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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: trans

Cárcel para alias Chucky por crimen de mujer trans en Bello (Antioquia)

Un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Juan David Echavarría Zapata, alias Chuky, uno de los presuntos responsables de los actos de tortura que le ocasionaron la muerte a una mujer trans cuyo nombre identitario era Sara Millerey González Borja, el pasado 4 de abril en Bello (Antioquia).

La investigación indica que un grupo de hombres, entre los que estaría alias Chucky, retuvo a la víctima, la condujo a una casa, la golpeó y sometió ocasionándole heridas de gravedad en el tórax, los brazos y las piernas. Finalmente, la arrojó a la quebrada La García.

 

Horas más tarde, familiares de la mujer y personal del cuerpo oficial de bomberos la sacaron del afluente y trasladaron a un centro asistencial de Medellín, donde falleció al día siguiente por la gravedad de las heridas.

Alias Chucky tendrá que responder por los delitos de homicidio agravado y tortura. Los cargos no fueron aceptados.

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*El valor de la vida de una mujer trans *

Hablar de una mujer trans en Colombia es hablar de resistencia, dignidad y belleza en medio de la adversidad. Son historias que rara vez ocupan titulares, pero transforman vidas. Esta no es solo una crónica de valentía; es también una denuncia ante un país que sigue fallando en lo más básico: garantizar el derecho a existir.

Conocí a mi primera amiga trans en Chapinero: Laura, una mujer dulce y brillante, en ese entonces estudiante de Historia, ella era judía, quien años después fundaría el GAAT, y con este el mundo de los tránsitos. Luego vinieron Tatiana, contadora, interventora de proyectos, ejecutiva, determinada, ha ocupado altos cargos públicos; a Deisy activista de los derechos de la población LGBTIQ+;siempre en la lucha por nuestros derechos hoy la primera mujer trabajadora en el Concejo de Bogotá a Charlotte, Cubana estadista de la salud y lo mejor su imponente puesta en escena que la deja ser esa cantante poderosa; Vicky, ingeniera ambiental oriunda de Arauca quien tuvo que salir del país y  en Alemania completó su tránsito y encontró en las redes la mejor forma de expresar quién es. También conocí a Emanuel, a Mateo quienes gradualmente han hecho su tránsito y hace muy poco leí sobre Georgina Epiayú, de La Guajira, con más de 70 años quien hace muy poco adquirió su reconocimiento por su comunidad como una mujer trans.. Cada una, son mis muxas son un símbolo que con su fuerza, ilumina un país que aún las margina.

 

Pero mientras escribo, la realidad sacude: solo en los primeros días de 2025 se reportaron siete asesinatos de personas LGBTIQ+, tres agresiones a mujeres trans y una desaparición. El cierre de 2024 fue alarmante: discursos de odio en aumento, retrocesos legislativos y ataques sistemáticos.

Caribe Afirmativo documentó más de 50 asesinatos en 2024, además de amenazas y violencia policial, especialmente contra personas trans. La violencia tiene rostro y forma: asesinatos en vía pública, agresiones físicas y verbales, desapariciones impunes.

En medio de este dolor, nombro vidas que no deben olvidarse:

Andreina García García, Eder José García, Margarita Enith, Natalia Andrea Santodomingo, Betsy Mariel, Magdalena Medio, Diany Ruiz y hoy a Sara Millerey, quienes fueron asesinadas por el odio, pero también por la indiferencia, ojalá sus historias nos toquen y pensemos en que esto también es una pandemia…

Cada nombre es memoria y resistencia. No son cifras: son artistas, contadoras, ingenieras, activistas, mujeres que han amado, soñado y construido comunidad.

Y hay que decirlo con fuerza: en Colombia, ser trans es un riesgo de muerte. Mientras no haya garantías para vivir con dignidad y respeto,mientras contemos sus asesinatos y no haya vida plena para ellas, seguiremos siendo un país desigual. .

Porque nuestras vidas no pueden seguir apagándose sin consecuencias. Porque la memoria, el amor y la rabia también son formas de justicia.

La transformación social empieza por el reconocimiento del otro como legítimo. Cada acto de respeto, cada conversación que humaniza, cada espacio que se abre sin miedo ni prejuicio es una forma de resistencia. No podemos seguir construyendo país sin todas las voces, sin todas las identidades, sin todos los cuerpos.

