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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Rio Bogotá

Sancionan a curtiembre en Chocontá (Cundinamarca) por afectación al rio Bogotá

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR y la Policía Nacional ordenaron la suspensión inmediata de las actividades de una curtiembre ubicada en la vereda Chingacío, del municipio de Chocontá, luego de sorprender en situación de flagrancia el vertimiento directo al río Bogotá, de aguas provenientes de la actividad de curtido, producto de la actividad de curtido de pieles sin tratamiento previo y sin permiso ambiental, generando afectaciones a los recursos naturales.

En la diligencia se observó un bombo con 18 pieles en su interior en proceso de curtido, sorprendiendo en situación de flagrancia el descargue de aguas residuales provenientes de la actividad de curtido. El laboratorio ambiental de la CAR realizó muestreos y análisis que arrojaron valores que superan los límites permitidos por la normatividad vigente.

 

Adicionalmente, en el sitio se evidenciaron 19 pieles en Wet Blue (proceso por medio del cual se aplica al cuero pegamento para tuberías de PVC de color azul para su posterior proceso); 38 pieles terminadas y listas para comercializar, así como maquinaria, 13 lonas con viruta y aserrín y residuos peligrosos dispuestos inadecuadamente en el suelo tales como lodos activados, envases químicos y ácido con residuos del proceso de descarne

“No cederemos en la aplicación de las sanciones, multas y medidas que sean necesarias para evitar que después de tantos esfuerzos por la recuperación del río Bogotá, algunos curtidores incumplan la normatividad ambiental”, afirmó Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR.

Se pudo validar además la afectación a varios recursos naturales además del río Bogotá, como el fuerte impacto en la biodiversidad acuática, con la muerte de organismos y alteraciones en la cadena alimentaria, sumada a los impactos en actividades de economía local, ligadas a la pesca, la acuicultura y el uso recreativo del agua.

“Es evidente que estas malas prácticas generan daños a otros recursos como, por ejemplo, el suelo, pues la descarga directa de aguas contaminadas con químicos, ocasionan acumulación de metales pesados y compuestos tóxicos, así como riesgos para la salud humana por la exposición directa a sustancias y la posible alteración de alimentos a través de su absorción por las plantas.”, explicó el director Ballesteros.

La Corporación aplicará las correspondientes sanciones definidas en la normatividad vigente para este tipo de prácticas que atentan contra la calidad del agua de la más importante corriente hídrica del territorio en su cuenca alta, el río Bogotá.

Nota recomendada: Suspenden actividades agrícolas en cercanías al embalse del Sisga

El largo viaje para devolverle la vida al río Bogotá

El Río Bogotá nace puro en el páramo de Guacheneque, Villapinzón. Atraviesa 46 municipios, serpentea por 380 kilómetros y muere enfermo al caer en el Magdalena. Antes, a mediados del siglo XX, era vida: lo navegaban, lo cuidaban, lo abrazaban. Hoy, arrastra desechos industriales, aguas residuales y la indiferencia histórica de quienes debimos protegerlo. Cada día, el Río Bogotá recibe más de un millón de metros cúbicos de aguas negras y cerca de 690 toneladas de carga contaminante: basuras, arenas, grasas y vertimientos. A diario, enterramos en su cauce la dignidad de la ciudad y la vida misma.

Pero existe una esperanza: la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas. Esta infraestructura monumental trataría el 70% de las aguas residuales de Bogotá y el 100% de Soacha. Una obra que promete devolverle la dignidad al río y la vida misma en su ronda y zonas aledañas. El Río Bogotá, ya cuenta con una primera planta de tratamiento, la PTAR Salitre, que limpia parte de sus aguas antes de continuar su paso por Bogotá. Sin embargo, con las dos PTAR en pleno funcionamiento, el 100% de las aguas del Río Bogotá serían tratadas. La historia de la PTAR Canoas, sin embargo, se ha tejido con hilos de demoras, obstáculos y abandono.

