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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Reforma Tributaria

Dólar vuelve a dispararse en Colombia: les contamos las causas

Durante la jornada de este jueves 6 de octubre, el dólar en Colombia volvió a marcar un nuevo máximo desde julio de 2022, llegando a los $4.655.

Vale recordar que, durante la sesión del pasado 13 de julio, el dólar en Colombia había alcanzado una cotización máxima del orden de los $4.670, lo que es su valor más alto registrado hasta el momento.

De acuerdo a Valora Analitik, son varios los factores que presionan la apreciación del dólar en Colombia y una de las más importantes, tiene en cuenta el proceso de reforma tributaria y la intención de nuevas cargas impositivas en el país.

Hay varios análisis que explican que las presiones sobre la confianza inversionista siguen marcando la hoja de ruta de incertidumbre de la reforma que busca aprobar el Congreso de la República.

Sin embargo, hay otros escenarios de temor por posibles impuestos transitorios a los capitales golondrina, esta última fue una postura del presidente Gustavo Petro luego de conocerse el dato de inflación de septiembre y la crítica que lanzó el mandatario al Banco de la República por el alza de las tasas de interés.

Dicha propuesta se habría traducido en la decisión de no invertir en Colombia a manos de varios agentes y por lo tanto la alta tasa de cambio.

“La intención real de subir los intereses internos, en contra de nuestra propuesta, tiene que ver es con evitar salida de capitales por el ascenso de la tasa de interés de los Estados Unidos. Se podía evitar con un impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”, dijo Petro a través de su cuenta en Twitter.

Contexto internacional

En el plano externo se sopesan los efectos que llegan por la ralentización de la actividad económica mundial, con posibles escenarios de recesión en Europa, China y Estados Unidos.

Al tiempo que la inflación disparada sigue presionando a que los bancos centrales busquen reducir la inflación mediante el aumento de las tasas de interés.

Así mismo, es clave sopesar las tensiones geopolíticas en dos bloques económicos. De un lado, el de Rusia con Europa y Estados Unidos. De otro lado, el de Corea del Norte, Corea del Sur y Japón.

De momento, el promedio del dólar en Colombia va en los $4.630 que, de ser la TRM de este viernes 7 de octubre, se convertiría en la más alta de la historia del país.

Vale recordar que la TRM más alta, de momento, había sido del orden de los $4.627, según registros del Banco de la República de Colombia.

“No conviene en plena recesión mundial, meter una reforma tributaria”: Andrés Forero

Por:  Diego Amado

El representante a la Cámara por el Centro Democrático, Andrés Forero, en entrevista con el periodista de Confidencial Colombia, Diego Amado, explica las razones del partido político para presentar una ponencia negativa al proyecto de reforma tributaria del gobierno del presidente, Gustavo Petro.

¿cuáles son los puntos del proyecto de reforma tributaria que no le gusta al Centro Democrático?

Andrés Forero: En primer lugar, nosotros consideramos que plantear una reforma tributaria cuando el mundo se esta avocando a una crisis económica para el año 2023 nos parece un error. Hemos visto como el país estaba recuperándose económicamente de manera bastante significativa, un crecimiento muy importante en el año 2021; el crecimiento más alto de la región, y ya nos anuncian que el 2023 vamos a crecer al 0%.  Entonces nos parece muy riesgoso estas medidas en plena crisis y en plena recesión mundial. Ya se ha hablado de que Europa y Estados Unidos muy probablemente van a entrar en recesión el próximo año y eso obviamente afecta a nuestro país.

¿Qué otro riesgo ven a futuro?

Andrés Forero: Alguna de las medidas que se tomaron en el Gobierno anterior implicaron un incremento significativo en el recaudo que puede mostrar la DIAN. Hoy, lo han tratado de hacer ver como si fuera mérito del nuevo director de la entidad. Eso realmente responde a medidas que se tomaron antes y vamos a ver si le están poniendo un palo en la rueda al proceso de recuperación económica y generación de empleo. Se va a frenar el crecimiento del país, y por cada uno de los puntos de crecimiento del país que se disminuyan obviamente el recaudo disminuye.  También se le está subiendo a los dividendos, con eso obviamente van a desincentivar las inversiones en el país, que generan más empleos.

¿Qué piensan del impuesto a las bebidas azucaradas y a los plásticos?

Andrés Forero: Los impuestos saludables y el impuesto de plásticos de un solo uso, son impuestos regresivos, tienen un mayor impacto en las personas de menos recursos. Lo que nosotros le decimos al Gobierno es que no les cobre a las personas más pobres por esos alimentos. Estoy de acuerdo en que busquemos la manera para que mejoremos nuestros patrones de consumo, en que mejoremos nuestras formas de vida, pero no con impuestos sin haber hecho pedagogía, porque si pasa eso, lo que va a pasar es que la gente va a seguir con los mismos patrones de consumo, pero teniendo que pagar más.

