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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: DANE

«Se espera que el desempleo siga disminuyendo a final de año»: BBVA

En mayo de este año la tasa de desempleo nacional se ubicó en 10,6% y la urbana en 11,0%, según los datos proporcionados por el Dane.

En términos desestacionalizados, si se comparan con las del mes pasado, de abril de 2022, la tasa de desempleo nacional se redujo siete décimas y la urbana aumentó ligeramente, en dos décimas.  Con esto, la tasa de desempleo nacional de mayo de 2022 se estaría ubicando, en términos desestacionalizados, cuatro décimas por debajo de su tasa pre-pandemia (feb-20). Por su parte, la tasa de desempleo urbano todavía permanece por encima de su nivel pre-pandemia, en siete décimas.

 

El empleo nacional por su parte, sigue mostrando dinamismo, creciendo, mes a mes, entre octubre de 2021 y mayo de 2022, sólo con la excepción de marzo cuando se redujo ligeramente.  Entre abril y mayo de 2022, ajustando por la estacionalidad de cada mes, el número de ocupados aumentó en 460.000 (2,1% mensual) a nivel nacional y se redujo ligeramente a nivel urbano en 57.000 a nivel urbano (-0,5% mensual). Con esto, a mayo de 2022 el empleo nacional alcanzó el 100,2% de su nivel pre-pandemia (feb-20), esto, sin contar con el crecimiento que hubiera tenido el empleo en tiempos normales.

En cuanto a la población por fuera de fuerza laboral, entre abril y mayo de este año, se observa una pausa en la tendencia decreciente que había observado desde octubre del año pasado.

A pesar de los buenos resultados del mercado laboral, preocupa que aún permanecen por fuera de la fuerza laboral 2 millones de personas que salieron de ésta durante la pandemia (4,3 millones entre febrero y abril de 2020).  De aquí al final del año esperamos que la población por fuera de la fuerza laboral se reduzca con relación a los niveles actuales y que el empleo continúe creciendo.

María Claudia Llanes

Tasas de interés del Emisor cerrarían en más de 9% este año

El Banco de la República subió en 150 puntos básicos su tasa de política monetaria, al 7,5%. La decisión fue unánime. Con este incremento, el Banco acelera el ritmo de ajuste de tasas frente a lo realizado en las reuniones de marzo y abril.

Se destaca la decisión unánime, aunque en las apreciaciones del ministro, se resaltó que si bien esta decisión fue unánime no significa que se mantenga el mismo ritmo a futuro, este dependerá de los datos con los que se cuente. Sobre el mayor ritmo de ajuste en la tasa, el Gerente destaca que la decisión busca en primer lugar que la tasa terminal se alcance más temprano y en segundo lugar, alcance un menor nivel.

Sobre las decisiones futuras, el Gerente destacó que consideran que siguen en el camino de normalización de la política monetaria y que la tendencia sigue siendo a continuar con los incrementos en tasas, sin embargo destacó que el ritmo o velocidad de los ajustes se determinarán reunión a reunión con la información disponible.

En cuanto a la inflación, el comunicado destacó que, si bien la inflación total se redujo marginalmente, la inflación básica presentó un fuerte incremento, alcanzando el 5,9% en mayo. Al tiempo destacaron que las expectativas de inflación continuaron aumentando.

El Gerente resaltó que habrá una convergencia lenta, desearían que fuera más rápida, pero se estima según las expectativas que en 2024 ya se ubique en torno al rango meta. El Banco revisó al alza su perspectiva de crecimiento económico para 2022, del 5,0% a 6,3%. Este ajuste se debe en buena medida a los datos observados en el primer semestre, que han superado las expectativas.

El Gerente destacó que el déficit en cuenta corriente resalta un comportamiento de la demanda más fuerte que el de la oferta, lo que se acentuó en el dato del primer semestre y marca la necesidad de un ajuste adicional de la demanda.

