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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Ecopetrol

Ecopetrol sufre nueva renuncia en su junta directiva

A días de la salida de Felipe Bayón de Ecopetrol, Carlos Gustavo Cano -que estaba en la empresa desde 2017- también dio un paso al costado en la junta directiva.

«He decidido retirarme de la junta directiva de Ecopetrol, la más grande e importante empresa de los colombianos», señaló Cano en un mensaje a sus colegas.

 

Por el momento se desconocen más detalles de la renuncia de Cano. Sin embargo, la razón principal que argumentó en su mensaje es la falta de confianza. Esto se da después de se cayera su nombramiento a la presidencia de la empresa y horas después designaran a Saul Kattan.

«Mi gratitud al sector privado que me invitó hace seis años a ser su director, postulado por el denominado segmento de los socios minoritarios, pero cuando se esfuma la confianza al interior de cualquier grupo colegiado como este por razones que no considero oportuno ni prudente mencionar ahora, lo indicado éticamente es hacerse a un lado», concluye Cano.

Ecopetrol continúa experimentando cambios que se ven reflejados en la hoja de ruta de la compañía. Las declaraciones y posturas del presidente Gustavo Petro han generado incertidumbre en la industria minero-energética. Esta renuncia sería otro de los síntomas del cambio que experimenta la que es la empresa más importante del país.

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Dañino oso internacional

Una auténtica vergüenza internacional es la que nos están haciendo pasar a los colombianos la ministra de Minas, Irene Vélez, y el presidente de la República, Gustavo Petro. No de otra manera puede calificarse que los dos, en Davos, se atrevieran a ratificar que Colombia no firmará nuevos contratos para buscar petróleo y gas, decisión que le hace daño al país y que, de mantenerse, le destruye su economía.

Tan absurdos, y tan tercos, son los decires de Petro y Vélez, que el ministro José Antonio Ocampo guardó silencio, como también los demás ministros y los dirigentes nacionales del petrismo. Incapaces de corregirlos, tampoco los respaldan. Porque si no le temes a nada, témele al ridículo.

 

Es tan absurda la idea, tan errada y perniciosa, que Colombia es el único país petrolero del mundo –¡el único del mundo!– que tiene tomada esa decisión. En América, por ejemplo, no la han tomado ni la tomarán Brasil, México, Venezuela, Argentina –los cuatro con gobiernos alternativos– ni Estados Unidos. Porque saben que sería un error garrafal y que quedarían como locatos. ¿Se acuerdan de que Lulla, hace unos meses, cuando Petro le propuso que impulsaran juntos el disparate, lo despachó con cajas destempladas?

Es el colmo que Petro se atreva a decir que reemplazará los hidrocarburos por más turistas extranjeros. Porque es imposible aumentarlos hasta que sus gastos igualen los ingresos en dólares por petróleo. Y porque constituye otro engaño igualar la plata que les entra a unos particulares con la que le llega al Estado a través de Ecopetrol. ¿Y por qué hay que acabar con el petróleo para atraer turistas? Claro que luego de que Petro, en las presidenciales de hace cuatro años, prometiera reemplazar el petróleo exportando aguacates, nada debe sorprendernos.

¿Qué tiene de negativo para Colombia, de otro lado, si unos empresarios privados buscan hidrocarburos, sea que los encuentren o no y que puedan o no extraerlos y venderlos? Nada. Pero los colombianos sí obtendríamos ganancias importantes en empleos, exportaciones, regalías e impuestos si el negocio les funciona. Tienen que ser demasiado cerriles y desinteresados con la suerte del país para negarse a aceptar algo tan elemental. ¿O temen darles la cara a sus electores y decirles que se equivocaron con esta promesa electoral?

Es cinismo, además, que Petro se presente como el gran adalid mundial del ambientalismo cuando con este daño a los colombianos en absolutamente nada mejora el problema del cambio climático global. Porque si Colombia deja de producir petróleo y gas, tendrá que importarlos para su consumo y seguirá generando el mismo escasísimo CO2 que hoy produce por quema de combustibles fósiles, que equivale a solo el 0,2 por ciento del total del mundo. Y porque si deja de exportar, otros países lo reemplazarán y el CO2 emitido en su consumo será el mismo, así como su impacto ambiental.

Es imposible que Petro no entienda verdades tan elementales. Pero tampoco las controvierte con datos y cifras porque no los tiene y porque los mesías saben que es más fácil engatusar a quienes los siguen por fe si no corren el riesgo de entrar en detalles. Y así ocurre con otro disparate “ambientalista” suyo que también mencionó en Davos, el de una línea de electricidad de 25 mil kilómetros y con energías solar y eólica, de Alaska a la Tierra del Fuego, que nos hace recordar a Goyeneche.

Y no hay que hacerse ilusiones. Porque conductas como estas, que generan repudio y desconfianza entre quienes no se dejan engañar, siempre les hacen daño a los países.

 

Petro confirmó que no se firmarán nuevos contratos de explotación petrolera

El presidente Gustavo Petro se pronunció frente al anuncio de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, de no firmar nuevos contratos para la exploración de petróleo y gas.

“No es que se suspendan los contratos actuales de explotación, que consisten en sacar la materia prima, y de exploración, que consisten en buscar más. Esos siguen vigentes”, precisó el jefe de Estado.

 

Explicó que, gracias a la labor que se ha adelantado durante estos meses, Colombia ha logrado que las reservas de gas ya alcancen, para consumo interno, hasta un periodo entre 2037 y 2042.

