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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Rodolfo Hernández

El futuro de la democracia en Colombia después del 19 de junio

Cada uno que lea este artículo que vote a quien le dé la gana, que ya para eso es seguramente mayor de edad, pero que vote. En democracia la legitimidad del poder las dan las urnas, y ojalá siga así por muchas décadas y no caigamos en el populismo ramplón. Pero para esto hay que creérselo, y una buena parte de los colombianos no vota nunca. No se cree en esta democracia. No confía en el sistema o le da pereza. Normalmente es la mitad de los que están llamados a votar. Demasiados. Tenebroso.

El hartazgo de esta campaña ha sido extraordinaria, por larga y por sucia. Llevamos casi un año de movimientos en la sombra y la mayoría de la ciudadanía está cansada de la politiquería de siempre disfrazada de los actores de siempre y de algunos otros nuevos. Y varios años más de una polarización como la actual sería difícil de soportar. Gane el que gane, o mejor dicho, pierda el que pierda, lo más honesto, honrado y patriótico sería reconocer los resultados, la derrota e irse para casa. Desearle suerte al presidente electo y dedicarse a otra cosa. En el caso de Rodolfo a sus empresas, y en el caso de Petro a lo que haga fuera de la política. Aunque lamentablemente lo dudo.

 

El cambio que quieren los colombianos

Porque repito, cuatro años más de polarización no los aguanta nadie. Porque no es justo ni deseable ni bueno para nadie. Y porque la democracia, que es fuerte en el país, no puede ponerse en cuestión desde el tumulto de las calles o el agite de las redes sociales y los medios de comunicación interesados. El próximo presidente ya bastante difícil lo va a tener como para que encima deba estar lidiando con una oposición irresponsable o que manipule la realidad a través de las redes sociales o los tumultos violentos. Uno de los grandes retos como país es que la institucionalidad aguante los desmanes si llegan a producirse sean de quien sean, ojalá no.

Redes, fango informativo

Precisamente las redes sociales se han convertido en un estercolero informativo. De difícil detección de lo real o la mentira, y más propagandístico que otra cosa. Piense que más de la mitad de las cosas que ha leído en estas semanas de mensajes políticos en su Facebook, Twitter o Whatsapp son MENTIRA. Hasta muchas de las encuestas que nos llegan diariamente de centros respetables a nuestros celulares en formato PDF son inventadas (las manipulan y las mandan correr para desinformar), y obviamente otras están sesgadas. Así es muy difícil también pedir a la gente que vote responsablemente y con criterio. O la democracia también comienza a detectar estas fallas del sistema, o esas fallas acabarán con la democracia.

Los colombianos deben ir a los colegios electorales este domingo ilusionados con su candidato. Y tranquilos porque el resultado que salga de las votaciones es el que es. Atrás quedan las suspicacias de las elecciones al Congreso y primarias. Ya en la primera vuelta presidencial, Colombia, sus instituciones desde la Registraduría hasta todos los servidores públicos que hicieron posibles los comicios, se deberían felicitar. Sin apenas incidentes de orden público. Con un conteo extraordinariamente rápido y lo que es más importante, una sensación de seriedad. Ni un problema, ni una sospecha. La democracia del primer mundo con un software, el de Indra, impecable. Rápido, sencillo y seguro. Al menos en eso, nuestra democracia si es de primera.

Santander vota por Colombia

En la jornada electoral del próximo domingo 19 de junio, no sólo se elegirá un presidente de entre dos candidatos y un programa de gobierno que se ejecutará durante el próximo cuatrienio; se votará también por la garantía constitucional de elecciones presidenciales libres y democráticas para el año 2026. La democracia es un albur, quienes eligen no lo suelen hacer desde la racionalidad informada, la mayoría de las veces los electores actúan desde la emocionalidad, desde la sin razón, desde la necesidad y desde la voracidad por el poder. El “Todo vale” y “El fin justifica los medios” permiten actos desleales e inmorales por parte de las campañas políticas. Los colombianos deberán escoger entre un político que lleva más de dos decenios lactando de la teta estatal, para quien gobernar Colombia forma parte de un delirio megalomaníaco, y entre un empresario sencillo, dicharachero, pragmático y cercano a la gente que ha forjado una fortuna a partir de su trabajo enjundioso y disciplinado de media centuria.

Para uno de los candidatos pareciera que mentir es patológico, al punto que ha mantenido silente su rechazo para ante la violencia que desatarán las huestes de sus electores, retocada de estallido social, si pierde las elecciones.  ¿Qué destino le podría esperar a Colombia en manos de un hombre desleal en la derrota?, ¿Surgiría el J19? Este candidato no sólo es colombiano, es también costeño italiano de Zipaquirá y andino de Ciénaga de Oro. Cuando le conviene es de uno u otro lugar. El relativismo ético parece ha caracterizado la justa electoral con “el mover un poco la línea ética” en una campaña presidencial grotesca y odiosa. Al costeño le dirá que es costeño y al de la cordillera le dirá que es montañero, pero a ninguno desmentirá.

 

El otro candidato es un hombre sincero, recio, directo y frentero como homenaje a la estirpe santandereana que corre por sus venas. De Santander como el que más, tierra bendita cuya geografía de la Cordillera Oriental se nutre del paso del Río Yuma, formando un paisaje agreste que, para ser conquistado exigió tesón, constancia y valor que permitieron fraguar el carácter del santandereano, singular en Colombia. Es el momento para que Santander vote por Colombia. Hoy es un momento diamantino, único en la historia reciente para que Santander se levante en pie, acuda masivamente a las urnas y le dé el triunfo a un hijo de estas breñas. Santander desde tiempos de José Custodio Cayetano García Rovira (1780-1816) y don Aquileo Parra Gómez (1825-1900) no ha tenido un hijo que haya llegado al solio presidencial; en tiempos no tan lejanos, quienes más cerca estuvieron, Gabriel Turbay Abunader (1901-1947), Luis Carlos Galán Sarmiento (1943-1989) y Horacio Serpa Uribe (1943-2020), ¡lamentablemente! por diferentes motivos no lograron llegar a la primera magistratura del Estado. ¡Santander, vota por Colombia! para que un hijo de sus entrañas pueda llegar a la presidencia y hacer un gobierno decente, honesto y libre de corrupción.

Desde 1990 los presidentes colombianos han sido exclusivamente abogados y economistas. Hoy aspiran un economista con penosos e incompletos cuatro años de experiencia de administración pública y un ingeniero con más de medio siglo en experiencia gerencial produciendo riqueza y demostrando su generosidad. ¿Por qué no darle la oportunidad a un ingeniero para por lo menos ver, si construye vías que unan el País, y particularmente, en un Departamento como Santander que tiene pésimas carreteras?, ¿Frente a los indicadores económicos actuales que auguran un crecimiento económico del País, es el momento para embarcarse en un cambio de modelo productivo hacia la socialización o “democratización” de los medios y recursos económicos liderado por un economista que no ha actuado como economista?

