Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Magdalena Medio

Jesús Díaz encontró una manera de vivir del bosque sin destruirlo

En lo profundo del Magdalena Medio, un grupo de 40 familias ha encontrado una nueva forma de vivir del bosque sin destruirlo. Al frente de esta iniciativa está Jesús, un hombre que pasó de ser aserrador a convertirse en un líder comunitario comprometido con el manejo sostenible de los recursos forestales.

Los Inicios: Del Aserrío a la Conservación

 

Jesús comenzó su vida laboral como aserrador. Su trabajo consistía en talar árboles y procesarlos en el bosque mismo. «Yo no sabía qué era un plan de manejo forestal,» recuerda. «Solo iba a donde me llamaban a trabajar.» Pero con el tiempo, su perspectiva cambió.

En 2018, con el apoyo de diferentes organizaciones Jesús viajó a Centroamérica, donde conoció modelos exitosos de forestería comunitaria en Guatemala y México. Inspirado, regresó a Colombia y comenzó a reunir familias para crear una organización propia.

Nace la Asociación

Con 40 familias y mil hectáreas bajo manejo, la asociación fundada por Jesús trabaja en la producción, restauración y aprovechamiento sostenible de la madera. Cada familia es dueña de su predio y combina la forestería con otras actividades como la ganadería y el cultivo de cacao y café. «El bosque es un valor agregado a las fincas,» explica Jesús. «No buscamos reemplazar la ganadería, sino complementarla.»
Uno de los mayores desafíos ha sido hacer que la actividad forestal sea económicamente viable. «Vender bloques de madera no es negocio,» dice Jesús. «Queremos dar valor agregado, transformando la madera en productos terminados.» Con este fin, han construido un taller y una planta de acopio para producir tablas cepilladas y listones.

Otro reto ha sido convencer a la comunidad sobre la importancia del manejo forestal. «Muchos propietarios piensan que los árboles no les representan ingresos,» explica. «Pero si logramos demostrar que el bosque puede generar una economía sostenible, evitaremos la deforestación.»
A pesar de las dificultades, Jesús se siente orgulloso de lo que han logrado. «Hoy ya no soy solo yo,» dice con una sonrisa. «Hay muchas personas capacitadas, incluso mujeres que dominan el tema forestal. Eso me da esperanza.»

Con siete años de trabajo, la asociación ha consolidado un modelo que podría replicarse en otras regiones del país. «El desafío es lograr que más familias se sumen sin perder la calidad del manejo,» dice Jesús. «No queremos crecer por crecer, sino hacerlo bien.»

La historia de Jesús y su comunidad es un testimonio de que la sostenibilidad y la economía pueden ir de la mano. En un país donde la deforestación sigue siendo un problema grave, iniciativas como esta son un rayo de esperanza para el futuro del medio ambiente y de las generaciones venideras.

Esta es una historia que hace parte de la recopilación de experiencias de familias en las regiones.

El Sur de Bolívar, Magdalena Medio, Depresión Momposina y Las Lobas, construyendo caminos de paz

Para quienes tuvimos la oportunidad de participar en el encuentro «Juntanza por la Defensa de la Vida, el Medio Ambiente y el Territorio, con el espíritu de construir la Paz», convocado por la Mesa por la Paz del Sur de Bolívar, el pasado 7 y 8 de julio en el municipio de Arenal, que concitó la presencia de más de 400 personas de diversas organizaciones sociales del territorio, provenientes de  las regiones de Sur de Bolívar, Magdalena Medio, Depresión Momposina y proceso Las Lobas, este evento se reconoce como en un hecho histórico para la paz, la convivencia y el desarrollo social y popular.

