Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Juan Camilo Clavijo

Una vez más, vuelve y juega

MONUSCO y el ejército congolés quieren contrarrestar lo antes posible los movimientos de los rebeldes del M23 en la región de Kivu Norte, mientras Ruanda sigue negando su apoyo al grupo. (Deutsche Welle, 3 de enero, 2023)

Durante el 2022 se ha visto un resurgimiento de los combates en el este de la República Democrática del Congo – RDC, una región que ha estado plagada de violencia por parte de una gran cantidad de grupos armados no estatales por una variedad de razones durante las últimas tres décadas. El descontento con los gobiernos locales, el hambre, las luchas por la tierra y las disputas de identidad/étnicas son parte de las razones.

 

Algunos de los grupos rebeldes son originarios de estados vecinos y utilizan el territorio congolés como refugio desde el que planean ataques en la región y en sus propios países, como inicialmente el grupo rebelde ugandés ADF, el burundés RED-Tabara, o las FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda – un grupo rebelde armado), que originalmente estaba compuesto por genocidas ruandeses que huyeron de Ruanda en 1994. Otros son rebeldes congoleses que reciben apoyo extranjero de Ruanda, como el M23. Casi todos se benefician de la extracción ilegal de recursos naturales en la región que alberga grandes reservas de oro, casiterita, coltán, wolframio y aproximadamente el 8% de las reservas mundiales de tantalio.

Con esto, se presenta un escenario parecido al de la primera y segunda guerra de África. La era post- Mobutu (Mobutu Sese Seko Kuku Ngbendu Wa Za Banga, dictador congolés entre 1965 – 1997), no se puede entender sin tener en cuenta los países vecinos, y el genocidio de Ruanda de 1994, que fue la chispa que encendió el fuego regional. En el genocidio de Ruanda, los grupos de poder hutu (llamados Interahamwe e Impuzamugambi) llevaron a cabo matanzas masivas de tutsis y hutus pro-paz, asesinando a 800.000 personas en aproximadamente 100 días.

En respuesta, el Frente Patriótico de Ruanda, o RPF, liderado por tutsis, derrocó al gobierno hutu de Ruanda. Durante y después del genocidio, aproximadamente 2 millones de refugiados, en su mayoría hutu, cruzaron la frontera occidental de Ruanda hacia el Congo.

Los campos de refugiados en el este del Congo sirvieron como bases militares de facto para los genocidas exiliados, Interhamwe y el Ejército para la Liberación de Ruanda. Aterrorizaron y robaron a la población local con impunidad hasta octubre de 1996, cuando los banyamulenge (tutsi) congoleses del este, encabezaron un levantamiento para expulsar a los ruandeses del Congo, lo que provocó la Primera Guerra del Congo.

En respuesta, los ejércitos de Ruanda y Uganda que respaldaban a Laurent-Désiré Kabila invadieron el Congo. El esfuerzo combinado se denominó Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo-Zaire, o AFDL. En diciembre controlaban el este del Congo y en mayo de 1997 marcharon sobre Kinshasa y derrocaron al gobierno de Mobutu. El país pasó a llamarse República Democrática del Congo y Kabila asumió la presidencia en septiembre de 1997.

En cuando a la Segunda Guerra del Congo/la Gran Guerra de África, ocurrió entre agosto de 1998 y julio de 2003. A pesar del nuevo gobierno, el este del Congo siguió siendo una zona de guerra inestable. Kabila se volvió contra sus antiguos patrocinadores (Ruanda y Uganda) y permitió que los ejércitos hutu se reagruparan en el este del Congo.

Esto resultó en una invasión conjunta de Ruanda y Uganda en 1998. Los países vecinos acudieron al rescate de Kabila y detuvieron temporalmente a las tropas de Ruanda y Uganda. El conflicto de cinco años enfrentó a las fuerzas gubernamentales congolesas, apoyadas por Angola, Namibia y Zimbabue, contra rebeldes y soldados respaldados por Uganda y Ruanda.

En julio de 1999, los siete países involucrados firmaron el Acuerdo de Paz de Lusaka y se enviaron 5.000 cascos azules de la ONU (la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo, hoy MONUSCO) para monitorear la situación. En enero de 2001, el presidente Kabila fue asesinado por su guardaespaldas y su hijo, Joseph Kabila, asumió el cargo.

Joseph Kabila demostró ser un hábil negociador y en 2002 completó acuerdos de paz exitosos que finalmente vieron la retirada de Ruanda y Uganda del Congo. En diciembre de 2002, Kabila negoció un acuerdo de paz con grupos rebeldes internos, prometiéndoles un gobierno interino de poder compartido. Este acuerdo se hizo oficial cuando Kabila firmó una constitución de transición en abril de 2003.

Actualmente, con el fin de promover una mayor colaboración regional y estabilizar el entorno de seguridad, el presidente de la RDC, Felix Tshisekedi, ha estrechado la colaboración con algunos actores regionales. Sin embargo, su acercamiento a Uganda durante los últimos dos años se señala como el detonante de la renovada crisis regional.

En primer lugar, en noviembre de 2020 se llegó a un acuerdo entre la empresa minera estatal de la República Democrática del Congo, Sakima, y ​​Dott Services, una empresa supuestamente cercana a la familia presidencial de Uganda, para la explotación de depósitos de recursos minerales en el este del Congo. En segundo lugar, una invitación para que Uganda luche contra las fuerzas rebeldes de la ADF en territorio congolés.

La invitación fue seguida por la aprobación tácita congolesa de las tropas de Burundi para hacer lo mismo con RED-Tabara (también rebeldes) solo un mes después. Al mismo tiempo, no se hizo ninguna oferta a Ruanda, lo que alteró el frágil equilibrio de poder regional y socavó implícitamente la oportunidad de Ruanda de extraer recursos de la región.

Estas decisiones son claves. Invitar tropas extranjeras podría agitar la ya inestable región del este del Congo, al desencadenar una guerra de poder o animar a los rebeldes congoleses. Durante años, las rivalidades entre los vecinos de la República Democrática del Congo han generado varios grupos de insurgencia, que podrían llevar a enfrentamientos entre sí. La campaña militar de Uganda ha irritado particularmente a Ruanda.

¿Estamos preparados para sumar a la tragedia ucraniana, un nuevo capítulo en la guerra de África Central? La ONU y el mundo deberían seguir mas de cerca estos hechos, y hacer algo para evitarlo. Ya conocemos cuan sangrientos son estos conflictos en esa región del mundo, y la tragedia humanitaria que causan.

Sabemos lo que pasa en esa zona del mundo, con la violación a los derechos humanos en los campos de refugiados, en la minería, donde la legalidad e ilegalidad se funden en las ganancias para las grandes empresas europeas, chinas y de Norteamérica, y las paupérrimas instituciones democráticas que sirven como paraguas para toda la actividad ilegal imaginable.

Si a esa situación, sumamos otro conflicto africano, las consecuencias serán catastróficas, pero serán aún peores, si pasa al mismo tiempo que la guerra en Ucrania, las tensiones en Taiwán, la polarización en Estados Unidos, con la Unión Europea debilitada, y una crisis económica global, que afectará los mas pobres, como África.

Una vez más, vuelve y juega, los estamos dejando solos.

¿Qué pasó con el bastión de la independencia?

