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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Recesión económica

Alemania continua en recesión económica

Foto: Europapress

El producto interior bruto (PIB) de Alemania registró en el cuarto trimestre de 2024 una contracción del 0,2%, frente al crecimiento del 0,1% en los tres meses anteriores, según ha confirmado la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

 

De este modo, Alemania registró en el conjunto de 2024 una contracción del 0,2%, lo que implica que la mayor economía europea encadena dos años consecutivos en recesión, después de la caída del 0,3% observada en 2023.

Entre octubre y diciembre de 2024, las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron considerablemente (-2,2%) en comparación con el tercer trimestre de 2024, lo que supone la mayor disminución de las exportaciones desde el segundo trimestre de 2020, mientras que las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 0,5%.

Asimismo, en el cuarto trimestre de 2024, las tendencias de inversión fueron divergentes, ya que la formación bruta de capital fijo en maquinaria y equipo disminuyó un 0,3% respecto al trimestre anterior, mientras que la formación bruta de capital fijo en la construcción aumentó un 1%.

En general, la formación bruta de capital fijo fue un 0,4% mayor que en el tercer trimestre de 2024.

De su lado, el gasto de consumo final registró un aumento intertrimestral (+0,2%), y el crecimiento del gasto de consumo final del Gobierno (+0,4%) superó al del gasto de consumo final de los hogares (+0,1%).

La oficina estadística germana ha señalado que las principales economías de la Unión Europea (UE) también se desaceleraron en el cuarto trimestre de 2024, con la salvedad de España (+0,8%), mientras que los Veintisiete registraron un crecimiento del 0,2%. Sin embargo, el PIB de Italia se estancó (0%) al cierre de 2024 y Francia despidió el año con una caída del PIB (-0,1%).

En el caso de Estados Unidos, la economía creció un 0,6% respecto al trimestre anterior y un 2,5% respecto al cuarto trimestre de 2023.

Desaceleración del consumo pone en jaque a comerciantes en diciembre

Diversos factores hoy tienen en jaque el consumo de los hogares en vísperas del mes más comercial del año. La Navidad, lejos de ser la época de las “vacas gordas”, se verá impactada por un nerviosismo económico que posiblemente hará que los ciudadanos se aprieten el cinturón y disminuyan sus compras en diciembre.

No ha sido un año fácil para el comercio. Las razones se explican inicialmente por el impacto negativo que sufrió la economía como consecuencia de la pandemia y que, pese a la reactivación de todos los mercados desde el segundo semestre de 2021, los comerciantes aún sienten el coletazo del control de precios que en su momento se dio para responder a una demanda baja y que, aunque han pasado casi dos años, aún sigue afectando las ventas.   

 

Otro indicador para tener en cuenta son las elevadas tasas de interés que aún mantiene el Banco de la República en 13,25 % y que ha generado que los colombianos tengan que pagar un interés más alto a los bancos por los préstamos de libre inversión, compra de vehículo o vivienda, entre otros, limitando su capacidad de endeudamiento y reduciendo su disposición para realizar compras a crédito. No obstante, vale resaltar el hecho que la tasa de usura haya registrado una caída por séptimo mes consecutivo, ubicándose en noviembre en 38,28 %, beneficiando especialmente las compras con tarjeta. Sin embargo, parece que esta buena noticia tampoco ha sido suficiente para equilibrar la balanza.   

El tipo de cambio ha sido otro factor que ha incidido negativamente en el consumo. ¿Por qué? Al sufrir un efecto de depreciación del dólar contra el peso colombiano, esto ha causado que el valor de las materias primas e insumos aumente, impactando directamente el bolsillo de los consumidores finales.

Finalmente, la Reforma Tributaria también dejó en jaque al comercio. Hoy su impacto es leve, pero el próximo año con la subida de algunos precios será más fuerte; asimismo, el desempleo, que según el DANE se ubicó en septiembre en 9,6 % en las 13 ciudades y áreas metropolitanas, pese a que ha bajado, aún continua alto, más aún si se tiene en cuenta que cada día más personas se encuentran en la informalidad, 43% para ser exactos. Vale resaltar que, mientras haya más colombianos pasando de un trabajo formal a uno informal o a la inactividad laboral, esto nos puede llevar a una recesión económica, afectando de manera considerable la capacidad productiva del país.

