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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Opinión

Colombia liderará la Comunidad de Policías de América en el 2025

En el complejo entramado de seguridad que enfrenta el continente americano, la cooperación internacional entre cuerpos policiales ha demostrado ser un elemento clave para combatir las amenazas transnacionales que desafían la estabilidad y el desarrollo de nuestras naciones. En este contexto, la Comunidad de Policías de América (AMERIPOL) emerge como una herramienta indispensable para fortalecer los lazos entre las instituciones policiales del hemisferio y coordinar esfuerzos que trascienden las fronteras.

Fundada en 2007, AMERIPOL tiene como misión principal promover la cooperación entre las fuerzas de seguridad de los países miembros, facilitando el intercambio de información, buenas prácticas y capacitación. Este organismo se ha consolidado como un referente en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico, la trata de personas y otros delitos de carácter transnacional, al tiempo que fomenta el respeto por los derechos humanos y la legalidad.

 

Entre los logros de AMERIPOL destacan la creación de redes de intercambio de inteligencia, el desarrollo de operaciones conjuntas, la implementación de estrategias regionales para enfrentar problemas comunes y la puesta en marcha de iniciativas para combatir el ciberdelito, incluyendo la capacitación en ciberseguridad y la creación de unidades especializadas en delitos informáticos. Estas iniciativas han permitido desarticular redes criminales, reducir el flujo de drogas y armas ilegales, y mejorar la capacidad de respuesta ante nuevas amenazas.

En este marco de éxitos y retos compartidos, Colombia ocupa un lugar privilegiado como líder regional en temas de seguridad. Este liderazgo se ve fortalecido con la designación del General William René Salamanca, Director de la Policía Nacional de Colombia, como presidente de AMERIPOL para el año 2025. Este nombramiento no solo refleja el reconocimiento internacional a la experiencia y compromiso de Colombia en la lucha contra el crimen, sino que también representa una oportunidad única para que el país impulse iniciativas que beneficien a toda la región.

El General Salamanca, con su vasta trayectoria y conocimiento en el ámbito de la seguridad, tiene el desafío de consolidar a AMERIPOL como un actor clave en la seguridad hemisférica. Bajo su liderazgo, se espera que la organización refuerce su capacidad de coordinación, promueva innovaciones tecnológicas en la lucha contra el crimen y fortalezca las alianzas con otros organismos internacionales, como Interpol y Europol.

En un mundo donde las amenazas evolucionan constantemente, la colaboración es más necesaria que nunca. La presidencia del General Salamanca en AMERIPOL simboliza un compromiso renovado con la seguridad y la justicia, no solo para Colombia, sino para todo el continente. Bajo su liderazgo, se espera una respuesta más efectiva a problemáticas como el ciberdelito, mediante la implementación de tecnología avanzada y la formación de unidades especializadas, así como un fortalecimiento de las estrategias conjuntas contra el crimen organizado que permitan desarticular redes transnacionales y proteger a las comunidades más vulnerables. Es momento de respaldar este esfuerzo colectivo y reconocer que la seguridad de uno es, en última instancia, la seguridad de todos.

Alejandro Toro

De cábalas y cabañuelas

“Yo soy yo y mis circunstancias, sino las salvo a ellas tampoco me salvo yo” Ortega y Gasset

Dijo el gran estadista británico Sir Winston Churchill que “ el político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene y de explicar después por qué no ha ocurrido”. De manera análoga, las pitonisas, los videntes, adivinos, astrólogos y agoreros, que por esta época de comienzos de año abundan como la verdolaga, siempre nos quedan debiendo la explicación del por qué no se cumplieron sus predicciones.

 

Uno de los más célebres y antiguos referentes de ellos fue el boticario francés Michel de Nôtre-Dame (1503 – 1566), más conocido como Nostradamus, a quien se le atribuían poderes paranormales que le permitían adivinar el futuro acontecer, sin recurrir para ello a la “bola de cristal” del clarividente. Se hizo célebre con la publicación de su libro Les propheties, una colección de 942 cuartetas poéticas que compendiaban sus vaticinios sobre la ocurrencia de muchos eventos hacia el futuro. La primera edición del mismo vió la luz en 1555 y desde entonces quienes lo siguen a pie juntillas vienen interpretando los mensajes crípticos de los cuales es contentivo.

A Nostradamus se le atribuye haber anticipado el nacimiento del monstruo del siglo XX, el Fürer Adolfo Hitler y el incendio de la Catedral de Notre Dame de París. Y más recientemente la pandemia del COVID -19 de la cual es portadora el nuevo coronavirus SEARS-CoV-2. Así se colige de dicho texto, cuando pronosticó que “la gran plaga de la ciudad marítima no cesará hasta que se vengue la muerte de la sangre justa condenada por un precio sin delito”. Menos mal que no se cumplió ni la muerte del Papa Francisco ni se produjo el estallido de la tercera guerra mundial en el aciago 2020, como lo anunciaban los apologistas y alabarderos de Nostradamus.

Quien si sabemos, con seguridad, que, más que predecir o profetizar, alertó sobre el advenimiento de esta terrible pandemia, que convirtió el 2020 en un Annus horribilis, fue el empresario y filántropo Bill Gates, a quien no ha faltado el desatentado que, basado en las fake news y en las teorías conspirativas, le achaque a él su propagación primero y ahora la vacuna dizque para “dominar” a la población.

Con cinco años de antelación, en 2015, en pleno brote del ébola, afirmó lo siguiente: “cuando yo era chico el desastre más temido era vivir una guerra nuclear…Hoy la mayor catástrofe mundial es una pandemia. Si algo va a matar a más de diez millones de personas en las próximas décadas será un virus muy infeccioso, mucho más que una guerra. No habrá misiles, sino microbios. Gran parte de esto es que se ha invertido mucho en armamentos nucleares pero se hizo muy poco en crear sistemas de salud para poder detener las epidemias. No estamos preparados”. Y fue más lejos al advertir la existencia de “un virus con el que las personas se sientan lo suficientemente bien mientras están infectadas para subirse a un avión o ir al supermercado y eso haría que se extienda por todo el mundo de manera muy rápida”. Dicho y hecho.

Ahora ha sorprendido Bill Gates al mundo con una aterradora predicción, de una nueva epidemia en un futuro mediato, pero que puede anticiparse, por fortuna según él no será tan devastadora como la COVID – 19, no tanto porque se prevea que no sea tan mortífera si no porque encontrará al mundo mejor preparado para enfrentarla gracias a los esfuerzos que ha tenido que desplegar para compatir el nuevo coronavirus. Según él su ocurrencia “podría ser dentro de 20 años, pero debemos suponer que podría ser dentro de 3 años”. Y, como se suele decir, guerra avisada no mata gente o por lo menos mata menos gente, máxime cuando esta vez sí estaremos mejor preparados y entrenados!

Como quedó consignado en un texto del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), publicado en enero de 1932 en su revista Technology Review, pero que sigue teniendo vigencia, “interpretar los eventos del pasado es el único método válido para predecir el futuro” desde la ciencia. Y ello se explica porque de esta manera es como se pueden establecer las tendencias, aunque no pocos eventos escapan a dicho escrutinio dado el carácter disruptivo de ellos.

Definitivamente las cábalas, las conjeturas y las especulaciones en torno a lo que nos es dable esperar hacia el futuro pierden cada vez más espacios, terreno y credibilidad, pues gracias a la Big data, a la Inteligencia artificial (IA) y a los algoritmos es cada vez más previsible lo que va a pasar. Ello me lleva a firmar que Bill Gates no saca sus pronósticos y previsiones de la manga, tampoco de su propio magin, sólo que es uno de los hombres mejor informados y gracias a su equipo con la mayor capacidad de acceder y procesar el cúmulo de información disponible.

Por su parte las cabañuelas han corrido la misma suerte del pintoresco Almanaque Bristol, de color naranja, que debe su nombre a su gestor Cyrenius

Chapin Bristol, que circula en los meses de diciembre de cada año desde 1832, el cual servía de cabecera a los agricultores, pues en el se pronosticaba con gran acierto el comportamiento y el “estado del tiempo”. Sigue teniendo una gran acogida en Colombia, habida cuenta que en 2018 de 1.5 millones de ejemplares, que fue su tiraje, un millón de ellos se vendieron en nuestro país como pan caliente. Llegó a alcanzar tal celebridad que nuestro laureado con el premio Nobel de la Literatura Gabriel García Márquez en sus obras La hojarasca y El amor en los tiempos del cólera, menciona al Almanaque Bristol con nombre propio.

