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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: León Sandoval

El sentido común

Se discute si los humanos sólo tienen cinco sentidos, los tradicionales sensores  tacto, vista, oído, olfativo y gustativo, o si hay otros sentidos como la termorrecepción (percibir la temperatura), nocicepción (la percepción del dolor), equilibriocepción (percepción del equilibrio) y propiocepción (sentido del propio cuerpo); los estudiosos de la metafísica agregan muchos más sentidos, incluso popularmente se habla del sexto sentido en las mujeres, que seguramente los hombres también lo deben tener pero sin desarrollar. Cuántos son los sentidos humanos, pocos o muchos, siempre será motivo de debate y seguramente la ciencia lo esclarecerá. En lo que se debería coincidir es en el hecho incontrovertible de que el sentido común, es el menos común de todos los sentidos, y aunque se supone el más común, es el menos frecuente y probablemente se deba a que está asociado con la naturaleza humana, ¡Sí como todos los sentidos!

La naturaleza humana fue propuesta como una nueva ciencia hace más de doscientos años por el filósofo escocés David Hume (1711-1776), en los tres libros que componen el Tratado sobre la naturaleza humana, cuyo propósito era el de postular a la naturaleza humana como base para cualquiera otra rama del saber a partir de la experiencia y la observación, y en el plano de la ética poder medir las consecuencias del acto humano,  lo que en el fondo implica la experiencia como tabla rasa para la asunción moral de la responsabilidad.

Probablemente sea por las mismas razones anteriores que el sentido común sea el menos común de los sentidos: Los humanos desconocen el sentido de la experiencia, el sentido de la responsabilidad y de lo que implica ser responsable, verbo y gracia, hacerse a cargo de los resultados de la conducta sin pretender trasladarlos en grado de corresponsabilidad a los semejantes. Cada persona debería atender las consecuencias de sus actos y no pretender hacer a los demás miembros solidarios. A diario en las ciudades colombianas, conductores de vehículos y motocicletas, carentes del más elemental sentido común, realizan maniobras altamente peligrosas en las vías de la Patria, incluso bajo el efecto de sustancias alterantes del estado de conciencia, acciones que ponen en riesgo no sólo sus propias vidas y también la de otros usuarios viales, otrosí de la destrucción de bienes materiales.

¿Qué sentido común puede tener un motociclista que en una vía pública decide levantar en una rueda su motocicleta exponiendo no sólo su integridad si no también la de sus semejantes? El sentido común debería ser suficiente para que nadie se atreviese a poner en riesgo la integridad de las personas de su entorno realizando ese tipo de prácticas. ¿Si el sentido común implica tener la experiencia para prever el potencial daño porqué es tan poco frecuente? ¿El egoísmo priva al humano del sentido común? ¿Qué peso tiene la autoridad y el respeto a la norma en la aplicación del sentido común? ¿Qué tanto influye un precario sistema educativo (Padres + Escuela, que no forma a los ciudadanos para ser responsables y mucho menos para la asunción de la responsabilidad) en la ausencia del sentido común?

Los accidentes de tránsito son indicadores en gran medida de la ausencia de sentido común, podría afirmarse categóricamente que el sentido común cede para ante la inexperiencia y la sinrazón que se pavonean orondas e indiferentes en las sociedades humanas, porque al animal no humano no se le pide sentido común. Particularmente, en sociedades como las latinoamericanas en las que cada vez más el discurso de los derechos va en contravía del discurso de los deberes.

Si el sentido común entraña un ejercicio de experiencia razonada previo a la acción, el sentido común es lo más natural que puede haber para los humanos, por ser un acto exclusivamente humano la capacidad racional, salvo que mañana los científicos que para todo tratan de buscar razonamientos hallen motivos para extenderlo a otras formas de vida no humana, o por qué no, hasta a las rocas. Si los seres humanos hicieran más y mejor uso del sentido común, sufrirían menos, habría sociedades más justas, ciudadanos más sabios y hombres con mayor prudencia al actuar. La desaparición del sentido común sería el primer indicador de la inviabilidad de la especie humana.

