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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Lula da Silva

Lula da Silva se reunirá el próximo 10 de febrero con Biden en EEUU

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunirá el próximo 10 de febrero con su homólogo estadounidense, Joe Biden, durante una visita a la Casa Blanca, según han confirmado fuentes gubernamentales.

 

Estados Unidos se convertirá así en el tercer país visitado por Lula tras asumir el cago el pasado 1 de enero dado que tiene previsto acudir a Argentina la próxima semana para asistir a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El mandatario viajará también a Uruguay, según ha informado la cadena de televisión G1.

En diciembre, la Casa Blanca envió a Brasil una delegación para entregar a Lula una invitación de parte de Biden para que viajase a Washington «en cuanto fuese posible». Los dos mandatarios ya han intercambiado llamadas telefónicas en las ultimas semanas, igual que sus correspondientes ministros de Exteriores, Mauro Vieira y Antony Blinken.

Lula destituye a la cúpula de todos los medios de comunicación públicos de Brasil

Foto: tomada de notiamerica.com

 

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destituido por decreto a la dirección de todos los medios de comunicación públicos brasileños a raíz del tratamiento que realizaron de la toma de los tres poderes públicos en Brasilia del pasado 8 de enero.

La decisión fue adoptada en la noche del viernes e incluye el nombramiento de la periodista Kariane Costa como presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), de la que dependen medios clave como la agencia de noticias Agencia Brasil, TV Brasil o la emisora Radio Nacional. La medida supone la apertura de un proceso de transición y reorganización en la EBC que durará unos 30 días, ha informado la Presidencia brasileña en un comunicado.

La prensa brasileña destaca que la dirección de estos medios seguía en manos de cargos nombrados por el anterior presidente, Jair Bolsonaro, cuyos simpatizantes asaltaron el Congreso, el palacio presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal hace una semana.

Precisamente la cobertura de estos hechos habría sido el detonante de los cambios, ya que mientras la mayoría de medios de comunicación brasileños se refería a los simpatizantes de Bolsonaro como «vándalos» o «golpistas», los medios públicos mantenían el término «manifestantes», han informado fuentes del Gobierno citadas por el diario ‘Folha de Sao Paulo’.

Otra fuente ha explicado que temían una cobertura aún más radical por parte de medios dirigidos por personas afines a Bolsonaro y a la posible propagación de ideas antidemocráticas o incluso a un sabotaje técnico para interrumpir las retransmisiones y comparecencias de la Presidencia.

Al día siguiente al asalto a los tres poderes el informativo de TV Brasil emitió declaraciones del senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, lo que fue interpretado como una provocación por políticos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Rechazo de Estados Unidos al asalto de instituciones en Brasil

El Gobierno de Estados Unidos ha tachado de «inaceptable» el asalto contra «instituciones democráticas» en Brasil, en un mensaje de apoyo al actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

«Condenamos los ataques contra la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo», ha dicho el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que ha reclamado en redes sociales el fin «inmediato» de estas movilizaciones, protagonizadas por seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro.

 

El encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Brasil, Douglas Koneff, también ha condenado «contundentemente» el asalto de este domingo. «La violencia no tiene cabida en ninguna democracia. Condenamos contundentemente los ataques a las instituciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en Brasilia, que son también un ataque a la democracia», ha apuntado Koneff.

«¡No existe justificación para estos actos!», ha remachado el diplomático en un mensaje en Twitter del que se ha hecho eco la cuenta oficial de la Embajada estadounidense en Brasilia.

La cuenta de la Embajada había advertido previamente de una «protesta antidemocrática» que se había vuelto violenta en Brasilia e instado a los ciudadanos estadounidenses a evitar la zona.

Recuperan el Congreso y del palacio presidencial de Brasil

Las fuerzas de seguridad brasileñas han logrado recuperar el control del Congreso y del Palacio de Planalto –sede presidencial–, con lo que ya han expulsado a los simpatizantes de Jair Bolsonaro de las sedes de los tres poderes del Estado.

Los agentes de la Policía Militar han logrado recuperar el control del Congreso a primera hora de la noche empleando medios antidisturbios y granadas aturdidoras, informa ‘O Globo’.

