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Etiqueta: PIB

Un nuevo PIB

Todos los países miden su producto interno bruto (PIB), lo cual, en esencia, es medir el estado de resultados de la economía. Algunos toman medidas más amplias, como Bután que trata de estimar la felicidad o Picketty que contabiliza la riqueza nacional, aunque útiles por si solas son incompletas. Ahora que EEUU empieza una ambiciosa construcción de contabilidad ambiental para hacer un balance de la nación y Biden busca aterrizar el Cambio en la Riqueza Natural (CRN) en un solo dígito, medir el avance de la conservación, así como se mide el de la economía. Dado el interés del actual gobierno en la agenda ambiental, el DANE podría hacer lo mismo para Colombia. Esos datos no solo mejorarán la toma de decisiones, sino que transparentar los servicios eco-sistémicos contribuirá a nuestra conversación global.

En los 80s Reagan trató de construir un balance de activos para los EEUU, pero no incluía activos ambientales; Clinton en los 90s incluyó temas ambientales, pero recortes presupuestales y la oposición posterior de George W. Bush frenaron la iniciativa; la Unión Europea tiene una comisión permanente de Cuentas de Capital Natural y, en 2021, el Reino Unido publicó un reporte económico sobre la biodiversidad. Biden no solo busca formalizar esta contabilidad ambiental sino incluirla en los análisis de costo beneficio de varias agencias federales.

 

Aunque desde los 70s se ha tratado de innovar contabilizando nuestra riqueza ambiental, solo hasta ahora la tecnología y su reducción de costos están permitiendo una medición más precisa e integral. Los avances en medición satelital permiten censos que incluyen la medición individual de árboles en un bosque, la calidad del agua o las reservas metálicas; también nuevos sensores permiten medir la calidad del aire.  Mejoras con las cuales, Nicholas Mueller, en EEUU, determinó se aportaría 3% en crecimiento adicional por cuenta de enfermedades prevenidas. Con todo, todavía falta mucho consenso por construir en aspectos metodológicos.

Los esfuerzos originales en la materia trataron de usar información de mercados para definir el valor, nuevas técnicas son más amplias. Por ejemplo, un árbol que presta servicios eco-sistémicos de producción de oxígeno, captura de carbono y sombra, tiene un valor más allá de su madera. Con contabilidad ambiental sabemos que entre el 2010 y 2018 la riqueza de cobre y hierro en EEUU cayó 51% dada su intensa extracción para la producción de baterías en la transición energética. Más preocupante es que en el mismo periodo se perdió 10% del valor de los manglares por deforestación o que 33% del valor de las abejas se perdió desde 2006. No todo el crecimiento es igual, hay uno más sostenible que otros.

Si Colombia quiere ser potencia de la vida, líder mundial en conservación, el argumento se construye mucho más fácil a partir de evidencia. La tecnología está disponible, inclusive el catastro multipropósito está a punto de levantar información sobre 26% del país que antes no tenía. Cuando sacamos la protección de arrecifes coralinos, un argumento que ayudó a convencer escépticos fue que 1km de ellos prestaba US$1 millón en servicios ambientales. Los cambios que se requieren serán más fáciles si la evidencia fortalece las buenas intenciones.

Las claves para entender el crecimiento del PIB durante el primer trimestre

Durante el primer trimestre de 2022, la economía creció 8,5% anual*, por encima de nuestra expectativa de hace dos meses (6% anual) y más en línea con las estimaciones recientes (según nuestro indicador en tiempo real BBVA Research GDP Tracker).

En términos inter-trimestrales (t/t), la economía creció 1,0%, mostrando una desaceleración respecto al cierre de 2021, cuando creció 2,5% t/t. La demanda interna creció, de nuevo, por encima del PIB.

 

El consumo de los hogares siguió teniendo el mayor aporte al PIB, creciendo por encima de este y aumentando su participación dentro de la demanda agregada. Tuvo un crecimiento de 12,2% anual y de 2,3% inter-trimestral. Su participación en el PIB pasó de 73% en marzo de 2021 a 76% en marzo de 2022.

La recuperación del mercado laboral explica parte de este comportamiento, pero este desempeño sigue sugiriendo que el ahorro de los hogares se mantiene bajo y que el aumento de la cartera de crédito de consumo sigue siendo relevante para explicar estas cifras.

La inversión creció por encima del PIB y ayudó a que la tasa de inversión siguiera su proceso de recuperación. En marzo de 2022, la tasa de inversión se ubicó en 19,7% del PIB, por encima del 18,1% del promedio de 2021, pero aún por debajo de los niveles pre-pandémicos, cuando la tasa de inversión se ubicó en alrededor del 22%.

El gasto en maquinaria sigue liderando este renglón y aumentó su participación dentro de la inversión total: desde 36% en 2019 hasta el 47% actual (de 7,8% a 9,2% del PIB, en los mismos períodos).

Este cambio en la composición de la inversión, que refleja una pérdida de participación del sector de la construcción en favor de la compra de maquinaria, puede determinar un aumento de la productividad manufacturera y de la economía, pero también significa que es necesario acelerar la ejecución de obras civiles.

