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Etiqueta: Samuel Azout

El odio más antiguo

Cantidades de estudiantes en las universidades norteamericanas y en otros lugares del planeta han protestado, violentamente muchas veces, contra la llamada “ocupación” israelí y la intervención militar de Israel en Gaza. Se creería que estas personas están defendiendo algún derecho importante, por ejemplo, el derecho de los palestinos a una nación, o su derecho a vivir en democracia. Sin embargo, si les preguntamos si saben que desde 1948 Gaza y Margen Occidental fueron regiones de Egipto y Jordania respectivamente, liberadas por Israel en 1967, no tienen ni idea. Tampoco saben que en 1948 se reconocieron los países de Líbano, Iraq, Siria y Jordania, además de Israel. No tienen ni idea que el 80% de la geografía que aspiraba Israel fue entregada al rey Hachemita, hoy Jordania, en donde el 70% de la población es palestina. La ignorancia sobre el complejo conflicto del Medio Oriente es generalizada.

La pregunta obligada es: ¿Si estas personas no conocen la realidad del Medio Oriente – la mayoría ni siquiera ha visitado la región –, ¿qué hacen protestando? ¿Por qué nunca han protestado por las masacres en Siria, ni por aquellas en Somalia, o las más recientes en Sudán, ni a favor de los kurdos perseguidos por los turcos hace muchos años? ¿Por qué no protestan ni una sola vez por las atrocidades de Hamás el 7 de octubre, cuando durante horas, miles de terroristas entraron a un territorio pacífico, acuchillaron en el vientre a mujeres embarazadas luego de violarlas, mutilaron sus senos, amarraron niños para quemarlos vivos, mataron a más de 1200 jóvenes que bailaban y cantaban en un concierto, y secuestraron a 251, muchos ya fallecidos, incluyendo dos bebés? 

 

Son rápidos para cantar “del río hasta el mar…” pero cuándo les preguntamos cuál mar y cuál río, se quedan mirando lejos. Cuando les preguntamos porqué los palestinos no aceptaron la partición de 1948, o les hablamos de las doce veces que Israel aceptó la paz propuesta por otros países, pero los palestinos las rechazaron, no tienen la más remota idea a lo que nos referimos. ¿Entonces, por qué protestan?

En realidad, el espíritu que les embarga a estos protestantes es el mismo que les embargó a quienes asesinaron a 12 mil judíos en Alemania en 1096 por no querer convertirse al cristianismo. El mismo espíritu que asesinó a 3000 judíos en Berlín en 1510 por rehusar ser bautizados.

Es el mismo espíritu del rey Eduardo que en 1290 expulsó a los judíos de Inglaterra y les confiscó todos los bienes. El mismo espíritu que los expulsó de Francia en 1394, de Hungría entre 1360, de Austria en 1421, de regiones de Alemania en los siglos XIV y XVI, de Lituania en 1495, de España en 1492, de Portugal en 1497, y de Bohemia y Moravia en 1744. Con ese espíritu, ucranianos liderados por Chmielnitzki en el año 1648 mataron a 100,000 judíos. Muchos fueron enterrados vivos. Se conocen historias de casos en que les sacaban los hijos a las mujeres embarazadas y los lanzaban al vació frente a sus ojos. Tal como hizo Hamás el 7 de octubre.

En el mismo espíritu de Adolf Hitler, cuyo régimen en la Segunda Guerra Mundial, mató a seis millones de judíos en campos de concentración.

No se engañen, las protestas de hoy, así como las masacres de hoy y de antes, no tienen nada que ver con palestina, ni con los derechos de nadie.

Estas obedecen a una sola cosa, al odio más antiguo del mundo: el odio a los judíos.

Samuel Azout

Las Cuatro Mentiras

Durante el conflicto Israel–Hamás en los últimos 18 meses, millones de personas alrededor del mundo han sido damnificados por desinformación acompañada de odio por parte de grandes medios de información. Estos, con intención premedidata antisemita, han mentido infamemente. Medios tan reconocidos como BBC, CNN, Al Jazeera y en Colombia, WRadio, montaron una campaña de desprestigio contra Israel.

