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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Juan Camilo Clavijo

Los ESG necesitan paz

Dado que Egipto fue el anfitrión de la COP27 el año pasado, y los Emiratos Árabes Unidos serán los anfitriones de la COP28 este año, las ambiciones climáticas y de sostenibilidad de Medio Oriente están en el centro de atención. En la COP27 vimos compromisos de financiación sustanciales, incluida la Iniciativa Verde de Oriente Medio y el Grupo de Coordinación Árabe, que comprometieron miles de millones en financiación para una transición energética en línea con los compromisos a largo plazo de Net Zero. (ISS, Julio 2023).

Seguimos nuestra revisión de los ESG en el mundo, hoy es el turno del Medio Oriente. A pesar de la cruel y desigual guerra que actualmente está ocurriendo en esa región del mundo, existen otros países que avanzan fuertemente con los ESG como medios para el desarrollo, como Egipto, o como parte de la diversificación económica, como es el caso de los Emiratos Árabes Unidos.

 

En el caso egipcio, las empresas se han centrado principalmente en las ganancias económicas. Sin embargo, la creciente atención global sobre el crecimiento sostenible y las prácticas comerciales responsables ha hecho que los sectores corporativo y financiero de Egipto adopten gradualmente principios ESG. Como testimonio de este cambio, las firmas de ESG en Egipto han proliferado y la demanda de abogados especializados en ESG en Egipto ha aumentado significativamente, lo que refleja el compromiso de la nación con estos principios.

Para hablar de ejemplos concretos en tierras faraónicas:

Medio ambiente: La Ley 4/1994 y sus enmiendas proporcionan el marco fundamental para la protección del medio ambiente en Egipto. Destaca la importancia de preservar los recursos naturales, combatir la contaminación y fomentar el uso de tecnologías sostenibles. Varios reglamentos ejecutivos detallan estándares para la calidad del aire, el agua y el suelo, la gestión de residuos peligrosos y las emisiones industriales.

Social: La Ley del Trabajo 12/2003 establece los derechos de los trabajadores, garantizando salarios justos, condiciones de trabajo seguras y la prohibición del trabajo infantil. La Constitución de Egipto de 2014 proporciona una amplia cobertura de los derechos sociales, incluida la salud, la educación y la vivienda adecuada.

Gobernanza: La Ley de Sociedades 159/1981 y sus modificaciones posteriores establecen las directrices para la gobernanza corporativa en Egipto. En 2016, la Autoridad Reguladora Financiera de Egipto (FRA) lanzó los Principios de Gobierno Corporativo para las empresas que cotizan en bolsa, estableciendo estándares para las estructuras de la junta directiva, los derechos de las partes interesadas y la transparencia.

Desde el lado del Golfo Pérsico, es necesario transformar los sectores existentes y diversificar sus economías para incluir sectores no basados en el petróleo, como el turismo y la atención médica. Esto ha sido un enfoque clave para que los países de Medio Oriente atraigan inversiones tanto de inversionistas nacionales como extranjeros, incluidos inversionistas institucionales que buscan expandir y diversificar sus negocios o carteras de sostenibilidad.

La historia de ESG en Medio Oriente no es tan nueva como podría sugerir la celebración de la COP 28. Los EAU han sido proactivos a la hora de involucrar a las empresas para que inviertan esfuerzos en el sector de la sostenibilidad ya en 2020. Por ejemplo, haciendo que los informes ESG sean obligatorios para las empresas que cotizan en bolsa.

En 2020, la Autoridad de Valores y Productos Básicos de los EAU (“SCA”) emitió el “Código de Gobierno Corporativo para Sociedades Anónimas Públicas” (“Código de Gobierno”). El artículo 76 del Código de Gobernanza establece que las sociedades anónimas públicas en la Bolsa de Valores de Abu Dhabi o en el Mercado Financiero de Dubai (“PJSC cotizadas”) deben publicar un informe de sostenibilidad anual.

Por otro lado, el Mercado Global de Abu Dhabi (“ADGM”) ha identificado las Finanzas Sostenibles (“SusFin”) como una prioridad estratégica y fue el primer Centro Financiero Internacional a nivel mundial en convertirse en carbono neutral. Esto, junto con la emisión en 2021 de bonos sostenibles por valor de 8.000 millones de dólares en Oriente Medio y el Norte de África, muestra los avances que Oriente Medio ha logrado en el desarrollo de ESG hasta el momento.

A modo de ejemplo, uno de los bancos privados más antiguos de los Emiratos Árabes Unidos se ha sumado voluntariamente a la iniciativa del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC) para prácticas comerciales responsables y se ha comprometido a facilitar 30 mil millones de dólares de SusFin para 2030. Además, el banco ya ha permitido 15.500 millones de dólares en inversiones de SusFin (incluidos proyectos fuera del Golfo), así como apoyo a proyectos relacionados con el agua por valor de 1.300 millones de dólares, que han experimentado un aumento tangible en la generación de empleo.

Sin embargo, a pesar de los avances en ESG en el Medio Oriente, persisten los siguientes retos:

Dependencia Económica del Petróleo y Gas: el Medio Oriente, particularmente los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), depende en gran medida de los ingresos del petróleo y gas. Esta dependencia complica la transición a fuentes de energía renovable y la implementación de políticas ambientales robustas.

Marcos Regulatorios y Políticos: las regulaciones y estándares ESG están todavía en las primeras etapas en muchos países del Medio Oriente. A menudo, hay una falta de directrices claras, marcos regulatorios y mecanismos de cumplimiento.

Inestabilidad Política y Conflictos: algunos países de la región enfrentan inestabilidad política, conflictos y problemas de seguridad, lo que puede dificultar el desarrollo y la implementación de iniciativas ESG. En zonas de conflicto, el enfoque a menudo está en las necesidades humanitarias inmediatas en lugar de en los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.

Prácticas de Gobernanza Corporativa: los estándares de gobernanza corporativa en la región están evolucionando, pero pueden quedar rezagados respecto a las mejores prácticas globales. La transparencia, la responsabilidad y el compromiso con las partes interesadas son áreas que necesitan una mejora significativa.

Factores Sociales y Culturales: las normas sociales y los valores culturales pueden influir en la aceptación e implementación de las iniciativas ESG. Cuestiones como la igualdad de género, los derechos laborales y la participación comunitaria varían significativamente en la región.

Desafíos Ambientales: la región enfrenta desafíos ambientales específicos, como la escasez de agua, la desertificación y las temperaturas extremas. Abordar estos problemas requiere enfoques adaptados e inversión significativa en tecnologías sostenibles.

Mercados Financieros y de Inversión: las finanzas sostenibles y la inversión ESG están ganando terreno, pero el mercado aún se está desarrollando. Existe la necesidad de una mayor concienciación, educación y desarrollo de capacidades entre los inversores e instituciones financieras.

Conciencia y Participación Pública: la conciencia pública y la comprensión de los temas ESG son generalmente menores en comparación con otras regiones. Aumentar la conciencia y fomentar una cultura de sostenibilidad requiere esfuerzos concertados de gobiernos, empresas y la sociedad civil.

Es evidente que para superar los retos de ESG se necesita una región estable y una paz relativa que permita el crecimiento empresarial y, así mismo, sus capacidades. Por otro lado, se puede tomar el ejemplo de los Emiratos e Israel, que decidieron dar prevalencia al comercio por encima de sus conflictos. Se hace más que evidente que estados, sociedades y empresas deben buscar caminos de diálogo y encontrar acuerdos mínimos que permitan su crecimiento.

Juan Camilo Clavijo

ESG en África y su nuevo camino para el desarrollo

África necesitará importantes fuentes de financiación sostenible anualmente si el mundo quiere alcanzar su ambición global de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030, pero la buena noticia es que la inversión impulsada por ESG es una oportunidad para desbloquear flujos de capital adicionales hacia la sostenibilidad. Empresas en África que sean capaces de demostrar alineación ESG. (James Brand, ENS África)

Como parte de nuestro recorrido mundial por los ESG, hoy le toca el turno a África. (Aquí hago un mea culpa al hablar África como un todo, porque hay realidades muy distintas en cada zona del continente). Un continente que alberga el 25% de la biodiversidad global natural y el 30% de los recursos minerales del mundo, y tiene un fuerte potencial de recursos que va más allá de los recursos naturales.

 

Este continente tiene una población joven, en contraste con el envejecimiento de la población europea y china. Con dos tercios del crecimiento demográfico en áreas urbanas, existe un gran potencial para una clase creativa emergente y centros de innovación, como ‘Silicon Savannah’ en Nairobi, la capital de Kenia, o en Kigali, la capital de Ruanda.

África tiene un enorme potencial para las fuentes de energía renovables, como la solar, la eólica, la energía oceánica, el hidrógeno verde, etc. Este potencial podría utilizarse para establecer una plataforma de innovación para tecnologías sostenibles y proporcionar una ventaja de ubicación para las industrias con uso intensivo de energía.

Los ricos recursos naturales de África ofrecen un vasto conjunto de posibilidades para el desarrollo de una bioeconomía vibrante. Gracias a la innovación basada en la biología, podría impulsar el crecimiento económico y la producción de alimentos, salud, energía y bienes industriales resistentes al clima para una población en crecimiento y en proceso de urbanización.

Lo anterior son sus potencialidades y deberían ser sus apuestas para el futuro. Pero su realidad actual es diferente. Según Javier Blas, columnista de Bloomberg, la serie de golpes de estado que asolan el África subsahariana (al menos nueve intentos en tres años) más un malestar político en todo el continente han provocado un examen de conciencia. ¿Qué salió mal? Muchos han reflexionado sobre una infinidad de factores, desde la creciente influencia rusa hasta la corrupción actual. Pero esos son síntomas, no causas, de lo que realmente aqueja al continente: las dificultades económicas.

Una dependencia total de las materias primas ha resultado perjudicial. En toda la región, los costos de endeudamiento han aumentado a niveles inasequibles; los préstamos chinos y la inversión extranjera directa se están agotando; y el legado de la reciente crisis del COVID persiste. Los ministros de finanzas africanos tienen que tomar decisiones imposibles entre pagar los salarios de los funcionarios públicos, mantener abiertas las escuelas y hospitales o compensar a los inversores extranjeros. La gente está harta de que los gobiernos no mejoren las condiciones.

Entre el futuro esperanzador y lo cruel de la realidad, se encuentran los ESG, y su uso como un medio tanto para levantar la economía africana, como para aportar a las mejoras de las condiciones sociales africanas. Se pueden convertir en herramientas que gobiernos, sector privado y sociedad civil pueden utilizar para crear plataformas de dialogo y desarrollo.

Esto se ve reflejado en noticias como las siguientes (según ESG news):

Microsoft y G42 anuncian una inversión de mil millones de dólares en infraestructura de centro de datos ecológicos en Kenia.

En el Foro Regional Africano sobre Desarrollo Sostenible (ARFSD por sus siglas en ingles), SUCCA África anunció que ha dado un paso significativo para apoyar a las empresas de África Occidental en su transición hacia emisiones netas cero al unirse a la campaña Race to Zero como Acelerador. Race to Zero es la campaña más grande del mundo que reúne a actores no estatales para tomar medidas inmediatas y contribuir a reducir a la mitad las emisiones globales para 2030, con más de 13.500 miembros en todo el mundo.

El presidente Bola Ahmed Tinubu ha afirmado el compromiso de Nigeria de implementar diligentemente estándares de informes de sostenibilidad líderes en el mundo destinados a desbloquear inversiones de capital, transformar modelos de negocios y salvaguardar el medio ambiente en el país.

El respaldo del presidente coincide con el lanzamiento de la Hoja de Ruta de Preparación para la Adopción de Nigeria por parte del Consejo de Información Financiera de Nigeria (FRC), en colaboración con el ISSB.

Por otro lado, los principales desafíos para la implementación de ESG en África son muy diversos y provienen de una combinación de factores económicos, políticos, sociales e infraestructurales:

Limitaciones económicas:

Recursos financieros limitados: Muchos países africanos enfrentan importantes desafíos económicos, incluyendo altos niveles de pobreza y desempleo.

Acceso a capital: Los proyectos ESG a menudo requieren inversiones iniciales sustanciales. El acceso limitado a opciones de financiamiento asequibles puede obstaculizar la adopción de iniciativas ESG.

Marcos regulatorios y políticos:

Estructuras de gobernanza débiles: La corrupción y la débil gobernanza en algunos países pueden impedir la implementación efectiva y la aplicación de regulaciones ESG.

Falta de políticas claras: Marcos regulatorios inconsistentes o subdesarrollados pueden crear incertidumbre para las empresas que buscan adoptar prácticas ESG.

Factores sociales y culturales:

Pobreza e inequidad: Los altos niveles de pobreza e inequidad pueden desviar la atención de los objetivos de sostenibilidad a largo plazo hacia las necesidades sociales inmediatas.

Educación y conciencia: La limitada conciencia y comprensión de los principios ESG entre empresas, consumidores y formuladores de políticas puede ralentizar su adopción.

Desafíos infraestructurales y tecnológicos:

Infraestructura inadecuada: Una infraestructura deficiente, incluyendo sistemas de energía, transporte y agua, puede limitar la viabilidad de ciertas iniciativas ESG.

Brechas tecnológicas: El acceso limitado a tecnologías modernas y experiencia técnica puede dificultar la implementación de prácticas sostenibles.

Desafíos Ambientales y Climáticos:

Vulnerabilidad climática: Muchos países africanos son altamente vulnerables a los impactos del cambio climático, lo que puede complicar los esfuerzos para implementar estrategias ambientales efectivas.

Biodiversidad y gestión de recursos: Equilibrar la necesidad de desarrollo económico con la protección de la biodiversidad y los recursos naturales es un desafío significativo.

Dinámicas de Mercado y del Consumidor:

Tamaño y madurez del mercado: Mercados más pequeños y menos maduros pueden carecer de la demanda de productos y servicios compatibles con ESG.

Comportamiento del consumidor: La demanda limitada de bienes producidos de manera sostenible puede reducir el incentivo para que las empresas adopten prácticas ESG.

Datos e Informes:

Falta de datos fiables: La recopilación de datos ESG precisos y exhaustivos es un desafío, lo que puede dificultar la transparencia y los informes.