Santander, vota por Colombia, no desde el odio que inspiran las redes sociales que motivan la decisión, entre alguien con piel de oveja que como buen político de oficio asume diferentes ropajes; o desde la verticalidad y el carácter necesarios para elegir a un hombre imperfecto, que  ha evidenciado su humana debilidad al entrar en llanto por el atroz crimen cometido con su hija, y que ha aceptado con sinceridad desconocer muchas cosas, aun así, es diferente de los que siempre ha elegido Colombia como presidentes. No se rodeó en campaña de la masa que se autoerige como el cambio, con evidencias de lo contrario; masa que ha medrado inmerecidamente del Estado durante decenios y por fin decide hacer el cambio que tanto el País requiere ¿Quién puede ser tan ingenuo para creerle a esa masa?

Los colombianos elegirán entre un jactancioso resentido con ambición de poder, similar al Tiberio del médico español Gregorio Marañón (1887-1960), o un hombre anciano pero vital que está más allá de cualquiera circunstancia, porque a sus 77 años, es un triunfador que logró construir un patrimonio. Este fin de semana se trata de elegir el cambio de modelo para perpetuarse en el poder colocando en el filo de la navaja la democracia y la Constitución de 1991, o elegir un gobierno cuya prioridad será la lucha contra la corrupción y la transición para convertir a Colombia en un mejor País. Que el ejercicio del poder no sea para perpetuarse y zaherir odios como revanchismo contra quienes han obrado mal. Santander, vota por Colombia, por la lógica, por la ética y por la estética, es el tiempo del gobierno de los ciudadanos. “Por eso, bravos santandereanos, ¡siempre adelante!, ¡ni un paso atrás!”

 

 

 

 

 

 

 

Las respuestas de los candidatos ante la orden del Tribunal de Bogotá

Ante la orden del Tribunal Superior de Bogotá que concedió una tutela que pedía que los dos candidatos presidenciales asistieran a estos encuentros para exponer sus propuestas y planes de gobierno a más tardar el día jueves 16 de junio de 2022, encontramos las siguientes reacciones de los aspirantes a la Casa de Nariño.

Gustavo Petro en su cuenta de Twitter dijo: “La justicia ha ordenado realizar el debate presidencial entre candidatos. Es el derecho del pueblo. Estoy listo para ello”.

 

Por parte del candidato Rodolfo Hernández no hay pronunciamiento aún, sin embargo, su equipo jurídico se encuentra evaluando el caso y emitirá su decisión hacia las cuatro de la tarde de hoy, también de la presentación del candidato vía Facebook live  junto a Carlos Amaya a las 5:00 p.m. de este miércoles.

Mauricio Urquijo participante en la acción de tutela dice que «Gana la democracia», » El fallo es de ejecución inmediata y los recursos no tienen la posibilidad de suspender la orden. Los candidatos presidenciales son los principales llamados a dar muestras de respeto por la Constitución y los fallos judiciales».

El Senador de la República Ivan Cepeda afirma: Se acabó la huida. El candidato Hernández tendrá que afrontar debate con Gustavo Petro por decisión judicial. Ya no valen más excusas ni inventos.

 

Habrá debate presidencial… por orden de un Tribunal

La Sala Séptima del Tribunal Superior de Bogotá ordenó a los aspirantes  ganadores en la jornada electoral de la primera vuelta presidencial Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, debatir sus respectivos programas de gobierno, a más tardar el próximo jueves 16 de junio de 2022, en un espacio de  60 minutos de duración a través de RTVC.

La acción judicial fue interpuesta por un grupo de ciudadanos que aseguran que con la negativa de unos de los candidatos a debatir sus programas de gobierno,  “se vulnera su derecho a participar en la conformación del poder político consagrado en el artículo 40 de la Constitución Política”.

 

Al respecto, el candidato Rodolfo Hernández, dijo en días anteriores que “la asistencia a los debates no es una obligación para los candidatos a la Presidencia de la República, sino una facultad potestativa” y dijo además que ha explicado sus propuestas en muchas ocasiones en la red de Tik Tok, Twitter, Facebook e Instagram.

El ‘match’ de Petro y Hernández

Con relación a las propuestas más virales de más de 3 millones de ciudadanos, el candidato del Pacto Histórico registra un ‘match’ del 80% y el líder del movimiento político Liga Anticorrupción tiene una conexión del 20%.

¿Le pediría a la Unesco que declare los páramos de Colombia como patrimonio de la humanidad?, ¿desmontaría el Esmad y haría una reforma estructural a la Policía Nacional?, ¿estaría de acuerdo con una reforma laboral que incluya la contratación y el pago por horas? ¿crearía el primer Instituto Nacional de Protección Animal? e ¿impulsaría la regulación y reglamentación de las apps de movilidad? Son las 5 preguntas que más les interesa a los colombianos que respondan los candidatos a la Presidencia.

 

Así lo dio a conocer un reciente reporte de la organización internacional de activismo digital, Change.org, que realizó un corte de cuentas a los programas de gobierno de los futuros presidenciables, para revelar qué tan sintonizados están o no con los temas que más les interesan a los ciudadanos y que hoy protagonizan las conversaciones cotidianas en el país.

En cifras, de acuerdo con la participación de más de 3 millones de personas, que durante el último mes plasmaron sus propuestas y preguntas en la plataforma digital #SiYoFueraPresidente, el Programa de Gobierno del candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, genera un match del 80% con relación a los 5 temas más virales y de interés para los bogotanos; mientras que Rodolfo Hernández, líder del movimiento político Liga Anticorrupción, tiene una conexión del 20%.

Lo que piden los colombianos versus lo que proponen los candidatos

Estos son los resultados que arrojaron las reuniones presenciales que tuvieron los equipos de campaña y las fórmulas vicepresidenciales de los dos candidatos (Petro y Hernández) con los ciudadanos que lideran las 5 propuestas más virales según la opinión de gente.

1. En cuanto a la petición de solicitarle a la Unesco que declare los páramos de Colombia como patrimonio de la humanidad, que firmaron digitalmente más de 425 mil personas, Petro, según su Programa de Gobierno, si haría esta solicitud a la organización internacional; mientras que Hernández no lo contempla en el momento.

