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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Política

La fuerza de las regiones

La descentralización en Colombia surgió como respuesta a la crisis del modelo centralista consagrado en la Constitución de 1886, pero tiene raíces más antiguas que datan del siglo XIX con el proyecto patriótico de constituir la República, desde la Nueva Granada a la actual Colombia. La elección popular de alcaldes y gobernadores, la transferencia del situado fiscal e impositiva a los departamentos y, posteriormente, la expedición del Sistema General de Participaciones en la Constitución de 1991, representaron avances hacia la autonomía territorial. Sin embargo, los resultados han sido limitados en la medida que el gobierno nacional sigue concentrando la mayor parte de los ingresos, mientras que departamentos y municipios dependen de las transferencias para financiar salud, educación e infraestructura. Las reformas fiscales del siglo XXI centralizaron aún más los recursos, debilitando la capacidad de planificación e inversión de las regiones. Esto explica por qué el desarrollo continúa concentrado en Bogotá, Antioquia, Cundinamarca y Valle del Cauca, mientras otras zonas permanecen rezagadas, sin servicios básicos de calidad ni oportunidades de empleo.

Es de aclarar que este debate no es nuevo, pues conserva los vestigios de la historia republicana del siglo XIX, donde líderes patriotas como José Hilario López, Tomás Cipriano de Mosquera, Manuel Murillo Toro y Justo Arosemena defendieron el federalismo como un modelo alternativo al centralismo. Así en 1849, José Hilario López fue elegido como el primer presidente liberal por voto popular y durante su gobierno (1849-1853) impulsó reformas tributarias, la descentralización administrativa y promovió la Constitución de 1853, que otorgó a las provincias mayor autonomía.

 

Corrido el año de 1855, Manuel Murillo Toro, junto a otros liberales, participó como uno de los redactores del proyecto de Constitución para la Confederación Colombiana, defendiendo el federalismo como mecanismo para equilibrar el poder entre centro y regiones, y en ese mismo año, Justo Arosemena, desde Panamá, escribió su ensayo El Estado Federal de Panamá y propuso una república liberal organizada en asociaciones de pueblos autónomos, con un gobierno central reducido a los asuntos comunes.

Posteriormente, Tomás Cipriano de Mosquera lideró la Guerra de las Soberanías (Guerra Civil de 1860 a 1863) contra el centralismo conservador, donde se declaró victorioso a nombre del federalismo liberal con la independencia del Cauca y creó el Distrito Federal de Bogotá en 1861, y como último dato histórico,  tanto Murillo Toro como Mosquera apoyaron la Constitución de Rionegro de 1863, que instauró un federalismo radical: fortaleció a los estados soberanos, redujo el poder presidencial, consagró la libertad religiosa y profundizó la separación entre Iglesia y Estado. Aunque breve y conflictivo, este debate  dejó huella en la tradición constitucional colombiana.

La vigencia de este ideario se refleja hoy en el debate contemporáneo sobre la necesidad de fortalecer a las regiones. En vísperas de las justas electorales del 2026, la consulta denominada La Fuerza de las Regiones propone seleccionar a un precandidato presidencial entre exmandatarios locales, con el fin de devolver protagonismo político y fiscal a los territorios. Exgobernadores  como Héctor Olimpo Espinosa (Sucre), Aníbal Gaviria (Antioquia), Juan Guillermo Zuluaga (Meta), y exalcaldes como Juan Carlos Saldarriaga (Soacha) y Juan Carlos Cárdenas (Bucaramanga) encabezan esta apuesta, que busca posicionar en la agenda nacional los desafíos y potencialidades regionales.

La propuesta subraya que el país no puede seguir dependiendo de cuatro departamentos y exige un desarrollo estructural del Sistema General de Participaciones, donde solo se destina cerca del 27 % de los ingresos corrientes nacionales (incrementado al 39,5 %  según la Acto Legislativo 03 de 2024). Pero por su parte, el gobierno central continúa recaudando la mayoría de los ingresos tributarios (alrededor del 89 %), dejando a municipios y departamentos con apenas entre el 7 y 11 % de los ingresos generados. Además de la redistribución fiscal, las regiones reclaman acelerar la transición energética, diversificar la base productiva y ampliar la autonomía fiscal local. También demandan mejoras en educación e infraestructura vial, que conecte territorios apartados con los centros urbanos, condición indispensable para la competitividad y el bienestar.