Estándares de informes: La ausencia de marcos estandarizados de informes hace que sea difícil para los inversores y las partes interesadas evaluar el desempeño ESG de manera consistente.

Inversión y sentimiento de los inversores:

Percepción de riesgo: Los inversores pueden percibir África como una región de alto riesgo, lo que puede limitar el flujo de inversiones relacionadas con ESG.

Enfoque a corto plazo: Un enfoque en los retornos financieros a corto plazo puede eclipsar los beneficios a largo plazo de las inversiones ESG.

Es necesario que los gobiernos africanos trabajen junto con las empresas y la sociedad civil para pavimentar el camino de los ESG, permitiendo su desarrollo como vehículo para el crecimiento económico, y la mejora de las condiciones sociales de la población. Es necesario que todos trabajen en la misma dirección.

Por otro lado, la apuesta por los ESG, puede permitir inversiones y la llegada de empresas que trabajen esos temas, abriendo un nuevo frente económico, que podría reportar ingresos y creación de empleos. Por ejemplo, este pueda ser la autopista que pueden utilizar países de América Latina, para la llegada a ese continente, con inversiones.

PD: Soy un firme creyente que la expansión de nuestra industria (no materias primas) pasa por conquistar nuevos mercados como el africano.

Por Juan Camilo Clavijo Martín

El cruce entre ESG y política es América Latina

En los últimos años, América Latina ha sido testigo de avances significativos en el fomento de un entorno empresarial más responsable, marcado por la implementación de marcos locales y globales e iniciativas de colaboración destinadas a promover la sostenibilidad y el gobierno corporativo. Para mejorar la transparencia y fomentar prácticas comerciales sostenibles, la Bolsa de Valores de Colombia colaboró con el Global Reporting Initiative y lanzó conjuntamente la Guía para la Elaboración de Informes ESG para Emisores en Colombia en julio de 2020. La Guía sirve como un instrumento para fomentar la divulgación de la sostenibilidad, informes alineados con estándares internacionales (Regina Lopez, Thomson Reuters, diciembre 2023)

América Latina no se escapa de la ola de ESG en el mundo. Tal como lo ha hecho la Bolsa de Valores de Colombia, recientemente, la CVM (Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil) reforzó la agenda de informes no financieros al lanzar una resolución que obliga a las empresas que cotizan en bolsa a publicar informes a partir de 2026. Además, el crecimiento significativo de las regulaciones y las iniciativas voluntarias en todo el mundo ha llevado los informes de sostenibilidad a la vanguardia.

 

En Chile, Codelco concluyó exitosamente el proceso de licitación pública de energías renovables desarrollado durante 2023, en el que participaron más de 50 empresas nacionales e internacionales, donde resultaron adjudicatarias Atlas, Colbún e Innergex, por un total de 1,8 teravatios hora al año (TWh/año), lo que representa el consumo equivalente de aproximadamente 222 mil hogares (ESG News, febrero 2024).

Igualmente, desde Panamá, SGP BioEnergy (“SGP”) anuncio un compromiso de capital de $250 millones USD de Global Emerging Markets (GEM), un grupo privado europeo de inversión alternativa, para apoyar el desarrollo de la Biorrefinería Golden City en Colón, Panamá y sentar las bases para la transformadora operación Zero- Ecosistema de residuos (ESG News, febrero 2024).

Como estas hay muchas noticias, que hacen tener fe en el futuro de ESG, no solo con sus criterios, sino en sus inversiones. Mostrando que esta tendencia global ha calado profundamente en la region, y el sector empresarial se está moviendo en esta dirección para seguir siendo competitivo a nivel global.

Sin embargo, también nos encontramos con noticias como:

Un nuevo informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), Dividiendo el Amazonas, expone cómo las empresas de aceite de palma y cacao están impulsando la deforestación en la Amazonía peruana mientras cometen ilegalidades con la complicidad del gobierno. El aceite de palma producido por algunas de estas empresas ingresó a las cadenas de suministro de importantes empresas multinacionales como Kelloggs, Nestlé y Colgate. El aceite de palma también se comercializaba con empresas con sede en Bélgica (vandemoortele) y España (Lipsa) que producen bienes para el mercado de la Unión Europea (UE), al mismo tiempo que pone en vigor una nueva ley, el Reglamento de Deforestación de la Unión Europea (EUDR), que prohíbe las importaciones de productos provenientes de cualquier deforestación ilegal, así como aquellos provenientes de puestos de deforestación legal. (ESG. News, febrero 2024).

Es evidente que falta mucho por avanzar. Pero las empresas no lo pueden hacer solas. Necesitan del Estado para que regule y acompañe estos esfuerzos. No sirve de nada si en Perú se sigue deforestando, o gobiernos como el de México promueven la sostenibilidad, pero apoyan iniciativas como el tren maya, que destruye la selva yucateca.

Implementar criterios de ESG en los países latinoamericanos implica varios desafíos y obstáculos únicos. Estos pueden variar según el país y su contexto socio-político específico, pero aquí hay algunos obstáculos comunes que enfrentan los gobiernos en la región:

• Marcos regulatorios: Muchos países latinoamericanos tienen marcos regulatorios que están desactualizados o carecen de especificaciones sobre criterios ESG.

• Inestabilidad política: La inestabilidad política, los frecuentes cambios de gobierno o la corrupción pueden obstaculizar la planificación a largo plazo y la implementación de estas iniciativas. El enfoque en las ganancias políticas a corto plazo suele eclipsar las prácticas sostenibles.

• Restricciones económicas: La inestabilidad económica o las limitaciones en los presupuestos gubernamentales pueden llevar a una priorización del crecimiento económico inmediato sobre las prácticas sostenibles.

• Desafíos sociales: América Latina tiene significativas disparidades sociales, incluyendo altos niveles de pobreza, desigualdad y agitación social. Abordar estos problemas mientras se implementan criterios ESG puede ser un acto de equilibrismo político que puede llevar a crisis.

• Falta de conciencia y educación: A menudo hay falta de conciencia o comprensión de los principios ESG entre los legisladores, las empresas y el público en general.

• Barreras culturales: Diferentes actitudes culturales hacia la gobernanza, los negocios y el cuidado ambiental pueden suponer barreras para adoptar criterios ESG.

• Limitaciones de infraestructura: Implementar criterios ESG a menudo requiere infraestructura moderna, que puede estar ausente en algunas regiones. Esto puede afectar la capacidad para gestionar recursos de forma sostenible, reducir el impacto ambiental o asegurar prácticas laborales justas.

• Desafíos ambientales: América Latina es rica en recursos naturales, pero esto también significa que existe presión para explotar estos recursos. Los gobiernos enfrentan el desafío de equilibrar los beneficios económicos de los recursos naturales con la necesidad de sostenibilidad ambiental.

• Participación limitada del sector privado: Las iniciativas ESG a menudo dependen de la colaboración entre gobiernos y sector privado. Si las empresas no están completamente comprometidas con los principios ESG, puede ser difícil lograr avances significativos.

• Apoyo y cooperación internacional limitados: Aunque existen marcos y acuerdos internacionales que apoyan los principios ESG, los países latinoamericanos pueden enfrentar desafíos para acceder a financiamiento, experiencia o apoyo internacional para implementar estos criterios.

Para enfrentar estos desafíos, es necesaria la presión pública, acuerdos internacionales que empujen a los gobiernos a adaptar nuevos marcos regulatorios, evidenciar el impacto visible del cambio climático (ya hay racionamiento de agua en Bogotá, Colombia), y las consecuencias de la desigualdad social en la región (el coeficiente Gini en Colombia en 2022 fue de 0,556). La divulgación de estas situaciones es clave para presionar a los gobiernos a adoptar de manera profunda las medidas ESG, con un rol vital de la empresa privada, y sin contradicción ni dudas.

Una vez más, en nuestro continente el cambio y avance, pasa por las decisiones como ciudadanos, incluso, el crecimiento empresarial (ligado a ESG) pasa por la elección de lideres que lleven a la región a esas metas, dejando esa política personalista y caudillista, que solo muestra progresos para quienes están cerca a los presidentes.

Señores/as empresa privada, una ciudadanía que vota bien, les beneficia más, que financiar campañas o hacer lobby.

Juan Camilo Clavijo

Los ESG y el reto en el sudeste asiático

El nuevo año marca el comienzo de una versión más refinada de la Taxonomía para las Finanzas Sostenibles de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que es comparable en ambición a iniciativas similares de pares occidentales. La última taxonomía, que entrará en vigor en el primer trimestre de 2024, mostrará el creciente énfasis de la región en la interoperabilidad al avanzar en la característica Plus Standard de la taxonomía después de obtener una amplia aprobación de las partes interesadas. La característica escalonada se alinea con la taxonomía de la Unión Europea y captura los criterios de eliminación del carbón. Como tal, su objetivo es fomentar la descarbonización y elevar la posición de la ASEAN en los esfuerzos globales de sostenibilidad. (Thomson Reuters, febrero 2024)

Lo anterior, muestra la importancia que los criterios ESG están tomando en el sudeste asiático, y como ha sido su rápida evolución. Los sectores público y privado en esa región del mundo muestran su empeño en desarrollar este tema, siguiendo la tendencia global, donde los altos ejecutivos los han adoptado para sus decisiones de inversión.

 

¿Por qué?

Para empezar, a pesar de cubrir sólo el 3% de la superficie de la Tierra, el sudeste asiático alberga aproximadamente el 20% de las especies vegetales, animales y marinas del mundo. Lo que hace a la región extremadamente importante para la biodiversidad, y una zona clave en la lucha contra la crisis climática.

Por otro lado, en una encuesta realizada en 2022, la gran mayoría de las personas que viven en las tres naciones con mayor biodiversidad del sudeste asiático (Indonesia, Malasia y Filipinas) apoyan el objetivo global propuesto de proteger el 30% de la biodiversidad del mundo para 2030. Una encuesta reciente muestra que el 96% de los encuestados en Malasia, el 98% en Indonesia y el 95% en Filipinas están a favor del objetivo.

Desde el lado empresarial, varias de las empresas líderes han lanzado sofisticadas campañas ESG dirigidas a inversionistas globales. Alibaba ha comenzado a revelar más información sobre sus prácticas ESG, incluidas medidas para reducir las emisiones de carbono mediante la optimización de su logística a través de la digitalización y la inversión en energía renovable, al tiempo que lanza varios programas e iniciativas para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a adoptar prácticas comerciales sostenibles.

TSMC, el principal fabricante taiwanés de semiconductores, ha sido reconocido por reducir el impacto medioambiental de la empresa y promover prácticas comerciales sostenibles, y la empresa china BYD, uno de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos del mundo, ha realizado importantes inversiones en energía renovable y transporte sostenible.

Inversionistas + Regulaciones

Para interactuar con inversionistas y clientes, los gerentes asiáticos deben navegar por un complejo laberinto de terminología, estándares y sistemas de calificación. La Unión Europea promulgó nuevas reglas para las inversiones ESG en 2022, el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles, mientras que la SEC en EE. UU., la FCA en el Reino Unido y los reguladores en Hong Kong y Singapur han propuesto sus propios estándares.

El impulso para estas regulaciones es lograr definiciones y métricas claves para ESG e impactar los productos de inversión para minimizar la práctica del greenwashing (lavado verde), en el que industrias ambientalmente dudosas se muestran como amigables con el medio ambiente, y cumpliendo los criterios ESG.

Se espera que las empresas públicas interactúen con múltiples sistemas de calificación, incluido el Carbon Disclosure Project, ISS-ESG, Sustainalytics y S&P Global ESG, todos los cuales emplean sus propios criterios para evaluar el riesgo ESG y clasificar a las empresas.

¿Qué pasa con China y los ESG?

China plantea quizás la prueba más dramática a la inversión ESG, pues sus inversionistas pueden influir positivamente en los acontecimientos globales a través de mejores opciones de inversión. China es a la vez la mayor fuente de emisiones de carbono y el líder mundial en energías renovables. Genera el doble de energía a partir de energía solar y eólica que el mercado estadounidense y al mismo tiempo en 2022 se comprometió a permitir dos nuevas centrales eléctricas de carbón cada semana.

La ambición de China de inyectar prácticas de inversión verde en su mercado financiero ha logrado avances significativos. Los Principios de los Bonos Verdes de China, publicados en julio de 2022, se alinean estrechamente con los estándares internacionales de bonos verdes y ayudan a unificar el mercado interno anteriormente fragmentado. Una enmienda clave requiere que el 100% de los ingresos se destinen a financiar proyectos ecológicos en lugar del 50-70% anterior.

China ha visto una explosión de fondos ESG dirigidos a inversionistas pequeños, prometiendo realizar inversiones que contribuyan a cumplir las promesas del gobierno de lograr cero emisiones netas en 2060 y aliviar la pobreza rural. Pero de los 170 fondos ESG, el 15% está invertido en empresas de carbón, que son, con diferencia, las que más contribuyen a los gases de efecto invernadero, y el 62% posee acciones de acero, que son grandes consumidores de carbón, según un análisis de Bloomberg.

Dado que la divulgación de información ESG es un nuevo requisito, será interesante ver cómo evolucionan las definiciones de ESG. Por ahora, existe la oportunidad de encontrar un equilibrio que tenga un impacto significativo en las personas y demuestre una buena economía. Esto es especialmente relevante cuando se analiza una empresa china en comparación con una de Estados Unidos, porque las prioridades ESG serán más relevantes para cada región.

En China, los inversores están dispuestos a apostar a que las acciones de empresas alineadas con los objetivos políticos de China tendrán más posibilidades de dar frutos. Esto puede incluir contribuir a la reducción de la pobreza rural o la autosuficiencia energética. En el mundo occidental, el enfoque puede diferir.

¿Cuáles son los retos que se vienen?

La implementación de los criterios ESG en el sudeste asiático presenta desafíos únicos debido a la diversidad política, económica, social y cultural del continente.

•             Variabilidad Reglamentaria: La región consta de muchos países con diferentes marcos regulatorios. Algunos países tienen regulaciones ESG sólidas, mientras que otros carecen de requisitos formales. Esta inconsistencia dificulta que las empresas que operan en toda la región estandaricen sus prácticas ESG.