Pues bien, 193 años después de su nacimiento, el icónico Almanaque ha quedado sin oficio, por lo menos en lo que hace relación a la predicción del tiempo, por cuenta del Cambio y la variablidad climática, que ha llevado a que llueva en verano y tengamos verano en época invernal.

Amylkar Acosta

Nos están matando

Ha sido un amargo, triste y doloroso inicio de año para la comunidad cristiana en Colombia, especialmente en Aguachica, departamento del Cesar, donde sus habitantes y la congregación religiosa Príncipe de Paz, dieron una emotiva despedida a sus pastores, quienes fueron vilmente asesinados junto a sus hijos mientras departían en un restaurante el pasado 29 de diciembre tras terminar el culto.

La masacre de los pastores Marlon Yamith Lora, Yurlay Rincón y sus dos hijos, Ángela Natalia y Santiago, demuestra una vez más que en Colombia nos están matando, aunque el gobierno de Gustavo Petro trate de distraer con discursos cargados de eufemismos sobre la realidad que afrontamos.

 

Y sin soberbia alguna, traigo la frase “nos están matando” a colación para recordarle al petrismo que en el pasado ellos le hicieron eco por doquier y ahora, cuando están en el poder, la han dejado literalmente en un gavetero, como si estuviera en desuso. 

Se le olvida al presidente de la República que él prometió que en su mandato las masacres acabarían, que los grupos delincuenciales desaparecerían y que seríamos una “Potencia Mundial de la Vida”. Lo anterior, evidentemente, se quedó en frases bonitas de un Gustavo Petro que estaba desesperado por llegar a la Casa de Nariño prometiendo el cielo y la tierra.

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, en 2024 ocurrieron 76 masacres y suman 202 desde que inició el supuesto gobierno del cambio. Lo anterior, sin contar que en el año que acaba de terminar 173 líderes sociales fueron vilmente asesinados.

En medio de este triste y aterrador panorama, que debería preocupar a cualquier jefe de Estado en el mundo, los alfiles del petrismo están más empeñados en tratar de minimizar las cifras en redes sociales, como si se tratase de simples números, tal y como lo ha hecho recientemente el director del Departamento de Prosperidad, Gustavo Bolívar.

El Petro de hace unos años aseguraba que el número de masacres en Colombia era consecuencia de supuestamente hacer trizas la paz, pero vemos con desánimo que la que él promueve –Paz Total- sí que ha traído dolor, pues además de masacres, homicidios, secuestros y extorsión, no ha habido justicia sobre quienes llevan en sus manos los bastones de la criminalidad y la delincuencia.

Lo ocurrido con los pastores del departamento del Cesar nos duele a quienes somos cristianos, pero también a los colombianos. Esta familia construía tejido social a través de la iglesia y además apoyaba a otras congregaciones de Aguachica, Pelaya, San Alberto, San Martín y otros municipios cercanos, algunos carentes de presencia estatal. Realmente, su aporte debe ser digno de respeto y profunda admiración.

En el país hemos tenido un aumento en las violaciones a la libertad religiosa, que tiene como objetivo a líderes religiosos según la propia Defensoría del Pueblo, por lo anterior y como sociedad, exigimos garantías. Pasamos de 13 casos en 2023 a 17 en el 2024 y las amenazas de muerte aumentaron en un cincuenta por ciento.

Es obligación y responsabilidad de las autoridades aclarar que el caso de Aguachica no esté relacionado con lo anterior, pues nos remontaría a tiempos oscuros en los que muchos fueron perseguidos por consecuencia de su credo. 

Andrés Barrios Bernal

Un poco de verdad

El año 2024 será recordado como el año de desinformación. Con un campaña de mentiras por parte del gobierno de Colombia y de algunos medios de comunicación se tildó al Estado de Israel como genocida y practicante del apartheid. Nada más lejano de la verdad.

Genocidio es la intención de destruir una raza, una nación, o una religión. Cómo se puede decir que Israel está cometiendo genocidio si la población palestina no ha hecho sino crecer. Si Israel quisiera cometer genocidio con unas pocas bombas que tiene en su arsenal acabaría con toda la población de Gaza en un solo día. Genocidio es lo que trata de cometer Hamás, quien reconoce en el artículo 7 de su carta fundacional que su objetivo es matar a todos los judíos del mundo.

 

Cierto es que ha habido demasiadas muertes de civiles y sufrimiento en esta guerra. De lado y lado. Pero para los desinformados, la proporción de muertes de civiles frente a combatientes es la más baja de cualquier guerra urbana. Allí están las cifras reales. No las que presenta Hamás y las abundantes fuentes antisemitas.

En cuanto a difamar a Israel como estado apartheid solo hay que observar que en Israel viven dos millones de árabes con todos sus derechos y con representación en el congreso y en todas las instituciones del país. También viven drusos, cristianos y de muchas religiones todos con garantía de goce efectivo de derechos fundamentales. Los estados apartheid puedes encontrarlos en los países árabes, donde no hay tolerancia religiosa, ni democracia, ni libertad sexual, y donde los judíos fueron expulsados, especialmente a partir de 1948.

Pero la mentira más grande de todas es aquella expuesta por el mundo antisemita que insiste que los judíos son invasores y colonizadores extranjeros de la tierra de Israel, y que esta le pertenece a los árabes palestinos. Para aclarar esto, nada mejor que un poco de historia.

Primeramente, importante aclarar que la palabra palestina etimológicamente se deriva de la palabra “Filistine,” el nombre de una colonia europea en la costa Mediterránea. Los romanos utilizaron esta palabra en su mapa imperial, reemplazando el nombre de Israel, para apoyar la conquista filistea contra Jerusalén y los judíos. Los árabes palestinos de hoy, un fenómeno del siglo XX, no tienen nada que ver con los filisteos de aquella época 1200 a.C.

Es importante entender que los judíos conquistaron la tierra de Canaán, lo que comprende hoy Israel, los territorios, Gaza, Cisjordania, el oeste de Jordania, y el sur de Siria y Líbano aproximadamente en el año 1050 A.C., y la dividieron entre sus doce tribus las cuales formaron el Reino de Israel, donde se destacaron los reyes Saúl, David y Salomón.

El imperio Asirio conquistó la parte norte del Reino de Israel en el año 722 a.C. Muchos judíos fueron desplazados y exilados. Por otra parte, los Babilonios conquistaron Judea (la parte sur del reino) en 586 a.C., creando el llamado exilio Babilónico.

Los persas conquistaron el imperio de Babilonia en el año 538 A.C., y permitieron a los judíos regresar a su tierra. Luego, en el período helenístico, después de las conquistas de Alejandro Magno, la región cayó bajo influencia griega en el llamado Imperio Seleucida.

La autonomía judía en la región fue reestablecida bajo la Dinastía Asmonea alrededor de 140 A.C. gracias a la revuelta Macabea contra el imperio Seleucida.

Luego, en el año 63 a.C. el imperio romano conquistó Judea. Cuando se dividió el imperio romano fue el imperio bizantino quien controlaba la región.

Los árabes llegaron a la región en el siglo VII D.C., y la controlaron durante el período de la expansión islámica.

En el siglo XI D.C. se estableció en la región el poder Cristiano gracias a las cruzadas. Se establecieron varios “estados,” incluyendo el reino de Jerusalén.

En el siglo XIII los Mamelucos, una dinastía islámica, conquistó a estados de las cruzadas y gobernaron hasta la conquista Otomana en el Siglo XVI. Los Otomanos gobernaron hasta 1920, cuando la Liga de las Naciones (hoy Naciones Unidas) le dio al Reino Unido el mandato sobre Palestina.

Importante destacar que, si bien los judíos fueron expulsados de muchos de estos imperios, algunos nunca dejaron de vivir y siempre regresaron a su tierra ancestral.

Luego en 1948 Naciones Unidas decidieron reconocer al Estado de Israel. También reconocieron a Iraq, Siria y Líbano. A Israel le asignaron menos del 20% del territorio originalmente judío, el 80% se lo entregaron al Reino Achemita de Jordania. Hasta el día de hoy el 70% de la población de Jordania es árabe palestina.

Israel no tuvo opción sino aceptar esta partición, pero los árabes palestinos, no conformes con el 80% del territorio decidieron atacar a Israel. Israel se defendió y ganó la Guerra de 1948. Durante ese año judíos de los países árabes fueron expulsados.

