Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Sandra Forero

Menos burocracia, más reactivación

El 2023 cerró con un crecimiento económico de apenas 0,6%, la mitad del que estimaban los analistas económicos. Este penoso resultado se explicó por las caídas de grandes sectores productivos como la construcción, la industria y el comercio, así como por la contracción de la inversión, un elemento que posibilita el crecimiento sostenido del PIB en el largo plazo. Tal parece que, en esta coyuntura, los hogares fueron más responsables que el Gobierno Nacional y redujeron significativamente su consumo debido al encarecimiento del crédito, en contraste, el crecimiento del gasto del gobierno creció prácticamente lo mismo que en 2022, y en lugar de apretarse el cinturón abrió 10 nuevas embajadas que le costará más de $51.000 millones al año.

A nivel local, aún estamos a la espera de conocer el desempeño económico de Bogotá durante el 2023. Sin embargo, las cifras hasta el tercer trimestre indican un crecimiento modesto que, en sintonía con el panorama nacional, podría estar marcado por la contracción en sectores clave como la construcción, la industria y el comercio, y vergonzosamente también por un consumo elevado de la Administración Distrital, que no solo se dedicó a impulsar su imagen con gastos significativos en publicidad sino también en el sostenimiento de una mayor burocracia.

La burocracia fue evidente durante la Alcaldía de Claudia López. Comparando 2019 y 2023 ambos años electorales, los recursos destinados a contratos por prestación de servicios aumentaron en un 242%. Tristemente, la burocracia también se extendió a las Alcaldías Locales. En Ciudad Bolívar, entre 2019 y 2023, los recursos destinados para los contratos por prestación de servicios aumentaron un 406%, en Engativá un 401%, en Kennedy un 306%, en Bosa un 156% y en Suba un 131%.

Durante la Alcaldía de Claudia López, los recursos destinados de manera ineficiente a la burocracia sumaron 1.6 billones de pesos, y ahí es donde afirmamos menos burocracia y más reactivación, una cifra que bien podría reactivar la economía bogotana, mediante el desarrollo urbano y la vivienda formal logrando, por ejemplo, que 60.000 familias de menores ingresos cumplan su sueño de tener vivienda propia, apoyándolas con el pago de la cuota inicial y el otorgamiento de una cobertura para ayudarles a pagar su cuota hipotecaria, y así también mantener más de 185.000 puestos de trabajo en la ciudad y generar otros 43.000 durante los próximos cuatro años, lo que se traduce en una reducción anual de la tasa de desempleo en 0,3 puntos porcentuales. Todo esto, mientras se genera más y mejor espacio público, más escuelas, colegios, centros de atención a la primera infancia y los demás soportes urbanos que requiere la vivienda.

Bogotá tiene el potencial de convertirse en el referente nacional para eliminar la burocracia, reactivar la economía, proteger el empleo y generar una ciudad de calidad, algo que ni el Gobierno Nacional ni Claudia López lograron. Menos burocracia significa más reactivación económica. A su vez, la reactivación de Bogotá necesita esfuerzo fiscal, compromiso en la gestión y voluntad política por parte de la Administración Distrital. Sin estos ingredientes, la reactivación solo se queda en intenciones.

Sandra Forero

«La ciudadela de Suba es un proyecto en el papel»: Sandra Forero en El Sonajero

La Concejal y presidenta de la Comisión Permanente del Plan del Concejo de Bogotá, Sandra Forero, en entrevista para El Sonajero de Confidencial Colombia, con Mauricio y Arroyave y Manolito Salazar, hizo sus observaciones sobre lo que habría que reglamentar al Plan de Ordenamiento Territorial y opina sobre lo que habría que hacer en los predios de la ALO Norte, donde la administración de Claudia López proyectó la construcción de una Ciudadela Educativa.

}

El Sonajero

Sandra Forero

A Colombia la salvarán las instituciones

La estabilidad política, social, económica e institucional se ven amenazadas cuando un presidente alienta la movilización popular con discursos de odio. Y más grave aún cuando lo hace para presionar a las Cortes, desafiando así la Constitución y las Leyes que él mismo juró proteger.

