.

En tercer lugar, López advirtió que ya no habría embudo porque se aumentan los carriles y se quitarían los trancones de la entrada a Bogotá. Esto es falso porque los carros particulares que van de la 200 a la 92 deben ahí subir hacia la circunvalar por una vía que sólo tiene un carril generando otro embudo.

Y en cuarto y último lugar, la alcaldesa propone varias soluciones para descongestionar, la  primera, es hacer un deprimido en la 100 para que los carros pasen derecho sin semáforo o la segunda, es hacer en la 92 un puente de dos carriles para tomar la circunvalar sin semáforos, los cuales totalmente falso porque este puente sólo tendría un carril, según los planos publicados en la página web porque se observa que dicho puente tiene 5 metros de ancho. Aparte ¿Cómo promete que la obra va a durar tan poco tiempo cuando todo depende de la construcción de deprimidos y puente que puede durar hasta 10 años en construirse?

Alcaldesa no le mienta más a la ciudadanía, exigimos que por una vez en su mandato, diga la verdad.

[1] https://www.eltiempo.com/amp/bogota/corredor-verde-carrera-septima-asi-sera-el-proyecto-disenado-723530

Urgente una solución de transporte masivo para la Séptima

La carrera Séptima debe intervenirse urgente, los bogotanos lo piden. No hay cabida para discusiones y la alcaldesa debe escuchar a los ciudadanos, no a quienes presionan con fines políticos.

Claudia López presentó lo que será el “Transmilenio Verde” por la Séptima. Discusiones y peleas por intereses políticos e ideológicos impiden avanzar y lograr una solución integral de movilidad para los 700.000 habitantes del borde oriental de la ciudad y los más de 3 millones de personas que transitan por la vía, quienes en su mayoría son de estratos 1, 2 y 3.

 

La entonces candidata López mintió al afirmar que no construiría la troncal de TransMilenio, sabiendo que la carrera Séptima requiere una intervención apremiante. Los bogotanos siguen en trancón de más de 2 horas desde la calle 32 hasta la 200, afectando su salud mental. Los buses duales y zonales del sistema comparten la vía con el tráfico mixto, lo que solucionaría el carril exclusivo.

La alcaldesa destruyó el proyecto que dejó listo Enrique Peñalosa, que contemplaba 11 kilómetros de ciclorrutas, renovación de 400.000 metros cuadrados de espacio público, 83.000 metros cuadrados de zonas verdes, mejor alumbrado público, arborización y mejor calidad del aire al utilizar buses eléctricos. Aspectos que retoma la idea de TransMilenio Verde.

El Gobierno ha presentado una solución a medias y requieren escuchar a quienes hemos pedido el carril mixto en los dos sentidos (norte-sur y sur-norte) en el trazado, así como escuchó que se debía priorizar carriles exclusivos para el sistema TransMilenio y no para tranvía.

La Administración asegura que el Transmilenio Verde está articulado al plan parcial el pedregal. Amanecerá y veremos si esto no vuelve a ser excusa del hoy candidato Lara para torpedear la intervención que tanto necesita esta vía después de 20 años de estudios. Es imprescindible que las denominadas “Actuaciones Estratégicas”, en el POT de Bogotá, Lagos de Torca, Toberín, Teleport Santa Fe y Chapinero Verde e inteligente realmente se articulen a lo que es este nuevo intento de mejorar la séptima y sea una solución integral que beneficie a los bogotanos que residen, trabajan y estudian a lo largo del borde oriental.

En Bogotá debe quedar atrás la discusión sobre movilizarnos en buses, tranvías o metros y avanzar en la múlti-modalidad que contempla todos los modos de transporte. Los transmifobicos deben entender que grandes ciudades como Hong Kong tienen 4700 buses y 11 líneas de metro; Londres una flota de 9588 y 11 líneas de metro; Tokio opera con 138 rutas vehiculares y 11 líneas de metro; Río de Janeiro 1752 vehículos y 3 líneas de metro; Santiago de Chile, un referente de América Latina, tiene 6700 buses y 6 líneas de metro; Buenos Aires una flota de 18.400 y 6 líneas de metro y Ciudad de México tiene 29128 unidades vehiculares y 12 líneas de metro. Cada ciudad tiene sistemas de Metro y BRT porque se requiere movilizar a los ciudadanos por encima de egos políticos o ideológicos. Las capacidades entre modos son claras. Un tranvía mueve máximo 20.000 pasajeros hora sentido, TransMilenio moviliza 43.000 y un metro entre 40.000 y 60.000, por eso son complementarios, no excluyentes.

Les recuerdo a quienes han avivado el discurso de odio contra TransMilenio que la solución es para los bogotanos, la mayoría de estratos bajos, que viven o se movilizan en el borde oriental que llueva, truene o relampaguee deben utilizar el transporte público.

La carrera Séptima debe intervenirse, los bogotanos lo piden. No hay cabida para discusiones y la alcaldesa debe escuchar a los ciudadanos. Es menester una solución de transporte público, el ideal era el proyecto presentado por el exalcalde Enrique Peñalosa porque contemplaba a todos los actores viales y tenía los 2 carriles mixtos de norte a sur. Sí al carril exclusivo porque es democrático. Sí al transporte público porque beneficia a las mayorías. Sí a los carriles mixtos en el trazado completo porque es mejorar la movilidad de quienes utilizan la vía.