Por esas y otras razones hemos decidido decirle no a la reforma tributaria de Gustavo Petro, nos parece además que no tiene razón de ser que ellos digan que rasparon la olla cuando vemos que hubo un incremento de 52 billones de pesos en el presupuesto del 2023 con respecto al año 2022 y hemos visto que el presidente se está gastando la plata de los colombianos en televisores de 27 millones de pesos en edredones de plumas de ganso de 4 millones de pesos y un largo etcétera.

¿Qué alternativas le han dado al Gobierno Nacional para cubrir toda esa inversión que piensa hacer?

Andrés Forero: No hay déficit. Lo que le hemos dicho es que profundice esas medidas de recaudo que han dado tan buenos resultados en los últimos 2 años, en el gobierno del presidente Duque y en el tiempo que llevan como Gobierno. Nosotros creemos que no conviene en plena recesión mundial, meter una reforma tributaria. Llevábamos un proceso de recuperación ejemplar no solamente en América latina sino en el mundo. Este año 2022 gracias a las medidas del gobierno anterior íbamos a tener el mayor crecimiento de la región y lamentablemente ya nos ha dicho el Banco de la Republica que sus proyecciones para el próximo año es que no vamos a crecer.

Ustedes hablan de que no hay déficit, pero la comisión de empalme del presidente Gustavo Petro dijo que sí había un déficit de 5,6% del PIB, ¿a quién le debemos creer?

Andrés Forero: Que revisen el presupuesto que se esta aprobando en este momento en la Cámara y en el Senado, si usted revisa el incremento que se está presentando con respecto al año 2022, es de 52 billones de pesos. Si hubiera un déficit no hubiera un incremento de más del 14%. Hay algunos programas sociales, que se acaban en el año 2022, en particular el de ingreso solidario.  Ese fue un subsidio que surgió por cuenta de la pandemia y ese ha sido uno de los subsidios que ellos dicen que supuestamente están desfinanciados, lo que pasa es que ese proyecto y lo debería saber mejor que nadie el presidente de la republica que fue senador durante el gobierno anterior, tenía un límite en el tiempo; se preveía que se acabará ahorita en el año 2022 y le corresponde a este gobierno, definir si se necesita expandir para el próximo año o no.

 

 

 

 

Centro Democrático no quiere reforma tributaria

El Partido Centro Democrático presentó ponencia negativa al proyecto de reforma tributaria que se discute en el Congreso de la República.

Los congresistas, Miguel Uribe Turbay y Oscar Darío, firmaron la ponencia negativa en donde exponen los motivos por los cuales consideran inconvenientes el proyecto.

Tanto Uribe Turbay como el representante Oscar Darío Pérez explicaron que el Gobierno de Gustavo Petro cuenta con un mayor recaudo proveniente del sector de hidrocarburos y minero que no tenían calculados. Este mayor ingreso en los recaudos en los ingresos corrientes, corresponde a la lucha contra la evasión y la corrupción de 22 billones de pesos adicionales en agosto.

El otro punto por la que el partido uribista considera inconveniente la reforma tiene que ver en que, según ellos, “disminuye el crecimiento económico, espanta la inversión y aumenta el desempleo.

El proyecto de reforma tributaria presentada por el Gobierno del presidente, Gustavo Petro, se encuentra en discusión en las comisiones económicas de Senado y Cámara.

 

Tenderos protestan contra la reforma tributaria

Aumenta la preocupación en el sector de los tenderos colombianos por los posibles efectos que en tendría la reforma tributaria presentada a consideración del Congreso por el Ejecutivo.

Algunos tenderos han advertido que, en la ponencia, se incluye una proposición que gravaría los chocolates, chocolatinas, maní dulces y galletas.

Un incremento de los tributos en casi la totalidad de los alimentos que expenden afectaría considerablemente sus ventas y esto es algo que los tenderos y el comercio viene advirtiendo.

Un grupo de tenderos se manifestaron en la Plaza de Bolívar de Bogotá, en contra del proyecto de reforma tributaria. La protesta tendría lugar en los próximos días.