2. Con relación al desmonte del Esmad y una futura reforma estructural a la Policía Nacional, que firmaron más de 68 mil ciudadanos, el líder del movimiento político Colombia Humana, se compromete de llevar a cabo esta iniciativa en su programa de Gobierno; contrario a Hernández que no lo menciona.

3. Respecto a la realización de una reforma laboral que incluya la contratación y el pago por horas, que alcanzó más de 47 mil firmas, ambos candidatos (Petro y Hernández) se comprometen en sus Programas de Gobierno a no impulsar esta iniciativa.

4. Frente a la propuesta de crear el primer Instituto Nacional de Protección Animal, que recogió 38.900 firmas, Petro si estaría de acuerdo a llevar a cabo esta acción; mientras que Hernández no lo tendría en cuenta y no lo menciona en su Programa de Gobierno.

5. De cara al espinoso y polémico tema de la regulación y reglamentación de las apps de movilidad, asunto que genera el mayor interés para los bogotanos con más de 735 mil firmas, ambos presidenciables prefieren no meterse en ese debate y poner en riesgo los posibles votos del gremio de los taxistas. Por eso y como era de esperarse, esta propuesta no la tendrán en cuenta en sus gobiernos en caso de quedar electos.

Verdad o populismo frente a los temas más virales en redes sociales

¿Qué proponen ambos candidatos con relación a la seguridad, el empleo y las pensiones? Esto dicen sus Programas de Gobierno.

En seguridad

Petro propone una reforma progresiva de las fuerzas armadas y afirma que el servicio militar dejará de ser obligatorio. Igualmente, señala que reubicará a la Policía Nacional en el Ministerio de Interior o de Justicia, del mismo modo desmontará el Esmad.

Hernández, por su parte, se compromete a modernizar la tecnología y los equipos militares, fortalecer la imagen institucional de las fuerzas armadas, depurar la policía para recuperar la confianza de la ciudadanía, pero no haría una reforma estructural de esta institución y enfatiza en la mano dura y cero tolerancia con la criminalidad, sin trato preferencial en las cárceles ni pabellones de criminales de “cuello blanco”.

Empleo

Petro promete un salario básico a quienes no pueden encontrar trabajo como complemento al empleo privado, dice garantizar un ingreso mínimo por encima de la línea de pobreza, hará que todos los trabajadores coticen de manera obligatoria al sistema de pensiones del Estado (Colpensiones) y propone que el Estado actúe como empleador de última instancia ofreciendo trabajo a quienes puedan y quieran trabajar, pero no encuentran empleo en el sector privado, beneficiando principalmente a los jóvenes, mujeres y trabajadores.

Hernández se compromete a diseñar una política de incentivos e inversión en el campo para generar empleos directos y así promover el desarrollo y la vida digna en el sector rural. También, impulsará iniciativas como la autoconstrucción de aldeas integrales y de vías terciarias por parte de la población rural, lo que generará también un número importante de plazas de trabajo. Además, desarrollará estrategias de flexibilización laboral (teletrabajo, jornada continua) en los ámbitos públicos y privados, que favorezcan especialmente a las mujeres cabeza de familia.

Pensiones

Petro propone entregar un bono pensional equivalente a medio salario mínimo para los adultos mayores que no tienen derecho a la pensión, proyecta unificar el sistema de pensiones que ahora es mixto, público y privado, para que sea mayoritariamente público, pues según él, quienes ganan hasta cuatro salarios mínimos deberán cotizar al sistema público de Colpensiones. Finalmente, se compromete a respetar las actuales pensiones y no afectar derechos adquiridos por los pensionados.

En cuanto a Hernández, plantea darles una pensión y garantizar la seguridad social a todos los adultos mayores, sin importar que hayan o no cumplido con los requisitos vigentes, hará cambios al sistema pensional que permitan que todos los ciudadanos reciban los mismos beneficios y autorizará la devolución de saldos pequeños en Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) a quienes demuestren un esfuerzo en ahorro, pero no hayan cumplido las semanas para pensionarse. Del mismo modo, se compromete a asegurar un ingreso mínimo a los beneficiados del programa Colombia Mayor.

Rodolfo Hernández quiere a Vargas Lleras en el Ministerio de Defensa

El candidato independiente Rodolfo Hernández en entrevista concedida a la Revista Soho, aseguró que sí es elegido presidente de la república, le gustaría  tener  a una persona del temperamento de Germán Vargas Lleras ocupando el cargo de Ministro de Defensa.

“Imagínese, semejante personaje. (Germán Vargas) con el temperamento que tiene, la experiencia, la parte ejecutiva, el mando que genera: el Ministerio de Defensa”, dijo el ingeniero a la Revista Soho.

 

Hernández confesó que no se ha reunido con el exvicepresidente del Gobierno Santos, pero que si ha sostenido conversaciones telefónicas con su esposa, Luz María Zapata. El exvicepresidente y exministro del Interior, Germán Vargas Lleras, no ha pronunciado al respecto.

El aspirante presidencial ha dicho además que le gustaría contar en su gabinete con Jorge Castaño, actual superintendente financiero en el Ministerio de Hacienda; en Cultura, estaría el ensayista William Ospina; Transporte, Félix Jaimes Lasprilla; en Cancillería, Ingrid Betancourt y en Educación estaría su fórmula vicepresidencial, Marelén Castillo.

 

Colombia no quiere que Hernández sea su presidente

Espanta pensar que un uribista, blasfemo, machista, imputado por corrupción e ignorante de la realidad, como Rodolfo Hernández (RH), pueda ser presidente de Colombia.

A eso nos llevó la deplorable dirigencia que tenemos, el uribismo que en su agonía no deja de aterrar y que ya tiene sujetado al ingeniero, los grandes medios ligados a la ultraderecha y a la corrupción, y la insultante ignorancia de un pueblo sin educación víctima de las bodegas en las redes sociales.

 

Al final, el odio hacia Petro es una estrategia de la poderosa decadencia que se apoderó de Colombia. No es el miedo a nada de lo que se han inventado contra él: expropiaciones, estatización, reelección, acabar con los fondos privados de pensiones, extender los oleoductos de Venezuela hasta Colombia para acabar con la producción nacional de petróleo. Tantas mentiras que periodistas sin ética y afines a la ultraderecha repiten una y otra vez, y que las vuelven verdades obedeciendo a la estrategia diseñada por los nazis hace noventa años: repetir y repetir mentiras hasta que sean verdad.

Uribe al cuarto día de su primer gobierno decretó la conmoción nacional, RH piensa hacer lo mismo en el primer día de gobierno. La conmoción nacional ha sido la boleta de entrada al teatro de la violencia, donde por un lado se entra vivo y por otro se sale muerto.