Esta zona del país, quizá de las más ricas que existen, por su diversidad cultural, étnica y ambiental, reconocida por la capacidad de sus habitantes para producir alimentos, por su tradición pesquera, ganadera y minera, sigue siendo, a pesar de estar situada en el corazón geográfico de Colombia, una de las más excluidas del país. Los altos índices de pobreza y desnutrición, no se compadecen con su gran potencial productivo. La explotación aurífera ligada a técnicas extractivas altamente contaminantes, y los fungicidas y pesticidas utilizados en las grandes extensiones de cultivos de Palma, ha dejado a gran parte de la población sin acceso, por ejemplo, a la dieta proteínica derivada de la pesca, pues las quebradas y ciénagas, son depósitos de productos dañinos para el ser humano y la vida en general, que afectan la reproducción de peces y la calidad de sus carnes. Según estudios de la Corporación Autónoma Regional de Sur de Bolívar – CSB, municipios como San Martín de Loba, Barranco de Loba y Altos del Rosario presentan 200% por encima de la línea roja de contaminación, en sus tierras productivas y ciénegas.

 

Para llegar a Arenal desde el municipio cesarense de Gamarra, se debe sortear una serie de obstáculos. Sin vías carreteables adecuadas, hay que atravesar el Río Magdalena y su brazo Morales, embarcados en planchones de acero deteriorados y con pocas medidas de seguridad, sin ninguna infraestructura portuaria; este municipio no cuenta con agua apta para el consumo humano, con infraestructura educativa adecuada y programas técnicos, tecnológicos y menos de profesionalización, no dispone de una red pública hospitalaria suficiente y de calidad, o con programas de vivienda que dignifiquen la vida, entre otras condiciones que se repiten en todos los municipios de la región.

Lo que pudiera ser una de las regiones más prosperas y sostenibles, con un gran potencial turístico, es en definitiva una muestra de la decidía, la corrupción y el modelo económico. Gran reto para el Gobierno del Cambio y para toda la sociedad colombiana, es superar esta grave situación, si queremos avanzar hacia la Paz Integral, la justicia social y la equidad; lo que seguramente requerirá que, en las próximas elecciones, sus habitantes, profundamente manipulados por la corrupción y el clientelismo, logren tomar las mejores decisiones y elegir el camino de las transformaciones para la paz.

No en vano, un importante grupo de ciudadanas y ciudadanos, vienen promoviendo el nuevo departamento “Sur Caribe”, que tiene la potencialidad de convertirse en un ente administrativo que recoja y organice la región alrededor del Río Magdalena y el gran potencial hídrico, agrícola, pesquero y minero que posee, una entidad capaz de reconocer la diversidad y autonomía étnica y cultural, de poner al centro de la gobernanza y la gobernabilidad, la participación ciudadana con poder de decisión para la planeación y la presupuestación de su desarrollo, evitando desde la soberanía popular caer en manos de los clanes políticos regionales. Los habitantes de Sur de Bolívar deben cruzar cuatro departamentos para llegar a Cartagena, su actual capital.

A pesar de las adversidades generadas por la caída de un fuerte aguacero, que hizo muy difícil el tránsito desde las veredas, del deficiente servicio de energía eléctrica que se cortaba cada cierto tiempo, dejándonos sin amplificación de sonido e internet, de la presencia de los grupos armados que como el E.L.N. instaló propaganda alusiva a su actividad política, las y los líderes entregaron con mucho entusiasmo sus ideas que, servirán de guía para participar en los diversos escenarios de paz que se están abriendo.

Entre muchos elementos positivos a resaltar, además de la fraternidad y el esfuerzo de los anfitriones (Alcaldía, Mesa por la Paz, restaurantes y hoteles tradicionales e improvisados), por brindar las mejores condiciones logísticas, pues se esperaba la participación de aproximadamente 160 personas, pero el entusiasmo por la paz y el cambio, motivó que se duplicara la asistencia, se debe reconocer que los funcionarios del gobierno nacional invitados, asumieron el papel colaborativo y respetuoso, propio de quienes están comprometidos con hacer posible el Plan Nacional de Desarrollo y escuchar las voces de las gentes que claman atención.

