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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Reforma a la salud

Cesar Gaviria dice Si a los cambios en la salud, pero No así

El expresidente y director único del Partido Liberal, Cesar Gaviria Trujillo, prepara un documento en el que pide a su bancada no permitir cambios que arrasen el actual sistema de salud colombiano.

Gaviria pidió a los 46 congresistas del Partido Liberal que permitan que el Gobierno de Gustavo Petro “arrase” el sistema de salud, sino que se fortalezca y se mejoren sus puntos grises. “No hay que arrasar, hay que fortalecer”.

El exmandatario considera que las entidades prestadoras de salud no deben desaparecer y que más bien se debe procurar por mejorar las condiciones del personal de salud, clínicas y hospitales. Así misma estima que el texto debe socializarse muy bien con todos los sectores de la sociedad colombiana y dar más espacio a la deliberación.

La reforma a la salud se presentará a consideración del legislativo durante las sesiones extras que iniciarán en el mes de febrero, una vez se cumpla la socialización.

 

Reforma a la salud se debatirá en sesiones extras

El Gobierno Nacional confirmó, luego de finalizar un consejo de ministros que tuvo lugar en Villa de Leyva el reciente fin de semana, que el proyecto de reforma a la salud será presentado a consideración del Congreso de la República en las sesiones extras que iniciarán el próximo 6 de febrero.

Antes de ser llevada a debate en el legislativo, el Gobierno socializará el texto con la ciudadanía y la comunidad médica. La iniciativa estará centrará en la garantía necesaria de la salud como un derecho fundamental, el incremento del acceso, los modelos de transición hacia un nuevo sistema y la adopción de medidas para la mejora de indicadores de vida, a través de la atención primaria”.

Se pondrá especial atención en el papel que jugarán las entidades promotoras de salud (EPS). De acuerdo con la ministra de Salud, estas podrían seguir participando en el sistema, transformándose en IPS, es decir, como prestadoras del servicio.

En el encuentro se decidió además que durante la siguiente legislatura tendrán especial interés la reforma agraria, la infraestructura y educación gratuita, el Ministerio de la Igualdad, renta básica para madres cabeza de familia, vías campesinas y prevención en salud, entre otros”.

 

 

David Racero convoca a dialogar a los gremios y asociaciones de la salud

El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, convocó a un diálogo a los gremios y asociaciones del campo de la salud para conocer y socializar  las necesidades más importantes de la reforma.

Desde su cuenta de Twitter manifestó: “La reforma a la salud tiene como objetivo garantizar el derecho a la salud contemplado en la Constitución fortaleciendo la prevención y atención primaria. Mejorando oportunidad y atención y superando el despilfarro y la corrupción”.

Racero considera importante iniciar este proceso de dialogo a más tardar la próxima semana:

“Como presidente de la Cámara, abro las puertas a todos los gremios y asociaciones del campo de la salud para que dialoguemos y sigamos el camino de la concertación que ha invitado el presidente Gustavo Petro”.

Reforma a la salud: ¿cara o sello?

Hablar de una reforma a la salud parece haberse vuelto un “lugar común” para hacer política desde hace varios años y, al mismo tiempo, parece situarnos en una falsa dicotomía de cara o sello, sistema público o privado, sin dejarnos pensar en otras alternativas.  En este sentido, existen dos preguntas fundamentales a hacerse: ¿se necesita una reforma estructural al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) y de requerirse ¿qué clase de reforma debería formularse?

Comencemos por la primera pregunta.  Si bien es cierto, nuestro sistema de salud está lejos de ser el “uno de los peores del mundo,” es igualmente cierto que a la par de enormes conquistas sociales como la protección financiera que brinda a las personas —en Colombia el gasto de bolsillo es tan solo del 15% del total, es decir, lo que las personas tienen que financiar de manera particular luego de contribuir con impuestos de distinta naturaleza al sistema de salud— y la cobertura universal, existen bolsillos de mal desempeño y resultados en salud no deseados en algunos grupos de la población usuaria del mismo.  Por ejemplo, desde 2005 se observa un aumento prácticamente sostenido de Tasa de mortalidad por Cáncer de Mama de la mujer y la cobertura de Recién Nacidos con Sífilis Congénita y Tratamiento Terminado nunca ha superado un vergonzoso 64,7%. La respuesta a esa pregunta es, entonces, que nuestro sistema de salud sí requiere el repensarse ciertos elementos estructurales, a través de una reforma.