El poder empresarial tiene miedo a perder el manejo de la chequera pública con la cual hicieron todos los negocios que se les ocurrió en treinta años de un arrasador neoliberalismo que condujo a una mayor concentración de la riqueza y a una pobreza inmensa que no cede. Ese proceso de acelerada acumulación le permitió al poder extender sus relaciones con el narcotráfico, con otras economías ilegales e informales, impulsar las importaciones en detrimento de la producción nacional, fomentar las exportaciones extractivas, todo atravesado por hordas de corrupción. Fico les garantizaba continuidad, RH también, porque además beneficia su propio proceso de enriquecimiento.

El rechazo a Petro es igual a lo que sucedió en Brasil contra Lula y Dilma. Más civilizado Uruguay, que dejó gobernar a Mujica. Y Chile a Lagos, Bachelet,….Petro es este tipo de político, no es Chávez, Maduro, Ortega,…

En Colombia, Petro es de la saga del pensamiento liberal y social demócrata de Gaitán, López Pumarejo, Lleras Restrepo, Carlos Gaviria, Navarro, …..Sí,  fue guerrillero del M_19, pero no olviden que el EME fue una fuerza insurgente nacionalista y más cercana a la social democracia que a cualquier otra corriente ideológica. No fue marxista leninista. Por eso Petro, Navarro y otros fueron alcaldes y gobernadores, por eso es estúpido decir que Petro es castrochavista.

Su pensamiento económico se identifica con el cambio estructural que nos muestra José Antonio Ocampo, Cecilia López, Alicia Puyana, Astrid Martínez, Garay, Salomón Kalmanovitz, otros economistas, expertos y científicos sociales, que se encuentran en el libro recién publicado por FESCOL: Las políticas de desarrollo productivo. Y en el mundo, Stiglitz, Mariana Mazzucato, Rodrik, Chang, Krugman, Piketty, y tantos desde Shumpeter que nos han mostrado y explicado el camino al desarrollo, pero, que la ortodoxia colombiana le ha negado a Colombia desde Gaviria, Pastrana, Uribe, Duque. RH sería la continuidad.

Los invito que busquen un bello discurso de Petro sobre la cultura y la palabra en una feria del libro siendo alcalde de Bogotá. Fue una conversación sobre Gaitán, García Márquez y los griegos. Piense si el ingeniero puede elaborar una sola frase sobre cultura, arte y el desarrollo. William Ospina tendría que escribirla y leerla.

Además, Francia Márquez tiene un inmenso bagaje de luchadora social y de protectora del medio ambiente que le mereció el Premio Goldman, el Nobel ambiental. Revisen su conmovedor discurso el día que recibió el premio.

Petro y Francia, deben ser nuestros gobernantes.

Los uriberodolfistas son los más furiosos con la solicitud de excomunión a RH, por haber dicho «…. la Virgen María  y las demás  putas….». Ellos que se declaran fanático religiosos, por tanto crimen y delito que han cometido, el que peca y reza empata, salen en defensa de RH a decir que es mentira que el Hitler santandereano haya dicho tal blasfemia. Dicen que lo sacaron de contexto. O la beata Ingrid Betancourt que se arrodilla ante una imagen de la Virgen a pedir perdón por RH, porque él no sabe lo que hace ni lo que dice.

Las infiltraciones a la campaña de Petro sólo los podía hacer la inteligencia del Estado, información que la fueron entregando a cuenta gotas a otras campañas, por eso el odio de una parte del centro contra Petro se exacerbó.

El líder del Pacto Histórico no sólo es él, también son su esposa Verónica, una sorprendente nueva líder y gestora cultural, sus hijos, especialmente Sofía, que ha dado muestras enormes de inteligencia, madurez y conocimiento a sus 20 años. Petro es su familia, los jóvenes y las mujeres, los pobres y la clase media, que sabe de la importancia de los que más tienen puesto que constituyen la fuerza del sistema económico.

Cientos de académicos están con él. También los mejores artistas, líderes sociales, sindicatos, periodistas, analistas, columnistas, medios independientes, algunos empresarios, y muchos más.

Voten con responsabilidad por ustedes, por su entorno y por Colombia.

No hagan la bestialidad a la que convocan Fajardo, Robledo y otros centro fanáticos de votar en blanco y menos por el imputado RH. Les recomiendo repasar o ver el vídeo de Álvaro Leyva Durán sobre RH, su escape a Miami a conversar con el gerente de la empresa que puso en Haití a los mercenarios colombianos que asesinaron al presidente de ese país. Ese es RH, protegido vergonzante de Uribe, de la corrupción y del narco paramilitarismo.

Además, preocupa su deterioro físico, verbal y mental, quien a sus 77 años no muestra la vitalidad, inteligencia, alegría, claridad mental de Lula, a sus 77 años. Mientras RH se esconde, arrastra su voz y deja pasar los días sin salir a la calle, Lula vive en la calle y en las plazas con su gente. Es decir, RH es un candidato fantasma, que pocos han visto, que parece más una invención publicitaria de Beccassino o un personaje de ficción de una próxima novela de William Ospina. RH es cualquier cosa menos un respetable candidato a la presidencia de un país que no conoce.

Mi voto será por Francia y Petro: me gusta su programa de gobierno y la visión  que tienen del desarrollo, de la vida, de la paz, de Colombia y del mundo.

Voy a votar con la esperanza de que Colombia inicie un proceso de cambio.

P.D.: Esperemos que está vez la Registraduría no se robe las elecciones como en 1970 porque si no la gente se tomará calles y plazas para reclamar su victoria.

Una «rodolfoneta» incierta

Foto: Cortesía

Ya he argumentado mi decisión de votar en segunda vuelta por Petro y Francia. Lo hago sin ser “Petrista”, porque me resisto a los mesianismos tan próximos a todo tipo de autoritarismos y prefiero los proyectos colectivos, la reivindicación de los partidos como vehículos de proyectos de Estado y Sociedad y los cambios urgentes y de mediano plazo en el marco de un respeto irrestricto al Estado de Derecho.

 

Ahora quiero dirigirme a quienes votaron por Sergio Fajardo y Gilberto Murillo en primera vuelta. Esos cerca de 900 mil votantes que creyeron en una propuesta de transformaciones responsables, viables y seguras. Aquellos ciudadanos que rechazamos la violencia y la virulencia en la contienda política, que preferimos los mecanismos civilistas para dirimir nuestros conflictos políticos y sociales. A quienes nos propusimos recoger el malestar social para convertirlo en una oportunidad de reformas en los marcos institucionales. Me dirijo también al votante en blanco, al indeciso que espera llenarse de mas y mejores argumentos para decidir su voto. Pero también a los millones que votaron por Rodolfo Hernández, rechazando la corrupción o ilusionados por un cambio que suena autentico en un discurso elemental y altisonante del “ingeniero”. O a quienes votando por Fico, Jhon Milton o Gómez añoran una Colombia prospera y en paz.

