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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Diego Cancino

Bogotá como Patrimonio: el anhelo de cultura ciudadana

El patrimonio se ha definido de manera general como un conjunto de significados, de narrativas, un entramado complejo que nos identifica. Y específicamente, se ha dicho que éste responde a significados que no sólo muestran la diversidad, la personalidad como sociedad, sino también que nos hablan de la memoria, convirtiéndose en un referente simbólico que puede transformar comportamientos, convocar y generar emociones en la ciudadanía.

La definición anterior puede ilustrarse con la afirmación de que los bienes de interés cultural son espacios de flujos. Según Manuel Castells, los flujos hacen alusión a secuencias de intercambio e interacción entre posiciones que mantienen los actores sociales en las estructuras económicas, políticas y simbólicas de la sociedad. Los flujos, además, se relacionan con los fluidos de información y conocimientos que deciden, influyen, modelan y orientan, de forma dominante, los sectores más importantes de la economía, la política, y la cultura mundial.

El llamado que hacemos, teniendo en cuenta esta forma de pensar el patrimonio o los bienes de interés cultural, es a tomar la ciudad como un patrimonio y no sólo a cuidar el patrimonio de la ciudad, pues esta postura nos obliga a abrazar la riqueza de narrativas, sentidos y lenguajes y desde ahí habitar y asimilar la ciudad. En últimas la ciudad no son sus edificios o Puentes, la ciudad las vivencias, interacciones y sentidos que construimos cotidianamente los ciudadanos y ciudadanas. Nuestro llamado es a tener en cuenta esta definición de patrimonio, para poder apreciar en su complejidad cada entorno, espacio y referentes de la ciudad.

No buscamos afirmar que la ciudad sea patrimonio en sí misma, sino que pretendemos una comprensión de la ciudad desde la definición de patrimonio, lo cual nos permite admitir la interacción de significados, sin calificarlos aún como patrimonio en sí mismos solo por ello.

Lo anterior es posible gracias al entendimiento que proporciona el enfoque de cultura ciudadana, según el cual, la ciudad se define por las interacciones que ocurren entre sus diferentes actores y el espacio, no por el cúmulo de cemento que la constituye. Las interacciones conforman diversos significados, los cuales se van llenando con cada relación en el tiempo.

Esta perspectiva es fundamental a la hora de pensar y entender la ciudad, pues entonces cada lugar se carga de significados y las preguntas que nos hagamos a propósito, deben ser respondidas tratando de advertir ese conjunto de significados, quiénes son los actores y en qué momento están interactuando. Con esta comprensión de la ciudad es que de manera adecuada y certera pueden proponerse políticas públicas y puede darse una solución eficaz a las problemáticas de la ciudad.

El enfoque de cultura ciudadana es apropiado para la comprensión de la ciudad como patrimonio, pues gracias a éste podemos dimensionar la riqueza de cada lugar entendido como el conjunto de significados que lo constituyen.

Un espacio de nuestra Bogotá es entonces un proceso, una concreción de relaciones sociales, y es a la vez el soporte material y el producto de prácticas y procesos de reproducción de la vida social, que comparten el tiempo. (Castells, Vol. 1, p. 445).

La ciudad, entonces, debe ser comprendida más allá del espacio físico, pues ésta implica interacciones complejas entre personas, lugares, tecnologías, etc. Los espacios de flujos que la constituyen se convierten en el reflejo de ese devenir y de todo lo que puede ocurrir entre dichas personas enmarcadas en una sociedad, un tiempo histórico determinado con costumbres y formas de vida variada.

Una ciudad es un ser que vive a la luz de las vidas que la habitan

Los traslados por protección en la lupa de la Corte Constitucional

En la noche del 3 de mayo de 2021, el ciudadano Diego Luna grabó un Facebook Live en el que se evidenció que la Policía detuvo a jóvenes y los ingresó a la fuerza al Portal Américas de TransMilenio. El video muestra que, en cuartos pequeños del Portal, los agentes de Policía activaron gases lacrimógenos. Al denunciarse el caso, el entonces comandante de la Policía Metropolitana, Eliécer Camacho señaló que las personas estaban alteradas y se les realizó un traslado por protección.

Colectivas feministas denunciaron que, en enero de este año, a una mujer se le retuvo para realizar un traslado por protección y que fue sexualmente violentada durante el trayecto, al interior de la patrulla. Los excesos alrededor de los traslados por protección también han sido corroborados por autoridades de derechos humanos. La Corte Suprema de Justicia, en su histórica sentencia de tutela sobre el Paro de 2019 (21N), señaló su preocupación sobre el uso indiscriminado y desproporcionado del traslado por protección. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su informe de la visita realizada durante el Estallido Social de 2021, corroboró la violación a los derechos humanos durante la realización de traslados por protección y advirtió falencias en el diseño de la norma.

Además de que el diseño original de la norma era susceptible a la comisión de violaciones a los derechos humanos, la Ley de Seguridad Ciudadana del gobierno Duque eliminó garantías de debido proceso ordenadas por la Corte Constitucional en una sentencia 2017. A pesar de que el traslado por protección busca, en teoría, proteger, la realidad ha mostrado otra cosa.

Por estas razones, el pasado 28 de abril, conmemorando un año del Estallido Social, junto con mi equipo y la Corporación Justicia y Democracia radicamos una demanda de inconstitucionalidad contra los traslados por protección. Después de un largo proceso, la Sala Plena de la Corte Constitucional admitió nuestra demanda, siendo la primera de siete demandas que inicia su trámite.