Ahora bien ¿lo anterior quiere decir que debemos retornar a un sistema Estatal controlado por las Secretarías de Salud o redes hospitalarias públicas? Sin duda, en este momento sería un error casi demencial hacerlo por tres razones fundamentales —las circunstancias cambian con el tiempo y es posible que, en algunas décadas, otro sea el escenario—. La primera de ellas, es que a pesar de que Colombia es un país de medianos ingresos y de gastar un aceptable 7,5% del PIB en salud —85% siendo gasto público—, proporciona un paquete de beneficios mucho más amplio que países con gastos en salud muy superiores.  En otras palabras, el arreglo actual de nuestro sistema, con agentes como las EPS que gestionan el riesgo en salud, ha logrado un nivel de eficiencia tal, que con relativos pocos recursos otorga muchos más servicios que otros sistemas con mayor financiamiento.  La segunda razón es que, como lo vemos en tantos otros temas de la agenda nacional, nuestra institucionalidad en salud es muy débil y no solo está muy distante de contar con las capacidades técnicas mínimas para gestionar la salud de 50 millones de personas, sino que en algunos casos es proclive a hechos serios de corrupción. Por último, la tercera razón es que el sector privado en salud en el país es vigoroso; es uno de los sectores más importantes de la economía y, también, ha permitido traer tecnología, formar recurso humano y expandir capacidades que, de otra forma, habría sido muy poco probable hacerlo.

Así que la segunda respuesta implica una reforma en salud que esté basada en cuatro pilares fundamentales: primero, solucionar las brechas de mal desempeño del sistema, en salud pública y en los grupos de riesgo de enfermedades crónicas de alta complejidad, como el cáncer y las enfermedades huérfanas, lo que implica darle mayores capacidades en lo primero a los territorios y estrategias unificadas para intervenir a las comunidades. Segundo, fortalecer las capacidades de rectoría y coordinación de la gestión del riesgo en salud del Gobierno Nacional y las Entidades Territoriales, a través de una perspectiva de agencia técnica en salud, lejos de la politiquería.  Tercero, desarrollar una política a largo plazo de evolución del sistema de salud, innovación y financiamiento sostenible —con mecanismos innovadores como bonos de impacto social en salud, por ejemplo— y, cuarto, revitalizar la red pública hospitalaria de los territorios dispersos, por medio de subsidios a la oferta condicionados a indicadores de calidad y resultados en salud.

A esto es lo que he denominado “la tercera vía para reformar el sistema de salud,” la cual promueve la creación de nuevos arreglos institucionales dentro del propio sistema, algunos de ellos colaborativos y no competitivos, como en la baja complejidad de atención, mientras que otros el incentivo a la competencia por calidad, como podría suceder en la alta complejidad.  Esto es una propuesta para discutir, la cuestión es ¿qué clase de debate tendremos cuando la ministra de salud, por fin, presente la ansiada reforma a la salud ante el Congreso? La sociedad civil está haciendo un llamado enérgico para que la reforma se analice y estructure muy cuidadosamente, sin sesgos doctrinarios, porque de otra manera, las consecuencias sobre la vida de las personas, de todos nosotros, pueden ser dramáticas. Solo espero que el Presidente acoja el llamado de un sector que, hasta el momento, no se ha sentido escuchado por su Minsalud y direccione el futuro de este sistema hacia una reforma basada en el conocimiento moderno de cómo gestionar el riesgo en salud eficientemente y con sostenibilidad financiera para así, garantizar este derecho fundamental a la salud y cumplir asertivamente con su anhelo de una transformación social bien diseñada.

 

Germán Escobar Morales.

Una administración de anuncios y nada más

Termina el año, con dos Ministerios de Salud antagónicos entre sí.  El primero, enfocado en la evidencia, terminó de sortear exitosamente el reto de salud pública más grande que haya tenido el mundo y el país en el último siglo, así muchos estén obsesionados por hacer creer lo contrario —con base en chismes y especulaciones—. El segundo, con un alto sentido social, pero carente de método, estructura y capacidad técnica.

