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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Diego Cancino

La participación incidente: ¿Una tarea pendiente en Bogotá?

Las Actuaciones Estratégicas (AE) han sido definidas y proyectadas como intervenciones urbanas integrales. Es decir, son un mecanismo de planeación de segundo nivel que puede modificar los lineamientos y las directrices del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para adelantar proyectos de renovación y revitalización urbana en 25 zonas de la ciudad, con el objetivo de remplazar las antiguas edificaciones por unas nuevas de mayor altura y de mayor densidad de habitantes por área ocupada.

Además del componente de planeación, las AE también incluyen, la posibilidad de ejecutar acciones de compra, expropiación, subastas de suelo, demolición y construcciones de nuevas edificaciones, equipamiento urbano y redes de servicios públicos. Con la idea de entregar a los urbanizadores privados tareas que antes correspondían al sector público.

En las reuniones de socialización de las AE y los Planes Parciales que ha desarrollado la Secretaría de Planeación las opiniones de la ciudadanía han estado divididas entre quienes tienen la expectativa de hacer un buen negocio o mejorar su lugar de vivienda y quienes se oponen a este proyecto y quieren mantener su vivienda o negocio en las condiciones actuales.

Una de las objeciones más comunes se basa en el escepticismo de que la administración distrital de un pago justo por los predios y que se presente un fenómeno de gentrificación, en el cual los antiguos moradores sean remplazados con una nueva población de mayores ingresos. Para evitar que se presente este fenómeno la administración distrital ha anunciado que se prepara un decreto de protección a moradores por parte de la Secretaria de Hábitat, en el cual se busca proteger a la población antigua con medidas como el pago de metro construido por metro construido. Es decir, que se entregue como pago un área en las nuevas edificaciones, que debería ser igual al área demolida de las antiguas edificaciones. Sin embargo, esta propuesta tentativa de la administración ignora que los antiguos moradores además de ser propietarios de un área de construcción son también propietarios de algo de mayor valor, el suelo, sobre el que se edificaran los futuros proyectos.

La mayor garantía de un proceso democrático de revitalización urbana y de un pago justo, por el valor del suelo y por el valor de las construcciones antiguas, podría ser la participación incidente de las comunidades en la elaboración de las resoluciones y directrices de las actuaciones estratégicas, así como en la construcción del decreto de protección a moradores.

Tanto el POT como las resoluciones de las AE señalan que promoverán un proceso de participación incidente en los procesos de planeación y de revitalización urbana. Según la Administración Distrital la participación incidente busca que la gente decida, incida, se exprese y movilice de manera cada vez más contundente en la construcción de lo público y en la definición de los asuntos claves de la ciudad.  En la socialización de las AE priorizadas se han adelantado reuniones en las localidades de Bogotá lideradas por la empresa Renovo y la Secretaría de Planeación. También se han adelantado reuniones en las localidades para informar sobre la elaboración del decreto de protección a moradores por parte de la Secretaria de Hábitat.  Sin embargo, ha sido limitada la convocatoria y escasa la asistencia ciudadana a los eventos de socialización. Estas reuniones con la ciudadanía han tenido un carácter informativo sobre los lineamientos definidos por la administración y las intervenciones de los ciudadanos han sido muy limitadas en el tiempo y dirigidas a la formulación de preguntas, pero no de ideas y propuestas. La exposición de la administración se ha limitado a la presentación de directrices sin recoger propuestas de los antiguos moradores. En general no se han implementado metodologías que permitan una participación incidente de la ciudadanía.

Las directrices de las actuaciones estratégicas no deberían construirse sin la participación de las comunidades. El decreto de protección a moradores debería ser vinculante en su incidencia en la definición de directrices de las Actuaciones Estratégicas. El decreto de protección a moradores debería incluir además del pago de metro construido por metro construido una retribución justa por el valor del suelo.

Si queremos que los desarrollos urbanos, y la construcción de la ciudad a futuro, sean parte de un proceso justo y democrático, es urgente la implementación de estrategias para la participación incidente. Es clave reconocer y recoger la opinión de la ciudadanía con metodologías como talleres participativos, elaboración de encuestas y entrevistas a los habitantes de las zonas donde se desarrollarán las AE.

 

Diego Andrés Cancino.

 

Abrazo con regocijo un futuro prometedor como concejal de Bogotá

Durante estos cuatro años en el Concejo de Bogotá, he sentido que mi labor ha estado marcada por logros que me han llenado de orgullo el corazón, y me han hecho soñar con un futuro en el que como Concejal puedo seguir proponiéndole soluciones creativas a mi ciudad.

De una manera general, en mi labor, he promovido proyectos sociales y políticos que han contribuido a generar transformaciones culturales, siempre desde la innovación y la fuerza colectiva. He facilitado acuerdos que han permitido entender la importancia de la sacralidad de los recursos públicos y construir confianza; he materializado aspiraciones de mujeres y jóvenes coordinando intereses, emociones y capacidades.

Y de una manera más específica, podemos destacar los siguientes logros con mi equipo: en primer lugar, he venido promoviendo una Reforma Popular a la Policía que se ha caracterizado por el proceso que ha tenido, pues se ha basado en el diálogo deliberativo y vinculante. En segundo lugar, denuncié graves atajos en la Empresa de Teléfonos de Bogotá, después de lo cual, el entonces presidente Sergio González renunció a su cargo a inicios 2023. En tercer lugar, durante el 2020, denuncié (con el apoyo de organizaciones sociales como Defender la Libertad y el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos) que durante el Estallido Social ocurrieron graves violaciones a los derechos humanos cometidas por el ESMAD. Desde este momento, denuncié el uso irregular por parte de policías de los traslados por protección y su aplicación mayoritaria en lugares en donde la Defensoría ha emitido alertas tempranas. Y a comienzos del 2022, junto con la exconcejala Susana Muhamad, denunciamos penal y disciplinariamente el uso de los portales de Transmilenio de Las Américas y Suba como presuntos centros de detención y tortura durante el paro nacional. Las denuncias se consolidaron en un informe que se presentó públicamente con el acompañamiento de un ex – contratista de la Alcaldía Local de Kennedy, quien fue testigo de los hechos denunciados por los concejales. Y la CIDH utilizó como evidencia los casos que denunciamos, con el objeto de diagnosticar y dar recomendaciones a Colombia.