Al menos cuatro grandes mentiras saltan a la vista:

 

                    La primera mentira: Israel, país apartheid. Israel es la única democracia en el Medio Oriente. Israel es el único país de la Región donde se pueden practicar todas las religiones, expresar libremente preferencias sexuales, y donde los derechos de todos los ciudadanos son respetados y protegidos. En Israel, las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres y dos millones de árabes disfrutan de todos los beneficios de su ciudadanía israelí.

Es muy diferente lo que ocurre en algunos países árabes, donde ni judíos ni cristianos son bienvenidos. Los 22 países árabes/islámicos son dictaduras. Allí imperan teocracias, monarquías y feudalismos, todos sistemas de gobierno excluyentes. En Gaza y en los territorios en disputa, las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres y no pueden transitar libremente. A las mujeres no se les permite mostrar ninguna parte de sus cuerpos, ni se les motiva a trabajar ni estudiar. Además, se les obstaculiza practicar deporte. Las mujeres en los países árabes tienen la participación política mas baja del mundo. Como si esto fuera poco, en Irán y Arabia Saudita ser homosexual lleva pena de muerte, y en los demás países islámicos los gays son horrorosamente discriminados.

La segunda mentira: genocidio en Gaza. Israel no tiene ninguna intención de atacar civiles. Israel únicamente persigue terroristas. Los terroristas de Hamás se esconden detrás de civiles y les utlizan como escudos humanos. Sus arsenales de armamentos y centros de operación están situados en las mezquitas, en los colegios y en los hospitales, colocando en riesgo la vida de sus civiles. Es crueldad pura. Hamás construyó túneles a costos gigantescos para proteger terroristas, no hay refugios para civiles. Hamás reconoce que su objetivo es la eliminación de Israel y de todos los judíos.

Durante los 17 años que Hamás ha gobernando Gaza, únicamente invirtieron en guerra y terror. No construyeron escuelas, ni centros de investigación, ni lugares de cultura, emprendimiento o innovación. Construyeron un territorio de maldad, educación para el odio, una geografía llena de armas y misiles para matar judíos, y túneles para esconderse. Con la masacre de 1200 civiles inocentes indefensos del 7 de Octubre en un festival de música y paz, los terroristas demostraron que los genocidas son ellos.

                    La tercera mentira: ocupación. Es importante enteder que palestina es una fabricación histórica. Realmente, nunca existió un estado palestino. Acaso alguien puede decir cuándo se estableció, cuál era su himno, sus límites geográficos, su congreso, o su presidente?

                    Sin embargo, la presencia judía en el territorio de Israel tiene más de 3,000 años. Los judíos han vivido en la tierra de Israel 1400 años antes que naciera el islam. El reino de Israel tuvo los reyes Saúl, David y Salomón en el período entre 1020 y 920 A.C. Luego la presencia judía fue intermitente producto de las expulsiones por los Babilonios, Persas, Helenos y Hashmoneos, pero los judíos siempre regresaron y jamás renunciaron a su tierra. La evidencia arquelógica e histórica es irrefutable.

                    La cuarta mentira es que Israel no quiere la paz ni la solución de dos estados. En 1947 a los palestinos se les entregó un estado que incluía Jerusalén. Lo rechazaron. Lo único que hicieron los cinco países árabes limítrofes fue atacar a Israel el día siguiente a la declaración de independencia para destruirlo. Esa guerra la perdieron, gracias a la resiliencia y combatividad del pueblo judío.

                    Desde la partición de 1947 Israel ha aceptado todos los intentos de acuerdos de paz, incluyendo la Conferencia de Madrid en 1991, el acuerdo de Camp David en 2000, y las alternativas de paz de 2010 y 2013, por citar algunos. Los palestinos siempre han dicho no, simplemente porque no aceptan la existencia de Israel.