Por Juan Camilo Clavijo Martin

En 1815, la derrota de España del ejército revolucionario de Simón Bolívar en Venezuela casi extinguió el sueño de independencia en América del Sur. Tras la derrota, Bolívar buscó asilo político en la única república libre de América Latina : Haití. En ese momento, Haití era un puerto seguro para revolucionarios y africanos anteriormente esclavizados. Aunque la república prometió a las potencias coloniales que no intervendría en las luchas por la libertad y la independencia, Haití siguió apoyando rebeliones, interceptando barcos que transportaban esclavos y liberando su cargamento humano. Para Haití, el colonialismo y la esclavitud en cualquier lugar representaban una amenaza para la propia independencia y humanidad de la república. (France Francois, Refinery29)

 

De la Haití de aquellos años no queda ni la sombra. Casi 100.000 haitianos han huido de sus hogares cuando las pandillas se apoderan de Puerto Príncipe, según ONU mientras el país se encuentra ante una crisis superpuesta: con un brote de cólera, casi la mitad de la población, 4,7 millones de haitianos sufren de hambre aguda, y una dolorosa inflación.

Las pandillas, que ahora controlan aproximadamente el 60 por ciento de la capital haitiana, han emprendido una campaña brutal contra los civiles que incluye convertir la violencia sexual y los secuestros, en armas. Hay unas 200 bandas que operan en todo Haití, y alrededor de 95 solo en la capital.

La fuerza policial tenía 13.000 oficiales en septiembre de 2022, según las Naciones Unidas, lo que significa que la policía es superada en número: uno por cada 1.000 personas. Los habitantes desplazados del barrio Cite Soleil de la capital dijeron que no tenían agua, comida ni un lugar para dormir. Según la ONU, alrededor de 19.000 residentes de Cite Soleil enfrentan un hambre catastrófica.

La coordinadora residente y humanitaria de la ONU en Haití, Ulrika Richardson, ha dicho que, en octubre de 2022, se registraron 195 asesinatos (tres por día) junto con 102 secuestros. En el mismo mes, funcionarios de esa organización informaron que los mafiosos que bloqueaban una importante terminal de combustible en Haití, estaban provocando un hambre catastrófica en la isla, con más de cuatro millones de personas enfrentando una grave inseguridad y más de 19.000 sufriendo de hambruna

Haití está “al borde del colapso”, dijo a CNN Bocchit Edmond, embajador de Haití en Estados Unidos. Hasta 100.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición aguda severa, según UNICEF, mientras que los hogares más vulnerables del país carecen de acceso a agua potable.

El actual primer ministro interino del país, Ariel Henry, asumió el poder después de que el expresidente Jovenel Moïse fuera asesinado en julio de 2021, lo que sumió al país en una mayor incertidumbre política. A medida que la crisis se profundizó en octubre de 2022, Henry pidió una «fuerza armada especializada» de los socios globales, aunque su petición ha encontrado resistencia tanto en Haití como en los Estados Unidos.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un paquete de sanciones contra destacados líderes de pandillas, aunque la probabilidad de una fuerza armada extranjera sigue sin estar clara. Según los informes del gobierno, Washington ha apoyado la noción de apoyo militar internacional, pero hasta ahora ha evitado asumir un compromiso firme.

La profundización de la crisis política en Haití ha cobrado un nuevo enfoque cuando los únicos senadores que quedaban en el país vieron expirar sus mandatos el pasado 11 de enero, un acontecimiento alarmante en un país acosado por el aumento de la violencia y la inestabilidad de las pandillas.

El Senado fue la última institución elegida democráticamente de Haití, aunque sus filas se redujeron a solo 10, después de que el país no pudo celebrar elecciones legislativas en 2019 para llenar los puestos vacantes. Esos 10 senadores representaban a un país de casi 12 millones de habitantes.

“Es una situación muy sombría”, dijo a la agencia de noticias The Associated Press Alex Dupuy, un sociólogo nacido en Haití de la Universidad Wesleyan en los Estados Unidos. “Una de las peores crisis que ha tenido Haití desde la dictadura de Duvalier” (el régimen sangriento de Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier, quien huyó del país en 1986 después de suceder a su padre, Francois “Papa Doc” Duvalier, marcó la última vez que Haití careció de funcionarios electos).

El líder de facto del país, Ariel Henry, se ha enfrentado a una crisis de legitimidad, y algunos líderes de la sociedad civil haitiana lo instaron a entregar el poder a un gobierno de transición inclusivo.  Henry ha rechazado esos pedidos, diciendo que Haití necesita nuevas elecciones para trazar un camino para salir de la enorme crisis que enfrenta. Sin embargo, el 1 de enero, Henry dijo que se restablecería la Corte Suprema y se encargaría a un consejo electoral provisional que fije una fecha razonable para las elecciones, pero no ofreció un cronograma específico.

Grupos civiles han cuestionado cómo se puede organizar una votación cuando la inestabilidad parece estar empeorando y la mayoría de los haitianos viven con miedo a la violencia mortal en las calles, especialmente en la capital y sus alrededores.

Es una tristeza absoluta ver a un país que fue piedra angular en la independencia de América Latina y la lucha contra el esclavismo, convertido en una sumatoria de crisis, violencias y lideres, que sorprenden por su pequeñez ante los enormes retos en La Española.

CELAC y demás mecanismo multilaterales deberían apoyar a esa nación para salir de la grave crisis en que se encuentra. Una salida es necesaria para la estabilidad en la isla, para disminuir la ola de inmigración que viene de ese país, para vencer al hambre, al colera, y porque no, como agradecimiento histórico por su papel en nuestra independencia.

Haití se merece el apoyo de la región, no solo por solidaridad, sino por la paz y la estabilidad de nuestra América Latina.

 

Buen viento y buena mar presidente Lula

El líder del Partido de los Trabajadores dijo que asume un país en «terribles ruinas» con una situación de «desastre» social y económico. Añadió que el diagnóstico que recibió de los encargados de la transición con el gobierno anterior «es espantoso».

Vaciaron los recursos destinados a la salud. Desmantelaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública, protección forestal, asistencia social», añadió. (BBC  1 de enero, 2023)

 

Lula llega precedido de su excelente gestión de hace 20 años y la nostalgia de un pasado que fue mejor.  En septiembre de 2003, durante su primer año en el poder, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva había asegurado: “Desde ahora hasta el final de mi mandato ningún brasileño pasará hambre”. En siete años, según las estadísticas oficiales, cerca de 20 millones de brasileños (sobre una población de 190 millones) salieron de la pobreza.

El programa Fome Zero (Hambre Cero) garantizó especialmente el acceso de las familias indigentes a los productos alimenticios básicos, con ayudas que iban (a comienzos de 2007) de 18 a 90 euros mensuales. Como consecuencia, sólo durante el primer mandato de Lula, la malnutrición infantil retrocedió un 46%. En la región del Nordeste –de la cual el jefe de Estado es originario y donde también conoció el hambre–, retrocedió un 74%. En mayo de 2010, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) distinguió a Lula da Silva otorgándole el título de “campeón mundial de la lucha contra el hambre”.

Brasil sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo, pero ahora lo es un poco menos. Entre 2003 y 2010, los ingresos del 10% de la población más pobre crecieron un 8% anual: mucho más rápido que la economía y que los ingresos del 10% de la población más rica (+1,5%). La participación de las clases medias inferiores –hogares cuyo ingreso mensual se ubica entre 1.065 y 4.591 reales (467 y 2.000 euros)– pasó del 37% de la población a más de la mitad.