Los puntos que preocupan de la reforma tributaria al Consejo Privado de Competitividad y a la Red Pro

El Consejo Privado de Competitividad -CPC-, en conjunto con la Red Pro integrada por Proantioquia, Probarranquilla, Probogotá Región, Prorisaralda, Prosantamarta, Prosantander y Protolima, destacaron los objetivos y principios de equidad, progresividad y eficiencia que rigen la propuesta de reforma tributaria del presidente, Gustavo Petro, que según ellos, va en la dirección correcta, al colocar  límites a las deducciones y rentas exentas que  se están imponiendo sobre el proceso de depuración de la renta líquida gravable de las personas naturales.

También, les resulta acertado reducir los topes en valor absoluto (denominadas en UVT) de todas aquellas detracciones que se determinan como un porcentaje del ingreso. Entre todas ellas, el 25 % de renta exenta es una de las más notorias. En el mismo sentido, gravar las pensiones es también un logro en términos de progresividad del sistema, según lo analizaron.

Asimismo, consideran oportuna la discusión sobre las exenciones de la renta corporativa en búsqueda de mejores condiciones de equidad entre sectores que mejoren la competencia, reduzcan posibles arbitrajes y la generación de sesgos en la política tributaria.

Sin embargo, para ellos no deja de ser preocupante a la forma en la que algunos de los objetivos de la reforma se materializan en la propuesta.

Para este grupo de asociaciones, resulta fundamental proteger la dinámica de inversión para  lograr mitigar el impacto de una nueva coyuntura global y local con más factores en contra que a favor del crecimiento, y continuar implementando las políticas de reactivación aprobadas durante los 2 últimos años en respuesta a la pandemia.

 

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La ANDI apoya los cambios introducidos en la reforma tributaria

El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), resaltó los cambios que el Gobierno Nacional ha introducido en el proyecto de Reforma Tributaria que se encuentra en manos del Congreso de la República.

Bruce Mac Master, señaló que es muy positivo que se haya podido dar un debate entre el Congreso y el Gobierno, teniendo en cuenta, las sugerencias y observaciones hechas por los agentes de la economía colombiana.

El dirigente gremial habló haciendo referencia a los grupos de impuestos saludables, del medio ambiente, patrimonio.

«esperamos que, durante esta discusión, al igual que las discusiones de la ponencias y debates con las plenarias de Cámara y Senado se logre al mejor resultado posible para la economía colombiana, para las familias colombianas, para el empleo y para la actividad empresarial», puntualizó.

La ANDI solicitó la revisión de las propuestas iniciales desde el lado de los dividendos y las ganancias ocasionales. La ponencia, que se espera para la próxima semana, incluye dos iniciativas. Una, que los dividendos no alcancen la tarifa del 39 %, sino el máximo del 20 %.

Al tiempo que las ocasionales ya no tendrían un impuesto del 20 %, sino del 15 %. Buscando no resentir la inversión en el país.

Gremio de textiles y calzados pide no eliminar Día Sin IVA

El gremio de los comerciantes mayoristas del sector textil y de calzado, le pidieron al Gobierno Nacional no se eliminar la jornada del Día sin IVA.

Cabe mencionar que dentro de las jornadas del Día sin IVA este  sector ha reportado ventas superiores a los $10 billones y de siete millones de transacciones con factura electrónica.

Nota relacionada: Reforma tributaria de Petro confirma la eliminación del Día Sin Iva

El gremio recordó al Ejecutivo solicitó que el sector alberga alrededor de 11.500 empresas mayoristas, y que muchas de estas participan en los  ‘madrugones’, organizados por el Centro Comercial Gran San en el sector de San Víctorino.

Según Fenalco, este sector genera el 29.1% del empleo urbano.

 

Debate sobre el precio de la gasolina, ¿Quién tiene la razón?

Entre algunos de los recuerdos de muchos colombianos del primero de enero de año nuevo se encuentra el del aumento del precio de la gasolina el día anterior, con lo cual se comenzaba el año con aumento en los precios a nivel general, sobre todo en los alimentos, y todo aquello que se transporte, es decir, casi todo lo que afecta a cada consumidor en Colombia.

Esta cuasi tradición cambió un poco en el 2007 con la creación del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles – FECP, el cual ha logrado entregar a los colombianos precios estables durante los últimos años en los combustibles, fondo adscrito al Ministerio de Hacienda. Pero desafortunadamente los últimos tiempos este Fondo ha generado déficits no menores año tras año, los cuales deben ser resueltos cuanto antes, ya que de continuar como hasta ahora, se incrementaría el déficit aún más gradualmente llegando a niveles insostenibles en el mediano plazo.

Aproximadamente el déficit es de $24 Billones de pesos, para final de año podría ser de $35 Billones.  Con esta última cifra el actual gobierno nacional argumenta su decisión de aumentar el precio de los combustibles, define que este aumento en el déficit del Fondo FECP hace crecer un hueco fiscal generando una especie de subsidio creciente a quienes consumen combustibles en Colombia, según afirma el Presidente Petro.