He defendido con vehemencia los principios del Partido y las máximas que construimos con Antanas Mockus y por supuesto esa defensa me ha llevado a ser crítico frente a las prácticas y atajos de algunos de sus miembros y frente a las apuestas con las que nos comprometimos con Bogotá.

Los partidos políticos son los principales actores políticos para un Estado democrático como el nuestro. Y la democracia es una de las bases esenciales de la vida política nacional colombiana. Pero ¿qué pasa cuando la democracia entra un juego macabro y no es claro cómo va a garantizarse? El carácter verdaderamente democrático de un partido político se mide justamente por las garantías que se otorguen a esas voces autocríticas y necesarias que surgen dentro de las colectividades.

Esperemos que la democracia deliberativa se siga promoviendo en el Partido Verde. La democracia implica que debemos propiciar lugares seguros para el debate y para que todos podamos expresarnos de manera libre.

Diego Cancino

 

 

 

 

 

Procuraduría investiga construcción de finca de un familiar de Carlos Amaya

 La Procuraduría General de la Nación inició indagación previa contra funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, Corpoboyacá, y de la alcaldía municipal de Paipa (Boyacá), por presuntas irregularidades en la construcción de una casa, al parecer en zona de protección ambiental que pertenecería a la familia del exgobernador de Boyacá, Carlos Amaya.

De acuerdo con las primeras denuncia realizadas por el concejal de Bogotá, Diego Cancino, se habría construido “una lujosa finca en lo más alto de una colina que bordea el lago Sochagota, en Paipa”, que sería propiedad del suegro del copresidente de la Alianza Verde, Carlos Amaya.

Nota relacionada: Castillos en el aire

Los lotes ubicados en la zona de preservación presuntamente fueron adquiridos por Antonio Assis Burgos en 2019 y al parecer, tres años después, se habría modificado el plan de manejo del lago reduciendo las zonas protegidas a solo cinco hectáreas, beneficiando a la familia de Amaya.

El Ministerio Público busca establecer, entre otros aspectos, si los planes de ordenamiento territorial y de manejo del mencionado lago han sido modificados y/o actualizados, específicamente el plano del sector donde se ubica el predio.

 

Atajar el Atajo: el reto de Boyacá

El pasado martes el exgobernador Carlos Amaya anunció en una rueda de prensa realizada en la sede del Partido Alianza Verde que desistía de su precandidatura a la Alcaldía de Bogotá, pues había decidido lanzarse de nuevo a la Gobernación de Boyacá.

Entre otras cosas, señaló que en la actualidad la campaña para la Alcaldía no está definida, y que, por tanto, él habría tenido posibilidades de ser el candidato por el Partido, y eventualmente, el próximo alcalde de Bogotá.

Sin embargo, a pesar de que él veía muy viable su candidatura, decidió volver a lanzarse a la Gobernación de Boyacá, porque según él su corazón está en Boyacá y tiene enorme interés, según sus palabras, en “cuidar lo que ha construido con mucho afecto”.

Es menester alertar a los ciudadanos y ciudadanas de Boyacá sobre esta decisión tomada por el exgobernador. Los atajos y las prácticas cuestionables del exgobernador han sido enormes y no pueden pasar desapercibidas:

  1. Posible abuso de poder para favorecer a su suegro, quién construyó una mansión en Paipa ilegalmente y sin licencia de construcción;
  2. Carrusel de contratación en obras públicas de infraestructura que involucra a amigos íntimos, grandes zares de obras públicas acusados de direccionar contratos y un financiador de su campaña.
  • Conceptos adversos de parte de Contraloría General de la República sobre su gobernación y 4 procesos disciplinarios en curso en la Procuraduría, de los cuales uno es por enriquecimiento ilícito.

Con estos graves antecedentes nos preocupa enormemente el destino de Boyacá si este personaje vuelve a ser su Gobernador. Esperamos que la ciudadanía de forma consciente pueda organizarse y votar por un candidato que realmente represente los intereses de la gente y que no busque alimentar de forma voraz sus intereses personales.

Por último, durante la ya mencionada rueda de prensa al exgobernador le preguntaron sobre mis denuncias, a lo que él irónicamente respondió que me mandaba un abrazo, pues esa era la forma como respondía ante los ataques y las calumnias, y expresó además que yo no conocía lo que ha pasado en Boyacá y que mis “calumnias” se contrarrestaban con todas las obras que ha hecho.

Pues ya que dice que sus obras hablan por él, vale la pena que explique por qué hoy, 5 años después de haberle entregado de forma muy cuestionable a sus amigos íntimos, a los hermanos Peña, un contrato por $124 mil millones para la pavimentación de las vías que conectan los municipios de Socotá y Monguí con otros municipios, los alcaldes de estos municipios salen a decir que hay retrasos de más de 4 años y en una carretera solo hay un avance del 25% en la obra[1].

Además, Amaya afirmó que su suegro, a quien denunciamos, ya había contratado un abogado “muy prestigioso” para defenderlo por los daños patrimoniales que causó mi denuncia.

Pues hay que decir que los daños patrimoniales los causaron ellos cuando decidieron construir una mansión de forma ilegal sobre una zona con protección ambiental donde se prohibía construir y por construir sin licencia de construcción.

Además, al exgobernador se le olvidó contar que me entuteló pidiendo retractación de mis denuncias y que ante su tutela un juez falló dándome la razón, pues mis afirmaciones se soportan en pruebas documentales, en hechos.

No más atajos exgobernador, respóndale a la ciudadanía de Boyacá, ni los bogotanos ni los boyacenses merecen que se les instrumentalice para intereses particulares. Los recursos públicos son sagrados.

Diego Cancino 

[1] https://twitter.com/WRadioColombia/status/1663307981629558784?s=20

¿Qué nos espera con las actuaciones estratégicas en Bogotá?

El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá, que se aprobó mediante Decreto 555 de 2021, negó la posibilidad de hacer un amplio debate político y de concertación sobre los diversos intereses de la ciudadanía de Bogotá, que sí estaban representados en el Concejo de Bogotá. Si el POT se hubiera aprobado por medio de un Acuerdo del Concejo de Bogotá, en lugar de un decreto de la Alcaldía, con seguridad tendría una mayor legitimidad democrática.