En conclusión, la descentralización y la autonomía regional son hoy un imperativo político y socioeconómico. Fortalecen el mandato constitucional de reconocer y empoderar a las entidades territoriales, devolviendo protagonismo a gobiernos locales y comunidades. Al mismo tiempo, impulsan innovación, transición energética, desarrollo vial y educativo, y reducen las desigualdades históricas entre centro y periferia. Como es apena obvio, un país con regiones fortalecidas estará mejor preparado para enfrentar pobreza, desigualdad y cambio climático, y para consolidar la paz y la democracia.

La fuerza de las regiones no es un lema electoral, sino una oportunidad histórica para construir un Estado incluyente, plural y equilibrado, que será liderado en la agenda electoral de 2026 por estos experimentados exmandatarios regionales (Espinosa, Gaviria, Zuluaga, Saldarriaga y Cárdenas), que se inscriben ante la registraduría el 19 de agosto de 2025 con la entereza de enarbolar la modernización territorial del país, habido se superar y cerrar definitivamente el debate histórico entre centralismo y federalismo, ahora expresada en clave de modernización económica y justicia territorial.

Luis Fernando Ulloa

«Colombia debe implementar una democracia digital de código abierto, no basada en un algoritmo comercial»: Antonio Sola

El estratega político y speaker internacional, Antonio Sola, en entrevista exclusiva para Confidencial Noticias, explica el alcance que tienen las redes sociales en una democracia como la de Colombia, donde según comenta es necesario que piense desde ya en implementar un algoritmo que tenga un código abierto, en lugar de uno comercial.

Las formas de hacer política han cambiado en los últimos cinco años. ¿Esto es sostenible en el mediano plazo?

 

Antonio Sola: Estamos viviendo una revolución profunda en la política, especialmente en Latinoamérica, donde existen sociedades muy adoloridas en términos sociales. Creo que estamos presenciando el fin de una civilización y el inicio de otra, lo cual está provocando el cierre de un ciclo político y el nacimiento de uno nuevo. Esto nos está llevando a una ruptura que obliga a construir nuevos marcos de referencia, nuevas reglas de juego y nuevos lenguajes para los próximos 50 o 60 años.

¿Es posible entonces que estemos obligados a presenciar agresiones verbales entre un bando y otro durante los próximos 50 o 60 años?

Antonio Sola: Hay que distinguir entre la agresión verbal y el proselitismo político. En el primer caso, existen árbitros como la justicia y los órganos de control electoral. Pero lo realmente grave no es la agresión verbal; lo preocupante es que estamos llegando a un punto muerto. No sé cómo serán las formas dentro de diez años, pero lo que sí puedo decir es que entraremos en un nuevo universo: el de la inteligencia artificial.

Explique eso, por favor.

Antonio Sola: Es necesario preguntarnos si vamos a reconocer el derecho de la inteligencia artificial a competir contra los humanos en campañas electorales. Además, ¿vamos a permitir que un jefe de gabinete de un gobierno sea una inteligencia artificial? ¿Vamos a reconocer a los humanos que integran tecnología en su cuerpo? ¿Vamos a aceptar una democracia digital, directa y participativa, o seguiremos con los modelos simulados que tenemos ahora? ¿Reconoceremos otros modelos de voto? Todo esto es mucho más grave que la agresividad verbal.

Lo que se está discutiendo en Colombia —y en otros países como Estados Unidos y Argentina— son los resultados de unos periodos presidenciales que están terminando. Pero no se están abordando temas más profundos, como los que usted menciona.

Si seguimos así, estaremos abocados a vernos en manos de personajes que poco o nada conocen las necesidades de un país de territorios como Colombia y por lo tanto no saben qué soluciones aplicar

Antonio Sola: Esto siempre ha sucedido. Colombia no es el único país donde ocurren fenómenos como estos.

¿Pueden las redes sociales crear escenarios en unas elecciones que no corresponden a la realidad?

Antonio Sola: En democracias como la de Colombia, el voto es transaccional. Sin embargo, debemos tener claro que quienes están avanzando en este escenario son las redes sociales, con una gran capacidad de influencia. Hoy en día, es evidente que las redes pueden direccionar la decisión de los electores.

¿Es peligroso que unas elecciones sean direccionadas por un algoritmo?

Antonio Sola: Por supuesto que es peligroso. El voto digital que se está promoviendo en nuestros países está sustentado en algoritmos controlados por grandes plataformas como Google, Meta o Microsoft, que son totalmente comerciales. Tenemos que luchar por una democracia digital de código abierto, no basada en un algoritmo comercial, sino en un algoritmo electoral y político, que aún no existe. Sin duda, es un riesgo.

