Ir al contenido principal

Etiqueta: Estudio

“Ahora no quieren estudiar, sino ser influencer”

La calidad y cobertura de la educación superior son temas preocupantes para la actual administración. Como respuesta, el pasado 20 de julio, la ministra de educación, Aurora Vergara, presentó al Congreso dos borradores de reforma. En primer lugar, está la propuesta de ley estatutaria que dejaría atrás la visión de la “educación como servicio” para convertirla en un derecho fundamental y de acceso universal. El otro borrador es la reforma a la ley 30 de 1992 que busca aumentar en 500 mil cupos la cobertura en educación superior (cambiando la forma de financiamiento de las universidades), transformar el gobierno universitario y generar modificaciones en el bienestar para quienes ya están matriculados.

La propuesta de reforma a la educación ha sido consultada con diversos sectores de la comunidad académica y, según señala el Ministerio de Educación, hay consensos al respecto.  Sin embargo, una de las alarmas que no ha contemplado el proyecto es que, en los últimos años, las matrículas en universidades se han reducido sustancialmente, pues cada vez hay menos jóvenes que quieren estudiar una carrera técnica, tecnológica o profesional.

 

Los altos costos de las carreras, su larga duración y las preocupaciones acerca de la escasa remuneración al egresar son, entre otros, explicaciones de las reducidas matrículas y la deserción. Un factor poco estudiado es el cambio en los intereses profesionales. En un estudio publicado por la empresa de servicios de remesas Remitly, que analiza las búsquedas en Google de personas que buscan una profesión, concluyó que la profesión que más se busca en el mundo es la de piloto de avión y la más popular en Colombia es la de ser “influencer”.

Recientemente, el rector de la universidad La Gran Colombia, Marco Tulio Calderón, dio a conocer que “en el año 2016 tuvimos más o menos 16.000 estudiantes. El año antepasado quedamos con 10.500, pero ya para este semestre volvimos a descender y quedamos en 9.500″. Esta queja, que se pensaba iba a ser temporal por la pandemia, es reiterada por rectores de universidades privadas de todo el país que inician semestres académicos con menos estudiantes.

En las públicas, aunque la reducción no es tan notoria, se mantiene el fenómeno, al punto que, la apertura de semestres de algunas carreras, peligra. Rectores de universidades públicas dan cuenta del descenso en el número de personas que se presentan: “Lo que hemos detectado es una baja en la compra de formularios. En la inscripción, tan solo hace unos años se vendían 58.000 formularios, y el año anterior se vendieron 36.000″, dice Giovanny Tarazona, rector de la universidad Distrital.

En los hogares, por su parte, frases como “no quiero estudiar, sino ser youtuber” o “mi hijo quiere ser influencer” se han vuelto cotidianas. Las redes sociales representan un nuevo estilo de vida para la generación Z (los nacidos a finales de los noventa e inicios de los 2000) en el ámbito personal, profesional, familiar, etc. Los youtuber, tiktoker e influencer son los nuevos ídolos que representan los modelos a seguir, los referentes que condicionan su conducta vocacional y los constructores de sus proyectos de vida.

Para nadie es desconocido que vivimos en una sociedad en la que la información fluctúa por las redes sociales; mientras que Gustavo Petro y Donald Trump son más “twitteros”, Nayib Bukele informa por Tik -Tok. El éxito se representa en la cantidad de likes, seguidores o vistos que tienen los mensajes. Se habla de la “economía del like”, pues las plataformas digitales pagan si un video se vuelve viral y adquiere un número determinado de “manitos con el pulgar arriba”. Las competencias por encontrar audiencias virtuales, generar nuevos contenidos y editar videos cortos y divertidos se ha convertido en un saber-hacer llamativo para los jóvenes.

En países como España se le ha denominado a estas prácticas como “profesiones emergentes”. El fenómeno ha impulsado a que varias universidades, especialmente privadas, se inclinen por “atraer” a los jóvenes por medio de la flexibilización de programas académicos. Para la muestra un botón. La Universidad de los Andes, reconocida por su prestigio social y académico, ha empezado a diseñar “cursos no formales entre 24 y 60 horas [que] significan una competencia, como por ejemplo, programar en Python, salud mental, evolución social y económica de programas de inversión y programas de 8 meses o unos 24 créditos académicos”.