•             Diversidad Económica: Tiene una amplia gama de economías, desde altamente desarrolladas hasta mercados emergentes. Los países en diferentes etapas de desarrollo tienen prioridades distintas, con economías emergentes a menudo enfocadas en la rápida industrialización y el crecimiento económico, a veces a expensas de las preocupaciones ambientales y sociales.

•             Diferencias Culturales: Las actitudes culturales hacia los temas ESG varían en esa zona del mundo. En algunos países, la responsabilidad social corporativa (RSC) y la sostenibilidad ambiental están profundamente arraigadas, mientras que en otros puede haber menos énfasis en estos valores. Esta variación cultural puede afectar la aceptación e implementación de prácticas ESG.

•             Conciencia y Educación ESG Limitadas: En algunos países, la conciencia y la comprensión de los principios ESG aún están en desarrollo. Esta falta de conciencia puede ser un obstáculo para la implementación efectiva de criterios ESG, ya que las empresas y las partes interesadas pueden no comprender completamente los beneficios o la importancia de ESG.

•             Presión para Mantener la Competitividad: Los países enfocados en atraer inversión extranjera y competir en mercados globales pueden ser reacios a implementar regulaciones ESG estrictas, temiendo que pueda socavar su competitividad. Esto puede llevar a una renuencia a adoptar criterios ESG que puedan aumentar los costos o reducir la flexibilidad operativa.

•             Desafíos Ambientales: La región tiene algunas de las ciudades más populosas del mundo y regiones densamente industrializadas, lo que lleva a importantes desafíos ambientales como la contaminación del aire, la deforestación y la gestión de residuos. Abordar estos problemas mientras se mantiene el crecimiento económico puede ser un acto de equilibrio complejo.

•             Gobernanza y Corrupción: Estructuras de gobernanza débiles y corrupción prevalecen en algunos países del sudeste asiático, lo que dificulta la aplicación efectiva de las regulaciones relacionadas con ESG. Esto puede socavar los esfuerzos para implementar criterios ESG y crear un campo de juego nivelado.

•             Complejidad de la Cadena de Suministro: Muchos países son actores clave en las cadenas de suministro globales. La complejidad de estas cadenas de suministro puede dificultar el seguimiento y la gestión de riesgos ESG, especialmente cuando se trata de un gran número de proveedores en diferentes regiones y entornos regulatorios.

•             Expectativas de Inversores y Presión de Accionistas: A medida que la inversión ESG gana terreno a nivel mundial, las empresas del sudeste asiático enfrentan una creciente presión de inversores internacionales para mejorar su desempeño ESG. Sin embargo, cumplir con estas expectativas puede ser un desafío para empresas que no están acostumbradas a las prácticas de reporte y divulgación ESG.

¿Entonces?

Según Thomson Reuters, de cara al segundo trimestre de 2024 y más allá, los recientes avances en las políticas ESG, particularmente a través de la implementación de taxonomías verdes, finanzas combinadas y reglas de divulgación mejoradas, sientan una base sólida para el progreso continuo y la intensificación de las actividades financieras centradas en la sostenibilidad a nivel mundial, tanto a nivel nacional como regional en 2024.

Por otro lado, tratar estos desafíos requiere un esfuerzo concertado de gobiernos, empresas, inversores y sociedad civil. Mayor conciencia, marcos regulatorios más sólidos, cambios culturales hacia la sostenibilidad y un mayor compromiso de los inversores son todos componentes críticos para impulsar la adopción de criterios ESG en el sudeste asiático.

Esperar que un sistema de selección de acciones y bonos resuelva todos los desafíos del mundo puede ser una carga demasiado grande. La inversión ESG será, en última instancia, tan exitosa como el compromiso diplomático y las políticas gubernamentales que definen colectivamente lo que estamos tratando de lograr.

Juan Camilo Clavijo

Canadá muestra el camino con los ISSB

La Junta Canadiense de Normas de Sostenibilidad (CSSB) anunció hoy la publicación de nuevas normas propuestas para que las empresas provean información sobre sostenibilidad y relacionada con el clima, basadas en las normas de divulgación de sostenibilidad recientemente publicadas por la Junta Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB) de la Fundación IFRS. (ESG Today, marzo 14, 2024)

En Canadá, la Junta Canadiense de Normas de Sostenibilidad (CSSB, por sus siglas en inglés) anunció el pasado 14 de marzo, la publicación de nuevas normas propuestas para que las empresas informen sobre sostenibilidad y todo lo relacionado con el clima. Esto está basado en las normas de divulgación de sostenibilidad recientemente publicadas por la ISSB en el 2023.

 

La publicación de los nuevos estándares puede representar un paso importante hacia la introducción de requisitos obligatorios de presentación de informes relacionados con el clima para las empresas canadienses. En 2021, el primer ministro Justin Trudeau ordenó a los ministros del gabinete que avanzaran hacia un sistema de presentación de informes basado en el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés), y en 2022, el gobierno anunció que la Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras (OSFI , por sus siglas en inglés) exigirá a las instituciones financieras reguladas a nivel federal publicar divulgaciones climáticas alineadas con el marco del TCFD a partir de 2024.

¿Qué significa esto?

El Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) fue fundado por la Fundación IFRS (Estándares internacionales de informes financieros), que cuenta con una sólida reputación en la creación de estándares globales de alta calidad que influyen en las decisiones de inversión y fortalecen los mercados de capitales.

El ISSB presentó nuevos estándares globales en junio de 2023. Aunque su adopción puede variar según el país, se espera transformen la manera en que se informa sobre sostenibilidad, mejorando la transparencia y la comparabilidad entre los informes, permitiendo a inversores, reguladores, gobiernos y otros interesados tomar decisiones más informadas.

¿Cuáles son los objetivos de estos estándares?

Desarrollar estándares globales

Satisfacer las necesidades de información de los inversores

Acceso global a la información de sostenibilidad

Compatibilidad internacional

El mismo ISSB es responsable de desarrollar y emitir las normas de informes relacionadas con sostenibilidad, incluyendo la norma IFRS S1, que se centra en los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, y el IFRS S2 que aborda específicamente los relacionados con el clima.

Los reportes que utilizan estas normas, se clasifican en cuatro áreas principales: Gobernanza, Estrategia, Gestión de Riesgos, y Métricas – Objetivos. Estas categorías detallan los procesos, controles, estrategias e indicadores de rendimiento relacionados con temas de sostenibilidad y clima.

Por ende, quiere decir que los nuevos estándares globales permearán estas normas, y las empresas deberán adaptarse a estas, para seguir cumpliendo, tener validación internacional, y seguir utilizando este método como medio de comparación mundial. No se tendrán que desarrollar nuevas capacidades.

Las entidades deben reportar lo anterior, junto con sus estados financieros, a partir de los períodos de presentación de informes anuales que comiencen el 1 de enero de 2024, lo que significa que podrían aparecer por primera vez en informes anuales de 2025. Sin embargo, ciertas entidades, como las de gestión de activos, banca comercial o seguros, pueden recibir alivio durante la transición, eximiéndolas de ciertas divulgaciones (disclosure) inicialmente, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero del alcance 3 (Scope 3).

¿Retos?

Las normas globales del ISSB, al igual que cualquier marco regulatorio, tienen ciertas limitaciones, que incluyen:

Adopción voluntaria: Las normas del ISSB son voluntarias, lo que puede limitar su efectividad para lograr una adopción generalizada y consistencia en las prácticas de informes.

Variaciones jurisdiccionales: Aunque el ISSB tiene como objetivo la aplicabilidad global, diferentes jurisdicciones pueden tener sus propios requisitos regulatorios y marcos de informes. Esto puede llevar a inconsistencias.

Complejidad y costos de cumplimiento: Cumplir con las normas del ISSB puede requerir recursos y experiencia significativos, especialmente para entidades más pequeñas.

Subjetividad e interpretación: Las entidades pueden interpretar las normas del ISSB de manera diferente, lo que puede resultar en variaciones en la información reportada y problemas de comparabilidad.

Mecanismos de aplicación limitados: A diferencia de las normas de informes financieros, que pueden tener mecanismos de aplicación regulatoria, las normas del ISSB se basan en la disciplina del mercado y la presión de las partes interesadas para el cumplimiento. Esto puede limitar la efectividad de las normas para garantizar prácticas de informes consistentes y precisas.

Naturaleza evolutiva de los problemas de sostenibilidad: Los problemas de sostenibilidad están en rápida evolución, y pueden surgir nuevos riesgos y oportunidades con el tiempo. Estos estándares deberán adaptarse rápidamente.

Calidad y disponibilidad de los datos: Los datos confiables sobre métricas de sostenibilidad pueden ser limitados o difíciles de obtener, especialmente en lo que respecta a aspectos no financieros.

En general, aunque las normas globales del ISSB representan un paso significativo hacia el mejoramiento de los informes de sostenibilidad, enfrentan diversos desafíos y limitaciones que pueden afectar su efectividad y adopción generalizada. Abordar estas limitaciones será esencial para promover prácticas de informes de sostenibilidad consistentes, comparables y de alta calidad a nivel mundial.

Por otro lado, el eslabón que hace falta, del que todos sabemos, pero no se menciona, es la influencia de la sociedad civil, gobiernos, reguladores, organizaciones empresariales y demás interesados, para que estos estándares se apliquen con rigurosidad, creando un marco internacional con el cual el sector privado se pueda guiar y desarrollar mejoras.

Igualmente, desde la política pública, Canadá muestra el camino para que los demás países apliquen estos estándares en su legislación.

Juan Camilo Clavijo

En los criterios esg, hay espacio para el consenso

A principios de este mes, varias instituciones financieras importantes de Estados Unidos se retiraron de Climate Action 100+, una coalición internacional de administradores de dinero comprometida a presionar a las grandes empresas para que aborden los problemas climáticos. Su retirada es el episodio más reciente de una tendencia creciente de Wall Street a retirarse de compromisos ambientales anteriores en medio de crecientes divisiones políticas y presiones financieras. (Lexology, marzo 5, 2024)

En el mismo artículo se afirma que, tras el furor inversor de finales de la década de 2010 y principios de la de 2020 por la inversión ESG, los últimos años han traído consigo una creciente reacción contra la inversión centrada en el clima a medida que ha crecido la división política en Estados Unidos. Varios estados gobernados por republicanos pusieron en la lista negra a administradores de dinero con compromisos públicos de sostenibilidad e introdujeron legislación destinada a limitar la capacidad de las instituciones financieras para incluir consideraciones ESG en las estrategias de inversión.

 

Temerosas de la contienda política, algunas instituciones financieras importantes han dado marcha atrás en sus promesas relacionadas con el clima. Un ejemplo es el reciente retiro de administradores de dinero, incluidos BlackRock, State Street, JPMorgan y Pimco, del Climate Action 100+,  después de que el grupo pidiera a los miembros que se retiraron que presionaran a las grandes corporaciones para que redujeran las emisiones, un plan que, según los miembros que se retiraban, podría violar el compromiso fiduciario con los accionistas o entrar en conflicto con las regulaciones antimonopolio, ya que las instituciones financieras actuaban en concierto para moldear el comportamiento de otras empresas.

Por otro lado, uno de los argumentos anti-ESG está centrado en el impacto en los fondos de pensiones y otras inversiones. Si los administradores de estas operaciones dejan de centrarse en equilibrar adecuadamente el riesgo y el rendimiento, por alcanzar objetivos ESG, los contribuyentes podrían verse afectados en miles de millones en deuda.

Desde la perspectiva de quienes están a favor de esta ola anti-ESG, se afirma que obligar a los gerentes de esas operaciones a adoptar o rechazar estos criterios, podría privar a los contribuyentes de la innovación basada en el mercado, la resiliencia y el valor a largo plazo.

Según un informe del Consejo de Gobiernos Estatales (en EE.UU.), sólo a nivel estatal, los contribuyentes enfrentan 1,3 billones de dólares en pasivos no financiados provenientes de los sistemas de pensiones de los empleados gubernamentales. Los administradores de estos planes de pensiones necesitan todas las herramientas a su alcance para proteger a los contribuyentes contra rescates masivos.

Según la ola anti-ESG, aprobar leyes a favor de estos criterios restringe las operaciones financieras a nivel federal o estatal, y podría colocarlos en una posición fiscalmente insostenible. En varios casos, la búsqueda de resultados no financieros con motivaciones ESG ha llevado a menores retornos de la inversión, distorsiones del mercado y otras formas de daño económico.

Por ejemplo, cuando Texas aprobó una ley en 2021 que prohibía a los municipios trabajar con bancos que adoptaran políticas de mitigación de riesgos relacionados con los combustibles fósiles y las armas de fuego, investigadores de Wharton Business School descubrieron que esto impulsó a cinco de los aseguradores más grandes del estado a salir del mercado. Eso disminuyó la competencia local por el endeudamiento y aumentó las tasas, lo que costó a los contribuyentes $532 millones adicionales en intereses durante ocho meses.

Pero esto no solo se ve en Estados Unidos. Según la revista Fortune:  Una ola de descontento por las políticas de sostenibilidad está atravesando el Atlántico, dificultando el crecimiento verde y presionando a los líderes y financieros que luchan por implementar políticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Y las próximas elecciones estadounidenses no les facilitarán la vida a las empresas que navegan por las poderosas corrientes de los lobbistas anti-ESG. (marzo 7, 2024)

La perspectiva que las finanzas verdaderamente sostenibles sean incapaces de preservarse está ganando gran importancia en 2024. La idea de una transición justa e integral de la economía estaría cambiando de abarcar todo el sistema a un sector muy pequeño que se enfoca en las finanzas sostenibles.

¿Qué ayudó a despertar esto? Las comunicaciones mal diseñadas en la UE sobre la inversión ESG, han contribuido a debilitar el movimiento hacia una economía responsable y con visión de futuro. Ante las furiosas protestas de los agricultores de los meses pasados, la unión ha renunciado a su objetivo de reducir a la mitad el uso de pesticidas para 2040.

El activismo ambiental financieramente analfabeto también está teniendo un efecto paralizador en las empresas. Por ejemplo, una investigación parlamentaria en Francia está examinando los compromisos medioambientales del gigante energético Total Energies. Con acusaciones de greenhushing (silenciar la ecología), greenwashing (lavado de imagen verde) y woke capitalism (capitalismo despertado), las tres letras “ESG” se han convertido en sinónimo de reacción violenta.