En el frente externo el comunicado resaltó el resultado del déficit en cuenta corriente del primer trimestre del año, que se ubicó en 6,4% del PIB, superior al observado el año previo en igual periodo.

La decisión por un incremento de 150pb de forma unánime abre el camino a que se continúe por esta senda en julio, más teniendo en cuenta que se espera una aceleración de la inflación en junio al 9,7%.

En este orden de ideas, consideramos que se abre la discusión sobre la tasa terminal, en torno a un nivel de al menos 9,0% sino mayor, dependiendo de la evolución de la actividad.

Es interesante que el grueso de la discusión estuvo centrada en la inflación, expectativas y choques, mientras que la decisión parece haberse tomado más por cuenta de las sorpresas en la actividad. Esto es relevante de cara al ciclo de desaceleración de la actividad económica esperado en el segundo semestre de este año pero que se acentúa en 2023.

En este orden de ideas, creemos que el Banco tiene espacio para seguir incrementando tasas por un par de meses (de requerirse) pero seguramente entrado el tercer trimestre o al inicio del cuarto trimestre haya menor capacidad de continuar con alzas en tasas en la medida que se comenzará a sentir la moderación en actividad.

Alejandro Reyes

 

Petro mantendría al director del DANE si es elegido presidente

El candidato presidencial y senador Gustavo Petro afirmó que si es elegido presidente el próximo domingo 19 de junio, mantendría en su cargo al actual director del Departamento Administrativo de Estadísticas (Dane), Juan Daniel Oviedo.

Petro destacó la labor del funcionario del Gobierno Duque a quien calificó como hombre que sabe mucho de las estadísticas.

 

“Yo no le he dicho a él, esto es también una ‘chiva’ para él. No se si quiera o no, pero me parece un bien funcionario, lo he visto; yo tengo que recurrir a las estadísticas todos los días cuando salen y he mirado el trasfondo profesional de él”, dijo.

El candidato dijo que desconoce si Oviedo tiene alguna preferencia política pero que esto no será motivo para no contar con él.

“No sé de qué corriente política es, pero me gustaría que continuara esta labor”, afirmó.

Desempleo: bajó en abril, aún hay 1,9 millones de personas sin trabajo

Análisis realizado por María Claudia Llanes, economista de BBVA Research para Colombia

En abril de este año la tasa de desempleo nacional se ubicó en 11,2% y la urbana en 11,1%, según informó el Dane.

 

En términos desestacionalizados, si se comparan con las del mes pasado, de marzo de 2022, la tasa de desempleo nacional se redujo cuatro décimas y la urbana nueve décimas y se estarían ubicando tan sólo cuatro décimas por encima de los niveles pre pandemia (feb-20).

Recientemente, el empleo ha mostrado dinamismo, creciendo, mes a mes, entre octubre de 2021 y abril de 2022, sólo con la excepción de marzo cuando se redujo ligeramente. Entre marzo y abril de 2022, ajustando por la estacionalidad de cada mes, el número de ocupados aumentó en 141.000 a nivel urbano (1,4% mensual) y en 73.000 a nivel nacional (0,3% mensual). Con esto, a abril de 2022 el empleo alcanzó el 98% de su nivel pre pandemia (feb-20) a nivel tanto nacional, como urbano.

Sectorialmente, comparando el nivel de empleo de abril de 2022 con el de abril de 2021, se observan aumentos en los ocupados en todas las ramas de actividad, pero principalmente en las de entretenimiento, comercio y reparación de vehículos e industria. El empleo en el sector de construcción, que el mes pasado había caído en términos interanuales por un efecto base, creció entre abril de 2021 y abril de 2022.

Aún faltan 512.000 empleos por recuperar para alcanzar los niveles pre pandemia (feb-20), sin contar con el crecimiento que hubiera tenido el empleo en tiempos normales.

Con esto esperamos que en adelante el empleo siga creciendo, impulsado por el mayor dinamismo de la economía de servicios, la mayor actividad económica, la apertura completa de los colegios y otros servicios de cuidado infantil y de personas mayores.