Lucia Bastidas Ubaté

Concejal de Bogotá

“Yo no lo llamo Corredor Verde”: Martín Rivera

En entrevista para Confidencial Colombia, el concejal Martín Rivera, explica el porque no está de acuerdo con la construcción del Corredor Verde por la Carrera Séptima.

¿Sí usted fuera el alcalde y tuviera que darle solución a la Carrera Séptima que haría?

 

Martín Rivera: Cojo los predios que ya adquirió el Distrito; mejoro espacio público, mejoro andenes, lo más al norte después de la 183; agrego un carril a cada lado y, por último, le pongo como tarea prioritaria a Transmilenio, volver más eficiente las rutas mejorando las frecuencias, mejorando el acceso a personas en condición de discapacidad, y volvería más transparente la información sobre la gestión de movilidad.

¿Quiere decir, que usted no dejaría un carril exclusivo para que los buses eléctricos circulen?

Martín Rivera: En el corto plazo no. Dejo la cicloruta hasta la calle 92, la conecto con la cicloruta que suben por la 92 y le devuelvo al tráfico mixto el carril de la bicicleta de la 92 hacia el norte. Como alcalde priorizaría el desarrollo y la construcción de las obras que se están haciendo. Hoy existen más de 800 frentes de obras al tiempo que están congestionando y atascando la ciudad, un ejemplo es la troncal de la 68 donde no hay mano de obra suficiente para cubrir todos los frentes.

¿Qué solución daría al trancón de la 85 con séptima?

Martín Rivera:  Se harían mejoras en la gestión del tráfico. En esta vía actualmente se mueven 8.000 pasajeros, pero entre la 94 y la 92. Considero que recuperándose ese espacio para los vehículos y garantizándole la conexión a los ciclistas en la 92 se podría hacer una mejora.

Desde hace mucho se vino advirtiendo que la Séptima se iba a embotellar ¿por qué dejaron llegar el problema a este punto?

Martín Rivera:  Por mala gestión en el pasado, por peleas políticas pero la solución no es invertir 3 billones de pesos en una troncal de TransMilenio para movilizar 8 mil pasajeros, eso no tiene sentido.

Hoy seguimos en las mismas peleas políticas

Martín Rivera:  No son las mismas. Es una irresponsabilidad enorme lo que se está planteando.

Queda la sensación de que lo que pretenden es arreglarles la molestia a los vecinos de los barrios Rosales, Chico y Chapinero Alto que no utilizan TransMilenio.

Martín Rivera: Y deberían estar usando transporte público y deberíamos hacer todo para que puedan bajar a la Séptima a coger un bus. Esta discusión no es porque sean las personas de Rosales, o Chapinero Alto, es para que no se meta esa troncal porque el ancho de la vía no da.

¿Pero entonces qué se debe hacer?

Martín Rivera: Cuando se acaben las obras, cuando miremos como se consolidan las viviendas alrededor de estos nuevos proyectos, y cuando hagamos una nueva medición de transporte público quizá podríamos considerar la construcción de un tranvía porque debemos garantizar la conexión de la séptima del Norte con las Séptima del sur. Esta avenida no se acaba en la 26 eso es una mentira eso va mucho más hacia el sur, pasando incluso más allá del Portal 20 de Julio.

Gustavo Petro durante su alcaldía examinó la posibilidad de un tranvía y la descartó

Martín Rivera:  Porque fue una mala administración. En estos momentos no es urgente, yo evaluaría eso en unos 8 o 10 años porque por ahora debemos concentrarnos en las obras que se están haciendo y en mejorar las rutas de buses.

Definitivamente descartaría el Corredor Verde

Martín Rivera: Yo no lo llamo un Corredor Verde, un corredor verde es cuando se elimina cualquier modo de transporte contaminante, eso es un corredor verde. Que los buses sean eléctricos no es innovador, ya está el acuerdo 811 que exige que la compra de flota en Bogotá debe ser eléctrica.

¿Descarta la troncal de Transmilenio?

Martín Rivera: Yo si descartó la troncal de Transmilenio por la Séptima

¿Está de acuerdo entonces con quienes dicen que lo mejor es no hacer nada?

Martín Rivera: Le estoy diciendo:  mejorar la gestión de los buses y mejorar las condiciones del espacio público

¿Cómo se mejora la gestión de los buses si comparten la vía con el vehículo particular?

Martín Rivera: Mejorando frecuencias, vaya y espere la Ruta T12 ¿cuánto demora?, yo uso transporte público y me toca sentarme 45 minutos esperándola. También hay que mejorar la información, ¿cuánta gente sabe que en ese corredor pasan rutas del SITP que le sirven para llegar a sus destinos y que no las están utilizando porque lo ignoran?

Así será el Corredor Verde

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, presentó, los diseños del Corredor Verde de la carrera Séptima y su funcionamiento.

“Uno de los proyectos más importantes de movilidad, de urbanismo, de ecourbanismo que vamos a hacer en Bogotá y que es parte de la Primera Línea del Metro, es el Corredor Verde de la Séptima”, indicó Claudia López.