Sobre la balanza ponemos la contraposición, el primero en alzar la voz fue el exministro de Hacienda del gobierno anterior, José Manuel Restrepo, quien manifiesta que ya se pagaron $14,2 billones de pesos del déficit mencionado y adicional afirma que se dejaron presupuestados $28,5 billones. Señala también que este tema del déficit corresponde a estrategias en pandemia, al no subir precios de combustibles, estos se estabilizaron y se evitaron 5 puntos adicionales en la inflación para la no afectación del a población más vulnerable y la recuperación de las Mipymes en el país.

Esto último que dice el exministro, tiene sentido, incluso ya comienza a debatirse en el Congreso un monto de $19 billones de pesos de los cuales se destinan los $14,2 billones al déficit. Pero es pertinente afirmar que al cierre del año el déficit será de más de $35 billones, casi el 2.7% del PIB, por lo tanto, esa diferencia tendría que ser pagada por el nuevo gobierno para deudas y cubrir el déficit de aquí al año 2025.

El tema de los precios en los combustibles en Colombia parece entonces un problema de no acabar, este gobierno parece, se encuentra determinado a sacar adelante el aumento a los mismos, debido a los déficits mencionados por parte del Fondo FECP, no es para menos y como hemos comentado anteriormente, a nadie le gusta pagar más impuestos, es difícil lograr un consenso en estos temas y claro, ya empiezan a surgir varias propuestas.

El gobierno argumenta que el dejar financiado el Fondo, como dice el exministro, implicó quitar $10 billones de pesos de la inversión para el 2023, lo cual trae como consecuencia la no provisión para programas sociales como “ingreso solidario” entre otros.

El tema es que independiente de quien tenga o no la razón, es un hecho el trámite de los ajustes para el aumento de los precios a los combustibles, así como es un hecho que por más que hayan dejado o no financiado o previsto estos gastos, en el mediano y largo plazo, subsidiar combustibles no parece la mejor alternativa para el Estado. Por esta y otras razones, algunos congresistas ya proponen, por ejemplo, concentrar el subsidio a la gasolina a través del SOAT solamente para Motos, transporte de carga y transporte público, con esto pretenderían evitar una afectación en los costos para los combustibles en muchas personas, veremos si esto prospera o no.

Otros congresistas también afirman vehementemente la ineficacia del gobierno anterior al dejar un déficit fiscal total de unos $83 billones de pesos, sumado a la deuda, lo cual amerita hacer reformas estructurales, como esta de los aumentos a los combustibles.

El precio de los combustibles solo contempla un 51% en ingresos para el productor, 13% corresponde a los impuestos nacionales y otro 13% a impuestos territoriales, el resto es para transporte, biocombustibles y los márgenes de distribución. La carga es grande, y los consumidores finales somos los directamente afectados si hay aumentos, pero, el sistema de subsidio al consumidor no es muy sostenible en el tiempo. No en vano muchos aseguran que esta política actual de combustibles genera un déficit constante, evidentemente afecta las finanzas del Estado, por lo tanto, me sumo a quienes piensan que se requiere un plan de acción de transición que tenga en cuenta precisamente los efectos de inflación y que pueda incluir a su vez medidas estructurales.

La medida y la función del Fondo FECP ha logrado tener un precio por galón de gasolina relativamente barato comparado con la región en Latinoamérica, para tiempos de emergencia como la pandemia, logró estabilizar los precios en los combustibles, ha evitado en esos tiempos mayor inflación, pero definitivamente se debe pensar en revaluar la estrategia, también ante estos tiempos de escases, conflictos mundiales y transiciones energéticas. Pensemos que deberíamos estimular el consumo de biocombustibles, pero con estas estrategias realmente estamos subsidiando para terminar estimulando el consumo de combustibles fósiles. Esperamos se logre una determinación para cubrir estos déficits, pero también a su vez, esperamos se logre un equilibrio en precios para los consumidores en el sensible tema de los precios de los combustibles, que, por ahora siguen siendo parte fundamental para el desarrollo de todo el país.

@jack80x

 

Renta de Netflix

Una de las principales innovaciones de la reforma tributaria es la de redefinir la territorialidad de los tributos. En otras palabras, los OTTs (Over The Top) como Netflix, YouTube o HBO deberán pagar impuestos sobre sus rentas en Colombia. Los antecedentes de esta mejora, los creamos en la reforma tributaria de 2016 cuando se les obligó a recaudar IVA. Con los avances de la economía digital, el concepto de territorialidad con el cual se construyeron las tesis tributarias de renta del siglo XX pierde fuerza; se empieza a tributar, no desde donde se produce un bien o un servicio, sino desde donde se consume. La reforma tributaria no solo forja historia en Colombia, crea precedentes globales.