A su vez, fue enfático en que decir que “tenemos tiempo suficiente de consumo interno para hacer una transición planificada, ordenada; una transición que nos va a llevar hacia una economía superior”.

El Mandatario señaló que, en la actualidad, se están construyendo alianzas para que Colombia sea un poderoso exportador de energías limpias, lo que permitiría el crecimiento de la economía nacional.

Adicionalmente, manifestó que se viene trabajando para que Ecopetrol sea uno de los mayores exportadores de hidrógeno verde en el corto y no en el largo plazo.

 

¿Cuál es importancia de los «humedales» para frenar el cambio climático?

Colombia es considerado uno de los 12 países megadiversos del mundo, con amplia variedad de ecosistemas representados en selvas húmedas tropicales, páramos, bosques andinos, bosques secos, sabanas, zonas áridas y humedales, estos últimos de gran importancia ecosistémica para el país y el mundo, gracias a los innumerables beneficios o “servicios ecosistémicos” que brindan a la humanidad, entre estos el suministro de agua dulce y alimentos, la conservación de la biodiversidad, la recarga de aguas subterráneas, la reducción de los daños causados por los desastres y la mitigación del cambio climático.

Es por eso que Ecopetrol y Fundación Natura decidieron crear el proyecto Carbono y Humedales, con el fin de aunar esfuerzos para la conservación y restauración de ecosistemas tropicales de bosques a nivel nacional y de humedales de agua dulce en el Magdalena Medio y Bajo, así como a la formulación e implementación de acciones para la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero-GEI, generados por la transformación de estos ecosistemas.

 

Esta apuesta conjunta enlaza esfuerzos ya adelantados en el territorio, que permiten tener una continuidad de acciones anteriores y así generar un mayor impacto, respondiendo a las necesidades y prioridades de gestión en ecosistemas estratégicos del país y aportando insumos y metodologías novedosas en el camino hacia la sostenibilidad.

Es así como el componente uno del proyecto, busca generar cambios en la trayectoria de la degradación, a través de acciones de conservación de la biodiversidad, captura de carbono y las contribuciones de la naturaleza en ecosistemas de humedales continentales de agua dulce. Y en ese marco, el proyecto está desarrollando una metodología que cuantificará las emisiones o remociones de GEI que son generadas por las actividades que transforman los humedales e incluye indicadores de carbono y biodiversidad, para caracterizar procesos ecológicos asociados a las dinámicas hídricas y geomorfológicas de los humedales, con el fin de diseñar acciones adecuadas encaminadas hacia su conservación.

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En la actualidad, el proyecto está realizando la línea base de esas actividades, en el complejo cenagoso de Zapatosa, para el diseño y posterior implementación de acciones que eviten esa degradación. Además, está realizando el protocolo para la estimación de contenidos de carbono y GEI en humedales del Magdalena Medio y Bajo, en donde se proponen métodos estandarizados para la medición y monitoreo de los contenidos de carbono almacenados en: biomasa, materia orgánica muerta, suelos, sedimentos y biodiversidad de humedales tropicales, para así realizar estimaciones sobre las tasas de emisión y absorción de GEI.

Claudia Andramunio-Acero, profesional que coordina la construcción e implementación del protocolo, explicó que, “se busca robustecer la contabilidad de carbono y GEI en humedales colombianos, como un aporte a los insumos nacionales de medición, reporte y verificación de las emisiones (…) este será un ejercicio de suma importancia para el país, pues permitirá contribuir en la generación de la línea base necesaria para incorporar los ecosistemas acuáticos, en la gestión frente al cambio climático”.

Algo novedoso que traerá la formulación de este protocolo, será la inclusión del componente de biodiversidad, con el cual se busca reconocer las dinámicas de los organismos acuáticos frente al comportamiento del carbono en el ecosistema, no desde la perspectiva de inventarios de biodiversidad sino desde el conocimiento de las relaciones de los seres que componen el ecosistema representados comunidades acuáticas claves para el intercambio energético y sostenimiento de la vida.

“Se espera que con la construcción del protocolo podamos aportar al conocimiento y tener una compresión más clara de cómo son las dinámicas del almacenamiento de carbono en los humedales continentales de agua dulce en el país, brindado herramientas que puedan ser replicadas en otros ecosistemas de este tipo en el país. Con esto podremos generar acciones articuladas que permitan reconocer el papel de los humedales como ecosistemas estratégicos en la gestión del cambio climático y contribuir con información clave para el sistema de inventario nacional de GEI, en favor de aportar a los compromisos de transparencia adquiridos por Colombia en el Acuerdo de París”, finalizó Michelle Hernández, coordinadora del componente.

Los resultados esperados del desarrollo de la metodología y la formulación e implementación del protocolo, permitirá que las entidades gubernamentales, las autoridades ambientales, ONG y organizaciones sociales, puedan discutir y proponer acciones para remediar la ‘crisis climática’ desde la mitigación y la adaptación, garantizando los mecanismos de financiación requeridos para realizar una transición del país a carbono cero, esto se alinea de manera directa a los propuesto por el presidente de Colombia en el desarrollo de la 27ª Conferencia de las Partes (COP 27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Unfccc).

Foto: Humedal Jaboque /Jazmín Barón

Polémico contrato entre Ecopetrol y PDVSA se firmó en el gobierno Uribe

Durante el debate de moción de censura, la representante a la cámara por Cambio Radical, Carolina Arbeláez, dio a conocer un contrato firmado entre Ecopetrol y Eversheds Sutherland Nicea, S.L.P., empresa española que, según ella, “abriría la puerta a la importación de gas desde Venezuela”.