A pesar de los buenos resultados, preocupa en términos del mercado laboral, que aún permanecen por fuera de la fuerza laboral 1,9 millones de personas que salieron de ésta durante la pandemia.

Costo de vida por las nubes

Últimamente hay una queja generalizada de los colombianos acerca del costo de vida tan elevado por el cual se está atravesando y no es para menos, tienen toda la razón y de ello sí que da muestra el último informe del DANE que arroja una inflación del 8,53% con corte al mes de marzo, es decir, más de 5,6 veces que la registrada en el mismo período del año anterior, algo que no se presentaba en el país desde el año 2016 cuando se alcanzó la cifra del 8,97% como lo informó el Banco de la República en su momento.

Hoy todo está costoso, productos básicos de la canasta familiar como la carne, los huevos, el aceite, el pan, tubérculos como la papa, etc, están por las nubes y cada vez es más difícil para los hogares adquirir estos productos que, ahora se han convertido en un lujo para las familias.

 

A esto hay que sumarle las onerosas tarifas de los servicios públicos, principalmente de energía, gas y agua que también están asfixiando a los colombianos, muchos usuarios denuncian que en la mayoría de casos sus recibos llegan por el doble del valor de antes o incluso más elevados, sin que nadie regule, sancione o haga algo ante los abusos tarifarios de las empresas que cada vez se enriquecen más a costillas del pueblo.

Y es que está inflación tan alta que no se había visto en Colombia desde hace más de cinco años y que sigue al alza, lo que está produciendo es el empobrecimiento de los ciudadanos, ya el costo de vida causa estragos en la mayoría de la población que es la que sobre vive con un salario mínimo. Por ejemplo, el popular corrientazo también fue otro de los damnificados, ya un almuerzo sencillo no baja de los diez mil pesos, lo que hace que para muchos sea imposible acceder a ese menú, otrora, el más apetecido por las clases menos favorecidas.

Sino se hace nada al respecto y si el gobierno no regula este fenómeno social tan grave lo que habrá en pocos días será una hambruna en las familias colombianas de menos recursos y por supuesto, los índices de inseguridad seguirán al alza.

Por eso, el gobierno tiene que formular un plan de choque, estimular la oferta de productos, las entidades tienen que entrar a regular a las empresas que siguen abusando de las onerosas tarifas y ponerlas en cintura. También debe reducir el valor de los aranceles de los productos importados, sobre todo para el sector agroindustrial y de alimentos, los grandes damnificados con la carestía actual, también debe impulsar líneas de créditos con tasas de interés bajas y períodos de gracia.

Ahora bien, si vemos en contexto lo que sucede con los pequeños y medianos productores agropecuarios, su situación también es precaria, los insumos y fertilizantes están por las nubes lo que hace muy difícil poder comprarlos, nos dicen que ese escenario obedece a la actual guerra entre Rusia y Ucrania, países productores a gran escala de insumos agropecuarios y que la escasez de los mismos ha impactado en el precio final al consumidor, cosa que en parte es cierto, pero que también nos hemos quedado cortos al depender de otros países cuando en Colombia se puede generar una producción orgánica de estos productos tan básicos para la producción en nuestros campos.

Lo peor del caso es que el propio Ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, ya aseguró que “las presiones internacionales seguirán pesando en abril para la inflación, pero hacia mayo se espera que los datos empiecen a descender”, cosa que de nada servirá porque muy seguramente esos precios se mantendrán en los valores actuales, sin importar que haya un descenso en los niveles de inflación, que para los expertos puede cerrar el año en 6,4%.

Ojalá haya una desaceleración de la inflación en el corto plazo que permita un respiro para millones de colombianos que hoy están ahogados por la carestía del costo de vida, no es justo que tras una pandemia que aún no superamos del todo, tengan ese golpe de gracia con una inflación desbordada y sin control.