La negación de la participación social y política dentro de este proceso de revitalización urbana habilitará la gentrificación de las mejores zonas de la ciudad a través de las estrategias de ocupación territorial denominadas “Actuaciones estratégicas” que se definieron en el POT 555 de 2021.

Se conoce como gentrificación al fenómeno social y económico que ocurre en ciertas áreas urbanas o rurales en las cuales se da un desplazamiento de la población antigua y un repoblamiento con nueva población con mayores ingresos económicos.

Por su parte, las “Actuaciones Estratégicas” son herramientas de planeación y ejecución de acciones dirigidas a impulsar la renovación y revitalización urbana por medio de la enajenación voluntaria o expropiación, demolición de edificaciones y la construcción de nuevas edificaciones de mayor altura con una mayor densidad poblacional por hectárea construida.

Existe un riesgo latente de que, a través de las Actuaciones Estrategias, que son de utilidad pública, se pongan herramientas del sector público, como la planeación urbana y la expropiación, en función de los intereses privados del sector inmobiliario y de las empresas del sector de la construcción.

Además, los riegos asociados a la implementación de este modelo de ocupación territorial se encuentran relacionados con la toma de decisiones poco democráticas sobre el futuro de los barrios y la ciudad, la compra de inmuebles y el pago de indemnizaciones por expropiación con un valor por debajo del precio comercial de las edificaciones antiguas y la expulsión de antiguos moradores de los barrios en un proceso llamado gentrificación.

A ello se suma, como lo han advertido diferentes veedurías ciudadanas, como las de Barrios Unidos, que el mecanismo de “Protección a Moradores y Actividades productivas”, previsto en el POT, no genera confianza sobre la forma y el tiempo en que se implementaría. Aunque la Administración Distrital ha realizado algunas reuniones de socialización de las Actuaciones Estratégicas, la participación ciudadana ha sido mínima y el tiempo de exposición de los proyectos para cada zona no ha sido suficiente.

Sin duda alguna, el crecimiento del número de habitantes de una ciudad plantea un dilema de planificación urbana. Sin embargo, la utilidad pública sobre la cual se erige esta estrategia de ocupación no debe ser violatoria de los derechos a la vivienda de quienes históricamente han habitado esos territorios. La participación social y política genera espacios que permiten la construcción de un modelo de ocupación territorial justo y no de negocio que beneficia únicamente al sector inmobiliario y de construcción.

Diego Andrés Cancino

 

La Alianza Verde debe dar ejemplo

El requisito indispensable para obtener el aval como candidato de la Alianza Verde es ser una persona coherente y consecuente con los valores y principios consignados en los Estatutos del Partido. El Artículo 5 sobre la responsabilidad política establece que la legitimidad de los fines ha de ser coherente con la legitimidad de los medios. No aceptamos el clientelismo y la corrupción. No aceptamos la manipulación, el secreto o la componenda. Según el Artículo 11 todo militante debe velar porque se respeten estos principios, no obstaculizar su aplicación y cumplir con el programa de gobierno registrado ante el Partido en caso de ser elegido/a para un cargo de elección popular.

De acuerdo con lo anterior, hacemos un llamado de atención dado que en la actual administración distrital de la alcaldesa Claudia López parece que se han violado principios esenciales de la Alianza Verde: con la incoherencia, el incumplimiento de su programa de gobierno, con atajos y relaciones clientelistas. Nuestra política se debe construir desde la creatividad, la confianza, la independencia y la fuerza colectiva. No desde la mentira y las contradicciones poco éticas. Generalizar al interior del Partido Verde las prácticas de los atajos no contribuye a fortalecer nuestra identidad como alternativa política veraz y confiable.

El pasado 29 de mayo, la Comisión Nacional de Avales del Partido Alianza Verde expidió la Resolución 03 de 2023 por medio de la cual se adopta el mecanismo para definir el aval verde a la Alcaldía de Bogotá para las elecciones territoriales que se llevarán a cabo el 29 de octubre de 2023. El mecanismo adoptado es una encuesta que consultará la intención de voto no solo de los candidatos verdes sino también líderes y lideresas más reconocidas de todos los partidos políticos y grupos significativos de ciudadanos, que actualmente aspiran a la Alcaldía de Bogotá. El aspirante inscrito en la Plataforma del Partido que en dicha encuesta obtenga una intención de voto igual o superior al 15% será proclamado candidato/a de la Alianza Verde.

Se desconocen los argumentos que validaron esta decisión de la Comisión Nacional de Avales. ¿Cómo fue el debate al interior de la Comisión? ¿Qué hay detrás de la gran apuesta del 15%?  ¿esta encuesta para quien está hecha y cuáles son los criterios? ¿Qué tan democrático es este procedimiento en términos de reglas claras para nuestros cuatro candidatos verdes: ¿Luis Carlos Leal, María Fernanda Rojas, Lucía Bastidas, Martín Rivera? ¿Cómo juega y para qué está hecho este procedimiento?

Además, es posible que haya un quinto candidato verde, al parecer será Carlos Amaya, quien según nuestras denuncias parecería ser la mejor expresión del atajo en Boyacá y en Colombia. Acá, es pertinente mencionar de nuevo nuestros Estatutos, en este sentido: Según el artículo 34 es responsabilidad del Veedor del Partido certificar sobre la idoneidad ética y política de los aspirantes a candidaturas para que los avales sean otorgados de conformidad con los principios de la Alianza Verde.

La Resolución 03 de 2023 del pasado 29 de mayo expedida por la Comisión Nacional de Avales del Partido Alianza Verde, establece además que, si ningún aspirante de los inscritos por el Verde logra alcanzar el porcentaje del quince por ciento (15%) mencionado, el Partido no tendrá candidato propio, y, en consecuencia, podrá optar por alguna de las siguientes opciones:  A. Podrá iniciar conversaciones institucionales con precandidatos (as) externos (as), con criterios previamente establecidos. B. Dejar en la libertad con criterios previamente establecidos y sus respectivas condiciones, para todos los integrantes del partido.