Al respecto, Ecopetrol respondió a través de sus redes sociales que contrató en el gobierno de Juan Manuel Santos con la firma Eversheds Sutherland Nicea para contar con la asesoría jurídica necesaria para extender el periodo de estabilización de equipos”.

 

Aclaró además que dicho contrato no conlleva a transacciones comerciales. “Dicho contrato se ha mantenido inactivo bajo la figura de estabilización de equipos, lo cual implica que no se han generado obligaciones comerciales de nominación ni entrega de gas”.

La estatal petrolera dejo claro la relación con PDVSA viene desde el año 2007 y que Ecopetrol, desde el año 2018 ha venido contratando a la firma Eversheds Sutherland Nicea, S.L.P., con el propósito.

La Plenaria de la Cámara de Representantes realizó el debate de moción de censura a la ministra de Minas y Energías, Irene Vélez, en donde los sectores de oposición responsabilizaron a la funcionaria de gran parte de la inestabilidad en el precio del dólar y la alta inflación en Colombia por las declaraciones que ha dado en las que dejó la duda de si el Gobierno Nacional firmará nuevos contratos de exploración y explotación de petróleos.

Extranjeros vs. Locales

Mucho se ha dicho sobre la devaluación del peso colombiano, aunque lo discrepante es el comportamiento entre locales y extranjeros. Son los mismos hechos, decretos y comentarios, pero las interpretaciones son diferentes. Según el Banco de la República, en los primeros nueve meses de 2022 la inversión extranjera directa aumentó 62.4% frente a 2021 con un sesgo de hidrocarburos y minería que subió 78.6%. En paralelo, la inversión directa de colombianos en el exterior aumentó 35.2% durante el mismo periodo. Así, mientras muchos locales están saliendo del país al percibir un aumento del riesgo, muchos extranjeros están entrando, en busca de activos baratos. Aunque es demasiado temprano para saber qué efecto primará, lo cierto es que tanta incertidumbre no es buena, la inversión necesita confianza. Tanto anuncio impreciso, no ayuda.

Por su parte, la devaluación no es un tema específico de Colombia, según The Economist, en lo que va de este año, el dólar se apreció 18% frente a las 12 principales monedas del mundo. La combinación de la pandemia con la inflación global contribuyó a una percepción de riesgo generalizado que fortalece el dólar. En momentos de incertidumbre, los inversionistas buscan activos seguros y, como dicen los venezolanos, “no hay dólar caro.” El refugio en estos momentos son los mercados financieros de EEUU.

 

En paralelo a este fenómeno, el alza de las tasas de interés en EEUU hace que el capital golondrina migre buscando mejores retornos. Esto tiene eco, casi de inmediato, en otros bancos centrales que al ver devaluada su moneda y con el temor de importar la inflación, incrementan sus tasas de interés locales, atrayendo inversión extranjera. Frente a la coyuntura, casi todas las monedas se están devaluando frente al dólar.

En el ranking de 103 monedas que publica La República, con 16.9%, el peso colombiano era el 24 más devaluado a nivel global en el 2022, hasta el 24 de octubre. No necesariamente es nuestra moneda la que más ha perdido valor, pero en América Latina solo Argentina se devaluó más que Colombia. El mercado espera dos incrementos adicionales de 0.75% de EEUU en el corto plazo, esto no se acabado.

A pesar de un record de remesas hasta agosto de US$5.532 millones, la OPA por el control del Sindicato Antioqueño, y hasta el 23 de septiembre, un superávit en la balanza comercial, el peso se está devaluando más de la cuenta. Muchas familias colombianas están comprando propiedades en el exterior, abriendo sociedades para sacar su patrimonio o vendiendo activos en el país. Que hay nervios, los hay, que tengan razón, aún está por verse.

A tan solo 77 días de iniciar el gobierno, todavía no se han materializado los cambios de fondo, sobre cuyas promesas el gobierno ganó las elecciones. A la fecha no hay decretos sustanciales ni leyes que afecten la estructura social y económica. El papel de Min Hacienda corrigiendo comentarios de otros, deben tener todo nuestro respaldo. Cuando los funcionarios públicos opinan, no es para hacer una lluvia de ideas o explorar. Ahora, independientemente de si los locales o los extranjeros tienen la razón, sin duda a largo plazo Colombia sigue siendo un país con mucho futuro. Ojalá la turbulencia actual no se vuelva permanente, la plata que se va se demora en volver.

Saúl Kattan es el nuevo presidente de la Junta Directiva de Ecopetrol

Saúl Kattan fue nombrado como nuevo presidente de la Junta Directiva de Ecopetrol, tras la destitución de Carlos Gustavo Cano.

Su elección fue apoyada por el presidente Gustavo Petro de quien es muy cercano y por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. En el cargo de vicepresidente fue escogido Mauricio Cabrera.

 

Kattan presidió la Empresa de Telefonía de Bogotá durante la alcaldía de Gustavo Petro en Bogotá, fue investigador financiero y económico del Banco de la República, además, estuvo en las juntas directivas de Tigo, la Empresa de Energía de Bogotá, entre otras.

 

Por orden de Petro destituyen al nuevo presidente de la junta directiva de Ecopetrol

Carlos Gustavo Cano, fue nombrado como presidente de la junta directiva de Ecopetrol, y 24 horas la misma junta que lo designo, le destituyó del cargo.