 

 

 

 

 

 

 

El Teatro Santander

Bucaramanga cuenta con un monumental escenario para las artes en todas sus manifestaciones, se trata del Teatro Santander; localizado en la esquina suroriental del Parque Centenario en la Avenida Camacho Carreño (Carrera 19) y las Calles 33 y 34 del Centro de Bucaramanga. Teatro cuya construcción fue dirigida por el trotamundos y arquitecto francés Georges Julián Carpentier (1884-¿?), quien también dejó su legado arquitectónico en Ciénaga y Santa Marta (Magdalena) y padre del célebre escritor cubano-francés Alejo Carpentier (1904-1980). El teatro fue inaugurado el 20 de febrero de 1932 y remodelado por el arquitecto austriaco Frederick Blodeck Fischer (1905-2001), a quien se le debe entre otras obras el Edificio de Fabricato en la Ciudad de Medellín.

En 1948 el Teatro Santander fue adquirido por Cine Colombia por la suma de $250.000, lo que llevó a que el Teatro Santander se convirtiese con el tiempo en los Cinemas 1 y 2, y El Cid, auditorios para la proyección de películas. La salida de los comerciantes del Parque Centenario agudizó el decaimiento social y económico del sector aledaño a el Teatro Santander. Cine Colombia tomó la decisión de cerrar las salas de proyección en 2001, y ante el lamentable deterioro de la planta física decide en el año 2005 donar el inmueble a la Universidad de los Andes con sede en Bogotá. Mediante Resolución 088 del 24 de abril de 2007 la Alcaldía de Bucaramanga declaró el inmueble como bien cultural de interés municipal bajo el amparo de la Ley 397 de 1997 sobre patrimonio cultural, con lo cual se protegió la edificación para no ser demolida sin la aprobación de la Alcaldía de Bucaramanga, ni ser intervenida sin la autorización del Ministerio de Cultura.

La Alcaldía de Bucaramanga compró a la Universidad de los Andes el inmueble donde funcionó el Teatro Santander mediante escritura pública 2.733 del 23 de octubre de 2008, otorgada en la Notaría Primera de Bucaramanga, y da los primeros pasos  para revivir el icónico Teatro Santander, posteriormente, el Concejo de Bucaramanga, mediante Acuerdo 001 del 11 de marzo de 2009, autorizó al Alcalde para crear la Fundación Teatro Santander, cuyo propósito es el de “(…) Salvaguardar, proteger, recuperar, conservar, sostener, divulgar y ejecutar espacios culturales, sociales, teatrales, musicales, escénicos, artísticos, entre otras, en el Municipio de Bucaramanga, y en general fomentar, fortalecer y desarrollar los valores culturales en el ámbito nacional e internacional (…)”.

El 22 de abril del 2009 en la Ciudad de Bucaramanga nacería la Entidad sin ánimo de lucro Fundación Teatro Santander, constituida por el Municipio de Bucaramanga, la Cámara de Comercio de Bucaramanga, Marval S.A., la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Rayco S.A., la Universidad de Santander y el Centro Cultural del Oriente Colombiano, un paso más en el camino hacia la recuperación de este importante centro cultural del Nororiente colombiano. En esta nueva etapa de actividad, el Teatro Santander fue reinaugurado oficialmente el 26 de abril de 2019 con un repertorio que incluyó la canción inédita Cantata de la Paz del maestro bumangués Jesús Pinzón Urrea (1928-2016), compositor de la música del himno departamental, Concierto para Piano nr.2 del polaco Frédéric Chopin (1810-1849) y Sinfonía nr.9 Del Nuevo Mundo del checo Antonín Dvorák (1841-1904).

Hoy el Teatro Santander es una realidad que involucra a muchas personas públicas y privadas, quienes con sus aportes hacen posible sostener un centro cultural en Santander para el mundo. Una magnífica infraestructura que cuenta con un teatro mayor con mil butacas y un teatro menor con trescientas butacas, además de unas condiciones técnicas de ensueño a la altura de los mejores escenarios del mundo; facilidades como dos pianos Steinway Gran Concierto Tipo D, equipo Meyer Sound, lámparas italianas Iguzzini y concha acústica Werner. El País tiene en el Teatro Santander un patrimonio cultural maravilloso para promover las artes en general, presea de la sociedad santandereana y un bien de valor incalculable. Gracias infinitas para los líderes que hicieron nuevamente posible esta visión, y también para sus directivas, colaboradores y artistas por hacer viables momentos bonitos en el alma de la santandereanidad. ¡Santandereanos, siempre adelante!