 

El Corredor Verde de la Séptima contempla la transformación del espacio público existente con más árboles, zonas verdes y alternativas para mejorar la movilidad sostenible de todos los modos de transporte: usuarios de transporte público, de vehículo particular (carros y motos), ciclistas y peatones, sobre todo en el borde nororiental de la ciudad.

El costo estimado del proyecto es de $2,5 billones, incluyendo obra, interventoría y costos de mantenimiento durante cinco años, después de iniciada la operación. Se proyecta generar alrededor de 22.790 empleos en la fase de construcción, de los cuales 13.389 serán en la localidad de Chapinero.

La obra tendrá en total 22 km en tres tramos: El primero va desde la calle 24 hasta la calle 76; el segundo, de la calle 76 hasta la 99 y el tercero, de la calle 99 a la 200, incluyendo el Patio Portal. Todo el diseño está bajo 3 pilares: más y mejor espacio público, movilidad sostenible y ecología como base del diseño. Contará con cinco intersecciones a desnivel, donde se genera hoy la mayor congestión por la Séptima, estas serán en las calles 72, 85 (Av. Circunvalar), 92, 100 y 127.

“El nuevo Corredor Verde facilitará la movilidad de unos 12.000 pasajeros hora sentido en el área de Chapinero y el Centro Internacional (con la posibilidad de ampliar la capacidad a 15 mil) y aproximadamente 18.000 en el sector de Usaquén. Reducirá hasta en un 50% sus tiempos de viaje. Beneficiará a más de 1.5 millones de personas, principalmente en las localidades de Santa Fe, Chapinero y Usaquén”, afirmó Diego Sánchez, director del IDU.

El sector entre las calles 116 y 92, que en la actualidad presenta mayor congestión en las horas pico, habrá grandes ahorros en los tiempos de viaje, puesto que, se construirá el deprimido de la Calle 100 y en la calle 92 un puente de 2 carriles que permitirá el paso hacia la avenida Circunvalar sin semáforos, pasando de 40 minutos a tan solo 10 minutos.

Por otro lado, la Carrera 11 recuperará un carril Norte-Sur, manteniendo la ciclorruta segregada de vehículos y peatones. Tendrá nuevos accesos desde la Séptima, uno en la calle 100 y otro en la 94, además se eliminará el 70% de los buses (rutas SITP) tanto en este corredor, como en la Carrera 13, mejorando la capacidad y los tiempos de los vehículos hacia el centro de la ciudad.

“Estamos invirtiendo 2.5 billones de pesos y tres años para tener la Séptima que nos merecemos, y para completar la Red Metro, que son los 24 kilómetros de viaducto y patio taller, más La Cali, más la 68, más la Séptima”, puntualizó la Alcaldesa.

 

Diego Cancino propone un tranvía para la Carrera Séptima

El concejal de Bogotá por la Alianza Verde y posible aspirante a la Alcaldía de Bogotá, Diego Cancino, en entrevista para El Sonajero de Confidencial Colombia ratificó su lucha porque la Policía otorgue un trato digno a los ciudadanos en los momentos de fuerte tensión como una protesta social, por ejemplo.

“Cuando uno ve que están torturando muchachos en el Portal de Las Américas a la 1 de la mañana; cuando uno recibe denuncias de violencia sexual; cuando desaparecen un muchacho y este aparece a las tres semanas muerto en el CAI de Las Américas, uno dice esto es absolutamente inadmisible y es por esto que se requiere una gran reforma a la Policía”, afirmó.

 

Cancino dice que la Policía es el referente pedagógico de una ciudad y que necesita ser enaltecida porque sus miembros son formadores de ciudadanos y es por esto que no puede ni debe desviar sus funciones.

El cabildante se reafirma en su oposición a la manera como quedo aprobada la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca porque según él, junto a esto debió reformarse a la Corporación Autónoma Regional Bogotá – Cundinamarca.

Dice además que lo que se construirá en la Carrera Séptima es un “TransMilenio pintado de verde” y que sobre esta vía se debe pensar en un Tranvía.

Explicó también su oposición a la construcción de un metro elevado sobre la Avenida Caracas porque para él, de esta manera se hace un metro para que sirva de alimentador del TransMilenio.

Piden al IDU no abrir licitación del Corredor Verde

Los Concejales Manuel Sarmiento y Martín Rivera exigen a la Alcaldesa Claudia López y al Director del IDU, Diego Sánchez, desistir de la intención de abrir la licitación de la troncal de Transmilenio por la Carrera Séptima la próxima semana. Pues según los concejales, al hacerlo se violaría el principio de planeación de la contratación estatal, los mandatos del artículo 8° de la Ley 1150 de 2007 y lo dispuesto en el Decreto 1082 de 2015.

De acuerdo con los cabildantes, «para el tramo 1 (entre la calle 26 y la 32) solo uno de los 13 productos cuenta con todas las aprobaciones. En el tramo 2 (entre la calle 32 y la 93a), la consultoría no ha terminado los diseños de las intersecciones de las calles 85 y 92, por lo que el contrato se prorrogó hasta junio de este año y se le adicionaron $900 millones de pesos. Finalmente, los estudios del tramo 3 (entre las Calles 93A a la 200) no estarán listos antes de octubre, pues el consultor señala que no se cuenta aún con la licencia de construcción del patio calle 200, debido a que la Gerencia de Lagos de Torca no ha remitido los documentos de titularidad que lo permita, retraso que le costará a la ciudad $500 millones de pesos adicionales. A esto se suma, entre otros, que se encuentran pendientes de definición puntos críticos como la conexión del tramo 3 con el tramo 2″.