La reforma a la educación universitaria es una solicitud, no solamente del gobierno nacional, sino de los diferentes sectores y actores de la comunidad académica. Se deben estudiar los cambios estructurales para facilitar el acceso a la educación como derecho y posibilitar un bienestar universitario acorde para evitar la deserción. Sin embargo, estamos en un momento crucial en el que debemos atender el sentir y querer de los jóvenes y revisar esas “profesiones emergentes” que no están siendo atendidas. La reforma a la educación debe incorporar transformaciones en los curriculums académicos, lecturas críticas frente a las redes sociales, transformaciones en el acceso laboral y una revisión de la flexibilización educativa, pues (lastimosamente para algunos) es lo que está imperando en el mercado mundial.

 

Las «algas pardas» capturan gran cantidad de CO2

Las algas pardas tienen una gran capacidad de absorber dióxido de carbono del aire, que incluso supera a la de los bosques terrestres, por lo que desempeñan un papel decisivo para la atmósfera y el clima.

Según un estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), pueden ser capaces de eliminar de la atmósfera hasta 0,55 gigatoneladas de dióxido de carbono al año.

 

Investigadores del Instituto Max Planck de Microbiología Marina, en Alemania, informan ahora en la de que las algas pardas pueden eliminar grandes cantidades de dióxido de carbono del ciclo global a largo plazo y contrarrestar así el calentamiento del planeta.

Las algas absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo utilizan para crecer. Liberan hasta un tercio del carbono que absorben en el agua de mar, por ejemplo en forma de excreciones azucaradas. Dependiendo de la estructura de estas excreciones, son rápidamente utilizadas por otros organismos o se hunden en el fondo marino.

«Las excreciones de las algas pardas son muy complejas y, por tanto, increíblemente complicadas de medir –explica el primer autor, Hagen Buck-Wiese, del Instituto Max Planck–. Sin embargo, hemos conseguido desarrollar un método para analizarlas en detalle».

Le puede interesar:Algas marinas, el biocombustible del futuro para el transporte

Con este método, los investigadores examinaron un gran número de sustancias diferentes. El llamado fucoidan resultó ser especialmente interesante.

«El fucoidan constituía aproximadamente la mitad de las excreciones de la especie de alga parda que estudiamos, la llamada fucus –explica Buck-Wiese–. Es tan complejo que es muy difícil que otros organismos lo utilicen. A nadie parece gustarle».

Como consecuencia, el carbono del fucoidan no vuelve rápidamente a la atmósfera. «Esto hace que las algas pardas sean especialmente buenas ayudantes para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera a largo plazo: durante cientos o miles de años», añade.

Las algas pardas son extraordinariamente productivas. Se calcula que absorben del aire alrededor de 1 gigatonelada (mil millones de toneladas) de carbono al año. Según los resultados del presente estudio, esto significaría que las algas pardas secuestran hasta 0,15 gigatoneladas de carbono, equivalentes a 0,55 gigatoneladas de dióxido de carbono, cada año a largo plazo. A modo de comparación: Las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de Alemania ascienden actualmente a unas 0,74 gigatoneladas de dióxido de carbono, según la Agencia Federal de Medio Ambiente (estimación para 2020).

«Y aún mejor: El fucoidán no contiene nutrientes como el nitrógeno», resalta además Buck-Wiese. Así, el crecimiento de las algas pardas no se ve afectado por las pérdidas de carbono.

Para el estudio actual, Buck-Wiese y sus colegas del MARUM MPG Bridge Group Marine Glycobiology, que tiene su sede tanto en el Instituto Max Planck de Bremen como en el MARUM – Centro de Ciencias Marinas y Medioambientales de la Universidad de Bremen, realizaron sus experimentos en la Estación Zoológica de Tvärminne, en el sur de Finlandia.

«Ahora queremos estudiar otras especies de algas pardas y otros lugares –anuncia Buck-Wiese–. El gran potencial de las algas pardas para la protección del clima debe seguir investigándose y aprovechándose».

Foto: cortesía.

El carbono azul de los manglares de San Andrés: es un hallazgo clave para Colombia

Los manglares son excelentes sumideros de dióxido de carbono (CO2), y un estudio de la Universidad Nacional (UNAL) determinó que los bosques de la isla de San Andrés capturan importantes cantidades de este gas contaminante, lo que representa un hallazgo positivo de los esfuerzos que se realizan frente al cambio climático.