Cano Sanz confirmó que la decisión de pedir la destitución la realizó el mismo presidente de la República, Gustavo Petro a quien no le gustó el nombramiento.

 

“Sobre el particular, lamento informarles que al hacerse pública esta decisión de la Junta, el presidente Petro levantó su voz de protesta y desaprobación, y, a través de varios de sus inmediatos colaboradores, les ordenó a los miembros de Junta afectos a él, y también a quienes no lo son, adelantar en la sesión de esta mañana mi destitución”, expresó en un correo electrónico.

La junta directiva se encuentra analizando los posibles candidatos para reemplazar a Sanz frente a la presidencia de la junta directiva.

Más exploración para los hidrocarburos, sin discusión

De lo poco que nos puede ayudar en esta crisis mundial que se avecina en temas de recesión y sobre todo en términos de devaluación de la moneda, es la exportación de Petróleo y demás hidrocarburos, tema muy mencionado por estos días con el dólar rozando los $5.000 pesos. Para este 2022 no serán menos de $22.000 millones de dólares que se obtendrán por la exportación de este importante ítem, que pase lo pase, tengamos o no una transición energética, sigue siendo hoy uno de los bienes que más nos brinda divisas en la nación.

Como hemos venido diciéndolo antes, una transición energética es importante, pero hasta no lograr altos niveles de ingresos similares por otro tipo de exportaciones, no es conveniente dejar de percibir ingresos en dólares por los hidrocarburos, menos pensar en dejar de explorar.  Si de energías alternativas se trata y desarrollarlas en beneficio del planeta, pienso es muy claro que debemos seguir ese camino para lograr una sana sustitución energética, pero de la misma manera pienso, debe ser una sustitución muy gradual y a muy largo plazo. Antes hemos hablado de cómo algunos países en latinoamericana, quienes tienen una excelente fuente lumínica por sus desiertos como Chile, han logrado explotar la energía solar. Por ejemplo, llegan a los 23 teravarios /hora con estas fuentes alternativas de energía, lo cual no es suficiente aún para suplir al país, pero ya avanzaron. Colombia solo ha logrado llegar a los 2 teravatios/hora en energías alternas, tampoco   suple aún los requerimientos de energía nacional, así como tampoco hemos logrado las exportaciones necesarias o ventas con servicios como el Turismo que alcancen los niveles de exportaciones requeridos para esperar reemplazar lo que percibimos con lo que vendemos por Hidrocarburos. Claro, el gobierno ha dicho que el tema será gradual, pero hablan de 6 u 8 años, lo cual pienso, no es suficiente tampoco para una transición energética.

 

Como conclusión y para dar alcance al tema, debe haber más exploración para los hidrocarburos, sin discusión. El gobernó no puede seguir dando mensajes confusos al país, los inversionistas y las empresas que directa o indirectamente hacen parte de esta industria. El gobierno nacional a través de la Ministra de Minas y Energía Irene Vélez, afirma que actualmente Colombia tiene más de 147 contratos en fase de explotación los cuales en promedio producen 750.000 barriles de petróleo por día. También manifiesta que tenemos 8 años en reservas. En temas de exploración, comenta que tenemos en Colombia 207 contratos de los cuales se desean reactivar el 56 % de los mismos para contar con esos recursos de manera correcta. Por lo tanto, seguirán con estos vigentes, pero no parece tener credibilidad con la exploración futura, lo cual trae como consecuencia incertidumbre para el sector y a su vez en los mercados.

No es un secreto que las últimas décadas la política de enfocarse en la extracción minera y de hidrocarburos, con no muy buenos beneficios sociales para las poblaciones, ha generado descontento y malestar directamente en las poblaciones donde se realiza con intensidad el desarrollo de este este sector, ya que es una población que necesita y merece mayor atención y solución a problemas básicos de salud, agua, contaminación de sus tierras, entre otras. Debe ser prioritario este tema y política de Estado el bienestar basado en los beneficios de las ventas en este sector.

Teniendo en cuenta el componente social, con mayor razón, se deben enviar mensajes claros de una transición energética muy gradual y debemos como nación trabajar mejor para diversificar las exportaciones y lograr no depender de los hidrocarburos y sus exportaciones como importante componente para la entrada de divisas al país y como consecuencia, entre otros factores externos e internos, incidir en el precio del dólar. No es tampoco un secreto que uno de los determinantes en el precio del dólar, además de variables exógenas, es la cantidad de divisas que llegan al país, entre más lleguen, más dólares hay, en consecuencia, puede incidir en el precio si no tenemos muchas divisas, si no exportamos los hidrocarburos al no tener aún sustitutos en esas exportaciones que como mencionamos, en el 2022 serían unos $22.000 millones de dólares, el precio del dólar se podría disparar aún más, sí claro, entre otra variables exógenas, pero incidiría.

Por lo tanto, claro que existen muchas variables que inciden en la progresiva alza del dólar en Colombia, esta falta de claridad en el tema de las exploraciones de hidrocarburos es una de ellas, si se hace realidad, sin tener aún sustitutos en las exportaciones, el panorama fruente al dólar sería peor de lo pronosticado. Sumemos el tema de la transición energética, de la cual ni los países más avanzados han terminado, y siguen aún explorando, siendo conscientes que se debe llegar a la sustitución, pero en el largo plazo y de forma muy gradual. Con este último pensamiento me quedo, y de la misma forma le pido al gobierno actual que envíe mensajes más claros y concretos en torno a la exploración de hidrocarburos en el país. Sin mencionar lo que ocasionaría depender de otros países la obtención de los mismos.