Lo anterior muestra la absoluta necesidad que los políticos, ambientalistas y barras bravas del clima se apropien del tema correctamente, entendiendo aún más del funcionamiento empresarial y de finanzas. Si bien existen empresas que hacen greenwashing,no se puede negar y esto se debe denunciar (dejando el activismo), también se puede trabajar con ellas para que aceleren su transición real. No se puede destruir todo, solo porque no cumple con los estándares idealistas de algunos sectores. Hay que ser realistas y construir sobre lo mucho, o lo poco que se haya construido.

El libre mercado se nutre de la competencia, la eficiencia y la adaptabilidad. La inversión puede coexistir armoniosamente con los principios ESG, al trabajar con inversores, las empresas pueden optar por adoptar voluntariamente prácticas sostenibles y priorizar la gobernanza ética, al tiempo que garantizan la libertad de tomar decisiones de inversión que permitan a las empresas mejorar su desempeño general.

Al mismo tiempo, las empresas que invierten en prácticas eficientes en el uso de recursos, como la energía renovable, pueden impulsar innovaciones que generen retornos financieros a través del ahorro de costos, una mayor eficiencia operativa y mantenerse a la vanguardia de los cambios regulatorios.

Además, en todo cambio social, económico o político, después de las aplicaciones de nuevas ideas, reformas o revoluciones (para ponerlo en términos más extremos), siempre hay un periodo de contra-reformas o contra-revoluciones, que busca reestablecer los viejos valores. ¿Estamos viviendo ese momento de contra – ESG?

Como en la política, con los criterios ESG, hay espacio para el consenso, y el trabajo mutuo.  Hay que evitar ser reactivos, y ser más propositivos.

Juan Camilo Clavijo

Otro frente en la lucha contra la crisis climática: ¿ESG Vs. PYMEs?

Un nuevo estudio de BDC encuentra que casi todas las grandes empresas exigen informes ESG de sus proveedores, y las pequeñas empresas que no puedan cumplir con los requisitos ESG perderán la oportunidad de ganar grandes contratos. (Canadá Newswire, marzo 2023)

En el mismo artículo se afirma que: un tercio de las PYMEs (pequeñas y medianas empresas) que son proveedoras, actualmente no necesitan informar sobre ESG, sin embargo, creen que tendrán que hacerlo dentro de los próximos cinco años. Lo anterior implica unos gastos, adecuaciones, y conocimiento que las compañías deben generar rápidamente.

 

¿Pero que es ESG?

Para comenzar, ESG es el acrónimo de Environmental, Social and Governance (Medioambiental, Social y Gobernanza) y es el resultado del rendimiento global de una empresa en materia de sostenibilidad. Además, estos criterios están totalmente relacionados con los llamados ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), término utilizado por la ONU para referirse a las 17 metas, que representan los desafíos y vulnerabilidades que deben ser abordados por todos para 2030.

Por otro lado, hasta el Acuerdo de París de 2015, las inversiones sostenibles eran más abstractas que tangibles. Sin embargo, este acuerdo estableció compromisos vinculantes sobre el cambio climático, lo que aceleró la adopción de acciones e inversiones para la descarbonización de la economía. Como resultado, los criterios ESG se convirtieron en la mejor ruta para las empresas que quieren trabajar en estos temas.

Hoy en día, según Mauricio Paez de Steelcase, ESG se considera clave en la evaluación del rendimiento financiero y la sostenibilidad a largo plazo de una empresa, especialmente si comercia públicamente sus acciones. Se ha convertido en una parte integral del proceso de inversión, y cada vez más empresas reconocen la necesidad de abordar los problemas de ESG para cumplir con las expectativas de sus grupos de interés y mejorar su desempeño general. ESG también se está convirtiendo en un factor clave para que las empresas atraigan y retengan clientes, empleados e inversores.

El tema se complejiza cada día más, porque se va necesitando de mayor cantidad de datos, de información, lo que lleva a términos como: la taxonomía verde (o de ESG) que, para hacerlo más comprensible se puede mirar como un diccionario de actividades sostenibles. Esta definición refleja el objetivo último de: unificar los criterios utilizados para definir qué entendemos por sostenibilidad. Esta es una herramienta tanto para empresas, como entidades reguladoras, y organismos internacionales.

¿Cómo se aplican?

–              Integración a la estrategia empresarial

–              Compromiso de la alta dirección

–              Políticas y procedimientos

–              Participación de los empleados

¿Y las pequeñas y medianas empresas?

Las PYMEs y las organizaciones sin fines de lucro están descubriendo que están en el mismo barco. Existe una presión cada vez mayor por parte de las partes interesadas para que sean más transparentes y responsables en cuanto al desempeño ESG, sin importar el tamaño de la empresa.  (Roopa Davé, socio, servicios de sostenibilidad, KPMG).

Estas presiones vienen desde distintos ángulos, como:

–              Inversionistas

–              Clientes

–              Empleados

–              Entidades reguladoras

Cada uno, con sus intereses, prioridades y tiempos, inevitablemente impactan los costos, operaciones, recursos, cadenas de producción y proveedores, etc. Las PYMEs están recibiendo estas demandas, y lo peor, se suman a las presiones de ventas, que en algunos casos condicionan su existencia mes a mes.

¿PYME-reto?

Según Greenomy, al igual que ocurre con las grandes empresas, los criterios ESG tienen sus propios desafíos para las PYMEs. Al intentar proporcionar los datos solicitados para sus informes ESG, las pymes se enfrentan a problemas clave:

–              Restricciones financieras: a medida que aumentan los requisitos ESG, la cantidad de recursos que las PYME pueden dedicar a la presentación de informes e implementación de medidas ESG no necesariamente crece con ellos.

–              Falta de experiencia: como empresas más pequeñas y, a veces, más jóvenes, las PYME pueden carecer de las habilidades y los conocimientos necesarios para comprender, recopilar y compartir los datos solicitados, de una manera que cumpla con los estándares solicitados.

–              Ausencia de datos existentes: Establecer procesos sólidos de recopilación de datos es complejo y costoso para las empresas más pequeñas. Este proceso puede complicarse aún más por la posibilidad de que esos datos no existan.

–              Falta de incentivos: Faltan incentivos claros para cumplir con la implementación de estos criterios. Las pymes todavía están intentando comprender cuál es el beneficio para ellas de cumplir con estos nuevos marcos ESG. Por el momento, lo ven como un nuevo centro de costes y no lo perciben como una oportunidad que podría acelerar su negocio.

¿Y si mi PYME no los aplica?

En el mismo informe de Greenomy, se afirma que hay estudios que muestran que los consumidores prefieren cada vez más empresas más sostenibles. Por ende, no sólo los bancos o los inversionistas se negarán progresivamente a financiar a las PYMEs insostenibles en la medida que se integren los riesgos ESG en sus evaluaciones de cartera, sino que las empresas más grandes también seleccionarán a los proveedores más sostenibles para mejorar su desempeño en materia de sostenibilidad.

¿ESG Vs. PYMEs?

Aquí hay algunos consejos para las PYMES, en su aplicación de criterios ESG, y para dejar de lado los temores:

1.            Evaluar el estado actual: Comience por evaluar las prácticas y el desempeño ESG actuales de su PYME, abordando cuestiones ESG clave. Identificar riesgos potenciales, brechas y oportunidades.

2.            Establecer objetivos: defina objetivos claros y medibles para su programa ESG que se alineen con los valores, la misión y los objetivos a largo plazo de su PYME.

3.            Involucrar a las partes interesadas: Involucrar a las partes interesadas clave, tanto internas como externas, en la implementación del programa ESG, incluidos inversores, empleados, proveedores, clientes, comunidades locales y organismos reguladores.

4.            Realizar una evaluación de materialidad: Evalúe las cuestiones ESG materiales que sean más relevantes para las operaciones y la industria de su PYME.

5.            Evaluar riesgos y oportunidades: identifique y evalúe los riesgos y oportunidades potenciales asociados con su programa ESG.

6.            Desarrollar políticas y procedimientos: cree políticas y procedimientos integrales que reflejen sus objetivos ESG, abordando información ESG clave.

Falta algo ¿No?

En teoría, el plan para aplicar criterios ESG es fácil de aplicar, pero las PYMEs no pueden hacer esto solas. Los gobiernos deben facilitar ayudas para que estas no se vean tan afectadas en su flujo de caja, pues los cambios y nuevos procesos que deben implementar les quita recursos a las operaciones del día a día, que de por sí, ya las pone en serio aprietos.

Por otro lado, y especialmente en América Latina, la legislación debe moverse al mismo ritmo de las empresas, para que estas tengan un norte a donde ir, y se organicen estos criterios. Se necesitan políticas que promuevan estas prácticas, y que coordinen esfuerzos a través de sectores, para organizar el ecosistema.

Finalmente, es necesario que las grandes empresas que contratan a PYMEs como proveedores, y hacen parte de sus cadenas de valor, les den asesoría y les presten toda la asistencia técnica necesaria, para que estas empresas puedan cumplir con los parámetros ESG requeridos por esas compañías. Así, no solo las grandes empresas mejoran sus propios índices, sino que apoyan a las PYMEs en su inserción al mundo ESG.

Juan Camilo Clavijo

Si los que lideran no lo hacen ¿Por qué lo voy a hacer yo?

Taylor Swift está recibiendo muchas críticas por las emisiones de su avión privado que calientan el planeta. Swift no solo encabeza las listas, sino que también ocupa el primer lugar en la lista de celebridades con las mayores emisiones de Co2 por volar, según una iniciativa que rastrea a las celebridades que vuelan de forma privada. El uso de su avión privado representó aproximadamente 8.300 toneladas de emisiones de carbono en 2022, es decir, aproximadamente 1.800 veces las emisiones anuales promedio de un ser humano, o 576 veces las del estadounidense promedio y alrededor de 1.000 veces las del europeo promedio. (Carbon Market Watch, Febrero 13, 2024)

La cantante estadounidense es solo una muestra del estilo de vida de los ricos y famosos, la cual es causa de un gran porcentaje de las emisiones de carbono en el planeta. Según el rastreador de vuelos comerciales WingX, hubo 882 aviones privados que entraron y salieron de Las Vegas para el Super Bowl, el fin de semana pasado. El mismo evento en 2023 en Glendale, Arizona, registró más tráfico aéreo privado con 931 vuelos.

 

Muchos de los aviones privados se utilizaron para viajes muy cortos. Un vuelo estuvo en el aire menos de 30 minutos y 81 jets privados iban y venían a Los Ángeles, que está a menos de una hora de distancia. Esto es significativo porque los aviones privados emiten entre 5 y 14 veces más contaminación por pasajero que los aviones comerciales y 50 veces más que los trenes, según el grupo europeo sin fines de lucro de transporte limpio Transport & Environment.

Para poner los números en contexto, en solo una hora, un avión privado puede emitir 2 toneladas de CO2 en comparación con una persona promedio de la Unión Europea, que emite 8,2 toneladas en el transcurso de un año completo. Así mismo, Greenpeace descubrió que los aviones privados emitieron un total de 5,3 millones de toneladas de CO2 en los últimos tres años, y que el número de vuelos se disparó de casi 119.000 en 2020 a 573.000 en 2022. Esa cantidad de dióxido de carbono es más de lo que Uganda -un país de unos 46 millones de habitantes- produce en un año.

Los políticos tampoco se salvan. Rishi Sunak (primer ministro del Reino Unido) se enfrenta a una nueva indignación por parte de los activistas climáticos después de que se supo que el primer ministro, el rey y el secretario de Asuntos Exteriores, David Cameron, viajaron en aviones separados a la conferencia Cop28 en Dubai. Downing Street confirmó que los tres principales representantes británicos en la crucial cumbre –destinada a reducir las emisiones globales– usarían cada uno su propio avión privado.

Pero esto no se reduce solo a los famosos, ni a los aviones privados. Según un reporte de Oxfam de noviembre de 2023, el 1% más rico de la población mundial produjo tanta contaminación de carbono en 2019 como los dos tercios más pobres de la humanidad.  Estas enormes emisiones del 1% más rico causarán 1,3 millones de muertes excesivas relacionadas con el calor, aproximadamente el equivalente a la población de Dublín, Irlanda. La mayoría de estas muertes ocurrirán entre 2020 y 2030.

El 1% de los mayores emisores a nivel mundial tuvo cada uno una huella de carbono de más de 50 toneladas de CO2 en 2021, más de 1.000 veces mayor que la del 1% inferior de los emisores. Estos grandes contrastes reflejan grandes diferencias en ingresos y riqueza, y en estilos de vida y patrones de consumo.

En Estados Unidos, un estudio publicado en la revista PLOS Climate, encontró que el 10% más rico de Estados Unidos, cuyos hogares ganaban más de 178.000 dólares, eran responsables del 40% de la contaminación del país causada por el hombre y que calienta el planeta. Sólo los ingresos del 1% más rico (hogares que ganan más de 550.000 dólares) estaban relacionados con entre el 15% y el 17% de esta contaminación.

¿Dónde está el ejemplo?

Los ricos, los famosos y los políticos deberían ser quienes lideren con el ejemplo. Para quienes todavía no entiendan esto es: guiar a los demás a través de sus comportamientos e inspirarlos a hacer lo mismo que usted. Es un estilo de liderazgo (liderazgo de servicio) en el que usted modela el comportamiento que desea ver en su equipo.

Estas personas, quieran o no, son líderes para el resto de la sociedad. Están en un lugar de privilegio, donde tienen el poder de influenciar a millones de personas, por ende, hacen parte del debate de sostenibilidad y lucha contra la crisis climática. Son ellos quienes están llamados a mostrar el camino, no solo, por su posición, sino porque son los grandes contaminantes del planeta.

Esto no debe hacerse desde la bondad y el buen corazón, pues jugar a la superioridad moral no tiene ningún efecto positivo, al contrario, divide. Estas personas deberían ver la reducción de sus emisiones en términos de beneficios de marketing, valor reputacional y sostenibilidad de su negocio. Es sencillo, al tener estilos de vida más sostenibles, el negocio será más duradero.

Por otro lado, nosotros como consumidores de todo lo que esta gente hace o deja de hacer (en mayor o menor medida), debemos asumir el rol responsable de seguir jugando o no, con los likes y/o reenviar todo lo que esta gente postea. Igualmente, se hace evidente que la brecha entre ricos y pobres no solo se mide por acceso (a servicios médicos y demás), sino por emisiones. En 2021, el norteamericano promedio emitió 11 veces más CO2 relacionado con la energía que el africano promedio.