                    Hay que recordar que durante la partición de 1947 tambén se establecieron Siria, Jordania, Iraq y Líbano. El 80% del territorio fue entregado a los árabes. Pero nunca han aceptado que los judíos tengan un pequeño pedazo del territorio, ese que les pertenece históricamente. Ellos quieren toda la tierra para establecer un gran país islámico. Les molesta demasiado tener a una democracia liberal en el vecindario. Si se tratara de ocupación, esta tendría que ser la islámica que conquistó todo el Medio Oriente, el norte de África, y ahora están ocupando Europa, donde ya tienen un poder importante. Son los islamistas la verdadera fuerza colonizadora con su cultura ocupadora y su “yihad” salvaje y cruel.

                    Los terroristas de Hamás, Hezbollah, Hutties y demás bandidos que están intentando secuestrar  la historia con el apoyo de los regímenes salvajes extremistas como Irán, son los mismos que quemaron judíos vivos en Inglaterra el el siglo X, los mismos que pomovieron las cruzadas endemoniadas de la Edad Media, los mismos que promoveron la Inquisición en el Siglo XV, los mismos que apoyaron a Hitler en la II Guerra Mundial, los mismos que organizaron “progroms” contra los judíos durante la érpoca del mandato británico, los mismos que colocaron bombas en edificios judíos y en los cafés en Tel Aviv durante décadas, los mismos cuyas mujeres escondieron armas para ocultar las masacres masivas en los barrios judíos. Son los mismos que el Septiembre 11 derribaron las torres gemelas en Nueva York, y que hoy secuestran, torturan y matan ancianos y bebés.

                    Los medios de comunicación que con su narrativa mentirosa apoyan a guerrilleros fanáticos que no tienen reclamo válido a nada, están sacrificando la verdad para avanzar una ideología extremista que solamente persigue el mismo objetivo antisemita de milenios de historia: expropiar de su tierra a los judíos y exterminarlos. Son esos medios de comunicación los agitadores desalmados y crueles que aprovechan la ignorancia de la gente para promover el odio a los judíos.

                    Estos medios mentirosos y los seguidores que les apoyan sin jamás haber estudiado la realidad del Medio Oriente ni haber pisado esa Región, deben entender que la historia asegura que la violencia que proponen hoy contra los judíos se les devolverá con mayor fuerza porque, aunque hay veces tarda, la verdad siempre triunfa sobre la mentira.

Samuel Azout

Un poco de verdad

El año 2024 será recordado como el año de desinformación. Con un campaña de mentiras por parte del gobierno de Colombia y de algunos medios de comunicación se tildó al Estado de Israel como genocida y practicante del apartheid. Nada más lejano de la verdad.

Genocidio es la intención de destruir una raza, una nación, o una religión. Cómo se puede decir que Israel está cometiendo genocidio si la población palestina no ha hecho sino crecer. Si Israel quisiera cometer genocidio con unas pocas bombas que tiene en su arsenal acabaría con toda la población de Gaza en un solo día. Genocidio es lo que trata de cometer Hamás, quien reconoce en el artículo 7 de su carta fundacional que su objetivo es matar a todos los judíos del mundo.

 

Cierto es que ha habido demasiadas muertes de civiles y sufrimiento en esta guerra. De lado y lado. Pero para los desinformados, la proporción de muertes de civiles frente a combatientes es la más baja de cualquier guerra urbana. Allí están las cifras reales. No las que presenta Hamás y las abundantes fuentes antisemitas.

En cuanto a difamar a Israel como estado apartheid solo hay que observar que en Israel viven dos millones de árabes con todos sus derechos y con representación en el congreso y en todas las instituciones del país. También viven drusos, cristianos y de muchas religiones todos con garantía de goce efectivo de derechos fundamentales. Los estados apartheid puedes encontrarlos en los países árabes, donde no hay tolerancia religiosa, ni democracia, ni libertad sexual, y donde los judíos fueron expulsados, especialmente a partir de 1948.