Ahora, cualquier persona puede intervenir ante la Corte, enviando intervenciones ciudadanas para apoyar la demanda de radicado D-14803 y solicitar la declaratoria de inconstitucionalidad de los traslados por protección. Esta es una oportunidad para evidenciar que los traslados por protección abren una puerta a violaciones a los derechos humanos e incidir en su eliminación. Es decir, esta es una acción colectiva que permite construir bienestar público.

Estas intervenciones, así como las voces que en las calles protestaron contra los excesos de la Fuerza Pública, como el homicidio de Javier Ordóñez en 2020, deben ser escuchadas por la Corte Constitucional, ya que la ciudadanía también tiene la capacidad para interpretar la Constitución. Esperemos que próximamente conozcamos la noticia de que se transformó el traslado por protección y que nunca más será una herramienta para violar los derechos humanos.

 

Metro más deuda no suma, resta

El pasado lunes 19 de septiembre se aprobó en sesión plenaria del Concejo de Bogotá un Proyecto de Acuerdo que le otorga a la Empresa Metro un cupo de endeudamiento por un valor de $9.4 billones, el cual será utilizado para financiar la segunda línea del metro de Bogotá.

Hace tres meses (07 de junio de 2022) el Concejo de Bogotá aprobó otro cupo de endeudamiento, el cual incorporaba $2.8 billones para financiar también la segunda línea del metro de Bogotá. Al igual que en ese momento, esta semana nos opusimos a ese proyecto por resultar inconveniente para las finanzas del distrito y porque sacrificará la inversión social presente y futura de la ciudad.

En ese momento evidenciábamos que con ese nuevo cupo de endeudamiento Bogotá pasaría de tener una deuda de $6 billones en 2022 a una deuda de $24 billones en 2032, lo que representa un pago de intereses por $10 billones en los próximos 10 años.

Pues ahora, con este nuevo cupo de endeudamiento, la ciudad tendrá que pagar casi $6 billones adicionales de intereses de deuda, para poder financiar las necesidades de inversión de corto plazo del proyecto de la segunda línea del metro.

Esto se traduce en algo muy concreto: la ciudad tendrá que renunciar a $16 billones del presupuesto de inversión social en los próximos años para pagar el costo de adquirir deudas que en su mayoría irán a financiar las líneas de metro de Bogotá.

Renunciar a esos $16 billones es un costo de oportunidad muy alto, teniendo en cuenta que posterior a la pandemia las necesidades sociales en la ciudad son y serán enormes: la desigualdad en Bogotá es de las más altas en los últimos 15 años y el desempleo y la pobreza en la ciudad son de los más altos en los últimos 10 años.

¿Vale la pena asumir este costo social tan alto? ¿Vale la pena dejar a la ciudad en los niveles de endeudamiento más altos de su historia y al límite permitido por Ley?

Nuestra respuesta tajante ha sido y es NO, especialmente porque la Alcaldía de Claudia López con este enorme endeudamiento le sigue apostando a un modelo de transporte operado por privados, que genera enormes ganancias a los operadores y un enorme hueco fiscal a la ciudad.

Así opera hoy el Transmilenio en la ciudad y así operará el Metro. La Empresa Metro tiene previsto realizar el proyecto de la 2da línea del Metro mediante el modelo de concesión, para que privados construyan y operen el Metro en la ciudad.

Con esto se está tomando una decisión que a mediano plazo nos puede costar mucho. Perdemos capacidad de inversión social y autonomía en el gasto, nos endeudamos al límite, y así perdemos capacidad de maniobra para encarar los problemas sociales y económicos de la ciudad en un futuro cercano.

Todo por la prolongación de un modelo de transporte que desangra las finanzas de la ciudad y que enriquece a unos pocos. Por eso reitero, No al cupo de endeudamiento.

 

 

El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte

Jaime Garzón tradujo de la mano de la comunidad Wayuunaiki el espíritu de los artículos 11 y 12 de la Constitución Política del siguiente modo: Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente. Tristemente en los últimos años hemos sido testigos de cómo ese espíritu se ha violado sistemáticamente, y lo peor, por parte del estado, especialmente de la Policía Nacional.

Así pues, hemos visto la violencia que la Policía Nacional ha utilizado en contra de quienes ejercen el derecho a la protesta social, fundamentalmente los jóvenes, haciendo uso de herramientas violentas y delictivas contra la libertad de expresión. En el marco de las gigantescas movilizaciones ocurridas después de la firma del acuerdo de paz y sobre todo desde el 21 de diciembre de 2019 e incluyendo las jornadas del 8, 9 y 10 septiembre de 2020 y el paro nacional de 2021, asistimos y denunciamos maltratos, exceso de uso de la fuerza, violaciones, torturas y homicidios de jóvenes que alzaron su voz por distintas causas que consideraron justas y por las cuales dieron su vida.

Los distintos hechos ocurridos en los últimos años debieron motivar una profunda reflexión dentro de los principales mandos de la policía nacional que debía reflejarse en una reforma estructural de la institución, de manera tal que la ciudadanía pudiera tener certeza de que comportamientos similares no se repetirían. La premisa debía ser simple pero inflexible: la vida es sagrada. Sin embargo, episodios en los cuales la policía nacional vulnera los derechos de los ciudadanos y ciudadanas siguen siendo comunes en las noticias diarias, lo que sumado a la desconfianza existente entre la sociedad civil y la policía, dan cuenta de la necesidad de reformarla de manera profunda y democrática.