@GGarciaRealpe

Inflación sigue presionando al alza y se aproxima a los niveles de 2016

La inflación de marzo reflejó una variación mensual del 1% y anual del 8,53%. Así, se ubica por encima de las expectativas de los analistas de mercado de 0,90% mes a mes (según la encuesta BanRep) y la de BBVA Research del 0,84%. Esta inflación casi duplica el promedio histórico del 0,53%.

La división de alimentos continúa presentando importantes presiones, con una variación mensual del 2,84%, afectada de forma importante por la continuidad de incrementos de costos para los productores agrícolas, que se refleja en los resultados de IPP, el cual ascendió hasta el 45,46% en la variación anual en marzo para el sector agropecuario y agroindustrial.

 

La división de alojamiento también registró incrementos importantes, con una variación mensual del 0,58% donde los servicios de agua, alcantarillado y basuras y electricidad explican buena parte del incremento.

En la comparación anual, la canasta de bienes regulados redujo su ritmo de incremento, descendiendo 74 pbs respecto a febrero, mientras que los productos de las canastas Transables y no transables se aceleraron respecto al mes anterior en 34 pbs y 26 pbs respectivamente.

El día sin IVA generó aportes negativos, contrarrestando en 7 puntos básicos el resultado total de la inflación. Los efectos principales se vieron en las divisiones de prendas de vestir y calzado (-1,78%), e información y comunicación (-0,19%).

Bajo este panorama, en BBVA Research, esperamos que la inflación llegue a su nivel máximo en el primer semestre con niveles cercanos a los de 2016, para luego moderarse, principalmente por la caída de los precios de los alimentos, durante la segunda parte del año.

Al final de 2022, estimamos que la inflación se ubicará en cerca de 7%.

Desempleo en Colombia: en febrero se generaron 1.5 millones de puestos

Este jueves el Dane reveló la cifra de desempleo correspondiente al mes de febrero que se ubicó en 12.9%, por debajo de los 15.5% que marcó el mismo mes en el año 2021.

Según el Dane, el desempleo en Colombia se redujo en el segundo mes del año luego de la generación de más de 1.5 millones de puestos de trabajo en el último año..

 

En rueda de prensa Juan Daniel Oviedo, director de la entidad señaló que, el grueso de los nuevos empleos en el país estuvieron en las grandes ciudades especialmente en sectores como el comercio, las actividades de entretenimiento y la industria .

En contraste el número de desempleados en las zonas rurales aumentó casi un 30%.

Así mismo, la única actividad que registró reducciones en su población ocupada tiene que ver con administración pública.

«Particularmente en el sector salud ya que no estamos en febrero del 2021 cuando el país estaba enfrentando el segundo pico de la pandemia”, explicó el director del Dane, Juan Daniel Oviedo.

Indígenas pendientes

Según el DANE, en 2018 la población indígena alcanzaba 1.9 millones de habitantes, en 115 pueblos indígenas y 803 resguardos, siendo su crecimiento seis veces mayor al del promedio nacional. Se localizan en 34 millones de hectáreas (29,8% del pais), en 27 departamentos y 228 municipios del país. Tienen su propia justicia, educación y ordenamiento territorial. Hoy legalmente existen los Territorios Indígenas para comunidades consolidadas y Entidades Territoriales Indígenas (ETI) para futuras comunidades o comunidades al interior de municipios existentes; sin embargo, como ocurre usualmente, cuando las formas se priorizan sobre el fondo, no se reglamenta. Las promesas de la Constitución todavía están pendientes.

Con la ratificación del Convenio 169 de la OIT, Colombia reconoció los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, y con la expedición de los Decretos 1953 de 2014 y 632 de 2018 determinó los procedimientos para que sus comunidades funcionen como territorios. Con ello, se otorgó el derecho a ser gobernados por autoridades propias como un “distintivo de los territorios indígenas en cuanto entidades territoriales”, otra cosa es que esos derechos se hagan realidad. Si bien se crearon 22 pueblos, entre censos del 2005-2018, hay debilidades institucionales en las comunidades indígenas para conformar sus territorios y queda mucho por conocer de esta realidad..