 

En 2014, el Consejo de Estado ordenó limpiar el río y construir infraestructura de tratamiento de aguas como la PTAR Canoas y su estación elevadora. En 2017, se diseñó el proyecto Canoas técnica y financieramente. En 2019, se firmó un convenio de financiación entre la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAAB) y la Corporación Autónoma Regional (CAR): un acuerdo que permitía a la EAAB solicitar créditos con bancos internacionales, respaldados por vigencias futuras y apoyados en principio por el Gobierno Nacional

Ahí surgió el primer gran obstáculo. Para acceder a la cofinanciación internacional, el Acueducto necesitaba que el Ministerio de Hacienda otorgara una contragarantía: una especie de aval estatal que reduce riesgos para los bancos y permite mejores condiciones de crédito. Esa contragarantía se solicitó en 2022, pero nunca llegó. Sin ella, la financiación se volvió incierta, los costos aumentaron y los tiempos se alargaron.

Básicamente entre 2020 y 2022 no pasó nada. Tiempo muerto. La construcción de la Estación Elevadora de Aguas Residuales de Canoas, aunque arrancó, no se entregó para cuando debía (2022).

Para 2023, la EAAB inició la licitación internacional, aunque el Tribunal Administrativo de Cundinamarca la frenó para exigir que fuera en dos fases. En 2024, el avance físico de la Estación Elevadora de Canoas era del 85% y por su parte la PTAR cerró la etapa de precalificación para la licitación. Ocho años después, el río seguía atrapado entre papeles y sin garantía soberana para su financiación. Por fin llegó abril de 2025 y el Consejo Directivo de la CAR aprobó vigencias futuras que permitirán financiar el proyecto e iniciar con su ejecución.

En parte esta dolorosa historia se debe a que una vez más, nos encontramos con otro proyecto que es necesario para Bogotá, pero la voluntad política es el gran contrincante. El Gobierno nacional “de la potencia mundial de la vida” que debía ser aliado, se volvió un muro. Mientras Bogotá pedía un río limpio, la Nación a cargo del presidente Petro entregaba silencio. El Acueducto de Bogotá no pudo esperar más y buscó alternativas: un crédito internacional sin garantía soberana, negociado con aliados del Banco Mundial.

Hoy sabemos que Canoas podría costar más de 12 billones de pesos. Que se construirá en dos fases, con tecnología de punta para tratamiento y desinfección. Que reducirá la contaminación no solo del Río Bogotá, sino del Magdalena. Que podría significar la recuperación de medio país. ¿Se imaginan una Bogotá con barcos recreativos y nuevo espacio público, usos comerciales y mejoramiento del paisaje alrededor del Río Bogotá? ¿Proyectos como Ciudad Río del exalcalde Enrique Peñalosa? Ese debería ser nuestro horizonte, no solo una utopía.

El anhelo más grande de los bogotanos ha sido ver el río limpio, navegable, vivo. Volver a construir la ciudad alrededor del agua, como hacen las civilizaciones que honran su historia y su territorio. Uno cuida lo que conoce. Cada litro descontaminado sería también una deuda saldada con la naturaleza, con la memoria y con nosotros mismos.

Hoy, más que nunca, la PTAR Canoas no es solo un proyecto. Es una deuda moral, histórica y ambiental. No se trata solo de Bogotá. Se trata del país entero. Por eso hoy celebramos cada avance, pero no olvidamos cada retraso. Hoy, Canoas camina porque Bogotá no dejó de luchar por su río, a pesar de la indiferencia nacional.

Como decía Gabo, “la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Que la historia del Río Bogotá no sea la de una vida que dejamos morir, sino la de una vida que logramos recuperar.

Juan David Quintero

CAR entrega a Bogotá la PTAR Salitre

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) finalizó la construcción y optimización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Salitre, ubicada en el noroccidente de Bogotá, entre las localidades de Suba y Engativá. Esta infraestructura, considerada una de las más grande de su tipo en Suramérica, fue entregada oficialmente a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) para su operación.