Es por eso que junto a víctimas de violencia policial y sus familias, y de la mano de jóvenes comprometidos con un país donde la equidad, la justicia y la paz, junto a organizaciones sociales, universidades e investigadores en el tema, e incluso con la misma policía, hemos iniciado un proceso organizativo que busca una reforma popular a la policía nacional. Nuestro proceso se basa en la conversación y la construcción de un sentido compartido, buscando que la voz de la ciudadanía sea la protagonista de la transformación de la institución, sin dejar de lado la participación de sus miembros, y reconociendo la necesidad de mejorar las condiciones en que desempeñan su labor.

En este camino hemos conversado con más de 40 organizaciones sociales, escuchado a más de mil personas, y sumado un respaldo de casi 80 mil firmas. Nos hemos detenido a escuchar a quienes han sufrido directamente la violencia por parte de la fuerza pública; nos hemos dado cita para escuchar devastadores relatos, hemos llorado, hemos cantado, nos hemos abrazado, y ahora, incluso, nos hemos permitido soñar un sueño común.

Una certeza ha quedado de este proceso que recién inicia: las balas no quiebran la vida, las vidas que callaron viven en estos jóvenes: son ejemplo de dignidad. Es por eso que muchas víctimas de violencia policial se han sumado a esta iniciativa que recién empieza pero que desde ya tiene el mérito de generar esperanza, fuerza y confianza. La imaginación que nos la juventud sigue creciendo y será capaz de abrir la puerta al surgimiento de una policía que interiorice y se rija éticamente y legalmente por el espíritu que tradujo Jaime Garzón: Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente.

 

 

 

 

¡Desmonte al ESMAD ya!

Durante el Paro Nacional del 2021 la Policía Nacional, y particularmente el ESMAD, fue protagonista de las más escabrosas violaciones a los derechos humanos. Tanto instituciones públicas como colectivos de derechos humanos registraron durante el Paro innumerables casos de violencia policial: homicidios, detenciones arbitrarias, torturas, violencia sexual, violencia basada en género, lesiones personales, entre otros.

De acuerdo con Indepaz y Temblores 44 personas fueron asesinadas por integrantes de la Policía, 25 personas fueron víctimas de violencia sexual por parte de miembros de esta institución, 103 personas fueron víctimas de lesiones oculares por parte de miembros del ESMAD, 1832 personas fueron víctimas de detenciones arbitrarias por parte de la Policía y al menos 1.905 personas fueron heridas por el accionar desproporcionado del ESMAD.

Ante esta inconcebible violación sistemática de derechos humanos por parte de la Policía, el clamor de las víctimas, sobrevivientes, madres y padres de jóvenes asesinados ha sido claro: el ESMAD se debe acabar y la Policía se debe reformar de manera estructural.

El hoy presidente Gustavo Petro criticó de forma vehemente la actuación de la Policía durante el Paro y se comprometió en campaña a acabar con el ESMAD. No obstante, hoy nos encontramos con un panorama diferente.

El nuevo director de la Policía Nacional Henry Zanabria ha informado recientemente a la opinión pública sobres los cambios que tendría el ESMAD. Hasta ahora los cambios anunciados no son de fondo: modificaciones en el uniforme, un nombre distinto (ahora se llamaría Unidad de Diálogo y Acompañamiento a la Manifestación Pública) y cambios en la apariencia de las tanquetas.

O son cambios que generan más dudas que certezas: adecuar tanquetas como ambulancias, o la continuidad en el uso del arma VENOM, que pasaría de ser usada desde el piso para ser usada desde la tanqueta.

Convertir tanquetas en ambulancias genera desconfianza, pues los que deben atender los heridos son el personal médico. En vez de usar ambulancias como vehículo de operación, se necesita garantizar un respeto irrestricto a cualquier cuerpo de ayuda humanitaria.

En cuanto al arma VENON, esta fue diseñada para la guerra. En el pasado la justicia la prohibió y debería permanecer así. No es posible hablar de una Unidad de Diálogo y Acompañamiento a la Manifestación Pública con esa arma como una amenaza latente a la integridad humana.

Estos cambios anunciados no generan confianza, acabar con el ESMAD y sus acciones violentas implica cambios estructurales. Invito al director de la Policía a contarle a la ciudadanía si va a haber cambios de fondo: cambios en los protocolos, cambios en la doctrina, cambios en los procesos de formación.

Necesitamos una Policía que interiorice la Constitución Política, el derecho a la vida es inviolable, nadie será sometido a tortura ni a desaparición. Los cambios de forma no son suficientes. Cumplirle a la ciudadanía implica cambios decididos y no solo cambios cosméticos. Necesitamos una Policía para la Paz, una Policía para la Vida.

 

Mindefensa ordena al Ejército suspender prácticas de reclutamiento en las calles

 

Imagen tomada de Twitter

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, solicitó al Ejército Nacional detener las jornadas de incorporación en sitios masivos de las principales ciudades y municipios de Colombia.

El Ejército no puede retener y conducir a ningún ciudadano a cuarteles o distritos militares para incorporarlos al servicio. Es una práctica ilegal que debe ser suspendida de inmediato”, dijo el funcionario a través de su cuenta de Twitter.

La orden fue dada, luego de atender las denuncias de los concejales de Bogotá, Diego Cancino y Heidy Sánchez, quienes revelaron que el Ejército viene realizando prácticas de reclutamiento de jóvenes en las estaciones de TransMilenio y algunos centros comerciales de la ciudad.

La cabildante Sánchez, envió una carta al ministro de Defensa en la que le expresó la urgencia de «emitir una orden que suspenda las jornadas de incorporación que viene realizando el Ejército».