Gaza y West Bank (Judea y Samaria) fueron ocupadas por Egipto y Jordania respectivamente en 1948. Israel liberó a estas regiones en 1967, cuando fue atacado por cinco países árabes simultáneamente, en la Guerra de los Seis Días. Desde ese momento, los árabes residiendo allí fueron catalogados refugiados. Nunca crearon verdaderas instituciones, no consideraron democracia, siguieron su esencia tribal y se empecinaron en continuar luchando para erradicar a Israel.

A pesar de que Israel tiene derecho histórico a estas tierras y que además las ganó en guerras que no comenzó, fueron muchas las oportunidades de paz, la más reciente en el 2008 cuando Israel ofreció el 94% de las tierras en disputa a cambio de cese del terror palestino. Los palestino nunca aceptaron. Está claro que no aceptan nada que no sea la total desaparición del Estado de Israel. Y esto lo reconoce Hamás y el yihaad islámico, entre otros grupos de terror palestino.

Si usted es objetivo debe preguntarse lo siguiente: Quién violó el cese al fuego En Octubre 7, 2023? ¿Quién ha rechazado todas las propuestas de paz? ¿Quienes colaboraron con los Nazis para exterminar a los judíos (genocidio) en la II Guerra Mundial? ¿Quiénes habla de exterminio cada vez que abren la boca? ¿Quiénes adoctrinan a niños para odiar judíos, perder la vida matando israelíes y convertirse en mártires? ¿Quiénes dicen que matar a judíos trae recompensa en el paraíso? ¿Quiénes no aceptan a ningún precio la existencia de Israel? ¿Quiénes recahazan la paz una y otra vez?

Tú sabes quiénes.

Mientras tanto, Israel ha construido un país milagroso, una democracia vibrante, una economía avanzada y próspera, donde las minorías son respetadas y dónde todos los ciudadanos, independiente de su condición étnica, racial o su preferencia política, ideológica, sexual o religiosa tienen igual de derechos bajo la ley.

 ¿Qué ha construido Hamás en Gaza? Un sistema de gobierno dictatorial, medieval y anacrónico donde las mujeres no tienen derechos, donde quien no sea heterosexual tiene pena de muerte, y donde no hay ninguna esperanza de democracia y desarrollo. No han hecho una sola contribución a la humanidad, ni en la ciencia, ni en las artes, ni en el deporte, ni en las ciencias sociales, ni en nada. Crearon túneles, fábricas de armamento, lanzadores de cohetes y misiles, todo un territorio desde donde atacar a Israel y matar civiles. Invadidos por la crueldad y el salvajismo del islam extremo solo saben matar, masacrar, secuestrar y aterrorizar.

Toda esta historia es para que no te dejes engañar por aquellos que dicen que la pelea es por tierra, y que los judíos son colonizadores extranjeros. Nadie tiene más derecho a estas tierras que el pueblo judío que, a pesar de los ires y venires de la historia, nunca dejó de tener presencia en la tierra de Israel desde hace más de 3500 años. Allí está la evidencia arqueológica para quien quiera debatirlo.

Los países árabes componen el 99.6% del territorio del Medio Oriente (¿muy poco?), Israel solamente el 0.4% (¿demasiado?). No, la pelea es simplemente por odio, odio al judío. Nada nuevo. Ha existido desde siempre.

En el juicio final, la guerra de Israel contra Hamás es la guerra de la democracia contra la dictadura, de la modernidad contra el atraso, del bien contra el mal, y de la civilización contra la barbarie.

Samuel Azout

Colombia necesita esperanza

En este 2024 hemos atravesado tiempos difíciles y tal vez turbulentos por ciertas realidades que padece Colombia. En medio de la desazón que deja la violencia en las regiones, la inseguridad, la desigualdad, la corrupción, los altos precios de la canasta familiar y de la gasolina, las dificultades para adquirir vivienda propia y un sinnúmero de situaciones que marcan el diario vivir en un país como el nuestro, debemos llenarnos de esperanza y saber que mejores momentos seguramente vendrán.

La esperanza no puede ser un sentimiento pasajero, sino una virtud que se ancle en nuestros corazones bajo la certeza de que siempre existirá un propósito y un plan, incluso en medio de las tormentas más duras.

 

Nuestro amado país atraviesa desafíos que, aunque parezcan insuperables o complicados de resolver, debemos saber que sí tienen solución. Pese a estas situaciones no podemos perder de vista lo más importante: no estamos solos. Hay un Dios que ve nuestras situaciones más difíciles y que obra a través de quienes se levantan con fe y amor a servir.

Es crucial detenernos y reflexionar sobre lo que realmente sostiene a nuestra sociedad. En mi concepto, estas bases también están fundamentadas en el hogar, la familia, los principios y valores.

La Biblia señala en Romanos 12:12: “Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando”. Este llamado no es solo para quienes somos creyentes, sino también para todos aquellos que anhelan una nación diferente.

Colombia nos necesita; el país requiere de hombres y mujeres dispuestos a sembrar esperanza, a trabajar con valentía e ímpetu y a recordar que los pequeños actos de servicio generan grandes resultados. Son vitales los líderes y comunidades que se conviertan en faros de luz en medio de la oscuridad.

Debemos creer que, aunque hoy las cosas parezcan complejas, el bien siempre triunfará. Ya es hora de que tendamos puentes, de sanar heridas, de escuchar al que piensa diferente y de trabajar en unidad.

Hoy, más que nunca, debemos proclamar que Colombia tiene esperanza, porque hay un propósito para esta nación. Nunca olvidemos que nuestra fe no solo nos sostiene, sino que nos impulsa a ser agentes de transformación.

En este 2025 seamos portadores de esperanza, habrá desafíos y decisiones que tomar, incluso teniendo en cuenta que será un año preelectoral, donde las tensiones políticas seguramente se acentuarán, pero es justo allí donde tendremos el desafío de soñar con un país mejor, en el que se recomponga el rumbo y en el que vuelva la seguridad.

Andrés Barrios Bernal

Colombia: Un año de esperanza y el compromiso con la paz

El 2024 llega a su fin, y con él un año lleno de desafíos, aprendizajes y oportunidades para avanzar hacia un país más justo y en paz. La construcción de la paz en Colombia no ha sido una tarea fácil, pero cada paso dado nos acerca más al sueño colectivo de una nación reconciliada, equitativa y participativa.

Sin embargo, este cierre de año nos invita a reflexionar sobre algunos componentes de la construcción de paz. El 25 de mayo de 2025, por ejemplo, es una fecha que pudo marcar un antes y un después en nuestro camino hacia la paz duradera. Ese día estaba previsto que se firmara el cierre de la implementación del acuerdo #28 con el ELN, centrado en la participación de la sociedad. Este hito fundamental habría abierto las puertas hacia un proceso irreversible en los diálogos y en la transformación social del país.

 

El acuerdo #28 no es solo un compromiso técnico; representa una apuesta por un modelo de país donde la participación activa de las comunidades sea el eje de las decisiones políticas. Su implementación plena habría consolidado la confianza de las comunidades en las instituciones y reforzado la legitimidad de los diálogos, especialmente en momentos cruciales de reformas políticas y del sistema general de participación.

Es crucial que las partes en la mesa de negociación Gobierno Nacional – ELN realicen un esfuerzo real y profundo, pensando en las necesidades y anhelos del pueblo colombiano, y en el futuro político del país. De lo contrario, el diálogo corre el riesgo de deslegitimarse como un mecanismo expedito y efectivo para alcanzar un acuerdo que transforme las condiciones estructurales que perpetúan la violencia.

En el 2024, el contexto de los diálogos se complica profundamente y se cuestiona por diversos sectores sociales, debido a las dificultades con unos frentes del llamado Estado Mayor Central de las FARC, su decisión de continuar una estrategia de lucha ligada a acciones terroristas, al narcotráfico y a la minería ilegal, entre otras, llevaron al rompimiento definitivo de los diálogos con dichos frente. A pesar de los obstáculos, se han mantenido activos los diálogos con las disidencias de las FARC que cuentan con reconocimiento político, lo que constituye un logro importante para la búsqueda de soluciones negociadas y sostenibles.