Bajo la premisa de la unidad para construir paz, que busque desde las organizaciones sociales y populares, soluciones efectivas a las problemáticas locales y nacionales, y bajo el inclemente sol, esté ejercicio que, recupera las dinámicas y reivindicaciones propias de cada sector social, señaló el sendero, para hacer posible la coordinación de todas las organizaciones, recobrando las confianzas, reconociendo la importancia y la historia de cada proceso, y proponiendo soluciones a los múltiples problemas territoriales. Nuevamente la voz del pueblo construyó mandatos que, deben ser acogidos y fortalecidos por las organizaciones, sus líderes y lideresas, pero también por los gobiernos municipales, departamentales y nacional que deben garantizar la vida y la permanencia en el territorio.

Gran reto para las organizaciones dinamizadoras de procesos locales, como REDEPAZ, FUCUDE, la Mesa Nacional de Interlocución Social para la Paz-MENISP, el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, la Corporación Sembrar, La Red Nacional Campesina, pero en especial para las organizaciones de la región que participaron activamente, como la Federación Agrominera del Sur de Bolívar- FEDEAGROMISBOL, la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamoco, la Asociación de Víctimas de Crímenes de Estado-ASORVIN, la Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar y Cesar, la Mesa Departamental de Víctimas de Bolívar, los Consejos Comunitarios de la región de Guamoco, los proceso Sociales de la región de Las Lobas, y la Mesa de Paz Sur de Bolívar, entre otras, y para las organizaciones que por múltiples razones no pudieron asistir.

Será necesario continuar el camino, elaborar una hoja de ruta que involucre a las organizaciones locales y nacionales y a las instituciones, para que este esfuerzo comience a dar los frutos esperados. La unidad es el camino más expedito para tejer la paz con mano ciudadana, por eso no se deben escatimar esfuerzos para seguir fortaleciendo escenarios territoriales de paz, para promover la acción social coordinada y no desfallecer ante las adversidades que pretenden impedir avanzar hacia la paz nacional, total e integral, que haga posible la vida con dignidad de todas y todos.

 

Luis Emil Sanabria D.

ELN libera a 5 personas secuestradas

Foto: Defensoría del Pueblo

Los 5 funcionarios de la alcladía de Santa Rosa del sur que se encontraban en poder del ELN, acabaron de ser entregados a una comisión humanitaria encabezada por la Defensoría del Pueblo Regional del Magdalena Medio.

 

Los liberados son Bladimir Díaz Ravelo, secretario de Movilidad municipal; Anyi Lorena Roa, pasante de Comunicación Social, y los agentes de Tránsito, Arnold Delgado Quitian, Dany Tuesta Reyes y Andrey Martínez.

El secretario de Movilidad del municipio de Santa Rosa del Sur de Bolívar, Bladimir Ravelo, agradeció a la Defensoría del Pueblo y a la iglesia católica por el corredor humanitario y toda la gestión realizada.

 

Cae uno de los más buscados en el Magdalena Medio

La Fuerza Pública abatió Fernán Rodríguez Díaz, conocido como alias ‘Juan Pablo’ o alias ‘JP’, en medio de un enfrentamiento con las autoridades sobre la vía a la quebrada La Gómez, en Santander.

Alias ‘Juan Pablo’ era uno de los delincuentes más buscados en el Magdalena Medio. Las autoridades ofrecían una recompensa de 20 millones de pesos por información que permitiera la captura de este, que, era considerado, uno de los cabecillas más peligrosos de la región.

 

Pertenecía al grupo delincuencial conocido como ‘Los Ñongos’, estos operan en el municipio de Puerto Wilches, Santander y es señalado de ser el autor del asesinato de Robinson Jiménez Bautista, líder social del territorio, y de ser el responsable de las amenazas de muerte contra el alcalde del municipio de Puerto Wilches, Jairo Toquica Aguilar.