Si los que lideran no lo hacen ¿Por qué lo voy a hacer yo?

Y esto mismo se puede aplicar a la corrupción, a la política, a lo profesional, etc.

Juan Camilo Clavijo

Huele a quemado

El mundo se está volviendo un lugar más violento que si lo comparamos con el principio de este siglo y se espera que llegue al final de 2023 con al menos ocho grandes guerras, además de decenas de conflictos armados de menor intensidad, según advierten los investigadores. (BBC, noviembre 29, 2023)

El 2024 nos recibe entre los miedos que despierta la Inteligencia Artificial; con las más de 3.700 millones de personas que podrán votar en elecciones en 70 países (hay convocatorias tan trascendentales como las de EE UU, la UE, Taiwán o la India, cuyos resultados tendrán un impacto global); la crisis climática agudizada con el fenómeno del niño, que ya ha pasado factura con incendios forestales en Colombia, Argentina y Chile; la eterna crisis económica que desde la pandemia no da tregua; el ejercicio militar de la OTAN más grande desde la Guerra Fría (Steadfast Defender 2024) que comienza la próxima semana; y las muchísimas angustias diarias con las cuales despertamos día a día, a lo cual se suman las crecientes guerras en todo el planeta.

 

La BBC fallo por 2 conflictos que se agregan para este año. Según el International Crisis Group – ICG, para enero de 2024, hay 10 conflictos para monitorear:

  • Gaza
  • Guerra ampliada en el Medio Oriente
  • Sudán
  • Ucrania
  • Birmania
  • Etiopía
  • El Sahel
  • Haití
  • Armenia-Azerbaiyán
  • EE. UU.-China

Algunas de estas guerras captan la mayor cantidad de titulares como la de Ucrania o Gaza; otros son conflictos regionales, como el conflicto ampliado en Medio Oriente, donde las guerras proxy como la de Yemen, las escaramuzas entre Israel y  Hezbollah, o las milicias en Irak marcan las fuertes posiciones de Irán, y sus adversarios;  o guerras civiles como sucede en Sudan, entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF en Ingles), que ha dejado miles de muertos, y aun un numero mayor de desplazados. Según el ICG, esta guerra tiene sus raíces en las luchas dentro del ejército tras la destitución del dictador Omar al-Bashir durante una revuelta popular en 2019. Bashir había empoderado a las RSF como una guardia pretoriana no oficial, tratando de aislarse a sí mismo de amenazas de golpe de Estado.

Por otro lado, existen conflictos, mas no guerras, como es el caso de EE.UU y China, que luchan codo a codo por poder e influencia, donde Taiwán puede ser un detonador de acciones militares de un lado o del otro; el conflicto existente entre India y China, donde su cooperación puede llegar a ser tan estrecha, como su desconfianza mutua. En esta lista no puede falta el eterno conflicto entre Pakistán e India, cuyos orígenes se remontan al mismo nacimiento de estas dos naciones, ni tampoco se puede dejar por fuera la siempre muy tensa relación entre la República Democrática Popular de Corea y la República de Corea.

Si queremos, podemos agregar la ola de criminalidad en nuestra América Latina, por la cual se han cometido más de 2,5 millones homicidios desde el año 2000. Esto significa que el 33% de los homicidios del mundo ocurren en esta región cuya población sólo representa el 8% mundial. En su inmensa mayoría, las muertes son atribuibles al crimen organizado, que saca provecho de estados relativamente débiles, democracias imperfectas, instituciones corruptas y economías informales con altas tasas de desigualdad y pobreza (según Real Instituto Elcano). Por ejemplo, ya la violencia en Colombia ha mutado del esquema guerrilla – paramilitares a bandas criminales franquiciadas por carteles mexicanos, y ha llevado a Ecuador a la declaratoria del conflicto armado interno, con el Decreto Ejecutivo 111.

¿Y ahora quien podrá ayudarnos?

Fue para este tipo de situaciones, y especialmente en la actualidad, se creó la Organización de Naciones Unidas – ONU. Sin embargo, sumado a su desprestigio por su consentida burocracia y pobres resultados, llega el escándalo de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA por sus siglas en inglés) y sus conexiones con Hamas.

Los estados nacionales en su crisis de legitimidad y poca eficiencia, se quedan cortos ante los tremendos desafíos que significan todos estos escenarios de guerras globales. Sus famélicas democracias (porque así están, al borde del colapso), sus políticos enquistados en el poder, que siguen con unas lógicas del S.XX sin percatarse que hemos avanzado a otro paradigma, y sus pocos éxitos para solucionar las necesidades básicas de sus poblaciones, en lugar de ser una posible solución a la guerra, se convierten en gasolina para esta.

Por otro lado, las grandes corporaciones en su afán de generar más dividendos para sus inversionistas, ni se asoman como posibles actores de paz, porque nada reactiva una economía en caída libre, como una buena guerra, y si no es posible, es necesario alimentar los miedos a una, para que todos sigamos consumiendo irracionalmente.

Ante este escenario, aparece la sociedad civil con sus buenas intenciones, con su idealismo marchante, de protestas, posts en Instagram y consignas en X (antes Twitter), con sueños de arrinconar a gobiernos y tomadores de decisión para buscar soluciones de paz, siempre llevando una superioridad moral que irrita a la otra parte que no sale a gritar arengas en la calle, y así, siempre dividida, difícilmente logrará su cometido de realmente poner a un gobernante contra la pared.

¿Entonces?

Los mismos que hoy se ven sin ideas para encontrar soluciones, serán los mismos que pueden encontrar una salida:

  1. La ONU tendrá que adaptarse a las nuevas demandas internacionales, para aclarar todas las dudas sobre la presunta colaboración con un grupo terrorista. Además, tendrá que implementar reformas que den la imagen de búsqueda de eficiencia, así mismo, tendrá que hacer frente a las demandas de reforma del consejo de seguridad y demás órganos.
  • Son los estados quienes son protagonistas de la guerra o la paz. Son estos los que tienen el poder de encontrar una salida a estos conflictos, por ejemplo, dejando de lado sus pretensiones históricas (como en Rusia – Ucrania), que solo unos pocos lideres bucólicos buscan revivir.

Los estados tendrán que saber nadar en este mar de tensiones, para conservar la paz. Seria inocente de mi parte creer que todos caminemos de la mano y seamos amigos, pero es necesario evitar que un mayor numero de naciones se sumen a este pulso de fuerzas entre potencias mundiales (EE.UU – China) o regionales (Irán – Arabia Saudita).  Esto va dirigido especialmente a países de nuestra América Latina, que siempre han preservado su posición pacífica.

  • Los grandes capitales, las multinacionales y las corporaciones, deberán ajustar su financiamiento, cadenas de suministro y proveedores de continuar o incluso aumentar estas tensiones. Ya estamos presenciando las consecuencias de la guerra en el comercio, con el bombardeo de cargueros en el estrecho de Ormuz, por parte de los rebeldes Hutíes en Yemen, por donde pasa la quinta parte del petróleo mundial.

De llegar a un punto crítico, estas organizaciones serán las que tienen la mayor influencia en los lideres mundiales, y estarán llamadas a revisar esos planes belicistas.

  •  La sociedad civil, como siempre la más afectada, no debe caer en la tentación de discursos nacionalistas, que equivocadamente proponen soluciones simples a problemas complejos. Esta deberá hacerse sentir en las elecciones de 2024, para elegir lideres que nos saquen de estas tensiones.

La población debe estar consciente que hay problemas que nos convocan a todos, como la crisis climática, la crisis económica, la creciente ola de migrantes, etc. Debemos ser nosotros quienes moderemos las actitudes de presidentes y primeros ministros, porque estamos viendo los pobres resultados, si le dejamos todo a los políticos (sea Trump o Biden, sea Fernández o Milei, sea Petro o Duque).

Huele a quemado. Durante cuatro semanas ya

Ha estado ardiendo el pozo seco de la huerta.

Los pájaros ni siquiera han cantado hoy

Y el álamo ha dejado de crujir y silbar.

(Julio de 1914 – Anna Ajmátova)

Encuentre aquí más columnas de Juan Camilo Clavijo

De eso tan bueno no dan tanto

La publicación del martes de archivos de la demanda de Virginia Giuffre contra Ghislaine Maxwell incluyó transcripciones completas de declaraciones con Maxwell y el propio Epstein, y testimonio jurado de Sarah Ransome, otra presunta víctima de la red de tráfico sexual del financiero, que revela nuevas acusaciones contra figuras de alto perfil de toda la sociedad (todos los enumerados han negado cualquier sugerencia de irregularidad). (Forbes España, enero 10, 2024)

Se había hablado de la presencia de grandes personalidades del mundo en las famosas fiestas de Jeffrey Epstein o las visitas a su isla, donde delitos sexuales eran cometidos. Sin embargo, para aclarar bien este caso, es necesario saber de qué se trata la famosa lista.

 

Según El País de España, la lista de Epstein no es en realidad una lista. Al menos, no una lista de clientes, ni de quienes viajaron a su isla. Aunque hay algunas enumeraciones de nombres, en la mayoría de los casos las personas aparecen mencionadas en los documentos en contextos heterogéneos.

Junto a personas que cometieron actos sexuales con algunas de las víctimas, hay otras que aparecen solo de forma tangencial, porque se pregunta por ellas o porque son víctimas o empleados. En la inmensa mayoría de los casos, no hay indicios de conductas reprobables, aunque la mera aparición de un nombre se haya mostrado tóxica para su reputación, en medio de la desinformación que circula sin freno por las redes sociales, donde también han aparecido numerosas listas falsas.

Los nombres aparecen en más de 900 páginas sobre los que levantó este miércoles el secreto de sumario Loretta Preska, la jueza que se ha hecho cargo del caso de la demanda por difamación que presentó en 2015 una de las víctimas, Virginia Giuffre, contra la que fue amante y socia de Epstein, Ghislaine Maxwell. Es un primer lote de documentos al que seguirán otros.

Sin embargo, más allá de los detalles de cómo o en que contexto estos nombres fueron nombrados, está claro que con solo la presencia del nombre de una figura pública en esta lista se cuestiona todo su reputación y prestigio. Por ejemplo, el príncipe Andres, Bill Clinton o Donald Trump, de quienes ya se conocían algunos escándalos, y que, a juzgar por sus espectáculos anteriores, no es de extrañarse que estén en esta lista. Pero en este articulo me quiero centrar en Stephen Hawkins y Oprah Winfrey (quien según los documentos, no aparece como un cliente), quienes también aparecen mencionados.

Los buenos

Es el caso de Oprah. Esta mujer, cuya vida de niña no fue nada fácil, supo superar una infancia traumática y convertirse con el tiempo en una brillante comunicadora. Nacida el 29 de enero de 1954 en la localidad estadounidense de Kosciusko, en el estado de Misisipi, su abuela la cuidó hasta que cumplió los seis años. Pasó entonces a vivir con su madre y se vio abocada a un entorno infernal: sufrió abusos y maltratos físicos y psíquicos que convirtieron su día a día en un calvario. La insoportable situación determinó que a los trece años decidiera escaparse; pensó que cuando la detuvieran la llevarían a casa de su padre en Nashville, como efectivamente ocurrió.

Por otro lado, Stephen Hawkins un físico teórico británico, que a pesar de sus discapacidades físicas y de las progresivas limitaciones impuestas por la enfermedad degenerativa que padecía, es probablemente el físico más conocido entre el gran público desde los tiempos de Einstein. Luchador y triunfador, a lo largo de toda su vida logró sortear la inmensidad de impedimentos que le planteaba el mal de Lou Gehrig, una esclerosis lateral amiotrófica que le aquejó desde que tenía veinte años. Hawking fue, sin duda, un caso particular de vitalidad y resistencia frente al infortunio del destino.

De eso tan bueno no dan tanto

Incluso los más ovacionados de la historia han tenido comportamientos perversos o se han visto inmersos en situaciones absolutamente inmorales. Este es el caso Mohandas Karamchand Gandhi, más conocido como Mahatma Gandhi, abogado, activista y político indio que fundó el movimiento de la no violencia y consiguió la independencia de la India con métodos pacíficos.

Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Gandhi estuvo en contacto con los regímenes fascistas de Benito Mussolini en Italia y de Adolf Hitler en Alemania. En 1931, Gandhi participó en unas conversaciones de paz entre los gobiernos británico e indio que se organizaron en Londres. De regreso a la India, el gobierno de Mussolini lo invitó a visitar Italia, donde lo invitaron a asistir a un desfile de las juventudes fascistas italianas. En el caso de Hitler, hace algunos años salieron a la luz unas cartas en las que Gandhi se dirigía al Fuhrer como “su más sincero amigo”, un formalismo de despedida en inglés.

Igualmente, a los 36 años, Gandhi decidió hacer voto de castidad y no practicar más el sexo para alcanzar una plenitud espiritual. Por extensión, aquella decisión afectó también a su mujer, aunque ella no pudo opinar sobre el tema. Sin embargo, como el propio Gandhi explicaba, solía dormir desnudo con niñas para poner a prueba su voluntad.

Según su filosofía, un hombre capaz de contener sus impulsos en una situación así sería incapaz de mentir o herir a nadie. Sin embargo, en la sociedad actual un comportamiento así sería intolerable y Gandhi sería acusado de pedofilia, un trastorno psiquiátrico en el que los afectados se sienten atraídos sexualmente por menores.

En América Latina también hemos tenido este tipo de personajes. Rigoberta Menchú nació el 9 de enero de 1959 en Chimel, un pueblo del municipio de Uspántan, Guatemala. Al contar su historia, ella afirma que muchos miembros de su familia fueron torturados y asesinados por los militares y la policía. Su padre murió entre un grupo de campesinos que se encerraron en la embajada de España como un acto de protesta, en la confusión la policía incendio el edificio mientras ellos seguían dentro del mismo, junto a empleados de la Embajada. Menchú fue presentada a activistas de Derechos Humanos de Europa, que la catapultaron como vocera de los pueblos indígenas. El libro titulado “Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia” fue clave para promover su candidatura para recibir el Premio Nobel de la Paz en 1992. Llego a ser designada por las Naciones Unidas como “Embajadora Especial para asuntos indígenas”.

