Los alcances históricos que viene teniendo el proceso de paz en La Habana, contrastan con los escándalos de las campañas de los dos candidatos que lideran las encuestas por la Presidencia. Aunque ambas se caractericen por puntos diametralmente contrarios en este nuevo intento de firmar la paz con las Farc, la mesa de negociación maneja dinámicas diferentes a lo que está ocurriendo electoralmente en el país.
El expresidente está llamado a que el 4 de junio entregue las pruebas sobre la presunta financiación de la campaña de Juan Manuel Santos con dineros del narcotráfico. La cita se da en medio de la polémica que generó la inasistencia del congresista ante la Fiscalía.
Afirma el presidente y candidato, Juan Manuel Santos, que “resulta lamentable que la campaña del candidato del Centro Democrático utilice estas prácticas sucias y cuestionables para confundir a la opinión pública, evadir sus responsabilidades y proteger a su candidato”.
La candidata presidencial Marta Lucía Ramírez aclaró diferentes inquietudes sobre sus propuestas de campaña, en entrevista con Terra y Confidencial Colombia.
La adhesión de varios miembros del petrismo a la campaña reeleccionista del presidente Santos está atravesada por la controversia y la incertidumbre. La firma del acuerdo entre ambas facciones políticas, que estuvieron enfrentadas hasta poco más de un mes, tiene en su interior un acuerdo político que daría cuenta de las preocupaciones de ambos grupos después de la situación atípica que supuso el anuncio de destitución de Petro, hecho por el procurador general en diciembre del año pasado.
En medio de los recientes escándalos de las campañas del candidato-presidente y Óscar Iván Zuluaga, un grupo de personas le preguntarán de forma simbólica a unas sillas vacías, que representan cada uno de los candidatos a la Presidencia, sobre los temas programáticos que la ciudadanía quiere saber pero debido a la falta de debates no se han podido socializar. Esta actividad se dará en medio de la creación de grupo ciudadano que se autodenominó movimiento 5M #DEBATEYA!
Esta es la versión en la que el senador electo explica que una “ausencia de garantías y amenazas del Fiscal General”, provocaron -entre otras cosas- su inasistencia a la citación para profundizar con pruebas su denuncia de que pagos vinculados con el narcotráfico financiaron la campaña de Juan Manuel Santos en el 2010. La Fiscalía citó nuevamente al exmandatario para el martes.
Las campañas presidenciales tienen autonomía para decidir sus estrategias de cara a las elecciones en las que se involucran. El atractivo para el elector debe estar basado en propuestas concretas de cara a un país que elegirá presidente en dos semanas.
Sin embargo, en Colombia las campañas presidenciales de los dos candidatos más fuertes en las encuestas han hecho cualquier cosa, menos proponer un país en el que la esperanza de vivir en paz y de manera satisfactoria sea una posibilidad.
Ambas campañas (la de Santos y al de Zuluaga) se han dedicado a cruzar acusaciones mutuas sobre el pasado y presente de ambos candidatos. Nexos con criminales, revelaciones de financiación ilegal de campañas pasadas y hasta la aparición de un hacker que, al parecer espiaba al gobierno nacional.
Ante la necesidad de planteamientos sobre el modelo de país que esperan la mayoría de los colombianos, una de las campañas promete cuatro más de lo mismo, enmascarado bajo la promesa de una paz que aún no se sabe que implicará a futuro. La otra campaña, por su parte, promete reformas y medidas que no tuvo interés en llevar a cabo durante los ocho años que estuvo en el poder Álvaro Uribe.
Los colombianos lo que necesitan es tener claro por quién votar de acuerdo a las conveniencias futuras de la sociedad y no tener que escoger entre el menos malo de los candidatos. Si las campañas presidenciales mantienen esa precariedad en la que uno de los argumentos de peso para no votar por uno y elegir al otro es que un primo del actual presidente dice que lo conoce y lo prefiere en las reuniones familiares, este país nunca podrá cambiar de paradigma político y un control civil sobre los dirigentes políticos seguirá siendo una utopía.
Unas campañas que le dan la espalda a la realidad de Colombia y se centran en las peleas personales entre candidatos y no en que a menos de un mes de elecciones presidenciales el país se vio envuelto en un paro nacional agrario, son campañas que envían un mensaje de desconexión con los colombianos y sus problemas reales.
Mientras que esas dos campañas están enfrascadas en una guerra mediática, las otras tres no seducen, ni convencen y poco o nada aportan al debate nacional en medio de la coyuntura. Como muchos de los analistas lo han señalado, estás campañas son las más sosas en mucho tiempo y así es muy difícil cambiar el paradigma abstencionista que impera en el país. Lo que debe primar es la preocupación por la situación del agro o de la violencia en Buenaventura, entre muchas tantas cosas, antes que la guerra sucia dictada por los estrategas que definen el derrotero de la campaña electoral o por la apatía hacia la ciudadanía que de verdad se informa para votar.
Por eso el cacerolazo es contra las campañas presidenciales que aún no arrancan faltando dos semanas para la jornada electoral.
Confidencial Colombia le cuenta los vínculos que ha sostenido el experto en informática acusado de haber espiado ilegalmente las cuentas de correo electrónicos del Gobierno y las Farc en el proceso de paz. INFOGRAFÍA.
El actual presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, dejó claro que las afirmaciones del expresidente Uribe solo les hacen daño a los colombianos y demuestra “su obsesión por recuperar el poder y acabar con las posibilidades de paz del país”. Además reconoció que desde la campaña de Óscar Iván Zuluaga están jugando, según el congresista, una guerra sucia para las próximas elecciones.
El exvicipresidente y fiel vasallo del uribismo aparece en una pieza publicitaria en la que explica que no quiere ver a su primo, el presidente Juan Manuel Santos, de nuevo en la Casa de Nariño, pero que aún así espera encontrárselo en reuniones familiares. El video causó revuelo en las redes sociales.
Nos infiltramos en la sede del Centro Democrático con la ansiedad propia del camino al bunker de guerra de aquellos que, bajo un nombre idílico, quieren mostrar al país una imagen de cambio fundado en el pasado de un magnánimo líder que no quiere culminar su ciclo de poder.
Inspirado en los e-mails ‘hackeados’ y publicados en medios de comunicación, en los que el presidente Juan Manuel Santos no sólo se mostraba interesado en adquirir algunos cuadros del artista Fernando Botero, sino que regateaba el precio de los mismos, el fotógrafo Carlos Duque realizó una puesta en escena de las pinturas que supuestamente compraría el primer mandatario colombiano, con personajes reales.
El presidente-candidato, Juan Manuel Santos, afirmó que los enemigos de la paz que quieren envenenar los diálogos de La Habana, “se quedarán colgados de la brocha” porque él, con el apoyo de los colombianos el 25 de mayo, va a conseguir la paz.
El presidente-candidato se refirió al polémico tema de las interceptaciones ilegales hechas en una sala de Bogotá por una persona que hacía parte del equipo de redes sociales del candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga. Para el mandatario es una clara acción para “sabotear el proceso de paz”.