Seguimos esperando que el gobierno bajo el liderazgo también del Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo siga brindando claridad y confianza, ya que manifiesta que ejecutarán, en palabras del ministro, una política macroeconómica responsable, van a diversificar exportaciones. Porque dice que el compromiso del gobierno es con la estabilidad macroeconómica para que sea reconocida por los mercados. Señores gobierno, agreguen más confianza a esas palabras, más exploración para los hidrocarburos, sin discusión.

 

@jack80x

Carta abierta al presidente Gustavo Petro

Los pésimos indicadores sociales demuestran que Colombia sufre por graves problemas económicos que encarecen el dólar desde mucho antes del 7 de agosto pasado. Porque se importa en exceso y se exporta muy poco, debilidades que no puede corregir, y que sí empeora, un endeudamiento externo exagerado, de 175.900 millones de dólares, todo fruto de las recetas del FMI y los TLC a favor de otros países.

Por esas mismas causas –agravadas por la guerra en Ucrania, que puede conducir a una catástrofe nuclear– la crisis global conducirá a una recesión también universal, recesión que arrastrará a Colombia, juicio en el que coincido con usted.

 

El peor de los mundos.

Entre lo poco que nos ha defendido están las exportaciones de petróleo, por 13.000 millones de dólares en 2021 y unos 22.000 millones este año. Sin ellas, ¿se imagina cuánto costaría el dólar y cómo sería el tamaño de la crisis nacional?

De otra parte, podemos coincidir en que Colombia tiene una dependencia excesiva del petróleo y de otros bienes básicos mineros y agrarios –el llamado extractivismo–, dependencia que debe corregirse con más producción industrial y agropecuaria. Pero lograrlo exige renegociar los TLC –en lo que su gobierno no está– y aceptar que ese cambio es un proceso complejo que no necesita destruir los hidrocarburos, el carbón y la minería, sino explotarlos con un correcto manejo ambiental, económico y social.

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De ahí que tuviéramos otra gran diferencia en la campaña presidencial cuando en agosto de 2021 planteó que en su gobierno no se firmarían nuevos contratos para buscar más gas y petróleo –que son los mismos–, controversia que sigue en pie porque el punto sigue en su programa y su ministra de Minas lo está aplicando sin que usted la haya corregido, presionando además el alza del dólar.

Con franqueza debo decirle que esa insistencia es muy equivocada, Señor Presidente. Porque es imposible reemplazar los dólares de la exportación de petróleo con más turistas a Colombia, y menos si tenemos que pagar las importaciones de combustibles una vez dejemos de producirlos. Y las reservas de hidrocarburos se acabarán pronto si no se buscan y encuentran nuevos yacimientos.

También yerra en lo ambiental. Porque, por su subdesarrollo, Colombia produce tan poco carbono que, aún si destruyera su economía reduciendo a cero la combustión de combustibles fósiles, en nada cambiaría el calentamiento global, fenómeno global, no nacional. Porque solo aportamos el 0,60 por ciento, menos del uno por ciento, de los gases de efecto invernadero del mundo y con el 60 por ciento de ese porcentaje no por la quema de hidrocarburos sino, principalmente, por la deforestación. Si dejáramos de exportar petróleo, además, otros países lo harían y las emisiones globales de CO2 serían las mismas.

Y ningún gobierno de país productor de petróleo y gas en el mundo dejará de firmar nuevos contratos de exploración y explotación. Ahí están los ejemplos de México, Brasil, Argentina y Venezuela, todos además en sus transiciones energéticas.

Colombia también debe transitar hacia las energías alternativas –como la solar y la eólica y mantener la hidráulica–, pero no como un salto al vacío sino aprovechando los hidrocarburos y el carbón hasta tanto podamos darles los reemplazos adecuados.

Cordialmente, lo invito entonces a anunciar que sí habrá nuevos contratos para hidrocarburos en Colombia. Para defender los ingresos del país y para quitarle presión al encarecimiento del dólar, también empujado al alza por el maltrato que la reforma tributaria le da a Ecopetrol.

Buenas noticias del GLP

El tema del Gas Licuado de Petróleo (GLP) es un asunto que hemos abordado desde que entré al Senado en el año 2009. Siempre estuvo en mis debates, audiencias y pronunciamientos por varias razones.

Primera, son más de tres millones de familias sus usuarias, más de once millones de colombianos, la quinta parte del país, una gran población.

 

Segunda, los usuarios del GLP, pertenecen en un 85% a los estratos 1 y 2, la población más vulnerable urbana y rural, que vive en los sitios más remotos de los territorios y en los barrios más humildes y marginados, donde no llegan las redes domiciliarias de gas o redes eléctricas o cocinar con energía resulta muy costoso.

Tercera, el GLP especialmente en cilindros es de gran portabilidad y de fácil transporte, llega en carro, a lomo de mula, moto, etc.

Cuarta, el GLP es un gran sustituto de la leña y el carbón. Donde logra penetrar es un gran instrumento de lucha contra fenómenos como la deforestación y de lucha contra enfermedades respiratorias que causa la cocción en medio del humo de la leña. Es decir, además de salud, es un tema de dignidad humana.

Quinto, por lo anterior en el 2013 por mi iniciativa se promovió un plan piloto de subsidio para más de 300 mil familias de los departamentos del Macizo Colombiano, la más importante fuente hídrica de Colombia, correspondiente a los departamentos de Nariño, Cauca, Putumayo y Caquetá, programa que no se ha podido extender a todo el país.