Ahora que se habla tanto del carbono azul –aquel que se almacena en los ecosistemas marinos y costeros– y de bonos de carbono, estudios como el realizado por la bióloga marina Angélica Quintero, estudiante de la Maestría en Biología Marina de la UNAL Sede Caribe, adquieren mayor relevancia.

 

Después de hacer muestreos en tres bosques de la Isla, la investigadora encontró que en uno de ellos la producción de hojarasca ocupa el segundo valor más alto comparado con otros puntos del trópico. Además, validó que dicha producción, fundamental en la captura de CO2, baja cuando aumenta la salinidad.

El profesor Ernesto Mancera, del Departamento de Biología de la UNAL Sede Bogotá, explica que el CO2 es un compuesto inorgánico que se encuentra especialmente en la atmósfera, y que el manglar lo absorbe mediante la fotosíntesis y lo convierte en carbono orgánico (proteínas y otras moléculas).

“Una pequeña cantidad se devuelve a la atmósfera como dióxido de carbono, pero la mayor parte se convierte en materia orgánica que se acumula en el sedimento del manglar y queda capturado hasta por miles de años, lo que se conoce como ‘carbono azul’”, agrega el docente, director de la investigación.

Le puede interesar: Carbono azul en manos de indigenas Wayuu

Destaca además que los bosques de San Andrés tienen cualidades particulares en cuanto a robustez y patrones diferenciales regidos por la salinidad y la inundación, variables que orientaron el estudio.

“Aunque pensábamos que los gigantescos mangles del Pacífico, por recibir la influencia de tantos ríos y sus nutrientes, deberían tener más concentración de carbono azul que los de San Andrés, que no tiene afluentes, notamos que los valores en el sedimento son superiores en la Isla”, anota.

Trabajo de campo

La bióloga Quintero indica que los bosques de la isla analizados fueron Old Point (al norte), Sound Bay (noreste) y Smith Channel (sur), y las especies estudiadas Avicennia germinans (mangle negro), Rhizophora mangle (mangle rojo) y Laguncularia racemosa (mangle blanco).

“El manglar suele estar muy cerca del mar y tiende a ser más pequeño en el Caribe por el grado de salinidad; pero por alguna razón, hace cientos de años el de Smith Channel quedó alejado de la costa, así que la salinidad de su sedimento es muy baja y se regula por las lluvias, originando árboles de hasta 30 m de altura y troncos gruesos, a diferencia de los otros dos bosques evaluados”, indica.

Agrega que “por eso quisimos involucrar un bosque intermedio de salinidad (Sound Bay), para saber qué pasaba con ese gradiente o espacio, además porque es un ecosistema intervenido y recibe los vertimientos de un hotel que queda detrás”.

Estos resultados se compararon con los obtenidos por el docente Jairo Medina, de la UNAL Sede Caribe, quien para su tesis doctoral evaluó la producción radicular y de hojarasca en Old Point y Smith Channel, entre 2011 y 2019.

Con base en esa información secundaria, se procedió a ubicar 4 parcelas (unidad muestral) permanentes de 20 x 20 cm y se escogieron mangles con diámetro a la altura del pecho mayor a 2,5 cm.

Para determinar el contenido de CO2, durante un año se dispusieron aleatoriamente canastas de PVC y fondo de malla, con el fin de recolectar las hojas; cada mes se sacaban y secaban a 65 °C para determinar el peso seco de la hojarasca empleando ecuaciones alométricas.

“En estudios previos se habían tomado muestras de contenido, entonces quisimos entender qué pasaba encima y debajo del suelo, y los procesos de producción y descomposición de hojarasca; además, evaluar cómo el crecimiento radicular contribuye en la captura de carbono”, recalca.

Resultados

El bosque Smith Channel arrojó un contenido de 21,60 megagramos de carbono por hectárea (Mg/ha) al año, una cifra récord, solo por debajo de la laguna La Mancha (México), cuyo registro es de 27,34 Mg/ha.

Se comprobó que la mayor creación de hojarasca (biomasa y contenido de carbono) se dio en condiciones de bajo estrés o menor salinidad, característico de ese bosque.