¿A qué se refiere cuando habla de un algoritmo electoral?

Antonio Sola: Me refiero a que alguien nos controla. No somos organismos reguladores de una democracia electoral. ¿Cómo intervino Rusia en las elecciones de Bolivia? No lo hizo con misiles, sino con algoritmos. Aún falta tiempo para que eso suceda en Colombia, pero hacia allá vamos.

¿Quién es Antonio Sola?

Español. Conocido mundialmente como el “creador de presidentes” por las 20 victorias presidenciales conseguidas en países de África, América y Europa. Actualmente, dirige procesos electorales en cuatro de los cinco continentes del planeta y es considerado uno de los ‘top 3’ estrategas políticos a nivel mundial.
Lideró las victorias de los presidentes Juan Manuel Santos en Colombia, Mariano Rajoy en España, Felipe Calderon y Vicente Fox en México, Michel Martelly y Jovenel Moïse en Haíti, Joseph Boakai en Liberia, entre otros.

Preside la Fundación Liderar con Sentido Común, una iniciativa que nació para ayudar a cerrar las grietas que dividen a las sociedades. Además, junto al Papa Francisco, es co-fundador de la Escuela Política Fratelli Tutti, que busca a los líderes del futuro.

Álvaro Uribe cierra la puerta de la consulta del Centro Democrático a quienes no han militado en su partido

En la reciente cita entre los cuatro precandidatos del Centro Democrático, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, pidió escoger a uno de ellos asistir a una reunión urgente con Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado, Miguel Uribe Turbay y explorar la posibilidad de un quinto preaspirante a la candidatura única por el uribismo para la Presidencia de la República.

El exmandatario dejó claro que este quinto precandidato debe ser militante de tiempo atrás del Centro Democrático, con lo cual cerró la puerta al ingreso de políticos externos como Vicky Dávila, Juan Carlos Pinzón y Abelardo de la Espriella, quienes dicen comulgar con las ideas de Álvaro Uribe Vélez.

 

«Mi sugerencia respetuosa es que si el número de cuatro candidatos que tenemos se va a aumentar a uno de acuerdo con lo que se hable con el doctor Uribe Londoño debe ser encabeza de un militante, de una persona del partido, quiero ser claro en eso», afirmó.

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Pidió además hablar de las listas a Senado del Centro Democrático, que según dijo, deben ser cerradas, y que a las personas que la integren se les estudie su militancia, hoja de vida y trayectoria política.

A la cita con Uribe Londoño deberán asistir los cuatro precandidatos o uno que ellos elijan con el director del Partido.

¿Hasta dónde nos está llevando la violencia verbal en la política?: responde Luis Emil Sanabria

El politólogo y analista, Luis Emil Sanabria y presidente de Redepaz, en entrevista para Confidencial Noticias, lamenta el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay y expresa su preocupación por que, según él, hay sectores que les interesa desestabilizar al país.

Sanabria no cree que se esté devolviendo a Colombia a la violencia de los 80 y parte de los 90, porque para el lo que ocurre hoy no se parece en nada a la situación de hace 30 años cuando se dio el exterminio de la Unión Patriótica, se asesinaron a seis candidatos presidenciales y la violencia guerrillera se unió a la del paramilitarismo y el narcotráfico.

 

Rechazó además que quienes se hicieron presentes en las honras fúnebres del senador Uribe Turbay hayan convertido un acto que desde su punto de vista debió ser en honor a la vida, en un momento para generar más división.

Reviva la entrevista completa:

Un asunto de estrategia

El problema central de la estrategia política está en como convertir el capital simbólico en capital político. En medio de un gobierno que realiza constantemente operaciones sicológicas y que ha desterrado la verdad de la vida pública, los significados se difuminan y los relatos alternativos se quedan sin sentido. Entonces, ¿Cómo crear capital político, cuando no hay ni siquiera una narrativa política? Es necesario entender que se está alentando el uso de formas coactivas para reorganizar la sociedad, en contra de la libre interacción y los derechos de los individuos, y que estas formas de coacción están ligadas al lenguaje y el simbolismo social, desarrollando relatos superpuestos sobre irredentismo reivindicativo, radicalización de clase, raza y género, sustentados en exigencias morales absolutas no aplicables y por lo tanto de carácter arbitrario. Este escenario, en cual todo se politiza, está precisamente diseñado para hacer imposible la política, o más claramente, para que exista un relato político único.