 

 

 

 

Memento Moris

El estoicismo es una corriente filosófica que se originó en Atenas (Grecia), hacía el año 300 a. C con el fenicio Zenón de Citio (336-264 a.C.), Citio estaba localizada en la actual Ciudad de Lárnaca en la costa sur de Chipre. Zenón era un próspero mercader que inició un periplo desde Fenicia a El Pireo (Grecia) con un cargamento de púrpura, naufragó y perdió su capital. Arruinado llegó a Atenas y se convirtió en discípulo del filósofo cínico Crates (368-288 a.C.), luego de madurar intelectual y moralmente, Zenón decidió abrir su propia escuela y sus seguidores fueron llamados “estoicos” en razón a que se reunían en la Stoa Pikilé o Pórtico Pintado, un antiguo monumento ubicado al norte del ágora de Atenas.

El sistema estoicista de filosofía aplicada o práctica para la vida tiene por propósito reconocer las emociones, racionalizarlas y transmutarlas para el bienestar propio. En otras palabras, definir qué está bajo el control personal y qué eventos no pueden ser controlados. El estoicista se concentrará en lo que esté bajo su control y no sobre lo que no puede controlar. Lo exterior no debería generar sufrimiento porque no se puede sufrir por aquellas situaciones que se escapan del control propio y que tienen fuente ajena al sujeto. Sobre lo que sí se puede ejercer control es sobre lo que viene de adentro, lo propio, lo interno. El sufrimiento sería una decisión propia. La condición moral del acto humano está mediada por la capacidad racional de autocontrol de los individuos.

Entre los primeros cultores de esta disciplina filosófica destacan Gayo Musonio Rufo (25-95 d.C.) de quien se dice que no dejó obras escritas; Lucio Anneo Séneca (4 a.C.- 65 d.C.) rico, político y filósofo que fue muy célebre por su influencia en Roma autor de diálogos morales sobre la brevedad de la vida, la ira y la serenidad del alma; el discípulo de Musonio Rufo, Epicteto (55-135 d.C.) sobre quien se afirma que en Roma fue esclavo la mayor parte de su vida, autor del Enquiridión; y el célebre emperador romano Marco Aurelio Antonino (121-180 d.C.) de quien se afirma fue uno de los mejores gobernantes romanos y autor de un diario personal publicado luego bajo el título de Meditaciones en el cual se recoge en gran medida postulados estoicistas que el sabio emperador aplicaba para su vida personal y su gobierno.

Se dice que también fueron estoicistas el filósofo neerlandés Baruch Spinoza (1632-1677), su colega escocés David Hume (1711-1776). Del Siglo XX destacan el psiquiatra austriaco Viktor Frankl (1905-1997) creador de la logoterapia y reconocido por ser autor de uno de los libros más bellos de su tiempo: El hombre en busca de sentido donde refiere su experiencia personal en los campos de concentración nazis y fija las bases de la logoterapia; y los psicoterapeutas cognitivos estadounidenses Albert Ellis (1913-2007) y Aaron T. Beck (1921-2021). Hoy incursionan como autores estoicistas, el italiano, profesor de filosofía, Massimo Pigliucci con su texto Cómo ser un estoico y el coach español Marcos Vázquez, autor de Invicto, logra más, sufre menos.

Para los estoicos el sentido de la vida se relaciona con tomar decisiones correctas y mantener la calma mental a pesar de los problemas, a ésta última la denominaban ataraxia. En suma, el estoicismo plantea que el propósito de la vida es el empleo de la razón para construir mejores vidas y entornos sociales dentro de las mismas limitaciones de los humanos. Para lo cual, caben preguntas como: ¿Dependen las adversidades de mí? ¿Yo puedo cambiar lo externo? ¿Deseo lo que no puedo controlar? ¿Gasto mi tiempo deseando y no agradeciendo lo que tengo? ¿Estoy sobredimensionado los problemas y preocupado por lo que no sucederá?