Sexta, en los últimos dos años ha habido un disparo en los precios del GLP, que nos ha preocupado mucho, a tal punto que se ha tornado inalcanzable su precio en cilindros.

Séptimo, por justicia tarifaria hemos llamado la atención al gobierno. Hoy un usuario de estrato 1 ó 2 del GLP en cilindros está pagando más que el usuario del estrato seis de cualquier ciudad al que llega la red domiciliaria del gas. Algo absolutamente injusto.

Octava, el subsidio en el Macizo Colombiano fue rebajado con el paso de los años y hoy es marginal, de una proporción muy baja sobre el precio total del cilindro.

Por todo lo anterior, propusimos con los usuarios dos iniciativas, que el subsidio sea para todos los colombianos, para todo el país, un acto de justicia por la gente pobre de todo el territorio. También que el subsidio equivalga a un efectivo 50% para usuarios de estrato uno y un 40% para el estrado dos del precio total del cilindro.

Para la población donde se está extendiendo redes domiciliarias de GLP, la conexión interna en las casas para los mismos estratos 1 y 2, sea subsidiada en un 70% por el gobierno nacional.

En la semana que termina en el Cuarto Congreso Internacional de GLP, promovido por Gas Nova, el gobierno manifestó su voluntad ante estas iniciativas.

De todas formas en los Diálogos Vinculantes serán propuestas estas iniciativas para que sean acogidas en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 del Presidente Gustavo Petro.

El cambio es cambiando.

¿Matar la gallina de los huevos de oro?

Cuenta Esopo en una de sus fábulas que un mago le regaló a un campesino una gallina que ponía un huevo de oro cada día, con lo que se volvió el más rico de la comarca. Y que este nuevo rico un día decidió matar la gallina con el sueño infantil de apoderarse en un instante de la totalidad de la mina de oro que supuso tenía adentro, con lo que sin nada se quedó.

Esta historia me llega a la mente por el fuerte castigo que la reforma tributaria le propinará a Ecopetrol, de 7,6 billones de pesos en 2023, monto tan alto que representa la tercera parte del aumento del recaudo, calculado en 22 billones. Y la exacción escalará a 12 billones desde el 2026. Con razón, directivos de la empresa y analistas le han reclamado al ministro de Hacienda y a los congresistas petristas.

 

Los nuevos impuestos provienen de una sobretasa al impuesto de renta y de la no deducibilidad de las regalías que define la reforma, que además le crea un problema mayúsculo a Reficar –del Grupo Ecopetrol– por el cambio del régimen de zonas francas, empresa a la que se le debería dar un trato distinto a las privadas pero que los TLC impiden, como ocurrió con el día sin IVA solo para la producción nacional.

Se castiga a Ecopetrol, una empresa que en un 88,5 por ciento pertenece al Estado, es decir, a los colombianos y cuya producción e impuestos financian en grande el gasto público nacional, las regalías de los departamentos y buscar y producir más hidrocarburos, de cuyos éxitos depende que el dólar y la crisis nacional no se salgan de madre.

Y esos mismos recursos deben financiar la urgente modernización de la refinería de Barrancabermeja –que no adelantaron ni Santos ni Duque y que el candidato Petro ni siquiera incluyó en su programa–, para que Colombia salga del peor extractivismo imaginable, el del absurdo de exportar petróleo e importar el 37 el 35 por ciento de la gasolina y el ACPM, respectivamente.

Al golpe que se prepara hay que sumarle el pésimo negocio que le impusieron Duque y Carrasquilla a Ecopetrol cuando, tras otra demagogia de falso ambientalismo, la obligaron a comprarle ISA al Estado colombiano por 14,2 billones de pesos, plata que despilfarraron en politiquería. Para empeorar las cosas, en un año, las acciones de ISA se han desvalorizado en 2,8 billones de pesos y en dividendos apenas pagarán el tres por ciento, en tanto Ecopetrol paga 17 por ciento más –en pesos– por su deuda adquirida en dólares. Y Duque dejó listas las privatizaciones de Cenit e Invercola, del Grupo Ecopetrol.

Que no resulte que una falsa defensa del medio ambiente –falacia demostrada hasta la saciedad y protegida por sectarismos políticos–, haya levantado una ola antipetrolera y anti Ecopetrol tan fuerte, que le abra paso al objetivo privatizador de décadas y revierta la lucha nacionalista de los trabajadores del petróleo y de los demócratas colombianos, incluido Jorge Eliecer Gaitán, que en 1951 convirtieron en Ecopetrol a las trasnacionales petroleras que monopolizaban el negocio en Colombia, convirtiéndose en la mayor empresa de la historia nacional y la número 294 entre las 300 más grandes del mundo (Forbes, 2021).

Sin duda, esta es una de las razones por las que al FMI le gusta la reforma tributaria. El colmo sería que se sacrificara la gallina de los huevos de oro de los colombianos.

Exigen que en la refinería de Cartagena trabajen únicamente cartageneros

Foto: Cortesía

Cartagena vive una polémica luego de conocerse un video en donde se observa como algunos trabajadores de un contratista de Ecopetrol son obligados a bajarse de un bus de servicio especial que los transportaba hacia la zona industrial de Mamonal.

 

Quienes exigen el retiro de los trabajadores al parecerse son sindicalistas que exigen que quienes trabajen en estas actividades sean únicamente cartageneros.