Dice Umberto Eco, en su ensayo sobre El Mito de Superman que “el problema que vamos a afrontar requiere una definición preliminar de mitificación como simbolización inconsciente, como identificación del objeto con una suma de finalidades no siempre racionalizables, como proyección en la imagen de tendencias, aspiraciones y temores, emergidos particularmente en un individuo, en una comunidad, en todo un periodo histórico”. El problema aquí es que la “mitificación” de Petro sustituyó la política, el Pacto Histórico ya no es un partido, sino un culto y gobernar se transformó en un ritual y la oposición, con sus candidatos, es parte de ese ritual, en cual ofrenda el martirio de sus líderes, heridos,            condenados, humillados, como parte del sacrificio en el altar del nuevo mito, en el cual el líder se manifiesta como una deidad vengadora que transforma el atentado criminal y el linchamiento judicial en “justicia”.  La razón por la cual las figuras simbólicas de la oposición carecen de capital político es precisamente que no tienen su propio ritual, siguiendo a Eco, no proyectan “tendencias, aspiraciones y temores”, es decir, no hacen política.

 

No existe una desmitificación de la realidad social, no ha existido nunca, lo que hay es sustitución de los mitos y esto es especialmente cierto en la política que por su propia naturaleza es un relato y por su dinámica, un relato mítico. Pero de una manera más simple, hacer política es tener un causa, no un programa. Kissinger en su libro Liderazgo, define seis estrategias de grandes políticos modernos, no por su programa, sino por su visión. Konrad Adenauer: la estrategia de la humildad. Charles de Gaulle: la estrategia de la voluntad. Anwar Sadat: la estrategia de la trascendencia, o Margaret Thatcher: la estrategia de la convicción. Con igual lógica, Petro es la estrategia de la venganza, es la revancha convertida en política pública. 

El culto a Petro, que abarca por lo menos una tercera parte de la sociedad, solo puede ser reemplazado por otro. Pericles en su Oración fúnebre refería que lo esencial para la democracia no era tanto el ejercicio del poder, como la compresión del poder, la capacidad para entender y juzgar los actos de los políticos, pero los nuevos cultos tratan de lo contrario, mediante un torrente difuso de información, presentada bajo  el modelo de “espontaneidad controlada”, logran que los ciudadanos dejen de entender hasta lo más básico de la acción gubernamental, expropian la política, una minoría radical captura el relato de lo público. Es necesario devolver el relato político a la gente y representar una causa, un propósito y una visión, para que un muy escaso capital simbólico se vuelva capital político, votos, poder real, es necesario hacerse predicador y profeta. Los sacerdotes del petrismo arrasaron a los tecnócratas y no hay vuelta atrás. Llegó la hora de la estrategia del predicador.

Jaime Arango

Jairo Clopatofsky dice que el país necesita un orden y un norte y que tiene como dárselos

El exsenador, exdirector de Coldeportes (ahora Ministerio del Deporte) y exembajador de Colombia en Jamaica, Jairo Clopatofsky, en entrevista para Confidencial Noticias explica porque considera que el Gobierno Nacional no ha sabido entender el momento en el que se encuentra el país y que ha incumplido muchas de sus promesas.

Considera que se requiere de manera urgente trabajar para que las Fuerzas Militares y de Policía recuperen la moral y la confianza para enfrentar la ola de inseguridad en las diferentes regiones del Colombia.

 

Dice que el país necesita un orden y un norte y que tiene las ideas para corregir las fallas en la salud y en la educación de niños y jóvenes.

Con proyecto de paz total Gobierno busca salvar de la cárcel a los miembros de grupos criminales

Sin un ambiente favorable ni en el Legislativo, ni en la opinión pública, el Gobierno Nacional se alista para debatir un proyecto con el que busca desarmar las organizaciones criminales más temidas en el país y en las principales ciudades.

Dentro de estas organizaciones se encuentran el Clan del Golfo y todas las bandas criminales dedicadas al narcotráfico y el microtráfico, lo mismo que las disidencias y los integrantes de la Primera Línea que se encuentran presos por provocar desmanes y atacar a miembros de la fuerza pública durante el estallido social en el gobierno de Iván Duque.

 

Se trata de criminales, algunos de estos presos en la cárcel que siguen mandando desde su lugar de prisión y alimentando sus fortunas obtenidas de manera ilegal.

El proyecto contempla penas alternativas, lugares de reclusión en granjas agrícolas y también la posibilidad de que se les conceda el 12% de sus fortunas obtenidas con rentas criminales. Todo lo anterior, sin tener claro la reparación a las víctimas y entrega de la verdad de los hechos.