 

En cuanto a las Entidades Territoriales Indígenas -ETI, 31 años después, aún no se ha expedido su regulación. Al no existir una Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial que aborde temas indígenas, las comunidades asentadas dentro de las entidades territoriales existentes no gozan de todos sus derechos. Esto, a pesar de insistentes llamados de la Corte Constitucional al Congreso para abordar el tema. La falta de claridad lleva al caos.

La carencia de regulación de ordenamiento afecta las políticas de desarrollo. Se generan traslapes institucionales entre departamentos, municipios, autoridades ambientales y territorios indígenas en la demarcación, tratamiento y regulación de los usos del suelo. Esto, más debilidades en estructuración y ejecución de proyectos, lleva a la crónica sub-inversión, evidencia de ello, es que, solo 22,4% de los hogares tiene acueducto, el 41,8% logra primaria y solo el 6,7% tiene educación superior.

La financiacion de territorios indígenas con fuentes definidas (SGP y SGR) es insuficiente. Los cambios poblacionales y el crecimiento urbano en zona rural, hacen necesario nuevas reglas de distribución del SGP que consideren no solo los ajustes por población, sino las competencias propias de estos territorios, la brecha de desarrollo y su extensión geográfica. Hoy ni si quiera hay un instrumento censal que nos permita mejorar la focalización en estas comunidades. El índice de Pobreza Multidimensional de zona rural para las comunidades indígenas es del 69,5%.

Sin definir los territorios y sus realidades es muy difícil cerrar brechas. Un buen comienzo sería darles a las autoridades ancestrales el estatus de entidades de derecho para ir avanzando de manera parcial. Ya este cuatrienio se fue así, ojala en el próximo no nos olvidemos de estas tareas pendientes. La falta de claridad es amiga de la corrupcion, en rio revuelto los vivos pescan.

¿Por qué se disparó la inflación en febrero? Descúbralo con este análisis

La inflación sin alimentos se ubicó en 1,28%, siendo la variación mensual para febrero más alta de la última década. Los datos sugieren que, a pesar de que la presión de la división de alimentos ha liderado las alzas en los últimos meses, efectos de los altos costos de insumos a nivel internacional y la indexación a nivel local están jalonando los precios generales de las divisiones restantes.

A nivel de los principales grupos, la división de alimentos y bebidas no alcohólicas fue la que más aportó al resultado en el mes. El cambio mensual de dicha canasta fue de 3,26%, descendiendo 53 pbs respecto a enero, pero manteniendo un registro considerablemente superior a la que anticipaban los analistas. En esta división, los alimentos perecederos mantuvieron el protagonismo con altas variaciones mensuales en productos como papa (16,1%), cebolla (12,9%), tomate (12,4%), plátanos (10,1%) y yuca (9,2%), aunque menores que las registradas en enero, tendencia que también mostraron las carnes (1,1%). Por otra parte, productos procesados como el arroz (4,3%)  y las pastas alimenticias (3,9%) mostraron incrementos más pronunciados que el primer mes del año. Es así que los perecederos acumulan una variación anual de 35,5%, seguidos por las carnes con 27,8% y los procesados con 13,3%.

 

Gráfico 1. Inflación de alimentos y sub-componentes (Variación anual, %) | Fuente: BBVA Research con datos de DANE.

Las alzas siguen estando explicadas por una dinámica de altos costos de agroinsumos y cuellos de botella, además de una disminución de la oferta de los productos, como es el caso de las carnes. En línea con lo anterior, la división de restaurantes y hoteles también registró un importante incremento en febrero, con una variación de 2,22% a causa de las presiones derivadas de los precios de alimentos y del incremento de costos relativos a la prestación del servicio, así como un posible efecto adicional producto de la normalización en el cobro de impuestos en el sector.

