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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Opinión

A mí no me invitaron, yo vine porque quise…

En la reciente toma de posesión del presidente Bukele, varios dignatarios fueron invitados oficialmente por el gobierno de El Salvador, incluyendo al presidente de Ecuador y Argentina. Empero, entre los asistentes se encontraba el senador JP Hernández del partido verde, quien buscó una manera oportunista de estar presente en el evento, a pesar de no haber sido invitado oficialmente. Este acto de autoinvitación ha generado controversia y merece una crítica firme.

El senador JP Hernández, conocido en el Congreso por su comportamiento agresivo, insultante y misógino hacia sus compañeras. Ha utilizado las redes sociales para realizar shows mediáticos para mostrar ante sus electores que él ha sido víctima de sus contradictores políticos.

 

Asimismo, en su cuenta de Instagram y titkok, publicó un video donde dio a entender a sus seguidores que él si había sido invitado oficialmente por el gobierno del Salvador. Sin embargo, Caracol Radio realizó una investigación exhaustiva y se puso en contacto con el diputado Christian Guevara, quien reveló que no fue así. Según Guevara, el senador contactó al diputado para unirse a una delegación de la diáspora, dado que había muchas delegaciones de diferentes países interesadas en asistir a la toma de posesión.

Es importante destacar que la información obtenida por el medio de comunicación revela que el congresista colombiano no llegó a entrar a la ceremonia de posesión, ya que su supuesta invitación era un simple PDF diseñado por la oficina del diputado, muy diferente a las invitaciones oficiales. Estas últimas estaban hechas en papel membretado, de manera personalizada, con letras blancas y doradas, y fueron enviadas especialmente desde el palacio nacional para los invitados.

La conducta del senador JP Hernández es sumamente cuestionable y merece una crítica contundente. No solo ha manipulado la información para su conveniencia personal, sino que también ha actuado de manera poco ética. Un representante del pueblo no debería utilizar artimañas para obtener beneficios individuales, ya que su deber primordial es velar por el beneficio colectivo y actuar en pro de la patria.

Es alarmante que un legislador recurra a estas tácticas oportunistas para estar presente en un evento de relevancia internacional, como lo es una toma de posesión presidencial. Este acto demuestra una falta de respeto hacia las instituciones y hacia el propio cargo que ostenta. La confianza de los electores que lo eligieron se ve amenazada por su discurso populista y por su accionar poco transparente.

Este episodio debería servir como un llamado de atención para todos los ciudadanos colombianos. No podemos permitirnos caer en la trampa de los políticos oportunistas y manipuladores. Es hora de exigir transparencia, integridad y responsabilidad en nuestros representantes políticos.

En las próximas elecciones, debemos elegir con sabiduría y discernimiento a aquellos que nos representarán en el Congreso. No podemos permitir que el discurso demagógico y populista prevalezca sobre el bienestar colectivo. Es hora de levantar la voz y demandar un cambio real en la política colombiana. Solo así podremos construir un futuro más justo y equitativo para todos.

Ricardo Garzón

Colombia es pasión deportiva

Felices estuvieron los colombianos con su selección viéndola ganando, gustando y goleando en el partido de fútbol amistoso con Estados Unidos. Una hora después, la emotiva fiesta de los seguidores del Atlético Bucaramanga disputando el primero de dos partidos para conocer el nuevo campeón del balompié criollo. Con estos dos acontecimientos, me queda claro que el juego y sus atletas alegran a millones de compatriotas ante la horrible cotidianidad, alejándolos por unas horas de las denuncias sobre corrupción, narcotráfico, delincuencia, inseguridad y otro sin número de noticias desagradables. Deportistas, ¡suban ustedes el ánimo!

Mi descripción es centrada en el fútbol, actividad movilizadora de grandes masas y fuertes pasiones. De hecho, la fiebre por la tricolor será ‘pan nuestro de cada día’ durante el siguiente mes porque en dos semanas comienza la legendaria y apetecida Copa América, torneo en el que, según especialistas, los ‘cafeteros’ llegan con grandes opciones para conseguir la gloria y de paso sumar la segunda Copa en su palmarés. En suma, haremos -a los que nos gusta esta actividad, la selección y nuestro equipo de corazón- seguimiento invadidos de esperanza, pasión y alegría en cada partido de los nuestros durante la edición 48 de este torneo. Ojalá esta sea la vencida y no otro fracaso desalentador…

 

Lectores, les recuerdo que anfitriones serán ahora los santafereños de la eufórica final del Fútbol Profesional. Ellos se encargarán de engalanar la fiesta en las gradas del Nemesio Camacho ‘El Campín’ para alentar a sus jugadores en busca de la estrella número diez en su escudo. Esa tarea, dicen los probos en balompié es compleja porque ‘los búcaros’ vienen de ganar su partido de ida por diferencia de un gol. Los hinchas sin pudor por el fútbol y los habitantes de las dos ciudades protagonistas, estoy seguro, serán actores de un reparto nutrido de algarabía sin precedentes teniendo en cuenta que no habrá un tercer partido sino un campeón. Triunfe quien triunfe, la celebración será de alegría, solo alegría…

Amigos, la pasión por el fútbol, el amor por el color de una camiseta y la disputa por un torneo local, regional o mundial genera un sin número de emociones reflejadas especialmente con la comunicación corporal -gestos, gritos, llantos, risas, bailes, canticos, entre otros-. Por eso, alinear el triunfo de un atleta en determinada actividad deportiva con un positivo estado de ‘ánimo social’ vale la pena ser reconocido especialmente tratándose de un país como Colombia en donde la insatisfacción por la situación económica, social y política colapsan la calidad de vida de sus ciudadanos. En esta línea, es pertinente ratificar lo expresado por el periodista deportivo, Antonio Cásale: “no hay nada más edificante en la escala de valores para una sociedad que el deporte”.

Pero más pasión por el deporte colombiano tendremos con los Juegos Olímpicos de Paris 2024 en el mes de julio. Ante semejante responsabilidad atlética orbital, el Director Deportivo del Comité Olímpico Colombiano (COC), Pablo Villar, estima que 90 atletas, en las disciplinas de Atletismo, Breaking, Boxeo, Canotaje de Velocidad, Ciclismo MTB, Ciclismo BMX FREESTYLE, Ciclismo BMX, Ciclismo Ruta, Ciclismo, Pista, Ecuestre, Esgrima, Gimnasia Artística, Gimnasia Trampolín, Golf, Levantamiento de Pesas, Judo, Lucha, Natación Clavados, Natación Carreras, Tenis, Tiro con Arco, Triatlón, Skateboarding, Fútbol Femenino y Vela tendrán la oportunidad de hacernos vibrar y erizar nuestras pieles cuando de repente alguno suba al pódium a recibir una medalla u obtener un Diploma Olímpico. Que Dios nos brinde más de esas emociones.

Felices estaremos cuando de repente los políticos y gobernantes respalden con todos los honores financieros, logísticos y humanos a todos los atletas que por horas calculadas nos hacen ser apasionados por cualquier logro deportivo, en cualquier parte de Colombia o en cualquier parte del mundo. Algún día será. Eso espero…

Edgar Martínez Méndez

Vota Europa

La noche ha sido larga. Europa votó ayer y sus ciudadanos eligieron el rumbo de esta Unión que debería hacernos más fuertes. Podemos resumir en que la mayoría quiere mantener el rumbo establecido, pero vigilada no únicamente por la izquierda ( que es tibia como el agua calentita y que pierde fuerza porque la extrema izquierda ha perdido mucha representación), sino también por una derecha aún más conservadora; que se niega al control total de los ciudadanos con pasaportes europeos, a esa imposición desquiciada de la Agenda 2030, quiere un control mayor de la inmigración y que apuestan por la inmigración de calidad, preparada, que venga a trabajar y no a vivir del cuento.