Desde ya la iniciativa ha causado polémica por lo que esto puede significar en materia de lavado de activos e impunidad, porque de acuerdo a lo que se ha dado a conocer a la opinión pública, el proyecto plantea la posibilidad de otorgar penas alternativas a los jefes de estas bandas y grupos criminales como si se tratara de un grupo subversivo.

Uno de los principales críticos a este proyecto es el expresidente Juan Manuel Santos, quien dijo en entrevista para el diario El Espectador, que mientras no se tenga un norte y un objetivo es difícil conseguir una paz total.

«Creo que presentar un proyecto de ley cuando uno no tiene nada claro sobre las negociaciones con estos grupos generales, ni quiénes son, ni cuántos son, ni cuál es el objetivo, me parece que sería un salto al vacío y una irresponsabilidad. Por eso espero que el Congreso no vaya a aprobar ese proyecto de ley.», dijo el exmandatario al Espectador.

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La Corte Suprema de Justicia ha mostrado sus reservas frente al tema porque esto es una mezcla de justicia transicional con justicia ordinaria, con la idea de beneficiar a grupos que no tienen estatus de beligerancia, muchos de ellos con delincuentes a punto de ser extraditados a los Estados Unidos.

Se espera entonces la radicación del proyecto por parte del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, que desde ya se vislumbra con un panorama que no es claro en medio de un ambiente poco favorable para el Ejecutivo, al menos en el Senado de la República, donde el Gobierno tiene serias dificultades para la aprobación de sus ideas.

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Efraín Cepeda culmina su período en la presidencia del Senado en medio de frías relaciones con el Ejecutivo

Termina la segunda presidencia del conservador, Efraín Cepeda, en el Senado de la República, período que estuvo lleno de polémicas y discusiones por la manera cómo se dieron los debates y trámites de algunos proyectos de iniciativa gubernamental lo que conllevó a que el enfrentamiento que se venía dando desde el período de Iván Leonidas Name, al frente del Legislativo, escalara a niveles inesperados.

Durante el período de Efraín Cepeda que culmina hoy 20 de julio se aprobaron un total de 159 proyectos, la mayoría de iniciativa parlamentaria y también se debatieron iniciativas que estuvieron en el centro de la opinión pública como el del Presupuesto General de la Nación que fue votado negativamente, lo que obligó al Gobierno Nacional a decretarlo.

 

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La justificación para hundir el proyecto es que estaba desfinanciado y que el Gobierno Nacional se negó a realizar los ajustes que solicitaban desde el Legislativa, lo que produjo desacuerdos irreconciliables entre ambas ramas del poder público.

En este período la reforma política también se hundió con el argumento de senadoras como Angélica Lozano, quien decía que el proyecto estaba hecho a la medida del Pacto Histórico porque la iniciativa permitía que congresistas y otros funcionarios de elección popular pudieran cambiar de partido o colectividad política sin incurrir en doble militancia. Curiosamente, el sector del Partido Alianza Verde que lidera la congresista, también se beneficiaba.

Otra de las iniciativas del Gobierno Nacional hundidas bajo la presidencia de Efraín Cepeda fue la tributaria, que no superó su primer debate en las Comisiones Conjuntas Económicas de Senado y Cámara de Representantes.

El momento más álgido de la Presidencia de Efraín Cepeda en el Senado de la República se presentó en el momento en que la Comisión Séptima de esta Corporación hundió la reforma laboral, sin dar la debida discusión. Luego de que esto sucedió, Cepeda dio su apoyo irrestricto y dijo estar de acuerdo con la decisión tomada por la célula legislativa.

Fue aquí donde el Gobierno Nacional presentó a consideración del Senado el proyecto de consulta popular para preguntar al constituyente primario, si estaba de acuerdo con que el Congreso de la República legislara en materia laboral. Fue tanta la presión sobre el Legislativo, que la apelación al hundimiento de la reforma laboral presentada por el senador, Fabián Díaz, llegó como tabla de salvación y al llegar la hora de la votación en la plenaria, extrañamente Cepeda celebró la decisión de revivirla y entregarle a la Comisión IV la responsabilidad de discutir el proyecto resucitado, que fue aprobado en esta célula y más adelante en su último debate.

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Fue así como el Gobierno Nacional desistió de su idea de acudir a la Consulta Popular para que sus iniciativas fueran aprobadas, sin tener que mostrarse los dientes con el Legislativo.