“Hemos venido recibiendo denuncias por parte de jóvenes que estaban siendo trasladados por miembros del Ejército a los distritos militares», dice la concejal en su texto.

Ambos concejales celebraron el anuncio del ministro de Defensa. Se espera el pronunciamiento del comandante del Ejército

Nuevo caso de violencia sobre dos jóvenes gay en Bogotá

Foto: Marcha Comunidad LGBITQ+ Bogotá/ Óscar Sevillano

Un caso de discriminación y manoteo fue denunciado por la comunidad LGBTIQ+ en Bogotá en un parque del barrio Ciudad Salitre.

La escena ocurrió cuando dos jóvenes del mismo sexo estaban en el parque del sector, al parecer compartiendo besos y caricias, cuando se acercaron personas del sector enfurecidas para agredirlos con palos, exigiéndoles que se retiraran.

El caso que fue registrado en video por algunos testigos del hecho despertó la solidaridad de muchos ciudadanos en las redes sociales, entre ellos el concejal de la Alianza Verde, Luis Carlos Leal quien al respecto opinó:

“Es lamentable que ocurran estos actos de violencia sobre la población LGBTIQ+, en Bogotá, es reprochable y se deben sancionar porque es increíble que aun existan estas manifestaciones de odio en contra de la diversidad y que se recurran a una violencia física como la ocurrida el día de ayer. Esto es una alerta de que las violencias pueden continuar escalando. No podemos seguir teniendo más muertes, más violencias, más mal trato, más segregación, más discriminación y todo lo que esto desencadena en una población que históricamente ha sido vulnerada”.

El cabildante bogotano hizo un llamado a la fiscalía general de la Nación, según dijo, “porque aquí se está violando nuevamente la ley Antidiscriminación y por lesiones personales a los dos jóvenes”, indicó.

Dijo además que la comunidad está convocando a un acto de manifestación pacífica y cultural para hacer un llamado a la no discriminación por temas de género, raza, religión o condición sexual.

El concejal, Diego Cancino, por su parte considera que hay que es necesario rechazar tajantemente todo este tipo de prácticas.

“Hay una enfermedad cultura que impide que se reconozca la diferencia. Esa intolerancia llega al nivel de la violencia y, es por eso que requiere una transformación cultural, en la estructura de nuestra sociedad porque lo que muestra el video es una violencia basada en la intolerancia y en las emociones del odio muy preocupantes”, añadió.

“Esto lo único que demuestra es que la homofobia sigue enquistada en nuestra sociedad. Es lamentable que a las personas se les agreda por su manera de amar, es por esto que no vamos a dar un paso atrás hasta que la igualdad sea costumbre, vamos a marchar pacíficamente, vamos a bailar, nos vamos a besar hasta que les deje de incomodar porque ese grupo tiene que entender que cabemos todos en este país y que la igualdad es imparable, somos diversos y orgullosamente felices”, opina el excongresista Mauricio Toro

 

Piden declarar nula la elección del contralor de Bogotá

El concejal de Bogotá, Diego Cancino y el ex magistrado Iván Velásquez  pidieron declarar nula la elección del contralor de Bogotá, Julián Mauricio Ruíz Rodríguez, elegido por el Concejo de Bogotá para el período 2022-2025, por considerar que incidió indebidamente en la formulación de la normatividad que fijó el procedimiento de (su) elección e incurrió en la práctica del “yo te nombro, tú me elijes”.

De acuerdo con la demanda de nulidad electoral presentada ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca (julio 1 de 2022); el ahora contralor habría tenido injerencia en las reglas de juego que se diseñaron para su propia elección: “El 18 de noviembre de 2019 se publicó la Resolución 0728 de 2019 por la cual se establecen los términos generales de las convocatorias públicas de selección de contralores territoriales, en la cual Julián Mauricio Ruíz Rodríguez tuvo injerencia, al ser el director de la Oficina Jurídica de la Contraloría General de la República en ese entonces, creando las reglas de su propia elección y violando a su vez el principio de igualdad, imparcialidad y debido proceso”, señalan los demandantes.

“ En el segundo semestre de 2021, la Contraloría General nombró y contrató a familiares (hermanos, hermanas y cónyuges) de varios concejales de Bogotá. Varias contrataciones se realizaron a través de la Dirección Administrativa y Financiera, cuya Directora (Sandra Patricia Bohórquez) también hizo parte de la terna”, señaló el concejal Cancino.

Esta sería la quinta demanda contra la elección de Ruíz, quien además, según los demandantes,  nombró a su amigo y compañero Juan Carlos Gualdrón en la Contraloría Distrital. «De acuerdo con información reciente, Gualdrón está involucrado al parecer en millonarios desfalcos a los recursos de la paz (OCAD Paz)».

“El manejo de recursos públicos tiene que ser sagrado. Una persona estaría violando el principio de igualdad, imparcialidad y del debido proceso y de esa manera no podría ser Contralor Distrital. No a los atajos”, puntualizó el concejal.

Sin atajos, mucho menos para quien vigila los recursos públicos

El pasado 17 de mayo, el Concejo de Bogotá eligió al nuevo Contralor Distrital, quien ostentará el cargo hasta 2025. Julián Mauricio Ruiz, el ungido Contralor, fue director jurídico de la Contraloría General y Vice Contralor durante el periodo de Felipe Córdoba. Es tanta la confianza de este último hacia Ruiz que lo llegó a encargar como Contralor General. El paso por la Contraría General le sirvió a Ruiz para mover fichas que ser terminaron contribuyendo en su elección como Contralor de Bogotá.

