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Etiqueta: Desplazamiento

Organismo internacional calcula cerca de 75,9 millones de desplazados en el mundo

El número de desplazados internos a nivel mundial ascendió en 2023 a cerca de 75,9 millones, una cifra récord impulsada por los conflictos en Sudán, República Democrática del Congo (RDC) y la Franja de Gaza, según ha informado este martes la organización no gubernamental Observatorio de Situaciones de Desplazamiento Interno (IDMC).

La cifra confirma así una tendencia al alza desde 2016, cuando la cifra de desplazados a nivel mundial fue de 39,9 millones, dato que casi se ha duplicado desde entonces, incluido un aumento de 4,8 millones de desplazados desde 2022, cuando repuntó hasta los 71,7 millones desde los 59,2 millones de desplazados documentados en 2021.

 

El IDMC ha indicado en su informe que «la nueva escalada de conflictos como los de Sudán y Palestina forzaron a huir a millones de personas, sumándose a los decenas de millones de personas ya desplazadas por los conflictos previos», a lo que se suman terremotos, tormentas, inundaciones e incendios que han provocado también oleadas de desarraigo.

Del total de 75,9 millones de desplazados internos a finales de 2023, 68,3 millones fueron provocados por conflictos y violencia, mientras que 7,7 millones estuvieron causados por desastres naturales.

En el caso de los desplazados a causa del conflicto y violencia, la lista está encabezada por Sudán, con 9,1 millones, seguido por Siria, con 7,2 millones; RDC, con 6,7 millones; Colombia, con 5,1 millones; y Yemen, con 4,5 millones. Sin embargo, Afganistán encabeza la lista de desplazados por desastres naturales, con 1,5 millones, seguido por Pakistán, con 1,2 millones; Turquía, con 882.000; Etiopía, con 881.000; y China, con 639.000.

El análisis de los datos muestra que el conflicto y la violencia dejaron 20,5 millones de desplazamientos en 2023 –por debajo de los 28,3 millones de 2022, principalmente por los menores movimientos de población en Ucrania–. La cifra es así la más alta desde que se recaban datos, con Sudán, Siria, RDC, Colombia y Yemen acogiendo a cerca de la mitad del total.

Este dato ha aumentado un 49 por ciento durante los últimos cinco años, especialmente a causa de las guerras en Etiopía, RDC, Sudán y Ucrania. Del total, 14,4 millones de desplazamientos fueron provocados por conflictos armados no internacionales, a los que hay que sumar 4,5 millones por conflictos armados internacionales, 668.000 por violencia intercomunitaria y 500.000 por violencia relacionada con la criminalidad.

En concreto, destacan los casos de Palestina, con 3,4 millones de desplazados por el conflicto –la cifra más alta desde que empezaron a recabarse datos en 2008–, y en Burkina Faso, con 707.000 desplazamientos, la cifra más alta desde el repunte de los ataques yihadistas desde 2019.

Por su parte, los desastres provocaron por su parte 26,4 millones de desplazamientos –por debajo de los datos del año pasado, cuando aumentó a 32,6 millones– en 148 países y territorios, la tercera cifra más alta durante la última década.

Sin embargo, esta cifra descendió un tercio en comparación con el año anterior, en parte debido del cambio de ‘La Niña’ a ‘El Niño’ durante el año. Los terremotos dejaron sin embargo 6,1 millones de desplazamiento, la cifra más alta desde 2008, especialmente por los seísmos en Turquía, Siria, Filipinas, Afganistán y Marruecos.

De esta forma, la organización ha detallado en su informe que en Europa hay 7,2 millones de desplazados –6,4 millones de ellos a causa del conflicto–, con 5,1 millones de movimientos en 2023, mientras que en las Américas hay 6,3 millones de desplazados –en casi su totalidad por conflicto y violencia–, con 2,8 millones de movimientos.

Por su parte, en África subsahariana hay 34,8 millones de desplazados internos, a los que se suman 15,3 millones en Oriente Próximo y Norte de África, 8,2 millones en el sur de Asia y 4,2 millones en Asia oriental y Pacífico.