Este episodio le significó al país un momento de alta crispación que se fue a juntar con el lamentable atentado en contra de la vida del senador del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, que obligó a los diferentes sectores políticos a bajarle a la agresividad verbal y a dar ejemplo de compostura en el debate ideológico.

De esta manera termina en la presidencia del Senado el período del senador Conservador, Efraín Cepeda, quien se perfila como posible aspirante a la presidencia de la república, y quien entrega la jefatura en la mesa directiva de la Corporación con unas relaciones con el Ejecutivo totalmente descompuestas.

 

En manos del Congreso queda la solución al hambre de miles de estudiantes universitarios en Colombia

En Colombia, el hambre no solo se siente en los hogares: también está expulsando a miles de jóvenes de las aulas universitarias. En un país donde la pobreza sigue marcando la vida de millones, el acceso a la educación superior se convierte en un desafío imposible cuando ni siquiera hay un plato de comida asegurado.

Hoy, el Congreso de la República debate una propuesta legislativa que busca atacar este problema estructural: el Proyecto de Ley 574 de 2025, que crea el Programa Nacional de Alimentación Universitaria (PAU). La iniciativa pretende garantizar una alimentación gratuita, suficiente y nutritiva para todos los estudiantes de pregrado en universidades públicas del país.

 

Una realidad que no da espera

Según cifras de 21 universidades públicas, el 75% de los estudiantes de pregrado pertenece a los estratos 1 y 2, es decir, más de 517.000 jóvenes que enfrentan diariamente limitaciones económicas extremas. Muchos de ellos se ven obligados a abandonar sus estudios no por falta de capacidad académica, sino porque no pueden costear su alimentación.

Para el representante a la Cámara Julián David López, autor y ponente del proyecto, el PAU es una herramienta esencial para garantizar el derecho a la educación. “Este programa no es un complemento, es una necesidad estructural para asegurar que nuestros jóvenes permanezcan en las aulas y puedan rendir académicamente”, afirmó el congresista caucano.

Más presupuesto, pero menos acceso

El informe de ponencia presentado por López pone sobre la mesa una contradicción inquietante: mientras el presupuesto para las universidades públicas aumentó un 23% en 2023, el número de estudiantes apenas creció un 3%. La razón no es otra que el impacto de las condiciones socioeconómicas sobre la permanencia y el acceso educativo.

Muchos jóvenes no se retiran porque no quieran estudiar, sino porque no tienen cómo comer, cómo transportarse, cómo sobrevivir mientras estudian”, denunció el representante.

Alimentación digna como derecho

El Programa Nacional de Alimentación Universitaria contempla dos modalidades para garantizar el acceso a alimentos: platos servidos en comedores subsidiados en su totalidad y bonos alimentarios para estudiantes de universidades que no cuenten con infraestructura de comedores.

Además, se establece un enfoque diferencial para priorizar a estudiantes gestantes, en lactancia, víctimas del conflicto armado, personas con discapacidad y miembros de grupos étnicos.

El costo anual estimado del programa es de 770.338 millones de pesos, menos del 1% del presupuesto general del Ministerio de Educación para 2025. Para López, se trata de “una inversión social indispensable si queremos garantizar igualdad de oportunidades”.

Beneficios más allá del aula

El PAU no solo busca combatir el hambre, sino también fomentar una economía rural justa. El proyecto obliga a las universidades a priorizar la compra de alimentos a pequeños productores locales, asociaciones campesinas y comunidades agrícolas, reduciendo intermediarios y fortaleciendo la soberanía alimentaria del país.

Asimismo, la iniciativa contempla la implementación de educación nutricional, menús balanceados, estándares de calidad y sistemas de monitoreo y evaluación, lo que convierte al PAU en una política pública integral, enfocada en dignificar la vida estudiantil.

La decisión está en el Congreso

El debate legislativo que hoy se desarrolla no es uno más: tiene el potencial de transformar la vida de cientos de miles de jóvenes colombianos. Si el Congreso aprueba esta ley, el PAU podría convertirse en uno de los avances sociales más importantes de los últimos años, garantizando que el hambre no siga siendo una barrera para el acceso y permanencia en la educación superior.

No se trata solo de ofrecer comida. Se trata de darle a cada estudiante la posibilidad real de cumplir sus sueños sin que el hambre los saque de la universidad”, concluyó López.

La pelota está en el campo del legislativo. El país espera una decisión que ponga a la educación y a la dignidad humana por encima de la indiferencia.