 

“Es ilegal, inconveniente y arbitrario abrir la licitación de la troncal de Transmilenio por la Séptima sin que se hayan terminado y aprobado los estudios”, afirman los Concejales.

Sarmiento y Rivera insisten en que la apertura de una licitación no se puede hacer hasta que no se cuente con la aprobación de todos los estudios que se contrataron para la obra, pues hacerlo bajo estar circunstancias implica violar en materia grave las disposiciones legales con las consecuentes responsabilidades disciplinarias y penales.

Además, los Concejales consideran que se está violando el derecho a la participación ciudadana, debido a que el proceso se viene adelantando con proyecciones inconclusas y parciales que no pueden otorgar información suficiente y veraz a la ciudadanía.

 

“La Carrera Séptima necesita carril mixto y carril exclusivo”: Lucia Bastidas

La concejal del Partido Alianza Verde, Lucía Bastidas, da a conocer su punto de vista sobre el proyecto de Corredor Verde por la Carrera Séptima, iniciativa de la alcaldesa Claudia López que, según el director del Instituto de Desarrollo Urbano, Diego Sánchez, se encuentra listo para licitación.

¿Se podrá ejecutar el Corredor Verde, así como lo plantea la alcaldesa Claudia López?

 

Lucía Bastidas: Es una torpeza lo que han hecho de desbaratar un proyecto que ya estaba listo que tenía estudios y diseño y a punto de contratar. La alcaldesa hizo un adefesio horroroso y es quitar el carril de tráfico mixto de norte a sur entre la Calle 94 y la Calle 32 dizque para habilitar espacio público. Por favor alcaldesa, no podemos ahogar la ciudad; no podemos quitar pasos a nivel por un capricho, esto es TransMilenio mal hecho por la Carrera Séptima.

¿Se mantiene en su posición en que eso un TransMilenio verde?

Lucía Bastidas:  Si, y se necesita una solución de movilidad para los pasajeros de los estratos 1, 2, 3 que se mueven por la zona oriental pero no quitando un carril de tráfico mixto porque es una verdadera estupidez.

¿Estaría de acuerdo con que si no se llega a licitar este Corredor Verde como efectivamente parece que va a suceder, el próximo alcalde revise el proyecto?

Lucía Bastidas: Yo creo que hay que avanzar y una solución para la Carrera Séptima se necesita, con carril mixto y con carril exclusivo. Eso sí mejoraría la movilidad por esta vía, porque se saca buses, agiliza tiempo, y había predios que fueron comprados. No entiendo la locura de la alcaldesa Claudia López de quitar entre la 94 y la 32 el carril de tráfico mixto, y ahí tenemos a los politiqueros de siempre que se oponen a cualquier solución de movilidad por la Carrera Séptima porque ellos utilizan carro, tienen grandes mansiones, pero son los pobres del borde oriental los que tienen que aguantarse el trancón de 4 horas de ida y de regreso.

¿Está de acuerdo entonces con la idea de la troncal de TransMilenio por la Séptima?

Lucía Bastidas:  Estoy de acuerdo con que haya una solución a la movilidad que incluya carriles de tráfico mixto y carriles exclusivos.

Hace poco hubo una protesta de vecinos de la Carrera Séptima, la mayoría de Chapinero Alto, Rosales y Chico, es curioso porque ellos no utilizan TransMilenio.

Lucia Bastidas: Pues Rodrigo Lara siempre está ganado ‘petripuntos’ del petrismo y del Pacto Histórico.  Él fue el que se opuso hace cuatro años al TransMilenio por la Carrera Séptima. Ósea que los que están en sus mansiones, y que utilizan carro particular son quienes están impidiendo que haya una solución de movilidad por simple capricho. Lo que sí estoy de acuerdo es que haya carril de tráfico mixto que fue lo que la alcaldesa le quitó.

¿Quiere decir que para usted estos cuatro años fueron desperdiciados?

Lucía Bastidas:  Que miren mi intervención que está pegada en Twitter desde el 28 de enero del 2020 donde anunciaba lo de la Carrera Séptima, cuatro años perdidos totalmente y le da ahora por hacer una carrera séptima sin carril sentido norte – sur, que perjudica a los que tienen carro particular, a las ambulancias, a los de cargue y descargue, es absurdo

La directora del Instituto Distrital de Recreación y Deportes, Blanca Inés Durán, dijo que la licitación para la Unidad Deportiva El Salitre, se abriría en junio, ¿sí cree que se alcancé a hacer?

Lucía Bastidas:  Hay un contratista pésimo que salió de la adjudicación en la administración anterior, por supuesto, pero también es claro que no hicieron la supervisión del contrato que había hacer. Me acaban de contestar que apenas en diciembre estaban haciendo lo de la ejecución de pólizas entonces lo que dije aquí en el debate control político, que quieren demoler para poder construir de nuevo -no eran mentiras-, y eso efectivamente es lo que van a hacer

 

 

“La alcaldesa Claudia López se volvió loca”: Rodrigo Lara

El excongresista Rodrigo Lara Restrepo en entrevista con los periodistas, Manolito Salazar y Oscar Sevillano, compartió su manera de ver sobre algunos aspectos de Bogotá como la movilidad y la Carrera Séptima.