Las cifras son «la punta de iceberg»

La directora del IDMC, Alexandra Bilak, ha subrayado que «los millones de personas forzados a huir en 2023 son sólo la punta del iceberg» y ha incidido en que «ningún país es inmune a los desplazamientos por desastres». Sin embargo, ha destacado que «se ve una diferencia en cómo afecta el desplazamiento a la gente en países que se preparan par su impacto y los que no lo hacen».

En este sentido, el subdirector general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Ugochi Daniels, ha subrayado que «en un momento en el que el planeta hace frente a conflictos y desastres, el impresionante número de desplazados supone un relato desgarrador».

«Este informe es un firme recordatorio de la necesidad urgente y coordinada de expandir la reducción de riesgos de desastres, apoyar los esfuerzos de pacificación, garantizar la protección de los Derechos Humanos y, siempre que sea posible, evitar el desplazamiento antes de que tenga lugar», ha explicado.

Por su parte, Robert Piper, asesor especial para Soluciones sobre Desplazamiento Interno del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha lamentado que «las imágenes de Gaza, Ucrania y Sudán son sólo lo más reciente de una tendencia hacia una creciente agitación y desplazamiento de civiles en todo el mundo».

«Sin embargo una vez que las cámaras se alejan, con demasiada frecuencia estas personas se ven obligadas a abandonar su los hogares se vuelven invisibles», ha dicho, antes de incidir en que «en contra de las percepciones generalizadas, la aplastante mayoría de estos desplazados forzosos se quedan en su país de origen mientras luchan para sobrevivir y reconstruir sus vidas».

«No eligieron este destino y, pese a que tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano, demasiado a menudo no tienen las mismas oportunidades», ha relatado, antes de abogar por «un mayor apoyo a los desplazados internos en sus esfuerzos para lograr soluciones y acabar con un desplazamiento prolongado».

Así, ha incidido en que el informe «confirma lo que se temía», «un aumento continuado del conflicto en todo el mundo fuerza a millones de personas a huir de sus hogares y hace más difícil que otras ya desplazadas encuentren soluciones». «Sin caminos claros hacia soluciones concretas, el aumento actual de los desplazamientos demostrará en el número total de desplazados internos durante años venir», ha zanjado.

Alerta de la Procuraduría por inminente desplazamiento en el Magdalena

La Procuraduría General de la Nación alertó al Gobierno Nacional y a las Fuerzas Militares y de Policía por un inminente desplazamiento masivo de la población que habita en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, en zona rural del Distrito de Santa Marta y los municipios de Zona Bananera, Fundación, Ciénaga y Aracataca, Magdalena. 

la Procuradora Regional advirtió que es inminente un desplazamiento masivo de estas comunidades, por lo cual es necesario adoptar planes de contingencia que permitan garantizar sus derechos, especialmente, a la vida e integridad.

 

Desde el pasado 21 de septiembre se instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) con participación del Ministerio Público para efectos de la coordinación pertinente entre las autoridades municipales, departamentales y nacional.

Van más de 18 mil desplazados en los primeros seis meses de 2023: Defensoría

 

El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, informó que en lo que va de año 18.755 personas han tenido que desplazarse de sus casas por culpa de la presencia de grupos armados ilegales.

 

Estos datos los ha dado a conocer durante la presentación del informe ‘El Estado de la Movilidad Humana Forzada 2022’, documento que detalla el número y la localización de los confinamientos, los desplazamientos y riesgos..

Además, 103 comunidades han sido obligadas a confinarse a nivel nacional, lo que equivale a 5.825 familias, siendo el Chocó el departamento más afectado que ha registrado el 79 por ciento del total total de este tipo de vulneraciones a los derechos humanos de las comunidades.

«Es urgente advertir que las comunidades prefieren confinarse a desplazarse, y la razón es que la atención de emergencia que brinda el Estado no es buena y no se entrega de manera oportuna», ha explicado Camargo.

El informe asegura que las principales causas del confinamiento estuvieron relacionadas con el aumento de la presencia de grupos armados ilegales, con 47 eventos; enfrentamientos, 32; amenazas, siete, y finalmente, un evento debido a un paro armado.

«Las comunidades se ven obligadas a permanecer prácticamente secuestradas en sus territorios, al quedar en medio de los enfrentamientos de grupos armados ilegales, que son los causantes de los riesgos, las amenazas y señalamientos», ha denunciado.