“La hipótesis que manejamos es que, en condiciones de baja salinidad y alta concentración de nutrientes, el manglar hace un recambio continuo de hojas, lo que ayuda a consolidar el suelo mediante su descomposición”, detalla la investigadora.

Los datos en los otros bosques fueron: 15,14 Mg/ha y contenidos de carbono de 7,14 Mg C ha (en condiciones de medio estrés), y 10,38 Mg/ha y contenidos de carbono de 4,98 Mg C ha (alto estrés).

El profesor Mancera señala que “es clave tener manglares sanos porque se trata de un bosque estratégico para toda la Isla. Aunque la ciencia y la academia reconocen su importancia, con estas investigaciones se ha ratificado que la tasa de deterioro es altísima en todo el mundo.

Foto: Pexels.

Estudio demuestra, que el ruido de los drones afecta a los animales

Los grandes mamíferos terrestres son más vulnerables a los efectos del ruido provocado por los drones, unos sistemas tecnológicos cada vez más utilizados para estudiar la fauna en hábitats abiertos como la sabana o las marismas, que a su impacto visual.

Esta es una de las conclusiones de un estudio en el que participa la investigadora del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga Margarita Mulero Pazmany.

 

Ya existen algunos trabajos que constatan que los drones de uso científico o recreativo pueden convertirse en una nueva fuente de perturbación para muchas especies animales, ha informado este miércoles la Universidad de Málaga en un comunicado.

Sin embargo, todavía hay pocos trabajos que identifiquen los factores reales asociados con estos dispositivos que pueden afectar negativamente al comportamiento de los animales.

Esta investigación analiza la reacción de dieciocho especies de grandes mamíferos ante los ruidos emitidos por un dron en los grandes espacios «ex situ» del parque zoológico de Sao Paulo (Brasil).

Especies más afectadas

Las aves y los mamíferos son los dos grupos de animales más estudiados con el uso de drones y los más afectados por su uso recreativo.

“En especial, los grandes mamíferos son los más estudiados con drones por su tamaño, ya que son más fáciles de identificar mediante imágenes aéreas”, detalla el investigador postdoctoral Geison Pires Mesquida, primer autor del estudio.

Los vuelos se iniciaron a una altura máxima de 120 metros y, una vez el dron se situaba encima de los individuos, se iniciaba el descenso hasta que el animal mostraba algún comportamiento atípico.

“Se había estipulado un límite de diez metros por encima de los animales, si el animal no presentaba cambios de comportamiento, pero en ningún caso el dron descendió a esta altura, ya que los animales presentaron cambios de comportamiento a una altura superior”, apunta Pires Mesquita.

En general, las especies con mayor biomasa -elefantes, rinocerontes, jirafas, cebras y los cobos de agua- mostraron un cambio de comportamiento con los drones a mayor altura, y por lo tanto, con menos decibelios.

Resultados en función de la especie

Los resultados detallan que el nivel de presión de sonido a baja frecuencia afectó especialmente al comportamiento del elefante asiático, pero no al del resto de las especies estudiadas, que se mostraron más sensibles al ruido en frecuencias medias y altas.

En el caso del elefante asiático, se observaron movimientos de balanceo de la cabeza ante la presencia del dron; en los felinos, gruñidos y movimientos bruscos del cuerpo, y en el oso de anteojos, también movimientos bruscos de las patas y la cabeza.

En los ciervos y el facóquero, los intentos de huir del lugar en el que se encontraban son ejemplos de los comportamientos que mostraron reacciones adversas al ruido de los drones.

“La mayoría de las especies estudiadas no mostraron reacciones comportamentales ante la presencia del dron a una altitud de 100 metros o superior, que es a la que se suele volar para realizar censos de fauna, lo que apoya que el uso responsable de estos sistemas constituye una herramienta de bajo impacto para el estudio de mamíferos», señala Mulero Pazmany.

Aunque este experimento no permite discriminar por completo entre los efectos que genera el impacto del estímulo acústico o visual del dron en la fauna, de manera indirecta se pudo deducir que el primer efecto causado por el dron en las especies es acústico.

Comprender que el ruido sonoro provocado por el dron tiene un impacto en ciertas especies de mamíferos antes que el visual puede ayudar a mejorar los estudios que actualmente se realizan con drones sobre estas especies y también minimizar los efectos negativos del uso recreativo en zonas con presencia de estas especies.