En casi todos los países de la Unión, al menos en los más representativos, la derecha más conservadora y reacia a los cambios ha ganado posiciones llegando a ser primera o segunda fuerza política. En pocas palabras: Europa está harta de su rumbo.

 

Seguridad, economía y políticas migratorias

Esas políticas buenistas y aperturistas de refugio para todos han llenado las tranquilas y hasta aburridas calles del norte de cientos de hombres y jóvenes ociosos que sin entender una sola palabra y sin interés por aprender e integrarse, atemorizan a los ciudadanos que no entienden el devenir de sus pueblos. Cierran locales y comercios, aumenta la presión fiscal, muchos son ya los ciudadanos que no llegan a fin de mes y el Estado social les ayuda en todo, así que cada vez hay más ciudadanos que comprenden que igual sin tanto esfuerzo logran de los Estados ayudas económicas suficientes para ir tirando, y a la vez se abren mezquitas o centros culturales musulmanes, barberías, kebabs… y esos cambios, lejos de acogerse con agrado se miran con recelo, porque a este lado de los Pirineos se entiende que la caridad empieza en casa: que tal vez bajar la presión fiscal, aumentar las ayudas a las familias, abrir guarderías, centros de salud, residencias para ancianos y reducir el precio de los combustibles que sigue por las nubes… La acogida a todo refugiado, el soporte a las guerras, las pagas y subvenciones, etc., no han de concederse a la ligera. No al menos con los impuestos de los que han votado a esta derecha más conservadora, llamada ultra derecha, que no es más que un efecto reflejo de la extrema izquierda, en forma de comunismos, ecologismos y distintos arcoíris… que invadió hace unos años el panorama populista europeo, con España a la cabeza.

Macron dimite y España a su bola

Bien hecho presidente galo, bien. Asumir los fracasos es el primer paso para mejorar. Me alegro. Ya me temía que siguiera en su afán diabólico de imponer en Europa el derecho al aborto como un derecho fundamental de las mujeres. Bien por Francia, que lo saca a patadas, aunque sea a costa de la subida de Le Pen. ¿Y que hace España?

España va a su rollo, gana la derecha, sube la derecha conservadora -ya tercera fuerza en representación- y de cerca le sigue el PSOE, a sólo dos puntos, que fagocita a la extrema izquierda dividida y dinamitada por los egos de las panolis que dirigen los partidos.

No deja de sorprenderme la cantidad de fieles socialistas que veneran a su líder a costa de lo que sea. Es que Pedro les miente, les pone de ejemplo a su mujer, ya imputada por tráfico de influencias, blanquea a terroristas que mataban con tiros en la nuca, amnistía a golpistas y perdona deudas millonarias a comunidades autónomas en nombre de la paz y la convivencia, aumentan así la brecha de la desigualdad entre españoles, y ellos, sus fieles, sus acólitos, le siguen aplaudiendo como focas sin ni siquiera reflexionar. Impresionante la ausencia de amor propio de tanta gente.

También les digo, en Europa derecha e izquierda van juntos de la mano, porque no se sabe muy bien quién es quién y ya lo ha dicho Von der Leyen, van a impedir los muros y van a pactar con la izquierda, supongo que porque en el fondo, ni siquiera ellos saben muy bien cual es ahora su línea divisoria. Si la extrema derecha aumenta es en gran medida debido al descontento con las políticas que proponen la derecha, que no olvidemos es quien gobierna la Unión. Ella es la que ha creado el caos y ha provocado que este avance sin control, gracias a la tibieza de los conservadores europeos que no se atreven a dar la cara y se rinden a políticas que les hacen quedar bien con el resto sin importarles el descontento de los suyos.

Almudena González

El derecho a la salud, más allá del debate económico

El debate sobre la calidad y el cubrimiento de los servicios de salud sigue ocupando gran parte del tiempo en los corrillos políticos, periodísticos, empresariales y por supuesto en las filas de pacientes madrugadores a las puertas de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud- IPS, sean estas privadas o públicas.

La discusión política, periodística y empresarial ha girado fundamentalmente alrededor de la crisis económica por la que atraviesan las llamadas Entidades Promotoras de Salud – EPS y las exigencias que el Gobierno Nacional viene realizando, para aclarar las cuentas sobre los recursos que el Estado les gira y sobre los cuales se ha señalado y comprobado en varios casos, altos niveles de corrupción y malversación de fondos. La discusión en las colas de pacientes, generalmente giran alrededor de la calidad, la pertinencia, y la forma en que tradicionalmente son atendidos, ya sean del régimen contributivo o del subsidiado.

 

Sin desconocer la importancia de modificar el modelo de administración de los recursos de la salud, que a mi modo de ver puede combinar la labor de la EPS, reconfigurando su papel y mejorando los mecanismos de control y rendición publica de cuentas, teniendo en cuenta la cobertura, las necesidades territoriales, las prácticas negacionistas y las necesidades reales del paciente, con la responsabilidad del Estado a nivel nacional, los entes territoriales y las autoridades étnicas.

Nuestro modelo debe dar respuesta a la exigencia ciudadana del goce pleno del derecho a la salud, como derecho fundamental, que va más allá del concepto biológico de ausencia de enfermedad y acoger en los dos regímenes, tanto el contributivo como el subsidiado, un concepto  de salud más amplio y holístico; entendida la promoción de la salud no solo como la provisión de servicios médicos, el acceso a servicios hospitalarios o curativos centrados en la enfermedad, sino principalmente la identificación y eliminación de barreras estructurales determinantes que impiden el acceso a la salud en términos de equidad y justicia social.

Un modelo más centrado en la prevención y el reconocimiento de diferencias en el desarrollo de la vida del paciente y de las comunidades, lo que implica la inclusión y la atención diferenciada según los determinantes de estilos de vida, marcados también por las diferencias de clase (o estratificación), los privilegios o desventajas de las personas, el acceso por ejemplo al agua potable, a la educación, al transporte, a los servicios de electricidad y comunicaciones, las inclemencias del clima tropical o de páramos, el acceso a la vivienda digna, hasta lo que se conoce como los estilos de vida poco saludables, como el consumo de tabaco y la falta de actividad física, que están estrechamente relacionados con enfermedades crónicas.

Adicional, se requiere la reevaluación, el rediseño e implementación de políticas encaminadas a contemplar y reconocer la importancia del empoderamiento social y comunitario, que coloque en el lugar que le corresponde al poder del constituyente primario en la formulación y seguimiento de las políticas públicas de salud, así como la veeduría y control de la intervención de los entornos vitales de las personas que indiscutiblemente afectan la salud comunitaria e individual, observando la importancia de incorporar en los análisis y propuestas los determinantes sociales en todas las etapas del proceso de atención sanitaria, es decir, tanto los factores individuales como los contextuales que influyen en la salud.

La equidad en los servicios sanitarios, significa garantizar que todas las personas, independientemente de su género, raza o condición socioeconómica, tengan acceso a servicios de salud de calidad, con suficiente cobertura tanto territorial como poblacional. Adelantar programas permanentes de educación sanitaria y de fortalecimiento de capacidades que reconozcan, como lo exigen las comunidades indígenas y afrodescendientes, la medicina ancestral.