Durante los dos mandatos del exsindicalista se crearon 14 millones de empleos y el salario mínimo aumentó un 53,6% en términos reales, es decir descontando la inflación. Esta última medida benefició no sólo a los salarios bajos –los más numerosos–, sino también a los jubilados y a los beneficiarios de los programas de ayuda a personas discapacitadas, que perciben sumas indexadas sobre la remuneración mínima. También ha contribuido a la evolución de la participación de los ingresos del trabajo en el Producto Interior Bruto (PIB), que pasó del 40% en 2000 al 43,6% en 2009.

El programa de Bolsa Familia sigue siendo el dispositivo emblemático de las políticas sociales. Este programa de pago de asignaciones involucra a las familias que viven por debajo del umbral de pobreza. Según las cifras del Gobierno, beneficia a 12,4 millones de hogares, o sea a más de 40 millones de personas, que perciben una media de cerca de 95 reales al mes (un poco más de 41 euros).

Pero la actualidad es distinta a la de comienzos de siglo. En 20 años, Luiz Inácio Lula da Silva ha pasado de la presidencia de Brasil a la cárcel y viceversa. El Brasil que gobernará desde el pasado 1 de enero no es el mismo que recibió en 2003, ni el mismo que dejó en 2011. Hay retos grandes, como el de unir a un país polarizado, impulsar la economía tras los años de pandemia y gobernar sin mayoría en el Congreso. En ninguno de los casos le será fácil.

En los últimos años, Brasil ha vivido un torbellino político. Sucedieron investigaciones de dos tramas de corrupción que implicaron a decenas de políticos y empresarios, entre ellos Lula y su compañera de partido, la expresidenta Dilma Rousseff. Luego, la extrema derecha, con Bolsonaro al frente, llegó al poder el 1 de enero de 2019 eliminando políticas sociales orientadas a la educación, salud y medioambiente. La situación se agravó con la pandemia de COVID-19.

“Rescatar del hambre a 33 millones de personas” fue una de las principales promesas de campaña. Ahora, como presidente, Lula tiene uno de sus más grandes desafíos que será sacar de allí a cerca del 16% de la población. Brasil había salido del mapa de hambre de la ONU en 2014, pero el nombre del país volvió a la lista durante el mandato de Jair Bolsonaro. En dicho territorio, 125,2 millones de personas han experimentado inseguridad alimentaria.

La realidad económica de Brasil dista de la bonanza de los años 2000, cuando Lula pudo financiar sus políticas sociales por medio del boom de las materias primas. Por lo que el nuevo presidente deberá adaptarse a un casi por completo nuevo panorama económico.

Igualmente, su promesa de llevar a ceros la deforestación también tendrá grandes dificultades para revertir los máximos históricos que alcanzó en el mandato de Bolsonaro. Para ello, el presidente brasileño buscará promover la lucha contra la tala ilegal, para el que ya ha mostrado su voluntad de una colaboración internacional en la que se encuentren socios de la región y por fuera de ella para proteger la selva, por ejemplo, a través del Plan Amazonía, del cual Colombia hace parte.

Lula ha señalado que su predecesor aisló a Brasil del mundo y que buscará rehacer alianzas y cooperaciones. Uno de sus deseos es revitalizar Mercosur y Unasur. Las expectativas son altas. Y aún más por el viraje ideológico latinoamericano. Con su llegada al Palacio del Planalto (palacio presidencial de Brasil), las cinco principales economías de América Latina estarán gobernadas por la izquierda.

Desde el punto de vista de Sudamérica, se encuentra una nueva ola de izquierda con la sorpresiva presidencia de Gustavo Petro en Colombia, pero sin un socio fuerte como Hugo Chavez, con un caótico Perú y una Mercosur a punto de romperse, debido a las aspiraciones de Uruguay de tener tratados comerciales por separado.

El recién llegado a Planalto, no la tendrá fácil. Tiene un país absolutamente dividido, que se refleja en la ausencia de mayorías en el congreso, por parte de la bancada oficialista, lo que hará la gestión de Lula absolutamente complicada. Para esto, deberá escoger sus batallas y programas por los cuales apostar, y crear puentes con aquellos sectores que no son del todo aversos a la izquierda, tal como lo hizo con su vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien viene de la centroderecha.

Lula tiene 20 años más, ya entrado en sus setenta, con menos vitalidad, pero con todo el conocimiento y toda la experiencia en política. Deberá estar abierto a adaptarse a las nuevas circunstancias económicas, sociales y globales, que hacen de su discurso menos aceptado y factible que antes. El presidente deberá utilizar toda la sagacidad utilizada en campaña, para llevar a cabo todas sus reformas.

Hablemos al término de su periodo, a ver si logra alcanzar sus metas. Buen viento y buena mar presidente Lula.

Túnez: una muestra de lo que se viene en 2023

«¡Vete!», «¡Rebelión contra el dictador Kais!», «¡El pueblo quiere destituir al presidente!», gritaban los manifestantes. Túnez, asfixiado por una deuda superior al 100 por ciento de su PIB e incapaz de endeudarse en los mercados internacionales, está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo de unos 2.000 millones de dólares.

Esta crisis financiera se ha traducido en los últimos meses en una escasez recurrente de productos básicos (harina, azúcar, café) en un contexto de inflación galopante (cerca del 9 por ciento en agosto en evolución anual). (DW, 15 de octubre, 2022)

 

La tan alabada transición democrática de Túnez tiene muchos aspectos y el hecho de que no haya dado resultados económicos ha hecho que se cuestione entre la mayoría de los tunecinos. Por eso, cuando un presidente populista como Kais Saied prometió cambiar el sistema y librar al país de su clase política, funcionó.

El presidente, desconocido para el público en general hace apenas unos años y poco activo en la política tunecina durante la dictadura, encarnó la ira de una nación deprimida y la canalizó para iniciar un nuevo capítulo. En julio de 2021 se hizo con el poder y lanzó una reforma destinada a dotar al país de una nueva constitución y un sistema político revisado.

Las principales atribuciones de la constitución son re-centralizar el poder, sustituir el sistema parlamentario por uno presidencial y limitar la influencia de la oposición política. En resumen, se trata de desmantelar el legado de la Primavera Árabe y rehacer el sistema que prevalecía antes de 2011. Como era de esperar, Saied se aseguró el apoyo del Estado profundo y siguió adelante con un referéndum sobre su constitución el 25 de julio de 2022.

Sin embargo, el proceso fue opaco y la participación de los votantes fue baja. La oposición a las políticas de Saied es cada vez mayor, tanto a nivel interno como externo, y las dificultades económicas de Túnez siguen profundizándose, en parte debido a la dinámica mundial. Más que una receta para la estabilidad, el referéndum puede abrir un nuevo ciclo de contestación, porque Saied es ahora el único culpable de la situación del país.

Así, por un lado, el campo islamista no tiene la capacidad de gobernar por sí mismo, y por el otro, el secularismo se encuentra tan fragmentado que tampoco puede ofrecer una alternativa viable. Las coaliciones resultantes se caracterizan por su debilidad y escasa cohesión: Túnez ha tenido 9 ejecutivos en diez años, antes de la crisis institucional de 2021-2022. Y esta ha sido, en líneas generales, la situación desde 2011.

En diciembre del presente año, el poderoso sindicato de trabajadores de Túnez atacó la agenda política y económica del presidente el sábado, incluidas las elecciones de este mes, diciendo que ya no aceptará lo que llamó una amenaza a la democracia en su desafío más claro hasta el momento.

El sindicato UGTT dice que tiene más de un millón de miembros, y ha demostrado ser capaz de paralizar la economía. En ocasiones ha respaldado al presidente Kais Saied después de que tomó la mayoría de los poderes el año pasado, pero en otras ocasiones ha expresado una tibia oposición. “Ya no aceptamos el camino actual por su ambigüedad y regla individual, y las sorpresas desagradables que esconde para el destino del país y la democracia”, dijo el líder de la UGTT, Noureddine Taboubi, en un discurso ante miles de simpatizantes.