Todo esto sugiere ser hecho como un traje a la medida, como una ruta para descalificar a algunos y fortalecer a otros. Quizás ¿podría ganar un precandidato de centro derecha, con un modelo peñalosista que tanto daño le ha hecho a esta ciudad? ¿Hay un sector del Partido Alianza Verde, que quisiera aplazar y aplazar la elección de nuestro candidato, usar una encuesta para no tener un candidato del Verde? O ¿Quizás intensificar un modelo de centro derecha basada en el populismo punitivo, basada en un proyecto de puros constructores, donde el tema ambiental no es fundamental, donde la vivienda popular no es la prioridad, donde los derechos no son garantizados?

Yo creo que en este momento nosotros necesitamos sumar para tener incidencia en un cambio por Bogotá muy potente. Desde el Concejo de Bogotá, seguiremos haciendo lo que estamos haciendo, que lo hemos hecho bien; queremos seguir haciéndolo bien e intensificar mucho más la defensa de los derechos de la ciudadanía, la construcción de confianza, la reforma popular a la policía, pero también una apuesta por la paz y el manejo impecable de los recursos públicos en la ciudad.

Diego Andrés Cancino

Concejal de Bogotá 

¿El castillo en el aire?

Érase una vez un castillo que podríamos llamar en el aire porque es una construcción magnífica propia de personalidades  que pueden pagar mucho dinero tanto por la infraestructura como para poder construir en un lugar ambientalmente protegido y sin licencia alguna.

Sin duda, este castillo es un claro ejemplo del adagio popular «el que tiene plata marranea». Y para este caso particular, no solo es la plata, sino el poder en Boyacá, pues el proceso para la solicitud de la licencia es totalmente irregular y no entendemos cómo es que se obtiene una licencia, no antes, sino después de construido el castillo. El mismo director de Corpoboyacá advirtió el 26 de mayo del año en curso, Herman Amaya que habrá un proceso sancionatorio porque en 2019, se trataba de un área que estaba en suelo de conservación cuando inició la construcción[1].

Por una parte, la imagen que nos ronda la cabeza es la de la película el “castillo ambulante” de Hayao Miyazaki, en la que su dueño era un mago que tenía mucho poder y podía llevar su castillo a donde quisiera. Y por la otra, el magnífico castillo al que nos referimos, el de la vida real, es un sueño hecho realidad, de unos 700 M2, con un área total de más de dos mil quinientos metros cuadrados (2.547 M2), de un valor aproximado a los tres mil millones de pesos y está a nombre de Miguel Antonio Assis Burgos, suegro de Carlos Amaya, oriundo de Cereté (Departamento de Córdoba).

Todo este cuento sobre el castillo comenzó con la compra de tres predios por parte del señor Assis Burgos (entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020) ubicados en la zona de protección ambiental del Lago Sochagota. Y luego, en dichos predios se construyó el magnífico castillo en 2020; configurando las siguientes tres ilegalidades: I) construir en una zona de protección ambiental – zona de preservación del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) del Lago Sochagota-; II) construir sin licencia. Y III) Amaya ha advertido que la licencia es para un Hotel, lo cual se ha confirmado que no es cierto, porque es para vivienda bifamiliar. O acaso, ¿quieren iniciar un negocio hotelero sin licencia?

Unas de las evidencias de lo anterior es que según la Alcaldía de Paipa, en respuesta a derecho de petición, en los predios en mención,  no se evidencia (entre 2019 y 2022) solicitud, trámite u otorgamiento de cualquier modalidad de licencia de construcción.  Además, en 2019, Corpoboyacá declaró el Lago Sochagota como área protegida (8.139 hectáreas) y determinó el uso y las actividades del “Distrito Regional de Manejo Integrado del Lago Sochagota y la Cuenca Hidrográfica que lo alimenta (DRMI)” (Decretos 03 y 04, enero de 2019).

En febrero 28 de 2019 (un mes después) el Departamento Administrativo de Planeación del municipio de Paipa otorgó licencia a Néstor José Zanguña y Jimmy Orlando Avendaño para parcelar en 17 lotes, 27 mil M2 (Resolución 2019-025 – Escritura 1794 de la Notaría Segunda de Duitama, mayo 30 de 2019). Y en noviembre de 2019 Miguel Antonio Assis Burgos (suegro de Carlos Amaya) compra dos de estos lotes por $100 millones (matrícula inmobiliaria 074-11559 y 074-11560), ubicados en zona de preservación del DRMI del Lago Sochagota. Posteriormente, el 26 de noviembre de 2020 el suegro de Amaya compró un lote adicional (MI 074-11558).

En 2021, CORPOBOYACÁ estableció los mecanismos para sustraer zonas de los Distritos Regionales de Manejo Integrado (DRMI) y modificar los usos y la zonificación dentro del DRMI (Acuerdos 012 y 013 de 2021)

En 2022, CORPOBOYACÁ modificó la zonificación de 15 hectáreas del DRMI del Lago Sochagota (Acuerdo 006) incluyendo por supuesto los predios del suegro de Amaya que pasaron de zona de preservación -la cual prohíbe todo tipo de construcción- a una zona de uso público que permite construir bajo determinadas condiciones.

Mágicamente, cómo el castillo ambulante que se mueve a cualquier lugar, la licencia de construcción del predio fue otorgada en febrero de este 2023 (Departamento Administrativo de Planeación de Paipa, resolución 030 de 2023,), en modalidad de obra nueva a Assis Burgos (suegro de Amaya) sobre el predio ubicado en el DRMI del Lago Sochagota y a un castillo magnífico que está prácticamente terminado.

Para cerrar esta analogía con la magia de la película, debemos mencionar el poder de las relaciones que también es fuente de magia para este relato. Lo  primero es que el apoderado de Assis Burgos para tramitar la licencia, fue Jimmy Orlando Avendaño, dueño original de los predios, ex secretario ejecutivo de CORPOBOYACA (2001) y actualmente es representante legal de una empresa dedicada a la extracción y comercialización de carbón. Y lo segundo, es el poder de Amaya en las decisiones de Corpoboyacá, lo cual nos deja mucho qué pensar sobre las decisiones advertidas sobre la licencia y toda la magia que hermosa advertido.