Durante el diálogo Lara Restrepo mostró su total desacuerdo con la construcción del proyecto del Corredor Verde, iniciativa de la alcaldesa Claudia López que, de acuerdo a sus explicaciones, tendría buses eléctricos, estaciones, carriles para vehículos, zonas peatonales, ciclorruta y cicloparqueaderos, zonas verdes y conexión con dos cables aéreos. Se estima que su costo estaría alrededor de los 2,7 billones de pesos, recursos que aportará totalmente el Distrito. irá desde la calle 26 hasta la calle 200.

 

“¿Dónde está la lógica financiera de la obra que está haciendo la alcaldesa Claudia López?, preguntó.

Si se trata de mejorar la movilidad de la Séptima, dígame, ¿dónde está la lógica de mejorar la movilidad cuando va a peatonalizar casi 60 cuadras de la Carrera Séptima entre la 32 y la 92?, añadió.

Fue muy contundente en decir que no le gusta este proyecto: “Yo creo que la gente ya se volvió loca en Bogotá, la alcaldesa se volvió loca”, dijo.

El exsenador habló además sobre el proyecto de la primera línea del metro, criticando la decisión del exalcalde Enrique Peñalosa de construir este sistema con un modelo elevado.

“Es un metro muy extraño porque es un metro elevado en zonas de mucha densidad con distancia de 1 kilómetro y medio y está diseñado para que no compita con TransMIlenio.”.

Lara dio la razón al presidente Gustavo Petro cuando solicita revisar el proyecto y el contrato para construir el tramo de la Avenida Caracas con el modelo subterráneo, sin embargo, reconoce que, de hacerse, esto tendría un alto costo y retrasaría su puesta en marcha.

Rodrigo Lara se encuentra haciendo las últimas consultas para definir una eventual candidatura a la Alcaldía de Bogotá y asegura que aproximadamente en unos 20 días, dirá si se aventura a buscar el segundo cargo más importante del país y porque partido o movimiento político lo haría.

Reviva la entrevista completa:

 

¡La séptima se respeta!

La administración distrital en cabeza de la alcaldesa Claudia López ha anunciado en diversas ocasiones su intención de construir lo que ella considera un “corredor verde” por la carrera séptima. El corredor es en realidad un Transmilenio por la séptima. Transmilenio que en campaña dijo la alcaldesa que no iba a construir, fue una promesa que la ayudó a llegar a ser burgomaestre.

Atrás quedaron los días en los que la entonces precandidata le decía a la prensa y a la ciudad que “para pensar en esto hay que tener lógica, no es que uno por caprichoso o por negociante (…) se tira la plata en una vía en la que hay 15 mil pasajeros hora sentido y deja esperando cincuenta años más a dos millones y medio de colombianos”.

 

Lo cierto es que hoy la alcaldesa pretende, desoyendo a numerosos expertos, expertas, vecinos y ciudadanía, hacer exactamente aquello a lo que se oponía cuando, megáfono en mano, le exigía a Peñalosa respetar la séptima. Se van a gastar 2.9 billones de pesos que el Concejo autorizó para tal fin, en una decisión lamentable a la que me opuse.

En medio de su terco proceder, la mandataria elimina en su proyecto de “corredor verde” el tráfico mixto desde la calle 93 hasta la calle 32 en el sentido norte – sur. Decisión que a juicio del arquitecto y urbanista Mario Noriega obedece a un único motivo: para que Transmilenio quepa.

Por lo anterior y tal como hizo Claudia López en el 2019, los vecinos y vecinas de la séptima decidieron organizarse y rechazar el proyecto que bloquea 230 barrios y que carece de respaldo ciudadano. Es por eso que se dieron cita el pasado martes 21 de febrero en el Museo Chicó para expresar su descontento con el proyecto y pedir que, en lugar de imponer un capricho, se construya colectivamente una alternativa de transporte para este corredor vial.

Ante la petición de diálogo, la alcaldesa respondió de manera autoritaria y negando la democracia deliberativa. La policía y las bombas aturdidoras fueron la comitiva de diálogo de la mandataria, que ahora reprime a la gente y sus reclamos no violentos y legítimos.

Es hora de que en Bogotá, se respete el derecho a la protesta pacífica y al disenso; basta de violentar a quienes piden espacios para discutir y lograr acuerdos de ciudad. Basta de que sea la amenaza, el miedo y la represión, la constante que retrata el pánico que en la alcaldía sienten hacia la crítica o la contradicción.

El periodo de gobierno termina y lamentablemente se destiñe cada vez más una administración que ha sido incoherente y déspota

Protesta contra el Corredor Verde provoca choques con el ESMAD

Ciudadanos que habitan en los barrios cercanos a la Carrera Séptima realizaron una protesta en contra del proyecto del Corredor Verde que planea la Alcaldía de Bogotá, porque consideran que no soluciona los problemas de movilidad por el sector.

