El paraíso propio
Un joven de 16 años anarquista, ateo y gay nos lanza con su muerte la evidencia de la arbitrariedad de un colegio, de las autoridades y la justicia, y de una sociedad enferma que se cree en el deber de corregir lo que no se le ha torcido. 12 arbitrariedades que nos dejan una enseñanza profunda acerca de los verdaderos valores, la coherencia y la sensibilidad.