El nuevo modelo de salud, requiere de aliados locales fortalecidos y reconocidos, para combatir enfermedades que se propagan a través vectores biológicos (mosquito, zancudo, etc.) como el Dengue, el Paludismo, la Fiebre Amarilla, la Leishmaniosis, el Chagas, la Fiebre Recurrente y un enfoque interdisciplinario que involucre sectores como la educación, la vivienda y el trabajo, para abordar de manera efectiva los determinantes sociales de la salud.

Se tendrán que fortalecer programas diferenciales para las personas con discapacidad, personas mayores, infancia y personas drogodependientes como grupos sociales sensibles a la exclusión social. La sociedad en general, deberá avanzar en la adopción de nueva normatividad más adecuada, buscando superar determinantes culturales, dogmas, prejuicios, y condiciones físicas materiales y económicas que permitan la accesibilidad diferencial de servicios a esta población.

Los factores sociales, culturales, políticos, económicos y laborales influyen significativamente en la salud de hombres y mujeres de manera diferente. No es lo mismo las necesidades curativas y de prevención, de una persona dedicada a la vida en el campo, con exigencias físicas extraordinarias que sobrepasan los límites del dolor o el de la mayoría de las mujeres que suelen asumir responsabilidades de cuidado no remuneradas, lo que puede afectar negativamente su salud mental y física.

Es claro que, en una sociedad marcada por las diferencias de clase, por los privilegios de algunos y la pobreza de las grandes mayorías, se vuelve cada vez más importante, para evitar a largo plazo situaciones de conflictividad mayor, la promoción de la salud y la igualdad de oportunidades en los servicios sanitarios.

Finalmente, quiero llamar la atención acerca de la necesidad de que se asuma de forma integral, el fortalecimiento de los programas de salud mental encaminados a superar las graves afectaciones individuales y colectivas que nos ha dejado el conflicto armado interno. Nadie puede evadir esta responsabilidad, de allí la necesidad de construir un Acuerdo Nacional que incluya el componente del derecho a salud de forma integral, como parte de las tareas que debemos asumir en el marco de la construcción de la paz. Necesitamos ponernos de acuerdo sobre la política general que guía nuestro sistema de salud.

Luis Emil Sanabria Durán

¿Qué pasó en México?

Los resultados de las elecciones en México sorprendieron a ambos lados de la polarización que caracterizó el debate electoral. La presidenta electa de la coalición de gobierno, Claudia Sheinbaum, más que duplicó a su contendora, con 35.8 millones de votos frente a los 16,5 millones de la coalición opositora.

La sorpresa mayúscula estuvo a cargo de los resultados del Congreso. La coalición gobernante de Morena, PT y partido Verde obtuvo las dos terceras partes de los escaños, mientras que los tres partidos coaligados en oposición al gobierno sufrieron una estruendosa derrota. El otrora imbatible Partido Revolucionario Institucional (PRI) quedó debajo del novel Movimiento Ciudadano y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) seguramente no completa el umbral.  

 

Con las dos terceras partes de los integrantes del Congreso, la coalición gobernante cuenta con la votación calificada para reformar la Constitución. Ya CNN en español ha entrevistado a expertos para poner en tela de juicio la democracia mexicana por este resultado del voto popular que consideran afecta el equilibrio de poderes. Dicha conclusión es una contradicción de términos o más bien una manipulación de conceptos, comoquiera que el equilibrio de poderes se refiere a la separación entre el ejecutivo, el judicial y el legislativo y no a las mayorías arrojadas por el poder popular en las urnas, ese poder soberano que ostenta el poder constituyente en el constitucionalismo democrático.

Cabe entonces preguntarse de dónde salió semejante poder popular y por qué los poderes fácticos se apresuran a censurarlo. Desde los años noventa se apoderó de nuestros gobiernos la ideología neoliberal que surgió como respuesta a la descolonización producida después de la segunda guerra mundial. Los poderes centrales, acostumbrados a mandar, no asumieron con horizontalidad las reglas del orden internacional basado en reglas y a la postre no las aplicaron por igual para todos. Pronto se distorsionó la potente idea de la libertad, restringiéndola a la libertad de mercado y del libre comercio. El andamiaje legal resultante no acabó, como rezaba el dogma neoliberal, con la intervención del Estado, sino que la reoriento para ponerla al servicio del capital.  

Impulsados por los organismos internacionales, los gobiernos redujeron la protección del trabajo nacional, la propiedad estatal de los recursos naturales no renovables y eliminaron las políticas de industrialización, hoy nuevamente en boga entre sus detractores. Las privatizaciones feriaron el ahorro nacional acumulado en los servicios públicos y los bienes sociales con grave detrimento de la confianza de los gobernados en las instituciones que ya no atendían sus necesidades ni los protegían durante las crisis. Por el contrario, los atropellaban con ejecuciones hipotecarias y altísimas tarifas, ya fuera para pagar la luz, mandar al hijo a la universidad o pagar un tratamiento médico.

Con las mayorías legislativas que incluyen la reforma de la Constitución, el gobierno podrá impulsar los cambios normativos que equilibren el campo de juego entre el capital y el trabajo, entre los de arriba a los de abajo, y hasta fortalecer la soberanía. Es a ese poder popular de las urnas que empiezan a tachar de antidemocrático porque, “Dios no lo quiera”, podrán derogar privilegios.

Las elecciones sorprendieron a los partidos tradicionales mexicanos vestidos como el emperador de la fábula, desnudos, pero no avergonzados. Las viejas fórmulas de la retórica de la reacción fallaron. La difamación de AMLO y Morena no caló en el electorado. La gente ya no comió más cuento. Eso fue lo que le dio el triunfo a la continuidad en México. Ahora corresponde seguir desmontando el dogma de que el mercado lo puede todo sin el Estado, actuando en democracia, sin atropellar, pero avanzando en esa libertad que se escribe con inclusión social y equidad.

Clara López Obregón

¿Qué se puede aprender de las elecciones presidenciales en México?

México sorprendió en las elecciones llevadas a cabo el pasado 3 de junio. Por primera vez en la historia del país, una mujer ocupará la presidencia. Se trata de Claudia Sheinbaum, una líder progresista que representa la continuidad de las políticas implementadas por Andrés Manuel López Obrador. Este último ganó la presidencia seis años atrás con un proyecto de izquierda denominado la «Cuarta Transformación» el cual logró importantes avances que hoy sitúan a su pupila como mandataria en el país.

Para entender la victoria del progresismo en México se hace necesario revisar tres aspectos claves del proyecto político iniciado por AMLO y que ahora estará en cabeza de Sheinbaum: la conexión, la comunicación y la proyección.

 

La conexión con el pueblo: AMLO se esmeró en su larga trayectoria política por aprovechar cada oportunidad para generar cercanía con el pueblo, en los años 70 como director del centro indigenista, un trabajo constante con las comunidades históricamente relegadas y pobres, encabezando numerosos movimientos de protesta junto a campesinos, indígenas, trabajadores y militantes. AMLO se destacó en su gobierno por tener eventos en los territorios, por hacer acciones concretas, por mostrarse siempre como un gobernante puesto a escuchar a su gente.