Según dijo una de las líderes cívicas, su objetivo es “detenerlo” porque será un “caos de movilidad” de llegar a realizarse.

 

En el momento en que los manifestantes bloquearon la vía, a la altura de la Calle 93,  el escuadro antimotines respondió con gases lacrimógenos, para dispersar a los marchantes y permitir el libre tránsito.

El concejal Diego Cancino, levantó su voz de inconformismo por la acción de la Policía:

“Esto es una protesta absolutamente pacífica, el derecho a la protesta es absolutamente constitucional y era una acción pedagógica. Es absolutamente inaudito que unas personas de manera pacífica y legítima le manden una aturdidora al lado de una mujer adulta mayor que casi le revienta los oídos y el cuerpo. Es una medida autoritaria y ¿quién dio la orden? Estamos mostrando lo que va a pasar en la ciudad y es que va a colapsar”, dijo.

La Alcaldía de Bogotá a través de un comunicado recordó que, con el proyecto de Corredor Verde por la Carrera Séptima, “los usuarios del carro particular van a recibir mejoras sobre el corredor y en vías aledañas. Se ampliarán a ampliar a 4 carriles la Séptima entre la 200 y la 183 (hoy tiene un carril por sentido), también se van a construir nuevas orejas en la 147 y 134 que reducen los tiempos de semáforo, se construirá un puente en la 127 para hacer los giros sin semáforos y evitar intersecciones en la Calle 100, eliminar los semáforos de la 92 y 85 y reemplazarlos por puentes que permiten llegar al centro a mayor velocidad”.

Dijo además que con la iniciativa “se va a mejorar la capacidad de acceder y moverse por la Carrera 11 facilitando los giros hacia el sur desde la 100 y la 94 y reduciendo drásticamente los buses que operan en el corredor”.

De acuerdo con la Alcaldía, la publicación de los prepliegos está planeada para marzo y el pliego definitivo a inicios de abril de 2023.  La adjudicación está planeada para junio de este mismo año, de tal modo que la firma del acta de inicio de los contratos sea en julio.

Se prevé una preconstrucción de 6 a 8 meses según el tramo, por lo que las intervenciones físicas en el corredor iniciarán a finales del año 2023. El valor total de los 5 contratos asciende a 2.5 billones de pesos e incluirá el desarrollo de infraestructura importante para el vehículo particular en las Calles 147, 134, 127, 100, 92 y 85 entre otras adecuaciones.

 

Surgen los primeros opositores al Corredor Verde de la Carrera Séptima

Al proyecto de Corredor Verde, diseñado por la alcaldesa Claudia López para dar solución de movilidad a los bogotanos que deben desplazarse entre la calle 200 y el centro de la ciudad por la Carrera Séptima le nació un grupo opositor liderado por los concejales Carlos Carrillo, Martín Rivera, Heidy Sánchez, Diego Cancino y Diana Diago.

Este grupo de cabildantes crearon el movimiento ‘Salvemos la Séptima’, argumentando el impacto negativo en materia económica, de movilidad y estructural que según ellos, “ocasionaría si se llega a construir”.

 

Para los concejales,  “se trata de un proyecto plagado de improvisación, donde se eliminan totalmente los carros por la Carrera Séptima de norte a sur; no habrá capacidad suficiente para transportar a los ciudadanos; se invertirán $2.9 billones de pesos en un proyecto que va a taponar  la movilidad de la ciudad; se acabará la ciclovía dominical por la Séptima; no hay un plan alternativo de movilidad para los carros que ya no transitarán por la Séptima los barrios aledaños colapsarán, entre otras repercusiones por las que se impulsan a los concejales a instaurar el comité”.

El Corredor Verde irá desde la calle 26 hasta la calle 200 y contempla buses eléctricos, estaciones, carriles para vehículos, zonas peatonales, ciclorruta y cicloparqueaderos, zonas verdes y conexión con dos cables aéreos. Se estima que su costo estaría alrededor de los 2,7 billones de pesos, recursos que aportará totalmente el Distrito.

 

En defensa de la carrera Séptima y de Bogotá

A continuación, con ligeros cambios, la carta que con el concejal Manuel Sarmiento le enviamos a Claudia López, alcaldesa de Bogotá, invitándola a modificar de fondo la propuesta para el Transmilenio por la Carrera Séptima y a suspender la licitación de las obras, que debe abrirse en los próximos días.

Es muy equivocado que las zonas peatonales complementarias del Transmilenio por la Carrera Séptima le impidan el flujo directo e ininterrumpido por esa vía al 86 por ciento de los automotores de la ciudad –en el sentido norte-sur y entre las calles 94 y 32–, es decir, a taxis, carros particulares, ambulancias, camiones de carga ligera, buses de colegios y motos (el llamado tránsito mixto)

 

Porque les hacen un gran mal a quienes usan la Séptima y a los que se mueven por otras vías de la ciudad –Circunvalar y carreras 11 y 13–, por donde tendrían que transitar los vehículos expulsados de ese corredor vial. Y muy dañino sería también para San Diego y el Centro de Bogotá, al empeorarles su comunicación con el Norte.

Estas son las obras que antes que valorizar los predios y los sectores, los desvalorizan, en razón de que les hacen todavía más difícil llegar y salir de ellos.