“Señores buenos días, la gran mayoría de los que están en este vehículo son foráneos, por eso les venimos a decir que se tienen que ir de la ciudad, vayan a las oficinas de su contratista, firmen y se van de Cartagena. Nosotros estamos exigiendo el derecho a que se respete la mano de obra local, eso es lo que peleamos. Yo les puedo mostrar las evidencias de cómo nos tratan a nosotros cuando vamos a su departamento, nos ponen armas en los cuellos y nos sacan a las patadas, así que todos ustedes se tienen que regresar. Fíjense que aquí estamos con las autoridades porque les estamos respetando su integridad física, pónganse en nuestro lugar. No es posible que traigan un mecánico, un soldador, un alineador o un tubero de afuera cuando nosotros aquí tenemos las personas con las competencias necesarias y la experiencia que se requiere en la Refinería de Cartagena para esos cargos. Exigimos respeto, así que señores, los que no son de la ciudad de Cartagena lo siento mucho pero se tienen que retirar ya”, se escucha en la grabación, la cual se hizo viral rápidamente en las redes sociales.

A través de un comunicado, Ecopetro rechazó estos actos y recordó que el 90% de quienes trabajan en estas labores son cartageneros y que solo el 10% de los trabajadores no son cartageneros sino de otros municipios de Bolívar, de Colombia o de otros países, ya que ocupan cargos que requieren perfiles especializados.

 

¡Eureka!

Buenas Noticias

El yacimiento Uchuva – 1, ubicado a 32 kilómetros de la Costa, es un importante hallazgo y su anuncio es una muy buena noticia para el país, en momentos en los

 

que debido a la declinación de los campos de La Guajira y del pie de monte llanero sus reservas probadas han caído hasta los 3.1 TPC, que solo le alcanzan para 8 años. Este anuncio se viene a sumar al del descubrimiento de otro yacimiento tan importante como ese, el de ORCA – 1 en 2014, primer descubrimiento en aguas profundas en el Caribe colombiano a 674 metros de profundidad. Otro descubrimiento que antecede al de Uchuva 1 es el de Kronos – 1 en el año 2015, esta vez a 1.584 metros de tabla de agua. Todos ellos están ubicados en el Bloque Tayrona costa afuera (offshore), compartido por los departamentos de La guajira y el Magdalena, confirmando que el mismo constituye lo que se denomina una gran Provincia gasifera, de enorme prospectividad.

Se estima que la magnitud de las reservas de Uchuva – 1 es equivalente al actual volumen de reservas probadas, es decir que ampliaría el horizonte del coeficiente reservas/producción (R/P) otros 8 años más. Su localización es estratégica, porque está a solo 80 kilómetros de las dos Plataformas de Chuchupa, lo cual permitirá utilizar sus facilidades para poder extraer el gas y conectarse con la misma y así empalmar con el gasoducto Ballenas – Barrancabermeja y Ballenas – Cartagena para su transporte hasta los centros de consumo.

Son socios de este proyecto ECOPETROL con el 55.6% y PETROBRAS, líder mundial de la inversión offshore, con el 44.4%, siendo este último operador del mismo, poniendo a su servicio su muy amplia experiencia en la explotación de este tipo de yacimientos enclavados en aguas profundas y metaprofundas.

Las buenas noticias de las cuales ha sido portador el Presidente de ECOPETROL Felipe Bayón no terminan con el anuncio del descubrimiento de Uchuva – 1. A este siguió la confirmación de la extensión del descubrimiento que tuvo lugar en 2017 denominado Gorgon – 1, localizado a 70 kilómetros del Departamento de Córdoba.

Gracias al pozo exploratorio y delimitador se comprobó la presencia de gas en el área, configurándose otra provincia gasífera costa afuera con la que no se contaba. Este campo es operado por ECOPETROL en asocio con la petrolera angloholandesa Shell como operadora.

En medio de estos anuncios ha pasado por desapercibido otro no menos importante. Se trata del María Conchita, ubicado a sólo 14 kilómetros de la plataformas de Chuchupa, a cargo de N G Energy, las primeras perforaciones tuvieron lugar en 2018. En este caso, a diferencia de los demás ya se ha podido establecer la magnitud del yacimiento. Se estiman sus reservas en 5.08 billones de pies cúbicos y una capacidad de producción de 16 MMPCD. Las entregas de esta se viene dando utilizando como punto de conexión con el Transporte Nacional de Gas de Colombia (SNTE) las facilidades del gasoducto de la compañía Transportadora de Gas Internacional (TGI) que opera el Grupo Energía Bogotá (GEB).

La historia se repite

Una vez más, en momentos en los que Colombia más necesita del gas natural, por sus precarias reservas y por estar llamado a ser el combustible – puente de la Transición Energética, la región Caribe y La Guajira en particular le dan la mano. Por eso esperamos que Colombia sea recíproca y nos tienda la mano para salir de la crisis económica y social que nos agobia.

Aquí hagamos una digresión para destacar que el gas natural vehicular (GNV) reduce en un 99% las emisiones de material particulado (PM2.5) y los óxidos de azufre y en un 30% las emisiones de CO2, en comparación con la gasolina y el diésel-motor. Y en comparación con el uso del carbón, especialmente para la generación de energía, sus emisiones son menores entre un 50% y 60%. Según reciente Informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), “el 98% del gas que se consume hoy tiene una intensidad de emisiones de ciclo de vida más baja que el carbón cuando se usa para energía o calor. Entre el 2008 y 2018 el cambio de carbón a gas alrededor de 500 millones de toneladas de CO2”.