Me temo que “el Ingeniero Rodolfo” no es el cambio con certezas que Colombia reclama en este desafiante momento. Más allá de los prefabricados y simpáticos TikToks que han viralizado sus asesores y estrategas, produce desazón que no sepamos cual programa votarán quienes se decidan por Él : si el que presentó en la Registraduría cuando inscribió por firmas su solitaria y personalista candidatura o el de los 20 trinos que publicó luego de la primera vuelta para vestirse de progresista y “de avanzada”. Más desazón me generó su desprecio a un acuerdo con Fajardo, Cristo, Amaya y Robledo que recogía y le daba mayor alcance a esos 20 trinos. Y me producen verdadera alarma sus declaraciones y anuncios que se salen del relato premeditado de sus asesores y que revelan la verdadera naturaleza del liderazgo que representa en este remate final de la contienda presidencial.

En momentos de crisis climática resulta, por lo menos preocupante, que no haya claridad sobre su posición respecto al fracking, la utilización del glifosato en los programas de fumigación de cultivos de uso ilícito o su claridad en metas y mecanismos para avanzar en la transición energética o que no tenga la más mínima idea de lo que significa el Acuerdo de Escazú y su necesaria ratificación en el Congreso de la República. Contrario a una robusta y necesaria agenda verde en reforestación, mayor rigor en los procesos de licenciamiento ambiental o protección de nuestros ecosistemas estratégicos, “el ingeniero” se apresura a prometer el desmantelamiento del sistema nacional ambiental eliminando su cabeza, el Ministerio de Medio Ambiente, institucionalidad creada en virtud de la Constitución de 1.991 precisamente para dichos propósitos.

Lo propio ocurre con su compromiso con La Paz y la reconciliación de los colombianos. Revela un desconocimiento de la naturaleza de las violencias que hoy se entrecruzan en 33 enclaves criminales existentes a lo largo y ancho del territorio nacional, su relación con los fenómenos de inseguridad urbana y la pertinencia de la implementación integral del Acuerdo de Paz para superarlo. Sobre un futuro proceso de paz con el ELN, se limita a proponer un “otrosí” al Acuerdo del Teatro Colón para reincorporar a esta organización guerrillera a la vida civil, como si no hubiese leído un solo renglón de lo avanzado en el diálogo con esta. No sabemos que piensa hacer con el Clan del Golfo o con las disidencias de la ExFarc.

Y en materia de protección de defensores de derechos humanos, líderes sociales y ambientales o de personas protegidas por medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, solo se le ocurre la promesa de desmantelar la Unidad Nacional de Protección y su papel en las garantías de seguridad para estas poblaciones especialmente vulnerables.

La lucha contra la pobreza, la disminución de desigualdades y la superación de discriminaciones no parecen ser su fuerte. Asombra cuando persuade a los ricos para que “entiendan” que el mejor negocio es que hayan muchos pobres con capacidad de compra, que las hipotecas son un “negocio delicioso”, que los créditos leoninos del ICETEX, para evadir una reforma pedida por los estudiantes, los ayudará a pagar caritativamente con su sueldo o la reposición de sus votos, que se necesita ampliar la jornada laboral o que el “feminicidio” es un necio invento de feministas desprogramadas.

También asusta su inocultable parroquialismo, como diría Sandra Borda, en materia de política exterior. A cambio del retorno al multelateralismo y de una diplomacia para La Paz, de una democrática posición respecto a la normalización de nuestras relaciones con los vecinos y EEUU, del papel de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, de la revisión de las Tratados de Libre Comercio o del tratamiento de nuestro diferendo con Nicaragua, promete descuartizar embajadas y representaciones diplomáticas en un mundo globalizado e interconectado.

Su desprecio por el Estado de Derecho es de sumo cuidado. Produce escozor que reconozca “Limpiarse el rabo con la Ley”, desafiar la justicia haciendo campaña a pesar de su condición de imputado por delitos de corrupción y acoso laboral o que gobernará sin controles o contrapesos a punta de decretos de Conmoción Interior que le dará facultades especiales para sus disparates autoritarios mientras, según sus palabras , la Corte Constitucional se pronuncia, cayendo en un abierto prevaricato. Al mismo tiempo se despacha con un efectista discurso anti político, que resulta hipócrita ante la avalancha de adhesiones del uribismo y clanes de la política tradicional a quienes recibe justificándose en un bárbaro irrespeto a los católicos del país y del mundo.

Por todas estas razones, la incierta “rodolfoneta” del ingeniero puede conducirnos a una estrellada de consecuencias impredecibles.

David Luna se fue con Rodolfo

El electo senador, David Luna, anunció que su voto para la segunda vuelta presidencial será por el ingeniero Rodolfo Hernández.

Luna considera que  la votación del próximo domingo 19 de junio será la más difícil en los últimos 60 años y, dice además, que  existen retos como la generación de empleo, pero “también están en riesgo las libertades y la posibilidad de que la agenda de Colombia se estanque”.

 

La razón que expuso para justificar su decisión es que analizó junto las personas que respaldaron su aspiración al Senado de la República y concluyeron que lo mejor para el país, es la opción de Rodolfo Hernández.

David Luna fue dos veces concejal de Bogotá, y dos veces representante  a la cámara. También fue ministro de las TIC durante el segundo período del Gobierno de Juan Manuel Santos.

Rodolfo Hernández: democracia de papel

La sorpresa electoral de la primera vuelta fue la derrota de las élites políticas tradicionales, que vieron cómo la candidatura de Federico Gutiérrez se hundía en las urnas el 29 de mayo, mientras el ex alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández conseguía entrar a disputar la segunda vuelta con poco menos de seis millones de votos.

El discurso de Hernández se basó en un mensaje sencillo -casi simplón- con el que respondía a cualquier interrogante que se planteara sobre cualquier asunto de la vida nacional: parar la corrupción. Sobre esa premisa construida sobre la base de su absoluta e incuestionable honradez, Colombia estaría bien. Bastaba con “darle la chequera” para que las finanzas del estado le permitieran satisfacer las más importantes demandas de los ciudadanos.

 

Sin embargo, detrás del mensaje sencillo y la imagen -cada vez más cuestionada- de servidor público transparente, Rodolfo Hernández representa un inmenso peligro para la democracia colombiana, por cuenta de una visión absolutamente reduccionista y economicista de la administración pública y del entendimiento de la vida social, política, económica y cultural del país; y un absoluto desprecio por el estado de derecho. Vamos por partes.