En primer lugar, como director jurídico, Ruiz participó en la elaboración de la Resolución 728 de 2019. Por medio de esta Resolución, la Contraloría General estableció las reglas de juego de los procesos de elección de los Contralores territoriales, estableciendo criterios para ponderar el examen y los criterios de puntuación de acuerdo con la experiencia y la formación académica, entre otros. Esto quiere decir que Julián Mauricio Ruiz participó en el diseño del proceso que lo llevó a desempeñarse como contralor de Bogotá, en contravía de los principios de igualdad y debido proceso en materia electoral.

Si esta primera ficha es preocupante, la segunda es sospechosa. En noviembre de 2021 –cuando Julián Mauricio Ruiz se desempeñó como contralor general ( e) y cuando era de conocimiento público que la elección del nuevo contralor de Bogotá se realizaría en pocos meses– el hoy contralor Distrital contrató a familiares de concejales de Bogotá en la Contraloría General. De hecho, en el segundo semestre de 2021, nombró y contrató a familiares (hermanos, hermanas y cónyuges) de varios concejales de Bogotá. Varias contrataciones se realizaron a través de la Dirección Administrativa y Financiera, cuya directora (Sandra Patricia Bohórquez) también hizo parte de la terna.

Por estas razones, junto con Iván Velásquez, el exmagistrado que investigó la parapolítica y dirigió la Comisión de Naciones Unidas contra la Impunidad de Guatemala, radicamos una demanda ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Por medio de esta demanda, solicitamos que se anule la elección de Julián Mauricio Ruiz como contralor de Bogotá, ya que los dos hechos narrados anteriormente vulneran de manera grave las normas que rigen los procesos electorales.

Por si fuera poco, la Silla Vacía acaba de informar que Ruiz nombró a un compañero suyo de la Contraloría General en la Contraloría Distrital. La gravedad del asunto reside en que Juan Carlos Gualdrón, la persona en cuestión, se desempeñó como contralor delegado para el Posconflicto y está involucrado en el escándalo en el desfalco de los recursos de la paz (el “OCAD Paz”).

Según la Silla Vacía, Gualdrón tendrá que vigilar a la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos- UAESP, precisamente cuando la alcaldesa acaba de denunciar penalmente al operador del relleno sanitario Doña Juana. Lo importante aquí es que, dice la Silla Vacía, uno de los accionistas del operador es hermano de María Fernanda Rangel, también excompañera de Ruiz en la Contraloría General y actual candidata a contralora general.

Son demasiadas sospechas alrededor de Julián Mauricio Ruiz y el entramado construido durante la Contraloría de Felipe Córdoba. Cero atajos, coherencia entre fines y medios.

Resistir a la Impunidad: Informe de seguimiento a casos de violencia policial durante el paro nacional de 2021

El 3 de mayo de 2021, alrededor de las 12:45 pm le dispararon en la cabeza al artista y graffitero de 26 años Nicolás Guerrero, mientras se encontraba en una velatón en memoria de las víctimas mortales de las protestas, en el Sector de la 14 en Calima, Cali. La madre de Nicolás relata que el ejército se encontraba en el lugar de los hechos, pero se retiró y entró el ESMAD, lo cual indispuso a toda la comunidad. Señalan que no era necesario que interviniera el ESMAD y menos con la violencia que llegaron a impartir, había francotiradores y tanquetas.

A la fecha, hay un proceso activo ante la FGN en etapa de indagación. Lo que más preocupa es que no se ha podido individualizar al presunto responsable. Además, la madre Nicolás señala que el fiscal de derechos humanos ha recibido amenazas y que ella y su familia se han sentido amenazados por la policía. La familia tiene conocimiento de una investigación abierta en la policía por el caso, pero no asistieron a la citación porque no tienen confianza. Nicolás Guerrero, víctima de violencia policial durante el Paro Nacional del 2021

Casos como el de Nicolás fueron documentados en el Informe Resistir a la Impunidad, en el cual divulgamos los resultados del seguimiento al estado de los casos por hechos delictivos ocurridos con ocasión o en el marco del Paro Nacional del 2021.

A partir de la revisión del reporte de la Fiscalía General de la Nación – FGN, así como de los registros que se presentaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, el informe de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, entre otros reportes de organizaciones de la sociedad civil contrastamos los casos registrados en el marco de las protestas del 2021 y verificamos la garantía del derecho a la justicia de las víctimas de estos casos.

Al respecto encontramos que sigue existiendo un alto subregistro de casos, existe un alto grado de impunidad y el Estado no ha tomado las medidas necesarias para identificar y judicializar a los presuntos responsables de estos delitos. A saber, en 1.938 casos (61,1%) reportados por la FGN no se han identificado responsables. Y de los casos en que se ha identificado responsable, 409 (13%) están en etapa de indagación. Es decir que, sumando casos sin presuntos responsables y en indagación, el 74.1% de los casos por hechos delictivos asociados a las protestas del 2021 permanecen impunes.

Además, encontramos que 202 personas fueron víctimas de lesiones personales por parte de la Fuerza Pública. De estas, 88 víctimas se encuentran en etapa de indagación, y los casos de 4 víctimas fueron archivados. Es decir que, casi la mitad de las víctimas de lesiones personales atribuibles presuntamente a la Policía no ha visto avanzar su proceso y sus casos permanecen impunes. Con relación a los homicidios cometidos en o con ocasión de las protestas, Campaña Defender La Libertad registró 6 homicidios de personas civiles en Bogotá, de los cuales, 4 son presuntamente atribuibles al ESMAD; mientras que la FGN no reportó ningún homicidio cometido por la Fuerza Pública en la Capital.