Desde 1945, la separación de poderes fue una realidad en Colombia, y desde entonces el poder público está dividido en tres ramas: la ejecutiva, la legislativa y la judicial. Un paso necesario para prevenir la concentración y el abuso de poder en cualquiera de estas tres esferas, evitando así las decisiones políticas autoritarias que pudieran tener graves consecuencias para el país. Esta división, aunque imperfecta, no solo es por definición, un rasgo distintivo de un país democrático y un Estado Constitucional, como el nuestro, si no también es una estructura que protege las libertades y los derechos de los ciudadanos de posibles actos de arbitrariedad.

En varias ocasiones, los mensajes difundidos por el presidente del Gobierno del Cambio a través de sus redes sociales han desafiado esta división de poderes y han promovido de manera irresponsable manifestaciones en las calles sin considerar las posibles consecuencias de tales convocatorias. La última semana no fue la excepción. Las disputas con el Fiscal General de la Nación y su deseo de contar con una fiscal alineada con su postura política, llevaron nuevamente a que el presidente convocara y respaldara nuevas protestas, esta vez con el objetivo de presionar a la Corte Suprema de Justicia para que eligiera rápidamente. Ante la falta de consenso para la elección de la nueva fiscal, los manifestantes que apoyaban al presidente bloquearon el acceso al Palacio de Justicia, comprometiendo no solo el derecho a la libre locomoción de quienes se encontraban en esta sede judicial, sino también generando una situación de tensión que amenazó la integridad del sistema democrático y el respeto por la independencia del poder judicial. Aunque la situación se resolvió el mismo día, evocó inevitablemente la toma del Palacio de Justicia que hizo el M-19 en 1985, un hecho que hoy en día representa una herida profunda en la memoria colectiva de los colombianos.

Como es costumbre, el presidente culpó a otros y no asumió su responsabilidad en una situación, que no solo generó incertidumbre política, sino que también envió señales negativas a ciudadanos e inversores por igual. Las consecuencias podrían ser profundas, tanto a corto como a largo plazo en materia de crecimiento económico y empleo, la atmósfera de duda resultante puede desalentar la inversión en el país, promover la fuga de capitales, socavar la confianza de consumidores y empresarios, y aumentar el costo del capital para las empresas, ya que las primas de riesgo serán más altas para compensar la creciente incertidumbre en nuestro país. Algo que ya pasó en Venezuela y Turquía, donde la independencia judicial ha sido puesta en duda y parece estar confeccionada a la medida de la rama ejecutiva.

En medio del dolor que ha marcado a nuestro país esta semana, recae sobre nosotros la responsabilidad y el deber de alzar la voz en defensa de la democracia, de las instituciones y del equilibrio entre las tres esferas del poder público, pero también de la estabilidad económica y del empleo de los más de 25 millones de colombianos que formamos parte de la fuerza laboral. Mantengo la confianza en la fortaleza de la democracia colombiana y estoy convencida de que, así como las instituciones han salvado a Colombia de las malas decisiones de este último año y medio, seguirán siendo la salvaguarda del país frente a un cambio que solo nos perjudica.

Encuentre aquí más columnas de opinión de Sandra Forero

Alcaldía de Galán enfrentó su primer debate en el Concejo por cuenta de la ALO Norte

La administración de Carlos Fernando Galán enfrentó su primer debate en el Concejo de Bogotá, por cuenta de los predios de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), en la parte norte de la capital del país, en donde la Alcaldía de Claudia López, dejó contratado un proyecto para construir la Ciudadela Educativa de Suba.

En el debate citado por la concejal del Centro Democrático, Sandra Forero, quedó claro que la cabildante no se opone a la construcción de la Ciudadela Educativa y del Cuidado de Suba, pero sí fue enfática en dejar claro que esta no debe hacerse en los predios de la ALO Norte y dijo que “la administración debe buscar los predios para una nueva ubicación del proyecto”. Seguidamente, solicitó la terminación definitiva del contrato de Renobo teniendo en cuenta los vicios y violación de los principios rectores de la contratación estatal como es el de planeación en la celebración de este contrato.

Así mismo, Forero Ramírez hizo un llamado urgente al Alcalde Mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, para abrir la posibilidad de revisar el POT, “con el objetivo de corregir este y tantos otros problemas que dejó Claudia López. Un POT que contaba con observaciones en más de 300 artículos y fue impuesto de forma arbitraria a la ciudad”.