Saied cerró el parlamento electo el año pasado y pasó a gobernar por decreto antes de redactar una nueva constitución, aprobada este verano. La mayoría de los partidos políticos están boicoteando las elecciones, diciendo que el nuevo parlamento no tendrá poder, están criticando los procedimientos que ha decretado el presidente, que incluyen poner a la comisión electoral bajo su jurisdicción.

Taboubi dijo que las elecciones de diciembre «no tendrían color ni sabor» como resultado de la constitución de Saied y que la votación carecía de unanimidad nacional. Los críticos del presidente han denunciado sus movimientos como un golpe de estado y han realizado repetidas protestas callejeras. Saied dice que sus acciones fueron necesarias para salvar a Túnez.

Sin embargo, aunque los tunecinos pueden diferir sobre la naturaleza, las causas y las implicaciones a corto y largo plazo de la crisis política que azota a Túnez, ninguno de ellos estará en desacuerdo sobre la realidad de la desastrosa situación económica del país.

Durante meses, Túnez se ha enfrentado a una creciente escasez en el suministro de ciertos productos básicos, como azúcar, sémola, aceite, café, combustible y medicamentos. Esta escasez, junto con los aumentos masivos de precios casi a diario, han afectado el poder adquisitivo y el sustento de los ciudadanos tunecinos, muchos de los cuales ahora no pueden pagar ni siquiera sus gastos diarios. De hecho, el sistema financiero en Túnez hoy está al borde del colapso, dado que el banco central y el sistema financiero local han alcanzado su capacidad máxima y carecen de la capacidad futura para garantizar los derechos de las personas.

Es en este contexto que el gobierno tunecino llegó a un acuerdo con el FMI tras meses de negociaciones. Túnez anunció en octubre que había llegado a un acuerdo técnico tentativo de 48 meses con el FMI a cambio de 1.900 millones de dólares para apoyar las políticas económicas en Túnez. Este prestamos pone en serios aprietos al gobierno.

La gobernanza cambiante de Túnez, unida a su crisis fiscal, también plantea la cuestión de cómo responderán otros países. Tras las medidas excepcionales adoptadas por Saied en julio de 2021, por ejemplo, las relaciones entre Estados Unidos y Túnez han fluctuado entre sucesivas declaraciones diplomáticas.

En algunos momentos, los funcionarios han pedido «restaurar el camino democrático» en Túnez, y en otros momentos han amenazado con cortar la ayuda. Sin embargo, en cada caso, las acciones de los EE. UU. finalmente han sugerido una especie de aceptación del camino actual junto con recordatorios pasivos para otorgar una mayor participación a los ciudadanos tunecinos.

En este 2022, Tunez ya comienza a avisar lo que sería el escenario común en varios países durante la recesión esperada de 2023. Colombia y América Latina deben tomar atenta nota para evitar crisis de gobernabilidad, que junto la crisis económica, sería una catástrofe para la región.

Hay que evitar situaciones como las de Perú, en plena crisis económica

¿Es posible una banca verde?

Ya no estamos en el mundo de los 80 y de los 90. El mundo ha cambiado, pero nuestras reglas no”, dijo en un encuentro sobre biodiversidad mantenido con distintos miembros del Caucus del Congreso estadounidense.

En su discurso introductorio apuntó que los diseños de los proyectos de ambos organismos y su enfoque de la solidaridad ya no están adaptados a la magnitud del problema.

 

“La vulnerabilidad climática debe ser tenida en consideración en las reglas colectivas, lo que no es el caso”, señaló el presidente galo, que defendió un cambio de modelo “en profundidad” en lugar de apostar por nuevos fondos “que no van a ser financiados o que si lo son no lo serán de forma adecuada”. (Emmanuel Macro, 11 de noviembre, 2022)

Un acuerdo alcanzado en la cumbre climática COP27 de la ONU exige cambios rápidos y de gran alcance en el sistema financiero mundial para financiar la transición a una economía baja en carbono.

“Entregar (inversiones necesarias de al menos $4 o 6 billones al año de dolares) requerirá una transformación rápida e integral del sistema financiero y sus estructuras, que involucre a gobiernos, bancos centrales, bancos comerciales, inversionistas institucionales y otros actores financieros”. dice el acuerdo, conocido como el Plan de Implementación de Sharm el-Sheikh.

Aunque el acuerdo no estipula la naturaleza precisa de las reformas propuestas, las discusiones durante la cumbre se centraron en el futuro del Banco Mundial, la distribución de derechos especiales de giro (DEG) y una propuesta de «canjes de deuda por cambio climático». mediante el cual los acreedores cancelan parte de la deuda de los países más pobres sobre la base de compromisos para emprender proyectos en la lucha contra la crisis climática.

Esta propuesta fue pieza central de un discurso de apertura en COP27, realizada por la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. La primera ministra ha emergido como líder de las naciones pequeñas y en desarrollo, que dicen estar hartas de pedir prestado a altas tasas para pagar los impactos climáticos que no causaron.

Las reformas podrían hacer que el Banco Mundial ofrezca más financiamiento en condiciones favorables y subvenciones a los países en desarrollo para proyectos que luchen contra la crisis climática. La financiación concesional significa financiación en mejores condiciones que las disponibles comercialmente.

También hay un impulso para aumentar la capacidad de préstamo del banco mediante la reducción de la cantidad de capital que los prestamistas deben mantener para respaldar los préstamos a los países en desarrollo. Una revisión independiente encargada por la presidencia indonesia del G20, encontró que el Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo, podrían movilizar un billón de dólares adicional para la financiación del clima y el desarrollo, a través de una política de este tipo.

Mottley ha presionado para que los DEG del Fondo Monetario Internacional (FMI) se asignen para ayudar a los países en desarrollo para invertir en la transición hacia una baja emisión de carbono. Los DEG son un activo de reserva emitido por el FMI que puede cambiarse por las monedas de los miembros del fondo. La propuesta de Mottley generaría un valor de $ 650 mil millones para establecer un fideicomiso de mitigación climática. Otros $ 100 mil millones podrían recanalizarse fuera de los países ricos, que no se están utilizando actualmente.

Los patrocinadores del plan dicen que este fondo podría usarse para pedir prestado un monto equivalente adicional del sector privado, que podría prestarse a tasas bajas para invertir en proyectos de infraestructura verde. Los arquitectos de este plan,  también dicen que tal fideicomiso se prestaría directamente a los proyectos en lugar de a los gobiernos. Por lo tanto, los préstamos se convertirían en un activo del fideicomiso y un pasivo del proyecto, eliminando la mitigación climática de los balances del gobierno.

Por otro lado, los grupos de la sociedad civil han dicho que, aunque los DEG son inmensamente valiosos para los países vulnerables y de bajos ingresos, históricamente se han asignado a economías avanzadas que no los necesitan.

Otra propuesta defendida por Mia Mottley es un mayor uso de los canjes de deuda verde. Esto implica que los acreedores acuerden renegociar una parte de la deuda de los países más pobres sobre la base de que el prestatario acepta realizar alguna forma de inversión climática.

El uso de tales mecanismos se ha disparado en los últimos años y la idea ha ganado cierto apoyo del FMI y el Banco Mundial. Kristina Kostial, subdirectora del FMI, advirtió durante la COP27 que los países vulnerables al clima con grandes cargas de deuda están perdiendo aún más capital debido a las crisis climáticas. Ella dijo que, por lo tanto, tenían un espacio fiscal más limitado para realizar inversiones de mitigación climática.