1) Estado de conmoción: el candidato Hernández publicó en Twitter borradores de sus primeros decretos en los que toma distintas medidas. No obstante, vale la pena concentrarse en el borrador de decreto en el que anuncia la entrada del país a un estado de conmoción interior, con el objetivo -dice él- de poder tomar medidas inmediatas para luchar contra la corrupción.

Hernández hace el anuncio aún sabiendo de la ilegalidad de sus acciones. De hecho, en entrevista con SEMANA, asegura desafiante que “ese decreto tiene que estar revisado por la Corte Constitucional pero mientras que lo revisa queda en firme, mientras que lo tumba, si es capaz de tumbarlo la Corte, vamos a ver”.

2) El reduccionismo: según Hernández, buena parte de los asuntos más importantes que debe enfrentar el próximo presidente son “resueltos” en una sola frase a través de propuestas que no resisten el más mínimo análisis. Tal es el caso de su propuesta para abordar un eventual proceso de paz con el ELN. Según el programa de gobierno de Hernández resolver el conflicto armado con el ELN es bastante fácil: “basta un otrosí en el que se incluya a esta organización como firmante del acuerdo (de paz firmado con las extintas FARC-EP)”.

Reducir la necesidad de alcanzar un acuerdo de paz con un grupo armado como el ELN a la firma de un otrosí, es equivalente a anunciarle a las personas que viven en los 136 municipios y los 15 departamentos donde hacen presencia, que la sangre y las balas seguirán presentes en sus vidas; es comunicar que continúa la barbarie de la guerra.

El próximo 19 de junio las colombianas y colombianos decidirán entre dos posibles caminos, y es cada vez más claro que el que propone Hernández -cada vez más rodeado del uribismo y los sectores más reaccionarios- es uno en donde el estado de Derecho y la democracia se pueden debilitar profundamente junto con la institucionalidad.

Petro y Rodolfo son un producto

Uno de los argumentos más recurrentes para subrayar la debilidad actual de nuestras democracias es el avance de la llamada «crisis de representación». La queja por la crisis de representación apunta, más o menos vagamente, a una (siempre) creciente distancia entre «la gente» y «los políticos» o, diciéndolo con algo más de precisión conceptual, entre «representados» y «representantes». (Santiago Gerchunoff, Nueva Sociedad, marzo – abril 2022)

Aunque parece ser una obviedad de todos los tiempos, La crisis de hoy esta removiendo los cimientos mas profundos del liberalismo y sus sistemas.  ¿Por qué está sacudiendo las bases de nuestro sistema? Porque a diferencia de épocas anteriores hay tres nuevos elementos: el populismo y nuevos liderazgos (este no tan nuevo), el reduccionismo y marketing en todo, y el estancamiento en la movilidad social. Creo que tener esto claro, nos muestra que Petro y Rodolfo son un producto de esta crisis, y no quienes nos sacarán de esta.

 

Empecemos por lo último, el estancamiento de la movilidad social. Este concepto significa la capacidad que tienen los individuos, familia y/o grupos sociales para aumentar equitativamente las oportunidades en salud, educación e ingreso a lo largo de su vida, es decir, si nací pobre mis posibilidades de morir en un mejor nivel socioeconómico del cual vengo.

En el informe “¿Un ascensor social roto? Cómo promover la movilidad social”, la OCDE, durante un periodo de cuatro años realizó un estudio con los países miembros de la organización, y hubo resultados como: alrededor de 60% de las personas permanecieron en la categoría de ingresos más baja, mientras 70% se mantiene en las categorías superiores.

La cantidad de generaciones que tomaría a los hijos de familias con menos recursos para alcanzar el ingreso promedio en su país varía. De un promedio general de 4.5 generaciones, en los países nórdicos tarda de dos a tres, mientras que en Colombia esto tardaría hasta 11, siendo el país entre los miembros de la OCDE que ocupa mayor tiempo para que se dé el cambio en la escala social.

En Estados Unidos, la nación mas rica del planeta, Carter C. Price afirma que, en las últimas décadas, vivir el sueño americano ha parecido menos probable para los nacidos en la Generación X (1965-1980), los Millennials (1981-2000) y la llamada generación Boomlet del siglo XXI. Su investigación sugiere que la movilidad económica en los Estados Unidos en su conjunto ha sido esencialmente estable desde la década de 1970, pero la desigualdad de ingresos ha aumentado durante ese período, lo que hace que las consecuencias de la «lotería de nacimiento» sean más severas.

Por ende, la promesa liberal donde el individuo es premiado a partir de su esfuerzo, y solo depende de este para alcanzar su prosperidad, acumulación de riqueza y acceso a educación, salud, vivienda, etc. (meritocracia), y todos podemos llegar a ser el Bill Gates o Jeff Bezos es una mentira.  Ese mito no va más.

Por eso el mismo sistema ha creado ilusiones de éxito como los emprendimientos, a pesar a de la carnicería que se da en el mercado al momento de emprender. El diario La República afirma que del total de las compañías que emprenden en Colombia, el primer año subsisten 55% de ellas, el segundo 41% y el tercero 31%, según la Asociación de Emprendedores de Colombia (Asec). Además, solo una de cada 10 supera los 10 años de operación.

Pasando al siguiente elemento, el marketing es definido como un conjunto de técnicas y estudios que tienen como objeto mejorar la comercialización de un producto. Esto implica poner un sello, una marca, “tachar” un producto con X o Y características.

En los últimos años el marketing ha permeado todo en nuestras vidas. No solo los productos en los supermercados son susceptibles de marketing, sino las redes sociales (Twitter, Instagram, Facebook, etc.) han mercantilizado al individuo como viajero, vida saludable, fit, lifestyle, etc, lo que nos ha convertido en un producto de estas.

Esto tiene un impacto en la política y las elecciones. Si todos y todo esta bajo premisas del marketing, todo se guía por la sensación que produce el titular o el post. No hay tiempo para analizar detrás de ese titular o ese post. Por eso, es común tachar a alguien de zurdo, derecho, uribista, o rodolfista a partir de una frase, una foto o un tweet.

Todos estamos absolutamente codificados en esta mercantilización, y lo entiendo. Esto nos hace la vida más fácil. Es mucho más fácil etiquetar a individuos o a un grupo de personas cuando entro a una fiesta, y así encontrar a mi tribu, que ponerme a conocer a cada individuo, para verificar si esa etiqueta es o no es, o tiene matices.