Posteriormente estos reconocimientos fueron puestos en entredicho por el Antropólogo y experto en Cultura Maya David Stoll, quien escribió el libro “Rigoberta Menchú y la historia de todos los guatemaltecos pobres”. Durante una década el señor Stoll realizo más de 100 entrevistas a conocidos y parientes de Menchú. Este autor llego a la conclusión “que el libro de Menchú es un fraude, no puede ser el testigo que pretende, porque describe experiencias que simplemente no vivió”.

Entre muchas otras inexactitudes esta que Rigoberta Menchú no aprendió a hablar o escribir español hasta la edad adulta, cuando la verdad es que estuvo becada para ser educada en el internado de las monjas belgas en la capital. Ya que era “inusualmente brillante y despierta”. De sus 6 hermanos Rigoberta se enorgullecía de niña porque corregía a los demás su torpe castellano y les decía que era “la única en la casa que sabía leer y escribir”. En otra parte narra que un hermano menor murió de desnutrición, pero se descubrió que este hermano nunca existió. Esto fue confirmado por Rosa y Nicolás Menchú, hermanos de Rigoberta, que niegan que algún miembro de su familia haya muerto de hambre.

No hay nadie absolutamente bueno ni malo

Hawkins, Winfrey, Ghandi y Menchú, nos demuestran que no hay nadie absolutamente bueno, y que, en las condiciones y con los detonadores perfectos, el ser humano puede llegar a participar de aberraciones como las reuniones de Epstein, o fundar el movimiento Indio de la no violencia. Ttodos estamos sujetos a ser los mejores o peores, dependiendo de las circunstancias en que nos encontremos en determinado momento. Somo un producto de estas.

Por eso, el o la que crea que es absolutamente bueno como Ghandi, tenga en cuenta que incluso él tuvo su lado oscuro. Para esto no hay que cometer ningún crimen o asistir a las reuniones de Epstein, solo creerse el cuento de la bondad y la superioridad moral.  

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De la pobreza a la miseria

Las autoridades mexicanas anunciaron en la tarde de este miércoles que lograron rescatar a los 31 migrantes -entre ellos cuatro colombianos- que se encontraban secuestrados desde el sábado pasado en el estado de Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos. (El Tiempo, 3 de enero, 2023)

Esta semana ha sido noticia el secuestro y posterior liberación de 31 migrantes, entre ellos 4 colombianos, a los cuales se les exigía $8000 dólares para su rescate. Esto es solo un reflejo de los muchos peligros de la inmigración ilegal que se está dando para llegar a Estados Unidos. Sin embargo, este fenómeno en América Latina hace parte de un drama global.

 

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país de nacimiento en 2020 era de 128 millones más que en 1990, y más del triple del número estimado en 1970.

Por otro lado, el reporte de World Migration Report, hubo alrededor de 281 millones de migrantes internacionales en 2021, lo que representa un aumento del 27 % en comparación con las cifras de hace poco más de una década (2010), cuando hubo 221 millones de migrantes que cruzaron fronteras internacionales.

En su mayor parte, la migración internacional es una decisión económica y ha mantenido una tendencia predecible: trabajadores calificados que se desplazan desde economías en desarrollo como Nigeria, México, India, Filipinas y Egipto hacia países desarrollados de altos ingresos como Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Qatar, Arabia Saudita y Malasia. Por supuesto, hay casos atípicos, como la repentina salida de 700.000 rusos en respuesta a la invasión de Ucrania.

Pero, si miramos el panorama más amplio, ya sean trabajadores de la construcción semi-calificados que se trasladan al Medio Oriente desde el subcontinente indio, desarrolladores rusos que migran a Alemania o médicos nigerianos que se mudan a Canadá y el Reino Unido, la migración internacional es una forma de apuesta económica.

Existe un ejército de trabajadores calificados de países en desarrollo que se mudan a los mercados occidentales donde pueden ganar mejores salarios y alcanzar un nivel de vida más alto; por el contrario, las economías desarrolladas están ansiosas por darles la bienvenida para apuntalar el crecimiento de su población, frenar una tendencia preocupante de escasez de mano de obra y aprovechar un grupo cada vez mayor de profesionales previamente capacitados.

En respuesta, estamos viendo una tendencia de las empresas a contratar trabajadores de otros países y ayudar a facilitar su traslado a un nuevo país. Esto siempre ha ocurrido entre un grupo selecto de empresas, pero con la llegada del trabajo remoto, cada vez más empresas empiezan a desafiar la tradición y a mirar más allá de sus fronteras en busca de talento por defecto.

Igualmente, se ve un aumento general de las remesas en las últimas décadas, de 126.000 millones de dólares en 2000 a 702.000 millones de dólares en 2020. A pesar de las predicciones de una gran disminución de las remesas internacionales debido a la COVID-19, en 2020 solo se produjo una ligera caída (2,4%) con respecto al total mundial de 2019.

Sin embargo, cuando se habla de migración ilegal, aunque tiene la misma motivación (económica y en algunos casos, huir de la guerra), como la que vemos en los campamentos de Necoclí (Colombia) o Calais (Francia), en los caminantes venezolanos cruzando toda Sudamérica, en el muro en Tijuana (México), en balsas llegando a Lampedusa (Italia) desde Libia o a las costas de Australia desde China, es una realidad absolutamente distinta, a la de alguien que llega con permisos oficiales a los países de destino.

Según el World Population Review, Estados Unidos tiene el porcentaje más alto de inmigrantes ilegales por país, según la mayoría de los informes. Con una población 330 millones de personas, se estima que ese país alberga a más de 52 millones de inmigrantes. Alemania ocupa el segundo lugar por tener la mayor cantidad de inmigrantes en el mundo, siendo un lugar centralizado para Europa y una sociedad progresista que es segura para muchas personas que huyen del terrorismo o necesitan asilo.

Arabia Saudita también es un lugar clave con una economía en auge, lo que la convierte en un lugar ideal para los inmigrantes. Este país ocupa el tercer lugar en porcentaje de inmigrantes ilegales por país.

  • Estados Unidos: 52 millones de inmigrantes, el 15 por ciento de la población
  • Alemania: 16 millones de inmigrantes, el 18,8 por ciento de la población
  • Arabia Saudita: 14 millones de inmigrantes, el 39 por ciento de la población
  • Rusia: 11 millones de inmigrantes, el 7,9 por ciento de la población
  • Reino Unido: 9 millones de inmigrantes, el 14 por ciento de la población

Pero este problema no se puede analizar como un todo, y mucho menos de forma homogénea. Se debe trabajar en la realidad del país de origen, en las condiciones de tránsito y en la integración de estas personas a las sociedades donde llegan. Pero me quiero centrar en el segundo punto, las terribles condiciones de tránsito para los migrantes.  

Según UNODC, los migrantes objetos de tráfico ilícito son vulnerables a la explotación y el abuso y sus vidas y seguridad muchas veces corren peligro: se pueden asfixiar en el interior de los contenedores, perecer en el desierto o ahogarse en el mar mientras son conducidos por contrabandistas que lucran con un tráfico en el que los migrantes se convierten en mercancías. Por tratarse de un delito clandestino, las cifras de valor en el plano mundial son difíciles de determinar con precisión.

Sin embargo, sobre la base de dos de las principales rutas del tráfico ilícito: de África oriental, septentrional y occidental hacia Europa y de América del Sur hacia América del Norte, se estima que este delito genera anualmente alrededor de 6.750 millones de dólares de los Estados Unidos para los delincuentes que operan en estas regiones solamente. Sin embargo, esa cifra presumiblemente es mucho mayor en el plano mundial.

Rutas como Colombia – Selva del Darién – Panamá – Centroamérica – norte de México – Estados Unidos, o Nigeria – Níger – Libia – Mar Mediterráneo– Lampedusa (Italia) – Oulx (Alpes Italianos) – Francia/Reino Unido/Alemania, no solo presentan los riesgos propios de las condiciones de esas zonas, como enfermedades en las selvas tropicales de Latinoamérica, o el riesgo de desaparición de botes enteros en el Mar Mediterráneo.

La peor amenaza son los comerciantes de migrantes o coyotes que se lucran de cobrar y guiar a los caminantes por trochas, pasos fronterizos o por sus puestos en las lanchas. Ellos son quienes tienen todo el poder en estas situaciones, y en cualquier momento pueden decidir si siguen con la travesía, o secuestran al grupo, justo como pasó esta semana en México.

Estos grupos están ligados a carteles, bandas criminales locales, o grupos terroristas como es el caso de Níger. Por ende, la migración también es un tema de seguridad. No se trata de criminalizar la inmigración ilegal, sino de dotar a los países para que ejerzan una lucha efectiva contra estos grupos armados, que derivará en la mejora de condiciones para los migrantes que transitan por sus territorios.

Según los investigadores Reynel Badillo y Amparo Bravo en El Clan del Golfo y grupos delictivos en América Latina y África, afirman: En este mismo sentido, la relación entre la migración irregular y el crimen transnacional organizado adquiere una conectividad muy sólida, pues la condición de ilegalidad del migrante lo expone a acceder a los servicios ilegales que ofrecen las organizaciones criminales. Estas pueden ofertar muchos beneficios que pueden variar entre el traspaso a través de las zonas fronterizas en las que tienen control, hasta la falsificación de documentación que puede ser utilizada de manera permanente en el país destino.

Por ende, los países de tránsito deben fortalecer el rol del migrante por medio de la garantía de derechos y evitando la acción de estos grupos, que abusan y se lucran de la necesidad de estas personas. Esto se debe hacer con una estrategia coordinada con todos los países de tránsito de migrantes, pues es un fenómeno que pasa las fronteras y se debe combatir de manera regional.

Muy distinto a lo que pasa actualmente, donde cada gobierno atiende a estas personas sin coordinación con otros países, y solo busca el paso rápido de los migrantes por su territorio, para que le quede “ese problema” al siguiente país de tránsito. Lo que debilita aún más la posición de estos migrantes frente a las bandas criminales.

Es necesario menos conferencias y menos discursos, y más acciones concretas, de ser posible, coordinadas. De no ser así, seguiremos condenando a los migrantes a huir de la pobreza para llegar a la miseria.

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Los streamers callejeros: un modelo mas de emprendimiento

En un fenómeno que combina tecnología, entretenimiento y estrategia económica, las streamers callejeras de China están captando la atención de un público global.

Este mundo subterráneo de transmisiones en vivo desde las calles del gigante asiático se ha convertido en una curiosidad que no deja indiferente a nadie. (El Imparcial, junio 15, 2023)

 

Durante el 2023 me encontré con un fenómeno tenebroso de precarización laboral, pero disfrazado de popularidad, moda y obviamente, dinero, que juega con los deseos de reconocimiento y felicidad instantánea que solo las redes sociales pueden darnos. Este fenómeno es el de los/las streamers chinos, que transmiten en la calle sus lives (transmisiones en vivo), desde puentes, debajo de ellos, plazas, en malecones, etc.

Los streamers chinos acuden a estas zonas porque conocen al dedillo cómo funcionan las plataformas sociales en las que emiten sus directos. Uno de los principales criterios que tienen en cuenta los algoritmos de estas redes para determinar cómo se muestran los contenidos al público es la geolocalización: los vídeos se muestran más a quienes están más cerca del lugar de la emisión. En consecuencia, ubicarse en un barrio adinerado es clave: los contenidos llegarán más fácilmente a espectadores con un mayor nivel adquisitivo, los más dispuestos a hacer donaciones a los streamers.

Algunos han bautizado estas calles como las fábricas de streaming, dado que los creadores de contenido acuden a la zona con todo el material necesario para su trabajo: trípodes, micrófonos y varias pantallas.  En algunos casos, materiales de alta calidad.

Una particularidad interesante es la capacidad de algunos streamers para transmitir en múltiples plataformas simultáneamente, multiplicando así sus ganancias. Sin embargo, no todos logran recibir donaciones, y muchos pasan largas horas transmitiendo sin obtener un solo yuan.

Lo que comenzó como una forma de ganar dinero extra ha evolucionado hasta convertirse en un negocio en auge, respaldado por grandes compañías que monetizan el contenido de estos jóvenes. Estas compañías gestionan a los talentos, asignándoles lugares estratégicos de transmisión y enviándolos a diferentes ciudades según su rendimiento.

Este es otro ejemplo de cómo la subsistencia (y la diginidad) humana es sometida al juego de la oferta y la demanda (Karl Polanyi, 1886 – 1964), haciendo gala del ideal moderno donde todos somos emprendedores, y la búsqueda de ingresos, se convierte en una cacería desesperada del falso sueño del éxito y la fama.

Pero en este fenómeno se mezclan 3 fenómenos, que han sido criticados anteriormente, pero se han interiorizado tanto, que hacen parte del dogma actual. Estos son:

Vigilar y Castigar (Foucault)

En Vigilar y Castigar. Nacimiento de la Prisión (1975), Foucault muestra los paralelismos existentes entre la arquitectura de la prisión y de diversas estructuras de la sociedad moderna como las fábricas, los cuarteles, los colegios o los hospitales. Partiendo del ejemplo del panóptico (el ojo que todo lo ve), muestra cómo se desarrollan y repiten distintos patrones en esas otras estructuras de la sociedad (fábricas, colegios, cuarteles, hospitales) destinados también a vigilar y castigar en gran medida.

En ellas no debía quedar espacio para la intimidad y se debería corregir el cuerpo para llegar a controlar las mentes. El autor analiza magistralmente el desarrollo histórico de estas arquitecturas y su relación con el desarrollo de las cárceles, llegando a la conclusión de que se ha perseguido en todo momento la consumación de un nuevo tipo de individuo alienado: los cuerpos domesticados económicamente rentables. (Julio Fuentes González, Nuevas fórmulas de explotación laboral. La ideología de la servidumbre)

Por ende, los streamers callejeros en China, son una muestra fehaciente de como las nuevas economías, han calado tanto en nuestro interior, reproduciendo paradigmas de precarización e informalidad, que estamos dispuestos a dejar nuestra vivienda y dignidad, para ir a mendigar donaciones a los barrios mas pudientes, por medio de nuestros videos en vivo en plataformas sociales.