La OECD validó la decisión de Colombia de requerir que las OTTs recaudaran IVA. Con 85% de la pauta digital nacional en manos de Facebook y Google, que no cobraban IVA, tenían una ventaja comparativa injusta. Aunque no se puede culpar el avance de la tecnología, tampoco se puede permitir que se facture publicidad vista en Colombia como irlandesa, para no pagar IVA. Inclusive, si esa pauta que llevó a Google a ser el segundo grupo de medios en Colombia, estuviera disponible, muchos medios de comunicación nacionales no hubieran quebrado.  Es verdad que la venta no era en Colombia y que muchas OTTs ni tenían presencia en el país, pero esas son las consecuencias del avance tecnológico, innovación tributaria. Ya el impuesto está superando los $250 mil millones de recaudo.

La modificación del impuesto de renta se reglamenta bajo la figura de presencia económica significativa, no es especificó sobre las OTTs. Crea tres nuevas condiciones para pagar el impuesto para no residentes: ventas nacionales por más de $1,189 millones, uso empresarial del dominio .co, y más de 300,000 usuarios. La primera condición es muy amplia, haría que casi todos los exportadores al país se volvieran contribuyentes de renta. La falta de acuerdos de doble tributación del país causaría un caos de comercio indescriptible, para no decir que podría ser abiertamente violatorio de las normas de la OMC. Las otras dos condiciones son novedosas e innovadoras.

La legislación actual para OTTs solo cubre 108 empresas donde se cobra el 0.5% de su facturación como impuesto de renta. La reforma lleva la contribución de estas empresas a la par con los demás contribuyentes colombianos. El reto está en que estas empresas con presencia económica significativa deben llevar una segunda contabilidad para su actividad colombiana. Construir esta contabilidad traería retos sustanciales como calcular precios de transferencia de matrices que no cobran regalías. Por ejemplo, ¿cuánto cobra Google EEUU a Google Colombia por usar la tecnología de su buscador? Eso no está definido. Los retos de la reglamentación son sustanciales.

Lo óptimo sería que la OECD acelerara el acuerdo global de renta digital para que cada país no contribuyera a una colcha de retazos. La OECD propone la transición de impuestos corporativos del domicilio hacia la ubicación de los consumidores. Como las principales empresas digitales son de EEUU, ese país ha frenado avances en esta materia. Si Colombia lidera esta legislación, sería precedente para más países. Después de la pandemia, siendo mucho más digitales, se tiene que avanzar.

Impuesto al Carbono

Cuando se creó el impuesto al carbono en 2016, se aprobó lo que políticamente era posible y, a la luz de hoy, funcionó. Gracias a una tarifa de $17.660 por tonelada de carbón en 2021, el país recaudó $425 mil millones. Es un tributo al uso de combustibles, pero que se compensa si el contribuyente es carbono neutro. Se puede adquirir bonos de carbono creados por terceros para cumplir el requisito, lo cual contribuye a la creación de un mercado de carbono nacional. Si bien hay leves ajustes en la tributaria, seguimos sin desincentivar todos los gases efecto invernadero (GEI), no es solo el dióxido de carbono que causa el calentamiento global. Un impuesto que abarque más sectores tendría sentido.

El actual mercado de créditos de carbono mueve más de $600 mil millones, debido a una demanda anual de 13 millones de toneladas. Estos recursos para ser usados en el esquema tributario, deben registrar proyectos ante Min Ambiente. Gracias al incentivo de compensar el impuesto al carbono se financian 65% de estos. La nueva tributaria limita la compensación a tan solo el 50% del valor económico actualmente se puede hasta el 100%, debilitando el incentivo a la conservación para privilegiar la caja. En vez de poder pagar por conservación, por lo menos la mitad del recurso debe ir en efectivo a la Dian.

Cuando se definió el precio de la contribución en 2017, este era cerca de US$5, pero como consecuencia de la devaluación y de un ajuste de inflación más uno por ciento, se perdió casi 25% de su valor en dólares, tanto, que el mercado voluntario internacional está por encima, oscilando entre US$7-15. En la tributaria se aumenta la base de la contribución en 16% para llegar a $20.500 la tonelada, monto que, en dólares, está por debajo del precio original. Como se mantiene la fórmula de ajuste es probable que nuestro incentivo local sea insuficiente. Ahora con COP 27 fortaleciendo temas de financiación, las transacciones internacionales no se contabilizan para cumplir compromisos nacionales.