Mas allá de las propuestas de la primera ministra de Barbados, o lo que tenga el presidente de Francia, es clave saber cuál es la posición de Wall Street, y los demás centros financieros sobre esta propuesta. ¿están dispuestos a ceder ganancias por inversiones en la lucha contra el cambio climático? ¿están abiertos a tener deudas mas favorables a los países pequeños y en desarrollo?

Esto no es un tema de bondad, ni de magnificencia. Este es un asunto de ganancias y visión a largo plazo, si los bancos quieren mantener las ganancias en 30 años, deben adoptar este tipo de medidas, porque si seguimos a este ritmo de depredación del planeta, no abra quien pague esas deudas en los países en desarrollo y los pequeños.

Es más, estos cambios propuestos, deberán comenzar un dialogo sobre el cambio de modelo de producción y económico a nivel mundial, que es insostenible al ritmo que vamos.

¿Quién me quita lo bailado?

Si hay un mensaje consistente sobre el cambio climático –que ha quedado bastante claro en la reciente oleada de grandes evaluaciones sobre el tema– es que la temperatura de nuestro planeta ya está cambiando y este es el momento para actuar si queremos evitar consecuencias devastadoras.

Ahora, según un informe de las Naciones Unidas publicado este martes, la proyección de las emisiones de dióxido de carbono –el principal gas de efecto invernadero– para todos los países del mundo está desafortunadamente muy cerca del límite de los 2 grados Celsius establecido en el acuerdo climático de París de 2015 (CNN, 7 de noviembre/2022)

 

A pesar de que gozamos los inviernos menos fríos y las temporadas de calor extendidas, aun no somos conscientes de los efectos del cambio climático en el día a día; aunque ya sufrimos sus consecuencias. El aumento de los gases de efecto invernadero está haciendo que muchos trabajos al aire libre se hagan casi insoportables debido a las olas de calor, que asimismo generan sequías e incendios cada vez más temibles.

Son realidades que muchas veces vemos en la televisión mientras disfrutamos de un cómodo ambiente generado por nuestro aire acondicionado, cuyo uso indiscriminado y generalizado no deja de ser uno de los factores que genera el propio problema del que se intenta concientizar.

Sin darnos cuenta, todos sufrimos en el día a día por culpa directa o indirecta del cambio climático, unos efectos que nos hacen la vida más difícil e incluso restringen nuestra capacidad para desarrollar actividades con la libertad que teníamos hace unos años.

Un artículo de Global Citizen, un movimiento ciudadano global nacido en 2012 para acabar con la pobreza extrema en 2030 y actuar en defensa del planeta, nos proporciona algunos ejemplos:

  • Dormimos peor. Cerca del 62% de las personas en el planeta dormimos peor. Son datos de 2019 previos a la pandemia, por lo que no se puede achacar este deterioro al estrés provocado por el coronavirus. ¿La causa? Principalmente por el aumento de las temperaturas: en los meses más calurosos se han multiplicado las noches en las que el calor hace imposible conciliar el sueño. Esta es una causa directa, pero las hay indirectas, como la ansiedad entre los afectados por incendios, huracanes y otros desastres naturales. Si aumenta el número de estos fenómenos devastadores, también crece el de las personas que sufren este tipo de estrés y tienen problemas para dormir.
  • Alergias más intensas en momentos del año en los que antes no se producían. El aumento de los días calurosos durante el año y el adelanto de las estaciones cálidas, unido a la polución del aire y las partículas contaminantes en suspensión, son un coctel que complica las patologías de los que ya tienen alergia, y crea alergias en gente que nunca las ha sufrido.
  • Alquileres y compras de casas cada vez más caros. El cambio climático también toca nuestro bolsillo, tanto si alquilamos como si compramos una casa. Ya se construye pensando en el aumento de efectos climatológicos adversos y desastres, los costos de la construcción son e incluso de los seguros de las casas están subiendo.
  • Alimentos cada vez más escasos y caros. En el último siglo, los supermercados de muchas partes del mundo se han convertido en lugares de superabundancia, donde se pueden comprar alimentos de todo el mundo, independientemente de la temporada de cultivo. Pero esta era de comodidad está llegando a su fin a medida que el cambio climático perturba la producción mundial de alimentos. Pronto será difícil encontrar o permitirse cultivos básicos como el arroz y los productos derivados del trigo, algunas frutas como los melocotones y las cerezas, y determinados pescados y mariscos.
  • Nos quedamos sin espacios naturales. Altas temperaturas, falta de precipitaciones y suelos desérticos están dejando sin lluvia a zonas en las que sus ríos bajan con menos caudal, lo que hace disminuir los lagos, charcas y pozos, incluso haciéndolos desaparecer en algunos sitios. El impacto en el medio ambiente es evidente también para los humanos, que tienen menos sitios a los que acudir en verano para refrescarse, combatir el calor y disfrutar de la naturaleza.
  • Más atascos. El cambio climático nos afecta cuando cogemos el coche y tenemos que soportar cada vez más atascos. ¿Por qué? Con un patrón metereológico tan errático como el actual, los materiales e infraestructuras soportan un mayor estrés y son cada vez más habituales los fallos y roturas. ¿Y qué ocurre cuando una carretera, puente o túnel tiene problemas? Que el tráfico empeora hasta que se repara.
  • El cambio climático tiene una influencia clara en la movilidad humana en la región, en particular dentro de las fronteras de los países. Solo en 2021, el Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno registró más de 1,6 millones de nuevos desplazamientos por desastres en las Américas, una cifra que ascendió a 4,5 millones en 2020. Para el año 2050, el Banco Mundial cifra en 17 millones el número potencial de migrantes climáticos en América Latina si se cumplen los escenarios más pesimistas.

El cambio climático esta acá, y solo nos queda asumir una actitud frente a lo que será nuestro futuro. Pues como vamos, hemos escogido continuar viviendo como el último siglo, con el Antropoceno presente, que cambiar nuestros modos de vida y hábitos de consumo para tener un futuro en este planeta.

El homo sapiens está demostrando que no es para nada racional. Preferimos la comodidad de pedir todo a domicilio y seguir en el sofá viendo Netflix, que evitar consumos innecesarios de energía. La apuesta actual es tratar de acumular lo máximo posible en la actualidad, para que, con esa riqueza, podamos “protegernos” de las nefastas consecuencias que nos esperan. ¿será eso suficiente? ¿en un mundo sin agua, el dinero importa?

Este no es un artículo para hacer un llamado al cambio de actitud, y sumarnos a la lucha contra el cambio climático. De hecho, lo que busco es que sepamos que las cosas no van a ser mejores. Serán mucho peor.  Inflación, crisis climática, inmigración, guerras, e inestabilidad política serán las condiciones “normales” para el futuro. Algo parecido al presente, pero elevado a la N.

Hemos escogido nuestro futuro. Después no hay que lamentarnos porque… ¿Quién me quita lo bailado? Entonces, bienvenidos al futuro desolador mis conciudadanos, que la opulencia de hoy es el insumo para el sufrimiento del mañana.

 

PD I: Esto va dirigido sobre todo a las empresas, quienes tienen mas responsabilidades que los ciudadanos corrientes

 

PD II: Repito. ¿Qué pasa con la estrategia anticorrupción? ¿Se esta aprobando una reforma tributaria para que ahora se roben más recursos? ¿Como se van a cuidar los 20 billones de pesos que se planea recaudar?