A nivel urbano, las mesas de diálogo en Medellín, Buenaventura y Quibdó han demostrado avances significativos. Estos espacios han permitido abordar las problemáticas locales desde una perspectiva participativa, generando soluciones que responden a las necesidades de las comunidades urbanas más afectadas por la violencia. Estos logros son un ejemplo de que la paz no solo se construye en las mesas nacionales, sino también en los territorios; sin embargo, las comunidades siguen alzando su voz solicitando mayores espacios de participación y mecanismos que prevean desde ya el acogimiento a los y las futuros hombres y mujeres de paz.

En este escenario, también se hace urgente continuar avanzando en el establecimiento de diálogos con las estructuras paramilitares, cuyas actividades continúan siendo la mayor amenaza para la estabilidad y seguridad de muchas regiones. Estos actores, aunque diferentes en su naturaleza y motivaciones, deben ser incluidos en una estrategia integral de paz que aborde todas las dimensiones del conflicto colombiano.

Un elemento preocupante ha sido la débil participación de la sociedad civil en rodear el proceso de paz y en incidir para que se mantengan los diálogos. La exigencia del respeto al Derecho Internacional Humanitario, especialmente en temas relacionados con el reclutamiento de menores, el confinamiento, el secuestro, las amenazas y los asesinatos a líderes y lideresas sociales, ha sido insuficiente. Además, las organizaciones y sectores que trabajan por la paz no han contado con el respaldo y apoyo necesarios para mantener un movimiento por la paz activo, cohesionado y autónomo frente a las partes.

No se ha logrado desatar una gran campaña nacional coordinada a todo nivel, en todos los escenarios y con todos los actores, que instale con más fuerza una cultura de paz en el imaginario colectivo. Esto constituye un reto urgente que debe abordarse para que la paz no solo sea un acuerdo firmado, sino una realidad vivida y construida de manera colectiva.

El próximo año será decisivo. Las reformas deben materializarse con un enfoque que garantice la inclusión, la transparencia y la equidad, mientras que la reforma del sistema general de participación debe priorizar el fortalecimiento de los territorios y el reconocimiento de sus particularidades. Cada paso en estas direcciones no solo será un avance técnico, sino también una afirmación de que la paz es posible y necesaria.

A medida que cerramos este año, invitamos a todos los colombianos a mantener viva la esperanza y a trabajar juntos por un futuro mejor. La paz es un proceso que requiere paciencia, voluntad y acción colectiva. Que el 2025 sea un año de grandes avances, de diálogo sincero y de pasos firmes hacia una Colombia que pueda vivir sin miedo, sin exclusión y sin violencia.

¡Que el nuevo año traiga consigo la paz que todos soñamos!

Luis Emil Sanabria

¡Tarde piache!

Esta es una expresión o vocablo con el cual se quiere significar el hecho de que no es posible revertir o resarcir el daño infligido, ya sea por acción u omisión, aunque el responsable del desaguisado se arrepienta. Dicho de otra manera, el daño está hecho y apelación a los infiernos!

Este es el caso que tiene como protagonista a la ministra de Ambiente y Desarrollo sostenible Susana Muhamad. Veamos la secuencia de los hechos. El 18 de mayo de 2022 el entonces presidente de ECOPETROL Felipe Bayón anunció la firma de un acuerdo con la petrolera ANADARKO, empresa esta subsidiaria de Occidental Petroleum (OXY), como operadora, con la cual se había avanzado en la exploración conjunta costa afuera en cuatro bloques en el Caribe colombiano, ampliando de esta manera la frontera hidrocarburífera de Colombia.

 

Se destaca en esta nueva cuenca sedimentaria, en el Bloque COL – 1 el yacimiento denominado KOMODO – 1, el cual, según los análisis geológicos podría llegar a representar una reserva de hidrocarburo (petróleo y gas) más significativa que SIRIUS, lo que convierte este descubrimiento en el más gigantesco de todos, en uno de gran potencial para Colombia, estimado en 20 TPC, equivalente a casi 10 veces el volumen de las reservas probadas remanentes con las que cuenta actualmente el país. En su localización confluyen las capitanías de puerto de Barranquilla, Santa Marta y Riohacha.

Y ello le viene bien al país, en momentos en los que el gas escasea y empezamos a importarlo. Refiriéndose a SIRIUS, el Presidente de la República Gustavo Petro manifestó que él sabe que “genera emoción recibir noticias sobre hallazgos históricos de reservas de gas u otro recurso energético y más porque hace más de 20 años no nos llegaban estas noticias, pero estamos en una transición energética, no podemos seguir con lo fósil”. Y fue más lejos al espetar que “puede parecer como una gran noticia, descubrir gas o descubrir un gran embalse de petróleo, pero eso no alegra a la humanidad, la asusta”.

Asustados están ahora los usuarios y consumidores en el país de saber que, como lo afirmó la Presidenta de NATURGAS Luz Stella Murgas, “en Colombia el gas barato se acabó”, refiriéndose a que el gas importado es mucho más costoso, oscilando su precio alrededor de los US $18 el MMBTU, que el que se extrae en el territorio nacional, que fluctúa en torno a los US $5 el MMBTU. Se cumple, una vez más, el aserto de que el energético más caro es aquel del cual no se dispone justo cuando se requiere. Tienen, entonces, ellos para alegrarse por este nuevo hallazgo y para parecerles una gran noticia.

En momentos en los que ECOPETROL y ANADARKO se aprestaban y estaban en la fase de alistamiento para la perforación del pozo, para lo cual se había contratado una plataforma flotante equipada con sofisticados equipos para acometer su tarea, fueron sorprendidas por la notificación de parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) , por orden expresa de la Ministra de la suspensión de la licencia ambiental para operarlo.

Por parte de ECOPETROL se apeló esta decisión, alegando que “la incertidumbre que generó la falta de un pronunciamiento del MADS frente a la suspensión del proceso de licenciamiento afectó las obligaciones que se habían adquirido con terceros”. De hecho la estatal petrolera ya había incurrido en inversiones que superan los US $35 millones en actividades preparatorias, dando lugar la decisión de la ANLA a un detrimento patrimonial, amén de la inversión realizada por parte de ANADARKO – operador que compromete a las partes en proporción a su participación en el proyecto

Por su parte el Delegado para Asuntos ambientales, minero-energéticos y agrarios Gustavo Adolfo Guerrero Ruiz pidió a la ANLA “revocar la suspensión del licenciamiento ambiental para la exploración de gas en el Caribe colombiano KOMODO – X1, que completa 70 días”. Según alega el Delegado, “para la fecha en que se ordenó dicha suspensión, ya se había completado la evaluación técnica del estudio de impacto ambiental por parte de las autoridades competentes, por lo que se considera que no existían motivos suficientes para retrasar el proceso”. Advirtió, además. “los riesgos económicos, sociales por la posible falta de abastecimiento de este recurso para suplir las demandas energéticas y de transporte, así como domiciliario en el país”. Pero para la Ministra “este no es el proyecto inmediato que va a generar una incapacidad para el suministro de gas” y por lo tanto, se colige, no había ninguna prisa en la toma de decisiones.

Ahora, tardíamente, al cabo de las quinientas, es cuando la Ministra Muhamad, la misma que le prestó oídos sordos a los requerimientos de ECOPETROL y de la Procuraduría, se dignó hacer el anuncio de que “tras una rigurosa evaluación se consideró ambientalmente viable el desarrollo del proyecto Komodo”. Ya para qué, cuando ECOPETROL manifestó el pasado 24 de septiembre, en respuesta al senador José David Name, “se están evaluando las consecuencias financieras frente a los compromisos con terceros, caso por caso, para mitigar los impactos producidos por la suspensión del trámite de licenciamiento ambiental, tomando en cuenta que, ante la situación actual, Ecopetrol se ha visto en la necesidad de cancelar la ejecución del proyecto en la vigencia 2024/2025”.

Ya es tarde, el daño ya está hecho, todo está consumado. ECOPETROL Y ANADARKO tenían todo dispuesto para comenzar la perforación del pozo en el mes de noviembre de este año pero el entorpecimiento por parte del Ministro dio al traste con sus planes. Ello, en razón de que el mundo sólo se cuenta con tres plataformas flotantes que cuentan los taladros requeridos para llegar hasta las profundidades de KOMODO, razón por la cual, después que zarpó la plataforma reservada, la que ya se tenía disponible in situ,  prácticamente imposible contar con otra que esté disponible en el corto plazo!