La Comunicación: en México, así como en Colombia, el aparato comunicacional ha estado siempre en contra del proyecto político. Pero AMLO sobresalió por ser ante todo un gran comunicador, durante su gobierno llevó a cabo un espacio de conferencias denominado “Marañas” enfocado en dejar claras sus ideas, denunciando todo tipo de campañas en su nombre, medio en el que siempre hizo parte al pueblo, escuchó las necesidades y posturas sociales, siendo su referente político el famoso Benito Juárez.

La proyección: la idea de la “Cuarta Transformación” está muy ligada a la historia sociopolítica de México, donde siempre se ha hablado de tres transformaciones o momentos de inflexión. La primera con la independencia, la segunda con la presidencia de Benito Juárez y la tercera, hacia inicios de siglo XX, con el Porfiriato. AMLO supo comunicar de forma efectiva que su proyecto político consistía en la “Cuarta Transformación”, dando siempre a entender que no se podía finalizar con la transformación en su mandato, dejando tareas a personas como Claudia Sheinbaum, proyectándolas como quienes se debían encargar de culminar con los pendientes que quedaran después de su presidencia.

Durante seis años, el proyecto liderado por Obrador mostró un progreso notable para México, con mejoras significativas en la economía de sus ciudadanos. Después de décadas de estancamiento, finalmente se logró un aumento en el poder adquisitivo real, marcando un hito importante en el desarrollo económico del país. La disminución de la pobreza fue un logro evidente, atribuido en gran medida a las mejoras en los salarios y los cambios en las políticas laborales implementadas. A esto se le suma un despliegue efectivo de diferentes programas sociales, los cuáles Sheinbaum ha prometido continuar, que tienen a AMLO finalizando su presidencia con un 60% de aprobación.

Esta gestión se presenta como un modelo a seguir para Colombia, tanto para el gobierno actual como para los futuros. Es imperativo fortalecer la conexión con la población, que el país reconozca la necesidad urgente de reformas en áreas como la salud, el trabajo y el sistema de pensiones. Estas reformas no son un capricho del gobierno sino transiciones necesarias que responden a las necesidades del pueblo, que hacen parte de un proyecto político coherente al cual hemos denominado “El Cambio”.

Ahora es necesario comunicar de forma efectiva lo que el cambio representa, que sea una idea de fácil reconocimiento por la gente y, sobre todo, que se puedan desmentir las interpretaciones erradas y desinformación promovidas por los medios de comunicación tradicionales. Esto sólo se logra si las acciones se sienten en los territorios y si la gente ve que el gobierno hace presencia. No hay que olvidar que la alta aprobación de AMLO se debe en haber logrado ejecutar.

Así mismo, dejar claro que el cambio no se termina de consolidar en los cuatro años de gobierno de Gustavo Petro. Desde ya se debe empezar a proyectar quiénes serán esas figuras claves que asuman las tareas pendientes que van a quedar cuando se acabe el actual período y, sobre todo, dejar claro que si se quiere materializar el cambio se debe asegurar que el próximo gobierno continué con las transformaciones iniciadas en el actual.

Alejandro Toro

Bogotá sin “ninis”, ¡ese es el reto!

¿Quiénes son los “Ninis”? Se denominan así a los jóvenes que ni estudian, ni trabajan y en Colombia, son 2,9 millones. Aunque tenemos leyes, decretos, políticas públicas de empleo, acuerdos y hasta resoluciones, esta población se encuentra con múltiples barreras a la hora de acceder a su primer trabajo. Por esta razón, los “Ninis” se consideran un grupo vulnerable en el ámbito laboral. Como dice la canción, les cuesta mucho llegar a “su primer millón”.

Nuestro país ocupa el segundo lugar dentro de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, con más jóvenes que ni estudian ni trabajan (Ninis) y el primer lugar dentro de los países latinoamericanos (26% de los jóvenes de 14 a 28 años).

 

Ante este desalentador panorama y preocupado por la realidad, específicamente en el caso de nuestra capital, decidí presentar un Proyecto de Acuerdo en el Concejo de Bogotá, que después de varios meses, fue aprobado y entrará a regir tras la sanción del alcalde Carlos Fernando Galán.

La iniciativa “Por medio de la cual se fomenta el emprendimiento, la innovación y se promueve la atracción y retención de jóvenes talentos”, busca que el Distrito diseñe estrategias que prioricen la inclusión laboral de esta población a través de diversos mecanismos. Aunque reconozco que este tipo de proyectos ya se han propuesto en el pasado, y que, en algunos casos, han resultado un saludo a la bandera, aquí logramos varios aspectos puntuales que considero traerán grandes oportunidades.  

El Distrito deberá crear un sistema de información que ayude a los jóvenes a incorporarse en el mercado laboral; tendrá que generar entornos apropiados para hacer negocios y promover modelos para industrias de alto valor, intensivos en el uso de tecnología y herramientas digitales, con el fin de afianzar la productividad del tejido empresarial de la ciudad. En este punto me quiero detener, pues la ciencia, la tecnología y la innovación (CTeI), deben ser motor. Por eso la Agencia Distrital para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología – ATENEA, jugará un papel primordial al generar alianzas con instituciones, que brinden acceso a espacios adecuados para la investigación y el desarrollo de emprendedores.

Este acuerdo fue aprobado por unanimidad en el Cabildo Distrital y respaldado desde el primer momento por los concejales ponentes Andrés García y Rubén Torrado, y por voces como la de mi colega Juan Daniel Oviedo. En él, logramos incluir que se puedan brindar mayores posibilidades para acceder a créditos, además de incentivos a la innovación y la investigación en sectores productivos potenciales.

Queremos que Bogotá sea una capital para los clúster o aglomeraciones de sectores económicos, de tal manera que se impulsen proyectos o emprendimientos de los jóvenes. 

Todas estas son formas creativas de atraer recursos para la ciudad, porque paralelo a los beneficios para los jóvenes, llegará mayor inversión y se formalizarán empleos para los llamados “Ninis”, quienes tendrán mejores oportunidades. En Bogotá debemos pensar a largo plazo, y aceptar que no solo con impuestos y más impuestos se puede lograr desarrollo.

Mi compromiso será velar porque se adopten estas estrategias que llevarán a que nuestros jóvenes se quieran quedar y se sientan atraídos para hacer empresa en nuestra ciudad.

Andrés Barrios

Uribismo desmemoriado

“Mandan cascara”, dicen en el Caribe. Al uribismo le queda imposible ocultar su desvergüenza cuando pretende criticar al presidente Gustavo Petro respecto a la posibilidad de una Constituyente.

El Propio jefe de Estado acaba de reiterar que no es su propósito acudir a este mecanismo previsto en la Constitución de 1.991, y que mucho menos tiene la intención de hacerlo para perpetuarse en el poder a través de una reelección.

 

Ha recordado eso sí, que quienes lo critican desde la orilla del establecimiento son aquellos que usaron la reelección a su favor, reformando la Constitución para ello. Uribe, Santos, Duque y Vargas Lleras fueron los directos beneficiarios de esa torcida de pescuezo a nuestro arquitectura constitucional.

Pero no mencionemos el famoso “articulito” con el que el expresidente Uribe pudo reelegirse y heredarle a Santos la misma posibilidad. Ni el fracasado referéndum de 15 preguntas del 25 de octubre del 2003, un día antes de las elecciones locales, promovido por el mismo Uribe que buscaba reformar la Constitución y de paso remolcar sus candidatos a alcaldías y gobernaciones en todo el país. Ríos de tinta se han escrito sobre tales acontecimientos y el impacto que aún estamos padeciendo de las alteraciones en la separación y equilibrio de los poderes públicos, principalmente por la reelección presidencial.