Lo complicado de esto es que no da espacio al dialogo y lleva directo a la confrontación. Al encontrarse dos posiciones opuestas, al guiarse solo por las emociones del post o de la frase en 140 caracteres, marca el camino para la agresividad y violencia, poniendo mas etiquetas del uno al otro, y viceversa.

En consecuencia, hay montón de idiotas y barras bravas que defienden su posición a partir de titulares y posts, sin parar a escuchar y analizar el argumento, poniendo rótulos a diestra y siniestra, etiquetando a miembros de su tribu o a quien no piensan como ellos. Lo cual deriva en la ausencia de discusión sobre las ideas, y va directo a los ataques personales. Produciendo esclavos de emociones.

¿Y cual es el efecto en los populismos y nuevos liderazgos? Como el marketing cada vez más opera como código en las relaciones sociales, la política ha visto en esto una oportunidad. Desde el lado de las campañas, solo se dedican a etiquetar al candidato rival, sin detenerse en el debate. Por ejemplo, en Colombia hemos visto en las últimas semanas señalamientos de corrupción, machismo, uribismo, como pícaros, y misóginos, etc, de un candidato y del otro.

Esto claramente impacta el debate en las calles y/o en las redes sociales, donde aquel que diga, nombre u opine de una determinada forma, inmediatamente es tachado de uribista, zurdo, guerrillero, comunista, o corrupto. No nos detenemos a analizar qué hay detrás del post o del tweet.

Esto facilita el ascenso de candidatos populistas, los cuales por medio de etiquetas y rótulos, buscan dar soluciones fáciles a problemas difíciles. En el mundo, bajo estas etiquetas han llegado Trump, Bolsonaro, el Brexit, Duterte en Filipinas, y vamos a ver quién gana en Colombia. Las etiquetas de Rodolfo simplifican todo a la lucha contra la corrupción, y Petro con su cambio de las elites que han gobernado a Colombia por 200 años (sumado a la lucha contra la corrupción, se vulgarizó esa lucha. ¿pero cuando no?).

Sumado al marketing de la política y la vida diaria, está la incapacidad del sistema de proveer movilidad social. Aun peor, Colombia, Estados Unidos y el resto de las democracias liberales vienen promoviendo la desigualdad y la dificultad para que familias o individuos que nacen pobres puedan acceder al ascensor social.

Como consecuencia, tenemos una sociedad hastiada de promesas incumplidas sobre la mejora de la calidad de vida, un debate reducido a su más mínima expresión, en una sociedad mercantilizada que solo busca rotular a personas para encasillarlas, desconociendo el porque de esas ideas, y unos candidatos que aprovechan esto para simplificar problemas extremadamente complejos, en fotos, reels o 140 caracteres. Con la exaltación de las emociones como común denominador.

Por ende, Petro y Rodolfo no solo fueron los que mejor leyeron la crisis colombiana (la eterna crisis) donde el trabajo, corrupción, e inseguridad aparecen en el top 3 de las preocupaciones de la población, sino que entendieron la necesidad de las personas por activar la movilidad social (que no tardemos 11 generaciones), y han sido los que mejor explotaron las claves de la comunicación actual.

Petro y Rodolfo, no son salvadores. Son un producto de nuestras mismas necesidades, limitaciones, deseos, expectativas e imaginarios. No nos asombremos si un señor lenguaraz o una persona arrogante llegan a la Casa de Nariño, porque en gran medida somos lo que esos candidatos representan y proponen.

Mis dudas sobre Rodolfo Hernández

Me cuesta creer que los colombianos se dejen seducir por  un discurso facilista y simplista de un candidato con cara de abuelito bonachón que habla como lo haría cualquier vecino en medio de una cerveza en la tienda de la esquina, y no entiendan que los problemas que tiene hoy el país son mucho más complejos que los que se tenían hace cuatro años cuando un novato con buena suerte asumió la Presidencia.

No es posible entender que todo un país no le exija a uno de sus candidatos explicarles cuáles son  sus ideas, que desde luego debe incluir temas como el manejo del conflicto armado y la implementación decidida y total del Acuerdo de Paz y, además la manera en cómo va a enfrentar al Clan del Golfo y al ELN y que por supuesto, no se pueden limitar a la fácil y tan cacareada promesa de enviarles a la Fuerza Pública y a la Policía para que los enfrente porque esta guerra se libra en territorios abandonados donde la presencia del Estado es prácticamente nula y que requiere soluciones profundas.

 

Resulta difícil aceptar que los colombianos se dejen meter los dedos a la boca de parte de un candidato que grita a los cuatro vientos que hay que acabar contra la corrupción, cuando, sí es elegido tendrá que declararse impedido para trabajar este asunto al estar llamado a juicio precisamente por temas de corrupción durante su alcaldía en Bucaramanga. Sería paradójico que el presidente de la república no pueda ejercer la obligación que tiene de trabajar para que la administración pública en Colombia se ejerza de manera transparente. Es por esto que dudo que un líder como Luis Carlos Galán, en el caso de que estuviese vivo,  se uniera a su causa.

Por supuesto que hay que acabar con la corrupción y para esto hay que presentar propuestas con argumentos sólidos que permitan entender la complejidad del asunto y conocer en donde está la raíz del problema. Hasta el momento no se las he escuchado al candadito Rodolfo Hernández, este solo se ha limitado a decir que acabará con el derroche de los escoltas y los carros asignados para los congresistas y para el personal que algún día hizo parte del Estado y aún los conserva.

Me perdonará el aspirante bumangués pero si eso llegase a suceder,  el actual senador Armando Benedetti tendría que dejar los dos carros que tiene asignados junto con el abultado grupo de escoltas, luego del próximo 20 de julio, fecha en la que termina su período como congresista.

Honestamente, dudo que el ahora “petrista”, Armando Benedetti, se deje quitar este privilegio cuando todos en este país sabemos que si algo le gusta al senador, es vivir en medio de los privilegios. Tampoco creo que el exfiscal Néstor Humberto Martínez permita que suceda lo mismo con su esquema de seguridad y, ni hablar de los expresidentes Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Cesar Gaviria, Juan Manuel Santos, sus hijos, esposas y hasta nietos.

Tampoco le he escuchado al señor Hernández su propuesta en lo que tiene que ver con relaciones internacionales, manejo económico, descentralización, lucha contra la desigualdad, oportunidades laborales y de estudios superiores para millones de jóvenes de estratos 1, 2 y 3 en los diferentes municipios y veredas de Colombia.

El país ya estuvo durante cuatro años sometido a la improvisación y la falta de visión de Iván Duque como gobernante, no sería lógico ni coherente que se vea obligado a padecer otros cuatro años en las mismas porque unas mayorías decidieron dejarlo en manos en alguien que cree que esto se administra igual que una cocina en un restaurante.