Con esta desafortunada decisión tomada por la ministra Muhamad cerró esta ventana de oportunidad para recobrar, más pronto que tarde, en los próximo años la seguridad y la soberanía perdidas, poniendo en riesgo además la Transición energética justa que tanto pregona el Gobierno, dado que el gas natural es considerado y así lo ha reiterado la Agencia internacional de energía (AIE), como el energético de la Transición. La torpeza y la obsesión de marchitar los hidrocarburos prematuramente le están haciendo mucho daño al país!

Amylkar Acosta

¿Puede el periodismo ser una profesión sin peligro?

Espinoso interrogante, pero me arriesgo a decir que sí. Debo aclarar que para hacer efectiva la respuesta en este momento se necesita con urgencia que el presidente, Gustavo Petro, abandere un sincero “diálogo de paz” con algunos de los distinguidos periodistas y  los medios tradicionales que representan, y a la vez, que esos mismos comunicadores se arriesguen a bajarle el “tono” a sus contenidos editoriales que buscan obtener liderazgos de oposición, raiting, likes y tendencias en redes sociales. El gobierno, la prensa, la opinión y la democracia ganarían.

La pregunta-respuesta tiene su origen en una reciente investigación de la organización sin ánimo de lucro de origen francés, Reporteros Sin Fronteras (RSF), en la que ubica a Colombia en la segunda posición de los más peligrosos en América del Sur* para ejercer el oficio del periodismo, teniendo presente, según este estudio que, además, la situación para Latinoamérica no es favorable. Según la clasificación que se publica de forma anual desde 1995, más de la mitad de los países de la región experimentan un deterioro en la defensa de la libertad de prensa a causa, principalmente, de la caída del indicador político*.

 

Y es que el contexto político, una de las líneas analizados en el documento se convirtió en una “bomba de tiempo” para los periodistas cuando se trata de cubrir o hacer seguimiento a las acciones o agendas gubernamentales y a las decisiones de los presidentes. La prensa colombiana “tradicional” y sus profesionales no escapan a este negativo efecto sufriendo a diario ataques verbales de alto calibre replicados en las poderosas redes sociales del presidente Petro. Las respuestas de los medios, periodistas y organizaciones respaldando la libertad de prensa también están a la orden del día generando una mezcla extrema de polarización gobierno-periodismo. El tema es constante.

Por una parte, es apremiante dejar de editorializar sobre si el gobierno tiene la razón en exigir respeto por su línea doctrinal o reclamar aplausos masivos en materia de resultados. Por otro lado, si la prensa cumple con su labor ética y moral de criticar las actuaciones, decisiones y responsabilidades de Petro. Cada uno tiene su responsabilidad social. Entonces, vale la pena, creo, se debe frenar de tajo con mensajes gubernamentales cargados odio, furia y resentimiento contra la prensa y sus profesionales. Con ello, infiero, se cuida al ser humano-periodista, su vida, su rol ciudadano y el fortalecimiento de una democracia basada el respeto por la libertad de prensa.

No me cabe duda que unos periodistas más letrados que otros, más ganadores de premios que otros, más experimentados que otros, más ideologizados que otros incluso más famosos que otros,  cazan constantes peleas desde su medios tradicionales y digitales para alentar a sus seguidores y conseguir relevancia entre sus públicos olvidando el compromiso de informar con responsabilidad para un país políticamente caliente en términos de violencia. “El mayor reto que tienen hoy los medios es despojarse de un cierto grado de soberbia, arrogancia y superioridad moral que les ha impedido entender el nuevo mundo de cómo se consume la información”*.

De este brutal enfrentamiento, dice la investigación de Reporteros Sin Fronteras (RSF), el resultado es que ejercer el periodismo se convirtió en nuestra región en una tarea riesgosa y siempre cercana a una “profesión peligro”, dato históricamente  lamentable para un oficio destacado por la comunidad internacional entendiendo las fuertes transiciones noticiosas en Colombia que en los últimos tiempos van desde el negocio del narcotráfico, pasando por las guerras internas y terminando incluso con campañas políticas alimentadas con dineros de los carteles de la droga; hechos en los que la prensa ha jugado un papel importante y dejado sin vida a cientos de colegas.

Dicho todo lo anterior, el 2025 debe ser un espacio conciliador entre gobierno, medios y periodistas entendiendo que los ciudadanos son los únicos jueces de sus responsabilidades, encuadradas en una gobernabilidad con hechos, canales de información serios y periodistas más éticamente humanos. El Periodismo,

Edgar Martínez

¡Qué en esta Navidad no haya ni una desaparición más, nunca más!

A 11 días de terminar el año, en la ciudad de Medellín, en la comuna 13, en el sector de La Escombrera, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y el Instituto Nacional de Medicina Legal realizaron un hallazgo tenebroso. Este descubrimiento se da en el marco de la investigación adelantada sobre los 502 casos registrados como desaparecidos entre los años 1978 y 2016.

Este sector fue uno de los sitios de ajusticiamiento utilizados por los capos del narcotráfico, como Pablo Escobar, para mantener el orden y el control, sembrando el terror y sometiendo a la población a sus órdenes. Con este hallazgo, se reafirma la existencia de la escuela de sicarios más grande del país. En esta zona también actuaban los paramilitares del Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), liderados por alias “Doble Cero”, así como las milicias de las FARC y el ELN. Posteriormente, la violencia se agudizó con la presencia de Diego Murillo Bejarano, alias “Don Berna”, comandante del Bloque Cacique Nutibara, quien, antes de ser extraditado, declaró ante las autoridades que en la comuna 13, incluyendo ‘La Escombrera’, habría al menos 100 fosas comunes. Según la Fiscalía, hasta la fecha se han encontrado 14 fosas, de las cuales solo se han identificado ocho cuerpos, lo que pone en evidencia que si pasó algo tenebroso y la aparente complicidad de la fuerza pública en estos crímenes.

 

Lo cierto es que, a pesar de la participación activa de la comunidad mediante movilizaciones y denuncias sociales, las autoridades de años anteriores no asignaron el presupuesto ni tenían la voluntad política para investigar y esclarecer estos hechos. Pero este hallazgo representa una esperanza para cientos de familias en Medellín que todavía esperan encontrar a sus seres queridos. Se estima que, con los tres restos óseos encontrados en este lugar, después de tres décadas de búsqueda, existe suficiente evidencia para ampliar el polígono de investigación, lo que permitiría acercarse más a la verdad y a la justicia. Se espera que la lentitud en las investigaciones y la burocracia que han mantenido a miles de familias en la incertidumbre sobre el destino de sus familiares desaparecidos se acabe y pronto aflore la verdad y los restos para poder darles descanso eterno.

Para la comunidad de la comuna 13, La Escombrera ha sido un lugar de constantes denuncias por parte de familiares de desaparecidos y organizaciones sociales. Este lugar ha sido señalado por la misma como un sitio de enterramientos clandestinos, donde, según se ha dicho, muchas personas fueron detenidas, torturadas, ejecutadas e inhumadas y se utilizó su condición de botadero de escombros para ocultar los cuerpos.

Los familiares de los desaparecidos han resignificado este sitio como el lugar de la memoria, donde se realizan actos simbólicos para exigir la búsqueda, la verdad, la justicia y el camino a la reparación. Este es un espacio de esperanza para encontrar los restos de sus seres queridos y este lugar invita a reflexionar sobre las relaciones entre el conflicto, la violencia y la necesidad de iniciar un proceso de preservación de la memoria. Sin embargo, esto solo será posible si se supera la fase de hallazgos, se reconstruye los hechos y se sabe la verdad, para que haya justicia y se dé la reparación como garantía de no repetición, entregando reitero los restos humanos a sus familias.

Desde hace 22 años, se llevaron a cabo operativos militares en esta comuna como la operación Orion y es momento de reconocer que los hechos narrados sobre este territorio son verdad, ya que ella misma lo ha vivido y siempre lo ha señalado como el lugar de enterramiento de personas desaparecidas. Las investigaciones de Ong como CINEP reflejan que hubo 80 civiles heridos 17 bajas cometidos por la fuerza pública 71 personas asesinadas por paramilitares las AUC, 12 personas torturadas 92 desapariciones y 370 detenciones. Esta operación ha sido cuestionada por las víctimas civiles que dejó, el gran número de desaparecidos y ejecuciones extrajudiciales quien según testimonios de la comunidad muchas de ellas fueron arrojadas a la escombrera por miembros en conflicto.