EFEverde

Le puede interesar:

Foto: Pexels

Estos son los resultados del estudio de «Conservación basado en derechos»

Se presentaron el pasado 29 de septiembre en el auditorio Pablo VI de la Universidad Javeriana, los resultados para Colombia del estudio “Estado y Oportunidades para un Enfoque de Conservación Basado en Derechos en la Cuenca de la Amazonía: Colombia y Perú́’, producto del esfuerzo colaborativo de la coalición RRI. En Colombia participaron los expertos Eugenia Ponce de León Chaux, Johana Herrera y el equipo de Amazon Conservation Team (ACT) con Carolina Gil, Andrea Montoya, Pablo Velásquez, Juan Varela y Diego Hoyos; y del programa de América Latina de RRI, Omaira Bolaños y Alejandra Zamora.

Este análisis pone de relieve la necesidad urgente de trabajar en un Enfoque de Conservación basado en los derechos en la Amazonia colombiana, considerando los múltiples derechos colectivos de los pueblos indígenas y afrodescendientes. El estudio propone una hoja de ruta para transformar, fortalecer y ampliar el marco jurídico de conservación existente.

 

El estudio plantea que para lograr la conservación de la Amazonia se requiere que el enfoque de conservación basado en los derechos aborde el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos étnicos, así como los relacionados con el uso y el manejo de los recursos naturales, la participación y gobierno propio.

Aunque Colombia ha avanzado en la reivindicación de los derechos constitucionales reconocidos a los pueblos Indígenas y afrodescendientes, las y los especialistas señalan la importancia de superar el enfoque de conservación que asumía que para proteger la biodiversidad era necesario garantizar la ausencia de poblaciones humanas en los territorios a conservar. Por lo tanto, para lograr estrategias de conservación realmente efectivas, las decisiones sobre las áreas de conservación de la Amazonía demandan esfuerzos políticos que reconozcan, respeten y defiendan las tradiciones, los sistemas de subsistencia y los derechos territoriales de la diversidad de pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes que allí habitan.

Los resultados del informe se basan en un análisis jurídico, cartográfico y diálogos y entrevistas con expertos. Se revisaron los marcos jurídicos de conservación y de tenencia colectiva sobre tierras y territorios de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (incluyendo la constitución, leyes, decretos, y sentencias judiciales). El análisis cartográfico comparativo capta la progresión de la implementación tanto de los regímenes de conservación como de tenencia colectiva y el reconocimiento de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes. Del mismo modo, se realizaron entrevistas y grupos focales con 26 representantes del gobierno, la sociedad civil y las comunidades de Pueblos Indígenas y Pueblos Afrodescendientes relevantes de Colombia y Perú para recoger sus perspectivas y prioridades para implementar un enfoque de conservación basado en los derechos.

Recomendaciones:

RRI a través del estudio hace un llamado a los diferentes actores del gobierno, la sociedad civil, la academia y las organizaciones comunitarias para llevar adelante un proceso de articulación y de trabajo colectivo con base en las distintas oportunidades identificadas para abordar un enfoque de conservación basado en los derechos en la Amazonia colombiana.

Algunas de las recomendaciones que el estudio propone para avanzar hacia la práctica de una conservación basado en derechos, es concebir el carácter integral del concepto de territorio para los grupos étnicos  con el objetivo de saldar las diferencias que hay entre la visión estatal y de los pueblos étnicos, ya que a la hora de entender los diferentes ecosistemas que componen la Amazonía —, bosques, recursos hidrobiológicos, fauna, flora—, desde la perspectiva pública se conciben los recursos de forma separada; mientras que desde la visión indígena y afrodescendiente el ecosistema amazónico es concebido como un todo, indivisible, parte de su cultura y de su cosmovisión.

El llamado de las comunidades étnicas es claro, según indicaron en las entrevistas “el enfoque de derechos en la conservación debe considerar la heterogeneidad de los pueblos indígenas amazónicos, algunos más frágiles que otros, con más presión, con menos población y con mayores amenazas a su integridad y pervivencia” e invitan a ver “la titulación colectiva a las comunidades afrodescendientes como una oportunidad para generar zonas de conectividad y mayor protección a la Amazonia”.