Hagamos más bien un repaso por las veces y motivaciones con las que la derecha uribista ha lanzado a los cuatro vientos la propuesta de una Constituyente. En el 2012, al entonces jefe del Partido de la U y expresidente Álvaro Uribe le pareció una buena idea atravesársele a la reelección de Juan Manuel Santos para pasarle cuenta de cobro por lo que el uribismo consideraba una “traición”.

Aunque Santos no había anunciado que buscaría reelegirse haciendo uso del “articulito” engendrado por su hasta hace poco jefe político, Uribe propuso una Constituyente para establecer un Congreso Unicameral, aunque “aclaró” que su propuesta no buscaba su retorno al poder sino una reforma a la justicia.

“Un grupo de ciudadanos, que merece todo el respeto, ha propuesto una Constituyente. Una Constituyente, limitada en sus atribuciones a reformar la justicia, dedicada a ese propósito sin la interferencia de interés diferente, puede ser respuesta al clamor de la hora”, dijo sin sonrojarse.

En el 2015 nos sorprendimos con la paradójica coincidencia del travieso expresidente y las FARC en la realización de una Constituyente, a instancias de las negociaciones de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y esta organización guerrillera. “¿Entonces no será mejor proponer una Constituyente?” se preguntó. Y agregó:

“Una Constituyente limitada a los acuerdos de La Habana, de elección popular, que lo ratifique, lo reforme, le adicione, les quite”. Y luego en el 2016, animados por el triunfo del No en el Plebiscito por la Paz, arreciaron proponiendo de nuevo una Constituyente para reformar la justicia.

En el 2019, fueron varios congresistas del Centro Democrático los que propusieron convocar una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la justicia, incluyendo la Jurisdicción Especial para La Paz, tribunal creado como resultado del Acuerdo Final de Paz del Teatro Colón, que el uribismo siempre ha considerado riesgoso para su jefe y su proyecto político.

El vocero de esa otra pretendida jugadita fue el entonces presidente del Senado, Ernesto Macías, “una constituyente para una reforma a la justicia, una reforma política, yo diría, reforma a la justicia incluida la JEP”.

Pero “la tapa de la olla” de esta historia la protagonizó la senadora Paloma Valencia en el 2020. Tan pronto se conoció la orden de detención en contra del entonces senador y expresidente Álvaro Uribe por delitos, entre otros, como el de manipulación de testigos, la congresista uribista “pura sangre” desempolvó la reiterada aspiración del patrón del ubérrimo, de una Constituyente que reforme la justicia, de nuevo con un interés inocultable para favorecerlo.

Tiene razón el Senador Iván Cepeda cuando dice que el momento que reclama el país, a cambio de aventuras y fetichismos constituyentes, es el de un gran Acuerdo Nacional que remueva los obstáculos institucionales para construir La Paz; permita acelerar la implementación plena del Acuerdo con las exfarc y viabilice las urgentes reformas sociales.

Tienen razón quienes afirman que a ello se refiere literalmente el propio Acuerdo de Paz y que resulta estrambótico deducir interpretaciones más allá de lo que establece el texto. Y para ello no sobra refrescarles la memoria al Uribismo cuando pretende endilgarle a Petro lo que ellos tienen de sobra.

Antonio Sanguino

Colombia según Ripley

LeRoy Robert Ripley (1890-1949) fue un célebre comunicador social estadounidense que se hizo mundialmente reconocido por su original columna escrita, luego programa radial y televisivo: Ripley, ¡Aunque Usted no lo crea!, espacios en los que documentó hechos curiosos y extraños de todo el mundo. Si Ripley viviese estaría desternillado con la noticia publicada en el tradicional periódico bogotano El Tiempo, en su edición digital del 22 de junio de 2022, en la que se narra que un ciudadano se defendió de un atraco con un arma fabricada en la Alemania Nazi, avaluada entre treinta y cincuenta millones de pesos.

La nota periodística se centra en las características del arma, Pistola Walther P39 calibre 9 milímetros, que los hechos ocurrieron en el barrio Villa Mayor de la localidad de Antonio Nariño de Bogotá, y que el ilustre atracador de autopartes como el ciudadano que se defendió fueron capturados por las autoridades.

 

El primero por delito de hurto y el segundo por delito de porte ilegal de armas, dado que no tenía documentación legal que amparase el arma en cuestión, no obstante, aducir que tenía la pistola hace 20 años en su poder y que se vio obligado a emplearla para defender su propiedad. (Ver nota periodística, https://www.eltiempo.com/bogota/ciudadano-se-defendio-de-atraco-con-arma-de-la-segunda-guerra-mundial-682004)

El ciudadano que impidió su atraco es la verdadera víctima de esta historia, terminó judicializado y victimizado por las autoridades, por no tener documentos que amparasen la tenencia del arma. Por su parte, el atracador, avezado delincuente, probablemente salió libre a las pocas horas. Le imputarían hurto en grado de tentativa, e iría a la calle con descarada sonrisa para continuar la labor que dejo pendiente. El ciudadano que se defendió será detenido y expuesto a la gravedad con la que se tipifica y se investiga el porte ilegal de armas en Colombia. Otrosí, deberá también contratar los servicios de un abogado, asumir costes propios del proceso judicial y le será decomisada el arma; y probablemente será denunciado por tentativa de homicidio. Por lo visto, Colombia es un país donde son los pájaros los que les tiran a las escopetas, y los victimarios son tratados como víctimas.

La legítima defensa de la vida y de la propiedad tanto ajena como privada es un derecho fundamental y correlativo que forma parte del derecho natural a la vida, a la libertad y a la propiedad privada, cimientos del estado democrático liberal de derecho. El exceso de garantismo jurídico ha llevado a la existencia de casos que rayan con lo absurdo, como el aquí referido. ¿Qué hubiese sucedido si el ciudadano no usa su arma en defensa de su vida y de sus bienes? ¿Se hubiera cometido el crimen? ¿Sería otra cifra más de criminalidad? ¿En Colombia es tal la normalización del delito que, lo importante es “que lo roben pero que no lo maten”? ¿Cuáles son las teorías jurídicas predominantes detrás del sistema judicial colombiano? ¿Dónde quedan los eximentes de antijuridicidad y de responsabilidad penal?

No hay derecho para que un ciudadano que ha sido víctima de atraco sea judicializado por tener un arma clásica para su defensa personal. Se ha construido un relato falaz y hasta mojigato sobre el porte de armas, achacando la criminalidad a éstas como si fuesen las armas las que delinquiesen. Las armas son vistas con escrupulosa vigilancia como males mayores de la sociedad, y se cree que los índices de criminalidad descenderán desarmando a los buenos ciudadanos, empero, son los delincuentes los que siempre están armados; hasta una perversa industria criminal existe: alquilar armas por horas para la comisión de delitos.

El porte y tenencia de armas cortas de defensa personal debería ser un derecho de todo ciudadano apto para usarlas, y no estigmatizar a quienes defienden el uso de éstas. Las Patria y las civilizaciones se construyen y se defienden sobre uso natural de las armas que, sirven a su vez, de fundamento para el cabal respeto de la ley. Si el Estado es incapaz de proporcionar orden y seguridad a sus ciudadanos, deben éstos recurrir al uso de las armas para su defensa y protección. El sistema judicial no puede seguir judicializando al ciudadano que usa las armas para defensa de su vida y propiedad.