Las importaciones siguen ganando relevancia dentro del PIB. Mientras que entre 2005 y 2019 significaron, en promedio, un 20% del PIB, en 2021 ya eran el 22,8% y en el primer trimestre de este año alcanzaron el 26,7% del PIB.

Por sectores, el comercio, la industria y el entretenimiento (específicamente, los juegos de azar en línea) mostraron una elevada actividad. Al contrario, la minería y la construcción son los sectores más rezagados en cuanto a los niveles vigentes antes de la pandemia.

Por grupos de sectores, las actividades secundarias y terciarias lideraron el comportamiento de la dinámica del trimestre. Al contrario, el sector primario (agro y minería) se mantuvo estancado, incluso por debajo de los niveles del primer semestre de 2021, cuando había tenido una mayor recuperación que se vio interrumpida por los problemas logísticos de abril y mayo del año pasado.

Dentro del sector primario, el mayor rezago se presenta en el sector minero, que permanece un 15% por debajo de la actividad pre-pandémica. Entre las actividades secundarias, el sector de la construcción se mantiene con brechas importantes respecto a los demás sectores, la cual se amplió incluso más en marzo, con respecto a los dos primeros meses de 2022.

El sector agropecuario también está siendo frenado por los menores inventarios de arroz, la reducción de la producción de café y la menor demanda doméstica por carne de res. Esta última ha tenido efectos negativos de los mayores precios de venta.

En BBVA Research esperamos que la economía se desacelere progresivamente desde el segundo semestre de este año, especialmente en el consumo de los hogares. Esto último será beneficioso para lograr unas mejores tasas de ahorro y niveles de apalancamiento financiero saludables para los hogares.

Se espera que las exportaciones se mantengan con buenos resultados gracias a la devaluación cambiaria, los precios de las materias primas y el buen crecimiento de la mayoría de los socios comerciales.

Se estima un crecimiento del PIB de 4,5% en 2022, aunque con un sesgo al alza por los mejores resultados del primer trimestre.

*Análisis de Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia

Crecer con deuda

El dato de crecimiento del PIB en 2021 de 10,6% está muy por encima de lo proyectado en el marco fiscal de 6,0%. A pesar de la amenaza inflacionaria, la cifra de PIB nominal es aún más espectacular: cercana al 18%. Con este dato, se eleva el crecimiento económico del periodo 2018-2020 de -0,23% al 2,38% para 2018-2021. El reto del próximo gobierno será resolver el problema fiscal de casi 6,2% del PIB. Aunque el balance total del gobierno requiera $90 billones, aun con supuestos generosos, el balance primario va a requerir $34 billones. En otras palabras, tanta deuda para crecer no es sostenible.

El gobierno naturalmente hace bombos y platillos con el crecimiento de 2021, pero muchos analistas lo desestiman como un efecto estadístico de rebote en respuesta al bajonazo de la pandemia. Si la economía está en 100 y cae 10% queda en 90, pero si vuelve a 100 al siguiente año desde la base de 90 crece al 11,11%. La rápida recuperación es positiva, pero aunque se crece no se avanza. Hoy la economía produce $47 billones menos que hace dos años.

 

Esto explica por qué a pesar de lo explosivo que fue 2021, el crecimiento del cuatrienio de 2,38% no es destacable. Si bien hay aciertos en materia de recuperación, especialmente por el jalonamiento del sector vivienda, el estímulo gubernamental dejará retos fiscales. Nos endeudamos para recuperarnos pronto, pero ese ritmo de gasto público no es duradero. Esto para no hablar de recuperar el grado de inversión que perdimos el año pasado.

Por su parte, tanto por gestión como por mayor actividad, la DIAN incrementó el recaudo en $13 billones, nivel por encima de lo previsto en el marco fiscal de mediano plazo de 2021. Aun así, es probable que el recaudo de 2022 se mantenga estable en 14,2% del PIB. El escenario de 2022 no incluye ingresos por $7.1 billones por cuenta de las enajenaciones del año anterior. Las descapitalizaciones, o venta de activos, no serán iguales en año electoral; tampoco las complejas enajenaciones de activos de la SAE. Se debe acabar la mala práctica de depender de utilidades del Banco de la República.

Para estimular las obras públicas, el gobierno nacional incrementó el uso de vigencias futuras, comprometiendo $63.2 billones de gasto del próximo cuatrienio. En otras palabras, les piden a los constructores que empiecen obras ahora, pero les pagan con los presupuestos de futuros gobiernos. El Invias en un hecho, ese sí sin antecedentes, comprometió hasta 8 años de presupuestos para obras de baja cuantía. Hay un debate con calificadores de riesgo sobre si estas vigencias futuras son deuda o inversión, pero el hecho es que el que llegue recibe la olla raspada. Esto sin hablar de las APPs que darían para otra columna.