Y, cómo olvidar una inflación que en octubre cerró en 10,48 %, un indicador que, pese a que continúa bajando muy lentamente, aún no logra llegar a un digito, cifra que además nos muestra el poder adquisitivo del peso colombiano ya que los productos bienes o servicios se han encarecido más que hace un mes y más que hace un año.

Consumo pasa raspando y estuvo muy cerca de perder el año

En esta materia como académico puedo darle una calificación al comportamiento del sector comercio de 3.3 sobre 5.0.

En porcentaje, dada la coyuntura económica es claro que los hogares tendrán que superar un periodo de condiciones financieras exigentes por la alta inflación, el desempleo y por unas mayores tasas de interés, entre otros factores. En resumen, según el DANE, el gasto tuvo una caída en el tercer trimestre del año de 3,2 % en comparación con el mismo periodo de 2022. De hecho, el Banco de la República informó recién que las industrias manufactureras (6,2 %), el comercio (3,5 %) y la construcción (8 %) fueron los rubros que más cayeron. 

Al hacer una proyección de cara al primer trimestre de 2024, como buen optimista espero que el consumo comience a generar mejores resultados, esto a raíz de unas tasas de interés más bajas y a una inflación que continuará disminuyendo, causando con ello una mayor confianza en la inversión extranjera. Igualmente, un aumento moderado del salario mínimo y un comportamiento positivo de la economía global, también podrían ser causales para incentivar un mayor consumo de los hogares colombianos.

Por: Carlos René Jiménez Castañeda

Profesor Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas

Universidad de San Buenaventura

¿Recesión económica en 2023?

Pareciera que toda gira en torno al desarrollo de ciclos en la vida, a completos movimientos, altibajos, la economía no es la excepción, ya que existen ciclos donde hay crecimiento, pero también hay momentos de ciclos negativos con decrecimientos, incluso con recesión. Las condiciones pareciesen vislumbrar una posible recesión en el 2023 que está a la vuelta de la esquina, pero con el paso de los meses, varios analistas, organismos multilaterales e incluso algunos gobiernos, ya no hablan de recesión, pero sí de una desaceleración del crecimiento, lo cual no es tan negativo, pero sigue prendiendo las alarmas en el mundo, lo cual a su vez trae como consecuencia cambios en los comportamientos de los consumidores, inversionistas, gobiernos y bancos centrales, que consecuentemente terminan afectando el ciclo económico actual y  proyecta el ciclo futuro para el 2023.

Hace poco se presentó informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE, donde de una forma muy conservadora, cambiaron las proyecciones de crecimiento para este año y el 2023. Señaló de inmediato sobre la gran desaceleración económica para el siguiente año, haciendo énfasis del fenómeno en Europa. Este mismo grupo había logrado un crecimiento económico en el año 2021 del 5.9%, se atreve a manifestar que no habrá recesión, pero sí una desaceleración

 

Pronostica la OCDE que el crecimiento económico mundial será este año al cerrar del 3.1% y para el 2023 sería del 2.2%, incluso llegan a arriesgarse a predecir el 2.7% de crecimiento para el 2024. Para Estados Unidos se proyecta un crecimiento este año del 1.8% y para 2023 del 0.5%. En la Zona Euro también se pronostica un crecimiento en el 2023 del 0.5%, y para este año del 3.3% La desaceleración, mas no una recesión, parece ser el común denominador de este análisis.

Pronósticos muy optimistas, pero más aterrizados que los pronósticos de recesión casi que aceptada por la mayoría unos meses atrás. Este nuevo análisis lo hacen incluso ante factores que siguen vigentes amenazando la llegada de esa misma recesión, como la subida de tasas de interés a nivel mundial, la misma inflación global, y por supuesto, la guerra de Rusia contra Ucrania.