«Los jóvenes no creen en los partidos políticos», revela estudio de FESCOL

Un estudio de la Friedrich-Ebert-Stiftung Colombia (Fescol) que se hizo en varios países de América Latina revela que los jóvenes en esta parte del mundo enfrentan problemas relacionados con la inseguridad, consumo de estupefacientes, acceso a un empleo digno y a educación superior.

La encuesta se hizo con un universo de 20 mil personas en América Latina, incluido Colombia con una muestra de 2000 jóvenes entrevistados, donde muchos de estos respondieron que, aunque creen en la democracia, no confían en los partidos políticos.

 

De acuerdo con la encuesta solo 20,1% manifiestan participar en discusiones políticas, pero a través de las redes sociales o blogs digitales. Un 13,6% aseguran estar en asuntos de voluntariado a de actividades través de organizaciones de la sociedad civil. Un 19,2% asegura que hicieron parte de alguna manifestación o protesta.

De todos los jóvenes encuestados tan solo un 24% estuvieron en procesos de recolección de firmas para apoyar procesos de revocatoria de mandato, consulta popular, presentación de proyectos de ley.

Esta población considera que la pobreza, el desempleo y la falta de acceso a derechos como la salud y la educación, son los problemas que deben enfrentar en mayor medida.

Descargue la encuesta completa:

Encuesta fescol by Confidencial Colombia

Claudia López bautiza a su movimiento con el nombre de Imparables e inicia la recolección de firmas que respalden su candidatura

La exalcaldesa de Bogotá y exsenadora, Claudia López, inscribió el comité de recolección de firmas del movimiento ciudadano Imparables, con el que espera recoger el apoyo de los colombianos para de esta manera aspirar a la Presidencia de la República.

“El movimiento Imparables representa a la mayoría de los colombianos que quieren vivir de su talento, a los que entienden la importancia del trabajo digno y la inversión privada, quieren mejorar la educación, recomponer el sistema de salud y recuperar la seguridad en las ciudades y las regiones”, explicó López Hernández.

 

Con este movimiento, Claudia López, iniciará su campaña política para llegar a la Casa de Nariño en 2026 en reemplazo del presidente Gustavo Petro. Esto, por quedar sin partido político tras su renuncia irrevocable a la Alianza Verde.

La exalcaldesa de Bogotá iniciará una gira por todo el país con la que espera llegar a las principales ciudades para dialogar con la gente y explicar sus ideas de país.

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Fuerte crítica de Alejandro Ocampo a las firmas encuestadoras

El representante a la cámara, Alejandro Ocampo, hizo fuerte crítica al Consejo Nacional Electoral por que según él, el organismo de control electoral no está ejerciendo la suficiente vigilancia a las firmas encuestadoras.

“El país merece encuestas limpias, no manipuladas. Hoy vemos cómo algunas encuestadoras influyen en la opinión pública al servicio de intereses políticos y económicos, sin ningún tipo de control riguroso. Y el CNE está cruzado de brazos”, afirmó Ocampo.

 

Según denunció el congresista, «un análisis reciente evidenció irregularidades graves en el
manejo y publicación de encuestas en la plataforma oficial del CNE donde se puede observar encuestas duplicadas o desactualizadas; errores en los nombres de las firmas encuestadoras; falta de información clave sobre las muestras y las metodologías y ausencia total de algunas encuestas en el registro público.

“Estamos hablando de un riesgo real para la democracia. Estas encuestas pueden mover votos, distorsionar percepciones y favorecer candidaturas de forma fraudulenta”, advirtió el representante del Pacto Histórico.

Ocampo propuso una reforma inmediata y profunda en la regulación de las encuestas de carácter político, que incluya: auditorías externas e independientes, sanciones ejemplares a firmas que incumplan la ley, creación de una Veeduría Ciudadana de Encuestas y vigilancia especial a las encuestas publicadas en redes sociales y portales de opinión.

“Una democracia sin encuestas confiables es una democracia a oscuras. No podemos permitir que las mediciones amañadas se conviertan en herramientas de manipulación electoral”, concluyó Ocampo.

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¿Estamos confundidos?

Los extremos políticos buscarán ser protagonistas de primer orden con o sin políticas públicas serias en beneficio del ‘pueblo’ antes y durante el vigoroso calendario electoral del 2026 especialmente para Cámara de Representantes, Senado, y en su máxima expresión, la presidencia de la Republica. En ese juego entrará el poder del voto ciudadano, que, siendo honestos, para los políticos profesionales son importantes solamente cuando se ‘prende’ una contienda tan ‘caliente’ como la que están empezando a sentir Colombia y los colombianos.