[1] https://caracol.com.co/2023/05/26/casa-del-suegro-del-exgobernador-carlos-amaya-si-se-construyo-en-area-de-preservacion/

 

Investigación de la Procuraduría por la operación militar en el Alto Remanso pone en aprietos a Diego Molano

La investigación que cursa en la Procuraduría General de la Nación por la operación militar en el Alto Remanso en Putumayo,  donde murieron once civiles, el 28 de marzo de 2022,  establece que los militares “procedieron a modificar la escena del crimen colocando material de guerra, tales como armas y chalecos de uso militar a varios de los civiles dados de baja durante la operación”. Tras conocer esto,  los concejales Carlos Carrillo y Diego Cancino pidieron al entonces ministro de Defensa y hoy candidato a la Alcaldía de Bogotá, Diego Molano, asumir su responsabilidad por estos hechos.

«Toda esta información y todo esto que hemos venido descubriendo gracias a los medios de comunicación y la Procuraduría, fue bajo el mandato del entonces ministro de Defensa, Diego Molano. Rechazamos totalmente este tipo de prácticas y nos preocupa enormemente que un candidato a la Alcaldía de Bogotá, tenga estos antecedentes.  Estas personas asesinadas las hicieron pasar como guerrilleros, es decir, falsos positivos», puntualizó el concejal Diego Cancino.

Por su parte, el concejal, Carlos Carrillo, califica como «lamentable que la investigación de la Procuraduría demuestre que la pesadilla de los falsos positivos no ha desaparecido y es muy triste que meses después se sepa lo que en su momento se presentó en los debates de control político en el Congreso de la República, a lo cual el entonces ministro de Defensa, y hoy candidato a la Alcaldía de Bogotá, Diego Molano, negó los hechos y cerró filas en defensa de esos uniformados».

Carrillo considera que la cadena de mando debe asumir las responsabilidades políticas, disciplinarias y penales si hay lugar a ellas.

Confidencial Colombia se comunicó con el exministro de Defensa y candidato a la Alcaldía de Bogotá, Diego Molano, quien recordó que desde que se conocieron las primeras denuncias, pidió a los órganos de control y a la Fiscalía investigar los hechos.

 

¡El atajo en la co-presidencia del Verde?

Esta semana hubo un zarpazo en el Partido Verde (PV). Se incumplió la agenda de la reunión de la dirección nacional del verde y en menos de una hora se removió la estructura fundamental del Partido Alianza Verde ¡Inaudito! El exgobernador Carlos Amaya fue elegido copresidente del Partido Alianza Verde bajo criterios que rayan con el Todo Vale, por la forma y por quién es el electo.

Hay que resaltar que este nombramiento sucede justo después de las denuncias que he realizado contra el exgobernador, las cuales se han basado en evidencias objetivas, en documentos de la Contraloría y la Procuraduría, contratos, licitaciones, entre mucha otra documentación.

Vale recordar las denuncias que hemos hecho: Denuncié que la Contraloría señaló que durante la Gobernación de Amaya hubo detrimento patrimonial, y que para las Auditorías de la Contraloría la Gobernación presentó información y resultados que no corresponden a la realidad de la gestión.

Mostré que en la Procuraduría General de la Nación cursan por lo menos cuatro procesos disciplinarios contra Carlos Amaya. Uno de ellos por presunto enriquecimiento injustificado que involucra directamente a Carlos Amaya y otros funcionarios electos en Boyacá.

Denunciamos que Carlos Amaya durante su Gobernación favoreció a un círculo íntimo con millonarios contratos por $67 mil millones que terminaron en sobrecostos, retrasos, hallazgos fiscales, detrimento patrimonial e investigaciones disciplinarias. Los beneficiarios de esos contratos son los hermanos Peña, los cuales conocen a Carlos Amaya desde antes de su Gobernación y son amigos íntimos de Jaime Flórez, pupilo político de Carlos Amaya.

Los procesos licitatorios de estos contratos presentan irregularidades que demuestran el posible direccionamiento para favorecer a los hermanos Peña. Por ejemplo, en el proceso licitatorio de 2017 solo se presentaron tres oferentes, dos experimentados contratistas de Boyacá y del país y el consorcio de los Peña. Dio la extraña casualidad que los experimentados contratistas dejaron de presentar exactamente los mismos documentos durante la licitación y quedaron automáticamente rechazados.

Denunciamos también que el contratista Jorge Boada financió con $50 millones la campaña a la Gobernación de Amaya y desde entonces recibió $33 mil millones en contratación con la Gobernación. En 3 de los 4 contratos sospechosamente Jorge Boada fue el único oferente.

Y denunciamos que el zar de la contratación Pedro Contecha Carrillo, quien ha estado envuelto en escándalos por participar en el direccionamiento de contratos en la Gobernación de Richard Aguilar, obtuvo contratos por $107 mil millones en un solo año durante la Gobernación de Amaya.

INVIAS señaló sobre 2 de 3 de los procesos licitatorios en los que ganó Contecha que la Gobernación de Boyacá modificó los pliegos de condiciones y determinó la competencia justa.

De manera que estas denuncias a Carlos Amaya dan para preguntar si ¡Amaya no es un atajista? Aún con estas pruebas públicas lo nombran copresidente del Partido Alianza Verde que nació luchando contra los atajos, el Partido que se fundó con el principio de los “recursos públicos, recursos sagrados”. ¡Hágame el favor!

¿Amaya al lado de Mockus? ¿De verdad?

Y esto es más indignante aún: Carlos Amaya me denunció por injuria reclamando su buen nombre debido a las denuncias que he hecho, y un juez falló indicando que yo tenía la razón, que no estaba injuriando al exgobernador y que no tenía que rectificarme pues mis afirmaciones se soportaban en pruebas documentales.

Ante este hecho, lo mínimo que deberíamos hacer, invocando el “No todo vale” es investigar las prácticas del exgobernador. Este premio es inexplicable.

Debo decir además que con el nombramiento de Carlos Amaya en la Presidencia del Partido no tengo garantías para poder desarrollar mi ejercicio electoral el próximo año. Sin embargo, daré la lucha hasta el final; mi coherencia no tiene precio. Nosotros seguiremos en la tarea de profundizar la democracia deliberativa para insistir en la coherencia entre medios y fines, para que la vida sea sagrada, para que los recursos públicos sean sagrados y se mantenga  la bandera de nuestro Partido Verde. Hoy se lo tomaron, hoy lo cooptaron, pero la pelea por los recursos sagrados, el no todo vale y la vida sagrada seguirá.