 

También han desplazado a los asaltantes del Palacio de Planalto, el palacio presidencial, aunque los manifestantes continúan concentrados en la conocida como Explanada de los Ministerios comunica todos estos edificios, ahora contenidos por un cordón de seguridad de los agentes.

Previamente las fuerzas de seguridad habían desalojado a los manifestantes de la sede del Tribunal Supremo Federal, donde han provocado importantes daños materiales.

Crisis en Brasil: bolsonaristas asaltan varias instituciones

Foto tomada de Twitter

Cientos de simpatizantes del expresidente del Brasil, Jair Bolsonaro, ingresaron por la fuerza al palacio Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial de Planalto en Brasilia, en rechazo a la investidura una semana atrás del presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.

 

El hecho se presenta una semana después de que el actual mandatario de Brasil tomara posesión del cargo como presidente.

El grupo de bolsonaristas ingresaron a las edificaciones vestidos de amarillo y verde protestando contra el regreso de Lula al poder.

De inmediato las autoridades contestaron acordonando la zona acompañados por los militares del Brasil quienes utilizaron gases lacrimógenos en un intento fallido por dispersar a los manifestantes.

El presidente Lula, no se encontraba en Brasilia el domingo.

 

Buen viento y buena mar presidente Lula

El líder del Partido de los Trabajadores dijo que asume un país en «terribles ruinas» con una situación de «desastre» social y económico. Añadió que el diagnóstico que recibió de los encargados de la transición con el gobierno anterior «es espantoso».

Vaciaron los recursos destinados a la salud. Desmantelaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública, protección forestal, asistencia social», añadió. (BBC  1 de enero, 2023)

 

Lula llega precedido de su excelente gestión de hace 20 años y la nostalgia de un pasado que fue mejor.  En septiembre de 2003, durante su primer año en el poder, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva había asegurado: “Desde ahora hasta el final de mi mandato ningún brasileño pasará hambre”. En siete años, según las estadísticas oficiales, cerca de 20 millones de brasileños (sobre una población de 190 millones) salieron de la pobreza.

El programa Fome Zero (Hambre Cero) garantizó especialmente el acceso de las familias indigentes a los productos alimenticios básicos, con ayudas que iban (a comienzos de 2007) de 18 a 90 euros mensuales. Como consecuencia, sólo durante el primer mandato de Lula, la malnutrición infantil retrocedió un 46%. En la región del Nordeste –de la cual el jefe de Estado es originario y donde también conoció el hambre–, retrocedió un 74%. En mayo de 2010, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) distinguió a Lula da Silva otorgándole el título de “campeón mundial de la lucha contra el hambre”.

Brasil sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo, pero ahora lo es un poco menos. Entre 2003 y 2010, los ingresos del 10% de la población más pobre crecieron un 8% anual: mucho más rápido que la economía y que los ingresos del 10% de la población más rica (+1,5%). La participación de las clases medias inferiores –hogares cuyo ingreso mensual se ubica entre 1.065 y 4.591 reales (467 y 2.000 euros)– pasó del 37% de la población a más de la mitad.

Durante los dos mandatos del exsindicalista se crearon 14 millones de empleos y el salario mínimo aumentó un 53,6% en términos reales, es decir descontando la inflación. Esta última medida benefició no sólo a los salarios bajos –los más numerosos–, sino también a los jubilados y a los beneficiarios de los programas de ayuda a personas discapacitadas, que perciben sumas indexadas sobre la remuneración mínima. También ha contribuido a la evolución de la participación de los ingresos del trabajo en el Producto Interior Bruto (PIB), que pasó del 40% en 2000 al 43,6% en 2009.

El programa de Bolsa Familia sigue siendo el dispositivo emblemático de las políticas sociales. Este programa de pago de asignaciones involucra a las familias que viven por debajo del umbral de pobreza. Según las cifras del Gobierno, beneficia a 12,4 millones de hogares, o sea a más de 40 millones de personas, que perciben una media de cerca de 95 reales al mes (un poco más de 41 euros).

Pero la actualidad es distinta a la de comienzos de siglo. En 20 años, Luiz Inácio Lula da Silva ha pasado de la presidencia de Brasil a la cárcel y viceversa. El Brasil que gobernará desde el pasado 1 de enero no es el mismo que recibió en 2003, ni el mismo que dejó en 2011. Hay retos grandes, como el de unir a un país polarizado, impulsar la economía tras los años de pandemia y gobernar sin mayoría en el Congreso. En ninguno de los casos le será fácil.