Con la propuesta de reforma, el impuesto al carbono se amplía levemente, incluyendo el consumo de carbón de manera gradual hasta 2028, pero con ello el tributo solo afecta sectores como transporte (16,9%), hidrocarburos (3,1%) y minería de carbono (2,2%), lo cual, en conjunto, solo aporta el 22,2% de las emisiones nacionales. No obstante, otros sectores que son mucho más contaminantes están exentos de contribuir al cambio. No hay ni garrote ni zanahoria para manufactura, industria, energía o residuos sólidos. El proyecto de reforma tributaria también debería traer incentivos puntuales para fomentar las inversiones privadas de la transición energética.

El grueso de los avances en sostenibilidad proviene del incentivo privado a disminuir los costos; el Estado debe acelerar este proceso. El Congreso debe aprobar algunas de las modificaciones del impuesto al carbono, pero al limitar la compensación al 50% se da un golpe a la conservación. Al ir estos recursos al presupuesto general puede que se gaste en conservación, pero también en defensa y pensiones. Esto afecta el propósito de disminuir en un 51% las emisiones nacionales para 2030, mucho mas cumplir con las metas del nuevo presidente. Se recauda un poco más, pero hacemos menos por el medio ambiente.

 

 

 

Regresividad y Petroreforma Tributaria

Al contrario de lo que ordenan los criterios democráticos y la Constitución, hoy el sistema tributario colombiano es regresivo. Porque en amplias proporciones grava con tasas iguales a los que tienen mucho y a los que tienen poco, muy poco o nada.

Así, el 54 por ciento –$94 billones– del total del recaudo sale de impuestos indirectos, regresivos por definición, como ocurre con el IVA, por $46,6 billones, o con el 4 por 1.000, por 9,8 billones. Lo regresivo también se expresa en que la tasa de renta de las empresas –del 35 por ciento– es la misma para las pequeñas y las medianas, las grandes y las enormes. Con toda razón, las pymes llevan años reclamando por tasas que vayan de menores a mayores, como en otros países, para estimularles su progreso.

Tampoco es progresivo que sean iguales las tasas de renta de las empresas grandes y las super grandes. O que mediante malabares tributarios –incluidos los ilegales– sean tan desiguales las tasas reales de renta que se pagan, con ventaja para las más poderosas.

Es regresivo también aceptar la receta del FMI para Colombia y aumentarle el impuesto al consumo en tres billones de pesos –más del 10 por ciento de los $25,9 billones a recaudar– a las bebidas azucaradas, los alimentos ultraprocesados, los plásticos y los combustibles en las zonas de frontera, bienes todos de ineludible consumo popular en un país donde el 30 por ciento de las familias está aguantando, literalmente, hambre.

La reforma recurre al sofisma de incluir en el 10 por ciento “más rico” de Colombia –para justificar aumentarles los impuestos– a quienes tengan ingresos, incluidos sueldos y pensiones, por $10 millones mensuales o más, con lo que a las clases medias les hacen el honor de volverlas igualitas a Don Luis Carlos. Por regresivo e inconstitucional, las organizaciones de trabajadores han rechazado que se graven las pensiones y han advertido que, a semejanza de lo que ocurrió con el IVA al aumentarle la tasa inicial, en el futuro los neoliberales buscarán bajar de $10 millones la línea de los “más ricos”.

La regresividad también aparece al aumentar la tasa de renta de las personas naturales con mayores ingresos. Porque, si se observa con cuidado, la progresividad desaparece en beneficio de las de mayores ingresos. E igual pasa con el impuesto al patrimonio.

Yerra también la reforma cuando le aumenta los impuestos a Ecopetrol en $5 billones, al gravarle el barril de petróleo que pase de 48 dólares, y porque no podrá descontar lo que le pague al Estado por regalías. Craso error tratar a Ecopetrol como a otra empresa más, cuando es pilar insustituible de la operación petrolera nacional y de las finanzas públicas. Que estas decisiones no empujen hacia su privatización. También es errado gravar más las exportaciones de carbón metalúrgico, porque golpea a empresas nacionales con ingresos muy inferiores a las trasnacionales del sector.

Y la reforma no toma las medidas necesarias para darles cárcel a los grandes delincuentes tributarios y a quienes les diseñan sus ilegalidades.

No sobra advertir que estos reclamos también tienen que ver con que los impuestos regresivos le hacen daño a Colombia porque reducen la capacidad de compra nacional y le achican el mercado a los productores y los vendedores.