No importa lo que digan ahora en campaña, el próximo gobierno debe mejorar su perfil fiscal entre $12 y 16 billones apenas lleguen. Esto se puede hacer recortando gasto o mejorando ingresos, pero si queremos mantener la tradición de más de 200 años de prudencia fiscal, el ajuste no es con más deuda. La moneda sana de López Pumarejo no existe sin esfuerzo. No es accidente que Colombia sea el único país de América Latina que nunca ha restructurado sus deudas y siempre las ha pagado. Es un legado muy importante para ponerlo en riesgo.

Economía colombiana creció 10,6% en 2021, y esta pudo ser la causa

En 2021, la economía colombiana 10,6% (*BBVA Research esperaba 10,0%), no solo por una buena dinámica al cierre del año, sino también por unas correcciones al alza que tuvieron los dos trimestres previos —por mejores inversión en edificaciones y consumo final— y la reducción del crecimiento de 2020, esto último determinando una base estadística menos exigente para la medición de 2021.

En el cuarto trimestre, la economía creció 10,8% cuando se compara con el mismo período de un año atrás (BBVA Research: 9,1%e). Además, la expansión respecto al tercer trimestre de 2021 fue de 4,3% inter-trimestral (BBVA Research: 2,7%e), reflejando una dinámica sobresaliente de la economía al cierre del año anterior.

 

Durante 2021, el consumo privado fue el principal factor de explicación de la recuperación económica. Los hogares aumentaron su gasto en 14,6% interanual, en términos reales, y se ubicó en el 113% del nivel pre-covid.

Este mayor gasto se explicó, principalmente, por: los mayores ingresos que se generaron por la recuperación del empleo durante 2021, los ahorros generados en 2020 y que se gastaron en 2021, el menor ahorro generado en 2021 y la aceleración progresiva del crédito al consumo.

Los hogares decidieron destinar una mayor proporción de su ingreso para el consumo, reduciendo drásticamente la parte que fue dedicada al ahorro, el cual pudo ser cercano a cero en el total del año. Esto último, aunque ayudó a la recuperación de la economía, no parece ser sostenible en el tiempo ni es saludable para garantizar un mejor comportamiento de la inversión fija a futuro o para el cierre progresivo del déficit externo.

Los gastos en salud fueron muy importantes. En todo el año 2021, el sector de salud humana creció 17,5%, con una expansión de 25,5% de las entidades prestadoras de salud.

A través de la serie mensual del indicador de actividad económica se puede ver que la dinámica al cierre del año fue negativa para la agricultura, especialmente por la menor producción de café, y sin crecimiento para el sector financiero.

Al contrario, los sectores de comercio (que incluye también transporte, hoteles y restaurantes), gobierno, educación y salud e industria manufacturera siguieron mostrando variaciones positivas de dos dígitos y más que compensaron a los sectores con menor crecimiento.

En total, el índice de actividad económica para solamente el mes de diciembre creció 11,8% anual y se ubicó en 107% del nivel que tenía antes de la pandemia (con febrero de 2020 como referencia).

Para 2022 esperamos un crecimiento de 4,0% en el PIB. Creemos que el consumo final se desacelera, tanto en su componente privado (hogares) como en lo explicado por el gasto del gobierno.

Al contrario, la inversión en construcción, especialmente la de obras civiles, y las exportaciones seguirán acelerándose en respuesta a la mejor ejecución de obras públicas municipales y regionales, en el primer caso, y por el buen crecimiento global que se mantiene, en el segundo caso. Además, la recuperación que ha mostrado el mercado laboral, junto con el menor crecimiento del consumo de los hogares y del gasto del gobierno, ayudarán a mejorar el nivel de ahorro total de la economía.

*Análisis de Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia

FMI prevé crecimientos de 2,3% en 2017 para el 2018 3% en PIB colombiano

Nuevamente Colombia liderará en 2017 y 2018 la lenta recuperación que experimenta América Latina, con crecimientos proyectados de 2,3% y de 3%, respectivamente, previó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En su más reciente informe «Perspectivas económicas: Las Américas, historia de dos ajustes», la entidad indica que junto con Perú, Colombia está liderando las economías más grandes del continente con los mayores crecimientos estimados.

 

A comienzos de este mes, el FMI elogió las políticas económicas emprendidas por el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos para enfrentar el adverso clima internacional y resaltó que las perspectivas a mediano plazo son favorables, respaldadas por la implementación de la paz y la Reforma Tributaria Estructural.

«El crecimiento a mediano plazo se verá impulsado por la diversificación de la economía hacia sectores no-petroleros, los cuales se beneficiarán del programa de infraestructura y el acuerdo de paz que mejorarán la competitividad y el desarrollo regional», destacó la entidad.

El Carnaval de Barranquilla una fiesta multimillonaria para el Atlántico

El Carnaval de Barranquilla es hoy por hoy una valiosa fuente de recursos para la ciudad y sus habitantes, que jalona la economía de la región del Atlántico. Un estudio de la Cámara de Comercio de Barranquilla señala que las ganancias que deja esta fiesta representan el 0,2 del PIB del Atlántico.

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