En el ejercicio estoicista la virtud es un valor fundamental, porque requiere altísimas dosis de sabiduría, disciplina, coraje y justicia. Realmente no se es estoico, se busca ser estoico como propósito de vida. El estoicismo se vive, no se escribe. El estoicismo se hace en el camino, es el disfrute del camino lo que construye al estoicista y no el destino; se trata del carácter para afrontar la existencia, como lo repetían los antiguos romanos y especialmente los estoicos: “Memento moris” (Recuerda, morirás); al fin y al cabo, con justa razón, nadie sale vivo de la Vida.

 

 

 

 

¿El metaverso, una nueva realidad?

La dependencia casi vital del hombre contemporáneo hacia las nuevas tecnologías debe ser motivo de especial y preocupante atención. Es un hecho indiscutible que el transhumanismo, entendido como una ideología que defiende la existencia humana a partir de la tecnología y la ciencia para lograr el bienestar está en cosecha. Esta semana hubo una suspensión en los servicios de plataformas tecnológicas como Whatsapp, Facebook e Instagram que afectó también a otros desarrollos tecnológicos en los sectores de las telecomunicaciones y financiero. No se ha determinado si se trató de un error en los cambios de configuración de los rúters de la red troncal que coordina el tráfico de red, como lo justificó el gigante Facebook, si se trató de un ataque ciberterrorista, o fue simplemente un saboteo propio ordenado por Mark Zuckerberg (1984) para enviar a sus contradictores un mensaje sobre su poder global. Lo cierto es la desazón y frustración surgidas en muchas personas que utilizan estas plataformas para los negocios, el trabajo, la salud, la justicia, la educación, la recreación y las relaciones familiares.

El Dios creador del Universo entendido como un ser superior o una energía creadora será sustituido por un nuevo dios: el Dios Dato. El algoritmo que da lugar a que el deísmo mute en el dateismo al que alude el historiador israelí Yuval Noah Harari (1976) en su célebre trilogía. El Dios del Universo cederá su puesto al Dios del Metaverso que es creado artificialmente en un universo digital para convertirse en una nueva realidad en la que el hombre contemporáneo pueda desarrollarse en todos los aspectos de su vida, desde lo laboral hasta lo recreativo. Facebook ha destinado una suma superior a los cincuenta millones de dólares para desarrollar una tecnología de realidad aumentada que permitirá construir el Metaverso. Esta labor recae en cabeza del estadounidense Andrew Bosworth, nuevo Jefe de Tecnología de Facebook, hasta hace poco Vicepresidente de Realidad Virtual y Aumentada, y también responsable de hardware como las gafas de realidad virtual Oculus y del Laboratorio de Realidad de dicha Compañía.

Zuckerberg y socios juegan a los dados con el Metaverso, para Ellos, esta nueva forma de realidades aumentada y virtual superará el internet móvil para marcar una fina línea entre realidad y virtualidad. El Metaverso será la nueva forma de realidad, en la que se podrá pasar del espacio físico al espacio digital, por medio de avatares que permitirán una existencia doble en lo físico y lo virtual para llegar a ser una sóla existencia y se perderá la noción de qué es real y qué es virtual.

El Metaverso se erige como una nueva realidad acorde al transhumanismo, la obra del escritor estadounidense Isaac Asimov ( 1920-1992) dejó de ser ficción para convertirse en realidad, El Hombre Bicentenario será un hombre neopostmoderno resultado del transhumanismo que habitará el Metaverso, su religión probablemente será el Dateismo con un sentido de globalización localizada y la búsqueda constante de placer, su medio de pago serán las criptomonedas como sinónimo de riqueza en un espacio artificial pero no menos real. La idea del Metaverso produce temor por la sustitución paulatina del Universo conocido, y desconfianza sobre la venalidad de quienes lo conciben y actúan como si se tratara de dioses.

Frente al silencio de los gobiernos y a la debilidad de los humanos contra los nuevos amos del mundo, queda como último recurso o de pronto toral recurso apelar para ante la Ética, a la ética de la naturaleza humana que conserve los antiguos valores y avale los nuevos valores de la justicia, la libertad, la familia, la educación y la propiedad privada que deberán ser articulados en ese Metaverso frente a derechos como la privacidad, la seguridad, la intimidad, la autonomía, el olvido, el silencio y la individualidad. Quiera el Gran Dios del Universo que el Metaverso sea simplemente un mal sueño de Zuckerberg y sus miléniales pero jamás una realidad.