¿Otro extremismo que gana en Europa? ¿por qué?

Italia ha votado por un nuevo gobierno, el cual muy probablemente será liderado por una presidenta del Consejo de ministros cuyo partido surgió de las cenizas del fascismo italiano posterior a la Segunda Guerra Mundial. El ascenso de Giorgia Meloni, la incendiaria etno-nacionalista aparentemente victoriosa en las elecciones del domingo 25 de septiembre, ha conmocionado a toda Europa y ha detonado el miedo de que Italia se pueda convertir en el talón de Aquiles en la resolución de Occidente de resistir la sangrienta campaña de Rusia en Ucrania. (The Washington post, 26 de septiembre, 2022)

Una vez más la derecha ha ganado en Europa, que en los últimos años ha visto como estos gobiernos y partidos son cada vez más poderosos, como es el caso de Giorgia Meloni.  Este continente a partir de la incapacidad para responder a desafíos como el desempleo, la inflación, y/o el abuso del eje francoalemán (según los países del sur de Europa), ha sido el escenario perfecto para que este tipo de ideas resurjan y se fortalezcan.

 

Según los resultados oficiales, la candidata ultraderechista, con el 26%, logró casi los mismos votos que los cuatro partidos de la coalición de centroizquierda -7,30 millones de Meloni por 7,34 millones de la coalición liderada por Enrico Letta, del Partido Democrático.

El partido de Meloni, Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia); la Liga, de Matteo Salvini; Fuerza Italia, de Silvio Berlusconi, y Nosotros Moderados suman un total de 121 diputados electos por candidatura uninominal, a los que habría que sumar los plurinominales: 69 de Hermanos de Italia, 23 de la Liga y 22 de Fuerza Italia.

¿Donde radican los miedos frente a Meloni? Según la BBC, Umberto Eco consideraba que el fascismo «no tenía esencia» y que Mussolini no había tenido una filosofía particular: «solo tenía retórica». El fascismo, aseguró el célebre semiólogo, filósofo y escritor italiano en un discurso en 1995, «era un totalitarismo confuso, un collage de distintas ideas políticas y filosóficas, una colmena de contradicciones». No había, por lo tanto, una filosofía particular detrás del fascismo, pero «emocionalmente estaba firmemente fijado a ciertos cimientos arquetípicos», como el culto a la tradición, el miedo a la diferencia, el populismo selectivo o el machismo.

Hermanos de Italia conserva algunas de estas raíces culturales, como detalla la periodista italiana Annalisa Camilli: «tienen un discurso fuerte contra la inmigración y contra los derechos de las mujeres, están en contra del aborto y quieren aumentar la tasa de natalidad en Italia, que es la más baja de Europa. En este sentido, son muy tradicionalistas, de ahí su lema, «Dios, patria, familia» (¿Algún Bolsonaro por acá perdido?).

Sin embargo, apunta Camilli, » se han emancipado de ese pasado. Ahora son un partido moderno de ultraderecha, más parecido a otros partidos como la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, Vox en España o el partido de Viktor Orbán en Hungría. Buscan un consenso en torno a ciertos pilares como la lucha contra la inmigración ilegal, la promoción de una identidad nacional y las políticas de apoyo a la natalidad».

¿Por qué los italianos decidieron volver a estas ideas? Nada pasa por casualidad. Debemos tener claridad que estas ideas representan a una buena parte de la población en Italia, Europa, en América del Norte (¿Trump?), y América del Sur (¿Brasil?), por ende, debemos reconocer esas orillas extremistas, y aprender a manejar el nuevo panorama político. Al reconocer estas ideas y la población que representan, se hace necesario comprender las causas por las cuales estas salen elegidas.

Igualmente, a pesar de que Meloni se apoyó en los pilares de Mussolini: Dios, Patria y Familia; su discurso cobija más elementos como la crisis económica, la inmigración, los abusos de la UE y el descontento social. Los Hermanos de Italia, como el resto de derechas europeas, han sabido agrupar el descontento social bajo lemas simplistas que llevan a la reducción de los problemas, y la ira de las masas.

Por ejemplo, la UE está viviendo una profunda crisis económica que se ha materializado en las tasas negativas de crecimiento, inflación y en el alto desempleo, que conlleva a una profunda crisis económica, factores que han dado lugar a un ajuste severo y a medidas de austeridad, que reducen la calidad de vida de millones de personas en el continente. Además, la crisis energética, la anunciada recesión de 2023 y la guerra en Ucrania no están colaborando a mejorar el panorama.

Esto ha despertado un euroescepticismo que sirve como gasolina a discursos como el de Meloni, cuando dice: “No a los burócratas, ni los tecnócratas de Bruselas, si la soberanía de los pueblos”. La colectividad de la primera ministra hace parte del partido de los conservadores y reformistas europeos, que agrupa a partidos como el polaco Ley y Justicia, VOX de España o los Demócratas Suecos, quienes comparten la base de los ideales de Meloni. Por eso, se entiende que los lideres de Bruselas estén muy preocupados, si la líder de la 3era economía del continente está en contra de las medidas tomadas por la unión, y llegue a tomar posiciones tan agresivas como las de Hungría y Polonia.

Pasando a lo económico, Italia ha sido el país con peor desempeño económico del mundo desarrollado. El PIB per cápita fue menor en el 2019 que en el 2020, posee la quinta deuda pública del mundo (145% del PIB y segunda ratio más alta de la eurozona después de Grecia), el desempleo de los jóvenes se mantiene arriba del 20%, creciente inflación, la prima de riesgo en Italia se ha disparado un 20% en las últimas jornadas y ronda los 260 puntos básicos. y una pobre perspectiva de crecimiento económico del 0.2% (según el FMI). De seguir así, Italia estaría en una quiebra absoluta.

Por eso el discurso de Meloni pasa por una mayor soberanía, sin estar a expensas de las decisiones de Bruselas.  A cambio de bajar impuestos, se ha enfundado el papel populista, como incrementar la rigidez laboral, como pretexto para salvaguardar los puestos de trabajo, y ayudar a los jóvenes, especialmente en las grandes ciudades donde escasean los pisos de alquiler.

En medio del discurso de soberanía, contrario a la UE y agresivo con el poder de las corporaciones sobre el capital italiano ¿puede suceder un Italexit?, este escenario es muy poco probable dada la dependencia italiana de la inversión extranjera y más aún de las compras del Banco Central Europeo (BCE). Pero la inmigración, puede ser un argumento que alimente ese ideal.

Según los últimos datos publicados por la ONU, Italia tiene 6.273.722 de inmigrantes, lo que supone un 10,52% de la población. La inmigración procede principalmente de Rumanía, el 17,13%, Albania, el 7,57% y Marruecos, el 7,18%. En los últimos años, el número de inmigrantes que viven en Italia ha aumentado en 366.261 personas, un 6,2%.

Sin embargo, lo altamente sensible es la inmigración irregular. Desde 2015 han llegado a Italia 750.000 personas, en agosto (solamente) de 2022 llegaron a sus costas 45,600 personas, un aumento del 40% con respecto a 2021. Un dato curioso, que explica las posiciones de Meloni frente a este tema es que casi la mitad de estos inmigrantes irregulares, llegaron al país en barcos de ONGs o de la propia marina italiana.