León Sandoval

Transformación e Innovación: El Futuro del Ecosistema de Startups en Colombia

Un ecosistema de innovación sólido fomenta un entorno en el que pueden desarrollarse nuevas ideas, los recursos están fácilmente disponibles y se impulsa la colaboración. Esto puede conducir a la creación de nuevos productos, servicios y tecnologías, así como al crecimiento económico y la creación de empleo, y esto es justamente lo que buscan los actores del ecosistema colombiano.

El esfuerzo realizado por entidades gubernamentales, empresas establecidas, startups, inversores y centros de investigación, entre otros, se ha visto reflejado en el avance del país en el Global Startup Ecosystem Index Report, un reporte elaborado por StartupBlink, considerado el más completo del mundo. Este informe clasifica los ecosistemas de startups en 1.000 ciudades y 100 países, proporcionando un diagnóstico sobre la economía global de la innovación. Asimismo, en la consolidación del Colombia Tech Report elaborado por la consultora KPMG, un informe que hace zoom en el ecosistema colombiano.

 

Estos reportes se concentran en estimar el valor del ecosistema (sumatoria de la valoración de las startups), así como en su dinámica y funcionamiento, evaluando aspectos como el acceso a financiación, alcance del mercado, conectividad, experiencia, talento y conocimiento, y analizando los sectores donde están presentes estas empresas de base tecnológica o con modelos de negocio novedosos.

Analicemos los resultados de ambos reportes. El informe de StartupBlink señala que, aún en condiciones macroeconómicas y políticas retadoras, el ecosistema colombiano ha tenido un momentum positivo, escalando 9 puestos en los últimos 3 años, del lugar 47 en 2021 al 38 en el presente año. Este crecimiento lo posiciona como el segundo mejor ecosistema de Latinoamérica y el Caribe en 2024, por detrás de Brasil y superando por primera vez a ecosistemas potentes con un recorrido más extenso como Chile y México.

Sin embargo, existe un fenómeno que se hace evidente en el reporte y que es mencionado en la edición de The Economist del 12 de mayo: una especie de descentralización de los ecosistemas de innovación. Esto se está viendo en países como Estados Unidos, China, España o México, con cada vez un mayor número de ciudades posicionadas como ecosistemas semilla. En Colombia, puntualmente, contamos con un hub regional (Bogotá); dos ecosistemas establecidos  (Medellín y Cali); tres ecosistemas en desarrollo (Barranquilla, Manizales y Bucaramanga); y nueve ecosistemas semillas (Pereira, Cartagena, Armenia, Popayán, Villavicencio, Tunja, Palmira, Cúcuta y Tuluá).

Este fenómeno puede deberse a las políticas nacionales y territoriales que han impulsado diversas administraciones, buscando atraer talento que promueva nuevas tecnologías, basándose en sus inicios en las teorías de Richard Florida sobre la clase creativa y su conexión con el lugar y la economía. No obstante, la experiencia previa de ecosistemas exitosos como Silicon Valley, Tel Aviv o Londres ha demostrado que la fragmentación no es rentable en el mundo de la innovación, que se basa en la aglomeración y la concentración para facilitar el intercambio de ideas y la colaboración entre diversos actores como las startups y los inversores.

Por otro lado, el Colombia Tech Report nos deja ver cómo el avance en el ranking mundial se sustenta en un incremento en el número de emprendedores y empresas emergentes que están dinamizando el panorama empresarial del país. El reporte de KPMG indica que el país ha tenido una tasa anual de crecimiento de startups del 28% en los últimos seis años.

Según el Tech Report, para el año 2024, se han identificado en Colombia 1.720 startups, considerando únicamente empresas innovadoras, es decir, empresas de base tecnológica o con modelos de negocio novedosos. Aproximadamente la mitad de las startups se encuentran en alguno de los seis sectores líderes: FinTech (17%), SaaS (10%), HealthTech (6%), EdTech (6%), PropTech (6%) y Gestión de Negocios (6%).

Del informe de KPMG resulta interesante ver el crecimiento del número de emprendimientos en el sector CleanTech, que concentra a las startups cuyos productos o servicios se basan en avances científicos que contribuyen a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente, pasando de 21 en 2023 a 41 en 2024. Este sector, en el que Colombia está llamado a ser líder por su posición privilegiada frente a biodiversidad y recursos naturales, es también uno de los más atractivos para los fondos de capital de riesgo, según lo señala Statista.

La gran incógnita que genera este fenómeno es si el auge de las startups se verá traducido en un aumento de la productividad en el país. En teoría, la llegada de nuevas empresas debería inyectar vitalidad a la economía. Los emprendedores tienden a utilizar nuevas tecnologías y a crear modelos de negocio novedosos, con lo que mantienen en alerta a las empresas tradicionales e impulsan el crecimiento.

Las cifras de productividad en Colombia fueron negativas para 2023, indicando que este efecto aún no se está presentando. Sin embargo, esta transición no se da de la noche a la mañana. En Estados Unidos, a finales de los 80, se repetía la misma incógnita frente a la incipiente industria de la informática, la cual se despejó a mediados de la década siguiente con un claro aumento en la productividad.

El escenario que se presenta es prometedor. Los nuevos emprendimientos son los llamados a impulsar la productividad y el crecimiento económico en el mundo, desarrollando productos que mejoren las condiciones de vida de la población y cuidando el medio ambiente. Sin embargo, los ecosistemas nacionales deberán superar el reto de esta fragmentación de la economía de la innovación y encontrar la manera de fomentar la colaboración y el intercambio de ideas entre ecosistemas locales de diferentes tamaños, manteniéndolos atractivos para los inversionistas. Por otro lado, las startups tendrán que añadir a sus retos la sostenibilidad social y ambiental como claves para mantener su competitividad a largo plazo.

Raúl Arce

Hoteles vs. AirBnb

Acertados homenajes se han hecho a la belleza de Colombia, pero queda pendiente el apoyo del gobierno al turismo. Alojamiento y servicios de comida fue el quinto sector cuyo PIB más cayó en 2023, un descenso de 5.4%, representando 36.4 billones de actividad económica.  Las divisas generadas por transporte de pasajeros y viajes, serían la tercera exportación del país. Si bien no hay regulación reciente que afecte el sector, tampoco se promueve. Ya es hora de formalizar las ofertas de corto plazo de residencias turísticas, incluyendo las de plataformas digitales y redes sociales, creando un tributo único hotelero que disminuya el IVA del 19% al 5%. Es uno de los pocos casos donde bajando el impuesto, es probable que se recaude más. Todos en la cama o todos en el suelo.

En 2009 presenté una ley de espectáculos públicos que recopilaba todos los impuestos del sector, desde los de la guerra con Perú hasta los locales, para crear una única contribución parafiscal. Aunque en su momento tuvo oposición de Min Cultura, la ley logró disminuir el impuesto del 60% de la facturación al 15%. No solo el recaudo aumentó, sino que permitió aumentar la oferta cultural extranjera y nacional. El turismo necesita una nueva apreciación tributaria para enfrentar los nuevos modelos de negocio causados por el cambio tecnológico.