En los últimos años, Brasil ha vivido un torbellino político. Sucedieron investigaciones de dos tramas de corrupción que implicaron a decenas de políticos y empresarios, entre ellos Lula y su compañera de partido, la expresidenta Dilma Rousseff. Luego, la extrema derecha, con Bolsonaro al frente, llegó al poder el 1 de enero de 2019 eliminando políticas sociales orientadas a la educación, salud y medioambiente. La situación se agravó con la pandemia de COVID-19.

“Rescatar del hambre a 33 millones de personas” fue una de las principales promesas de campaña. Ahora, como presidente, Lula tiene uno de sus más grandes desafíos que será sacar de allí a cerca del 16% de la población. Brasil había salido del mapa de hambre de la ONU en 2014, pero el nombre del país volvió a la lista durante el mandato de Jair Bolsonaro. En dicho territorio, 125,2 millones de personas han experimentado inseguridad alimentaria.

La realidad económica de Brasil dista de la bonanza de los años 2000, cuando Lula pudo financiar sus políticas sociales por medio del boom de las materias primas. Por lo que el nuevo presidente deberá adaptarse a un casi por completo nuevo panorama económico.

Igualmente, su promesa de llevar a ceros la deforestación también tendrá grandes dificultades para revertir los máximos históricos que alcanzó en el mandato de Bolsonaro. Para ello, el presidente brasileño buscará promover la lucha contra la tala ilegal, para el que ya ha mostrado su voluntad de una colaboración internacional en la que se encuentren socios de la región y por fuera de ella para proteger la selva, por ejemplo, a través del Plan Amazonía, del cual Colombia hace parte.

Lula ha señalado que su predecesor aisló a Brasil del mundo y que buscará rehacer alianzas y cooperaciones. Uno de sus deseos es revitalizar Mercosur y Unasur. Las expectativas son altas. Y aún más por el viraje ideológico latinoamericano. Con su llegada al Palacio del Planalto (palacio presidencial de Brasil), las cinco principales economías de América Latina estarán gobernadas por la izquierda.

Desde el punto de vista de Sudamérica, se encuentra una nueva ola de izquierda con la sorpresiva presidencia de Gustavo Petro en Colombia, pero sin un socio fuerte como Hugo Chavez, con un caótico Perú y una Mercosur a punto de romperse, debido a las aspiraciones de Uruguay de tener tratados comerciales por separado.

El recién llegado a Planalto, no la tendrá fácil. Tiene un país absolutamente dividido, que se refleja en la ausencia de mayorías en el congreso, por parte de la bancada oficialista, lo que hará la gestión de Lula absolutamente complicada. Para esto, deberá escoger sus batallas y programas por los cuales apostar, y crear puentes con aquellos sectores que no son del todo aversos a la izquierda, tal como lo hizo con su vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien viene de la centroderecha.

Lula tiene 20 años más, ya entrado en sus setenta, con menos vitalidad, pero con todo el conocimiento y toda la experiencia en política. Deberá estar abierto a adaptarse a las nuevas circunstancias económicas, sociales y globales, que hacen de su discurso menos aceptado y factible que antes. El presidente deberá utilizar toda la sagacidad utilizada en campaña, para llevar a cabo todas sus reformas.

Hablemos al término de su periodo, a ver si logra alcanzar sus metas. Buen viento y buena mar presidente Lula.

Lula defiende ante la COP27 que luchar contra el cambio climático y la pobreza es «indivisible»

Foto: tomada de msn.com

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha defendido este miércoles que cambio climático y la pobreza son dos realidades «inseparables» que deben combatirse de manera conjunta y ha prometido castigos más «estrictos» contra quienes atenten contra el medioambiente y los recursos de las Amazonía.

 

A su vez, ha reclamado la presencia de más países en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para una mejor gobernanza global y poner fin al «privilegio del veto», que atenta contra el equilibro y la paz. «El mundo de hoy no es el mismo que el de 1945», ha dicho.

Durante su discurso en la cumbre del clima de Naciones Unidas que se celebra estos días en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, Lula ha enfatizado que «la lucha contra el calentamiento global es inseparable de la lucha contra la pobreza».