Por su parte, el concejal Daniel Briceño, aseguró que interrumpir la ALO en su tramo norte, es dejarla a media.

La concejal del Partido Liberal, Clara Lucía Sandoval, se unió al debate exponiendo que con el debate se busca una visión de desarrollo sostenible para el occidente de Bogotá, «no hacer la ALO equivale exponer a Suba en más trancones y a mayor contaminación».

El debate tendrá continuidad el próximo viernes 9 de febrero.

Sigamos soñando en grande y mantengamos viva la esperanza de un desarrollo urbano formal en Bogotá

Bogotá es un imán para la población migrante tanto extranjera como nacional. Esto se refleja en el último Censo de Población del país, que revela que el 43% de la población de la capital del país proviene de otras partes del país o del mundo, y eligieron nuestra ciudad para buscar mejores oportunidades de empleo, salarios y educación.

La capacidad que tiene Bogotá para atraer población, combinada con la reducción del tamaño promedio de los hogares, sugiere que en la próxima década la ciudad acogerá en promedio a 76,000 nuevas familias urbanas al año, lo que plantea un desafío significativo para la Administración Distrital en términos de planificación urbana y provisión de vivienda formal, así como para la generación de entornos urbanos de calidad con buen espacio público, colegios, parque, centros de atención a la primera infancia, bibliotecas entre otros.

Si la ciudad no atiende de manera efectiva las necesidades de vivienda, estas nuevas familias, especialmente las de menores recursos, se verán obligadas a buscar soluciones en el mercado informal, cayendo presas de las mafias de tierreros o de los delincuentes que ocupan ilegalmente predios privados o públicos. Esto las expone a enfrentar las consecuencias de la inseguridad en la tenencia, a vivir en áreas desprovistas de infraestructura social y de servicios básicos como el agua potable, y a habitar en entornos inseguros y viviendas de baja calidad, lo que incide de forma negativa en la salud, la pobreza, y tristemente también en la percepción de acoso físico y verbal, particularmente hacia las mujeres. Pero no solo eso, también se verán forzadas a vivir en zonas de alto riesgo, lo que intensifica la injustica y la inequidad, pues son precisamente estas familias las más afectadas por fenómenos naturales, tal como ha sucedido esta semana en barrios como El Paraíso debido a los incendios de los cerros orientales de Bogotá.

Esta realidad, requiere desencadenar acciones coordinadas y sostenidas a largo plazo. Por un lado, la ciudad necesita fortalecer significativamente los programas de subsidios destinados a garantizar el acceso de los hogares a viviendas formales y dignas. Así mismo, debe potenciar aquellos programas que incentiven la generación de empleo y promuevan la formalidad laboral, una dimensión que se vincula estrechamente con la formalidad urbana. Todo esto debería estar enmarcado en un contexto en el que las acciones del nivel Nacional estén orientadas hacia el estímulo del crecimiento económico, la estabilidad de precios y la confianza, algo que ha sido muy difícil en el Gobierno del Cambio, pero que es absolutamente necesario para facilitar el acceso de los hogares a una vivienda formal.

Por otro lado, también es clave consolidar la lucha contra la urbanización informal. Esto involucra seguir con programas de mapeo de terrenos propensos a la urbanización ilegal para prevenir su ocupación indebida, y reforzar las actividades de control urbano. De igual forma, se deben emprender acciones decisivas para expandir la oferta de vivienda formal, promoviendo un urbanismo de calidad con la infraestructura social necesaria, lo que implica impulsar la incorporación y habilitación de suelo para aliviar la presión en los precios de la vivienda, y aprovechar el máximo potencial de este actualmente limitado por un Plan de Ordenamiento Territorial que en la práctica es inaplicable y se queda en el papel.

Necesitamos entonces abrirle las puertas a los habitantes de Bogotá para que accedan a una vivienda formal en una ciudad de calidad, y apartarnos de los discursos equivocados que desinforman a través de las redes sociales, y que insinúan erróneamente que la construcción formal es la responsable de la urbanización en los cerros, los humedales y las reservas forestales. Este tipo de discurso, de hecho, termina respaldando la urbanización y ocupación informal e ilegal del suelo, y empujando a las familias a vivir en entornos y viviendas de baja calidad. El problema va más allá de lo urbanístico; involucra el derecho humano a una vivienda digna y se conecta con la salud, la educación y la superación de la pobreza, por esto, necesitamos seguir soñando en grande, y mantener viva la esperanza de un desarrollo urbano formal, para que ¡Vivamos Bogotá!