Lo anterior, sumado a las 125 mujeres que fueron asesinadas en Italia entre el 1 de agosto de 2021 y el 31 de julio de 2022, un 15,7 % más que en el mismo periodo del año anterior, y donde las mujeres representaron el 39,2 % del total de víctimas de homicidio voluntario, y de esos 125 asesinatos, 108 se produjeron en un contexto familiar o afectivo, y 68 fueron cometidos por parte de la pareja actual o la expareja; Son la mezcla perfecta para para acabar con la “violencia islamista”.

Meloni posiciona el fundamentalismo islámico como amenaza y reclama «un fuerte cambio político» para combatir la inmigración ilegal y la delincuencia que provocan los inmigrantes. La primera ministra afirmaba en su campaña: «Italia es cada vez más insegura. La inmigración ilegal amenaza la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos. Nuestras ciudades están degradadas e inhabitables. Los suburbios y centros históricos son escenario de ocupaciones abusivas, violencia y narcomenudeo».

El euroescepticismo, la brutal crisis económica, la inmigración y el ascenso de la violencia son el escenario perfecto para que campañas como la de Giorgia Meloni, lleguen el poder. Su elección no fue fortuita, ni fue un ataque irracional de los italianos. Tiene mucha lógica y es consecuente con la realidad de la mayoría de ese país.

Las derechas han venido llegando al poder en los últimos 10 años no porque los votantes sean estúpidos, no sean racionales, o todos sean totalmente radicales. La crisis económica, la violencia, el desempleo y el famélico futuro de los jóvenes son causas objetivas que afectan a todos, y no tienen posición en el espectro político.

Entonces habría que preguntarse: ¿qué pasa con la izquierda europea que se ha quedado sin argumentos electorales?

PD1: Italia ha tenido 77 gobiernos en 70 años. Según esto, en América Latina somos un remanso de estabilidad política.

PD2: No comparto los ideales de Giorgia Meloni, pero hay que saber porque este tipo de partidos siguen en alza.

 

 

Un hito más que se derrumba, esta vez es Suecia

Los resultados de las elecciones en Suecia ya se han dado a conocer: el partido de extrema derecha Demócratas de Suecia ha obtenido el 20,5% de los votos, convirtiéndose en la segunda formación con más apoyo, solo por detrás del Partido Socialdemócrata, que ha conseguido el 30,3% de las papeletas.

Los escaños obtenidos por el bloque conservador (la ultraderecha, los moderados, los cristianodemócratas y los liberales) suman 176 diputados y alcanzan la mayoría en el Riksdag (el Parlamento sueco); son tres diputados más que el bloque de centroizquierda. Como consecuencia, la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, anunció este miércoles su dimisión (La Vanguardia, 16 de septiembre, 2022)

 

Suecia fue considerada durante muchos años el paradigma del Estado de Bienestar en el mundo. Un país visto como un modelo de sociedad próspera, igualitaria y libre, en la que todos los ciudadanos tienen los problemas esenciales resueltos. En ese orden social en el que todo parece funcionar, no tendría que haber lugar para la violencia. Pero las sociedades ideales no existen.

Suecia sigue siendo un país con estándares de vida que están muy por encima de la media mundial, eso está fuera de discusión. Con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,945 sobre 1 está en el séptimo puesto. Pero 20 años atrás tenía el segundo IDH más alto del mundo y sólo era superado por Noruega, que se mantiene en la actualidad en el primer lugar.

En diferentes estadísticas se puede observar una tendencia similar. El 18.8% de los suecos está en riesgo de caer en la pobreza. Son dos puntos menos que la media europea, pero hay 12 países con menores niveles de exclusión, según estadísticas de Eurostat para 2019.

También se deterioró la distribución del ingreso. El índice Gini, que mide la desigualdad de 0 (mínimo) a 1 (máximo), es de 0,276; 0,03 puntos menos que la media europea, pero ocupa el décimo lugar. Hace diez años era 0,263 y era el séptimo más igualitario de la región. El desempleo afecta al 8,3% de la población, mismo nivel que en 2009. Pero en términos relativos también empeoró: pasó de estar un punto por debajo del promedio de la Unión Europea a estar un punto por encima.

Una de las causas del deterioro de los indicadores socioeconómicos suecos es la enorme dificultad que tuvo para integrar a la gran cantidad de población inmigrante que recibió en los últimos años. En 61 zonas vulnerables de Suecia viven 556.000 personas, el 5,4% de la población del país (apenas 10 millones).

Según Hechos para el cambio: un informe sobre las 61 zonas vulnerables, en tres de cada cuatro habitantes de esas zonas son de origen foráneo; los países de nacimiento más comunes son Siria, Turquía, Somalia, Polonia e Iraq. En cinco de ellas la proporción de residentes de origen extranjero es del 90% o superior: Rosengård (Malmö), Hovsjö (Södertälje), Fittja (Botkyrka), Rinkeby/Tensta (Estocolmo) y Hjällbo (Gotemburgo). En Suecia hay casi 2,5 millones de personas con orígenes foráneos; según el informe, el 16,2% vive en zonas vulnerables.

La consecuencia de esto fue la aceleración de la formación de guetos, donde se concentra el grueso de la población que de un modo u otro está excluida del mundo del trabajo, muchos de los cuales son inmigrantes de primera o segunda generación. En esas zonas donde ni el mercado formal ni las agencias estatales logran intervenir de manera eficaz, surgen oportunidades para otras formas de generar recursos, de regular las relaciones sociales y de resolver los conflictos (¿ilegalidad?).

Es un claro fracaso del modelo sueco, que reproduce hechos de violencia que se dan en Inglaterra, Gales o Francia. Los nórdicos siempre vistos con admiración por el resto del mundo, no se escapan del fracaso de la integración de inmigrantes y la exclusión de poblaciones por nacionalidad, a pesar de tener el mismo pasaporte. Es evidente que la sociedad sueca, históricamente homogénea y cerrada, tiene dificultades para desarrollar la idea de multiculturalidad.

Durante muchos años, el debate público sobre la relación entre la inmigración y los crecientes niveles de delincuencia y violencia pandillera fue considerado tabú, no era políticamente correcto hablar de ellos. Sin embargo, “ya no es un secreto que gran parte del problema de la delincuencia organizada y pandillera, con tiroteos y explosiones, está vinculado con la inmigración de las últimas décadas”, escribió el jefe de la Policía de Gotemburgo, Erik Nord, en mayo/2022.

En agosto de 2022, en un cambio de posición completo, que refleja cómo han cambiado los ánimos en Suecia desde 2017, el Brå publicó por primera vez en 16 años un informe con estadísticas sobre la composición étnica de la delincuencia:

El riesgo de ser fichado como delincuente es mayor entre los nacidos en Suecia cuyos padres no son nativos, seguidos de los nacidos en el extranjero (…) El riesgo de ser fichado como sospechoso de haber cometido un delito es 2,5 superior entre los nacidos en el extranjero que entre los nacidos en Suecia y de padres nativos. Las personas nacidas en Suecia con ambos progenitores no nativos tienen un riesgo tres veces mayor(RCE, enero 2022)

Suecia tiene el mayor número de tiroteos letales por millón de habitantes de toda Europa, según un estudio comparativo elaborado por el mismo Brå y divulgado en mayo. Además, es el único país del continente en el que los tiroteos letales se han incrementado desde el año 2005. En 2020 murieron 47 personas y 117 resultaron heridas en 366 tiroteos. En 2021, para el mes de noviembre se habían registrado 290 tiroteos y 42 muertos.

Según Klara Hradilova Selin, el aumento es difícil de explicar, pero hay al menos tres factores que influyen en la ola de asesinatos con armas de fuego que atraviesa Suecia. «La existencia de pandillas criminales, el tráfico de drogas y la falta de la confianza en la policía en los suburbios», precisa.