Hasta hoy sigue vigente la orden de excavar en la zona y hacer todo lo posible por encontrar la identidad de estos crímenes de lesa humanidad. La comunidad afectada, y representada por colectivos como Mujeres Caminando por la Verdad, consideran este hallazgo como un avance significativo en su lucha. Luz Elena Galeano, una de sus líderes, expresó:

          “Este es un logro muy importante para nosotras, las víctimas, gracias a nuestra participación activa y al trazado de propuestas y diálogos con las instituciones competentes en la búsqueda, es un gran logro después de 22 años de lucha y resistencia”.

En muchas ocasiones, Luz Elena fue descalificada y llamada loca, intensa y desocupada, le decían allá no hay nada, por favor no venga más que nos hace perder tiempo, ocúpese mujer. Sin embargo, su perseverancia demuestra la valentía de las mujeres que no dieron su brazo a torcer ni se callaron, manteniendo viva la esperanza de hacer justicia y honrar la memoria de sus seres queridos. Cómo siempre son las mujeres, las que luchan, las que buscan, las que desde su corazón quieren la verdad y hoy la están encontrando.

Es fundamental que haya un proceso de reparación para estas familias, pero también para miles de personas que fueron engañadas con dictámenes que aseguraban que en este lugar no había muertos ni desaparecidos, entre esos nosotros y nosotras que somos parte de esta sociedad, que creció engañada con una falsa seguridad democrática.

Con este avance de la justicia, el compromiso es aún mayor para construir una sociedad diferente, en la que las expresiones sistemáticas de violencia no tengan cabida ni sean motivo de apología. Son las mujeres quienes lideran esta lucha: madres que lloran, hijas que sufren, compañeras que sienten y que no se cansan de pedir justicia, gritando con vehemencia ¡Nunca Más!

En esta navidad estos hechos representan una luz de esperanza para estas familias. Ojalá sea el inicio de un cambio real, en el que el nacimiento del Niño Salvador traiga paz a nuestros hogares y prosperidad a nuestras comunidades en Colombia, y también a Palestina.

Marcela Clavijo

El nuevo partido en el que me quiero inscribir

El Pacto Histórico, la coalición que llevó por primera vez a un gobierno progresista al solio de Bolívar, ha dado un paso histórico al anunciar su transformación en un movimiento político unitario. Esta decisión no solo marca un antes y un después en la política nacional, sino que también consolida la mayor fuerza social y política del país, uniendo a diversos sectores en torno a una agenda de cambio y justicia social. En un contexto de fragmentación partidista, esta unificación representa una apuesta por la estabilidad, la coherencia y la capacidad de transformar el panorama político colombiano.

La historia enseña que los grandes cambios sociales nacen de procesos unitarios que trascienden las diferencias particulares. Como señaló Antonio Gramsci, «el partido es el instrumento principal con el que las clases subalternas pueden alcanzar la hegemonía, articulando sus demandas diversas en una dirección común que confronte al poder existente».

 

Esta reflexión resuena hoy en la consolidación del Pacto Histórico como partido, un esfuerzo por transformar el mosaico de luchas sociales y populares en una fuerza organizada capaz de redefinir la política en Colombia. El reto no es menor: articular demandas diversas sin perder de vista el objetivo común, mientras se mantiene la conexión con las bases y se responde a las urgencias de la sociedad.

La historia nos enseña que los grandes cambios sociales y políticos nacen de la unión de fuerzas diversas. En América Latina, movimientos como el Frente Amplio en Uruguay o el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en México lograron articular coaliciones de sindicatos, organizaciones campesinas, feministas y otros sectores populares, superando divisiones tradicionales para consolidarse como alternativas reales al statu quo.

La unificación que permitió la elección del primer gobierno progresista en Colombia fue un proceso complejo y sin precedentes. Sindicatos, comunidades étnicas, colectivos feministas, ambientalistas y muchos otros sectores dejaron a un lado sus diferencias para construir una plataforma común. Sin embargo, este proceso no ha estado exento de tensiones y retos. La tarea ahora es mantener esa diversidad como un activo y no como un obstáculo, asegurando que cada corriente interna siga aportando a la construcción colectiva. Como bien señaló el periodista Héctor Riveros, el Pacto Histórico es hoy la organización política más grande de Colombia, con la base social más amplia: sindicatos, grupos étnicos, organizaciones feministas y ambientalistas. Ningún otro partido se le acerca. Este es un logro monumental, pero también una responsabilidad enorme. La democracia interna, las consultas populares y la inclusión efectiva de amplios sectores sociales y políticos serán clave para mantener esta solidez.

De cara a las elecciones de 2026, el reto no solo es definir un candidato único que represente al Pacto, sino también a un frente progresista más amplio. Este candidato debe surgir de un proceso transparente y participativo que refleje las demandas y aspiraciones de las comunidades. Además, el nuevo partido debe permanecer conectado con la realidad de las calles, escuchando y atendiendo los problemas cotidianos de la gente. La representación legítima no se construye en oficinas cerradas, sino en el contacto directo con las bases.

Finalmente, el Pacto Histórico tiene la tarea de consolidarse como una fuerza transformadora y duradera. Esto implica garantizar que los principios de justicia social, equidad de género, defensa del medio ambiente y respeto por la diversidad no solo permanezcan en el discurso, sino que guíen cada acción del partido. El camino que sigue es desafiante, pero también lleno de posibilidades. Como dijo el presidente Gustavo Petro: este es el nuevo partido en el que quiero inscribirme. Y también el partido que debe ser capaz de transformar a Colombia para siempre.

Quena Ribadeneira

La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá: un puente energético para el desarrollo regional

En un hito que promete transformar el panorama energético de América Latina, los gobiernos de Colombia y Panamá han anunciado una inversión conjunta de 800 millones de dólares para hacer realidad el proyecto de interconexión eléctrica entre ambos países. Este ambicioso emprendimiento, que lleva varios años en planes y estudios, no solo representa un esfuerzo significativo en infraestructura, sino también una apuesta estratégica para el desarrollo sostenible, la integración regional y la transición hacia energías más limpias.

La importancia de esta interconexión radica en múltiples factores. En primer lugar, facilitará el intercambio de energía entre dos países con perfiles complementarios en su generación eléctrica. Mientras que Colombia cuenta con una matriz eléctrica basada predominantemente en fuentes renovables, como la hidroenergía, Panamá está en proceso de diversificar su oferta energética. La conexión permitirá que ambos países se beneficien de un suministro más confiable, estableciendo un sistema más resiliente frente a eventualidades climáticas o fallos técnicos.

 

El proyecto se alinea con los objetivos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que bajo la presidencia del organismo a cargo del Presidente Gustavo Petro aboga por la integración energética como un pilar para el crecimiento económico y social. Con una región interconectada, se podrá optimizar el uso de los recursos naturales, reducir costos operativos y mejorar la competitividad de los mercados locales.

En el contexto actual de crisis climática, la interconexión también ofrece oportunidades para acelerar la transición hacia energías limpias. Al facilitar el intercambio de electricidad proveniente de fuentes renovables, este proyecto contribuye a reducir la dependencia de combustibles fósiles y a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto no solo tiene implicaciones ambientales positivas, sino también económicas, al fomentar la inversión en tecnologías sostenibles.

El éxito de este proyecto también ha sido posible gracias al liderazgo y la gestión de figuras clave como el Ministro de Minas, Andrés Camacho, quien ha impulsado estrategias para fortalecer la infraestructura energética del país; la Ministra de Ambiente de Colombia, que ha garantizado la sostenibilidad ambiental del proyecto mediante rigurosos procesos de evaluación y mitigación de impactos; y el Presidente de ISA, Jorge Carrillo, cuya visión y compromiso han sido fundamentales para materializar esta interconexión como un ejemplo de eficiencia y colaboración regional.

Por último, pero no menos importante, este megaproyecto puede convertirse en un modelo de cooperación internacional. En un mundo donde las tensiones y los conflictos a menudo dominan las relaciones internacionales, el compromiso de Colombia y Panamá de trabajar juntos para un objetivo común envía un mensaje de unidad y visión compartida.

Sin embargo, también es fundamental considerar los desafíos asociados a la implementación de este tipo de infraestructura. Aspectos como el impacto ambiental, la consulta previa con comunidades afectadas y la garantía de transparencia en el manejo de los recursos económicos deben ser prioridad para ambos gobiernos. Solo así se podrá asegurar que los beneficios del proyecto se distribuyan de manera equitativa y sostenible.