Lula ha señalado que es necesaria una sociedad más empática, basada en la «confianza» entre los pueblos y «más allá de los intereses nacionales inmediato» para que se pueda atajar un problema que afecta en especial a los más vulnerables.

Por ello, ha defendido que se movilicen más recursos para que «los países en desarrollo, sobre todo los más pobres», puedan hacer frente a un problema que «en gran medida» ha sido provocado por los más ricos.

Lula da Silva ha adelantado que defenderá «de forma vehemente» para que la Amazonía acoja la cumbre del clima de Naciones Unidas de 2025, si bien un año antes será Brasil la sede del G20. «Tengan por seguro que la agenda climática será una prioridad. Mi vuelta también se cobrará lo prometido en 2009», ha dicho.

Brasil ya se había propuesto como sede de la COP25, en 2019, pero la llegada al poder de Bolsonaro implicó la retirada del gigante sudamericano como anfitrión de un foro que se trasladó inicialmente a Chile y, debido a las protestas, recaló finalmente en España.

«Estoy aquí para decir que Brasil está preparado para unirse de nuevo a los esfuerzos de reconstrucción de un planeta más sano, de un mundo más justo, capaz de acoger con dignidad a la totalidad de sus habitantes, no solo a un minoría privilegiada», ha manifestado el nuevo presidente brasileño.

En ese sentido, ha puntualizado que «la desigualdad entre ricos y pobres» queda también reflejada en los esfuerzos por reducir los estragos del cambio climático, recordando que «el 1 por ciento más rico de la población del planeta superará en 30 veces el límite de emisiones de dióxido de carbono».

«No hay seguridad climática para el mundo sin una Amazonía protegida (…) La lucha contra el cambio climático tendrá el más alto perfil en la estructura de mi gobierno», ha dicho Lula, quien ha prometido priorizar el combate contra la deforestación y dejar atrás «los delitos ambientales» del Ejecutivo anterior.

«Castigaremos estrictamente a los responsables de cualquier actividad ilícita, ya sea de prospección, minería, explotación forestal u ocupación agrícola indebida. Estos delitos afectan particularmente a los pueblos indígenas», ha señalado Lula, quien a su vez ha adelantado la creación de un Ministerio de Pueblos Indígenas.

El fin es colocar a las comunidades indígenas en el centro de esta cuestión y hacerles beneficiarios de una política de crecimiento basada en la inclusión social «con la naturaleza como aliada estratégica, y ya no como un enemigo a abatir».

«No podemos posponer más este debate. Necesitamos enfrentar la realidad de países que tienen amenazada la integridad física de sus territorios y seriamente comprometidas las condiciones de supervivencia de sus habitantes. Es tiempo de actuar», ha concluido Lula su discurso.

Los colombianos que observaron las elecciones en Brasil

Un grupo de colombianos acompañaron la segunda vuelta electoral en Brasil en calidad de observadores, que dejó como ganador a Luiz Ignacio Lula da Silva.

Entre ellos estuvieron el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero; el representante a la cámara por el Pacto Histórico, Alejandro Toro y el exsecretario de Gobierno de Medellín, Esteban Restrepo.

 

Este último aseguró que el triunfo electoral de Lula da Silva marca la posibilidad de que América Latina vuelva a pensar en una integración regional para superar los problemas ambientales, de movilidad y de migración.

 

El presidente argentino, Alberto Fernández, viaja a Brasil a felicitar a Lula

Foto: tomada de telam.com

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se ha desplazado este lunes hasta la ciudad de Sao Paulo, en el sureste de Brasil, para felicitar en persona a Luiz Inácio Lula da Silva por su victoria ajustada en las elecciones del domingo frente al presidente brasileño, Jair Bolsonaro.

 

Fernández irá acompañado del ministro de Exteriores, Santiago Cafiero; el secretario general de Presidencia y la portavoz, Julio Vitobello y Gabriela Cerruti, respectivamente; así como de otros funcionarios y diputados, recoge el diario argentino ‘Clarín’.

En declaraciones previas a su salida rumbo al país vecino, Fernández ha puesto en valor a Lula como «un líder como no se ha visto antes» y ha mostrado su convicción de que el que será nuevo presidente de Brasil tiene la capacidad para «volver a unir al continente».