Está en juego la vida. La Amazonía, con su riqueza ancestral y su poder natural, necesita del impulso de procesos de transformación que tengan un efecto multiplicador para lograr realizar una conservación basada en los derechos que integre y respete los pueblos étnicos y sus derechos territoriales.

Foto: Amazon Conservation Team

Te Puede Interesar: El amazonas será protagonista del Plan Nacional de Desarrollo

Una dieta de cero grasas también te pude matar

Un estudio que cuestiona la eliminación del consumo de grasas por completo (manteca, quesos y carnes), concluyó que debe de cambiar la manera en la que pensamos la alimentación saludable con miras a prevenir el consumo excesivo de carbohidratos.

Las personas a las que a menudo se les recomienda bajar el consumo de productos altos en grasas, automáticamente aumentan su consumo de carbohidratos. Y el aumento del consumo de carbohidratos resulta en mayor riesgo de mortalidad.

 

Según el estudio dirigido por investigadores canadienses publicado en la revista The Lancet, los resultados no apoyan la recomendación actual de limitar la ingesta de grasa total a menos del 30% de energía.

Científicos de la Universidad McMaster de Ontario y otros investigadores usaron cuestionarios para documentar la ingesta de grasas, carbohidratos y proteínas de 135,335 personas de entre 35 y 70 años de 18 países con un tiempo de seguimiento promedio de 7.4 años.

Los investigadores registraron con cuestionarios estandarizados el consumo de carbohidratos, grasa total y tipos de grasa. Y se evaluaron asociaciones con enfermedad cardiovascular y mortalidad, indicó Radio Canadá Internacional.

Aquellos que cubrían al menos 3/4 partes de sus necesidades energéticas diarias con hidratos de carbono tenían un mayor riesgo de mortalidad (+28%) que el resto. Además, aquellos que seguían una dieta rica en grasas (35% del aporte energético) tenían un riesgo menor de morir (-23%) que quienes ingerían una poca cantidad de grasas (11% del aporte).


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook y Twitter

A los millennials ya no les gusta ver tetas como antes

La revista Playboy publicó los primeros indicios de algo que hace años parecía impensable: las tetas parecen ya no estar de moda, al menos no como en el pasado.

 

La revista para caballeros explica que las búsquedas de los hombres jóvenes en los sitios de pornografía ya no están orientadas hacia los pechos.

El postulado ha sido sustentado por las estadísticas de la plataforma PornHub, que indican que ha caído 20% el interés por los pechos entre los hombres entre 18 y 24 años.

«Esto no significa que se haya perdido el interés por las boobs, esta parte del cuerpo sigue siendo popular, es sólo que ahora la expresión ‘senos naturales’ es la cuarta más buscada en el sitio», detalla Playboy.

Las cifras de PornHub apuntan aque sólo 1.5% de las búsquedas están relacionadas con pechos, con las siguientes proporciones: 0.89% Pechos grandes, 0.29% pechos naturales, 0.09% pechos pequeños, 0.06% pechos operados.

La explicación al fenómeno puede estar relacionada con el hecho de que hoy los millennials buscan más contenido por categoría o autor, en vez de categorizar las búsquedas según las partes del cuerpo.

Pero, la ‘caída de las boobies’ no es algo que se queda en el terreno porno.

La Asociación Británica de Cirugía Plástica Estética (BAAPS, por sus siglas en inglés) reporta que ha habido una caída anual de 20% entre las chicas interesadas en ponerse implantes mamarios, mientras que el número de cirugías para reducir talla de busto crece anualmente 3%.

Otra cifra de BAAPS arroja que 38,000 mujeres se remueven implantes mamarios cada año arrependitdas de haber aumentado su busto, esta cifra crece a una tasa de 22% anual.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook y Twitter

Estudiantes de últimos semestres gastan más en rumba que en alimentación

“Las principales destinaciones del gasto de los estudiantes son alimentación (23%), transporte (20%) y ocio (19%); sin embargo, estas cambian a lo largo de la carrera siendo de destacar una disminución significativa de la alimentación y el estudio y el incremento del ocio, el endeudamiento y los gastos en comunicaciones”, así lo dice el estudio: ‘determinantes de las capacidades financieras de jóvenes universitarios’ realizado por docentes investigadores de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales del Externado, y de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Nacional, quienes analizaron los datos de 675 estudiantes de las carreras de Finanzas, Gobierno, Economía, Administración, Economía y Contaduría.