El caso de EEUU es un ejemplo patético: sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han disminuido el 13% con respecto al 2007, al igual que en España, y la explicación primordial estriba en la sustitución del carbón por el uso del gas natural de los ciclos combinados en las centrales térmicas de generación impulsada por el ex presidente Barack Obama. En el año 2019, particularmente las emisiones de CO2 se redujeron en una proporción del 15%.

Ello llevó a la Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, el pasado 2 de febrero, mucho antes de la invasión rusa a Ucrania a incluir y considerar al gas natural como actor “clave en la Transición Energética y lucha contra el cambio climático”. Según ella, esta decisión permitirá “abandonar más rápidamente actividades más contaminantes, como la generación de energía a partir del carbón; a favor de un futuro climáticamente neutro y basado de forma preponderante en fuentes renovables”, enfatizó.

El gas, “gracias a unas virtudes que le colocan en una situación relativa mejor que el carbón o el crudo, se sitúa como la fuente de energía más adecuada en la costosa transición hacia el mercado dominado por las renovables. Hasta cierto punto – sobre todo el GNL – garantiza la independencia energética y exhibe flexibilidad operativa para transformarse en electricidad. Los próximos quince años serán del gas”. Por algo el gas ha sido considerado el príncipe de los energéticos, llamado a ocupar el lugar del petróleo cuando este, que sigue siendo el rey, sea destronado.

La historia se repite, en la década del 70, cuando Colombia perdió la autosuficiencia petrolera y durante 10 años (1975-1985) tuvo que importar el crudo para cargar sus refinerías, se acababa de descubrir el mayor yacimiento de gas natural libre en La guajira (Ballena, Chuchupa y Riohacha), lo cual le permitió hacer más llevadera la crisis desatada, sustituyendo el consumo de fuel Oil en sus plantas de generación de energía por gas natural, así como la gasolina-motor en los vehículos por gas natural, amén del masivo uso del gas natural. Hoy, gracias a estos anuncios, 10.5 millones de usuarios del gas en el país pueden respirar más tranquilos, puesto que de esta manera se espanta el fantasma de las importaciones para cubrir su déficit.

Valga decir que estos últimos descubrimientos, más el de Purple Ángel, en el Golfo de Morrosquillo, en 2017, se dan en momentos en los que, debido a la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones impuestas por los países Aliados, encabezados por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y la decisión de Putin de cortarle el suministro de gas a la UE, que depende en un 40% del mismo, ha elevado ostensiblemente su precio, pasando de US $3.2 el millón de BTU a más de US $5.

Estos descubrimientos refuerzan mi propuesta de montar en La Guajira una planta bidireccional, que permita la licuefacción de gas para exportarlo cuando tengamos excedentes y/o regasificarlo en la eventualidad de que tengamos que importarlo para cubrir un déficit temporal. Ello, en lugar de insistir, como lo hizo la administración Duque, en el embeleco en el que persiste el actual gobierno de montar una planta regasificadora en Buenaventura solo para importarlo, con lo cual, de paso, se estaría desalentando y desincentivando la exploración y explotación del potencial de gas con el que contamos. Huelga decir que, debido a la actual coyuntura internacional la cotización del gas natural en los mercados internacionales está pegada al techo, superando los US $8 el MMBTU.

Estos hallazgos ponen de manifiesto que los hidrocarburos sólo se encuentran si se buscan y la inconveniencia de detener la actividad exploratoria a sabiendas de que las reservas con las que se cuenta son muy precarias. En cuanto al gas natural se refiere las reservas probadas con las que cuenta el país, 3.16 TPC, sólo garantizan la autosuficiencia por los próximos 8 años.

El peligro de la autocomplacencia

Hay que recibir con beneficio de inventario el anuncio a través de los medios sobre el incremento de dichas reservas, las cuales, según la ANH pasaron de 2.9 TPC en 2020 a 3.1 TPC en 2021, incrementándose en 224 GPC netos, el 6.6%. Si a esta cifra se le adiciona la producción reportada por la ANH el año anterior de 395 GPC, el total del aumento de las reservas fue aún mayor, de 619 GPC, para un incremento del 21% (¡!).

Pero, la real realidad es que al desagregar este último registro, al igual que ocurrió también con las mayores reservas reportadas de petróleo, sólo 80 GPC corresponden a la incorporación de nuevas reservas por cuenta de descubrimientos o hallazgos. 211 GPC se deben a “reclasificaciones” de reservas contingentes a probadas, 202 GPC a “revisiones técnicas”, 62 GPC a “recobro mejorado” y 55 GPC al aumento de precios. Y de contera desde el 2012 los mayores campos de gas, las de La Guajira y las del pie de monte llanero, han estado en franca declinación. La euforia que despiertan las albricias, entonces, no nos pueden llevar a la autocomplacencia y a bajar la guardia, pues el fantasma de la importación de hidrocarburos (petróleo y gas natural) nos sigue rondando.

En este sentido también tenemos buenas noticias. Me refiero al paso que acaba de darse, después de una larga espera, de la interconexión de las dos grandes redes de gasoductos con las que cuenta el país (el que opera PROMIGAS y el que opera el GEB) integrando en un solo mercado, que estaba segmentado, las reservas y la producción de gas del Caribe colombiano con las del interior del país. Ello permitirá hacia el futuro que el transporte del gas se pueda dar en ambos sentidos según las necesidades y la demanda regional y así no estar expuestos a la paradoja de acusar déficit de suministro en uno de los mercados concomitantemente con excedentes de producción en el otro por no contar con la infraestructura que permitiera el flujo de gas en ambos sentidos.