Pero la mentira más grande de todas es aquella expuesta por el mundo antisemita que insiste que los judíos son invasores y colonizadores extranjeros de la tierra de Israel, y que esta le pertenece a los árabes palestinos. Para aclarar esto, nada mejor que un poco de historia.

Primeramente, importante aclarar que la palabra palestina etimológicamente se deriva de la palabra “Filistine,” el nombre de una colonia europea en la costa Mediterránea. Los romanos utilizaron esta palabra en su mapa imperial, reemplazando el nombre de Israel, para apoyar la conquista filistea contra Jerusalén y los judíos. Los árabes palestinos de hoy, un fenómeno del siglo XX, no tienen nada que ver con los filisteos de aquella época 1200 a.C.

Es importante entender que los judíos conquistaron la tierra de Canaán, lo que comprende hoy Israel, los territorios, Gaza, Cisjordania, el oeste de Jordania, y el sur de Siria y Líbano aproximadamente en el año 1050 A.C., y la dividieron entre sus doce tribus las cuales formaron el Reino de Israel, donde se destacaron los reyes Saúl, David y Salomón.

El imperio Asirio conquistó la parte norte del Reino de Israel en el año 722 a.C. Muchos judíos fueron desplazados y exilados. Por otra parte, los Babilonios conquistaron Judea (la parte sur del reino) en 586 a.C., creando el llamado exilio Babilónico.

Los persas conquistaron el imperio de Babilonia en el año 538 A.C., y permitieron a los judíos regresar a su tierra. Luego, en el período helenístico, después de las conquistas de Alejandro Magno, la región cayó bajo influencia griega en el llamado Imperio Seleucida.

La autonomía judía en la región fue reestablecida bajo la Dinastía Asmonea alrededor de 140 A.C. gracias a la revuelta Macabea contra el imperio Seleucida.

Luego, en el año 63 a.C. el imperio romano conquistó Judea. Cuando se dividió el imperio romano fue el imperio bizantino quien controlaba la región.

Los árabes llegaron a la región en el siglo VII D.C., y la controlaron durante el período de la expansión islámica.

En el siglo XI D.C. se estableció en la región el poder Cristiano gracias a las cruzadas. Se establecieron varios “estados,” incluyendo el reino de Jerusalén.

En el siglo XIII los Mamelucos, una dinastía islámica, conquistó a estados de las cruzadas y gobernaron hasta la conquista Otomana en el Siglo XVI. Los Otomanos gobernaron hasta 1920, cuando la Liga de las Naciones (hoy Naciones Unidas) le dio al Reino Unido el mandato sobre Palestina.

Importante destacar que, si bien los judíos fueron expulsados de muchos de estos imperios, algunos nunca dejaron de vivir y siempre regresaron a su tierra ancestral.

Luego en 1948 Naciones Unidas decidieron reconocer al Estado de Israel. También reconocieron a Iraq, Siria y Líbano. A Israel le asignaron menos del 20% del territorio originalmente judío, el 80% se lo entregaron al Reino Achemita de Jordania. Hasta el día de hoy el 70% de la población de Jordania es árabe palestina.

Israel no tuvo opción sino aceptar esta partición, pero los árabes palestinos, no conformes con el 80% del territorio decidieron atacar a Israel. Israel se defendió y ganó la Guerra de 1948. Durante ese año judíos de los países árabes fueron expulsados.

Gaza y West Bank (Judea y Samaria) fueron ocupadas por Egipto y Jordania respectivamente en 1948. Israel liberó a estas regiones en 1967, cuando fue atacado por cinco países árabes simultáneamente, en la Guerra de los Seis Días. Desde ese momento, los árabes residiendo allí fueron catalogados refugiados. Nunca crearon verdaderas instituciones, no consideraron democracia, siguieron su esencia tribal y se empecinaron en continuar luchando para erradicar a Israel.