De la actual administración, solo hemos visto anuncios sin contenido: una reforma a la salud, cuyo texto nunca llegó, al menos en este año; un Modelo Preventivo Predictivo que a última hora resultó ser un “programa” sin lineamientos para su implementación; un ajuste al Plan Decenal de Salud Pública 2022-2031 que no se ha dado; unas vacunas contra la viruela símica donadas que nunca llegaron; un cierre financiero del sistema de salud, que no se dio, basado en un promedio que nadie nunca entendió; un Plan de Salud Rural y un Plan de Enfermedades Huérfanas que nunca se expidieron, aún estando listos para ello; una Pandemia que no ha concluido y ni hablar de la vacunación Covid-19 que no aumentó su ritmo y cobertura; la lista continúa.

De lo más significativo, es el mencionado programa Preventivo Predictivo, que con bombos y platillos se lanzó en Aracataca en un evento multicolor lleno de simbolismos inconexos, y con el propio Presidente, que sin duda, no sabía que lo llevarían a anunciar algo que no tiene ni pies ni cabeza.  Un programa sin lineamientos técnicos, sea por Resolución —lo más idóneo— o por documento guía, para que los múltiples agentes entiendan sus responsabilidades y líneas de acción al respecto, y por tanto, se pueda implementar mínimamente bien en los distintos territorios.  Más aún, los mismos son condición sine qua non para hacerle un adecuado seguimiento al uso de los recursos públicos de todos los colombianos —a todas éstas ¿y dónde está la Contraloría? —. Lo más triste es que, cuando se le preguntó a la Ministra Corcho por esto, con tono de burla exclamó que estaba preocupada por la realidad, no por documentos ¡Cuánto menosprecio por la función pública, la transparencia y la rendición de cuentas ciudadanas!

En cuanto a la Pandemia y la vacunación Covid, parece que el Ministerio de Salud “no tiene velas en ese entierro,” y sí, parece el entierro de la rectoría sobre el sistema de salud. Lo único que vimos fueron tímidas declaraciones sobre el papel de las EPS para vacunar, asumiendo que un problema de salud pública como éste no es de competencia de esa Cartera.  Irónicamente, en el empalme, las personas que luego formarían la administración, pedían extender la emergencia sanitaria —incrédulos del enorme costo fiscal que eso representaba para el sistema, el mismo hueco financiero que no han podido subsanar, aun sin esa extensión— y argumentaron que “era necesario aumentar el ritmo de vacunación;” bueno, no solo no lo lograron, sino que tampoco expidieron ningún instrumento de política para ello.

Y, por último —solo para dejar de atiborrar de desaciertos esta columna—, queda el sinsabor de una reforma a la salud que pareciera anticiparse con medidas de facto como “provocar una crisis” —palabras textuales de la Ministra— financiera en el sector, pero que de fondo nadie conoce.  Este año nos deja solo unos mensajes incoherentes como que las EPS no se acabarán, pero se convertirán en redes de prestadores, o que los gremios participarán de formular la reforma, pero en una mesa de transición —es decir, en la implementación de la reforma, no su construcción—, esto último celebrado por el aseguramiento, posiblemente con algo de vergüenza sobre el pobre desempeño histórico de varias EPS.

En fin, es mejor terminar el año con los famosos rituales, creo que comeré 12 uvas por el sistema de salud y para que el Presidente se percate y enderece este sector tan importante para sus propósitos sociales.

Germán Escobar Morales.

“No se ha pensado en estatizar la salud”: Roy Barreras

El presidente del Senado, Roy Barreras, tras una reunión con diferentes representantes del sector salud, aseguró que no se ha pensado ni se ha contemplado la posibilidad de estatizar el sistema de salud en Colombia y que el proyecto de reforma a la salud que se presentará en el mes de febrero, implicará una transición.

“Espero que diálogos como el acabamos de sostener permita que esta reforma sea consensuada, que se construya sobre lo construido y que responda a las necesidades de los colombianos que hoy no tienen calidad en la prestación de salud”.

Según Barreras, el futuro de las EPS está en discusión y que la red de prestación de servicio público y privada seguirá funcionando.

La ministra de Salud, Carolina Corcho insiste en su idea para que las EPS se conviertan en redes de prestación de servicio, por lo que el presidente del senado pide un acuerdo sobre el tema para que la reforma que se va a tramitar sea viable.

Los temas de prevención en salud serán responsabilidad del Estado y se propone, además, aumentar el número de especialistas donde no hay prevención de la enfermedad.