En el mismo sentido, mientras que la FGN no reportó ningún caso de violencia sexual en Bogotá, Campaña Defender la Libertad reportó 18 casos, de los cuales 5 sucedieron en la ciudad de Bogotá. Ocurre lo mismo, con el reporte de lesiones personales y detenciones arbitrarias en la ciudad de Bogotá, en donde el reporte de las organizaciones sociales es superior, incluso el triple, al de la FGN. Por último, nos llamó fuertemente la atención que, en el caso de la Fuerza Pública, por cada caso delictivo hay en promedio 11 víctimas; mientras que, en el caso de particulares, por cada caso delictivo hay en promedio 5 víctimas.

Es importante advertir que no solo en el Paro Nacional del 2021 se presentaron violaciones a los DDHH por parte de la Fuerza Pública, por el contrario, en todas las jornadas de protesta que se presentan desde el 2019 se han registrado estas violaciones. Por ello, también acudimos como fuente primaria al relato de víctimas de violencia policial del 2019 al 2021. De los relatos de las víctimas encontramos que (i) se presentan maniobras dilatorias para suspender o agendar las audiencias ante la FGN y algunas víctimas no conocen la etapa en la que se encuentran sus casos; (ii) ninguna víctima siente confianza hacia la policía, por ende, no confían en los procesos disciplinarios que se adelantan en la institución; (iii) las víctimas y sus familiares se sienten amenazados por la policía y han sido víctimas de persecuciones y hostigamientos; (iv) y el apoyo del Estado es casi nulo, por el contrario, han recibido amplio apoyo de organizaciones sociales e incluso se han creado colectivos por parte de las víctimas.

Por lo anterior, hacemos un llamado al Estado, y al próximo gobierno, para que en su integridad garantice el derecho de acceso a la justicia a las víctimas de violaciones de DDHH por parte de la Policía Nacional. Esto es, cumplir con el deber del Estado de investigar, juzgar y eventualmente sancionar, dentro de un plazo razonable, a los responsables de estas violaciones (CIHD).

Además, consideramos que es necesario construir un reporte consistente, público y actualizado de los casos ocurridos durante las jornadas de protesta; garantizar que todos los casos de violaciones a DDHH por parte de la Fuerza Pública ocurridos sean investigados por la justicia ordinaria a través de un proceso judicial eficiente y sin dilaciones; garantizar el acompañamiento integral a las víctimas de violaciones a derechos humanos y adoptar los enfoques requeridos para identificar todos los casos que están asociados a violencia basada en género.

Vemos con esperanza los anuncios del Presidente Electo, Gustavo Petro, en torno a la reforma integral a la policía, sin embargo, hacemos un llamado sobre la imperiosa necesidad de incluir en esta transformación a las víctimas de estas violaciones y hacer hincapié en la formulación de propuestas concretas sobre la garantía al acceso a la justicia de las víctimas en los términos definidos por la CIDH.

La injusticia y la impunidad son una forma de violencia, y su ausencia impide el acceso al derecho a la reparación. No olvidemos a las víctimas, quienes diariamente deben afrontar las secuelas físicas y psicológicas derivadas de las violaciones a sus DDHH y que además se enfrentan a la estigmatización y no reconocimiento de su condición.

 

La democracia ha ganado

La victoria de Gustavo Petro, el pasado 19 de junio en la segunda vuelta, no es un hecho nimio que podamos adjudicar a la suerte. La verdad, cada hecho que presenciamos en los años pasados ha sumado y preparó el terreno para este resultado. Por ejemplo, la caída de la popularidad del Uribismo y que éste quisiera perpetuarse en el poder, influyó en que no surgiera otro líder tan popular que representara la derecha y/o el centro.

Otra cosa que marcó este triunfo fue la desconfianza en las instituciones que han estado al servicio de los partidos políticos tradicionales. Y esta desconfianza hizo que la ciudadanía no quisiera saber más de la política de siempre, que no creyera en ninguna promesa del pasado.

Por último, otro factor significativo fue el despertar de la ciudadanía bajo la fuerza de los jóvenes durante el Paro Nacional. La indignación sumada al agotamiento de muchos jóvenes por vivir sin posibilidades de ser y hacer lo que quieren ser y hacer. Por vivir condenados a la pobreza, exclusión y violencia.

Petro no llegó a ser Presidente de la nada y le esperan grandes retos en una Colombia desconfiada y cansada de la guerra.

¿Qué significa este triunfo en este momento para Colombia? Sin duda alguna, sin importar la postura que adoptemos, el estallido social marcó nuestra historia y nos dimos cuenta de todo el inconformismo que había, de que la pobreza y la falta de oportunidades eran el común denominador y de que el Presidente Duque estaba absolutamente desconectado de la realidad colombiana. Es decir, la desconexión tan profunda que existe entre lo que el pueblo necesitaba y la derecha, implicó que la gente soñara con un dirigente  que realmente pudiera representar una oposición a esta clase gobernante.

El cariño y el triunfo de Francia Márquez, además, representa que la población colombiana que nunca tuvo voz ahora sienta que va a ser escuchada. Hay esperanza de que ahora la clase gobernante de verdad comprenda lo que los colombianos necesitan. Y Francia con esa empatía que la ha caracterizado siempre, deja en los corazones la expectativa de que por fin la forma de hacer política en Colombia va a cambiar al no tener en el centro a quienes ostentan el poder y sus intereses, sino a los más necesitados.