No pronosticar una recesión, pero sí proyectar un período de tiempo de no crecimiento, sino al contrario un decrecimiento es producto de varias políticas en favor de aumentar la productividad, pero que a su vez pueden contradecirse con la disminución del consumo a nivel mundial, y el cambio a comportamientos más conservadores para consumidores e inversionistas.

Todo este conjunto de 38 países, los cuales pertenecen a la OCDE, cree que esta desaceleración mundial puede afectar las economías de una manera no igualitaria, es decir, Europa sería la más afectada, debido a la guerra de Rusia en Ucrania que afecta la actividad del comercio y ha provocado un gran aumento en todos los precios de la energía.

Con base a esto, la OCDE sigue considerando una buena medida que los bancos centrales continúen con su estrategia de elevar las tasas de interés, esto en teoría, desacelera el consumo y ayuda a bajar los precios de la canasta familiar. Pero sigue siendo una aparente contradicción, porque bajar el consumo, precisamente puede llegar a desactivar la economía, tema del cual ha alertado ya el gobierno colombiano ante estas medidas del banco de la república, quienes en varias ocasiones este año han subido las tasas con este fin. Es un riesgo, sí, pero es necesario.

Organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional – FMI, concuerdan con la estrategia del aumento de tasas de interés, pero otros como el mismo Banco Mundial, el cual pienso se alinea con el pensamiento del actual gobierno colombiano en ese sentido, dicen que se deberían optar por políticas que se enfoquen en el aumento de la producción, no tanto en las que fomentan reducir el consumo.

Estos reportes de optimismo plantean entonces la discusión sobre si es bueno seguir o no subiendo las tasas de interés desde los bancos centrales de cada país.  A su vez, cambian las perspectivas de consumidores e inversionistas para este 2023. En Colombia, por ejemplo, ya lo planteó el presidente Gustavo Petro, quien es un convencido de irse más por el fomento o estímulo a la producción, contra la subida de tasas para desestimular consumo previniendo la inflación. Él comenta que las tasas de interés incrementadas en Colombia, servirán de correa de transmisión de la recesión mundial al interior de la economía colombiana, palabras textuales del presidente.

No dejan de ser señales de alerta, también son una gran crítica del gobierno hacia el Banco Central, ya que es prudente ver todo el contexto económico mundial para esta toma de decisiones. Pero a pesar de todo, estas perspectivas son positivas, la palabra recesión para el este 2023, comienza a alejarse, más aún persiste la desaceleración. El Banco de la República prevé un leve crecimiento en Colombia del 0.7% para el otro año, mientras que el FMI prevé un 2.2%, Fedesarrollo en su encuesta entre los consultados, pronostican un crecimiento entre el 1.8% y el 2,9%.

El mismo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hace poco manifestó que no piensa que haya una recesión, pero que, si la hay, será pequeña, piensa que talvez se retrocederá, pero muy poco, allá también han subido las tasas de interés. Y como dicen por ahí, sí, el palo no estará para cucharas, pero poco a poco las perspectivas van cambiando hacia un mejor horizonte económico en este cercano 2023.

El fantasma de una recesión mundial asusta a los mercados

Las abultadas caídas en los índices bursátiles del pasado viernes están teniendo continuidad este lunes con el desplome de las bolsas en Asia (las caídas en Asia han superado el 3%) y de buena parte de los activos de riesgo. El mercado está empezando a descontar una acción más dura por parte de la banca central para intentar detener una inflación que se está mostrando irreductible y amenazante, tal y como reveló el dato de inflación de EEUU el pasado viernes. A todo lo anterior se le une la extensión de algunos confinamientos en Shanghai y la posibilidad de nuevas actuaciones en China para frenar la expansión del covid.

Los analistas de Oanda explican que el viernes negro de la semana pasada «se está convirtiendo en un lunes negro». La posible activación del freno de emergencia de la banca central (para contener la inflación) y los riesgos que provienen de China también están lastrando a los mercados. Las bolsas europeas han abierto con descensos que superan el 1%, dando continuidad a la drástica corrección del pasado viernes. Los analistas técnicos avisan del peligro de esta situación y abren la puerta a mayores caídas de las bolsas.