La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá no es solo un proyecto técnico, sino un paso trascendental hacia un futuro más integrado, sostenible y próspero para la región. Con la visión y el compromiso adecuados, esta iniciativa tiene el potencial de marcar un antes y un después en la historia del desarrollo energético latinoamericano.

Alejandro Toro

Las cuentas no cuadran

El Presidente Gustavo Petro expidió, mediante el Decreto 1523 del 18 de diciembre de 2024, el Presupuesto General de la Nación para la vigencia de 2025. Ello ante la negativa de las comisiones económicas del Congreso de la República a aprobar el monto del mismo propuesto por el Gobierno Nacional, por valor de $523.7 billones, dentro del plazo límite establecido por la Ley que se venció el 15 de septiembre. Al no aprobarse dicho monto, como era de esperarse, tampoco se avanzó en la aprobación del proyecto de presupuesto y en consecuencia quedó habilitado el Presidente Gustavo Petro para expedirlo, como en efecto lo acaba de hacer mediante el Decreto 1523 del 18 de diciembre. Este procedimiento es el que se conoce como la dictadura fiscal.

Como antecedente es muy importante dejar establecido que el bajo recaudo tributario forzó al Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla a aplazar gastos presupuestados para la vigencia de 2024 por valor de $28 billones. Entre las razones del bajo recaudo se destacan el incumplimiento de la meta de la DIAN de un mayor recaudo por valor de $15 billones por resolución de litigios, además del fallo de la Corte Constitucional que declaró inexequible la no deducibilidad de las regalías del impuesto de renta, afectando el recaudo por este concepto.

 

La discrepancia mayor entre el Gobierno Nacional y el Congreso de la República ha girado en torno al desfinanciamiento por valor de $12 billones del Presupuesto para la vigencia de 2025, de modo que si el Congreso aprobaba el monto propuesto por el Gobierno se obligaba a aprobar también el proyecto de ley de financiamiento por dicho valor radicado por parte del Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla.

Como es bien sabido, las comisiones económicas hundieron dicho proyecto, pero como el ejecutivo estaba obligado a aforar el Presupuesto decretado por el mismo valor inicial, de ello se sigue que arrancando el año entrante tendrá que recortar o aplazar gastos por valor de $12 billones, para que las cuentas cuadren, por no tener respaldo en los ingresos. Tanto más en cuanto que se han sobreestimado los ingresos tributarios, calculados en $316.5 billones, $26.6 billones por encima de la estimación del Marco fiscal de Mediano plazo (MFMP) publicado por el Ministerio de Hacienda el 14 de junio de este año. Se puede reincidir en lo que pasó con el Presupuesto de la vigencia de 2024, pues si para este año se tenía la previsión de un mayor recaudo de $15 billones por gestión de la DIAN, que no se logró, pues ahora están doblando la apuesta de mayor recaudo por concepto de la eficiencia en la administración tributaria, calculándolo en $28 billones!

Tanto el Comité independiente de la Regla fiscal (CIRF) como Fedesarrollo coinciden en que el recorte presupuestal en 2024 y el que se prevé por parte del Gobierno para el año entrante son insuficientes para cumplir con la Regla fiscal. A su juicio “los ajustes para que los montos cuadren” deberán ser mayores, hasta alcanzar la cifra de $511 billones. En concepto del economista jefe de investigaciones de CORFICOLOMBIANA, Julio Romero, “si no se hace el recorte de aproximadamente $35 billones, el déficit fiscal de 2025 sería de 6,5% del PIB, superior al 4,9% permitido por la regla fiscal. Porque los ingresos fiscales que estimamos para 2025 son menores”.

Romero sostiene que para CORFICOLOMBIANA, “la desfinanciación del Presupuesto de 2025 no se debe solo a que no pasó la ley de financiamiento, sino también a que los ingresos tributarios que espera el Gobierno para financiar ese presupuesto, que no son acordes a la realidad fiscal y económica”. En cambio para el profesor visitante de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Juan Pablo Sandoval, “el Presupuesto de 2025 no está desfinanciado” y el Decreto expedido por el Gobierno obedeció a una “actitud poco democrática” del Congreso para debatir el proyecto. No se proyecta, según él, más recortes “dadas las buenas perspectivas de crecimiento para la vigencia de 2025”.

En todo caso, según lo ha anunciado el novel Ministro de Hacienda Diego Guevara, antes del 31 de diciembre se expedirá el Decreto de liquidación desenglobando las partidas presupuestales y recortando los $12 billones que hacen falta, según el Presidente Petro “mientras se consigue la financiación necesaria que no fue posible por la acción oscura de los dueños de los juegos de suerte y azar ilegales dentro de las comisiones económicas del Congreso”.

El desencuentro del Presidente de la República con el Congreso a raíz de la no aprobación del proyecto de ley de financiamiento, llevó a este último a romper relaciones con las comisiones económicas del Congreso, en donde la derrota del Gobierno fue apabullante. La reacción del Presidente Petro fue desproporcionada, “no tienen nada más que hablar con nosotros y nosotros nada que esperar de ellos” espetó. Este divorcio entre el ejecutivo y el legislativo en nada contribuirá a hacer más llevadera la crisis fiscal que se avizora.

Amylkar Acosta

Un regalo para Bogotá

Si tuviéramos la oportunidad de escoger un regalo para Bogotá, ¿Cuál sería? Me detuve a pensar en esta pregunta y después de analizarlo por varios minutos decidí que el obsequio que yo le daría a nuestra ciudad se llama seguridad.

La razón es que sin seguridad no hay nada, es la garantía para el desarrollo, la inversión y el turismo. Aunque debería ser algo inherente a Bogotá, lamentablemente y como consecuencia de malas administraciones que han antecedido, no lo es.

 

Los delitos de alto impacto siguen despertando una profunda preocupación y, por supuesto, ante este panorama, la ciudadanía no puede sentirse tranquila en las calles.

Solo entre enero y octubre de 2024 se registraron más de 131.000 denuncias de hurto a personas. Las cifras también evidencian un aumento del 11% en homicidios y del 19,1% en lesiones personales. Los delitos sexuales crecieron un 53% pasando de 5.527 casos entre enero y octubre de 2023 a 8.493 casos en el mismo periodo de 2024.

En cuanto a la extorsión, ésta también creció exponencialmente, en un 70 por ciento. De 1.138 casos en 2023 llegamos a 1.942. Lo anterior muestra que las bandas delincuenciales y grupos criminales siguen campantes por la ciudad.

Pero lo más grave es la violencia intrafamiliar. Los casos casi se duplicaron. De enero a octubre de 2024 tuvimos 48.858 registros, mientras que en el mismo periodo de 2023 fueron 28.498; esto representa un aumento del 71,4%.

La radiografía obviamente preocupa, pero más que cifras y datos, esta es la realidad de muchas familias, de personas que se sienten intimidadas en los barrios, a tal punto que no pueden ni sacar el celular.

Y con todas estas realidades, causa gran preocupación que el 32% de las cámaras de videovigilancia en la capital del país estén fuera de servicio. Lo anterior corresponde a 1.843, de las 5.824 que tiene la ciudad en sus calles. En este momento están ahí como un adorno empolvado y descuidado por parte de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia.

Esto se traduce en que el sistema de videovigilancia presenta graves deficiencias que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos y limitan la capacidad de reacción por parte de las autoridades que deberían estar monitoreando lo que ocurre en las calles. Como lo dije en Debate de Control Político en el Concejo de Bogotá, el funcionamiento de ese sistema “se rajó” en este primer año de Administración de Carlos Fernando Galán.

Normalmente, cuando algo se daña en mi casa, busco la manera de arreglarlo o de buscar ayuda. Pero en “Bogotá, Mi Casa, Tu Casa”, eso no pasa. Este es solo un nuevo eslogan bonito, pues aquí en vez de reparar el sistema de videovigilancia, dejaron que se fuera dañando más y más. 

Todos aquí sabemos que heredamos serios problemas por culpa de la ineficacia de Claudia López, quien se autoproclamó como “jefe de la Policía”. Sin embargo, es hora de avanzar y corregir lo que viene mal, pues esta administración llegó al poder con la promesa de que Bogotá iba a caminar segura y hasta el momento eso no se ha visto.

Más allá de un regalo, un anhelo o un sueño, la Administración Distrital tiene que priorizar la seguridad, pues se trata de un derecho que tenemos quienes en Bogotá habitamos. Entre otras cosas, porque de nuestros impuestos se paga por un servicio que no sirve, lo cual lleva a la delincuencia a aprovecharse de estos vacíos. 