A pesar de que Israel tiene derecho histórico a estas tierras y que además las ganó en guerras que no comenzó, fueron muchas las oportunidades de paz, la más reciente en el 2008 cuando Israel ofreció el 94% de las tierras en disputa a cambio de cese del terror palestino. Los palestino nunca aceptaron. Está claro que no aceptan nada que no sea la total desaparición del Estado de Israel. Y esto lo reconoce Hamás y el yihaad islámico, entre otros grupos de terror palestino.

Si usted es objetivo debe preguntarse lo siguiente: Quién violó el cese al fuego En Octubre 7, 2023? ¿Quién ha rechazado todas las propuestas de paz? ¿Quienes colaboraron con los Nazis para exterminar a los judíos (genocidio) en la II Guerra Mundial? ¿Quiénes habla de exterminio cada vez que abren la boca? ¿Quiénes adoctrinan a niños para odiar judíos, perder la vida matando israelíes y convertirse en mártires? ¿Quiénes dicen que matar a judíos trae recompensa en el paraíso? ¿Quiénes no aceptan a ningún precio la existencia de Israel? ¿Quiénes recahazan la paz una y otra vez?

Tú sabes quiénes.

Mientras tanto, Israel ha construido un país milagroso, una democracia vibrante, una economía avanzada y próspera, donde las minorías son respetadas y dónde todos los ciudadanos, independiente de su condición étnica, racial o su preferencia política, ideológica, sexual o religiosa tienen igual de derechos bajo la ley.

 ¿Qué ha construido Hamás en Gaza? Un sistema de gobierno dictatorial, medieval y anacrónico donde las mujeres no tienen derechos, donde quien no sea heterosexual tiene pena de muerte, y donde no hay ninguna esperanza de democracia y desarrollo. No han hecho una sola contribución a la humanidad, ni en la ciencia, ni en las artes, ni en el deporte, ni en las ciencias sociales, ni en nada. Crearon túneles, fábricas de armamento, lanzadores de cohetes y misiles, todo un territorio desde donde atacar a Israel y matar civiles. Invadidos por la crueldad y el salvajismo del islam extremo solo saben matar, masacrar, secuestrar y aterrorizar.

Toda esta historia es para que no te dejes engañar por aquellos que dicen que la pelea es por tierra, y que los judíos son colonizadores extranjeros. Nadie tiene más derecho a estas tierras que el pueblo judío que, a pesar de los ires y venires de la historia, nunca dejó de tener presencia en la tierra de Israel desde hace más de 3500 años. Allí está la evidencia arqueológica para quien quiera debatirlo.

Los países árabes componen el 99.6% del territorio del Medio Oriente (¿muy poco?), Israel solamente el 0.4% (¿demasiado?). No, la pelea es simplemente por odio, odio al judío. Nada nuevo. Ha existido desde siempre.

En el juicio final, la guerra de Israel contra Hamás es la guerra de la democracia contra la dictadura, de la modernidad contra el atraso, del bien contra el mal, y de la civilización contra la barbarie.

Samuel Azout

La tercera guerra mundial

No han faltado analistas que sugieran que estamos a las puertas de la III Guerra Mundial. Una Guerra Mundial no quiere decir que todo el mundo está en guerra, es simplemente un conflicto donde las súper potencias militares están involucradas. ¿Cuáles son los principales factores que contribuyen a una Guerra Mundial?

Una Guerra Mundial suele ocurrir cuando una de las partes considera que ha creado las capacidades militares suficientes para derrotar a su enemigo. Generalmente, sus líderes han instituido un régimen militarista como estrategia de Estado. Este fue el caso de Alemania el siglo pasado.

 

Las alianzas entre las naciones también contribuyen a que se desaten guerras mundiales. En la primera guerra mundial, las alianzas fueron Gran Bretaña, Francia, Rusia, y Estados Unidos, contra Alemania, Bulgaria, Austria-Hungría y Turquía. En la segunda guerra mundial, las alianzas fueron Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, contra Alemania, Italia y Japón. Estas alianzas lograron que un conflicto regional se convirtiera en una guerra mundial.

