El dulce encanto de la clase culta
Hace unos meses hube de dedicar unas columnas a describir someramente la vida triste, estresada y falsa de muchos directivos y ejecutivos de compañías multinacionales. Siguiendo el hilo conductor de aquellos temas planteados por quien esto escribe y con la finalidad de polemizar a cerca del binomio personal y profesional al que está condenado a vivir la mujer o el hombre moderno: éxito material o vida personal, satisfactoria y plena.