Encuentre aquí más columnas de opinión de Sandra Forero

La Procuraduría pide suspender el proyecto ‘Ciudadela Educativa y del Cuidado’ en Bogotá

La Procuraduría General de la Nación solicitó al gerente de la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá (Renobo) suspender el Contrato de Colaboración Empresarial con la Constructora Las Galias SAS, luego de determinar que existen circunstancias que podrían poner en riesgo la ejecución del proyecto ‘Ciudadela Educativa y del Cuidado’. 

El organismo de control realizó visitas de inspección asegura tener elementos de juicio que advierten vacíos en la definición de temas claves para el exitoso y adecuado desarrollo del proyecto, así como falencias en la distribución de competencias y la aplicación del principio de coordinación entre entidades públicas que permita solucionar oportunamente posibles controversias, entre otras. 

El ente de control señala que Los negocios jurídicos de las entidades estatales deben estar diseñados, pensados y planeados acorde con la necesidad que se busca satisfacer y no puede haber lugar a la improvisación (…)”, pues es necesario evitar situaciones contrarias al ordenamiento jurídico en los procesos de selección que impacten la ejecución, valor o plazo

El ente de control señala que Los negocios jurídicos de las entidades estatales deben estar diseñados, pensados y planeados acorde con la necesidad que se busca satisfacer y no puede haber lugar a la improvisación (…)”, pues es necesario evitar situaciones contrarias al ordenamiento jurídico en los procesos de selección que impacten la ejecución, valor o plazo. 

Asegura además que “la ligereza en la planeación de los negocios contractuales menoscaba el interés general”, razón por la cual antes de celebrar el negocio jurídico se exige a la entidad contratante prever, asegurar y/o solucionar circunstancias de cualquier orden, que tengan incidencia en la ejecución para evitar tropiezos y dilaciones que puedan poner en riesgo los recursos públicos. 

El Ministerio Público recalcó que en ningún momento se opone a la realización de las grandes obras de infraestructura en Bogotá y que su objetivo es velar porque estas se hagan cumpliendo con todos los requisitos legales y no representen ningún riesgo para la ciudadanía.

Al respecto, la concejal del Centro Democrático, Sandra Forero, dijo que con esta medida el concejal, Carlos Fernando Galán, tiene los elementos necesarios para suspender este proceso.

Nota relacionada: Procuraduría abrió investigación al gerente de Renobo por el contrato del proyecto ‘Ciudadela Educativa’ en Suba

Salvemos la ALO, para que Vivamos Bogotá

Llevamos años agotados por el tráfico de Bogotá. Según la Encuesta de Movilidad Bogotá-Región 2023, los viajes en transporte público en la ciudad promedian una hora y veinte minutos, cifra que se incrementa en los estratos más bajos, y una de las razones que colocan hoy a Bogotá en el lamentable cuarto lugar del ranking de ciudades latinoamericanas con peor tráfico.

Bogotá necesita terminar su infraestructura de transporte, porque la falta de vías adecuadas no solo limita la productividad de la ciudad, sino que también encarece los costos de producción, los precios y dificulta la reducción de los tiempos de desplazamiento, lo que impacta directamente en el crecimiento económico y el empleo.  Aún con esto, el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que se adoptó en 2021 para Bogotá eliminó el tramo norte de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), una arteria vital para la ciudad, con el propósito de construir la Ciudadela Educativa y del Cuidado. Esta decisión anula años de esfuerzos técnicos y financieros invertidos en los trazados, los diseños y la compra de predios destinados para la construcción de esta importante avenida, presente en el Plan Vial de Bogotá desde hace más de 60 años.

El POT, un instrumento esencial para el ordenamiento territorial debería tener una visión a largo plazo, que facilite el acceso a vías públicas con infraestructura de transporte y priorice el interés general sobre el particular. La administración anterior pasó por alto estos principios y adoptó una perspectiva de corto plazo que no considera el crecimiento de los hogares y la población proyectada para Bogotá y la región. Además, la historia reciente de la ALO plantea dudas sobre la primacía del interés general en el ordenamiento territorial y sobre la transparencia de la administración anterior.  