Con estas cifras el Defensor del Pueblo ha querido llamar la atención del Gobierno Nacional sobre el desplazamiento forzado de alcaldes, concejales, docentes y otros funcionarios públicos de sus territorios, a causa de las amenazas de los grupos armados ilegales.

«Estas son las cifras frías que debemos entregar y con las que esperamos llamar la atención de las autoridades del Estado para no permitir que eventos como el confinamiento se vuelvan paisaje, sin que el Estado atienda de manera oportuna y eficaz las vulneraciones contra las comunidades», ha zanjado Camargo.

 

Colombia fue condenada por negligencia en un desplazamiento

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca condenó a la Nación por no evitar un desplazamiento forzado para noviembre de 1999 en Turbo (Antioquia). El aparato judicial ordenó la reparación de las víctimas por 350 millones de pesos.

El accionante de la demanda fue Arnoldo de Jesús Querubín Ortega y su familia. Él señala que el Ministerio de Defensa, la Policía Nacional y el Ejército Nacional fueron responsables por omisión de los perjuicios que sufrió con su familia cuando un grupo de las autodefensas desplazaron a la población civil con acciones hostiles.

 

«Considera la Sala que la situación de riesgo a que fueron sometidas las víctimas en el caso concreto era previsible y ampliamente conocida por las autoridades y por ello exigían la intervención oportuna del Estado a través de estrategias de defensa y prevención a favor de la población civil, que al no presentarse permitieron la expansión y reiteración de estrategias subversivas de los grupos armados», señaló el tribunal.

El fallo completo fue publicado en la cuenta oficial de Twitter de la Policía Nacional. 13 años después dela situación de desplazamiento, Arnoldo y su familia fueron incluidos en el RUV (Registro Único de Víctimas).

Le puede interesar: CIDH condena al Estado Colombiano por exterminio de la UP

La Colombia fuera de Colombia

El maestro Eduardo Umaña Luna, me escribió desde Madrid en una bella postal el 10 de noviembre de 1987: “Dura y fructífera experiencia la de este obligado “paseo” de observación y análisis, al lado de la tarea del Colectivo. Son más las ausencias que las presencias de las gentes afines. Por lo menos, sorprendente ¿Verdad? Ojalá sea 1.988  propicio al anhelado regreso a las patria tan anclada en nuestros corazones”.

Fue mi lectura del informe “COLOMBIA FUERA DE COLOMBIA. Las Verdades del exilio”, de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, CEV, que me trajo a mi mente sus palabras de la mano con las reflexiones sobre mis propios años de exilio.

 

Me vi obligado a salir del país por primera vez a finales de 1994 hacía Bruselas, Bélgica para defender mi vida e integridad. En Europa le hice frente al desafío de lo que significa habitar fuera de nuestras fronteras trabajando lo internacional. Junto con otras defensoras y defensores de los derechos humanos, abrí camino ante la ONU para que se creara en 1997 la Oficina Permanente en Colombia del Alto Comisionado que supervisa la situación de los derechos humanos en el país, lo que más le dolía y le sigue doliendo al Estado colombiano.

Como se recordará, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Viena 1993, a la que asistimos unas 7.000 personas de la sociedad civil de distintas partes del mundo, creó la figura del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

En mi segundo exilio de agosto de 1999 en Washington D.C., me acogió el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, CEJIL,  una buena escuela sobre el formato de litigio de los casos de víctimas de graves violaciones en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos asumidos por el CAJAR. Entre ellos están las masacres de Mapiripán y la Rochela, y el holocausto del Palacio de Justicia; casos que ganamos, y las amenazas y los hostigamientos y persecución contra los integrantes del CAJAR, que se ventila actualmente ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Positivo el balance, entonces, pero no es todo el cuento. El informe de la CEV se refiere al colega Hernando Valencia Villa, a quien conocí de cerca debido a nuestro trabajo de defensa y promoción de los Derechos Humanos, DDHH, en Colombia como integrante de la Comisión Colombiana de Juristas y luego en su actividad de procurador de DDHH de la Procuraduría General de la Nación. Siendo procurador, investigaba a los responsables de la desaparición forzada y muerte de Nydia Erika Bautista en 1987, quien militaba en  el Movimiento 19 de abril -M-19- y por tal motivo le tocó salir del país. En el exterior, coincidimos los dos, él como Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a partir 1998 y yo en representación de las víctimas cuyos casos del CAJAR que   tramitaba en esa instancia.