«Lo he tratado muchas veces, en funciones y como compañero. Tiene una enorme peculiaridad que es un liderazgo auténtico, y llega en un tiempo donde la región ha tenido muchos cambios. La llegada de Lula puede ayudar en volver a unir al continente», ha dicho Fernández en declaraciones a Radio Perfil.

Ya el domingo cuando el recuento electoral avanzaba y la victoria de Lula se tornaba irreversible, el mandatario argentino ya reconoció sentirse «muy contento» por el retorno de su compañero no solo a la Presidencia del país vecino, si no a ser también de nuevo una figura destacada en el continente.

Fernández considera que la victoria de Lula conllevará a un diálogo «más profundo y más realista y sincero» entre ambos países sudamericanos. «Tu victoria abre un nuevo tiempo para la historia en América Latina. Un tiempo de esperanza y de futuro que empieza hoy mismo», ha dicho.

Lula se alzó con la victoria tras obtener el 50,9 por ciento de los votos, mientras que Bolsonaro obtuvo el 49,1 por ciento al término de un recuento de infarto en el que ambos aspirantes estuvieron muy igualados. De hecho, Bolsonaro aún no ha reconocido su derrota.

Lula da Silva logra una tercera presidencia con el reto de unir Brasil

La victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) ha puesto fin a una campaña electoral de más de dos meses, marcada por la crispación ante un panorama social y político que presenta una polarización sin precedentes. La corta distancia entre los apoyos que ha obtenido (50,9%) y los que ha aunado su oponente, el hasta ahora presidente Jair Bolsonaro (49,1%), reflejan un país partido en dos.

Esta cita en las urnas se había presentado como histórica, puesto que se enfrentaban dos proyectos políticos contrapuestos para un Brasil que trata de lidiar con un panorama económico muy complicado tras los estragos de la pandemia, que registra índices recórd de inflación, desempleo, desigualdad y hambre.

 

La primera vuelta de estos comicios, celebrada el pasado domingo 2 de octubre, pronosticó la victoria de Lula da Silva con un 48.43 por ciento de los apoyos y una distancia de más de cinco puntos porcentuales respecto al entonces presidente en funciones. Sin embargo, varias encuestas publicadas en las semanas posteriores, alimentaron el optimismo en las filas de Bolsonaro, que ha resultado ser el primer mandatario brasileño que no consigue ser reelegido.

Después de que prácticamente todas las encuestadoras subestimaran los apoyos al exmilitar en la primera vuelta, la victoria de Lula da Silva no parecía estar garantizada en la segunda, por lo que las últimas semanas han sido escenario de una dura confrontación entre los dos candidatos.

Bolsonaro ha tratado de asociar al Partido de los Trabajadores con la corrupción, puesto que Lula da Silva llegó a pasar en la cárcel un total de 580 días por delitos de esta naturaleza, condenado por el juez Sergio Moro, quien después fue ministro de Bolsonaro. Además, ha abogado por continuar su política de los últimos años, privatizar empresas estatales, invertir en la Policía y el Ejército y fomentar la familia.

En cambio, Lula da Silva ha apostado por la recuperación económica junto a medidas sociales y ha abanderado los grandes avances que se produjeron en esta materia durante sus gobiernos comprendidos entre el 2003 y 2010. El representante del PT se ha convertido en el primer mandatario brasileño en enfrentar un tercer mandato, gracias al apoyo recibido en las urnas, en las elecciones con mayor participación de la historia del país.

Sin embargo, no por ello ha sido una jornada tranquila. Durante este domingo el Tribunal Superior Electoral ha tenido que pronunciarse ante el peligro de que el derecho a votación estuviese siendo vulnerado después de que la Policía Federal de Tráfico, dirigida por un bolsonarista declarado, haya realizado más de 500 intervenciones a vehículos que trasladaban a votantes en zonas consideradas favorables al candidato de izquierda.

Esto ha supuesto un incumplimiento de la orden expresa emitida por el presidente del mismo Tribunal, Alexandre de Moares, que había prohibido cualquier acción de este tipo «para no entorpecer la votación». Observadores electorales han mostrado gran preocupación por estos acontecimientos y el propio ministro de Justicia ha trasladado su perplejidad por estos hechos, sin embargo el Tribunal Electoral le ha restado importancia y se ha negado a extender el horario de votación.