Esto ha sido capitalizado por los partidos de derecha, especialmente su brazo más extremo, que será parte del gobierno de coalición (no es la primera vez), y seguramente criminalizara a los suecos de origen extranjero. No atacará el crimen de manera integral, sino únicamente de manera policiva.

El fracaso en la integración, la pobreza, la inseguridad y el empeoramiento de la calidad de vida, es el escenario perfecto para que los extremistas (de un lado y del otro) jueguen entre el miedo y el odio de toda una sociedad. Bienvenido el Alzheimer del siglo XXI, donde nos olvidamos de quienes protagonizaron las décadas de los 1930 y 1940 en el siglo XX.

Como en el resto del planeta, hitos caen, sociedades cambian y se adaptan a las situaciones de los nuevos tiempos. Suecia no es la excepción. El mito de la sociedad ideal se ha derrumbado. Deben enfrentar a problemas de violencia como en el resto del mundo, y admitir que su modelo de integración debe ser reformulado.

PD: Hay muchas noticias, notas, y opiniones sobre la reforma tributaria, pero nada de acciones sobre la lucha contra la corrupción ¿Dónde está la estrategia de la lucha contra la corrupción? Aun peor, se siguen nombrando funcionarios con dudoso pasado (Mi Concepción del ICBF). De seguir así, pálido cambio con Petro.

Roger Federer da un paso más allá del tenis

Pero como dice la canción, todo tiene un final, todo termina. Y llegó el momento del punto cúlmine del suizo en el tenis. Fue el cierre de una etapa. Una de las más gloriosas del tenis y del deporte en general: Federer jugó su último partido como profesional. Y no fue cualquier encuentro, dado que lo vivió en una ciudad en la que empezó su historia grande. En el Arena O2 de Londres, donde ganó dos de sus seis ATP Finals, saltó a la cancha junto a su amigo y gran rival Rafael Nadal, quien viajó a la capital británica especialmente para formar parte de un evento único e irrepetible como es la Laver Cup. (Diario Olé, 23 de septiembre, 2022)

Si en siglos pasados teníamos historias de caballeros, guerreros y reyes, quienes encarnaban valores, honor y nobleza (aunque no del todo cierto) e inspiraban sociedades enteras, hoy tenemos a los deportistas. Son quienes han tomado el rol de motivación, admiración, de modelos de integridad y profesionalismo (no en todos los casos). Cualidades que todos buscamos en nuestro día a día.

 

Dentro de ese universo deportivo se encuentra Roger Federer. No sé si es el más grande de todos los tiempos, pero él materializa no solo el tenis mismo, sino los valores que antes personajes como El Cid Campeador encarnaban. Su sencillez, su sensibilidad, su entrega, su disciplina, el manejo personal, y/o la importancia de la familia.

Supongo que tendrá cosas que no conocemos y que no deben ser del todo buenas. Como todos los seres humanos, Federer tendrá claros y oscuros. Lo que confirmará que es como todos nosotros, que sufre, piensa, y siente como los demás. Eso esta bien, todos somos humanos, y nadie es perfecto.

Sin embargo, lo que podemos ver como seguidores del deporte, es todo lo que él le entregó al tenis. No solo su magia, donde hacia ver el tenis tan simple, que nos hacía creer que todos podíamos jugar a ese nivel. No solo su talento e ingenio para hacer de lo imposible, algo posible. No solo la manera en que fusionaba el arte con lo atlético, donde la cuasi- perfección en su revés era evidente. El Maestro suizo jugaba el tenis con una elegancia que ni el más refinado/a pudiera atisbar. Él flotaba sobre la cancha.

Sus 31 títulos individuales, donde destacan 20 títulos de Grand Slam, 6 ATP World Finals, 28 ATP Masters 100 y 24 ATP Tour 500, se quedan cortos cuando revisamos partidos épicos como cuando se jugaron 5 sets en la final de Wimbledon de 2008 entre Roger Federer y Rafael Nadal. Otros memorables, como cuando tomó la posta de Pete Sampras como el más grande, en Wimbledon de 2001, u otros absolutamente emocionales, como la Semifinal contra Novak Djokovic en el US Open de 2011.

Pero Roger Federer no es solo sus títulos. John McEnroe decía que sus récords, se quedan cortos ante la calidad de persona que es. Su grandeza crece exponencialmente lejos de las canchas. El hecho de que estas palabras salieran de otro monstruo del deporte y con una personalidad tan conflictiva, resaltan lo enorme que es el suizo.

Por otro lado, para hablar de Roger Federer se tiene que hablar de la edad de oro que ha vivido el tenis, que junto a Novak Djiokovic y Rafael Nadal, han llevado a este deporte al siguiente nivel. Entre ellos tres, se han llevado al límite, se han llenado de tristezas, de alegrías, y exigido para ser cada día mejores.

Aquí tengo que hacer un reconocimiento especial y totalmente sincero a la nobleza de la rivalidad entre Rafael Nadal y Roger Federer. A partir de su primer encuentro en la ronda de 32 en el Master de Miami en 2004, se han enfrentado 40 veces, donde el español lleva la delantera con 24 victorias, y 16 para el suizo. También la ventaja en finales de Grand Slam (14-10) es para el mallorquín. Sin embargo, no importa quien ha ganado mas partidos entre ellos dos. Lo realmente valioso es la evolución de su relación a través de los años. Pasaron de ser el Némesis el uno del otro, a ser compañeros, a ser maestros el uno del otro, llevándose al máximo nivel, y finalmente en esta ultima etapa, a ser amigos.

Ha sido un viaje increíble, rompiendo la imagen de rivalidades deportivas como Sampras y Agassi quienes en ocasiones llevaron su rivalidad a los micrófonos, o Muhamad Ali contra George Foreman, donde el lenguaraz de Muhamad se autoproclamaba como el más grande del mundo. Al contrario, Federer y Nadal aprovecharon su enfrentamiento para hacerse mejores deportistas, mejores personas y acercarse como amigos. Algo realmente sublime, y muy necesario en estos días.

Personalmente, creo que Federer no solo ha roto paradigmas deportivos, sino sociales. La masculinidad siempre se ha presentado como aquel macho que no llora, que no es sensible, que no puede admirar o incluso querer a otro hombre porque se cuestiona su hombría.  Sin embargo, Roger ha destacado las virtudes de su rival y amigo Rafael Nadal cada vez que puede, dejando claro que eso no lo hace ni más ni menos hombre.

El ultimo esquema que rompió, fue el pasado viernes en su despedida, en donde su sensibilidad y amistad con Rafa se hicieron evidentes. En un momento de absoluta emocionalidad, en plena ovación del público y viendo el video de su despedida, no aguantó las lagrimas y tomó la mano de su amigo, para sentir ese apoyo que era tan necesario en ese momento.

Ambos saben que sus carreras están terminando, y conocen lo crucial de ese momento. Así como lo hicieron en las canchas, ahora en su retiro del tour ATP, necesitan el uno del otro para pasar este momento. Los dos saben el reto que será adquirir una rutina fuera de las canchas.

Roger con el gesto de tomar la mano de su amigo, sumado a su sensibilidad en las derrotas y las victorias, demuestra que la masculinidad de siglos pasados esta cambiando. La hombría da espacio para momentos de debilidad emocional y para admiración de congéneres. Es aceptado, respetado e incluso admirado.

Roger Federer deliberadamente ha cambiado la historia del tenis, pero sin intención, hizo evidente el cambio que esta sufriendo nuestra sociedad.