Más de 95 mil colombianos le piden a MinHacienda incluir propuesta de cobro de impuestos a las iglesias

Un total de 96.650 ciudadanos, a través de la organización Change.org, participaron en una ‘firmatón’ con el objetivo de solicitarle al ministro José Antonio Ocampo que en el texto que se inició a discutir  en el Congreso se contemple la propuesta de cobrar impuestos a las iglesias.

El vocero de la campaña, John Murillo, un ciudadano de a pie del municipio de Facatativá, Cundinamarca, le entregó este miércoles personalmente al jefe de la cartera de hacienda y crédito público las cerca de 10.000 firmas, en compañía de la representante a la cámara Katherine Miranda.

Estamos evaluando la posibilidad y no la descartamos”, así le respondió el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Acampo, a John Murillo, un facatativeño de a pie de 46 años, luego de le que entregará este miércoles las cerca de 95.000 firmas digitales que recogió durante el último mes en todo el país en apoyo a una campaña ciudadana que le solicita al gobierno Nacional, en el marco de la reforma tributaria, que se incluya un artículo que obligue a las iglesias a pagar impuestos.

Así mismo, esta iniciativa incluye una propuesta para que se haga un mayor control al recaudo que hacen este tipo de instituciones religiosas y que, a la fecha, no pagan ningún tipo de tributo del dinero que reciben por parte de feligreses y otras organizaciones.

“Como ciudadano colombiano y con una opinión objetiva más allá de la religión, veo con indignación como las iglesias colombianas funcionan como cualquier empresa y están totalmente exentas de pagar impuestos. Por eso hago esta petición, que cuenta con el apoyo y respaldo de cerca de 95.000 colombianos, para que el ministro de Hacienda incluya en la reforma tributaria el cobro de cuatro impuestos a estos centros de culto: 1) Impuesto a las ventas (Régimen Común), 2) Impuesto de guerra, 3) Impuesto predial y 4) Impuesto sobre la renta”, señaló Murillo.

De acuerdo Murillo, en Colombia hay más iglesias que colegios. “Son más de 819 entidades religiosas incluida la iglesia católica, todas con personería jurídica, que las exime de pagar impuesto a las ventas, sobre la renta, predial e impuesto a la guerra. Esto debe cambiar”, cuestionó.

 

Cambio Radical se opone a que se graven las gaseosas y el salchichón

Luego de reunirse con el exvicepresidente, Germán Vargas Lleras, la bancada del partido Cambio Radical anunció su voto negativo al proyecto de reforma tributaria presentado por el Gobierno Nacional a consideración del Congreso de la República.

Entre los puntos que Cambio Radical considera lesivos para el bolsillo de los colombianos se encuentra el impuesto para las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados como el chorizo, el salchichón, etc.

Dice además el comunicado que el partido no comparte la idea de gravar con un impuesto del 10% las bolsas y empaques de plásticos de un solo uso en los que se empacan alimentos como el arroz, frijol, lentejas y demás.

Según el partido de Vargas Lleras “la reforma pone en riesgo la estabilidad de más de 500 familias cafeteras del país al eliminarles la deducción del 40% de costos de mano de obra.

También se pronunció en contra de que se graven las pensiones mensuales de más de 9 millones de pesos, según ellos, “obligando al pensionado a destinar entre una y tres mesadas al año para el pago del impuesto sobre la renta”.

Dice también Cambio Radical que la reforma elimina las exenciones para los proyectos de vivienda de interés social y de interés prioritario (VIS y VIP).

Finalmente, la colectividad asegura que el Gobierno no ha sido claro en qué se van a invertir los 25 billones de pesos que se pretenden recoger mediante esta iniciativa.

 

Reforma tributaria

Atípico que un gobierno presente una reforma tributaria desde el mes de agosto. Se estila radicar presupuestos sin recursos para obligar leyes de financiación en el mes de octubre con mensaje de urgencia. De esta manera, el tiempo para discutir es limitado porque el Congreso tiene hasta diciembre para aprobar. La iniciativa llegó sin consenso previo con los partidos, pero con la promesa de un amplio debate durante su trámite. Con un estilo democrático, el nuevo gobierno debe solucionar el hueco fiscal de $83 billones del anterior. De lo que salga del Congreso, como mínimo se necesitan $23 billones, no solo hay que construir la paz social, también se debe recuperar el grado de inversión.

Como todo, hay cosas para mejorar, pero no es el infierno comunista que muchos trataron de vender. El Congreso debe trabajar con Min Hacienda para lograr una reforma tributaria fiscalmente responsable, haciendo el menor daño posible. Lo mejor sería frenar la evasión, una promesa muchas veces invocada, pero no cumplida. No fue la falta de voluntad de administraciones pasadas, simplemente la tecnología no estaba disponible.