En los últimos meses de 2023, y de manera apresurada con evidentes intereses políticos, la administración anterior adjudicó la construcción de la ciudadela, a pesar de todas las voces de advertencia; un proceso que se caracterizó por la falta de una adecuada planeación contractual y la continua alteración de las reglas de juego que generaron un escenario de incertidumbre.

En primer lugar, la selección de la constructora Las Galias, una empresa con deudas significativas con la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá (Renobo), el operador urbano del proceso se realizó antes de establecer el marco normativo necesario para la actuación estratégica, indispensable para determinar con exactitud los elementos de captura de valor del suelo. En segundo lugar, se realizaron múltiples adendas, incluso el mismo del cierre para presentar propuestas, añadiendo un manto de duda adicional al procedimiento administrativo. En tercer lugar, mediante este proceso licitatorio, y de manera inadecuada en términos legales, se impusieron una serie de competencias a Renobo. En cuarto lugar, los predios de distinta naturaleza, privada, pública y de espacio público, comprados para la construcción de la ALO, siguen bajo la tutela del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), y hoy el proceso no cuenta con el vehículo fiduciario necesario para hacer su transferencia a Renobo. Por último, la falta de indemnización en caso de inviabilidad del proyecto, contemplada en el proceso, agrega más incertidumbre, exacerbando las sospechas sobre la premura con la que se llevó a cabo este procedimiento. Estas irregularidades fueron las que motivaron a la Procuraduría General de la Nación a solicitar la terminación del proceso de construcción de la ciudadela y al alcalde Mayor de la ciudad Carlos Fernando Galán a solicitarle a su equipo revisar el proceso.

Es por todo esto que insisto en la revisión de la eliminación del tramo norte de la ALO en el POT, y del proceso acelerado de adjudicación que a todas luces está cargado de intereses políticos claros y de irregularidades. Los invito a que salvemos la movilidad de Bogotá, preservando el trazado completo de la ALO. Busquemos soluciones. La Ciudadela puede construirse en otro lugar donde también cumpla el propósito de dotar a la ciudad con los mejores equipamientos. Necesitamos defender la ALO para que con las futuras generaciones podamos decir ¡Vivamos Bogotá!

Encuentre aquí más columnas de Sandra Forero

«La venta de vivienda en Bogotá cayó en un 35%»: Sandra Forero

La concejal electa, Sandra Forero, y expresidenta de Camacol en entrevista para el Sonajero con los periodistas Mauricio Arroyave y Manolito Salazar dijo que la venta de vivienda en Colombia cayó en un 50% y en Bogotá en un 35%.

El Sonajero

Un POT de papel

Por: Sandra Forero Ramírez

Arquitecta y urbanista

Desde la joven concepción de planificación territorial que tiene nuestro país, se ha venido discutiendo la importancia de los Planes de Ordenamiento Territorial para el desarrollo social, económico y ambiental de nuestras ciudades. Los POT son la base de la transformación física del territorio y quizás uno de los mayores instrumentos para la generación de bienestar de la población y la construcción de una visión conjunta, armónica y clara de nuestras urbes. No obstante, como todos los planes, el mejor Plan de Ordenamiento Territorial es el que se logra ejecutar y el que, en mayor medida, logra recoger la suma de realidades físicas, económicas y sociales, y los plasma en objetivos que se puedan llevar de manera tangible al territorio.

Desde la administración pública, sacar adelante un POT no es una tarea fácil. La divergencia de intereses y visiones se sobreponen en la necesidad de contar con un ámbito regulatorio que genere certeza jurídica para las inversiones públicas y privadas, y en el que exista una continua y legítima conversación con todos los actores para que eso que se planea sea una hoja de ruta clara y una guía de ciudad. Pero lo que no puede pasar es que un POT se convierta en el logro tecnocrático de un grupo de “gurúes” que por imposición ideológica, académica o política suponen verdades que la tinta y el papel validan sin ninguna legitimidad y sin efectos en el territorio.

Hoy nuestra querida Bogotá está bajo la guía de un POT de papel que,  saltándose todos los procesos de debate y consenso, en 8 libros, 608 artículos, 7 anexos técnicos y más de 21 decretos, circulares, resoluciones y manuales hacen prácticamente imposible intervenir la ciudad para su desarrollo formal y en el que expedir una licencia urbanística queda inmerso en una maraña de disposiciones de toda índole y que como resultado bloquean el avance social y económico del territorio. Este POT es un compilado de desafíos, propósitos, políticas, directrices que invocan objetivos, todos ellos loables, pero que sin duda desconocen la capacidad institucional y los incentivos necesarios para plasmarlos en el territorio.