Tras el cierre de los colegios electorales a las 17.00 horas, ha comenzado un recuento frenético que en dos horas ha reflejado la voluntad expresada en las urnas. Con el 84,33 por ciento del voto escrutado, sobre las 19.00 horas se confirmaba el sorpaso del líder sindical, cuya victoria ha sido confirmada horas después por el Tribunal Electoral.

La noticia ha desencadenado las felicitaciones de decenas de líderes internacionales que han celebrado la nueva conquista de la izquierda en el continente americano. Los presidentes de Argentina, México, Colombia, Chile, Uruguay, Estados Unidos, Canadá, España y Francia, así como el Alto Representante de Exteriores de la Unión Europea, se han apresurado ha ‘brindar’ por el triunfo de Lula.

El protagonista de la noche, se ha comprometido a gobernar para todos los brasileños en su primera comparecencia como presidente electo y ha negado que existan dos Brasil separadas, por lo que se ha comprometido a trabajar para que el país avance en respeto, igualdad y libertad en medio de un ambiente festivo. Sus seguidores han colmado la avenida Paulista frente al Museo de Arte de Sao Paulo para celebrar su victoria.

En su discurso, ha hecho mención a los pilares que van a guiar la política de su gobierno a partir del 1 de enero de 2023, como la lucha contra la desigualdad y el hambre, el desempleo, la protección de la Amazonia, de los productores rurales y pequeños empresarios y el freno a la violencia contra las mujeres.

Por el contrario, Jair Bolsonaro ha permanecido callado y no ha hecho ninguna publicación, tampoco sus allegados, lo que ha vuelto a hacer saltar las alarmas sobre la posibilidad de que trate de deslegitimar los resultados y movilizar a sus afines contra el presidente electo. Ciudadanos anónimos que apoyaban a Bolsonaro han afirmado estar de luto en sus redes sociales y han difundido un crespón con la bandera del país.

Los ciudadanos brasileños también han elegido a los representantes de 12 estados, entre los que destaca Sao Paulo, donde Tarcísio de Freitas, aliado de Bolsonaro se ha impuesto al Partido de los Trabajadores. Sin embargo este si ha reconocido la expresión de las urnas y ha manifestado para que puedan llevar las políticas públicas al estado «será fundamental el alineamiento y entendimiento con el gobierno federal».

Otros políticos afines a Bolsonaro también han reconocido el sentido de la votación, como el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira o el gobernador Ibaneis Rocha (MDB). Aunque, el diputado federal brasileño Sargento Conçalves se ha referido a Lula da Silva y al Partido de los Trabajadores como «el diablo» en una oración retransmitida en directo en una red social.

Aunque, independientemente de cual termine siendo la reacción de Bolsonaro, está claro que Lula da Silva va a tener que enfrentarse a un Congreso marcadamente conservador en el que el Partido Liberal cuenta con la bancada más numerosa, de 96 escaños. En el Senado, el vencedor de los comicios presidenciales encontrará un escenario parecido ya que la formación de Bolsonaro cuenta con 14 de 81 asientos.

Sin embargo, cabe esperar que las hostilidades escapen de las instituciones y trasciendan al plano social, puesto que casi la mitad de los brasileños habían apostado por la continuidad de Jair Bolsonaro. Por ello, parece que el principal reto de Lula da Silva será desarrollar políticas efectivas que amainen el clima de polarización y le hagan sumar reconocimiento ciudadano. Aunque recuperar el 80 por ciento de aceptación con el que contaba al abandonar la presidencia en 2010 se presenta como una tarea complicada.

Lula se impone a Bolsonaro por un estrecho margen con un 91 por ciento escrutado

 

El candidato de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva (50,57 por ciento) se ha impuesto por un estrecho margen a su rival y actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro (49,43 por ciento) con el 91,42 por ciento escrutado y afianza así las opciones de remontada tras un inicio del recuento en el que Bolsonaro estaba por delante.

 

Estos datos divulgados por el Tribunal Superior Electoral en su página web son por el momento provisionales y podrían variar conforme avance el recuento, aunque en todo momento la tendencia de Lula ha sido al alza y la de Bolsonaro, a la baja.

Igual que ocurrió en la primera vuelta del 2 de octubre, Bolsonaro ha aparecido como la opción más votada hasta bien avanzado el recuento. Entonces fue Lula quien logró más respaldo, aunque no el suficiente como para lograr la victoria directa en primera vuelta.