Gracias al informe de la CEV, conocí el relato en el exilio del exprocurador de DDHH: “La pérdida del hogar y de la patria, impuesta por las circunstancias vitales, elegida por el individuo o resultante de la combinación de ambos factores, es una ruptura sin parangón que altera la existencia de manera irreparable y que cambia por entero la perspectiva que el exiliado tiene de sí mismo, de su mundo y de su tiempo”. Nos muestra  en su testimonio “una realidad invisible, traumática y reveladora. Invisible porque no hay en Colombia un conocimiento en las instituciones ni en la memoria colectiva que recoja las experiencias de esta Colombia fuera de Colombia.

El exilio es traumático porque en palabras de la CEV “supone un profundo desgarro de los vínculos y del proyecto de vida, una violación de derechos humanos que aún necesita ser reconocida. Y reveladora porque constituye una muestra tanto de la desprotección y el olvido de las instituciones del país”. Se pregunta ¿la sociedad colombiana y el Estado serán capaces de mirarse también en esta historia y de reconocerla?

Reflexiona el informe sobre cómo el exilio no fue en vano: salvó vidas, familias, verdades y cómo es invisible por su alto subregistro y por motivos estructurales. Estoy de acuerdo. Lo peor, es que los hechos que motivan el exilio no se reconocen como una violación de derechos humanos. No hay atención, protección y acompañamiento del Estado a los exiliados.

A pesar de que interpusimos las denuncias de lo que nos pasó a tantos, estas no significaron mayor protección. Por el contrario, se incrementó nuestra situación de inseguridad y la impunidad de los casos denunciados hizo parte de la invisibilización, sumado a la desconfianza en las instituciones que brindan protección y que administran justicia. El exilio es casi siempre el último recurso después de otros hechos victimizantes sucesivos de violencia sufridos, como los desplazamientos forzados internos que le tocó vivir a nuestra colega Soraya Gutiérrez, o las amenazas o atentados contra la vida a los compañeros de trabajo Miguel Puerto, Luis Pérez y a mí.

Sí, querido maestro Eduardo Umaña Luna, cofundador del CAJAR, usted tenía toda la razón: “una pequeña muerte en medio de tantas ajenidades”. Durante el exilio predominan “la precariedad y el miedo, la separación, la soledad y el intento de volver a casa, aunque sea mentalmente, al lado de las personas conocidas, de sus familiares y amigos”, como lo dice hoy la CEV, después de 37 años de su exilio forzoso en Europa.

 

Más de 3 mil desplazados en Chocó, Noticias, Bogotá, Cali, Barranquilla, Medellin, Chocó, Colombia, Confidencial

Así lo confirmaron la Defensoría del Pueblo y Acnur. 466 personas permanecen refugiadas en la cabecera municipal de Santa Genoveva de Docordó, Chocó, por los constantes enfrentamientos entre grupos ilegales y la Fuerza Pública y la presencia del ELN. Sin embargo, hay más desplazamientos en el departamento.

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¿Qué ha pasado con las víctimas del desplazamiento forzado?

La Consultoría para los Derechos Humanos y Desplazamiento (Codhes), reveló un estudio que da cuenta de la labor de la Unidad de Restitución de Tierras (URT). Para este informe la organización indagó sobre las características sociales, económicas, familiares de las personas afectadas por el conflicto armado, así como sus intereses, necesidades y opiniones.

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Pedro Ruíz, un artista con mucho ‘Oro’

Confidencial Colombia habló con el artista plástico Pedro Ruíz sobre su reconocimiento como Amigo Unicef, gracias a su obra ORO VITAL y a la labor que viene realizando con los niños, al acercarlos al arte y permitirles expresar su manera de ver el país y soñar. Asimismo Ruiz expresó la manera cómo ve actualmente el mercado del arte en el país.

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