 

 

Llegada de Amaya a la dirección de los verdes comienza a producir camorra

El exgobernador de Boyacá, Carlos Amaya, fue nombrado dentro de la dirección del partido Alianza Verde, junto con Rodrigo Romero, quien ya había estado dentro de la codirección.

Romero es un líder santandereano del sector educativo y ambiental. Psicólogo egresado de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia de Tunja

Amaya compartirá la dirección del partido junto al exsenador Antonio Navarro, el exalcalde Antanas Mockus, Rodrigo Romero y se espera que la colectividad escoja a una mujer para integre la dirección colegiada.

En cuanto se conoció la elección, el concejal de Bogotá, Diego Cancino, manifestó su molestia a través de su cuenta de Twitter:

 

¡Bienvenido director de la Policía William Salamanca!

No podemos postergar el día en que la paz sea un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento” Francisco de Roux

El cambio de director general de la Policía representa una oportunidad para alinear la institución con las políticas de seguridad humana y de paz total del Gobierno Nacional. El presidente Petro anunció el cambio de dirección recalcando que habrá una transformación desde la dignificación del patrullero/a, como el/la cuidadora fundamental de la sociedad. Así debe ser, reconocer que la dignificación parte desde la base de la institución policial.

El nombramiento del General Salamanca es un mensaje claro de que la Policía Nacional comenzará una reforma estructural. Las prácticas tradicionales que están empotradas en la ilegalidad y la corrupción se enfrentarán a quien, como Inspector General de la Policía, investigó vínculos de policías con el narcotráfico. Reconocemos la valentía de sus denuncias y esperamos que asuma la dirección con el mismo valor.

Durante su discurso de posesión, el director Salamanca señaló que liderará la institución bajo cuatro pilares: profesionalismo, humanismo, honestidad e innovación. Sobre el primer pilar anunció que se realizará un reentrenamiento de la Policía de Vigilancia en DD. HH, DIH y manejo de la protesta social.

El reentrenamiento en DD. HH y manejo de la protesta para toda la fuerza es un buen inicio. En ese marco, hacemos un llamado al director para que además de la profesionalización se garantice una Policía que efectivamente transforme los conflictos de manera no violenta y que intensifique la democracia y no arremeta contra ella intensificando el autoritarismo.

En el marco de los demás pilares, se propone una restructuración de los CAI “para convertirlos en epicentros de encuentros con la comunidad y demás autoridades locales” ¿Se imaginan una reunión periódica en la que la comunidad se pueda encontrar abiertamente con los policías del CAI y conversar sobre sus preocupaciones y percepción del trabajo del CAI? Los cabildos abiertos en CAI´s son una muy buena idea, pero para ello se debe trabajar por una Policía cercana a la ciudadanía y que genere confianza.

Otro de los cambios anunciados es el lanzamiento de una campaña institucional de formación y difusión masiva sobre protección a comunidades o grupos poblacionales en condición de vulnerabilidad -niños, niñas, adolescentes, mujeres, líderes ambientalistas, autoridades étnico-territoriales y comunidad LGBTIQ+-.

Sobre esta propuesta queremos hacer un llamado para que se reconozca que quienes más se han visto vulnerados por las violaciones policiales precisamente han sido estos grupos poblaciones. En ese sentido, exigimos que se investigue y se retire del servicio a quienes son responsables de las violaciones a los DDHH.

La definición de estos cuatro pilares, como lo indicó el director Salamanca, se ejecutará en pro de la paz total. Sin duda, esta es una directriz necesaria que esperamos elimine la doctrina del enemigo interno y logre una Policía para y desde la paz.

De la mano del director, pero sobre de la ciudadanía seguiremos construyendo una reforma estructural y con raíces populares a la Policía. Bienvenido director de la Policía, William Salamanca, estamos prestos a trabajar con usted por los DD. HH y de la mano de las víctimas de violencia policial.

Que esta renovación sea una oportunidad para que la Policía Nacional, en un acto de reconciliación, reconozca las violaciones a los DDH que se cometieron durante el Paro Nacional y repare a las víctimas ¡No podemos seguir postergando la paz entre la ciudadanía y la Policía!

¿Politiquero, yo?

El pasado 18 abril en un evento público de la localidad de Usaquén la alcaldesa Claudia López dijo que aquellos concejales que se oponen a la construcción de Transmilenio por la carrera séptima somos unos politiqueros. Tales declaraciones merecen una respuesta.

En Colombia con la palabra “politiquero” o “politiquera” se denomina al político tradicional que actúa con criterios ruines. Es frecuente descalificar con este término a una persona que cumple al menos una de las siguientes cuatro características: 1. Es incoherente entre lo que promete y en campaña y hace en el gobierno 2. Dice mentiras. 3. Otorga o recibe coimas, incurre en prácticas corruptas y 4. Tiene relaciones clientelistas.

  1. La alcaldesa Claudia López es incoherente.

Incumple las promesas de campaña y viola lo aprobado en el Concejo de Bogotá. Habilitará 22 kilómetros para que Transmilenio transite por la carrera séptima cuando en campaña afirmó: “es un capricho intentar un Transmilenio por la séptima, no vamos a permitirlo, no más buses, ni más humo”. Promesa incumplida. La Alcaldía Mayor no ha protegido ni recuperado la conectividad ecosistémica de la estructura ecológica principal de Bogotá. Ha incumplido las promesas relacionadas con la preservación de humedales y con la protección de la naturaleza de los suelos que puedan ser afectados por los proyectos de trazados de malla vial, como está sucediendo con sus decisiones sobre la sustracción de la Reserva Van Der Hamenn, para la ampliación de la avenida Boyacá y la vía Suba – Cota.

En el Concejo de Bogotá se aprobó la apertura de un corredor verde que impide taxativamente hacer una troncal de buses por la carrera séptima. Durante su campaña electoral Claudia López, en el debate por televisión con los demás candidatos afirmó: “Vamos a recuperar nuestra emblemática carrera séptima que es un símbolo de Bogotá”. Sin embargo, en su administración ya no será un ejemplo para la ciudad porque Transmilenio suprimirá carriles vehiculares, necesitará la tala de muchos árboles maduros, ocasionará un deterioro del patrimonio arquitectónico y cultural con afectaciones al medio ambiente y a la calidad de vida de vecinos y transeúntes; incluso destruirá el entorno actual de la carrera 11 con un mayor tráfico.