 

Lula incide en que no se presentará a la reelección en caso de proclamarse presidente de Brasil

Foto: tomada de europapress.ocm

El expresidente y candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a las elecciones de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha insistido este martes en que, en caso de proclamarse vencedor en la segunda vuelta de los comicios del próximo 30 de octubre, no se presentará a la reelección en 2026.

 

«De ser electo, seré presidente por un período. Los líderes se hacen trabajando, en su compromiso con la población», ha señalado el exmandatario en su perfil oficial de la red social Twitter, cuando apenas restan cuatro días para la celebración de la segunda vuelta de las elecciones.

Bien es cierto que estas declaraciones de Lula no son novedosas, pues el dirigente del PT ya ha dejado caer en alguna ocasión a lo largo de la campaña electoral que no tendría en mente volver a presentarse al proceso, según recoge ‘O Globo’.

Esta es la sexta ocasión en la que Lula se presenta a unas elecciones, de las que salió vencedor en 2002 y 2006. En las tres elecciones previas –1998, 1994 y 1989– el líder izquierdista se vio superado por Fernando Collor de Mello y por Fernando Henrique Cardoso en dos ocasiones.

Las encuestas vaticinan una estrecha victoria de Lula sobre su oponente, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Los informes apuntan a que el líder del PT obtendría el 49 por ciento de los votos frente al 45 por ciento que recabaría Bolsonaro.

El mandatario, aspirante a la reelección, confirma así su tendencia al alza y entra en las últimas jornadas antes de la elección habiendo recortado una distancia notoria respecto a su adversario, que salió de la primera ronda con las encuestas muy a su favor.

En la primera vuelta, el domingo 2 de octubre, Lula obtuvo algo más del 48 por ciento de los votos, mientras que Bolsonaro superó ligeramente el 43 por ciento. En tercer lugar, Simone Tebet, nueva aliada de Lula para la segunda vuelta, obtuvo el 4,2 por ciento de los apoyos.

Bolsonaro asegura que Lula rechaza debatir con él por su «impotencia sexual»

Foto: tomada de notiamerica.com

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha asegurado que su rival en la segunda vuelta de las elecciones, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazó debatir con él este viernes frente a las cámaras de la cadena SBT por su «impotencia sexual».

 

En un encuentro este viernes en Sao Paulo con varios luchadores de artes marciales mixtas, entre ellos auténticas celebridades de este deporte, como José Aldo, Maurício Rua, o Fabrício Werdum, Bolsonaro ha afirmado que cree que Lula tuvo «escalofríos» cuando en el último debate electoral le puso la manos en la espalda.

«Es impotente, sí. Creo que cuando le puse las manos en la espalda, tuvo medio escalofríos», se ha jactado Bolsonaro entre las risas de su público en referencia a uno de los momentos más comentados del último debate televisado que mantuvieron.

No es la primera vez que Bolsonaro recurre en sus discursos a cuestionar el desempeño sexual de sus adversarios, o bien a intentar ensalzar el suyo propio, como cuando en la celebración de este año por el Día de la Independencia intentó sin éxito que la multitud entonase ‘imbrochável’, que podría traducirse como aquella persona de capacidades sexuales sobresalientes.

Durante el encuentro, Bolsonaro ha señalado que «a pesar de la pandemia», Brasil está siendo «ejemplo mundial» en materia económica. «Todo va saliendo bien, gracias a dios, en función obviamente del pueblo alegre, feliz, trabajador, que comienza a conocer su potencial», cuenta el diario ‘O Globo’.

Bolsonaro también ha tenido un guiño para su público, cuando la diputada Carla Zambelli, ha prometido que la Cámara de Representantes sacará adelante este año un proyecto para incluir el jiu-jitsu en las escuelas brasileñas.

Bolsonaro continúa recortando distancias con Lula

Foto: tomada de larazon.com

A 10 días de que tenga lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, el actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro (PL), continúa recortando distancias con su adversario, Luiz Inácio Lula da Silva (PT), según los datos publicados por un nuevo sondeo.

 

En concreto, el candidato del Partido de los Trabajadores obtendría el 49 por ciento de los votos totales, frente al 45 por ciento de apoyo que recabaría Bolsonaro, quedándose a tan solo cuatro puntos de distancia de su adversario, según ha recogido la encuestadora Datafolha y ha informado ‘Folha de Sao Paulo’.