Andrés Barrios Bernal

La IA vs el planeta

Las emisiones de carbono de Google aumentaron un 48% en cinco años debido al auge de la inteligencia artificial (IA), evidenciando uno de los principales problemas del rápido desarrollo de esta tecnología: su alto consumo de energía.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los centros de datos emplean, en promedio, el 40% de su electricidad para alimentar los servidores y otro 40% para enfriarlos.

 

Al sumar la IA y el sector de las criptomonedas, los centros de datos consumieron casi 460 TWh de electricidad en 2022, lo que representa el 2% de la producción mundial total, según la AIE. Esta cifra podría duplicarse en 2026, alcanzando los 1.000 TWh, equivalentes al consumo eléctrico de Japón, advierte la institución en un informe.

Por otra parte, si las estimaciones de ventas de Nvidia para 2023 son correctas, y si todos los servidores operaran al máximo de su capacidad, podrían consumir entre 85,4 y 134 TWh al año, una cifra similar al consumo de un país como Argentina (Ojo al Clima, julio 2024).

La IA, cuyo concepto se remonta a varias décadas, tiene raíces en los orígenes de la informática moderna. Sin embargo, su representación en la cultura popular, como en “Blade Runner” y “2001: Odisea del espacio”, tiende a simplificar y distorsionar su impacto, al enfocarse en narrativas donde robots con apariencia humana se rebelan contra sus creadores. La realidad es que la IA moderna se define como sistemas informáticos capaces de simular el pensamiento humano y capacidades como el aprendizaje.

El consumo de energía asociado a la IA es un tema crítico debido al crecimiento acelerado de tecnologías avanzadas. Tanto el entrenamiento como la operación de modelos de IA demandan recursos computacionales intensivos, lo que incrementa significativamente el consumo energético.

Entrenamiento de modelos

El proceso de entrenamiento de modelos de IA es extremadamente intensivo en energía. Durante esta fase, los modelos analizan grandes volúmenes de datos mediante operaciones matemáticas complejas realizadas en unidades de procesamiento gráfico (GPU) o unidades de procesamiento tensorial (TPU). Por ejemplo:

Entrenar un modelo de lenguaje grande, como GPT-3, puede consumir miles de kilovatios-hora (kWh), lo que equivale al consumo anual de decenas de hogares promedio.

Estudios estiman que el entrenamiento de un modelo avanzado puede generar emisiones de carbono comparables a las de un vuelo transatlántico.

Inferencia y uso diario

Después del entrenamiento, el uso cotidiano de la IA, conocido como inferencia, también consume energía, aunque en menor medida. Aplicaciones como asistentes virtuales, traducción automática o motores de recomendación procesan millones de solicitudes por segundo, lo que, en conjunto, genera un impacto energético considerable.

Infraestructura y centros de datos

El despliegue de modelos de IA depende de centros de datos masivos, que requieren energía constante tanto para alimentar los servidores como para mantener su temperatura óptima. Si estos centros dependen de redes eléctricas tradicionales, la huella de carbono se incrementa si no se utilizan fuentes renovables.

Según el informe más reciente de Goldman Sachs Research (2024), la demanda energética de los centros de datos, impulsada principalmente por la IA, crecerá un 160% para el año 2030. Este aumento se atribuye al entrenamiento y operación de modelos avanzados, que requieren recursos computacionales cada vez más significativos. Además, se estima que los sistemas de IA consumen 33 veces más energía para realizar una tarea que un software específico diseñado para la misma función (UNIR, Ernesto del Valle, noviembre 2024).

Ante este desafío, las empresas líderes buscan soluciones sostenibles. Por ejemplo, Google ha firmado un acuerdo con Kairos Power para desarrollar pequeños reactores nucleares modulares (SMR) y alimentar sus centros de datos con energía limpia. “Hoy firmamos el primer acuerdo corporativo del mundo para adquirir energía nuclear de múltiples reactores modulares pequeños (SMR) que desarrollará Kairos Power”, declaró Google en un comunicado (BBC, octubre 2024).

Aquellos que abogan por el uso masivo de la IA deben ser conscientes de su alto consumo energético y priorizar la eficiencia tecnológica mediante iniciativas como:

Optimización de algoritmos: Desarrollar modelos más eficientes que requieran menos datos y energía.

Hardware especializado: Implementar chips energéticamente eficientes, como las TPUs.

Energía renovable: Alimentar centros de datos con fuentes de energía limpia.

Desde una perspectiva ambiental, la tecnología no solo debe enfocarse en hacer más poderosa la IA, sino en hacerla más eficiente. Este es un reto que científicos, ingenieros y científicos de datos deben priorizar si desean alcanzar sus ambiciosas metas. No es solo cuestión de profundizar la tecnología, sino de hacerla sostenible, evitando que se una al coro de destrucción del planeta.

Juan Camilo Clavijo

Reflexiones

Se acerca la época decembrina y el espíritu colectivo se pone animoso, huele a Navidad y a Año nuevo, temporada de reencuentros y añoranza de recuerdos idos. Bien vale la pena estar feliz, por lo menos, para gran parte del hemisferio occidental. Sea la oportunidad para trazar algunas reflexiones relacionadas con el sentido de la vida y la Navidad ¿Realmente el sentido de la Navidad está en la generosidad al compartir alimentos y obsequios? ¿Tendrá que ver con el Ser individual y su incidencia sobre la colectividad? ¿Soy necesario e indispensable para el Universo? ¿Soy una simple ficha de cambio que está disponible al vaivén de las circunstancias?

El paso de los años permite acercarse a posibles respuestas. La necesidad e indispensabilidad depende del nivel de importancia que cada individuo tiene, validado por el evento en particular. En las empresas hay personas que son necesarias e indispensables dada su destreza y habilidad laboral y terminan por ser parte de los procesos en la organización, al fin y al cabo, se irán, ya porque se jubilan o bien porque son despedidas y, la organización debe de continuar la marcha.

 

En materia deportiva, se han retirado los deportistas más grandiosos en sus épocas y las instituciones continuaron. Hubo fútbol antes de Maradona, partió Maradona, y el fútbol siguió. Las Familias pierden al padre o a la madre, la vida de los hijos debe seguir.

El Universo le da al individuo su valor, para un bebé su madre es y será su universo hasta que logre cierta independencia y desarrollo neuromotriz. El mundo es y seguirá siendo desde siempre y hasta siempre. Ningún humano es necesario e indispensable para el universo. Si por universo se tiene el núcleo de personas del cual se forma parte o se tiene pertenencia, verbo y gracia, la Familia, tampoco se será indispensable para nadie y para ninguno.

Con el paso de los años se descubrirá que el único universo para el cual se es indispensable y necesario es para el universo propio, es decir, para cada quien. Sólo para uno mismo se es indispensable y necesario; lo demás es llana retórica, para nadie se es por tal categoría. La vida sigue para quien continúan vivos, y quienes alguna vez manifestaron estar siempre, algún día no estarán.

Uno sólo se tiene a sí mismo y pare de contar. Uno mismo es la mejor y más confiable compañía. Es parte del ejercer el ciclo vital, el adulado y el adulador terminarán al paso del tiempo en soledad. La mejor compañía, la más sincera, leal y honesta es la propia compañía. Lo demás es oropel y vana gloria. Desde épocas pretéritas, el valor de las personas se ha determinado por su aporte manifiesto en utilidad. Según el grado de utilidad se es bienvenido y aceptado. El día que la utilidad se torne en inutilidad, no importará el pasado, ni qué haya hecho o quién haya sido, se terminará en el traste de los olvidos. El olvido que seremos borgiano.

En suma, lo más valioso e importante, es el sí mismo: El amor propio y la autoestima, lo demás no importa, ni aduladores, ni adulados, ni amores u odios, al final, siempre al final, se acabará solo. Nacer y morir son procesos individuales. Hoy se es amado, mañana seguramente odiado, y viceversa. Cuando los vientos cambien, cambiarán las rutas, menos el individuo, que seguirá siendo el mismo. Tantos grandes hombres amados e idolatrados que terminaron siendo odiados porque perdieron su valor. No depender para no sufrir, no esperar nada para no tener frustración. Ser generoso y honesto consigo mismo es más importante qué cientos de afectos efímeros sin raíces. La Navidad no son los regalos. Que vivan el individuo y su individualidad, el aquí y el ahora por siempre.

León Sandoval