La división de alojamiento y servicios públicos fue la segunda con mayor aporte al incremento de precios de febrero, con un aumento de 0,71%. En este caso, las tarifas de energía y gas incrementaron en 2,6% y 2,2% en medio de nuevos ajustes de las tarifas que incluyen cobros por pérdidas en el caribe (en el caso de la electricidad) e indexación a la tasa representativa del mercado (en el caso del gas).  Por su parte, los arrendamientos (0,4%) muestran una aceleración gradual en su inflación anual, en línea con su ajuste a la inflación causada en 2021.

La división de educación presentó un alza importante en febrero (4,5%), como es habitual, pero fue inferior a la anticipada.  Esto se debió a que las instituciones de educación superior públicas todavía siguen impactadas por medidas de gratuidad gubernamentales y se presentó una menor indexación de lo habitual en las matrículas privadas, en un entorno de retorno gradual a la normalidad, con lo que la variación mensual estuvo por debajo casi 40 pbs respecto a la del mismo mes en la pre-pandemia. Estos impactos también se evidencian en la variación anual, que sigue mostrándose negativa (- 4,1%).

Respecto a las canastas económicas, la de bienes transables reflejó una importante variación de 1,6% en el segundo mes del año, presionada por los altos niveles de la tasa de cambio y por factores como el alto costo de insumos para la elaboración de algunos bienes que agrupa, como es el caso de los productos de limpieza y mantenimiento (4,9%), los elementos de aseo (3,6%) y los artículos para higiene corporal (1,6%). Los regulados, por su parte, muestran una variación de 1,2%; bienes dentro de los cuales, aparte de los incrementos ya señalados en servicios públicos, se registraron aumentos en la parte de transporte, con alzas en los peajes de 3,2% por alzas pendientes en algunos corredores viales, seguido del transporte urbano (1,1%) que terminó de recoger las alzas reportadas a lo largo del mes previo, principalmente en Cali, Armenia, Medellín y Bogotá.

En cuanto a la canasta de no transables, estos reflejan un aumento que resulta menor al de transables y regulados, lo cual está asociado a que estos bienes mostraban variaciones mensuales en 2021 más bajas que las asociadas a las otras canastas. Adicionalmente, esta agrupa algunos bienes que muestran una alta afectación por el salario mínimo, como es el caso de algunos servicios como el doméstico, o servicios recreativos, o indexados a la inflación, como es el caso de los arriendos, y de los cuales se ve un traspaso aún paulatino de los incrementos percibidos en el indicador inflacionario y en el salario mínimo resultantes de 2021.

Es de esperarse que la inflación se mantenga presionada en los siguientes meses por los cuellos de botella que aún permanecen a nivel internacional y local, así como factores propios de la formación de precios y expectativas que faltan por materializarse.  A lo anterior se suma la alta incertidumbre por la invasión de Rusia a Ucrania, que ya ha producido un alza considerable en precios de varios bienes básicos y que amenaza con profundizar los cuellos de botella globales.  Por el lado contrario, la reciente apreciación del tipo de cambio puede moderar el traslado a precio de algunos factores, especialmente externos y se espera que con la realización del día sin IVA en marzo se vuelva a registrar alguna moderación, transitoria, en precios de bienes semidurables, especialmente. Finalmente, las recientes medidas del gobierno de reducción de aranceles para productos agrícolas, especialmente, aportarán un alivio en el mediano plazo a los costos de producción de alimentos.

En este contexto, el Banco de la República enfrenta un escenario complejo con la combinación de una inflación con fuerte tendencia al alza, tanto en la total como en la básica, con el riesgo de mayor persistencia en los choques globales y locales y su probabilidad de contagiar las expectativas de mediano plazo, y por el otro los efectos inciertos del conflicto en Europa.  En este sentido, mantenemos nuestra previsión de un incremento de tasas de 150 pb en su próxima reunión de política.