 

Después de atravesar la pandemia, el periodo más difícil en su historia, el sector hotelero, entre 2020-2024, solo aumentó el número de habitaciones en un 7.6%, según el registro nacional turístico (RNT).  Mientras tanto, las residencias turísticas aumentaron en un 479%, según AllTheRooms, en Colombia hay 79.946 de estas disponibles en AirBnB. La carga es asimétrica a favor de las residencias turísticas, en parte, por los tamaños de las inversiones, uso de suelo, capacitaciones, y nómina. Las residencias turísticas, en muchos casos no pagan IVA, sobre tasa energética, ICA, parafiscales, tableros, ni prediales comerciales. No hay manera que los hoteles compitan con el estado actual de las cosas. La nivelación se debe dar en favor de la libertad económica, menos impuestos y reglamentaciones.

Grave error sería incurrir en el camino de la prohibición, fomentando aún más la competencia desleal. Eliminar arriendos de corto plazo en Nueva York, según Harvard, disminuyó los ingresos de los dueños de apartamentos en 6.94%. De otro lado, se estima que 70% de los 22.000 turistas que utilizaban mensualmente AirBnB no hubieran viajando, si esta alternativa no estuviera disponible. Un menor número de turistas sería una mala opción para el país, teniendo en cuenta que, según ANATO, el turista promedio del extranjero gasta por viaje US$1.632, si son turistas de salud casi el doble. 

Si Colombia viviera la experiencia de formalización que vivió Croacia, que bajó los impuestos de servicios de alojamiento del 25% al 13%, y aquí redujéramos el IVA del 19% al 5%, según Cotelco, el país podría pasar de recaudar $500 mil millones a $625 mil millones. Ya en Europa 8 países ajustaron sus tarifas promedio del 25.63% al 9.38% y en América Latina 3 países lo hicieron del 18.67% al 9.33%. La tendencia de ajuste tributario para el sector turístico es internacional, para no hablar de los recursos en formalización disponibles, ojalá el gobierno actúe pronto. 

Simón Gaviria

Influencers en el Poder: ¿Democracia o Demagogia?

De acuerdo a Pierre Levy, las tecnologías de la comunicación permiten la interacción social, una producción cultural y de conocimientos. La ciber-democracia implica no solo el acceso a la información, sino también la capacidad de participar en la creación de diversas sapiencias.

En este sentido las redes sociales han adquirido una relevancia sin precedentes; sin embargo, cuando esta influencia se traslada al ámbito gubernamental, las consecuencias pueden ser catastróficas para la transparencia, la eficacia y, sobre todo, la meritocracia.

 

El actual gobierno ha sido testigo de una alarmante tendencia hacia la inclusión (contratación) de influenciadores en roles de responsabilidad comunicativa, poniendo en entredicho los principios básicos de la administración pública.

Tomemos el caso de Walter Alfonso Rodríguez, conocido como Wally, un abogado boyacense que fue incorporado a RTVC para desarrollar contenidos jurídicos. Si bien es cierto que la experiencia legal de Wally podría ser valiosa, su nombramiento plantea serias dudas sobre la selección basada en méritos. ¿Fue su experiencia profesional lo que lo llevó a este puesto, o su alineación política con el petrismo?

La historia se repite con Laura Daniela Beltrán, más conocida como Lalis Smile, cuyo ascenso a roles de responsabilidad en entidades gubernamentales ha sido cuestionado debido a su conexión con figuras políticas como Cielo Rusinque. Su paso por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social y la Superintendencia de Industria y Comercio levanta sospechas sobre la prevalencia de la burocracia sobre la meritocracia en su designación.

El nombramiento de María Niny Echeverry como jefe de Oficina de Comunicaciones en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) plantea una serie de preocupaciones graves en cuanto a la transparencia y la ética en los procesos de selección dentro de la institución.

Si bien es cierto que Echeverry puede ser una profesional competente en sus campos de abogacía y comunicaciones, su nombramiento podría ser por “su relación con la Superintendente o por su fuerte activismo político en Twitter”.

Y no podemos pasar por alto el próximo nombramiento de Celso Tete Crespo en la SIC donde va acompañar las comunicaciones de la entidad. Aunque su trayectoria previa en el Senado y el Ministerio de Medio Ambiente podría sugerir competencia y experiencia, su inclusión en este puesto plantea interrogantes sobre posibles influencias políticas en su ascenso.

La aparente preferencia de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por contratar más influenciadores y activistas políticos, plantea serias dudas sobre los verdaderos objetivos detrás de dichas contrataciones. ¿Se busca realmente mejorar la comunicación y la transparencia de la institución, o más bien consolidar lealtades políticas y favores personales?

En lugar de priorizar la competencia y la experiencia en el campo de las comunicaciones, parece que la SIC está más interesada en promover una agenda política a través de sus canales de comunicación. Esta falta de claridad sobre los criterios de contratación y los objetivos de comunicación de la entidad socava la confianza del público en su capacidad para actuar de manera imparcial y efectiva en la regulación de la industria y el comercio.

Pero tal vez el caso más preocupante sea el de David Rozo, más conocido como Don Izquierdo, quien fue asignado como Community Manager en RTVC con un salario de 5.900.000 pesos, a pesar de contar solo con un título de bachiller. Esta evidente falta de criterio en la asignación de cargos y remuneraciones pone de manifiesto el peligroso camino hacia la degradación de los estándares de excelencia y profesionalismo en el gobierno de Petro.

En el gobierno de Gustavo Petro, la traición a los principios democráticos y la degradación de la administración pública son evidentes. La preferencia descarada por los influencers sobre profesionales competentes y experimentados es una afrenta directa a la meritocracia y un golpe a la integridad de las instituciones estatales.

Este camino hacia la superficialidad y el clientelismo político no solo desdibuja los pilares de una democracia funcional, sino que también arroja una sombra de duda sobre el futuro de la nación… Si el gobierno de Petro tiene alguna intención real de cambio, debe abandonar de inmediato esta peligrosa inclinación y volver a comprometerse con los principios de servicio público y transparencia, de lo contrario, su legado será el de un gobierno que sacrifica la excelencia en el altar del oportunismo político, condenando así a Colombia a un futuro incierto y desdibujado.

Ricardo Garzón

¿Qué tiene el Madrid?

Lo ha vuelto hacer. El Madrid ha ganado de nuevo la Champions Ligue, y ya van 15. Me gustaría saber tanto de fútbol como mis amigos periodistas y poder decirles las mejores jugadas de la historia del madridismo y hacer un balance y recorrido por las 15 Copas de Europa o al menos de las últimas 9, que son las que he vivido.

Siendo un equipo lleno de estrellas y grandes jugadores de fútbol cabría esperar que hubiera preferencias y melindres con aquellos que dentro de la plantilla juegan más y mejor. Lo cierto es que gestionar los egos de un vestuario no es nada fácil como imagino que tampoco lo es que poner en valor a cada jugador y hacerle sentir parte indispensable del todo. Ahí está la destreza del entrenador y su equipo técnico deportivo, pero es que un Club es más que un equipo y una gestión empresarial, y el Madrid tiene ese punto más que lo hace superior sin rechistar.

 

Este año no partía como favorito, tuvo a su portero Courtois lesionado hasta la final, y lejos de apostar por esa carta de víctima derrotada y lamentarse por la desgracia del belga, algo que muchos hubieran tomado como arma en cada conferencia de prensa posterior a un mal resultado, supo buscar la solución confiando plenamente en su segundo guardameta, el ucraniano Andriy Lunin, el cuál ha hecho un excelente trabajo; por sí mismo y por el equipo. Uno sabe que cuando se trabaja bien hasta el final el primer beneficiado es uno mismo, pero paralelamente el beneficio redunda alrededor, en este caso; en el equipo y en el Club y en la afición. Pero la clave del éxito tampoco es esa, pues todos los deportistas trabajan por la sana superación propia y el éxito en la competición.