Un gran sentimiento de nacionalismo fue característico en las guerras mundiales. En ambas ocasiones, un grupo ideologizado arremetió contra otro violentamente. En la primera guerra mundial los eslovacos asesinaron al archiduque Francisco Fernando del imperio Austro Húngaro. Los serbios aspiraban a conquistar y construir la Gran Serbia. En la segunda guerra mundial, Hitler instituyó en Alemania un nacionalismo extremo. Los Nazis querían conquistar Europa, se sentían una raza superior.

El militarismo, las alianzas y el nacionalismo fueron causas importantes de las dos guerras mundiales. Un acto de violencia muy localizado dio comienzo a los dos conflictos. El asesinato de archiduque en 1914 en a la primera guerra mundial, y la invasión Nazi a Polonia en 1939 en la segunda guerra mundial.

Está claro que el conflicto Israel-Hamás es más que la lucha por un pedazo de tierra. Se trata de un choque de civilizaciones; los valores de Occidente representados por Estados Unidos, Europa e Israel, contra el islamismo extremo de Irán y sus mejores amigos, Rusia y China.

Es imperativo que los líderes mundiales prioricen la diplomacia y el diálogo para evitar la Tercera Guerra Mundial. En la primera guerra mundial murieron 16 millones de personas, y en la segunda 75 millones. Con armamentos más sofisticados y letales, incluyendo bombas nucleares, una nueva guerra mundial pudiera ser verdaderamente catastrófica para el mundo.

Es buen momento para recordar una frase de Albert Einstein: “Yo no sé cuáles serán las armas que se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial será peleada con piedras y palos.”

Samuel Azout

La respuesta israelí

El sábado 7 de octubre terroristas del grupo Hamás, uno de los más sanguinarios del mundo, incursionaron en territorio israelí, masacraron 260 jóvenes que estaban disfrutando una feria de música, violaron a mujeres, mataron a niños frente a sus padres, secuestraron violentamente a mujeres, niños y ancianos, y le propiciaron a Israel el golpe militar más fuerte en su historia con más de 900 personas asesinadas y mil heridas, todo en un solo día.

Para Israel, un país pequeño de menos de diez millones de habitantes ha sido tan devastador como si sufriera el ataque a las torres gemelas de Nueva York y a Pearl Harbor, las dos al mismo tiempo. Una verdadera tragedia. Sin embargo, si repasamos la historia del pueblo judío, y sin irnos más de 2 milenios atrás, encontramos muchas tragedias. Los romanos crucificaron a más de 100 mil judíos en Galilea un poco antes de crucificar a Cristo en el año 33. Algunos años más tarde, en el año 70, más de un millón de hebreos murieron junto a la destrucción del Segundo Templo. En el año 1096, 800 judíos fueron asesinados por las Cruzadas en Alemania, por no querer convertirse al cristianismo.  Más de 12 mil judíos fueron asesinados en los primeros meses de las Cruzadas. En 1099, cuando las Cruzadas capturaron Jerusalén, juntaron a todos los judíos en la Sinagoga y los quemaron vivos. En 1510, 3000 judíos fueron asesinados en Berlín por rehusar los bautizos.

 

Los judíos han sido expulsados en diferentes momentos de países europeos. La primera expulsión fue en Inglaterra en el año 1290. El Rey Eduardo I expulsó a los judíos y les confiscó todos sus bienes. Durante cuatro siglos, a los judíos no se les permitía entrar a Inglaterra. Fueron expulsados de Francia en 1306 y 1394, de Hungría entre 1349 y 1360, de Austria en 1421, de regiones de Alemania entre los siglos XIV y XVI, de Lituania en 1445 y 1495, de España en 1492, de Portugal en 1497, de Bohemia y Moravia en 1744. Cientos de judíos fueron quemados en plaza pública en el siglo XVII en las ceremonias conocidas como auto-da-fe en España, por el simple hecho de no querer renunciar a sus creencias. En 1480, los huesos de 100 muertos judíos fueron exhumados y luego quemados en público.