 

El objetivo de la investigación fue el de comprender qué conocen, cómo se comportan y qué actitudes tienen los estudiantes frente al manejo de sus finanzas personales para identificar qué necesitan y cuándo necesitan aprenderlo durante su formación profesional.

Los principales resultados y conclusiones del estudio fueron:

El ahorro de los estudiantes es de corto plazo y se destina usualmente para artículos de recreación, ropa o tecnología, pero no en productos de inversión.

La deuda tiene un doble carácter que seduce e intimida simultáneamente. Por un lado, porque son conscientes de que el desconocimiento de su administración tiene efectos negativos (sanciones, mora, reportes, etc.) pero reconocen que bien manejada puede ser una herramienta útil.

Sobre un total de 10 puntos, el puntaje promedio de capacidades financieras es de 6,22.

La dimensión de capacidad con menor puntaje fue conocimientos (5,37), en donde se destaca que un tercio no sabe diferenciar los principales productos de ahorro o crédito, y apenas un quinto tiene nociones de diferencia entre tasas efectivas y nominales, o interés compuesto.

Los hombres tienen puntajes mayores y significativamente estadísticos en el puntaje general y en cada una de las dimensiones de capacidades financieras que las mujeres.

Existen diferencias significativas en las dimensiones de capacidades financieras entre los estudiantes que trabajan (mejores puntajes) y los que no, así como los de mayores semestres (mejores puntajes).

Para realizar la investigación los docentes de la Universidad Externado y la Universidad Nacional trabajaron con un diseño mixto –es decir, combinando enfoque cuantitativo y cualitativo– y de corte secuencial –primero el cualitativo, después el cuantitativo–.

Para los docentes, los resultados permiten proponer concentrar los esfuerzos de educación financiera en la educación superior en la dimensión de conocimientos en los primeros cinco semestres, diseñar acciones que permitan mejorar las actitudes a partir de este punto y articular el trinomio Universidad – Empresa – Sistema Financiero desde la práctica laboral para impactar comportamientos.

Según un estudio, a esta edad las mujeres tienen mejores orgasmos

Detrás del orgasmo femenino siguen existiendo muchas dudas: cómo conseguirlo, cuánto dura, qué se siente o qué tan frecuente es.

 

Si bien todas las respuestas pueden llegar a ser muy subjetivas, un estudio reveló cuál es la mejor edad para llegar al clímax sin ningún problema.

Natural Cycle, quien llevó a cabo el estudio, determinó que de las más de dos mil mujeres que evaluaron su satisfacción sexual, las que tenían 36 años en adelante dijeron tener mejores orgasmos y disfrutar más de su sexualidad debido a que se sienten más seguras y atractivas que las mujeres más jóvenes.

De hecho, el 58% de la mujeres de 36 años y más dijo tener orgasmos más placenteros y en mayor cantidad.

Se evaluó a mujeres en tres grupos de edad: menores de 23, entre los 23 y 36 y, finalmente las de 36 y más. Se les preguntó acerca de la frecuencia del coito y la satisfacción sexual.

La calidad del aire en Bogotá perjudica seriamente la salud

Un estudio ejecutado por la Universidad Nacional determinó que el 70% de las partículas contaminantes en el aire de Bogotá pueden ingresar directamente a los pulmones, esto puede ocasionar graves afectaciones en la salud de los habitantes de la capital.

 

Continuar leyendo

El 81,8% de los hogares venezolanos viven en la pobreza, según estudio

el presidente Nicolás Maduro asegura que en 2016 la pobreza bajó de 19,7% a 18,3%, y la miseria de 4,9% a 4,4%, pese al desplome del crudo, afectado directamente la producción de petróleo recurso vital para la economía del país, contrastando frente a las cifras arrojadas por el grupo de investigadores de las universidades más importantes de Venezuela.

Continuar leyendo

La formula por la que tu cerebro es la mejor arma para dejar de fumar

Dejar de fumar es más fácil de lo que pensamos y la respuesta está en nuestro cerebro. Según la Universidad Médica de Carolina del Sur, la clave está en una fuerte comunicación entre las partes del cerebro que inhiben y ejecutan la conducta automatizada.

 

Continuar leyendo