  1. La alcaldesa Claudia López dice mentiras.

En su cuenta de twitter el director del IDU afirma que la carrera séptima necesita renovar sus redes de alcantarillado y pavimento, y que la propuesta del corredor verde traerá menos congestión, sin embargo, es falso que Transmilenio moverá más pasajeros; según las proyecciones del Instituto de Desarrollo Urbano, al menos hasta la calle 100, la séptima perderá la capacidad de transportar a 2.000 personas hora sentido, que hoy se transportan por la séptima. ¿Por qué no aprobar un tranvía que es viable, pertinente, puede movilizar 20.000 pasajeros hora sentido por la carrera séptima? El director del IDU, es una persona responsable y se espera que siga siendo coherente con sus apreciaciones técnicas.

Además, es falsa la afirmación de que se evitarán los trancones, por el contrario, para integrarse con otras troncales, los pasajeros tendrán que hacer transbordos, demorar sus viajes y ocasionar obstáculos adicionales en el tráfico vehicular. Tampoco es cierto que Transmilenio es lo único que se puede hacer, porque hoy sabemos que el Tranvía por la séptima sí es viable.

¿Cómo llamar a quienes en apariencia abanderan la lucha contra la corrupción, pero deciden en contra de los intereses de la ciudadanía ante el halago de obtener beneficios personales? ¿Cómo llamar a aquellos que dijeron nunca más Transmilenio y ahora solamente quieren hacer Transmilenio? ¿Cómo llamar a quienes por debajo de la ruana reciben coimas?

  1. Coimas en la Unidad Administrativa de servicios Públicos UAESP.

La Revista Cambio publicó una denuncia de coima por $1.500.000 millones durante la presente alcaldía, sin respuesta institucional al respecto. La coima fue entregada por Sergio Vanegas a la directora y a funcionarios de la Unidad Administrativa de servicios Públicos (UAESP) a cambio de conceder al Consorcio Jardines de Luz y Paz, la administración de 4 cementerios distritales por cinco años prorrogables.           Son socios de este Consorcio los contratistas Sergio Vanegas y Eder Parada, amigo del subdirector Jurídico de la UAESP. Además, el contratista Parada, desde hace varios años ha sido reportado por la Contraloría General por daño patrimonial en contratos por valor de $117 millones.

Este contrato del escándalo de los cementerios consiste en la administración, bajo la forma de concesión, para recibir los dineros que se recaudan por servicios de cremación, exhumación, inhumación, entre otros y que ascienden aproximadamente a $400 millones diarios. Los concejales Germán García, María Victoria Vargas y Lucía Bastidas han denunciado las transferencias irregulares de estos dineros, que deberían consignarse en una fiducia pero que están siendo depositados en diferentes cuentas bancarias.

Más grave aún, el contratista denunciante Sergio Vanegas asegura que no ha recibido un peso de este contrato y asegura además que por órdenes de un general de la policía los hornos crematorios fueron usados para desaparecer los cadáveres de quienes fueron asesinados durante el paro nacional del 2021.

  1. Las prácticas clientelistas en Secretaría de Integración Social.

La representante a la cámara Olga Lucía Velásquez, cuota de Samuel Moreno, que es el alcalde más corrupto que ha tenido Bogotá, tenía coimas en la secretaría de Integración Social. A pesar de ello, Angélica Lozano y Claudia López apoyaron su postulación a la Cámara. Como lo demostró el profesor Baena, Angélica Lozano y Claudia López tenían además prácticas clientelistas en la Secretaría de Integración Social con Olga Lucía Velásquez y hoy ella, es representante a la cámara gracias a ese apoyo, con coimas y clientelismo.

Se mencionó en el Concejo de Bogotá, a Nicolás García como un reconocido volteador de tierras, según la investigación de Carlos Fernando Galán, Claudia López y Daniel Coronel. Así lo evidenció nuevamente Daniel Coronel.

Por tanto, ¿Cuáles son los intereses ocultos detrás de la urgencia de licitar, a toda costa, tres billones de pesos para el Transmilenio por la séptima?

Alcaldesa: La política debería construirse desde la creatividad, la confianza, la independencia y la fuerza colectiva. No desde la estigmatización, la mentira y los atajos.

La contratación del círculo íntimo de amigos de Amaya en Boyacá

Esta semana denunciamos que el ex gobernador de Boyacá, Carlos Amaya favoreció a un círculo íntimo con millonarios contratos que terminaron en hallazgos fiscales, detrimento patrimonial e investigaciones disciplinarias.

Los beneficiarios de más de 167 mil millones son los hermanos José Antonio y David Felipe Peña Villalobos, oriundos de Villavicencio, quienes organizaron un esquema de contratación en el que participaron con personas cercanas y resultaron ganadores de tres jugosas licitaciones para obras viales en Boyacá con sobre costos, retrasos y múltiples irregularidades.

Los hermanos Peña Villalobos conocen a Carlos Amaya por lo menos desde el año 2015, cuando se desarrollaba su campaña a la Gobernación de Boyacá. A su vez los hermanos Peña son íntimos amigos de Jaime Flórez (también oriundo de Villavicencio), pupilo político e íntimo amigo de Carlos Amaya.

En este esquema cinco empresas distintas de Villavicencio y Bogotá participaron a través de 3 consorcios en por lo menos tres procesos licitatorios en los que resultaron ganadores de 3 contratos en 2017, 2018 y 2019.

Las direcciones comerciales de los 3 consorcios conformados y de 2 empresas participantes son exactamente las mismas, y los representantes legales de los consorcios y las 5 empresas participantes son los mismos: los Peña Villalobos y sus socios los Ramírez Duarte.

Además, el interventor que se elige en procesos licitatorios independientes (y quien es el encargado de vigilar el cumplimiento integral de los contratos) es el mismo para 2 de 3 contratos, y ya había trabajado antes en el Meta con los socios de los Peña.

Durante el desarrollo de los procesos licitatorios sucedieron hechos particulares que generan enormes dudas sobre la transparencia de la licitación y demuestran el posible direccionamiento de estos contratos para favorecer a los hermanos Peña. Veamos:

En primer lugar, en el proceso licitatorio del 2017 solo se presentaron 3 oferentes, 2 experimentados contratistas del Estado y el consorcio de los Peña. En esa licitación dio la extraña casualidad que los experimentados contratistas dejaron de presentar exactamente los mismos documentos durante la licitación y quedaron automáticamente rechazados.