La historia no se escribe solo con leyes ni cifras, sino con vínculos reales. Que esta sea una invitación a mirar con otros ojos, a preguntar por esas vidas, que se nos cruzan y nos enseñan.

Porque no es posible un país sin justicia, sin memoria, si no hay amor por la diversidad.

Marcela Clavijo

La existencia de la comunidad trans: dignidad y justicia

Hoy, en el Día de la Visibilidad Trans, alzamos la voz para recordar que las personas trans existen, resisten y merecen vivir con dignidad. La escritora trans argentina Camila Sosa Villada, en su poderoso libro Las malas, dice: «Las travestis no tenemos infancia, tenemos cicatrices». Esa frase resuena profundamente en Bogotá, donde la lucha diaria por el derecho a existir sigue marcada por la exclusión y la violencia.

En ese contexto, no podemos olvidar la importancia de la autonomía económica como fuente de vida. El trabajo no es solo una fuente de ingresos, es también un pilar fundamental de la libertad personal y la dignidad humana. Tener acceso a un empleo digno permite a las personas construir proyectos de vida, participar activamente en la sociedad y reivindicar su identidad en espacios donde históricamente han sido excluidas. Para la población trans, esta realidad adquiere una dimensión aún más profunda, pues el acceso al trabajo significa mucho más que una remuneración: es la posibilidad de romper con la precariedad y el abandono, de transformar el estigma en oportunidades concretas y de reafirmar el derecho a existir con plenitud y justicia. Sin trabajo digno, no hay inclusión real.

 

A pesar de los discursos oficiales que enarbolan la bandera de la diversidad, la discriminación laboral continúa siendo una constante en la vida de quienes se identifican como trans. Según el informe de econometría de 2010, la discriminación en el acceso laboral afecta especialmente a las personas transgénero, alcanzando un alarmante 92,4%, muy por encima de otros grupos de la comunidad LGBTIQ+. Esta situación de vulneración del derecho al trabajo contrasta con los principios constitucionales de igualdad y dignidad humana. Apenas el 5,3% de esta población ha firmado un contrato laboral formal, siendo el Estado el principal empleador. Esto revela la falta de oportunidades reales en el sector privado, perpetuando la exclusión social y económica.

Esta situación ha llevado a que gran parte de la población transgénero se vea obligada a desempeñarse en el sector informal o en trabajos de baja remuneración, como la estética, la peluquería y el trabajo sexual. La Línea Base de la Política Pública LGBTI de Bogotá 2022-2032 muestra que el 69,1% de las mujeres trans y el 50% de los hombres trans tienen el servicio sexual como su principal actividad profesional. A ello se suma el escaso nivel educativo, ya que solo el 7,89% de las mujeres trans acceden a la universidad, frente al 14,29% de los hombres trans. La discriminación interseccional que enfrentan agudiza las barreras para acceder a empleos dignos y estables.

Aunque el Ministerio de Justicia ha reiterado que la exclusión laboral por orientación sexual o identidad de género es inaceptable, la realidad muestra que esta protección jurídica está lejos de garantizar un acceso igualitario. Las expresiones humillantes, las amenazas de despido injustificado y la exposición pública de la intimidad son tres veces más frecuentes en personas trans que en personas heterosexuales, lo que refuerza el temor y la inseguridad en los ambientes laborales.

Bogotá debe asumir el liderazgo en la transformación de esta realidad. No basta con enarbolar la bandera de la inclusión: es urgente que el Distrito garantice el acceso a trabajos dignos a través de políticas públicas efectivas y planes específicos que aseguren empleabilidad y formación para la población trans. Es fundamental priorizar una estrategia integral que permita el acceso a ingresos seguros, en condiciones de equidad y dignidad humana, fomentando la contratación en instituciones públicas y promoviendo incentivos para que el sector privado también haga parte del cambio.

La visibilidad trans no puede limitarse a un solo día de conmemoración. Debe reflejarse en políticas activas, en oportunidades laborales reales y en el compromiso continuo de garantizar la dignidad de todas las personas, sin excepción. Bogotá tiene en sus manos la responsabilidad histórica de construir una ciudad verdaderamente incluyente. Hoy más que nunca, exigimos justicia, equidad y trabajo digno para la población trans.