Lo primero que se le debe exigir a una persona que aspira a manejar un país con complejidades bastante grandes, es que presente ideas y las argumente, cosa que hasta el momento no ha sucedido con Rodolfo Hernández y, por lo cual tengo serias dudas sobre su idoneidad como futuro gobernante.

@sevillanoscar

 

 

 

Hernández anuncia su regreso al país tras garantías ofrecidas por el Gobierno

El candidato presidencial Rodolfo Hernández anunció en las últimas horas que este sábado regresará al país, tras las garantías de seguridad ofrecidas por el gobierno ante las amenazas de muerte que existen en su contra.

Desde Miami (Estados Unidos) donde el candidato realizó varias actividades de su campaña, Hernández señaló que, «el ministro Daniel Palacios y el Gobierno Nacional me están proporcionando todas las seguridades para regresar a Colombia».

 

«El sábado estaré nuevamente con ustedes», indicó Hernández en su cuenta de Twitter.

Entretanto, desde Cartagena, el ministro de Interior, Daniel Palacios, se refirió al tema de las amenazas que recibió el candidato a la presidencia Rodolfo Hernández.

El jefe de esta cartera indicó además desde la capital del departamento de Bolívar, que desde el Gobierno se comunicaron con la campaña de Hernández para saber los detalles de las intimidaciones recibidas.

“Tuve la oportunidad de comunicarme con la Campaña, el candidato se encuentra fuera del país, esperando su regreso haremos una reunión con el director de la Policía para escuchar de primera mano y recibir la información de estas amenazas y tomar todas las medidas necesarias”, indicó el jefe de la cartera política.

 

El análisis debe ser riguroso, que la antipatía no te nuble

El principal problema de los últimos 20 años ha sido la polarización, los extremos se necesitan y en el medio queda el ciudadano del común, el que debe trabajar más de las horas permitidas para llevar el sustento al hogar.

Desde los medios de comunicación se han dedicado a destruir o a catapultar a los “lideres” que aseguran tener la píldora o la pócima mágica para arreglar el país. Los que algunos llaman rigurosidad periodística es solo estar al lado de quien le brinde mejores posibilidades para continuar con su legado de injurias, falsas denuncias y agresiones al buen o mal nombre del personaje de turno.

 

Los analistas de campañas están con su pluma o con su ordenador afilados para continuar con su agenda del día, la agenda que anteriormente ponían las casas editoriales y ahora lo hacen las barras bravas de las redes sociales que “gracias” a sus seguidores los convierten en los dioses del olimpo de la opinión pública y juzgan al adversario de turno. Esos mal llamados influenciadores lo único que hacen es convertir un bonito día en un campo de batalla de likes. Convierten un cuento de Gabriel García Márquez (Aquí va a pasar algo) en el chisme más desesperado, en una verdad a medias o como decían los abuelos, en dañarle la honra a una gallina culeca.

Los dos personajes que van a segunda vuelta, son el prototipo del todo vale a costa de mandar en el país como si esto fuera una finca. Uno es un populista sin límite y el otro un demagogo sin remedio. Los dos fueron las alternativas que dejó la primera vuelta y las consultas internas, donde se quedaron las mejores opciones de país, las mejores opciones que no le convienen ni al populista ni al demagogo. Y esto sucedió porque cuando alguien diferente llega, los seguidores de uno y del otro lo convierten en un enemigo público, un monstruo del Lago Ness, el peor caníbal en la jauría local.

Trabajé con un candidato de estas elecciones por cuatro años, y puedo dar fe que ha sido una de las peores experiencias laborales que he tenido en mi vida profesional. Nunca le sirvió nada, siempre cambio de opinión en temas de ciudad. Cuando lo separaron de su cargo se dio a la tarea de obligar a los contratistas del distrito a marchar, a ocupar la Plaza de Bolívar y a escucharlo como si fuera el gran caudillo del pueblo.

Al otro no lo conozco, veo que no es nada diferente. Lo acusan de corrupto pero el populista es tan populista (el del tal pacto Histórico) que invitó a su equipo a tipos como Roy, Benedetti, Piedad, Prada, la gata entre otros, siempre tratan de burlarse de la inteligencia del votante (casi no nos ayudamos, es cierto) pero eso no les interesa, les interesa gobernar como si fuera su próxima venganza.

Al demagogo lo acusan de no saber cómo funciona el gobierno, ¿acaso Misael y Andrés Pastrana, Virgilio Barco, Tomás Cipriano de Mosquera, Ernesto Samper eran la panacea en cuanto a inteligencia se refiere? Eso no determina que su gobierno sea bueno o no. Es como si los estudiantes que siempre ocuparon los primeros lugares en el colegio hoy fueran los dirigentes, gerentes o líderes. En lo público las cosas no funcionan así, funciona como nos acostumbramos a verlo y a vivirlo.

Para terminar, quiero expresar que el principal error que nos dejó el pasado, fue el de decir que en la mesa no se habla de política, futbol o religión, ojalá habláramos siempre de eso, si no dejemos de hablar de eso, seríamos respetuosos con el otro, más críticos y menos viscerales, para debatir con argumentos, con conocimiento o por lo menos, sin desconocer lo que el otro me comunica y ante todo, sin tomarlo como un tema personal.

Eln niega secuestro y desaparición de la hija de Rodolfo Hernández

A través de un comunicado La guerrilla del ELN negó su responsabilidad en la desaparición y asesinato de la hija del candidato presidencial, Rodolfo Hernández Suárez. 

El  ese grupo armado ilegal señaló que para el 2004 ninguna de sus estructuras tuvo que ver con el secuestro y posterior asesinato de la hija del exalcalde de Bucaramanga.

 

“Después de hacer las indagaciones respectivas, le informamos al país que nunca tuvimos retenida a Juliana Hernández Oliveros, hija adoptiva de Rodolfo Hernández, quien, según él, desapareció en 2004 en la región de Ocaña, en Norte de Santander”, señala uno de los apartes del documento.

“Ninguna de nuestras estructuras en la región tiene responsabilidad directa o indirecta en este caso. Es falso que ella hubiese desaparecido o muerto a manos del ELN”, dice el texto.

Y agregó, “No descartamos que alguna banda en complicidad con los organismos de inteligencia, como ha ocurrido en otras ocasiones, se haya comunicado utilizando el nombre del ELN para exigir dinero por su liberación”

El candadito Rodolfo Hernández dijo que  Juliana fue raptada a sus 23 años mientras transitaba por el municipio de Ocaña, Norte de Santander, y asegura que sus captores le habían pedido 2 millones de dólares de recompensas.