¡Santos Sí, mil veces Sí!
¡Y yo que con tan desmedido ahínco lo vapuleé durante años! Cuando, en realidad, dentro de él estaba el hombre de nuestras entretelas, el sabio representante de esta nuestra extrema derecha turgente, el adalid de la hombría, el macho alfa y erecto de nuestra secular y extensa manada…