"Primero la guerrilla y no las madres comunitarias"
Después de descubrir sus cuerpos, en esta ocasión las madres comunitarias, optaron por amarrar sus manos a una cadena como símbolo de protesta y manifestación para ser escuchadas por el Gobierno. Se cumplen onces días de paro y aún este gremio no llega a ningún acuerdo que les certifique una mejora laboral y la profesionalización a su labor.