En segundo lugar, el INVIAS alertó que en la licitación de 2018 la Gobernación de Boyacá modificó el pliego de condiciones limitando la competencia justa en el proceso licitatorio.

El resultado de todos estos hechos irregulares es absolutamente contundente: Amaya tiene una investigación disciplinaria abierta en la procuraduría por presuntas irregularidades en la etapa precontractual y contractual del contrato del 2017.

El interventor y la secretaria de Hacienda de Carlos Amaya tienen un proceso de responsabilidad fiscal abierto por presunto detrimento patrimonial por el contrato de 2017.

El contrato de 2018 ha tenido 10 prórrogas que han significado adiciones presupuestales por $31 mil millones, retrasos que además han representado protestas de los trabajadores de obra alegando retraso en el pago de acreedores y de salarios; y una acción popular interpuesta por el retraso en las obras.

A la luz de todos estos hechos no podemos aceptar que Carlos Amaya sea candidato a la alcaldía de Bogotá o a cualquier otro cargo de elección popular por el Partido Verde.

La cultura del atajo es la antípoda del Partido Verde que fundamos con Mockus. Nuestro partido promueve el No Todo Vale, la coherencia entre medios y fines, los recursos públicos como recursos sagrados.

Es el momento de que como partido volvamos a generar confianza y demos ejemplo de política digna en nuestro país.

 

Un gobernador sin vergüenza

Había una vez unas tierras hermosas atravesadas por la Cordillera Oriental de la región Andina Colombiana., con personas soñadoras y muy inteligentes que sobresalen en el mundo. Lo malo de esta historia, como siempre, son los que no saben manejar el poder, que buscan acaparlo todo y que no permiten que los sueños de esas personas puedan volverse realidad. Este es el caso de un gobernador, que  no supo cómo administrar los recursos otorgados y al cual le hemos puesto el lente, porque las personas soñadoras de estas tierras lo han denunciado y no quieren que ocupe más cargos públicos.

La historia que están a punto de leer nos conmovió profundamente por el hecho de que lo que está en juego son los recursos de las personas, y estos se han gastado en cosas que no son para el bien común, sino en asuntos privados de personas que se creen muy vivas y que nadie se va a dar cuenta de sus fechorías.

Sin duda alguna, a quien nos referimos es a Carlos Amaya, ex gobernador de Boyacá (2016-2019) quien fue precandidato presidencial por el Partido Alianza Verde. Este personaje no ha interiorizado uno de los principios fundamentales del Partido Verde: los recursos públicos son sagrados. Dicho principio se erige como columna vertebral porque de él se desprenden otras conductas que darían cuenta de un actuar político sin corrupción y en donde no primen los intereses particulares sobre el interés general de la comunidad.

El caso de Carlos Amaya durante la Gobernación de Boyacá de 2016 a 2019 es un claro ejemplo de mala gestión de los recursos, por lo que, se incumple el principio en mención. Lo anterior se evidencia en dos de los informes de auditoría realizados por la Contraloría General de la República (CGR), en los que en ambos se determinó concepto adverso y se demostró que para 2016 y 2017 hubo incumplimiento material, en algunos casos con detrimento patrimonial. Lo anterior quiere decir que la información acerca de la materia controlada no resulta conforme con los criterios aplicados.

Además del mal manejo de los recursos, la CGR en 2018 evidenció que Amaya mintió, cuando al analizar el Informe de resultados del Plan de Acción de la Empresa de Servicios Públicos de Boyacá y del Departamento de Boyacá para la vigencia 2017[1], se presentaron resultados que no corresponden a la realidad de la gestión. Por ejemplo, se presentaron avances de casi un 90% en la ejecución y puesta en funcionamiento de acueductos, alcantarillados y plantas de tratamiento, cuando en realidad, algunos proyectos se encuentran en ejecución y la mayoría están en proceso de diseño, presentación o aprobación.

Como gobernador de Boyacá, la conducta de Amaya no sólo es cuestionable a la luz de estos informes por los incumplimientos que pone de presente la CGR, sino por cuatro procesos disciplinarios que al día de hoy están activos en la Procuraduría General de la Nación: 1) en 2018 se radicó queja por presuntos actos de corrupción, enriquecimientos injustificados en Tunja y por el aumento injustificado del impuesto predial; 2) en 2019 por hechos de corrupción al celebrar contratos sin el cumplimiento de requisitos, 3) en 2020 por hallazgos en los contratos 1665 de 2018 y 1652 de 2019, 4) Y en 2022 por el proyecto de mejoramiento de la vía Miraflores – Páez en el tramo comprendido del Km 100+000 hasta el km 112+100 (Departamento de Boyacá).

No le quitemos el lente a este personaje, la justicia llega porque llega.

Diego Cancino

[1] Página 29 del Informe de Auditoría para la vigencia de 2017.

“La politiquera es usted”, la respuesta de los concejales Cancino y Leal a Claudia López

Los concejales del partido Alianza Verde, Diego Cancino y Luis Carlos Leal, contestaron desde sus cuentas de Twitter a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien les llamó “politiqueros” por oponerse a la construcción del Corredor Verde de Bogotá.

El concejal Diego Cancino le recordó a la alcaldesa su promesa de campaña de no construir un TransMilenio por la Carrera Séptima y expuso sus razones por las que considera que el proyecto a construir es un sistema de buses articulados.

Por su parte el concejal Luis Carlos Leal escribió en su cuenta de Twitter: “la politiquera es usted alcaldesa”.

Durante un recorrido que hizo por la localidad de Usaquén, la alcaldesa Claudia López, arremetió contra los concejales Diego Cancino, Carlos Carrillo, José Cuesta, Ana Teresa Bernal y Luis Carlos Leal, quienes se han opuesto a la iniciativa tildándolos de “politiqueros”.

“Se hacen elegir con el voto de la gente y después les dicen que, de malas, que sigan en el mismo trancón. Hay muchos de ellos como Diego Cancino, Carlos Carrillo, José Cuesta, Ana Teresa Bernal y Luis Carlos Leal que dicen que “no” TransMilenio por la séptima. Y añadió, “Yo no sé en qué Bogotá es la que viven”.