Para financiar este proyecto se celebró un contrato de empréstito con el Banco Mundial y se suscribió un contrato de obra “llave en mano” en mayo de 2016 con el Consorcio Expansión PTAR Salitre, iniciando las obras el 28 de septiembre de ese año y finalizando el pasado 30 de abril de 2024.

 

«Ahora, la responsabilidad recae en Bogotá: operar y mantener adecuadamente esta planta para garantizar que el 30% de las aguas residuales que ingresan al alcantarillado municipal sean descontaminadas, mejorando así la calidad del agua en el río Bogotá”, afirmó Alfred Ballesteros, director de la CAR.

La PTAR El Salitre es fundamental para la descontaminación del río Bogotá y la recuperación de la flora y fauna de Engativá. Con una intervención en un área de 58 hectáreas, la planta trata el 30% de las aguas residuales de la ciudad, provenientes de más de 2,5 millones de personas, principalmente de hogares, colegios, oficinas y universidades, cubriendo desde la calle 220. hasta la 26, con una proyección al año 2040.

El proyecto aumentó la capacidad de tratamiento de la planta de 4 m³/s 7 m³/s, implementando un tratamiento secundario mediante la tecnología de lodos activados con desinfección. Constructivamente, se realizó un movimiento de tierras superior a 1.300.000 m³ de material, se utilizaron aproximadamente 5.500 pilotes (equivalentes a 198 km) para la cimentación, más de 214.000 m³ de concreto y más de 29.500 toneladas de acero en las estructuras, y Se instalaron más de 9.600 equipos.

Las inversiones efectuadas por la CAR alcanzaron un total de 1,6 billones de pesos en todos los componentes del Proyecto constructivo, incluyendo la gerencia de proyecto y las actividades para la puesta en marcha y rehabilitación de la planta existente de la Fase I. Se utilizaron recursos de destinación específica de la CAR para el Saneamiento Integral del Río Bogotá y la concurrencia financiera del Préstamo contratado con el Banco Mundial, siendo las inversiones así:

Operativamente, la planta cumple con los parámetros de la licencia ambiental con una eficiencia de remoción promedio de 94% en sólidos suspendidos totales (SST) y 92% en demanda bioquímica de oxígeno (DBO5)., una carga contaminante removida anual de 26.458 toneladas de SST y 32.605 toneladas de DBO5.

La obra además genera una retención mensual de 450 toneladas de residuos sólidos, arenas y grasas y de 4 mil toneladas mensuales de biosólidos. Cabe mencionar que esta planta, desde su construcción incluyó elementos de economía circular como la generación de biogás calculada en 30 mil metros cúbicos al día cubriendo entre el 30% y 45% del consumo de energía de la planta.

Inician obras de refuerzo en la cuenca media del río Bogotá

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) inició trabajos de prevención y mantenimiento a las obras de adecuación hidráulica realizadas en la cuenca media del río Bogotá para evitar emergencias por desbordamiento del afluente.

La meta, según informó el director de la entidad, es retirar 1.400.000 metros cúbicos de sedimentos con más de 20 máquinas, entre barcazas y planchones, que estarán operando en cinco frentes de trabajo a lo largo de los 68 kilómetros de la cuenca media, desde las compuertas de Alicachín en Soacha hasta el sector del puente de La Virgen en Cajicá.

 

“Estamos preparándonos frente al Fenómeno de La Niña. Volver a retirar el sedimento que se ha acumulado durante los últimos 12 años es lo que va a permitir que se protejan las comunidades ribereñas”, explicó Alfred Ballesteros, director general de la CAR.

Con las obras de adecuación que se realizaron en 2012 se amplió el cauce del río, pasando de 30 a 60 metros para darle mayor capacidad a su caudal, además se construyeron zonas naturales de inundación controlada.

“Son obras que hoy están blindando a la cuenca media, pero ante el anuncio del Fenómeno de La Niña, se hace necesario ejecutar actividades de prevención”, manifestó el director de la CAR.