Frente al futuro, no podemos decir mucho, solo tenemos la esperanza de que lo que hemos visto en el pasado, la experiencia y la preparación del nuevo presidente de Colombia marque un nuevo comienzo. Que sea lo mejor, que se tomen las mejores decisiones y que siempre se profundice la democracia y la paz.

¿Por qué la capital no ha ingresado a la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca?

Aunque la Asamblea de Cundinamarca dio un primer paso autorizando al departamento para que ingrese a la región metropolitana Bogotá Cundinamarca, esto no servirá de nada si la capital del país no obtiene la luz verde que necesita de parte del Concejo Distrital.

La Alcaldía de Bogotá retiró el proyecto de discusión en el Concejo antes de que este fuera hundido por la falta de condiciones políticas para que fuese discutido y aprobado por la plenaria de la Corporación.

Concejales como Susana Muhamad, en diálogo anterior con Confidencial Colombia, manifestó su preocupación porque en Cundinamarca se presente un enorme volteo de tierras que pueda afectar el ecosistema en la parte de la sabana de Bogotá.

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Por su parte la congresista, Juanita Goebertus, considera que sí en la región se ha presentado volteo de tierras es porque no había una figura de ordenamiento y de planeación del territorio y, que por esta causa de manera sistemática terminamos en una situación brutal de deterioro en estructura ecológica principal de la que depende el acceso al agua, la posibilidad de tener acceso a aire de calidad, Incluso el abastecimiento de alimentos.

“Lo que establece la Ley Orgánica es un plan director que tendrá unos lineamientos de ordenamiento territorial de superior jerarquía, de tal forma que cada consejo si bien tiene autonomía en su plan de mejoramiento territorial, tendrá que armonizarlo con ese plan director para que nunca más nos vuelva a suceder un fenómeno como el del volteo de tierras”, dice Goebertus.

El representante del Centro Democrático, Rubén Darío Molano, explica que esto no tiene nada que ver con el volteo de tierras, “el volteo de tierra viene de atrás, viene del modelo anterior, del modelo de administración municipal. Lo que se busca es dictar unos lineamientos sobre el ordenamiento de la tierra para que no sé toquen los suelos de reserva ambiental, que no sé toquen los suelos de reserva agraria, porque tenemos un patrimonio ecológico y un patrimonio agrícola que es común, el río Bogotá, los cerros orientales, la reserva Van Der Hammen, el río Magdalena que desemboca en Cundinamarca en el municipio de Girardot donde estamos echando toda la basura. Tenemos intereses concretos que yo no sé por qué lo relacionan con el tema del volteo de tierras cuando eso es propio del modelo que queremos superar con la región metropolitana”.

Otro asunto que preocupa a algunos concejales de Bogotá, entre ellos Diego Cancino y Susana Muhamad es la posibilidad de que Bogotá y Cundinamarca impongan poder de veto a los municipios que integren la región.

Rubén Darío Molano, explica que en la reforma constitucional se modificó el artículo 325 donde dice que no habrá derecho al veto.   “La Ley Orgánica no habla en ninguna parte de vetos, lo que dice que hay unos temas específicos en relación con el nombramiento y remoción de director, con los gastos y las inversiones de la región metropolitana que requiere la aceptación de Bogotá y Cundinamarca”.

Otro factor de diferencia que tiene en vilo el ingreso al proyecto de integración entre la capital y el departamento tiene que ver con el papel que cumplirá la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca.

Para Muhamad “es una entidad que ha permitido el volteo de tierras en complicidad con algunos municipios del departamento que además recibe la sobretasa del 15% al predial que pagan los bogotanos”. Lo correcto para la cabildante, es que se creara otra entidad que recibiera este presupuesto dedicado al cuidado del medio ambiente en la Sabana.

Otra cosa piensa la congresista de la Alianza Verde, Juanita Goebertus, quien considera que la discusión de las CAR tiene que pasar por otra ley, “este ha sido uno de los bloqueos para la posibilidad de conformar un mecanismo de asociatividad regional, porque la creación de un área metropolitana implicaba quitarles automáticamente las funciones a las corporaciones autónomas regionales, esa era una de las razones por las cuales nunca se había logrado sacar el proyecto”.

Goebertus cree que sí se debe hacer una reforma a las corporaciones autónomas regionales pero que este no era el escenario al ser dos procesos diferentes, “no todo puede lograrse al mismo tiempo y tampoco se podía pretender que hasta que no se reformara la CAR no se podía tener una región metropolitana porque esto nos llevó a fenómenos tan graves como los del volteo de tierras. Espero que el próximo congreso apruebe una reforma estructural a las CAR”.

La Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca tendrá siete temas claves sobre los cuales se desarrollarán diferentes proyectos de tipo económico y productivo, estos son: movilidad, seguridad ciudadana, ambiente, desarrollo económico, seguridad alimentaria, ordenamiento territorial y servicios públicos.

En estos aspectos la capital del país tiene un gran interés de trabajar de manera conjunta con Cundinamarca y algunos de sus municipios, para lo cual requiere de la aprobación del Concejo Distrital para su ingreso. Es por esto que la Alcaldía de Bogotá presentará una vez más el proyecto de acuerdo en cuanto se reanuden las sesiones ordinarias en la Corporación.