Podríamos pensar que además de ver las fortalezas y el valor de cada uno de sus jugadores y enfocarlos al bien del todo, estudian a conciencia cada partido para conocer el modo en que deben enfrentarse a sus rivales y así, partiendo de nuevo en desventaja, supieron ganar al Manchester, contra el que no podían hacer mucho, salvo poner cabeza en la defensa de su portería. Ser y actuar como un solo jugador frente a un equipo lleno de estrellas, aunque mucho me temo que tampoco radica aquí ese plus que tiene el Madrid.

Podría hablar del éxito de Florentino y de su equipo gestor, del buen hacer en el vestuario de Carlo Ancelotti, del liderazgo de Nacho como capitán de un equipo mítico y nada de eso definiría ese plus que tiene el Real Madrid.

Tal vez la clave esté en la certeza de todos ellos de saber que mientras el contador siga en marcha se puede ganar sin atisbo alguno de duda y que en ese tiempo, sea el que sea, no cabe la renuncia de ni un solo jugador, con lo cual sólo queda perseverar, seguir poniendo empeño en el objetivo final, que no es otro que el más favorable a su propósito; ganar o mantener a cero el marcador.

El Real Madrid es un el magnífico ejemplo de empeño en la lucha por los objetivos, de esperanza e ilusión para mantenerse en el campo y de fe en saber que siempre se puede hasta el último minuto, creyendo que de verdad es posible, porque lo es.

Almudena González

2026

Cada vez que un gobierno alcanza la mitad de su mandato, la perspectiva política comienza a centrarse en la campaña que se avecina. En estos momentos, el país empieza a tener una conversación similar. Muchos se preguntan qué debería hacer el gobierno para que el proyecto político bajo el cual fue elegido tenga la capacidad de disputar las elecciones presidenciales y legislativas del año 2026. No es una pregunta sencilla, ya que no hay un escenario comparable en la historia reciente, y es sabido que el contexto político actual parece altamente cambiante y volátil.

A pocos días de cerrarse el periodo del Congreso, no está claro si las reformas sociales presentadas por el gobierno nacional serán aprobadas. La reforma pensional tiene buenas posibilidades, pero la de salud se ha convertido en una crisis cuya causa divide a los expertos. Algunos sostienen que el colapso de las EPS es una condición estructural del modelo financiero de la ley 100, y que el problema viene desde hace muchos años; otros señalan que las transferencias recientes son insuficientes, acelerando la crisis. Lo cierto es que el Congreso, teniendo la posibilidad de deliberar sobre el tema, prefirió desconocer la crisis y hundir la reforma sin discusión alguna.

 

Existe un ambiente que impide lograr un acuerdo nacional. Este es el argumento de quienes hoy hablan de una Constituyente. Algunos podrían pensar que el Congreso es la vía para realizar el Acuerdo Nacional, pero está claro que no ha sido la ruta para lograrlo. Al contrario, sus decisiones parecen estar profundizando las divisiones sociales. Le corresponde a la ciudadanía participar activamente para que su voluntad sea la que guíe las salidas de esta coyuntura. Los acuerdos de Paz refrendados por el Estado colombiano mencionan en su introducción la necesidad de llevar a cabo ajustes y reformas que permitan construir un nuevo marco social y político en el país.

Acordar requiere la posibilidad de dialogar entre diferentes, algo difícil hoy, ya que las distancias parecen insalvables.Por más difícil que parezca, es más necesario que nunca. Pensar en el 2026 es pensar al mismo tiempo en cómo podríamos atravesar los conflictos políticos actuales sin que escalen a un nivel donde la democracia pueda estar en riesgo. Si la pregunta sobre qué nos une a pesar de las diferencias no obtiene una respuesta común dentro de un acuerdo político nacional, no importará mucho qué pase en el próximo ciclo electoral; el país seguirá dividido, con todos tirando para lados diferentes.

Juan Carlos Upegui

¡Bogotá lo agradecerá!

Entre intensos debates y largas jornadas, concejales del Centro Democrático, partido al que pertenezco, logramos defender a los bogotanos de dos impuestos más. Desde el Concejo abogamos por la ciudadanía, por los empresarios y también por los comerciantes, muchos de ellos asfixiados por la situación económica actual.

Ustedes se preguntarán, si no es con impuestos, entonces, ¿cómo cumplir con las metas estipuladas? Desde el año pasado, entre los puntos programáticos de la bancada del Centro Democrático planteamos algunas propuestas, entre ellas: austeridad.

 

El Distrito tiene la obligación de establecer una estrategia para la racionalización del gasto y la eficiencia en la gestión de los recursos, además de reducir costos de publicidad y funcionamiento. Aplicando esta fórmula Bogotá podría salir de tanta “contratitis” heredada de la exalcaldesa Claudia López, cuyo gobierno pasó de tener 31.000 contratistas a 70.000 cuando dejó el cargo.

En cuanto a los dos impuestos que la alcaldía de Carlos Fernando Galán pretendía incluir en el Plan Distrital de Desarrollo, pero que a última hora decidió retirar, ante la falta de ambiente político, debo decir que siempre me opuse y así lo hice saber en el curso de todos los debates.

El bolsillo de la gente hoy lo agradece y aunque soy consciente que el Distrito presentará nuevamente estos proyectos a la Comisión de Hacienda del Concejo, a la cual pertenezco, seguiré dando los debates.

Sobre el impuesto al alumbrado público hago las siguientes precisiones. Se estaba jugando con la esperanza ciudadana de mayor seguridad para lograr más recursos. ¡Así no es! El Distrito nunca dio una argumentación clara sobre el porcentaje en el que disminuiría la delincuencia e inseguridad con la destinación de lo que se recaudara para modernizar el alumbrado en Bogotá. Aunque reconozco la teoría de las ventanas rotas, según la cual para prevenir el vandalismo hay que arreglar los problemas cuando estos aún son pequeños, no comparto que la forma hubiera sido afectando a los estratos que siempre pagan.

Además, el cambio de luminarias a tecnología LED inició en 2016 y a diciembre de 2023 Bogotá ya tenía cerca de 251.010 modernizadas, de las de 361.000 existentes. En ese sentido, el 70 por ciento de este cambio se logró sin cobro. Luego entonces, ¿por qué para el 30 por ciento que falta se requería este impuesto? Jamás se explicó con claridad.

Tampoco apoyé el tributo que se pretendía ponerse a los parqueaderos públicos, debido a su impacto sobre los usuarios del vehículo particular, que no necesariamente lo tienen por lujo. Muchos lo usan para trabajar y como sustento diario.

Por último, en cuanto a la sobretasa bomberil que sí fue aprobada, debo decir que también me opuse. Claro que quiero mejores condiciones para los bomberos, pero rechacé este tributo debido a que existe un manto de corrupción en esa entidad. Y volviendo a la “contratitis”, se debe saber que por cada tres contratistas hay un bombero.

El Distrito espera recaudar más de $226.212 millones al año con este tributo y desde ya anuncio que haré el respectivo control político para que los dineros sean realmente invertidos en lo que prometieron: robustecer las capacidades de la entidad, incluyendo la construcción de una nueva estación.

Andrés Barrios