A propósito de los extremos ideológicos, no deja uno de percibir como la izquierda y derecha en sus máximas expresiones vienen absorbiendo cotidianamente los titulares de prensa tradicional y digital con la disculpa de las controvertidas reformas sociales (laboral, salud, pensional), que se vienen colgando en los acalorados debates o sin ser aprobadas por las correspondientes comisiones en la Cámara de Representantes, decisiones matizadas por la agresividad, los insultos y provocaciones de los senadores incluso del mismo presidente, Gustavo Petro.

 

Teorizo que con el paso de los días y la cercanía a las fechas de elecciones del Congreso, que se llevarán a cabo el 8 de marzo de 2026, según la Registraduría Nacional, los candidatos cercanos al primer gobierno de izquierda en la historia política nacional seguirán cazando impactantes y publicitarios enfrentamientos con los aspirantes de la denominada extrema derecha para estratégicamente con sus discursos populista adelantar campañas mediáticas que les permitan visibilizarse entre la opinión pública y ser ungidos como ‘padres de la patria’. El juego extremo comenzó.

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Lo más paradójico de todo esto es que, en su verborrea populista, cada lado del ‘tinglado’ ideologizado buscará, como lo vienen haciendo, obtener en la Cámara y en el Senado la mayor cantidad de curules para ir a la efectiva con las mayorías en el Congreso, lo cual les permitiría acaparar sin pudor la mayor cantidad de votos en sus respectivas regiones, lo que en teoría electoral, les abriría la gran posibilidad de poner presidente (elecciones de presidente y vicepresidente el 31 de mayo de 2026). No me cabe duda de que este es el plan de las directrices extremas y sus candidatos, lo que hace presumir una larga, agresiva y viva contienda electoral.

Todo ese arsenal electoral tiene validez porque siendo coherentes, la democracia participativa de todas las líneas ideológicas con sus candidatas y candidatos, lo mismo que participación de adeptos y apolíticos en las urnas significa palabras más palabras menos que el ambiente de libre elección sigue vivo aunque sea en medio de un ambiente brusco entre los ‘padres de la patria’, que se hace tendencia en redes sociales y la televisión por los enfrentamientos cara a cara y las arengas de grueso calibre incluso dentro de las mismísimas instalaciones del Congreso. En honor a la verdad, quedamos confundidos.

Confundidos a causa del individualismo exagerado del aspirante, el partido o la línea ideológica que cabalgan sin pena en busca de una curul y más adelante apoyar el proyecto político de su gusto para las presidenciales o seguir consolidando el actual gobierno por encima inclusive de las normas constitucionales. Para estos genios de la ‘cosa política’ criolla solamente importa el poder y los egos doctrinales por encima de las necesidades del denominado ‘pueblo’, o mejor, de ese ciudadano arriesgado a votar por un proyecto político o figura pública presuntamente dispuesta a mejorar su calidad de vida y un mejor futuro. Mamola!, dijo un tradicional político Liberal.

No me cabe duda que a la mayoría de los políticos con ideologías extremas o partidos tradicionales poco les interesa el bienestar de sus electores. Para la muestra el botón del Derecho a la Salud digna como es la entrega de medicamentos, la consecución urgente de una cita a un médico especialista, la seguridad del ciudadano en todo su contexto, la prestación incuestionable de los servicios de agua, gas y energía, y otras tantas necesidades de primer orden para el colombiano de a pie. Ese mismo que con su poderoso voto apoltrona a sus figuras en altos cargos públicos.

“El estilo de gobernanza, el cambio brusco y esporádico de ministros, las formas estratégicas de comunicación gubernamental, el desorden para legislar leyes y la caída de reformas sociales tiene al pueblo aturdido, agotado y confundido”, aclararon especialistas en Ciencias Políticas en el programa Hora 20 (@Hora20) de Caracol Radio (@CaracolRadio).

Yo me temo que miles de compatriotas (incluso seguidores del Gobierno Petro) darán un paso al costado ad portas de las elecciones del 2026 ante los constantes desaciertos de su máximo líder y su proyecto político del Pacto Histórico. Paralelamente, y producto del fuerte agite electoral, otros buscarán liderazgos alineados con sus necesidades más próximas o en caso contrario entrarán a formar parte de esa gran estadística de abstencionistas, hecho agridulce para la democracia participativa. Candidatas y candidatos es hora de pensar en el votante, es hora de dejar a un lado los egos doctrinales, es hora de menos discurso extremista para ganar adeptos y es hora de gobernar con decencia a cambio de generar más confusión.

Edgar Martínez Méndez