La precariedad del trabajo

Zygmunt Bauman (1925 – 2017) explica en su obra, Vigilancia Líquida: “Las empresas de la era de la «economía de la experiencia» deben y quieren prohibir –y de hecho prohíben– la planificación a largo plazo y la acumulación de méritos. Esta situación mantiene a los empleados en un movimiento continuo y ocupados en una febril e interminable búsqueda sin fin de la evidencia de que siguen estando dentro”. Y más adelante precisa: “A cada asalto, el más divertido y el más eficiente se gana una renovación del contrato, aunque sin garantía, ni tampoco una mayor probabilidad de salir ileso del siguiente asalto” (Julio Fuentes González, Nuevas fórmulas de explotación laboral. La ideología de la servidumbre)

Por tanto, esta “suavidad” de la disciplina es el arma definitiva con la que se pretende domesticar al precariado. Éste es realmente el nuevo concepto de empleabilidad que hay sobre la mesa. Darlo todo, cumplir con la doctrina, asumir cada tarea con una sonrisa y, llegado el momento del despido, mantener una actitud positiva. Alegrarse de haber aprendido mucho y confiar en que habrá más suerte la próxima vez. Fármacos y autoayuda están siempre al alcance de la mano, si la digestión nos resulta pesada.

Religiosamente, estos streamers hacen sus lives, como el más puntual monje, para cumplir con sus funciones laborales. Estas transmisiones deben ser hechas a ciertas horas, y en determinados días, para estar al aire durante las horas de mayor tráfico en las plataformas, y así captar el mayor número de donaciones. Precarización voluntaria.

¿Explotación? ¿Auto explotación?

Nuevas fórmulas de contratación han establecido sistemas donde se hace imposible esa consecución de derechos para los individuos. Un ejemplo es UBER, Rappi, o AirBNB, donde por medio de un único contacto con la empresa, gracias a una aplicación, tanto se perciben los ingresos, como se mide la productividad. Obvio, siempre pagando el derecho por el uso de esa plataforma, o ¿pagando por el derecho al trabajo? 

En el caso de los streamers chinos, no es muy diferente. Las plataformas se benefician de todo el contenido que ellos producen, no solo cobran por su uso, pero ubican a estos jóvenes en los barrios donde más se puedan recolectar donaciones, y así aumentar su porcentaje de las ganancias, al mejor estilo de la guerra del centavo, bien conocida en el transporte público bogotano de los años 80 y 90 del siglo XX.

Vivir en la actualidad no significa dar todo por cierto y sin derecho a critica. Creo que debemos mirar las nuevas tendencias con ojo crítico, para evitar caer en este tipo de situaciones, para tratar de mejorar ese tipo de condiciones. Los streamers callejeros chinos son una muestra más, que la humanidad está cambiando radicalmente, y el sueño de las empresas y su cadena de producción ha mutado hacia un modelo donde el individuo se convierte el eje central de la productividad (no la empresa), que aumenta las desigualdades, y en este caso la inestabilidad (económica, física y mental).

Con este tipo de tendencias, el futuro se ve como un gran paisaje donde la deshumanización por la competencia, y la cosificación del ser humano, será peor que la carrera del más feroz de los corredores de bolsa en Wall Street. Solo que ya no se tiene el objetivo de la mayor cantidad de ceros en el banco, o el acceso a círculos de poder. Será algo incluso más banal y paupérrimo: los likes.

De hecho, ya estamos en ese momento. Solamente, que los likes no serán para generar ingresos, sino para tener una vida cotidiana, con acceso a servicios, relativamente normal. Justo como está pasando hoy en China.

(Leer mas en: https://www.rtve.es/noticias/20230614/credito-social-nuevo-metodo-control-masivo-china/2447566.shtml )

Juan Camilo Clavijo

Todo cambia, para que la democracia siga en crisis

Por: juan camilo clavijo martín

Javier Milei dio un vuelco a la política de Argentina al convertirse este domingo en presidente electo del país con sus ideas libertarias y radicales.

 

El libertario antisistema Milei derrotó en las elecciones de este domingo a Sergio Massa, actual ministro de Economía, que reconoció la derrota antes incluso de que se conocieran los resultados oficiales. (BBC, noviembre 20, 2023)

Ya con el pasar de los días y con las emociones un poco más amainadas por el triunfo de Javier Milei el pasado 19 de noviembre en Argentina, es necesario analizar esta victoria en el contexto de extremismos de izquierda y derecha, tan de moda estos días en el mundo.  

Según IDEA International, se han producido deterioros en los cimientos mismos de la democracia, lo que revela debilidades en la credibilidad de los procesos electorales, en la capacidad de las legislaturas para actuar como controles de la extralimitación del ejecutivo y en el acceso igualitario de las personas a las instituciones de justicia. Esta debilidad institucional se ve agravada por la continua disminución de los derechos democráticos fundamentales, incluida la libertad de expresión, la libertad de asociación y reunión y la libertad de prensa. Ese deterioro ha afectado a todas las regiones del mundo y a una amplia gama de países con distintos niveles de desempeño democrático.

Con esto, se podría inferir que esta erosión de la democracia se da por el auge de los extremismos en el poder como Erdogan (Turquía), Orban (Hungría), Morawiecki (Polonia), Maduro (Venezuela), Ortega (Nicaragua), por el potencial regreso de Trump como presidente (EE. UU.), por el paso por las presidencias de Bolsonaro (Brasil) o Duterte (Filipinas), por los crecientes adeptos a partidos como Vox (España) y de Marine Le Pen (Francia), y por la creciente influencia china en el planeta, que van minando los derechos e instituciones.

Sin embargo, la creciente ola de estos movimientos también se puede explicar por el estado de ineficacia al que ha llegado a la democracia. Se ha convertido en un modelo incapaz de responder a retos como la desigualdad, la corrupción, el desempleo, la pobreza, la falta de educación, de salud, de vivienda, la perdida diaria de nuestra capacidad adquisitiva, o la crisis climática, y por el contrario ha entronado a las grandes corporaciones, los grandes capitales, y los políticos.

Como consecuencia, es un sistema que ha desilusionado a grandes masas, y son estas, quienes eligen los extremismos, creando un ciclo perverso de desilusión democrática – extremismo o extremismo – desilusión democrática. Podemos entender que el uno se alimenta del otro.

El fenómeno Milei, no es ajeno a este diagnóstico. La tasa de inflación de Argentina alcanzó el 138% anual en septiembre y sigue aumentando, con precios subiendo por encima del 12% en los dos meses más recientes. J.P. Morgan ha estimado que la inflación finalizará 2023 en un 210%, mientras que una encuesta de analistas del banco central pronostica un 180%. El 40% de los argentinos vive hoy en la pobreza, en comparación con alrededor del 25% al ​​comienzo de la crisis.  El león se presenta como una solución a este caos.

En medio esta discusión (ciclo: desilusión democrática – extremismo o extremismo – desilusión democrática), donde tomamos posiciones extremas solamente para rechazar un candidato, donde los argumentos quedaron fuera del debate, el voto se reduce a decisiones viscerales y a elegir al/la menos peor, con la elección de Milei, me encontré con una felicidad desbordada, confundiendo posición ideológica y revanchismo contra la izquierda, con el deseo de salvadores y caudillos. Del otro lado, había arengas que descalifican cualquier otra opción que no sea la de izquierda, y un desconocimiento absoluto de otras formas de gobierno, que pueden ser validas, e incluso eficaces (Leer: https://confidencialnoticias.com/opinion/la-izquierda-no-existe/2022/11/19/ ).

Para aquellos que comprometen sus palabras, discusiones, debates y energía, es mejor mirarse en un espejo y encontrar que aquellos a los que tanto critican son iguales a él/ella. Para la muestra, sienten en un salón a los seguidores de Gustavo Petro y los seguidores de Álvaro Uribe Vélez (Colombia). Comenzarán defendiendo los logros de sus respectivos gobiernos, para terminar, destilando rabia (¿o frustración?) y escupiendo acusaciones vacías los unos a los otros.

Lo anterior es el paso previo para elegir un extremismo (ciclo: desilusión democrática – extremismo o extremismo – desilusión democrática), y perfecto para seguir ahondando la crisis democrática analizada por IDEA International. Entonces es mejor pensar, reflexionar y analizar, antes de aumentar el tono de voz (ver quien grita más), y pasar a argumentos moderados, con fundamento, y siempre tratando de mirar la foto en perspectiva. Esto puede ser una forma para comenzar a salvar la democracia (o lo que es salvable de ella).

Para los que celebraban la victoria de Milei, y para quienes la frustración y la insensatez por la derrota, se ha convertido en desayuno, les comento que es probable que Milei no vaya a cumplir ni la mitad de sus propuestas:

  • Es imposible que vaya a cortar relaciones con el socio económico mas importante de Argentina, que es China, solo por su ambición de solo tener diplomacia con el mundo libre;
  • No sé qué tan factible sea acabar con el banco central en una economía tan grande y con tantos problemas macroeconómicos, como la argentina (los países sin banco central son en su mayoría, territorios pequeños e islas con muy baja población, con la excepción de Panamá. Los otros países son: Kiribati, Tuvalu, Micronesia, Andorra, Islas Marshall, Isla de Man, Mónaco, Nauru y Palaos);
  • No sé qué tan positiva sea la reacción de los ciudadanos cuando comiencen a cortar todos los subsidios, (por ejemplo, una familia de ingresos medios que viaja todos los días del conurbano bonaerense a la Ciudad de Buenos Aires a trabajar y paga al día sus recibos de luz, agua y gas, destina en promedio $22.000 pesos al mes, según los cuadros tarifarios vigentes en octubre de 2023. Al considerar que los dos adultos en edad activa suman un ingreso de poco más de $277.000 pesos (dos sueldos medios de $138.595 pesos al segundo trimestre según el INDEC), se destina un 7,9% al pago de servicios y transporte. Todos esos gastos tienen subsidios del Estado Nacional. Si se aplicara un plan de recortes tan extremo como propone Javier Milei, el monto promedio de gastos aumentaría a alrededor de $140.000 pesos y se llevaría el 50,5% del ingreso del hogar. Letra P, Eugenia Mazio, octubre 23 de 2023); y
  • No tiene mayorías en el congreso, entre otros.

Sobre las mayorías en el congreso, es una tendencia latinoamericana que presidentes que han llegado con grandes promesas de cambio como Boric (Chile), Petro (Colombia), Lasso (Ecuador) o Lula (Brasil), en el primer año logran crear coaliciones débiles, pero suficientes para ser optimistas, debido a que cuentan con un discurso conciliador. Sin embargo, una vez pasa la luna de miel entre ejecutivo y legislativo, las distancias entre ambas partes se hacen evidentes, y han llevado a parálisis legislativas como en Chile o Colombia, a las constantes reorganizaciones partidistas (Brasil), e incluso a la salida de presidentes (Ecuador).

Entonces, para la tranquilidad de unos no llegó la izquierda al poder, y para la tranquilidad de otros, no se harán las reformas prometidas. Lo que sí tenemos asegurado, es la profunda y continua depreciación de la democracia, porque la desigualdad, la corrupción, el desempleo, la pobreza, la falta de educación, de salud, de vivienda, la perdida diaria de nuestra capacidad adquisitiva, o la crisis climática, siguen al alza, además que el poder de las grandes corporaciones, los grandes capitales, y los políticos, seguirá aumentando.

No importa quien llegue a la presidencia, todo cambia, para que todo siga igual (Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. ¿Me explico?). Para que la democracia siga en crisis.

Pd: Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. ¿Me explico? Es el diálogo más inmortal de la novela El gatopardo (1958), cuando Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, intenta evitar que su sobrino Tancredi se una a los hombres de Giuseppe Garibaldi y participe en su guerra, en la segunda mitad del siglo XIX.

Un juego pragmático y soberano

Por Juan Camilo Clavijo Martín

El viernes 20 de octubre se llevaron a cabo manifestaciones en apoyo de Gaza y condenando el bombardeo israelí del enclave asediado en todo el mundo árabe, incluso en países que han normalizado relaciones con Israel. En Egipto, donde las reuniones públicas fueron prohibidas después de que los militares tomaron el poder en 2013, decenas de miles de personas salieron a las calles de El Cairo y otras ciudades mientras las autoridades intentaban controlar la ola de ira pública. (Le Monde, octubre 20).

 

La reacción del mundo árabe (a pesar de no ser una masa uniforme, y con sus características individuales) se ha hecho sentir, y ha tenido eco en otras grandes capitales del mundo. El rechazo a la guerra y demanda de un cese al fuego inmediato, han hecho que gobiernos como el de Francia, Alemania o incluso Estados Unidos, cuyo secretario de estado ha viajado por todo oriente medio buscando apoyos para acciones humanitarias, manifiesten (así no sea en un tono enérgico) también la necesidad de soluciones a la crisis humanitaria.

Por ejemplo, en octubre 18, según Al Jazeera, miles de personas se manifestaron en países de Medio Oriente y África del Norte para protestar contra un ataque a un hospital en la Franja de Gaza que mató a casi 500 personas, según funcionarios palestinos. Tras los llamados a un “día de ira”, la población del Líbano, Jordania, Yemen, Egipto, Túnez y la ocupada Cisjordania salieron a las calles para denunciar el ataque al hospital árabe al-Ahli y expresar su solidaridad con los palestinos en Gaza.

Esas manifestaciones han puesto a los gobiernos de estos países en una posición muy difícil. Varios de ellos habían comenzado la normalización de las relaciones con Israel con los “Acuerdos de Abraham”, pero este nuevo panorama presenta un nuevo obstáculo. Esto es especialmente cierto en Bahréin y Marruecos, donde protestas generalizadas, en solidaridad con Palestina y contra la ofensiva israelí en Gaza, también han pedido el fin de la normalización de las relaciones con el Estado judío.

Según Elonora Ardemagni, Investigadora Senior de ISPI:

Esto es especialmente cierto en el caso de Bahréin. Desde 2020, han estallado manifestaciones ocasionales frente a la embajada de Israel en Manama, así como en el caso de la guerra entre Hamás e Israel. Entre los bahreiníes, el sentimiento popular hacia Israel parece todavía frío. Según una encuesta de 2022 encargada por un grupo de expertos estadounidense, sólo el 23% de los bahreiníes cree que los Acuerdos de Abraham están teniendo un impacto positivo en Oriente Medio. Por el contrario, la mayoría de los bahreiníes cree que el acuerdo ha producido un impacto regional negativo (36%) y muy negativo (37%). Curiosamente, esta percepción es compartida entre chiítas y suníes bahreiníes, así como entre las generaciones mayores y más jóvenes. En ese marco, la guerra entre Hamás e Israel no va a mejorar el ánimo de los bahreiníes sobre este tema”.