Por eso, desde el Concejo de Bogotá vamos a presentar una iniciativa sobre la inclusión socio-laboral trans, con la convicción de que el Distrito debe liderar el cambio hacia una ciudad más justa y diversa. Este acuerdo buscará garantizar la inclusión laboral de personas trans en igualdad de condiciones, fijando un porcentaje no inferior al 1% en la contratación de prestación de servicios en entidades distritales, facilitando su participación en concursos públicos de mérito, su inclusión en plantas provisionales y su nombramiento en cargos de libre nombramiento y remoción. Además, incentivará la contratación en el sector privado y creará el ‘Sello de Inclusión Trans’ para reconocer a quienes promuevan esta inclusión de manera efectiva. También contempla estrategias de formación, acompañamiento psicosocial y fortalecimiento de ambientes laborales inclusivos en el sector público y privado.

Quena Ribadeneira

Doctores concluyen que nadadora trans tiene ventaja injusta por nivel de testosterona

Este lunes se reactivó el debate sobre Lia Thomas, nadadora trans de la Universidad de Pensilvania. Un médico concluyó que la deportista campeona de los 500 metros libre de la NCAA, cuenta con ventaja deportiva injusta en comparación con sus colegas.

«Hay un aspecto social para el deporte, pero la fisiología y la biología sustentan que (ella tiene) testosterona equivalente al gorila de 800 libras», señaló el doctor de la Clínica Mayo, Michael Joyner, en un reportaje publicado por The New York Times.

 

El fisiólogo Ross Tucker complementó que Lia era el ejemplo de «evidencia científica» concluyendo que el haber consumido supresores de testosterona no elimina la ventaja deportiva.

Por su parte Lia Thomas respondió que las mujeres trans «no son una amenaza para el deporte femenino«. «Transicionar para obtener ventaja deportiva no es un factor para nuestras decisiones. No necesito el permiso de nadie para ser yo misma y practicar el deporte que amo», declaró la deportista en el programa Good Morning America.

Por el momento la NCAA no se ha pronunciado al respecto. No es claro si Lia Thomas volverá a competir en las categorías femeninas de natación o si le retirarán sus logros alcanzados participando en las últimas justas disputadas.

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Políticas de humo y pobreza, éxitos de la nada y para todos

¿Cuál es la causa de la pobreza? Ya sea la de una persona o un país cualquiera. La respuesta es NINGUNA. La pobreza es el estado original de todo, el punto de partida por defecto, no es el resultado de una causa. No hay que preguntarse que causa la pobreza… lo que hay que preguntarse realmente es ¿Qué causa o que origina la riqueza o cuál es la razón por la que ésta se incrementa, se disminuye o se destruye por completo?

La riqueza, nos lo ha dicho la historia, se construye trabajando, innovando, produciendo valor a las cosas… o robando (también, por desgracias el mundo es muy imperfecto) Mientras que la pobreza, básicamente, se sustenta de no hacer nada, de la pereza, la inacción, de la indigencia intelectual, o de todas las anteriores juntas.

 

Para el desarrollo real de esto, la política es determinante como elemento dinamizador o desmotivante de los procesos. Los políticos son la mayor fábrica de construcción o destrucción de riqueza económica en un país. Y especialmente en las mujeres, que suelen tener una situación más inestable en lo laboral, por múltiples motivos.

Ciudadanos mediocres eligen políticos mediocres

No tengo pruebas, pero sí la convicción (certeza) personal, de que mucho político contemporáneo supuestamente progresista le hace el mayor de los daños posibles a las mujeres con sus políticas de género, en teoría dispuestas a ‘empoderar’, pero que en realidad sólo buscan una deconstrucción de la realidad, de la forma de como relacionarse con los hombres y que normalmente terminan en la hipérbole, en el absurdo. Y más tristemente, el puerto final de esta opereta sin gracia es la anulación de la propia persona para convertirla en un bulto, en parte de un colectivo homogéneo sin capacidad de opinión propia ajena a ese colectivo. Eso sí, el político o política de turno bien se llena los bolsillos mientras tanto.