 

 

 

Por una paz total

Colombia tendrá hoy una nueva oportunidad para decidir el horizonte político de la nación durante los próximos años. Como lo expuse por este medio hace 8 días, la propuesta que encarna Rodolfo Hernández, basada en el desconocimiento del Estado de Derecho y en el rechazo al equilibrio de poderes, es un salto al vacío.

Señalé, entre otras cosas, que este candidato representa un enorme peligro para la democracia por su visión reduccionista de la compleja realidad política, social y económica que vive el país.
Esta ligereza se expresa en que un tema tan sensible como el proceso de paz con el ELN, ha dicho que basta con firmar un otrosí del Acuerdo de Paz que se pactó con la extinta guerrilla de las FARC.

Desconoce el candidato que se trata de dos guerrillas distintas, con agendas políticas disímiles y con una estructura político militar diferente, que le implicaría un proceso de negociación distinto que supone mucho más que un simple ‘otrosí’.

Diferente a la lectura simplista de Rodolfo Hernández, la propuesta del Pacto Histórico es profundamente más amplia y consistente con la compleja realidad del país y de los grupos armados ilegales que conviven en él.

El Pacto Histórico propone construir una ‘Paz Total’, una respuesta histórica a la violencia política que ha vivido Colombia, la cual consistiría en buscar un diálogo social con todos los actores armados del país.

Por un lado, cumpliría a cabalidad el Acuerdo de Paz firmado con las FARC, profundizaría la democracia y reanudaría el proceso de negociaciones con el ELN, con una amplia participación de la sociedad civil como garante y dinamizador del proceso.

Por otro lado, buscaría el sometimiento colectivo a la justicia de las estructuras armadas multicrimen sucesoras al paramilitarismo y ligadas al narcotráfico. Una tarea nada fácil, pero fundamental para la paz integral que requiere el país.

Para desatar los espacios de negociación judicial de estas estructuras y su desmantelamiento el Pacto Histórico propone atacar las condiciones estructurales que posibilitan el narcotráfico: darles a los campesinos alternativas sostenibles a la producción de cultivos de uso ilícito, desmantelar los grandes capitales financiadores del narcotráfico y desvincularlos del aparato estatal.
Además, para que la paz sea un proceso integral, no solo debe haber un pacto con grupos armados ilegales, sino un pacto con la ciudadanía, ese sería el verdadero acuerdo de paz, una sociedad en la cual se garanticen los derechos fundamentales. Eso es lo que lo hace realmente sostenible.

En síntesis, la propuesta que encarnan Francia Márquez y Gustavo Petro es transitar de una era de violencia y guerra a una era de paz. Un camino nada fácil, como señalé, pero fundamental para lograr un cambio real.

Rodolfo Hernández: democracia de papel

La sorpresa electoral de la primera vuelta fue la derrota de las élites políticas tradicionales, que vieron cómo la candidatura de Federico Gutiérrez se hundía en las urnas el 29 de mayo, mientras el ex alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández conseguía entrar a disputar la segunda vuelta con poco menos de seis millones de votos.

El discurso de Hernández se basó en un mensaje sencillo -casi simplón- con el que respondía a cualquier interrogante que se planteara sobre cualquier asunto de la vida nacional: parar la corrupción. Sobre esa premisa construida sobre la base de su absoluta e incuestionable honradez, Colombia estaría bien. Bastaba con “darle la chequera” para que las finanzas del estado le permitieran satisfacer las más importantes demandas de los ciudadanos.

Sin embargo, detrás del mensaje sencillo y la imagen -cada vez más cuestionada- de servidor público transparente, Rodolfo Hernández representa un inmenso peligro para la democracia colombiana, por cuenta de una visión absolutamente reduccionista y economicista de la administración pública y del entendimiento de la vida social, política, económica y cultural del país; y un absoluto desprecio por el estado de derecho. Vamos por partes.

1) Estado de conmoción: el candidato Hernández publicó en Twitter borradores de sus primeros decretos en los que toma distintas medidas. No obstante, vale la pena concentrarse en el borrador de decreto en el que anuncia la entrada del país a un estado de conmoción interior, con el objetivo -dice él- de poder tomar medidas inmediatas para luchar contra la corrupción.

Hernández hace el anuncio aún sabiendo de la ilegalidad de sus acciones. De hecho, en entrevista con SEMANA, asegura desafiante que “ese decreto tiene que estar revisado por la Corte Constitucional pero mientras que lo revisa queda en firme, mientras que lo tumba, si es capaz de tumbarlo la Corte, vamos a ver”.

2) El reduccionismo: según Hernández, buena parte de los asuntos más importantes que debe enfrentar el próximo presidente son “resueltos” en una sola frase a través de propuestas que no resisten el más mínimo análisis. Tal es el caso de su propuesta para abordar un eventual proceso de paz con el ELN. Según el programa de gobierno de Hernández resolver el conflicto armado con el ELN es bastante fácil: “basta un otrosí en el que se incluya a esta organización como firmante del acuerdo (de paz firmado con las extintas FARC-EP)”.

Reducir la necesidad de alcanzar un acuerdo de paz con un grupo armado como el ELN a la firma de un otrosí, es equivalente a anunciarle a las personas que viven en los 136 municipios y los 15 departamentos donde hacen presencia, que la sangre y las balas seguirán presentes en sus vidas; es comunicar que continúa la barbarie de la guerra.

El próximo 19 de junio las colombianas y colombianos decidirán entre dos posibles caminos, y es cada vez más claro que el que propone Hernández -cada vez más rodeado del uribismo y los sectores más reaccionarios- es uno en donde el estado de Derecho y la democracia se pueden debilitar profundamente junto con la institucionalidad.