Los líderes de Egipto y Jordania, los dos países árabes con las relaciones diplomáticas más duraderas con Israel, son cada vez más conscientes de las dificultades para equilibrar las relaciones con Tel Aviv (y los tradicionales aliados occidentales), por un lado, y el apoyo popular a los palestinos, por el otro. El Cairo como Ammán temen los efectos desestabilizadores de la guerra, particularmente en términos de la posible afluencia de nuevos refugiados.

Por otro lado, en el norte de África, al capitalizar los sentimientos populares antiisraelíes en Túnez y arremeter contra los socios occidentales del país, el presidente Saied busca consolidar aún más su popularidad y legitimidad.

A diferencia de gran parte del mundo árabe, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos no se han visto hasta ahora sacudidos por la ira de sus ciudadanos: el espacio limitado para la disidencia y una percepción popular cada vez menos hostil hacia Israel en los últimos años parecen explicar, al menos en parte, la ausencia de movilizaciones masivas en estos países.

Según Carnegie Endowment for International Peace, al entrar a la sexta semana de la guerra Israel – Hamás, algunos Estados árabes del Golfo han tratado de utilizar su influencia regional e internacional para poner fin a las hostilidades. Catar se ha convertido en un intermediario fundamental entre Israel y Hamás, aprovechando sus sólidas relaciones con los aliados occidentales de Israel, así como con los propios funcionarios de Hamás. Si bien Doha desea aprovechar esta oportunidad diplomática, la mediación no está exenta de peligros, especialmente cuando el emirato intenta distanciarse de la acusación de albergar a grupos terroristas.

El encuentro clave ocurrió el 11 de noviembre, donde Arabia Saudita recibió a decenas de líderes en una cumbre árabe-islámica (primer viaje de un líder iraní a Arabia Saudita en 11 años, después de que los dos países restablecieran las relaciones diplomáticas en marzo pasado), donde emitieron un comunicado conjunto pidiendo un alto al fuego inmediato y acusando a Israel de crímenes de guerra, a pesar de las múltiples diferencias entre cada uno de los países. Hay un consenso en la presente crisis.

Sin embargo, los esfuerzos recientes en la región se han centrado casi por completo en los Acuerdos de Abraham y en la falsa impresión de que la paz es posible en la región sin llegar a un acuerdo con los palestinos bajo ocupación. Ese mito se ha acabado con la actual guerra.

Además, esta vez la situación es diferente. La comunidad internacional se enfrenta a un gobierno israelí radical que no está interesado en ningún compromiso, a un liderazgo palestino ineficaz que se ha visto aún más debilitado por los acontecimientos actuales y a una administración estadounidense preocupada por las elecciones presidenciales del próximo año.

Lo anterior evidencia que Estados Unidos ya no tiene la misma influencia de años anteriores. Lo más destacado últimamente, fue su rol como promotor de los “Acuerdos de Abraham”. Sin embargo, no tiene el liderazgo para encontrar salidas humanitarias entre la radicalización de Israel, las protestas en países del medio oriente, y la independencia de los gobiernos de oriente medio.

Por ende, los países con países islámicos (con sus excepciones como Irán), han entendido bien su rol dentro de este conflicto, encabezados por Catar, como mediadores, y promotores de acciones humanitarias que atiendan las necesidades más básicas y urgentes de la población gazatí, acudiendo al consenso sobre cese al fuego inmediato y acusando a Israel de crímenes de guerra, del pasado 11 de noviembre.

Los países de oriente próximo están tomando agencia de su región, y buscando soluciones a una crisis que los afecta no solo a nivel de seguridad, sino económico y social. Estos gobiernos (guardando sus posiciones particulares) están izando las banderas de su autonomía, sin afectar los intereses comerciales y de crecimiento. Haciendo de sus relaciones internacionales un juego pragmático y soberano.   

La triste, pero necesaria ONU

Por: Juan Camilo Clavijo Martín

El Consejo de Seguridad de la ONU vuelve a fracasar al abordar la guerra entre Israel y Hamas, rechazando las resoluciones de Estados Unidos y Rusia (Noticias AP, octubre 25, 2023)

 

El grave fracaso diplomático del secretario general de la ONU (Opinión, Frida Ghitis, CNN octubre 27, 2023)

Guerra entre Israel y Hamas: confusión e impotencia en el Consejo de Seguridad de la ONU (Le monde, octubre 15, 2023)

Estos son algunos de los titulares que han salido alrededor del mundo, a raíz de la imposibilidad de la ONU, para emitir una resolución que condene la violencia, causada por la guerra entre Israel y Hamas. El Consejo de Seguridad de la ONU, máximo ente de ese organismo, se vio bloqueado por la animadversión entre rusos y estadounidenses para ponerse de acuerdo. Sin embargo, esto es un hecho que ha sido recurrente y se enmarca en varias críticas durante varios años.

The Guardian afirma: En sus 70 años, las Naciones Unidas pueden haber sido aclamadas como la gran esperanza para el futuro de la humanidad, pero también han sido descartadas como una vergonzosa guarida de dictaduras. Ha enfurecido con su burocracia paralizante, sus encubrimientos institucionales de la corrupción y la política antidemocrática de su consejo de seguridad. Va a la guerra en nombre de la paz, pero ha sido un espectador durante el genocidio. Ha gastado más de medio billón de dólares en 70 años.

La imagen de las tensiones entre los gobiernos occidentales, que ven a la ONU como inflada e ineficiente, y los países en desarrollo, que la consideran antidemocrática y dominada por los ricos, se ha extendido por toda la organización a medida que los crecientes costos impulsan una reforma.

Incluso teniendo en cuenta la inflación, el gasto anual de la ONU es 40 veces mayor que a principios de los años cincuenta. La organización abarca ahora 17 agencias especializadas, 14 fondos y una secretaría con 17 departamentos que emplean a 41.000 personas.

Su presupuesto regular, que se acuerda cada dos años y se destina a pagar el costo de la administración de la ONU (incluidos los groseros subsidios diarios que dan como resultado que muchos de sus burócratas estén mucho mejor pagados que los funcionarios públicos de Estados Unidos) se ha más que duplicado en las últimas dos décadas, hasta llegar a los 5.400 millones de dólares.

Pero eso es sólo una pequeña porción del gasto total. El mantenimiento de la paz cuesta otros 9 mil millones de dólares al año, con 120.000 cascos azules desplegados principalmente en África. Algunas misiones han durado más de una década. Y luego están las contribuciones voluntarias de gobiernos individuales que se destinan a financiar una gran parte de la ayuda en casos de desastre, el trabajo de desarrollo y agencias como UNICEF, se han sextuplicado en los últimos 25 años hasta alcanzar los 28.800 millones de dólares. Y, sin embargo, incluso a ese nivel, algunas agencias advierten que están operando al borde de la quiebra.

En cuanto a despliegue de fuerzas, la ONU ha cometido errores garrafales. No atendió oportunamente el genocidio en Ruanda en 1994, las numerosas denuncias de abusos de cascos azules en misiones de paz como Haití o la República Democrática del Congo, o las varias investigaciones internas sobre potenciales casos de corrupción.

Por otro lado, los reformadores están presionando para que se reduzcan considerablemente los 80 lugares distintos donde se procesan las nóminas de la ONU, pero nuevamente se han encontrado con resistencia. Cuestionan la necesidad de tener un gran número de trabajos administrativos rutinarios en ciudades de alto costo como Nueva York y Ginebra. Se preguntan por qué se contrata para realizar estas tareas a ciudadanos extranjeros que reciben costosos paquetes de expatriación, que pagan prestaciones como la educación privada para sus hijos.

Los países que pagan la mayor parte de las facturas tienden a presentar a los más pobres, agrupados en el G77 de 134 naciones, como un lastre para la modernización y el principal obstáculo para las reformas. Pero los países de este grupo dicen que detrás de las afirmaciones de mayor eficiencia y métodos de gestión modernos, las naciones más ricas están fortaleciendo su control sobre la ONU.

Según el mismo artículo de The Guardian, India es un miembro destacado del G77. Su embajador ante la ONU, Asoke Kumar Mukerji, dijo que los países ricos asumieron los puestos de alto nivel en nombre de la eficiencia. “Si nos fijamos en la secretaría de las Naciones Unidas, está dominada por las economías industrializadas porque son ellas las que aportan la mayor parte del presupuesto y obtienen la mayor parte de los puestos en la secretaría, los puestos directivos», dijo. «El punto de que el G77 es un obstáculo no es justo porque el G77 está marginado en la secretaría general de las Naciones Unidas”.

En cuanto a su máximo ente, el consejo de seguridad, para la mayoría de los Estados miembros, el mundo ya no está pintado en azul y rojo de las superpotencias después de la segunda guerra mundial (URRS y EE. UU.). Es más, el mundo ya no se rige por un esquema de colonización, como si existía en la posguerra.  En 1945, el grupo de los 5 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) constituía colectivamente más del 10 por ciento de todos los Estados miembros y dominaba al menos el 50 por ciento de la población mundial. Hoy ya no es así.

Para agravar estas frustraciones sobre la membresía, cada uno de los países del grupo de los 5, conserva un veto que le permite bloquear unilateralmente resoluciones del Consejo de Seguridad contrarias a sus intereses nacionales (como lo ha hecho Rusia con respecto a Ucrania, o Estados Unidos en cuanto a Israel). El resultado es una frecuente parálisis del consejo, exacerbada por una rivalidad geopolítica cada vez más profunda entre las democracias occidentales y las autoritarias China y Rusia.

Igualmente, desde 1945 han surgido actores importantes como India y Brasil, por no hablar de Japón y Alemania, los agresores de la Segunda Guerra Mundial largamente rehabilitados. Aunque el número total de miembros de la ONU casi se ha cuadruplicado (de 51 a 193 estados miembros) gracias a la descolonización y la disolución de estados multiétnicos, la composición del consejo se ha ampliado sólo una vez, en 1965, cuando la adición de cuatro escaños electos hizo crecer el consejo, de once a quince miembros.

¿Pero la ONU no tiene nada de bueno?

Desde 1948, la ONU ha ayudado a poner fin a conflictos y fomentar la reconciliación en varios países como:  Camboya, El Salvador, Guatemala, Mozambique, Namibia y Tayikistán. Así mismo, el mantenimiento de la paz de la ONU también ha marcado la diferencia en otros lugares con operaciones recientemente terminadas o en curso, como Sierra Leona, Burundi, Costa de Marfil, Timor-Leste, Liberia, y Kosovo.

Las fuerzas de paz proporcionan garantías básicas de seguridad y responden a las crisis. Estas operaciones de la ONU han apoyado transiciones políticas y ayudado a reforzar las frágiles nuevas instituciones estatales. Igualmente, han ayudado a los países a cerrar el capítulo del conflicto y abrir un camino hacia el desarrollo normal, incluso si persisten importantes desafíos para la paz.

Según la Alianza por la Veeduría Ciudadana:

  • Las Naciones Unidas proporcionan un salvavidas a millones de personas en todo el mundo. El Programa Mundial de Alimentos proporciona asistencia alimentaria y en efectivo a más de 80 millones de personas. Las Naciones Unidas brindan ayuda a casi 69 millones de personas desplazadas que huyeron de sus hogares debido a persecución, conflictos o violaciones de derechos humanos. Además, las agencias de la ONU suministran vacunas al 45% de los niños del mundo, salvando aproximadamente entre 2 y 3 millones de vidas cada año de enfermedades prevenibles.
  • Derechos humanos: las Naciones Unidas establecieron el primer marco integral para el derecho de los derechos humanos. La organización definió los derechos humanos a través de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el posterior Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Igualmente, la UNESCO, la agencia cultural de las Naciones Unidas, tiene una lista de sitios del Patrimonio Mundial que considera culturalmente significativos y toma medidas para preservarlos o protegerlos; la Organización Mundial de la Salud, después de casi 13 años de campaña de inmunización, declaró extinta la viruela, y en 1987, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente patrocinó una conferencia de 24 naciones para comprometerse a tomar medidas contra el deterioro de la capa de ozono en ese momento. Después de casi cinco años de conversaciones, el grupo produjo el Protocolo de Montreal, un tratado para reducir las emisiones de clorofluorocarbonos o CFC a gran escala. En 2022, la ONU afirmó que la capa de ozono se estaba recuperando (pero en 2023 científicos ya evidenciaron que el hueco en la capa de ozono, ha vuelto a expandirse).

En consecuencia, no se puede descalificar absolutamente a las Naciones Unidas, como algunos periodistas y comentaristas afirman. Promover esto, es partir de la absoluta ignorancia, y borrar el impacto positivo que ha tenido en el planeta. Yo les preguntaría a esos periodistas: ¿ustedes se imaginan un mundo donde países o potencias rivales no tuvieron un espacio donde escucharse? ¿Quién o que tomaría el liderazgo para problemas globales como la pandemia? ¿Quién tendría la legitimidad para sentar a todos los países del mundo a hablar del cambio climático (a pesar de sus nulos resultados)?

Como todo el mundo dice, si no existiera la ONU habría que inventarla, dijo David Shearer, que trabajó en la organización en altos cargos en Ruanda, Belgrado, Afganistán, Irak y Jerusalén. Pero es imperfecta, por supuesto que lo es, y todo el mundo sabe que lo es.

Hay que tener cuidado cuando se lanzan este tipo de afirmaciones, empujando al publico a un cierto de tipo de éxtasis rabioso en contra de una institución, que, con todos sus errores burocráticos, excesivos costos, ausencia de una respuesta rápida (como en el genocidio de Ruanda), y la imperante necesidad de reformas, en ciertos casos ha traído muchos avances a la sociedad, ha solucionado conflictos, y/o ha contenido tragedias humanas.

No podemos eliminar el único espacio mundial donde se tiene única mesa global para el diálogo de sordos. La triste pero necesaria ONU.