Polémica en el deporte femenino

Ejemplo: el escándalo, y de los grandes, en el deporte estadounidense y mundial. Atletas y nadadoras transexuales compiten en igualdad de condiciones con mujeres. Claramente, los ‘trans’ tienen más potencia biológica natural y más velocidad. Es un hecho innegable. Conclusión: ya raramente una mujer ganará una competición deportiva si seguimos en esta espiral de absurdo. Las mujeres perderán el incentivo competitivo y del esfuerzo en el deporte. ¿A qué idiota legislador de los Estados Unidos le dio por aprobar una ley en las que sale perjudicada la mujer? Y no crean que exagero, en los campeonatos nacionales que se celebraron hace unos días en EEUU, la medalla de Plata y bronce, invitaron a la cuarta clasificada a tomarse la foto juntas en el podio, porque ignoraron al transexual Lia Thomas como la legítima vencedora de la prueba. A ese punto llegamos: ‘boicot de género’. Seguro que mucho político progresista apoyó la medida en su día, pero aterrizada a la vida real, a la ‘Real Politik’, es un despropósito se mire por donde se mire.

Dónde existe justicia no hace falta caridad, ni sentimiento de lástima o una igualación forzada. Y las leyes ya amparan la igualdad entre sexos desde hace muchas décadas, al menos en la mayoría de países. Y si falla el sistema y no se cumple esa igualdad no hay que cambiar las leyes, sino a quienes las aplican. Salvo que estos legisladores charlatanes lo que quieran sea cambiar precisamente el modelo de Estado que hay para adaptarlo a su negocio.

En este mismo espacio de opinión ya he lanzado el reto varias veces en los últimos años a cualquier lector. Quién conozca algún caso de desigualdad salarial entre un hombre y mujer rogamos que nos pase la información para que Confidencial Colombia, como medio de comunicación, denuncie el hecho ante la opinión pública. Sigo esperando. Cero denuncias recibidas. Y Básicamente porque no pasa. No pasa que una mujer gane menos que un hombre en ninguna empresa por el hecho biológico de ser mujer. Si gana menos será porque tiene un contrato por menos horas, o menor experiencia, menor cualificación o menos años al interior de la compañía. Los motivos pueden ser varios, pero no por sus ovarios. Si eso pasara, la empresa tendría que cerrar al día siguiente.

Guerra de sexos

El neofeminismo sigue errando en la estrategia de la división, de la guerra de sexos. Después de repetir un millón de veces que los hombres son posibles agresores potenciales y todas las mujeres son potenciales víctimas en muchos ha calado el mensaje. Muchas mujeres tienen miedo a los hombres y viceversa. Ellas porque temen caer en garras de una bestia salvaje que las pueda maltratar, que pasa… y ellos porque piensan que cualquier mujer los puede demandar y arruinarse la vida por las leyes de género, que claramente benefician a la mujer, y que también pasa.

Mientras que las feministas del siglo XX se jugaron la vida por las mujeres, por la igualación justa y definitiva, el neofeminismo actual celebra cualquier logro intrascendente como si fuera un éxito histórico. Celebra que los transexuales compitan con las mujeres en pruebas deportivas o celebran que se diga ‘todos y todas’ o ‘bienvenidos y bienvenidas’ en un discurso… wowww, un ‘avance extraordinario’ que cambia la vida de millones de trabajadoras en el mundo, sin duda lo mejor que les puede pasar para mejorar su calidad de vida. No sé como no se les cae la cara de vergüenza.

Políticas de beneficio propio

Tengo la certeza, que tampoco las pruebas, de que lo que menos les importa es la situación de la mujer y sí más bien tejer sus redes clientelares con las que ganar buen dinero y colocar a sus amigos en puestos de trabajo y salarios que en la vida podrían tener en el sector privado. De eso se trata, de privilegios, mientras desvían la atención de todos, todas y todes.

¿Ustedes creen que si de verdad hubiera emergencia social real los políticos nos tendrían en cuenta para ese cambio de paradigma? ¿Desde cuándo los políticos han contado con el pueblo para tomar decisiones ¿Desde cuándo nos han dicho toda la verdad sin intentar sacar rédito de ello? Todo esto es un negocio, del que viven muy bien unos cuantos.

Todo cambió cuando la política pública volvió la subvención un recurso de atracción de votos y no la manera en cómo se transforman vidas. Cuando se volvió políticas de nada, solo generadoras de pobreza y división. Y es una pena porque el punto de inicio no era tan malo.

La grasa tiene su gracia

Brian Dixon, Director Ejecutivo de Ciencia y Educación de Usana Health Sciences, habló de la importancia del consumo de algunas grasas saturadas para el organismo. El científico asegura que las grasas, señaladas de ser las culpables de muchos males, no solo son necesarias sino que quienes decidan no consumirlas pueden tener problemas de salud.

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