 

«Los futuros de los índices bursátiles de EEUU continúan con su liquidación esta mañana, el petróleo sigue cayendo, el dólar estadounidense sube con fuerza y los mercados bursátiles asiáticos han recibido una fuerte presión de venta». El lunes negro está servido, según estos expertos.

La inflación, lejos de moderarse, sigue mostrando una fortaleza imprevista que está atemorizando a los inversores y, probablemente, a la banca central. Esto último resulta clave, puesto que tras el sorprendente dato de IPC en EEUU el pasado viernes (se situó en el 8,6%), las expectativas de los mercados sobre las subidas de tipos se han disparado.

En el caso de EEUU (la Fed se reúne esta semana y podría subir los tipos en más 50 puntos básicos), los mercados ya ven los tipos de interés en el 3,3% para finales de 2022, lo que supondrá una subida de más de 200 puntos básicos en las pocas reuniones que quedan. Los peores temores se están confirmando: la banca central podría echar el freno de mano para intentar poner coto a una inflación que ha ido demasiado lejos y que empieza a afectar a las expectativas. Por su parte, el mercado espera que el BCE lleve el precio del dinero hasta el 1% a finales de este año, frente al 0,75% que se esperaba hace solo unos días.

La banca central aprieta

La semana en los mercados estará protagonizada por las reuniones de varios bancos centrales. Tras el endurecimiento del mensaje por parte del Banco Central Europeo, este miércoles se reúne la Fed, el jueves será el día del Banco de Inglaterra y del Banco Nacional Suizo, mientras que el Banco de Japón tendrá turno para el viernes. Se prevé que el tono de los institutos monetarios siga endureciéndose (más subidas de tipos y menos estímulos) para enfriar la economía y los precios.

El mercado descuenta una acción casi sin precedentes de la banca central para evitar que la inflación se enquiste, y ello está ‘destrozando’ el sentimiento de los inversores. Una subida de tipos de interés tan drástica y rápida afectará, sin duda, a la inversión y el consumo, acercando al mundo a la próxima recesión. Los gestores ya advertían hace unas semanas de que un endurecimiento brusco de la política monetaria era uno de los principales riesgos para la economía.

Los precios de las acciones reaccionan con drásticas caídas. Tras los desplomes de los índices en Asia, las bolsas en Europa también se han teñido de un rojo intenso. En la deuda, el comportamiento es de auténtico risk-off (aversión al riesgo). El rendimiento del bono español (ya rebasa el 2,8%), italiano o portugués sube con intensidad, mientras que la deuda alemana se convierte en refugio (cae el interés y sube el precio).

Desde IG señalan que no haber reducido la deuda cuando había crecimiento económico, gastando más de lo que se ingresaba, supone que en épocas de tensionamiento de los tipos de interés las cosas se compliquen para estos países y gobiernos.

La prima de riesgo del bono español se sitúa en los 130 puntos, la de Grecia en los 285,8 puntos, la de Italia en los 239,7 y la de Portugal en los 131,6. De los denominados PIIGS en la última crisis de deuda, Irlanda ya no está dentro de los países derrochadores y tras un cambio completo en sus políticas en los últimos años, mejorando su situación financiera, ahora la prima de riesgo se sitúa en los 68,9 puntos, señalan desde IG.

Tal es el movimiento, que hasta la propia banca (principal beneficiada de la subida de los tipos de interés) está comenzando a sufrir fuertes caídas en bolsa. El miedo a una nueva recesión y a unas condiciones financieras muy duras puede con las expectativas de unos márgenes de intermediación superiores. Una recesión dañaría los balances de la banca a través de un incremento de la tasa de mora. Las cotizaciones de los bancos están cayendo a plomo en este lunes negro. BBVA, Santander o CaixaBank se dejan más de un 2% en el Ibex 35, por ejemplo.

Con información de ElEconomista.es