El esfuerzo de US$250 millones de crédito con el BID ha modernizado la Dian. La implementación de la factura electrónica fue exitosa, permite tener información en tiempo real de más de 650 mil contribuyentes. La meta de recaudo de $26 billones es exagerada en un cuatrienio, pero $12 billones son realistas. La fiscalización mejoró, se realizaron más de 150 mil decomisos de mercancía sin papeles por valor de $1.2 billones. Hoy, el 90% de los tramites se puede hacer en línea. Aunque falta por integrar la base de datos de la Dian con otras entidades, incluyendo territorios, y que no se caiga tanto la página Web, esta es un nueva Dian. Hace cuatro años solo 2.8 millones de contribuyentes declaraban, hoy más de 5 millones lo hacen.

La reforma tributaria pide facultades extraordinarias para el Presidente por 6 meses, para reformar el sistema de personal de la Dian. Estas facultades son necesarias para potencializar las nuevas herramientas tecnológicas que refuerzan la lucha contra la evasión. Para empezar, teniendo en cuenta el tamaño de la economía, la planta de la DIAN debe aumentar cinco veces para llegar a estándares OECD. El esfuerzo de inspección física y visitas a empresas sigue siendo insuficiente, el Pareto de esfuerzo está en el manejo de los datos. Los grandes logros contra la evasión provienen de cruzar tantos datos de cada contribuyente como sea posible. Para lograr esto, aparte de contadores y economistas, se necesitan programadores y científicos de datos.

La nueva facultad que pide determinar oficialmente la declaración de impuestos mediante facturación no solo ofrece facultades de recaudo. Ya existe una declaración sugerida, pero ahora si el contribuyente no controvierte va a quedar en firme. Con la reglamentación de plazos, condiciones y demás, en cabeza de la Dian, se hará mucho más poderosa la figura. Esto implica una implementación gradual, pero preparar la declaración para todos los contribuyentes va a requerir procesar muchos más datos que antes. Un paso que hará nuestra relación con la Dian mucho más íntima (que es bueno y malo) y puede significar un quiebre positivo en el recaudo del país.

 

 

El salchichón y la reforma tributaria

Lo que más ha sorprendido del debate por el proyecto de reforma tributaria como mecanismo del Gobierno para conseguir 25 billones de pesos que necesita para financiar sus proyectos, no es el debate que comúnmente se  da alrededor de la nueva carga tributaria sino la discusión sobre lo que podría costar en adelante el salchichón y la gaseosa.

Muy triste para el país que las personas que tienen en sus manos la posibilidad de corregir errores en la manera como se tributa no den la discusión con la altura que se requiere y sí pesquen el anzuelo de intereses de las empresas productoras de bebidas azucaradas y alimentos procesados que claramente no les conviene una carga mayor sobres sus ganancias.

Y más triste es aun, que la opinión pública se deje guiar por estos intereses y traten el asunto como si se tratara de un producto de la canasta familiar que forma parte de la alimentación básica de miles de familias.

No es lo mismo hablar de un impuesto a los huevos, al arroz, a la leche, frutas, y demás productos nutricionales, que encarecerían el costo de vida, que preocuparse por un producto que, aunque las personas lo consumen, no forman parte de su alimentación básica.

Meterse con los productos básico de la canasta familiar fue lo que produjo la indignación de mucha gente durante el Gobierno de Iván Duque y provocó el estallido social, no pretenderán ahora que las personas se movilicen y salgan a las calles porque se grava el salchichón. Ni más faltaba.

Por otro lado, el debate por gravar las bebidas azucaradas viene desde años atrás, con la diferencia de que era la oposición la de la iniciativa y el Gobierno Nacional quien se encargaba de hundirla utilizando su aplanadora en el Congreso. Hoy, que la idea llega desde el Palacio de Nariño, se utiliza a la opinión pública no se si con la idea de sacar a la gente emberracada a la calle.

Se necesita una reforma tributaria y eso lo saben todos, oposición y Gobierno, y ahora que se presenta la oportunidad de debatir y analizar la manera en como lograr una tributación adecuada, además de controlar la evasión para de esa forma conseguir un buen recaudo que permita financiar los proyectos que tiene en mente el presidente de la república y continuar los que vienen en marcha, no la vamos a desperdiciar por distraernos en temas menores.

Se requiere que se asuma el debate con total seriedad, sin decir tonterías y sin prestarse a juegos e intereses particulares. Además, se necesita que el Gobierno no permita que se desvíe el foco de atención con asuntos como el salchichón y las gaseosas, entre otras porque en otros países como México y Chile, las bebidas azucaradas se encuentran gravadas y la gente no ha dejado de consumirlas.

@sevillanojarami