Además del apoyo a los respectivos candidatos a la Presidencia de Brasil, un cuatro por ciento de los participantes en el sondeo han confirmado que votarán en blanco o en nulo, mientras que el uno por ciento restante ha confesado que aún no ha decidido qué papeleta meterá en las urnas.

En una encuesta realizada la semana pasada por Datafolha, Lula da Silva contaba con el 49 por ciento de los apoyos, mientras que el presidente de Brasil contaba con el 44 por ciento, un punto menos que en el sondeo publicado este miércoles.

La oscilación del margen de error hace que el candidato del PT varíe entre el 47 y el 51 por ciento de los votos totales, mientras que para Bolsonaro los porcentajes podrían cambiar desde el 43 al 47 por ciento, según ha informado el citado diario.

Estos datos favorecen al actual mandatario, puesto que en su límite máximo se podría dar un empate técnico entre ambos candidatos por primera vez desde que tuvo inicio la convocatoria electoral, si bien este es un escenario «estadísticamente improbable» para Datafolha.

Mientras, el uno por ciento de indecisos podría decantar la balanza para un lado y otro, así como el índice de personas que votarían en blanco.

Con todo, según recoge la encuestadora, entre los votantes que en la primera vuelta de los comicios votaron por Simone Tebet (PDT), que quedó en tercer lugar, el 34 por ciento votaría en la segunda vuelta por Lula da Silva, mientras que el 29 por ciento lo haría por Bolsonaro. Otro 21 por ciento no apoyaría a ninguno de los dos.

En cuanto a los que apoyaron a Ciro Gomes (PDT), cuarta en la primera vuelta, el 33 por ciento votaría por Lula da Silva, el 44 por ciento por Bolsonaro, y otro 21 por ciento por nadie.

En la primera vuelta, el domingo 2 de octubre, Lula obtuvo el 48,4 por ciento de los votos válidos, frente al 43,2 por ciento de Bolsonaro. En tercer lugar, Simone Tebet (MDB) quedó con 4,2 por ciento; por detrás, Ciro Gomes (PDT), con el tres por ciento.

Lula se reúne con líderes evangelistas para ganar adeptos

Foto: tomada de jb.com.br

El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a la Presidencia de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha reunido este miércoles con destacados líderes de las iglesias evangélicas del país en un claro intento de ganar votantes en un sector que es más afín a Jair Bolsonaro, aspirante a la reelección.

 

Durante su encuentro, celebrado en un hotel de la ciudad de Sao Paulo, se ha leído una carta en la que el expresidente brasileño aboga por la libertad de culto a la par que denuncia los intentos de instrumentalizar la religión con fines electoralistas, tal y como recoge el diario ‘O Globlo’.

En la misiva, leída por el exsecretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, Lula ha destacado que durante su mandato (2003 – 2010) se tuvo el respeto «más absoluto» por la libertad religiosa y se firmaron leyes en favor de la práctica religiosa en Brasil.

Asimismo, Lula ha defendido que nunca, bajo su gobierno, estuvo en peligro el funcionamiento de las iglesias y ha aseverado que, si es elegido, no impondrá «obstáculos» al libre funcionamiento de los templos de culto y alentará las asociaciones con las iglesias.

A nivel social, el candidato del PT ha abogado por luchar contra las drogas y por el fortalecimiento de las familias, a la par que ha incidido en que está «personalmente» en contra del aborto, si bien ha aclarado que este asunto no es competencia de la Presidencia, sino del Congreso.

Cuando apenas restan once días para la celebración de la segunda vuelta de los comicios, Lula ha tratado con este acto de ganar votantes entre el electorado evangélico que, según las encuestas, se decanta mayoritariamente por la opción de Bolsonaro.

El próximo 30 de octubre tiene lugar la vuelta definitiva de las elecciones generales de Brasil, en las que además del futuro presidente, también están en juego varios gobiernos locales, después de que en primera vuelta se decidiera la composición del Congreso, uno de los más conservadores de los últimos años.

Según las encuestas, el expresidente Lula se mantiene como la opción preferida por el 50 por ciento del electorado, muy por delante de Bolsonaro, que a día de hoy recabaría el 42 por ciento de los votos.