Los ucranianos liderados por Chmielnitzki en el año 1648 mataron a 100,000 judíos. Muchos fueron enterrados vivos. Se conocen historias de casos en que les sacaban los hijos a las mujeres embarazadas y los lanzaban al vació frente a sus ojos. En algunos casos, les insertaban gatos vivos en sus vientres.

En el Holocausto 1940-1945 de la Segunda Guerra Mundial, seis millones de judíos inocentes fueron exterminados en campos de concentración por el régimen liderado por el cruel y depravado Adolf Hitler.

La barbarie reciente de Hamás es la más fuerte que ha sufrido el Estado de Israel en su historia, pero para el pueblo judío es un enlace más en una historia milenaria de discriminaciones, crueldad y abusos. Los más grandes crímenes de la humanidad han sido perpetrados al pueblo judío. 

Pero, esta vez hay una diferencia. 

Durante dos mil años, el pueblo judío no tenía como responder. Los judíos deambulamos por el mundo, humillados y asesinados, añorando todos los días nuestro regreso a Jerusalén. Pero ahora hay un gran ejército capaz de responder a los ataques de nuestros enemigos. En la memoria colectiva del pueblo judío está muy presente el sufrimiento a la crueldad que históricamente les ha infligido la humanidad.

En nuestras mentes hay una sola idea: ¡Nunca más!

Soy Bilingüe

Foto: Alcaldía de Barranquilla

En el primer semestre de este año, a lo que las escuelas regresaban a la presencialidad, la Alcaldía del Distrito de Barranquilla lanzó la estrategia Soy Bilingüe para la educación básica, secundaria y media en cuarenta instituciones educativas con la intención de impactar a cuarenta mil niños. El proyecto incluye mentores para las escuelas y los maestros, intercambios digitales con escuelas en los Estados Unidos, y herramientas pedagógicas como Unstoppable Kids para los cursos de primaria.

 

El Alcalde Jaime Pumarejo ha señalado que los estudiantes de estas instituciones educativas serán los primeros niños 100% bilingües egresados de las escuelas públicas de Barranquilla. Rectores, docentes, directivos y padres de familia se sienten motivados por la implementación del proyecto. Pumarejo ha insistido que esta estrategia le va a cambiar la vida a los niños porque les abre un mundo de posibilidades, y “va a cambiar la historia de la ciudad.”

Ciertamente, los más recientes estudios dan cuenta de las ventajas que tiene dominar más de un idioma en el desarrollo del cerebro humano. Se ha observado que el bilingüismo tiene un efecto positivo sobre la cognición, en lo que se conoce técnicamente como control ejecutivo y reserva cognitiva. Se sabe que el bilingüismo contribuye a paliar los síntomas de enfermedades degenerativas asociadas a la vejez.[1]

También es cierto que una fuerza laboral bilingüe representa un gran cambio en términos de oportunidades de trabajo y empleo. En un mundo globalizado y cada vez más interconectado gracias a la tecnología digital, hablar, escribir y leer en inglés puede hacer toda la diferencia. Tomará tiempo, empeño y buena gerencia pública de varias administraciones distritales consecutivas, pero es válido soñar con una ciudad bilingüe.

Ya veremos si este ambicioso proyecto va a cambiar la historia de Barranquilla. Por lo pronto, el Alcalde Pumarejo ha demostrado audacia en materia de política pública. Su administración está invirtiendo en el largo plazo, sin cálculos políticos, como debe ser, rompiendo con esquemas cortoplacistas de administraciones anteriores.

El desarrollo requiere no conformarse con simples mejoras incrementales. Se trata de generar saltos en bienestar social y esto solo se logra con gestión pública transformadora y efectiva. Sin duda, la iniciativa de bilingüismo del Alcalde Pumarejo es un paso en la dirección correcta.

Barranquilla bilingüe, una gran visión.

 

[1] Mariela Esnaola. Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González. Universidad CAECE, 2019