Por ejemplo, el POT define 25 actuaciones estratégicas que suman alrededor de 6.000 has de suelo con potencial de re desarrollar la infraestructura, los equipamientos y generar oferta de vivienda para los hogares, pero la realidad es que a la fecha, la forma para materializar estas actuaciones solo cuenta con escuetos documentos de directrices que entiende un grupo de tecnócratas y que con presentaciones y renders se alejan de la realidad operativa y de la forma de hacer efectiva esa figura. Mientras tanto, 30% del área desarrollable de la ciudad, bloqueada. Otra perla viene de la supuesta política de protección a moradores que actualmente está en discusión. Esta reglamentación del POT propone que para desarrollar la ciudad se debe “indemnizar” a los arrendatarios, trasgrediendo los derechos reales de propiedad y que al final deja casi cualquier desarrollo e inversión inmobiliaria sujeta a una especie de “consulta pública” bajo la bandera de evitar la gentrificación. Esto es otro evidente capricho politiquero carente de sustento y solución real a la gentrificación.

En resumen, los bogotanos estamos heredando un POT que no necesariamente le sirve a la ciudad, pero como debemos construir sobre lo construido, lo que hay que corregir supone que se deben modificar algunas de las reglamentaciones expedidas y tener mucha sensatez desde la administración distrital para expedir lo que falta. Es imperativo, volver a darle la legitimidad necesaria mediante el diálogo constructivo en el Concejo Distrital, para que por excepcionalidad ajustemos el POT a algo más cercano a la realidad y más lejano a tener un POT de papel.   

    

 

Hay uribistas que no quieren a Sandra Forero a su lado

En la reciente cita donde se reunieron los concejales de Bogotá del Centro Democrático con algunos sus senadores  y la directora del partido Uribista, Nubia Stella Martínez, se habló del nombre de la persona que encabezaría la lista de la colectividad para las próximas elecciones de Concejo de Bogotá.

El nombre puesto a consideración fue el de la expresidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Sandra Forero, con el que la mayoría de los asistentes no estuvo de acuerdo.

Forero es la persona favorita del expresidente y líder de Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, y según confirmó Confidencial Colombia, fue recomendada por el empresario, Mario Hernández, sin embargo, su figura no parece gustar mucho al interior de la colectividad, quienes consideran que hay personas al interior del partido que se han destacado desde mucho tiempo atrás y han hecho el mérito.

Los asistentes a la cita esperan la respuesta del expresidente Uribe, quien tiene la decisión final, de sí escucha y atiende las voces de quienes le han acompañado o aplica la política del bolígrafo e impone a la exlíder gremial.

Sandra Forero se retira de Camacol

La presidenta de la Cámara Colombiana Para la Construcción, Sandra Forero, renunció a su cargo como dirigente gremial.

La decisión se conoció durante el Congreso Colombiano de la Construcción, que tiene lugar en Barranquilla. Forero permaneció durante 12 años al frente del gremio.

“Son decisiones personales, 12 años al frente de un gremio en el que hemos hecho una tarea maravillosa, con un equipo maravilloso, en el que la vivienda ha llegado a un nivel que siempre ha merecido. Tengo unas ganas enormes de empezar nuevos proyectos, siempre pensando en las viviendas y en las ciudades de calidad”, explicó.

Sandra Forero es arquitecta de la Universidad Piloto de Colombia con especializaciones en Arquitectura Urbana y en Montaje de Operaciones Públicas de la Escuela de Arquitectura de París y un DEA (Diploma de Estudios Avanzados) en Urbanismo y geografía del Iheal de la Universidad Sorbona. Actualmente es coordinadora de la Comisión de Vivienda y Desarrollo de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción, representante de los empresarios ante la Comisión Nacional de Competitividad.

El retiro de quien hasta hoy fue la presidenta del sector de vivienda en Colombia, se da en medio de fuertes tensiones del presidente Gustavo Petro con algunos gremios económicos como Fenalco y la ANDI.