Eliminar este importantísimo flujo vehicular –con su altísimo costo también en tiempos perdidos e incomodidades– no puede justificarse con que habrá más áreas libres. Porque está bien mejorar la movilidad peatonal, pero si no se destruye el mejor sistema de tránsito vehicular posible en el sector.

El problema de fondo, señora alcaldesa, es que en el área relativamente escasa de la Carrera Séptima quieren imponer el Transmilenio y un espacio peatonal exagerado, proyectos que solo caben si se sacrifica el adecuado flujo vehicular de la zona y la ciudad. Es prueba reina de lo equivocado de la propuesta el hecho de que reducirá en un gran porcentaje el número de pasajeros que hoy se transportan por esa vía.

Lo anterior, además, cuando los bogotanos consideran que, después del desempleo, la pobreza, el hambre y la corrupción, el problema que más los molesta es transportarse de un sitio a otro de Bogotá.

Ante estos hechos –y la molestia que crece entre la ciudanía–, amablemente, le solicitamos aplazar la apertura de la licitación de este proyecto –convocada para los próximos días–, de forma que, cualquiera que sea la decisión que al final tome, tenga el respaldo de un análisis democrático que asegure el acierto técnico de unas decisiones que además nos costarán a los bogotanos la enorme suma de 2,5 billones de pesos y más.

Sería una catástrofe que, luego de inauguradas las obras, toda Bogotá se pusiera de acuerdo en que fue un error garrafal –que habría que echar atrás– destruir la Carrera Séptima como el irremplazable flujo vehicular que hoy es.

Hasta aquí la carta a la alcaldesa.

Las anteriores opiniones se apoyan en general en las de los arquitectos urbanistas de alto nivel Mario Noriega y Jaime Ortiz, quienes además opinan con actitud de servidores públicos y con más detalles demuestran el gran daño a la movilidad vehicular de la zona y la ciudad y el enorme desenfoque conceptual que está en la base de este proyecto.

Como ellos, también actúo genuinamente preocupado por la suerte de la ciudad y de los bogotanos, convicción reforzada porque soy un arquitecto que durante 26 años fue profesor de diseño en la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales.

La séptima continúa sin solución

Los 693.000 habitantes del borde oriental de la ciudad y los más de 3 millones de personas que transitan por la Carrera Séptima, siguen atascados 2 horas y más en trancón desde la Calle 32 hasta la Calle 200. Los buses duales y zonales del sistema comparten la vía y las mayorías deben ir incomodos en los buses durante el trancón en lugar de ir de manera rápida por carril exclusivo.

Con mentiras la alcaldesa Claudia López boto a la basura el proyecto que estaba listo y en proceso de adjudicación: la Troncal de TransMilenio por la Carrera Séptima. El proceso que adelantó la administración de Enrique Peñalosa contempló 11 kilómetros de ciclorrutas, renovación de 400.000 metros cuadrados de espacio público y 83.000 metros cuadrados de zonas verdes, mejor alumbrado público, arborización urbana y mejor calidad del aire por utilizar buses eléctricos.

 

En 3 años de administración de la mandataria Distrital la Carrera Séptima ha estado envuelta en incertidumbre y dudas sobre su futuro. La alcaldesa presentó durante 2020 y 2021 diseños de lo que sería su idea de corredor verde. Desde entonces, se supo que su idea iba a acabar con la movilidad de los bogotanos por esta vía. El TransMilenio Verde que ha dicho el gerente del proyecto y el director del IDU es completamente distinto al de la troncal es cierto. Partió la Séptima en 3 tramos, basados en aspectos patrimoniales, urbanísticas y tipos de viajes. E incluyó nuevos cruces a desnivel en las calles 134, 127, 92 y 85 para garantizar una buena experiencia de viaje.

Los tramos fueron denominados Séptima Usaquén, desde la calle 200 a la calle 100, luego Séptima Chapinero, de la 100 a la 40 y el último Séptima Centro de la 40 a la 26. Todo por temas discursivos que no aportan a la movilidad general de la población, por el contrario, varios expertos y amigos de la administración han señalado los problemas que traerá en materia de movilidad el tramo de la calle 24 a la 40, por contar con un carril solamente en sentido sur a norte y carril exclusivo para buses. De la calle 40 a la 100: Un carril exclusivo para buses por sentido y estaciones en el centro, un carril para tráfico mixto de norte a sur, entre las calles 92 y 28 (donde termina y se abre paso la 10.ª), bicicarril y espacio para peatones.

Únicamente, de la calle 100 a la 200 se tendrán dos carriles exclusivos para buses por sentido, estaciones en el centro, dos carriles por sentido para carros particulares, bicicarril y espacio para peatones.

A todo esto, se sumaban los anuncios del inexperto Ministro de Transporte Guillermo Reyes quien solicitó retomar estudios y construcción de un tranvía por la séptima desconociendo que esta propuesta fue descartada de manera técnica en diferentes estudios. Afortunadamente triunfó la sensatez y Claudia López tuvo que defender su idea ante el Gobierno Nacional. También, se conoció que el Distrito y los promotores del Plan Parcial El Pedregal concertaron un acuerdo para salvar el plan y sus aportes a la séptima y la troncal de la avenida 68.

La Administración Distrital está tan tranquila y confiada sobre la continuidad del TransMilenio Verde por la séptima, que no teme señalar que no se vulnera los derechos de nadie. Para el Distrito es un gran logro que se inicie el proceso de licitación luego de tres años de la Administración de Claudia López, cuando la realidad sigue igual o peor, los bogotanos siguen esperando atrapados en el trancón, los avances en la propuesta actual son complejos y con poca transparencia en su comunicación ¿cuánto más deberá esperar Bogotá y los más de 3 millones de bogotanos que transitan por séptima para tener un proyecto de movilidad digno?

Construcción de ciudad a partir de la conversación: un sueño que aún puede hacerse realidad

El proyecto del Corredor Verde de la carrera 7ma que presentó la administración, se traduce en una propuesta de Transmilenio.  Además, este proyecto reduce el tránsito de automóviles a un solo carril, en sentido Norte-Sur: el IDU ya reconoció durante su participación en la Audiencia del Museo del Chico que la carrera 7ma desde la calle 32 hasta la calle 93 solo va a tener un sentido, sentido sur-norte, para movilidad mixta (carros particulares, motos, rutas escolares, carros de carga, etc.).

Por ello, en la 92 con 7ma, en la subida a la Avenida Circunvalar, tienen proyectado un puente estrecho de un carril y de un solo sentido.  El tráfico que va en dirección de norte a sur tendría que desviarse de la carrera Séptima en la calle 92 para continuar por la Circunvalar utilizando un puente de un solo carril.

 

Una verdadera transformación social a partir de cambios tan fuertes como el que produciría el Corredor Verde por la séptima, sólo sería posible a partir de la construcción de un sentido compartido. Es decir, un cambio como estos no sólo puede pensarse desde el ámbito de lo que va a construirse sino que tiene que implicar un verdadero diálogo con la ciudadanía, en el cual se reconozca la voz del otro para poder construir confianza y llegar a acuerdos que realmente permitan reconocer este tipo de proyectos como verdaderos espacios para la vida en comunidad.

Sin embargo, la oportunidad de hacer un diálogo se ha perdido con el proceder autoritario de esta administración y en este artículo explicaremos los principales inconvenientes que ha tenido su actuar y por qué la ciudadanía molesta e incómoda tiene toda la razón.

Claudia López ha incumplido tres acuerdos con la ciudadanía. Uno constituye una de sus promesas de Campaña, pues ella había afirmado que no iba a convertir la 7ma en una troncal de buses del sistema de transporte masivo de la ciudad. Es más, dicha promesa se incorporó en el Plan de Desarrollo  en el artículo 105: “En ningún caso el corredor verde incluirá una troncal de transporte masivo como la que se planteó en el proyecto diseñado por el Instituto de Desarrollo Urbano durante 2017 y 2018…”

Otro frente al artículo del Plan de Desarrollo advertido, pues allí estaba consignado que se iba a diseñar un corredor verde con participación ciudadana incidente. Lo cual tampoco ha pasado y al parecer tampoco hay intenciones de que suceda. Al igual que el proyecto del POT de Bogotá, el Corredor Verde ha sido un proyecto realizado en el escritorio de la Administración, a espaldas de la ciudadanía.

Y por último, en el Acuerdo 781 de 2020 por medio del cual se aprobó el primer cupo de endeudamiento del Distrito por un valor de casi $11 billones, la administración adquirió la obligación de exponer el proyecto del Corredor Verde a finales de 2021 ante el Concejo de Bogotá. Sin embargo, dicha exposición nunca se llevó a cabo.

La ciudadanía siente incertidumbre frente al proyecto presentado por la Alcaldía porque no hay claridad ni precisión sobre varias cosas, según Omar Oróstegui, hay falta de información en lo siguiente:

  1. Escenarios modulaciones de movilidad en kra 11 y Circunvalar
  2. Tiempos estimados de desplazamiento vehículo privado vs transporte público por tramo
  3. Impacto en la valorización de predios
  4. Estrategias para mitigar llegada de vendedores ambulantes alrededor de estaciones
  5. Especificar nuevas intersecciones viales y tiempos cruces semafóricos oriente-occidente
  6. Detallar Tipos de buses y capacidad de pasajeros
  7. Definición operador troncal y explicar qué pasará con la demanda estimada de pasajeros de los otros operadores
  8. Explicar por qué se solicitan recursos en presupuesto 2023 cuando se habían aprobado por cupo de endeudamiento
  9. Detallar costos de los nuevos pasos subterráneos y puentes vehiculares
  10. Explicar tiempo estimado de ejecución por tramo y medidas para mitigación de tráfico.

Lo que está ocurriendo frente al Corredor Verde de la 7ma es una imposición a las malas y no lo podemos permitir. Como Concejal de Bogotá hago un llamado a la ciudadanía para que se fortalezca la acción colectiva, tenemos que movilizarnos a través de muchos medios y no permitir que la manera de hacer las cosas por las malas y sin participación haga de las suyas en Bogotá. Aún podemos transformar a Bogotá desde el diálogo. Hago un llamado también a la Alcaldía para que abra estos espacios y no se cierre a una toma de decisiones arbitraria que puede tener consecuencias nefastas para la ciudad.